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Danza entre Lobos - Cristalsif - 31

Danza Entre Lobos

Capítulo 31

Lumina Nocturna


El gran lobo blanco descendió de la montaña, se deslizó surcando el río y corrió por la llanura hasta hallarse frente al gran portón del castillo Kruger, aun helaban sus patas y manchaba la sangre su fino pelaje blanco, el vaho manaba de sus fauces y la magia helada aún escarchaba el suelo. Sacudióse desde las orejas hasta la punta de sus cuatro colas, alejando de si el hielo que se había formado sobre él, con paso cansado llegó a la puerta principal cuando aún faltaban un par de horas para el alba, la luz lo inundó todo y la magna forma del lobo se hizo pequeña hasta dejar atrás todo vestigio del legendario ser espiritual, una pequeña bola blanca le reemplazó. El cachorro conocido como Durhan ante los ojos de la amada doncella de Tsu se dejó caer exhausto, pues el alma de la joven Kruger no podía volver a su forma humana tras haber abandonado la máscara y las gemas encantadas en los campos de trigo. Natsuki se ocuparía después de solicitar el servicio de recogerlas a la amable Okuzaki en quien confiaba plenamente, hasta entonces ocupar una forma humanoide implicaría convertirse en el monstruo que derrotó a los Orphan con tan aparente facilidad y ello sólo supondría llenar de temores a dama que ansiaba ver más que a nada.


La figura del lobezno logró llegar con sendos esmeros al segundo piso del castillo y con cojeante paso arribar a la alcoba que compartía con la joven castaña. Entró en la habitación por la puertecilla en la parte inferior dispuesta para tales fines, aun con su diminuto tamaño corrió por la larga estancia de la habitación para llegar al lecho donde Shizuru dormía profundamente. Durhan ascendió no sin dificultad hasta la altura de la cama, como el alpinista que arriba a la cima de una montaña, una vez de pie sobre el lecho se deslizó cerca de su rostro y con su hocico mimó la mejilla expuesta de la que en Tsu fuera su ama. La miró con sus brillantes ojos azules y con los sentidos de la forma ocupada, notó la considerable merma en la energía espiritual de la dama debido a su intervención en la batalla del día anterior, lamentó en su fuero interno como pocas veces en su vida aquella circunstancia, cuan riesgoso e insensato había sido exponerse de ese modo, todo ello sin decir lo imperdonable de su descuido cuando ‘Tesso’ le atacó sorpresivamente.

Durhan aguardó silenciosamente esperando no importunar el sueño de Shizuru, pese a todo continuó acariciando su rostro durante largos momentos, hasta que vio la oportunidad de descansar en un pequeño espacio entre su mejilla y su hombro, pero unas desconocidas manos le sujetaron con brusquedad entre la patita delantera que se había lastimado y la panza, gimió incapaz de contener el dolor, intentó morder a quien le apresaba y en cuanto logró cortarle un poco con sus colmillos, su captor le soltó, cayó al suelo, intentó poner algo de espacio entre su atacante y ella para tomar la forma que la situación requiriese, pero una inmensa masa le cayó encima dejándole al borde de la inconsciencia, mordió y gimió en vano, hasta que una patada recibida le llevó a un mundo de sombras del que no sabía cierto el poder retornar.

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No tenía tiempo que perder, cabalgaba rauda entre los árboles con las inoportunas ramas intentando tirarla del caballo a cada momento, pero la menor de los Kuga era una experimentada caballista adiestrada en la difícil tarea de esquivar obstáculos de todo tipo, ya fueran para su montura o para su propia integridad física, tal cosa se lograba con saltos dignos de alguna competición, había librado ya más de la mitad del recorrido hacía la frontera de Fukka y aún si fuera una labor más esmerada para su corcel, el querido Cian, se preocupó de no viajar por las carreteras. La posibilidad de ser atacada en el camino era bastante alta y ahora tras haber entregado su espada a Erstin para ser reparada, se miraba más indefensa que nunca, sabía bien que era suicida partir al bosque sin un arma encantada y se había demostrado que las balas eran cada vez menos efectivas contra las duras corazas de los Orphan, aunque concentrara gran parte de su energía espiritual en un solo disparo, ello no garantizaría la destrucción del monstruo... aun así no podía arriesgar a nadie más, las entramadas y rutas frecuentes no eran una opción, así que lo hizo a través del bosque seco, llamado así porque solo los pinos y los robles podrían desarrollarse allí, con excepción de algunas clases de moho, ninguna enredadera, ni follaje podría elevarse más allá de un metro de alto, lo que significaba que tenía un amplio campo de visión y en el caso de ser atacada podría anticiparse a los hechos, no imaginó otra posibilidad más viable después de la charla con Lord Takeru, aquella noche tuvo certeza de que la discreción de su labor garantizaría el éxito de la empresa  o la falta de él su total fracaso y ello era un lujo que no podría darse por el bien de la gente de Fukka.

Acostumbrada a una vida de completa soledad, salvo por la presencia de su abuela durante aquellos años en la vieja casa del paso, Nina había visitado los bosques cerca de su hogar, la naturaleza era sin lugar a dudas algo digno de admirar por su colorido y variedad, pero aún no dejaba de maravillarse ante la belleza de aquella arboleda cuyos troncos se miraban blanquecinos, como si la madera de los acres fuera ceniza sostenida entre la tierra y el cielo, aves de tan diversos colores canturreaban en las copas esperando ser alcanzados por el sol y una inmensa alfombra de musgo verde azul se formaba sobre las piedras y la tierra. Seducida por el encanto del panorama la dama disminuyó la velocidad, mirando las hojas otoñales que comenzaban a desprenderse y caían como una lluvia de cobre, era como si nevara en colores naranjas y ocres. -Si no fuera por los monstruos... qué hermoso sería este lugar- Suspiró hondamente. -Juro que cuando todo esto acabe, cuando venzamos al mal que se cierne sobre Fukka, te mostraré este lugar mi dulce Erstin... haré una casa para ti con mis propias manos y en ella habitarás bajo mi cuidado- Con una nueva determinación en su corazón apresuró el paso de su caballo. -¡Vamos Cian! muéstrame tu verdadera fuerza- Así el entendido animal no tardó en obedecer las órdenes de su joven ama.

No pasaron muchas horas cuando Nina logró llegar al borde de la frontera donde las montañas se extendían hacia un inmenso valle llamado el paso, un lugar donde convergen cuatro caminos principales dirigidos en las cuatro direcciones de los puntos cardinales, el del sur la llevaría directamente a la capital de Windbloom donde esperaba encontrarse con la realeza y entregar aquella importante carta, sin mencionar aquel favor personal que pediría con el fin último de solicitar la mano de la señorita Ho. Si lo pensaba entonces, la capital estaba peligrosamente cerca de Fukka, apenas a dos días de viaje, un tiempo abismalmente corto teniendo en cuenta la velocidad de viaje de un Orphan de un lugar a otro, sin embargo sabían todos los de la familia Kruger que una gigantesca barrera impedía la salida del poblado a aquellas nefastas criaturas.

Habiendo sido un trayecto bastante calmado, es claro que las cosas no podían ir tan bien y un comité de recepción custodiaba la salida del pueblo, ¿Por qué hacerse de un incordio al buscar una aguja en un pajar? Si el único punto posible de salida era un paso en la cuna de las montañas, por lo demás toda Fukka era un cascarón rodeado de montañas en todas direcciones. Entonces Nina divisó arriba de los árboles a una serie de figuras negras en el cielo, eran Orphan pequeños, pero no por ello menos mortales, si las aves de rapiña gigantes no podían maniobrar con los viejos y gruesos troncos del bosque seco tan anchos como carrozas, estaba claro que aquellos reptiles voladores sí. Los vio descender en marejada volando entre los árboles e intentando rodearla desde todas direcciones. -Y luego dicen que no tienen cerebro, ¡Emboscada!... ¡Comete mis polainas Asano Nagara!- Nina Apeó a Cian con sus botas sobre el protector, el corcel aceleró su trote hasta galopar y ella puso las riendas en el pomo de su asiento de montar, ya con las manos libres extrajo un par de revolver encantados de su cintura baja, comenzó a disparar como enajenada, a su suerte eran las únicas armas en el mundo que no dependía de la munición para disparar, porque perdió la cuenta de los monstruos que volaban como sombras muy cerca. Sin cuestionarse nada más entendió que solo tendría una oportunidad si iba de frente y escapaba fuera de Fukka a través del camino, únicamente de ese modo no podrían seguirla.

Nina se las vio de cara con la muerte un par de veces, pero cabalgó audazmente sobre Cian, saltando sobre algunos de los Orphan que se aventuraban por la parte inferior y evadía a los de mediana altura balanceando su cuerpo aún sobre el corcel, disparaba ráfagas azules en todas direcciones sin desperdiciar un solo tiro, segundo a segundo vio caer criaturas desmembradas sobre el musgo y evaporarse en estelas de luz verde, aun si a sus sentidos les parecía escuchar distantes gemidos, supuso que se trataba de las voces de los Orphan como le había dicho su prima un par de veces, “Son como los lamentos de sombras que no debieron existir, son los hijos no deseados de una madre desastrosa... la oscuridad del mundo” Pero se oyen muy humanos, fue algo que no evitó pensar.

Sorprendentemente había erradicado a la gran mayoría de ellos y le faltaba ya tan poco para cruzar, un kilómetro, sonrió bajo el yelmo y elevó su brazos para derribar a un par más de serpientes aladas, lo que no sospechó es que las 5 derribadas fueron solo un señuelo, uno de los Orphan abordó a Cian por la parte inferior del lado de la cola y deslizándose sigilosamente atacó por la espalda de la joven. Tarde se percató Nina cuando una ola de calor se extendió por su costado derecho, sintió la armadura oxidándose a vertiginosa velocidad, se elevó la temperatura del metal mientras la escurridiza criatura buscaba una hendidura por la cual entrar y asestar una mortal herida.

La Kuga maniobró con una daga intentando atravesar a la criatura, pero se escurría sobre un punto ciego en su espalda. La desesperación se hizo palpable cuando sintió las garras de la pequeña bestia rasgar su piel entre las pequeñas grietas de su armadura oxidándose, contuvo un gemido, sus esfuerzos por librarse de él eran en vano, poco a poco más de ellos se lanzaron al ataque y sin la fina puntería de la ocasión anterior seis lograron arribar sobre la montura. Ahora con siete enemigos moviéndose sobre ella sin recato alguno, sentía el dolor atenazándose en sus costados y heridas, que aunque fuesen cortes superficiales estaban plagados de una toxina capaz de causar un dolor intolerable, pese a las circunstancias Nina no se dejó derribar de su montura, logró degollar a cuatro de los reptiles, pero cada vez que lograba acabar con uno de ellos, otro reemplazaba al anterior. -“Debo soportarlo”- Se dijo a sí misma a pesar de sentir cortes cada vez más profundos en su piel, faltaba apenas medio kilómetro y Cian redoblaba sus esfuerzos galopando sin detenerse.

Nina notó como las rejillas de su yelmo se deshicieron finalmente y uno de los Orphan intentó adentrarse por la hendidura a la altura de sus ojos, con un rápido movimiento sostuvo a la serpiente en su guante metálico deteniendo la mordida a solo un centímetro de su cara, con la otra mano clavó el cuchillo en la cabeza del Orphan y el icor negro de la sangre de la serpiente le manchó las mejillas un instante antes de que se evaporara. La situación se hizo crítica cuando los Orphan decidieron atacar directamente a la montura, las serpientes se escabulleron hasta el cuello de Cian comenzando a estrangularlo como anillos de presión, el animal encabritó, dio saltos bruscos intentando librarse de la molestia, pero en el proceso solo derribó a su jinete y continuó su carrera. En el suelo se escuchó el sonido de metales rompiéndose y una queja ahogada de dolor, la piezas rotas destajaron por fin al Orphan que yaciera en el punto ciego de Nina, pero ahora la morena estaba desprovista de su único escudo, apenas podía moverse y sus armas había caído a unos cuantos metros de ella, supo que era el fin cuando los vio, a un centenar de ellos volando en círculos a la altura de las copas de los árboles, ensombreciendo la luz del día y opacando la majestuosidad cobriza de las hojas de otoño que caían. -Erstin...-  Suspiró el nombre temiendo no poder decir nada más, los Orphan se deslizaron en picada sobre ella y de eso modo Nina Kuga cerró los ojos cansada de luchar.

Pero nada pasó. -¡No te atrevas a morir!- Dijo una voz femenina desde las alturas. Sintió la escarcha esparcirse en el suelo y la refrescante sensación en sus magulladas heridas, al abrir sus ojos se topó con un pelaje tan rojizo como el cobre de las hojas en el suelo, estaba justo debajo de un caballo, del sin fin de criaturas en el cielo no veía más que algunas deslizándose en el suelo, pero en cuanto intentaban acercarse ráfagas azules las desintegraban instantáneamente, las que no reptaban eran decapitadas por una gigantesca lanza de color azul. -¿Te vas a quedar a dormir ahí abajo? ¡Ayúdame!- Esa voz la conocía pensó Nina, pero se le hacía imposible que su salvadora fuese aquella persona.

Nina reaccionó al fin, giró su cuerpo sobre el musgo saliendo del cobijo del caballo cobrizo, se acuclilló impulsándose con las manos, saltó y se dejó resbalar sobre el suelo hasta alcanzar sus armas, giró su cuerpo para quedar boca arriba y disparar una seguidilla de ráfagas azulinas. La pelinegra eliminó primero a los monstruos más cercanos, luego se levantó y buscó con la mirada a su salvadora, notando que los Orphan la atacaban de la misma forma que a ella sobre los puntos ciegos de la coraza. La Kuga se aventuró a disparar sobre la armadura de su colaboradora donde los negros reptiles habían comenzado a oxidar el metal y herir a través de las grietas la expuesta tela o piel, se oyeron numerosos chillidos guturales y tanto la guerrera como el corcel cobrizo estuvieron libres de enemigos.

Aun si continuaba disparando incansablemente sobre aquellos monstruos de la noche, Nina observó abrumada a la portentosa guerrera sobre el corcel, girando con una sola mano una gigantesca lanza azul que destrozaba todo lo que osara acercarse desde el cielo, a la par y con la otra mano, audazmente disparaba con tino certero a los reptiles que amenazaba con superar la primera línea de defensa. La pelinegra comprendió entonces que si querían salir con vida de allí, tendrían que poner pies en polvorosa a la brevedad posible, también contaba con el hecho de que viajar las dos en el mismo caballo ralentizaría el viaje por lo menos un día más y le sería imposible realizar saltos complejos tan necesarios para avanzar por aquella arboleda, ni el tiempo ni la incapacidad era un lujo que pudieran darse ante las circunstancias que corrían, necesitaba su caballo, por lo que rogaba a su suerte y a la Diosa que aún continuara con vida.

Ejecutó un silbido particular, un sonido para el que Cian estaba entrenado y no dudaría en obedecer acudiendo a su lado, salvo porque aquellos Orphan hubieran logrado eliminarlo. Nina silbo un par de veces antes de perder la esperanza, pero cuando estaba por abordar el caballo cobrizo y galopar como bien pudieran, el blanco crin de Cian emergió entre los árboles portentoso a pesar de todo, las alimañas habían ya destruido gran parte de la armadura del caballo y allí estaba aquel detestable Orphan apretando cual anillo el cuello del animal, iracunda pero cuidadosa, la morena disparó a las criaturas sobre su amado caballo hasta librarlo de todas las serpientes voladoras. Casi agradecido, algo magullado pero en completa salud llegó Cian junto a su ama, la joven se tomó un precioso par de segundos para abrazarlo, dar gracias cerca de su oreja, acariciarlo y verificar que no tuviese alguna herida de cuidado, al parecer solo el metal apetecía a sus enemigos rastreros y no el abundante cuero del resto de la silla. Eliminada la bandada de reptiles negros tuvieron un pequeño instante de calma, el que la guerrera del caballo cobrizo aprovechó para retirar el yelmo roído de su cabeza, una larga cabellera castaña cayó sobre la espalda de la dama y unos ojos de brillante azul se dejaron ver en una expresión divertida.

-No doy crédito a lo que ven mis ojos...- Pestañeo un par de veces para estar segura de no alucinar.

-Arika Sayers a tu servicio- Dijo sonriente antes de levantar su dedo pulgar en señal de victoria. -¿Cuantas amigas tienes que arriesgarían su cuello por ti en un bosque de otoño perdido en algún punto lejano de Windbloom? No muchas ¡Estoy segura!- Rio orgullosamente.

-No me refería a eso... ¡Te soltaste el cabello!- Mencionó con total asombro, aun acariciando la base del cuello de Cian.

Y con ello la escena heroica de la que alardeaba la castaña pasó a un segundo plano, casi cae del caballo de la impresión. -¿Eso es todo lo que dirás?- Frunció el ceño en un mohín hasta tierno e infantil. -Con lo que me costó alcanzarte...- Refunfuñó. Retiró el encantamiento de su lanza volviendo a ser una preciosa vara plateada con la forma de una hoja en la punta afilada y un penacho azul en la parte inferior, se las ingenió para retirar lo que quedaba de la coraza y acomodar la lanza en las cintas traseras de su chaqueta de cuero, luego retiró la piezas de metal oxidadas, una hombrera y la protección de la cintura, las prendas cayeron como un peso muerto al suelo.

Nina comprendió la idea de su amiga, en el estado que se encontraba su armadura la mayor parte resultaba inservible y un peso muerto, la imitó en movimientos hasta que jinete y caballo yacieron mucho más ligeros. -En realidad... muchas gracias, me salvaste la vida- Musito por lo bajo con la cara sonrojada. -¿Pero te digo algo?- Se acercó al corcel cobrizo y comenzó a retirar las piezas dañadas.

-¿He? si claro- La miró con duda.

-Esta deuda de honor sabré pagarla y... en serio, deberías dejarte el cabello suelto, se ve muy bien... eso sería bueno, sobre todo ahora que vamos a Windbloom- Una mirada y un sonrisa ladina venida desde abajo fue suficiente para que Arika obtuviera un intenso color rojo a lo largo de todo su rostro, la insinuación tenía nombre propio. Mashiro Kruger.

-¿Por dónde?- Preguntó la castaña en un esmero por cambiar el tema de conversación. -El picnic se haga cuando estemos fuera de este bosque endemoniado, solo hasta entonces me preocupare de romances y embellecimientos-

-A través de la cuna de las montañas... pero dudo que el paso se encuentre desprotegido- Subió de un salto a la montura y Cian estuvo contento de volver a llevar en su lomo a su querida pelinegra. -Muy bien bonito... el viaje será largo, pero no encuentro un mejor corcel para esta tarea- Animó Nina acariciando la crin de su caballo.

-Lo dicho... ni un respiro... te sigo, que otra horda de bichos viene a pisarnos los talones- Dijo Arika instando a su compañera de viaje a iniciar la marcha, pues una sombra negra se esparcía por el cielo a sus espaldas con la intención de cercar el camino una vez más.

Los corceles galoparon como el viento mismo, acortando con cada segundo la distancia faltante para llegar al paso entre las montañas y con ello a la salida, pero tal y como imaginó Nina, el único camino posible, era un reducido espacio de miserables cuatro metros de ancho que estaba custodiado por lo que se miraba como una mole gigante. -Diablos... no tengo tiempo para esto- Dio algunos giros a Cian sopesando las posibilidades, con un ademán detuvo a Arika y su caballo cobrizo. A sus espaldas yacían aquellos odiosos reptiles negros y al frente una de esas tortugas del tamaño de un cabaña, si a esa bola gigante se le ocurriera la maravillosa idea de girar cuesta abajo estaba claro que las destrozaría cual aplanadora, pero con algo de suerte eso les daría el tiempo suficiente para ascender y salir de aquella pesadilla. Se dio la vuelta para hablarle a su compañera, extendió la mano para sostenerla por el brazo y susurrar de cerca. -Arika... necesitamos distraerlo, hacer que baje la cuesta, evadirlo y aprovechar un flanco descubierto para escapar...-

La castaña asintió dispuesta a seguir el plan de Nina, extrajo su arma y disparó esperando derribar a uno de los impertinentes reptiles del enjambre que aventuro más de la cuenta cerca de ellas. Lo que no imaginaron ninguna de las dos, es que un simple disparo se convertiría en una ráfaga tan grande como la bola de una catapulta y erradicó de un solo tajo a poco menos de la mitad del enjambre negro en el cielo.

-¿Cómo hiciste eso?- Cuestionó Nina mirando sorprendida a su compañera castaña, se apartó un poco para darle espacio. Luego pasó el asombro al temor y la preocupación. -Es peligroso si usas toda tu energía de esa forma ¡Podrías morir!-

-Pero.... yo hice un disparo común- Refutó Sayers bastante confundida, volvió a disparar pero esta vez la ráfaga fue tan pequeña como una bala promedio, pero la anterior había sido suficiente para espantar a sus enemigos. -A decir verdad, todo era bastante normal hasta que me tocaste... tal vez, no medí mi fuerza-

-Procura tener cuidado... Ahora... debemos separarnos y hacer que se aparte de ahí...- La pelinegra observaba en todas direcciones, los bichos aéreos comenzaban a perder el miedo y se acercaban una vez más. Ambas tomaron sus armas y comenzaron a disparar, todo sin perder de vista a la mole cuyos negros ojos no se apartaban de ellas, sorprende mente el Orphan no atacaba, lo que ya era de por sí extraño.

-No... Separarnos significa que ninguna podrá acudir en la ayuda de quien pueda necesitarlo... no es buena idea Nina, vamos de frente y ejecutemos un disparo de energía pura...- La joven Sayers tomó la rienda del caballo de Nina y apeo la suya propia. Ambos caballos comenzaron a trotar dando vueltas mientras sus amas discutían.

-¡¿Estás loca?! Eso mataría a una de las dos... o a las dos- Reclamó sin poder hacer nada, los caballos galoparon con dirección de la mole debido al control que tenía Arika de las riendas, de frente y sin temor, lo mismo no se podía decir de Nina, con cada trote se cerraba aún más el ángulo entre ellas y la criatura, por lo que sería imposible evadir a la mole.

-Confía en mí... por favor- Los ojos zafiro de su leal amiga la miraron con una determinación tal que la Kuga no tuvo más opción que asentir, pese a todo Arika no soltó del todo a la pelinegra a pesar de ceder nuevamente las riendas de Cian.

Cuando Nina supuso todo perdido, pues el Orphan tortuga se lanzó rodando cuesta abajo, solo con la escasez de 15 metros entre ambos. -Ahoraaa...-

Con sus manos entrelazadas Arika ejecutó el disparo definitivo, dejando lo que sería la mitad de sus fuerzas restantes en el esmero, de aquel revólver emergió una cantidad inverosímil de energía con la forma de una flecha inmensa, el cañón explotó al ser incapaz de contener tal poder lastimando a Arika en el proceso, sin embargo los cálculos de la castaña no fallaron, aun ante el grito espantado de Nina que vio la bala desviarse a la parte inferior de la colosal mole, solo cuando la explosión causó un efecto de catapulta, El Orphan hizo una curva parabólica sobre ellas y cayó a sus espaldas sin siquiera rozar uno solo de sus cabellos, entonces pudo la Kuga comprender las intenciones de su amiga. -¡Aja! ¡Vamos Doba!-

-“¿Tenías que ponerle un nombre tan obvio? Doba... es literalmente Caballo cobrizo”- No evitó pensar Nina procurando agitar las riendas de Cian apurando la velocidad del animal, fue de ese modo porque al saber que cada segundo cuenta, que se trata de una carrera, un escape por la propia supervivencia, es mejor no pensar cosas importantes ni trascendentales. La Kuga supo que la mole intentaba rectificar sus pasos y retroceder a toda velocidad para no dejarlas marchar, del mismo modo el enjambre de reptiles negros se precipitó en picada a sus espaldas, sentían los fuertes músculos de los corceles contraerse y expandirse a plenitud en cada enorme zancada del galope, ellas mismas forzaban sus piernas contra el animal para no caer de la montura, los ojos hechos de magma miraban la barrera transparente a varios metros del mismo modo que la esperanza de librar la vida en esos instantes plagaban el mirar zafiro de Arika.

Una pequeña descarga eléctrica sobre montura y corceles fue percibida por las pieles en el momento exacto de un salto sincronizado, cuando finalmente pudieron cruzar la barrera. A sus espaldas notaron un centenar de estelas verdes de los Orphan que no pudieron rectificar su trayectoria a tiempo. Con un suspiro de alivio Arika secó el sudor de su frente y pese al dolor de las heridas en su espalda, brazos y manos, observó con una sonrisa en los labios a su compañera de batallas. Volvieron la mirada atrás solo para asegurarse de no ser perseguidas más allá del territorio de Fukka, vieron a la enorme tortuga que abandonaba el paso del sendero y se alejaba con dirección desconocida, los reptiles a su vez se dispersaron en el cielo, muchos menos que al principio de la contienda.

Pese al cansancio o las heridas, las dos damas cabalgaron hasta la tarde y poco antes de esconderse el sol en el horizonte, desmontaron los caballos, les dieron alimento para la dura jornada del día siguiente, agua, melaza y pasto fueron suficientes para llenar las expectativas de los dos caballos los cuales reposaron con las primeras estrellas del firmamento, armaron un pequeño campamento y a la luz de una fogata Nina dispuso un poco de la carne seca  con algo de especias que le había empacado la abuela para el viaje, ambas chicas se miraron agotadas.

La pelinegra tomo algunas cosas de la mochila de viaje dispuesta en Cian, luego guio a Sayers al riachuelo más cercano, allí extrajeron sus ropas no sin tener algún arma a la mano solo por si acaso, lavaron sus cuerpos, además de los cortes, volvieron a la orilla, secaron sus pieles húmedas y vendaron las heridas de la espalda, ya nuevamente vestidas acudieron cerca de la fogata.

-¿Qué tal te fue con Erstin?- Preguntó la castaña a falta de otro tema de conversación. -¡Ouch!- Se quejó al intentar tomar un pedazo de carne con las manos lastimadas.

Nina casi escupió el agua que tomaba para calmar la sed, después de un poco de tos, levantó la vista. -Deberíamos preocuparnos de esas heridas- No evitó mirar los cortes y magulladuras de las manos de Arika.

-Pues me cuentas mientras las curas, ¿No?- Dijo de lo más inocente y Nina supo que no podría escapar de esa conversación.

Acercándose a la luz de la fogata para ver mejor en la noche que estaba cernida en el cielo, la pelinegra sujetó unas pinzas, comenzó a retirar las esquirlas del arma que aún yacían en la piel de la castaña, con algunos quejidos de la joven y tras algunos momentos, Nina vertió un poco de alcohol en los cortes para luego vendarla adecuadamente y con delicadeza. Dada la imposibilidad de Sayers para comer con sus propias manos, Nina tuvo la gentileza de brindar los alimentos a bocados. -Me ha aceptado... sus sentimientos me corresponden y veré la forma en la que pueda formalizar nuestra relación- Musitó con un tenue sonrojo en el rostro.

-¡Eso es maravilloso!- Murmuró a todo pulmón Arika más contenta que la portadora de aquellas noticias. -Oye ¿Pero porque no pareces tan contenta?-

-Viste lo que yo- Extendió otro bocado de comida a la castaña con la esperanza de callarla un poco. -Los Orphan no son nada tontos como hemos pensado a lo largos de los siglos... son astutos y están atacando en conjunto como nunca se ha visto... entonces ¿Cómo estar feliz? He dejado a mi amada en el lugar más peligroso del mundo y en verdad anhelo volver pronto a su lado para ver que esté a salvo-

-Eso se verá, no creo que sea del tipo frágil y delicada como una flor, es de la clase silvestre que sabe cómo defenderse a sí misma... pero si tantas son tus ansias no tardaremos demasiado en esta empresa- Levantó el pulgar vendado y la idea de Nina sobre impedirle el habla a cuenta del alimento no funcionó, aquella chica de alta alcurnia se olvidaba de los modales hablando con la boca llena.

-Un momento ¿Por qué has venido a buscarme y como te has enterado de este viaje? Eso sin mencionar que supiste de mi encuentro con Erstin, no dije a nadie mis intenciones y salvo por mi tío que me encomendó esta labor, la abuela que me facilitó las viandas necesarias, nadie en el castillo lo sabía- Nina suspiró brindándole otro bocado, la chica miraba hambrienta el plato con cierta impotencia al no poder tomar la comida con sus propias manos. -No me lo tomes a mal, en serio estoy agradecida por tu intervención, es seguro que hubiera fallado de no ser por tu oportuno arribo... estuviste impresionante con esa lanza que por cierto no sabía que tenías-

-Bueno es un poco extraño si no estás para creer en las cosas sobrenaturales, porque no conozco una explicación diferente para esto- Arika señaló el vaso en las manos de su amiga de la infancia y está entendió la indirecta de la castaña, se acomodó como pudo y lo depositó en el borde sobre los labios secos de Sayers, dejando verter el líquido con cuidado de no ahogarla. En cuanto estuvo satisfecha, la dama de la capital se apresuró a continuar su relato. -Estos días todos han estado un poco locos, tu bastante taciturna por aquellos conflictos con la Srta. Ho, entre admitir los sentimientos que le guardas y la estrepitosa situación en la fiesta, no pediría mucho de ti… créeme que lo entiendo. Lady Fujino estaba enferma cuando llegamos y sabemos bien que algo pasó tras la llegada de Natsuki, ella también resolvía sus asuntos por así decirlo.  Con todo ello y poco después de mi arribo al castillo comprendí que mi debilidad había sido motivo suficiente para ver perdida la esperanza un par de veces durante aquella travesía, así que mientras todos parecían muy ocupados para darse cuenta de mí, yo ocupe mi tiempo en otras cosas. Lord Takeru estaba instruyendo a los nuevos reclutas y durante largas ocasiones vi sus entrenamientos, un día después me colé con otros atuendos. Por suerte no es el tipo de instrucción en la que se tome lista del personal, ni se fijen mucho en un chico lampiño y enano, habían varios como yo- Sonrió un poco ante la situación, con las fachas que usó ni su madre la hubiera reconocido. -Con ello pude aprender las técnicas de combate que se emplean para enfrentar a los Orphan, en verdad no deseaba sentirme como la damisela en peligro una vez más, así que entrené incluso cuando los demás descansaban, aprendí a disparar, a usar la espada aún mejor, a formar un bloque de defensa, disparar un cañón en tiempo record, mejoré mucho mi condición física y mi equitación, saltos y piruetas que hoy me han salvado la vida. No obstante, cuando las circunstancias quisieron poner a prueba mis esmeros durante el ataque en los campos de trigo, de nueva cuenta vimos a Natsuki, Lady Shizuru, Akira y a ti salvar el día... me sentí molesta por no poder hacer nada al respecto, así que en la tarde después de la reunión que tuvimos, acudí al salón de armas, esperaba encontrar algo que me fuera de utilidad, estar lista en caso de presentarse otra situación así...-

-Perdona no... No pensé que te hiciéramos a un lado, cuanto más a salvo pudieras estar, entonces nosotros la familia Kuga y Kruger, habríamos hecho bien- Nina miró con pena a su amiga. -Lo siento- La Kuga sabía lo molesto que resultaba ser subestimada todo el tiempo solo por el hecho de ser mujer, así que si, para demostrarlo había que superar a muchos hombres en ciertos menesteres muy poco apropiados para una dama.

Arika sonrío en respuesta. -Pero ya no quiero que sea de ese modo, perdona mi egoísmo... pero apartarme ha sido la única razón de mi desdicha hasta el día de hoy... allí a solas en aquel lugar lleno de armas de todos tipos, me di cuenta que solo hasta ese momento en verdad me interesaba luchar por aquello en lo que creo, ver la sonrisa enamorada de Kruger y Fujino, verte tan esperanzada sobre Erstin, notar el empeño de Lord Takeru me hizo repensar las cosas, querer proteger lo que hay en este lugar y luchar por mí también. Todo este tiempo vi a la persona que amaba caminar en la dirección equivocada y no hice nada, lo que más pena me causa es que si observas a Lady Mashiro y a mi hermano juntos, podrías pensar que son la pareja perfecta... pero no veo amor en los ojos de mi hermano Ren, solo veo deseo y el ansia de poder que subir al trono junto a ella le significa, por su parte Mashiro lo ha aceptado sin objeción alguna porque como futura reina solo está pensando en el bienestar de la monarquía... no en ella- La amargada expresión en el rostro de la castaña así como la tristeza en sus ojos hizo que se mirara más madura de lo que realmente era.

-Entonces ¿Cómo acabaste aquí? Estabas bastante lejos de donde yo tuve la conversación con mi tío a esa hora-

Cuando miraba las armas dispuestas en las cristaleras, intentando elegir la más adecuada para mí, una joven sirviente se acercó a mí bastante silenciosa y posó una taza de té junto a mí. -Es un poco tarde señorita, ¿No ha sido un día demasiado cansado para usted? Sus atuendos requieren cuidado ya que algo de su ropa se ha quemado y ensuciado, si gusta yo podría servirla en lo que solicite-

-Gracias por tus amables deseos, pero debo declinar... quisiera pensar, tomar la decisión correcta solo por esta ocasión- Dije aquello más para mí que para ella, la miré y me topé con unos inigualables ojos dorados, una doncella hermosa sin lugar a dudas.

-Si fuera posible entonces, ¿Ayudaría el escuchar su predicamento?- Inquirió con genuino interés y por eso le di una respuesta sincera.

-No sé qué tan diestra puedas ser en esto... pero si tuvieras que escoger un arma de este tremendo arsenal para defender lo que te fuera más querido, ¿Cuál escogerías?- Sorbí un poco del té que me obsequió y estaba en verdad delicioso.

-No esperando ser imprudente...- La joven servil depositó la bandeja en la mesa, observó las espadas, las armas y todo cuanto pudiera alcanzarse con la vista, miró con un semblante pensativo y tras un breve silencio sonrió, se aproximó a una de las cristaleras donde una lanza con un brillante filo y un penacho azul adornaba, extrajo sin esfuerzo el arma y la depositó frente a mí, me pareció ver en la vara letras selladas que no vi antes cuando revoloteaba por el lugar sin decidirme pero no hice caso de ello. -Yo escogería esta, para luchar con monstruos como ellos debes procurar la menor cercanía que te sea posible- Dijo aquello con extrema naturalidad y tal vez por el cansancio no pensé demasiado en el hecho de que ella se refiriese a los Orphan con tanta naturalidad o que imaginara siquiera que yo planeaba usar el arma contra esos horrendos seres. No pasó mucho cuando se alejó hasta uno de los cajones de aquellos muebles y volvió con una caja de madera donde reposaban dos revolver encantados... me dijo entonces. -Ninguna otra arma en este lugar podrá servirte lo suficiente para lograr lo que ansias obtener-

La miré con extrañeza ¿Que podía saber ella de mis anhelos? Pese a todo no quise ser descortés y me ocupe de tomar el resto de mi té, mientras ella continuaba con la prudente labor de limpiar el polvo de algunos estantes, limpieza a semejantes horas de la noche, tenía que ser muy devota la dama o eso creí, la perdí de vista un momento mientras comía una de las galletitas de la bandeja. -¡Esta delicioso!- Dije con una sonrisa, le busqué con la mirada... -Tienes que darme la receta... seguro que...- No dije más, la doncella no estaba ya por ninguna parte, solo el polvero puesto sobre la mesa como si ella nunca hubiera estado allí.

Y justo cuando pensé que todo lo soñé, escuché una voz venir de todas direcciones y ningún lugar en específico. -Siempre puede encontrarse el momento de un buen uso cuando la ocasión lo requiere Sayers, si no sale en busca de la que a hurtadillas se marche esta madrugada... serán lágrimas de muchos las que viertan al llegar la noche de este día que comienza-

No vi mucho sentido a lo que me dijo la voz hasta que las campanadas del reloj sobre la pared dieron a saber que ya era la medianoche y con ello un nuevo día tenía principio. No quise cuestionar por miedo, acudí a mi cuarto, me bañe y tomé lo que vi necesario en una discreta mochila. Asustada y confundida me vi vencida por el sueño en cuanto reposé brevemente sobre mi cama, de mala gana me desperté pocas horas después a causa de un inoportuno gato que maullaba cual violín descompuesto en mi ventana, algo extraño pese a ser finales del otoño con el frío de afuera. Espantada por la advertencia recibida, tome mis cosas, decidí volver por la lanza y los revolver que fueron escogidos para mí, pero curiosamente te vi salir a hurtadillas de tu cuarto en el pasillo a horas insanas de la madrugada, supe entonces de quien me había hablado aquella figura etérea, me aseguré de que no me vieras y tuve que darte algo de ventaja para no ser descubierta, ya que si huías a donde quiera que fueras no querías compañía si tenías en vista semejante hora de partida. Fui a la armería y me encontré con la lanza dispuesta cuidadosamente en un atuendo más cómodo, los revolver cargados y enfundados en cintas de cuero, además de una de las armaduras de la casa Kruger. Sin dilación me cambie de ropas insitu y me arme con todo lo que me fue dispuesto, luego acudí a las caballerizas y recordé al corcel de entrenamientos, el querido Doba con el cual hice buenas migas durante días... Seguí tu rastro llegando al pie de una casa humilde en las afueras de Fukka, eso me tranquilizó, supe que sería la morada de la Srta. Ho, ¿A qué otro lugar irías si no fuera allí? y en efecto te vi ya cuando partías del lugar, a pesar de tenerte a cierta distancia fue muy difícil seguirte el paso, por ratos te perdí de vista, hasta la ocasión en la que pensé que no llegaría a tiempo para salvarte el trasero.... bueno esa es la historia.

-No doy crédito a lo que...- Nina casi no había probado bocado durante el relato y Arika se preguntaba en qué momento le daría otra ración a ella.

-Sé que suena de locos, pero te aseguro que así fue- Afirmó intentado tomar con sus manos vendadas un vaso, la idea era no flexionar los dedos, si juntaba sus muñecas en derredor, tal vez. ¡Éxito!

-Digo... Arika, no lo sabes ¿Verdad?- Nina todavía pestañeaba intentando comprender lo increíble de la situación.

-¿El qué?- Tomó a satisfacción del vaso hasta vaciarlo. -Ahh qué sed tenía... ¿Decías?-

-Hablaste con la diosa, sus inconfundibles ojos dorados... sus largos cabellos negros...- Todavía ni pestañeaba la Kuga.

-Ella me dijo que muchas lágrimas serían derramadas... esta noche. Eso no lo entiendo bien- Ahora señaló la mano de la pelinegra esperando la carne, esa sí que no era fácil de atrapar.

Entonces Nina observó abrumada a la castaña. -Mi vida, estaba por extinguirse... de no ser por ti yo... estaría muerta-

-Si lo pones de esa forma... es seguro que todos hubiésemos llorado con amargura el perderte, así que no sé qué harás en honor de la diosa, porque te ha salvado el pellejo-

-Le honraré cada día de mi vida... lo juro- Nina levantó la mirada y también los palitos con el siguiente bocado de Arika. -“Gracias Mikoto-kami, mi lealtad a ti ha sido grandemente premiada”-

-Pues eso es bueno- Arika atrapó con su boca el alimento y sonrío de gusto, al fin se miraba satisfecha. -Aunque pensándolo bien... no sé cómo voy a cabalgar así- levantó sus manos vendadas, era claro que no podría sujetar las riendas de Doba.

-No te preocupes, le haremos una amarra a Doba, solo necesito un par de maderos y algo de cuerda. De ese modo alinearé a tu caballo tras el mío, así que a donde yo vaya, él irá con nosotros sin que tu lastimes tus manos... a fin de cuentas... te debo mucho a ti- Sonrió antes de disponer los sacos para dormir y ayudar a la castaña a yacer en el suyo, no pasó mucho para que la joven Sayers se sumergiera en un profundo sueño. Nina la miró con admiración. -En verdad espero que la princesa prefiera escuchar el latido de un corazón que solo late por ella... que a las necesidades de los demás... se ha visto que Windbloom puede ser regido por solo una monarca, sino ¿Cómo pudo hacerlo la reina Hotaru Blan hace 100 años? Yo haré lo necesario para darte la oportunidad de hablar Arika... es una promesa- Dijo poco antes de conciliar el sueño, pues el agotamiento también comenzaba a ganarle terreno.

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Aguardó con paciencia la ocasión de ver resarcido su orgullo... marcharse, ¡Ja!. Jamás podría apartarse de su idolatrada Ojou-sama, no vería paz su alma sin lograr que la dama a la que había jurado proteger retirara aquella cruel venda de sus ojos carmines, necesitaba con desesperación revelar ante la señorita Fujino la oscura verdad bajo la máscara de la familia Kruger, así aquella infamia no podría continuar por más tiempo, no ahora que tenía la prueba, sangrando e inconsciente, pero en su poder, no faltando tan pocos meses para cumplirse el año del acuerdo de Lord Kruger y Satoru Fujino, la de ojos violeta no olvidaba esperanzada la posibilidad que suscitaba aquel límite de tiempo, porque si encontrara una forma en la que Shizuru repudiara a su esposa estando tan próxima la fecha, es claro que la joven estaría libre del compromiso más allá de ese tiempo.  Por esa razón aun cuando Tomoe Margueritte tuvo la oportunidad para matar a la criatura en ese estado de fragilidad tal, que con una fuerte patada, ella una simple servil de Tsu había logrado lo impensable, derrotar en batalla a la mítica bestia de Fukka… entonces se abstuvo de hacerlo, pues ganaba mucho más mostrando el engaño que ocupaba la Kruger. Sin embargo, si la verdad no fuera suficiente, una daga escondida a buen recaudo entre sus ropas resolvería las posibles disidencias con lady Shizuru, al menos la libraría de aquel monstruo... un mustio consuelo, pero consuelo a fin de cuentas.

Así que allí estaba, sentada en el sillón frente al lecho nupcial, esperando el momento en que su joven ama despertase. Tenía en su regazo a la pequeña y engañosa criatura, aquel cachorro visto en Tsu y posteriormente en el castillo de aquella extraña familia, pero que solo después de intercambiar ideas con la dama Julieth, concluyó se trataba de la joven Kruger. La dama Margueritte aún se preguntaba cómo es que aquella joven ocupada en oficios tan indignos sabía tanto acerca de Natsuki Kruger y de la familia en general, había preguntado acerca del origen de su conocimiento, pero del mismo modo que un gato hipnotiza con su brillante mirada a su presa rastrera, ella fue eludida con astucia y elocuencia. Dadas las circunstancias lo único que pudo concluir al respecto es que el destino de la Lobuna y la bailarina exótica se había juntado en el pasado, uno muy turbio al parecer.

Por otro lado, no estaba su mente para entender la complejidad de la magia o del espíritu más allá del mundo material que conocía, así que se limitaba a manejar lo que podía, se ocupaba de ahogar una y otra vez al cachorro o patearlo lo suficiente para incapacitarlo y evitar algún cambio de fase, asegurándose así de mantenerlo inconsciente durante el tiempo que aguardaba, pues dos noches pasaron después del incendio sin que su meta se viera completada ni la castaña despertara. Margueritte fue prudente y ocultó una cesta de alimentos en uno de los muebles menos usados por la castaña, de ese modo no le importunaría su necesidad de alimento ni se arriesgaría a ser descubierta por una tontería como esa, Tomoe se escondió en las ocasiones en que Sanae visitó el cuarto de Shizuru para brindarle medicinas o alimento, tan pronto como acababa esa labor ayudaba a la castaña a llegar al cuarto de aseo, la limpiaba con esponja y cambiaba sus atuendos, luego volvían a la cama no sin que la de ojos carmines preguntase por la ausencia de Natsuki.

En respuesta y con suma paciencia Sanae respondía de la misma forma cada vez. “No tardará en volver mi niña… se paciente, ella fue a extinguir un incendio en los bosques… si no fuera tan importante estaría aquí, sé que no es lo mismo pero una abuela conoce mejores cuidados, ya verás que estás blancas no se adquieren para ornamentación del cabello… yo te cuidaré mientras mi nieta vuelve” Susurrando con su apacible voz, como en un arrullo que calmaba las inquietudes de una semidormida castaña. Luego la Kuga mayor tomaba un libro y leía algún cuento a la joven, la peliverde no comprendía a qué se debía tan extraña acción pero no cuestionaba nada, todo lo que restableciese la salud de su amada patrona resultaría conveniente. En cuanto la abuela Kuga se marchaba del cuarto no sin antes dar un tierno beso a la frente de la joven y acariciar su estómago sobre los cobertores alegando un “… Ya pronto estarás bien”. Margueritte acudía a la cercanía para verificar que todo estuviese en orden o tuviera la oportunidad de apreciar los ojos abiertos de la Fujino, muy a su pesar la castaña no se mantenía lo suficientemente despierta para poder abordar el tema de su interés, esperaba con paciencia para no dar lugar a la ocasión de la duda, de una ilusión o sueño, quería que estuviera completamente consciente cuando afrontara aquella verdad.

Yació así horas más, pensando en las circunstancias que la llevaban a tomar decisiones tan arriesgadas. Supo de Lord Nagi que poco más aguardaría la ocasión de su ataque definitivo, el tiempo que tenía era limitado a razón de ese hecho. Si la señorita no atendía razones estaría expuesta a la consecuencias de la guerra en el bando perdedor, porque conociendo las estratagemas urdidas por el Conde tenía total certeza de que pronto Fukka y Windbloom le pertenecerían. De ese modo Tomoe volvió al castillo de la familia Kruger bajo su propio riesgo, encontróse con la dama enferma ¿Qué no podía cuidarla un poco más aquella mujer? Empero del disgusto surgió la oportunidad, vio al monstruo subir por las escaleras y supo que no tendría otra oportunidad como aquella, esperó el momento en que su guardia estuviese baja, le atrapó con esmero y finalmente tras aquella breve confrontación obtuvo el medio para convencer a su ama.

Entonces, miró al lobezno con desdén. -“Es absurdo que alguien con tanto poder se rebaje a tener una forma tan vulnerable... el monstruo que ayer acabó con los poderosos Slave, cuyas horrorosas formas desgarraron de un tajo a las aves negras, es ahora un cachorro... cuatro fases de las cuales 2 son vulnerables y 2 en extremo peligrosas”- Se dijo a sí misma recordando las circunstancias acontecidas en los días recientes, el lobezno blanco conocido desde la época de Tsu, Tomoe rabiaba ante el recuerdo de las impertinencias de la criatura que a mansalva le había mordido un par de veces, todo ello sin mencionar que desde entonces la desvergonzada duquesa se había asegurado un lugar en la habitación de la castaña; el licántropo gris, una figura que le fue más que útil por su desagradable y terrorífico aspecto, supo de las numerosas ocasiones en las que su ama fue atormentada por la imagen de aquel ser, al punto de ser persuadida para llevar un puñal a su noche de bodas, la peliverde deseó por aquellos días que esa forma se presentara en más oportunidades; luego estaba la persona siempre escondida bajo la máscara de plata, la forma más detestada justamente por la humanidad que delataba, algo que malamente se había robado poco a poco la atención de la Srta. Fujino. Finalmente el majestuoso lobo blanco de magia gélida, un ser legendario en la zona, conocido por ser la bestia espiritual de la diosa que moraba en Fukka hace más de 400 años, o eso cuentan los desesperanzados pobladores del lugar. Extrañamente no había visto en la vastedad de aquel poblado ningún templo dedicado a ella, ni su nombre había sido mencionado nunca en alguna charla trivial, la conclusión evidente para la sirviente resultaba ser, que su nombre fue olvidado. Tomoe no era alguien muy espiritual, pero aun así estaba temerosa de lo que no podía entender, de lo que está más allá, sabía además de las pocas instrucciones Sintoístas que no hay nada más triste para un dios, que el olvido de aquellos por los que vela durante la eternidad. Una deidad sin nombre, es una criatura inmortal sin la posibilidad de tomar el descanso divino, ni retornar a su mundo a través del puente celestial, sin nombre no hay camino ni llave a una puerta inmaterial.

Los elucubrados pensamientos fueron interrumpidos en el momento en que un tenue movimiento en el lecho llamó la atención de la peli verde, rauda se levantó de su asiento y acudió a la diestra de la joven cuyos párpados daban paso a gemas tan preciosas como el rubí, más guardó una prudente distancia teniendo en memoria que el cachorro maltrecho aún yacía en sus manos cubierto por una manta. Shizuru se sintió ligeramente desubicada a abrir los ojos, pocos instantes fueron necesarios para restablecer el orden de las cosas en su mente, de pronto un sobresalto acudió a su pecho, primero con sorpresa, luego con espanto. -¿Qué haces aquí?- No evitó un tono de disgusto.

-Esperaba verla una vez más… pero al volver me la he encontrado así… desecha y frágil, no he podido solo apartarme- Dijo bajando la mirada con humildad, casi intentando caer de nueva cuenta en la gracia de la castaña, pero un Fujino jamás repite sus errores dos veces, aun así fue cuidadosa al responder.

-Mi salud es algo que ahora solo le compete a mi esposa y a mi familia, la confianza que un día le di, le ha sido retirada, así que mi pregunta se debe a una simple razón ¿No había vuelto usted al servicio de mis padres?-

-Me temo que es la única orden de la Ojou-sama que no obedeceré- Admitió con vergüenza. -Se cuán grande ha sido la preocupación de mi joven ama por el bienestar de su familia… sin embargo ellos se encuentran en perfecto estado solo por yacer allí en Tsu, quien corre constante peligro en este lugar es usted- Refutó inmediatamente la peliverde sin aventurar un paso más cerca de la castaña.

Shizuru comprendió rápidamente el problema en el que se había convertido la chica, parecía estar obsesionada acerca de ser su protectora, cuando las mayores dificultades vividas se habían presentado por su causa. Cuidadosamente se puso de pie sintiendo cierta debilidad en las piernas, tanto tiempo en la cama que había dejado algo magullada la espalda y fuera de práctica el caminar, tomó su bata de noche del espaldar y cubrió su vestido nocturno, uno bastante más descubierto que sus ropas de estar en la casa. Fue molesto cada movimiento, se sabía observada y no de una forma decorosa, pero había algo dentro de sí que le obligaba a ser cautelosa, tenía que ver la adecuada forma de manejar a la sirvienta pues una obsesión es mucho más peligrosa que el odio visible de un enemigo sincero. -No entiendo a qué peligro se refiere- Mintió descaradamente y hasta sonriendo.

-¿Me dirá que no ve los riesgos que corre? Le atacó un oso gigante mientras la duquesa yacía distante y perdida en un bosque, ¿O me ocultará además lo que pasó en los campos de trigo?- Reclamó ya incapaz de ocultar su encono.

-No tengo porque darle explicaciones, sin embargo hay algo que quiero que Margueritte entienda de una buena vez- Ató la cinta de su bata y se acercó a la joven intentando imprimir la mayor seguridad posible en las palabras que diría, en tan imponente postura obligó a la sirviente a retroceder temerosa de ver descubierta la manta. -Mi lugar está con Natsuki aquí en Fukka, las dificultades propias de este lugar ahora hacen parte de mi vida y es algo que yo elegí por mí misma, aun si no lo entiendes... soy y seré mientras tenga vida, Lady di Kruger-

Tomoe se mordió los labios tratando de contener una injuria en su garganta, negó con la cabeza y vio imposible otra alternativa. -Si ese es el caso mi Lady...- Bajó la vista sobre la tela. -Entonces permítame abrir sus ojos a la realidad, porque todo aquel que la ama haría hasta lo imposible por hacerle ver este terrible error. La persona que usted protege con tanto recelo no es más que un engaño, una mentira horrible que solo le hará daño-

Shizuru miró sin entender, hasta el momento en que la blanca mano de la sirviente retiró la prenda y en su brazo contempló al pequeño cachorro casi muerto, de su pelaje blanco numerosas manchas escarlata, así como el tizne del carbón, tan inmóvil que aterraba hasta pensar lo peor. Un gritillo espantado acudió a la garganta de la castaña sin que esta pudiera evitar un paso adelante queriendo estar más cerca de su mascota. -¡¿Qué le has hecho?!- Increpó colérica.

-¡No se atreva!- Dijo la de cabellos disparejos extrayendo la daga de su cinto y amenazando con ella la pancita expuesta del animal. -Guarde las distancias o tendrá una terrible memoria de este momento-

La joven Fujino controló sus impulsos instantáneamente, casi volvió a respirar en cuanto notó que la pancita del animal se movía todavía entre pausadas inhalaciones. Cruzó miradas con la violeta de Margueritte. -Antes que nada... me dirás ¿Qué es lo que deseas realmente?-

-Solo que usted vea la realidad con los mismos ojos que yo- Musitó aún con pulso tembloroso y amenazante. -Si tan solo pudiera creerme-

-Los métodos que usa son... inusuales, ¿Porque amenazar a mi mascota? Durhan nada tiene que ver- Preguntó con cautela, Shizuru temía un movimiento repentino, contaba en su mente los pasos entre las dos, supo que no podría moverse lo suficientemente rápido para evitar un corte fatal así que necesitaba ganar tiempo y oportunidad para librar al pequeño de semejante peligro.

-Cuán equivocada está, esta criatura no es para nada lo que aparenta... ¿No ha visto ya suficiente de las cosas extrañas que pasan en este lugar?- Tomoe no daba crédito a la ignorancia de su señora. -Tal vez ha sido encantada, no lo sé ya... este monstruo es responsable de todo y usted lo verá, después de este día sabrá cuánto ha sido engañada desde el principio, después de todo una forma tan inocente no daría lugar a cuestionamientos. ¿Pero no le extraña que no crezca? Ha pasado más de un año y medio sin aumentar un solo centímetro- La servil se apartaba poco a poco de la oji rubí solo por si acaso.

-Yo no me considero alguien común... si Margueritte me escucha sabrá porque desde que éramos niñas yo siempre me aparté de las personas- Musitó gentilmente tendiendo tímidamente su mano hacía la peliverde, nunca la había visto rechazar ese gesto y menos cuando aparentemente le abría su corazón, casi pudo ver el anhelo en los ojos violeta, su ansía por sostener su mano. -La forma en que yo veo el mundo es diferente a la manera en que lo ven los demás, cuando veo un árbol puedo contemplar el flujo de la vida en su interior, cuando observo a un animal puedo percibir el espíritu que se aloja dentro de él... también he visto cosas temibles, los espectros del pasado que no se alejan y no... No sé cómo apartarlos de mí- Tembló sutil pero perceptiblemente, esperando por un momento que la obsesión de la peliverde le jugara en contra. -Es permanecer en un estado de eterna soledad, por eso reservé mi confianza para tan pocas personas y... y Margueritte yació dentro de aquel selecto grupo ¿Cómo es posible que ahora espere que vea cómo destruye el espíritu de mi pequeña mascota sin destruir una parte de mí?-

La voluntad de Margueritte flaqueó al igual que su pulso, a cada lapso del relato permitió a Shizuru acortar sutilmente la distancia. -No podría... no en su presencia-

-Entonces... podrías liberarlo ¿Por favor?- Usó su tono más amable y su mirada más intensa.

La mente de Margueritte quería colapsar, dejarse hacer por la dulce voz que llegaba a su oído hasta el momento en que recordó su intención. Dio dos pasos atrás. -Perdóneme por favor, esto se hará por su bienestar- Dijo antes de correr con la carga en sus manos, atravesó la puerta de la escalera de caracol en la que se escondió durante varias ocasiones y descendió por vez primera hasta el final del pasadizo, esperaba que la distancia le diera la oportunidad más se quedó sin habla al contemplar la inmensidad de aquel lugar, las esculturas de mármol junto a las piedras volcánicas en las que burbujeaba el agua cálida manada de las fauces de un gran lobo. Escuchó los pasos a su espalda así que buscó la posición opuesta a la entrada, de forma tal que pudiera ver los movimientos de su ama, esperaba que ahogar a la criatura en el agua la obligará a cambiar de forma, una vez vuelta a su fase humana... solo entonces podría acabar con su lastimera existencia, sería como acabar dos pájaros de un solo tiro. Entre la verdad y la muerte de su más grande enemiga encontraría la forma de obtener el perdón de la castaña, pero eso se vería después.

Shizuru llegó a las termas implorando en su fuero interno el no haber llegado muy tarde, ir descalza por las escaleras casi le costó una caída un par de veces, pero allí estaba la servil con la mitad de su cuerpo sumergido en el líquido, con el cachorro en sus brazos y sin apartar la vista de ella. -Basta... te aseguro que si osas lastimar a mi Durhan mi cólera sobre ti no tendrá fin- Amenazó ya cansada de mediar o intentar mecanismos encantadores.

-Es un precio que estoy dispuesta a pagar- Respondió con tristeza. -Espero en verdad que su intensa angustia no se deba a ella... porque esta encantadora criatura...- Elevó al cachorro estrechando con su mano lo que sería el cuello del animal, el can apenas movía sus patitas en medio de un horrendo sueño. -No es otra cosa, que el más antiguo engaño de la Duquesa- Sumergió en el agua al cachorro hasta sentir la profundidad del suelo volcánico bajo sus pies.

Shizuru saltó al agua sin dudar, corrió contra corriente esperando llegar sobre Margueritte e impedir que usara la daga, pero una intensa luz celestina manó del agua hasta cegarle. Tomoe sintió que el cuello bajo su mano se hacía tan grande y fuerte como el de una persona, cerró los ojos adolorida y se apresuró a clavar el puñal donde se supone que estaría el resto del cuerpo de su rival. La luz se evaporó poco a poco dejando ver una mancha sanguinolenta surgir dentro del agua y diluirse entre las burbujas, Tomoe sonrió al percatarse del ausente forcejeo de su víctima, se levantó hasta yacer el líquido a la altura de su cintura una vez más. -Ahora es libre... Ojousama- Musitó como si hubiera logrado el acto más honroso y ansiado por su idolatrada ama.

-Te atreviste...- Shizuru se detuvo imaginando lo peor, una cantidad de sangre como aquella seguramente habría extinguido la vida del lobezno por completo, más no podía ver con claridad, aquel resplandor había nublado completamente sus sentidos. -Te atreviste a decidir por mí, osaste herir a mi más...- Bajó la mirada sobre su mano, sintiendo la pulsión de energía entre sus dedos, sabía que no debía usarla después de agotarse tanto en los campos de trigo, pero no estaba pensando en ese momento.

-Lo hice por su bien... ahora es libre de elegir... por primera vez- Argumentó una espantada Margueritte al notar como una especie luz entre destellos azules y rojos se formaba de la nada en la mano de Shizuru, pero en nada le ayudaba sostener en su mano el arma manchada que con tanto desprecio miraba.

-¡Yo elegí esto!- Un destello de ira y luego una sombría calma. -Nadie tenía el derecho de intervenir- La fuerza espiritual de Shizuru se hizo tangible tomando una forma más apropiada, más conocida.

-La he servido durante incontables años, pero... ¡La he amado cada instante de mi vida! Desde la primera vez que la vi, imaginé ver a un ángel que sujetaba la mano de Mizue-sama- Increpó la peliverde ya sin esconder su intento salvador, dejó caer la daga sobre el agua y extendió los brazos hacia Shizuru con mirada casi perdida y turbia.

-Pero yo no le vi en la misma forma...- La miró con desdén. -... nunca será que la quiera... porque yo...- Se mordió los labios como si supiera lo inapropiado que sería decirlo, más si de sus sospechas tuviera alguna certeza, entonces dejar escapar las palabras que no deben ser dichas por una mujer de su cuna, era lo único que le quedaba para mantenerse en pie. -Yo amo...- Lo susurró primero para sí, con un río de lágrimas en su nacarada mejilla. -Yo amo a Natsuki... y tú... tú me repugnas- Levantó la mirada llena de ira. -¡No tenías derecho a quitarla de mí!- Se materializó una gran vara de exuberante tono escarlata, y una hoja retráctil tan filosa que brillaba casi con malevolencia. Un penacho negro con punta plateada colgaba del extremo inferior de la impresionante arma, y un par de gemas adornaban la base de la hoja delatando así la valiosa posesión que representaba aquella forma. -Si no pudiste comprenderlo, entonces... tendré que apartarte de mi camino- Shizuru ejecutó un rápido movimiento extensor con su muñeca y la hoja de su Naginata se amplío a lo largo de la estancia cortando el aire a una velocidad pasmosa, ansiando por centésimas de segundo erradicar a la fuente de su tristeza, cuando un torrente de agua se elevó hasta chocar contra el techo empedrado sin nada que envidiarle a un géiser.

Extrañamente el agua no volvió a caer, se quedó suspendida en gravedad cero mientras las antorchas flameaban en todas direcciones inundando el lugar de un aire sobrenatural. -No manches la pureza de tu corazón con sangre tan sucia como la suya...- Llegó una gutural voz ya conocida al oído de Shizuru, aliviado volvió a latir su corazón, aunque todo lo viera distorsionado a través de aquel torrente de agua que como una cascada invertida continuaba dirigiéndose lentamente hacia arriba. Simplemente sabía quién hablaba, ¿Cómo no hacerlo si cada noche la arrullaba tan gentil voz? Pese a todo le inquietó que una extraña luminiscencia rodeara a la forma humanoide de grandes proporciones al otro lado del cristalino fluido, sin temor la castaña se deslizó a través del líquido aún tibio a pesar de los instantes transcurridos, lavadas fueron sus ropas hasta adherirse a ella como una segunda y translúcida piel del tono lila.

En cuanto la bella de Tsu atravesó la mágica cascada, sintieron sus descalzos pies la ausente humedad del suelo que pisaba, vieron sus ojos al enorme licántropo de pelaje gris que con sendos esfuerzos alejaba de sí el líquido como si fuera el veneno más mortífero, era justamente su impresionante energía espiritual lo que mantenía el agua en aquel estado de tiempo ralentizado. La castaña notó entonces que la criatura sostenía en su mano el filo de la Naginata ya inmóvil, sin embargo el fragmento que sujetaba era tan cristalino como el hielo y no lastimaba la piel de aquella garra. Shizuru no tardó en deshacer el arma liberando así la energía acumulada en ella, una corriente de viento agitó los mechones grisáceos del inmenso lobo cuyos ojos azules la contemplaban silenciosamente.

-Me vuelve el aliento al mirarte…- La lobuna bajó la mirada al igual que sus orejas se tornaron gachas de vergüenza. -Pero siento darte esta vista de mí-

Shizuru le contempló con infinita ternura, aun envuelta por las numerosas gotas flotando a su alrededor y fluctuando en color debido a las llamas de las antorchas, sus ojos carmesíes se deslizaron sobre la bestia de Fukka cuyas ropas desgarradas dejaban ver fragmentos expuestos del torso extrañamente estilizado, notó que a pesar de ser tan alta, la criatura era delgada, con musculosos claramente definidos, unos intensos ojos azulinos en el marco de una cabeza de lobo relativamente pequeña y proporcional, una forma acorde al verdadero género de la mujer frente a ella, en cierta forma hermosa al ser observada con detenimiento. Notó entonces en las manchas oscuras de su pelaje las heridas ahora lavadas de la batalla, contuvo un gemido de pena al notar el más reciente de todos, un corte externo en su costado derecho que aun sangraba tenuemente. La joven se mordió los labios conteniendo el enojo, buscó con la mirada a la culpable y la halló tirada inconsciente a la espalda del lobo gris con lo que se adivinaba la nariz rota.

En cuanto Natsuki notó la curiosidad de su esposa, procuró excusarse. -La golpee, lo suficientemente fuerte para no verme importunada por ella nuevamente... pero no está muerta si eso temieses- Levantó en disculpa sus fuertes y grandes brazos, luego se rascó la cabeza sin saber que hacer, muchos le habían visto días atrás en esa forma, pero ninguno de cerca, nadie que le importara tanto como ella.

Negó con la cabeza, sonrió apenada, llevando sus manos a su espalda. -Yo tenía en mente algo mucho peor- Con sus descalzos pies dio un paso y luego otro más cerca, casi tímidamente, del tipo inocente pero al mismo tiempo atrayente. -No debió meterse con quien me pertenece- Murmuró con un tenue sonrojo en sus mejillas y una calmada expresión de dicha en su semblante. -Eres mía, fuiste traída hasta mí en una forma tan inocente… que desde entonces no podría apartarte de mí, pero ella imaginó que no lo sabría- Rió un poco, deslizó sus dedos sobre el brazo de la Kruger notando que las hebras eran como hilos de seda en suavidad. -… si mi precioso Durhan desaparecía siempre que Natsuki se marchaba tan lejos para no poder verme o la flama azul de su alma brillando perenne al contemplar sus ojos-

-Shizuru…- Abrióse las fauces sorprendidas y más pronto las cerró temiendo mostrar su filosa dentadura, del mismo modo se esmeraba en no perder la concentración y continuar aprovechando a las partículas de su energía para sostener al ingravidez.

-Natsuki tiene diversas formas y todas ellas son maravillosas- Continuó hablando sin cesar la caricia sobre el pelaje grisáceo.

-Incluso ¿Esta terrible y atemorizante forma?- Cuestionó con inseguridad y temor, casi como anhelando arrancar con sus garras la faz de la bestia que era. Dentro de ella, el alma atormentada se condenaba por el pasado, pues no solo magullado estaba su cuerpo, siempre torturada por el desprecio de los ojos que la mirasen, pero esos rubíes eran diferentes a todo lo que pudo percibir, ya no estaba segura de ver miedo en ellos como la primera vez.

Sonrió ladinamente. -Supongo que nunca lo dije, pero me encantan las mascotas de todo tamaño posible-

En ese momento Shizuru no estaba segura si un lobo podría derramar lágrimas, pero el cielo era tormenta en el iris añil, despedía un sentimiento tan intenso y el susurro ronco de la voz de la bestia quería escapar, pero no parecía posible manar de su garganta, así que suspiró profundamente levantando la mirada para ver a través de aquella particular expresión, levantó su mano y esta vez acarició el hocico elevándose cuanto le fuera posible. Lentamente, con tenues movimientos, la criatura licantrópica se inclinó hasta yacer a la altura de la dama carmín y de ese modo Shizuru pudo extender sus brazos cuidando no lastimarla en las numerosas heridas que ocultaba su pelaje.  -Hubo una vez una persona muy querida por mí…- Comenzó a susurrar en su oído y al escuchar aquello Natsuki no pudo evitar tensarse con celos. -Era mi abuelo fufufu- Aclaró raudamente para tranquilidad de la lobuna sin evitar una sonrisa. –Escucha lo que un día me dijo… No dejes que solo tus ojos puedan juzgar, no huyas de la luz más intensa porque está allí para iluminar tu camino… no temas decir lo que está dentro de tu corazón, cuando unos ojos te miren con sincero amor porque nunca más estarás sola-

-Ya no temo decir lo que es liberador, porque tu eres la luz más intensa que jamás vi y al mirarte a los ojos, sin importar la forma que tomes, sé quien eres… tu eres mi dulce Natsuki, a quien yo más atesoro…- Ladeó el rostro con lágrimas desprendiéndose de sus ojos escarlata. –Te amo… sobre las miradas ciegas de los que no entienden… Te amo Natsuki- Se levantó de puntitas y le dio un tenue beso a su nariz.

-Te amo… Shizuru- Repitió con suavidad una voz entre gutural y fémina… -Es liberador… es como volver a respirar- De ese modo la figura maldita se irguió cuan alta era y elevó su hocico hacia el techo, como si en aquella caverna la piedra no ocultara la vista del cielo azul. Al fin sintió romperse mil cadenas, tantas como hebras grises tenía sobre su cuerpo, pudo así acallar las voces de los hijos de las lamentaciones hasta tener un pacífico silencio, una luz tan intensa y celestina como una estrella azul lo llenó todo, haces y matices del arcoiris se dispersaron en todas direcciones a través de los prismas que formaban las gotas que flotaban todavía a su alrededor. El lobo levitó ligeramente mientras los trazos de marcas doradas se desprendían de la piel bajo el pelaje, las formas comenzaron a cambiar hasta tornarse aún más delicadas y femeninas, hasta hacerse humanas por completo.




Nota Autora: Acorde a una duda que me preguntaron y es importante aclarar. Sobre qué es Yomi. Puede confundirse con una marca de yogurt o helado jejeje.

Yomi, que escrito de forma completa es ‘Yomi no Kuni’ o tierra de los muertos, dicho en nuestros términos más entendibles, el infierno. Es por esto se usó la expresión para referir, que estaría junto a Natsuki aun en la tierra de los muertos, que la seguiría al mismísimo infierno. En japón esto tiene una connotación muy antigua en el Sintoísmo, dado que el dios principal, el dios creador del mundo, Izanagi fue a la tierra de los muertos a buscar a su esposa Izanami, tal vez se acuña la idea en el origen mismo de esta religión.

Otra duda es, sobre la deidad madre de Mikoto, en esta cosmogonía, ¿Quién es Amaterasu? A quien una hija súplica bendiciones en una ocasión a lo largo de este texto. Pues verán Amaterasu es la diosa del Sol y ancestro original de la familia imperial Japonesa, justamente en Japón se concibe que el emperador tiene el derecho divino de gobernar porque es descendiente de la diosa. Una de las tres deidades más conocidas, ella tiene dos hermanos, Susanoo señor de los mares y la tormenta, y Tsukuyomi señor de la Luna y la noche. La cuestión es que dentro de la historia que yo contemplo y narro, Mikoto es hija por así decirlo de Amaterasu y su hermano Susanoo, pero en japón los dioses no necesariamente nacen por concepción. Existe un relato muy conocido, en el que Susano visita el reino de su hermana y esta con duda de que tenga buena fe en su arribo, ofrece una competición en la que puedan demostrar quien es el mejor dios en la creación del niño divino más noble. Así que la diosa toma la espada de su hermano la rompe en 3 fragmentos y de ella crea a tres diosas. Según yo, una de las 3 es Mikoto, hija de amaterasu por haber sido creada por ella y de Susanoo por haber nacido de su espada. Lo cual justifica su habilidad guerrera y que su arma predominante sea la espada, a la vez que proporciona luz y justicia a Fukka como hija de Amaterasu.




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16 comentarios:

  1. Que ansias por continuar leyendo esta historia... Tu manera de escribir es envolvente como siempre... Seguiré esperando la continuación... Muchas gracias por seguir la historia

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  2. Feliz por leer otro capitulo. Preocupada por natsuki ahora en su modo humano es vulnerable ...ahora que el conde nagi esta planeando horripilantes para matar a nat y lo peor no quisiera que se cumpla las profesias de la vidente ...por lo demas estoy con ansias de leer el proximo y gracias por continuar y no dejar colgada la historia

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  3. Me encanta el amor y los sentimientos tan especiales y hermosos q hay entre Natsuki y Shizuru , mas interacción entre ellas x favor Cristalsif y entre Nina y Erstin y no tardes tanto x favor esq se pierde el hilo un poco ... Muchas Gracias x la historia a esperar con ansias el siguiente!! Un beso desd España!! Carmen.

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  4. Que historia más hermosa, llega hasta lo más profundo de mi corazón es mas aunque suene cursi, cada luna llena me hace recuerdo a natsuki, veo la transformación que tiene jejeje.

    En fin ya se ha dicho todo en cuanto a esta historia, pero vale la pena reiterar lo magníficamente que escribes y pones alma y corazón al hacerlo. Valoro todos los esfuerzos puestos como todos seguro tienes una vida, un trabajo bla bla bla, pese a eso te das tu tiempo para escribir, lo más importante de donde se te ocurren cada detalle y paisaje.

    Al igual que shizuru estoy molesta con tomoe, como es posible que haya querido atentar la vida del lobezno, ya me imagine la escena del cuchillo en su rechoncha pancita.

    Deseo que pronto se actualice la continuación porque la desesperación hace efecto en mi, el cual conlleva a comerme las uñas jejeje (no es cierto).

    Un gusto poder saludarte, espero que leas las locuras que escribi.

    Millón de besos para ti. ^^

    Carla L.

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  5. Mi preciada Crustalsif!!que honor el poder leerte de nuevo!!Amo esta historia!!amo tus escritos y esa capacidad que tenes de transmitirlo todo!!!
    Con respecto a Natsuki y shizuru,no deja de sorprenderme hasta donde es capaz de llegar el amor!!porque mas alla de las apariencias,lo que cuenta es la belleza interna,y Natsuki lo demostro mas de mil veces.Nos dejaste en la parte mas intrigante de la historia,quedara esperar a que tu cabecita iluminada nos de una continuacion impecable como lo viene siendo hasta ahora.
    Saludos y besos de quien te admira como una gran escritora.
    Mia de bsas.

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  6. Cristalsif. Puedo decir con todo el honor del mundo que llevó siguiendo la historia desde sus inicios firmaba como maria Mex sin cuenta eres maravillosa aun hay tela por cortar de esta historia si piensas terminarla pronto le tomare el atrevimiento de impulsarte a alargarla ojala me cumplas los deseos eres maravillosa

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  7. Una historia por demás hermosa, con personajes místicos y seres celestiales, me encanta verdad de Dios, ahora como estos capítulos pasados me hace preguntar lo siguiente: Donde quedó satotu, no da señales de vida en los últimos capítulos, que planes malévolos tiene el conde nagi y nao suki, ahora que está rota la maldición, de seguro natsuki mandara a la hoguera a tomoe se lo merece.
    También me pregunto si la mama de natsuki volverá porque murió de manera extraña o por lo menos su ser espiritual hará aparición.
    La dios gato ya cumplió con todo, su recompensa será volver a su modo humana y conquistar a mai eso sería genial porque se lo merece pasar más de 400 años incluida en esa maldición porque dijo q eso le sobrepasaba.
    Por ultimo quiero que alguien me aclare cuando nao abandono a natsuki llegaron a casarse?, porque en el capitulo 24 natsuki asegura que nao era la primera . Primera en que?.
    Saludos.
    Josefina M.

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  8. Gracias x el esfuerzo y talento Cristalsif!! Pero por favor no tardes TANTO ;) y q se desate la PASION entre Nina y Erstin yaaaaaa!!! Y tb entre Suki y Zuru :)

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  9. Holas, escribo la presente para darles mis más sinceros agradecimientos por su apasionada lectura. Aprovecho la oportunidad para exponer un compendió de dudas que han surgido recientemente.

    Cito las palabras de un lector curioso: “Aunque de las cosas que me parecían extrañas que fui leyendo se me han olvidado, tengo por nota la de la relación de Mashiro y su prometido. Cuando ambos hicieron su aparición, se hizo mención que ya estaban casados. También se reiteró que estaban muy enamorados (aunque yo pensé que era Arika disfrazada de hombre por las descripción, jejeje). Y aunque en verdad ame la pareja de Mashiro x Arika, me pareció algo forzado que ella y el hermano de Arika fuesen prometidos y que estaban en un matrimonio arreglado por favores entre amigos de sus padres después de haber leído lo de la fiesta de boda. No se me malinterprete, amo el cambio y me parece un gran drama. Pero incluso su hermano ahora es un ambicioso de poder y que a pesar de lo hermoso de su relación visto por Natsuki en su boda, todo sea una falsa en todo el sentido de la palabra. Creo es lo que más me extrañó aparte del paradero del papá de Shizuru.”

    Mi respuesta:

    Me alegra en el alma que se haya visto y valorado la narración así como todos los detalles y matices que he procurado exponer a lo largo de la historia. Confieso que leí el apunte que me haces de la parte de la relación de Mashiro con Ren, el hermano de Arika y me aboqué instantáneamente a la tarea de identificar el posible error dentro del hilo narrativo que preví para esta inusual apareja. Así que teniendo en cuenta que has valorado este contenido haré mi mejor esfuerzo en explicar el hilo de este triángulo sin spoiler de lo que hasta ahora sabemos.

    Tras leer la parte de la Boda y me percaté de que en efecto la pareja está casada tal y como fue previsto, el muchacho la espera, pero en ese fragmento narrativo no aludo enamoramiento alguno, miré y más adelante pude inducir esa idea, aunque con cierta intencionalidad. Cito cap. 13 último párrafo. "….. -Entonces te enviaré cartas... que si bien son muy poco, ruego te sean de utilidad- Mashiro se levantó de puntitas y dio un beso a la fría mejilla enmascarada de Natsuki, poco después se apartó y caminó lejos de la pista, donde su esposo, un castaño de ojos azules aguardaba por ella. Sin embargo la aguda mirada de la heredera al trono, no pasó por alto el dejo asesino con que le contemplaron unos ojos hechos de tinta sangre, complacida con su observación supo que no todo estaba perdido, porque la bella de Tsu, no era para nada indiferente a su prima y los celos, esos monstruosos sentimientos... delataban más de lo que la castaña quisiera mostrar. -"Tal vez... realmente puedas quitarte esa máscara algún día, querida Natsuki"-…."

    Continuaré en otro comentario debido al limite de caracteres.

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  10. Continuando

    Esto por así decirlo me permite la libertad de exponer posteriormente el origen del matrimonio y las circunstancias que lo rodea, con solo decir, están casados no he significado nada acerca del sentimiento dentro de esta relación, ni cómo llegaron a esta situación, pero ciertamente están envueltos en el halo romántico que establecí de manera general para el capítulo con motivo de la Boda de Natsuki y Shizuru. Básicamente Mashiro y Ren se ven como el groso de las parejas, casados viejos, jóvenes, envueltos en la magia del acontecimiento que ocurre. Ejem, del mismo modo sería lúgubre y triste si lo narrado fuera un sepelio, daría vistas de personajes viviendo y sintiendo la pérdida, aunque no se les hubiera muerto ningún ser querido a ellos especialmente.

    La siguiente apreciación más directa del tema nuevamente, ocurre en el capítulo 25 cuando Arika explica la razón de su arribo a Fukka, con todos los riesgos que corrió. En esta ocasión Arika explica su sentir por Mashiro, expone además que cuando la princesa a su entender posó sus ojos sobre Ren, ella se hizo a un lado. Y luego dijo: "…. -Entonces esa es la misma suerte que tengo cernida sobre mí... Fukka es solo una escala, pensé que si te convencía de venir, tal vez podría volver y todo estaría bien contigo a mi lado... pero sé que no puedo mover una montaña para lograr semejante milagro, así que iré a Argos, allí tengo un tío que se dedica a realizar excavaciones en las antiguas tumbas de los Erinias, será un solitario lugar de aventura, mucha arena y bastante distancia entre la feliz pareja y yo-…." Sospecho que debí añadir comillas a la expresión feliz pareja para ser un poco más obvia. El contexto ideado es en el que Arika esta tan dolida y se ha rendido acerca de hacer algo frente a tres cuestiones particulares, Una: él es su hermano, Dos: ella es la persona que ama, osea Mashiro. Tres; Mashiro ha dado un tácito asentimiento al no rechazar el compromiso con Ren que pese a ser acordado por los padres, tiene en cuenta la amistad existente de los comprometidos, ella se casó con él. Perdidas las esperanzas esa es la cara que da Arika en su arribo a Fukka, es una persona derrotada que intenta sonreír ante la situación pero, no puede evitar la envidia, los celos o el rencor y el sarcasmo.

    Añade además como justificación ante Nina del porque Mashiro no se percatará de su prolongada ausencia, cito "…. -No lo creo... las mieles del amor harán que recuerde que existo... mmm quien sabe cuándo- Arika apoyó sus brazos entre el tronco y su cabeza, procurando una pose más cómoda para dormir. ... -Eso es bastante cruel aunque lo digas tan 'contenta'... yo no creo que Mashiro sea de esa forma, una amiga es algo que yo no dejaría perder u olvidaría- Musitó, pero Arika ya respiraba profundamente, era una chica de sueño pesado. ...."

    Este referir de las mieles del amor está plagado del mismo sentimiento que el anteriormente mencionado, es un sarcasmo, una frase despechada, refiriéndose no precisamente al amor que se tiene la pareja, sino a la situación dolorosa que representa el compromiso para Arika. Es importante decir, que por la clase de sentimiento que tiene la castaña, en lo posterior va revelando más y más de su propio punto de vista, el cual es subjetivo totalmente, siendo ella la interesada en Mashiro.

    Siguiente comentario.

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  11. .... Cuando se expone más de Arika, más se observa que es una persona insertada en la familia del padre, impuesta a la madre política, queda enmarcada en un contexto de favoritismo en la que su hermano por ser hombre, mayor y además hijo de sangre de la madre y el padre, recibe un trato mejor. Entonces analizamos, ella a pesar de todo ama a Ren y aún más a Mashiro, se quitó de en medio como prueba de ello, cuando no lo tolera se va de la capital con la excusa de la carta de Mashiro a la duquesa, pero se queda en Fukka por un buen tiempo, tiempo que ocupa en entrenarse y al obtener los medios para enfrentar riesgos reales a su persona, adquiere también la vocación de la lucha. Esto cambia radicalmente desde su primera intervención, en la que derrotista ha renunciado a Mashiro, ahora se presenta con ganas de dar guerra, la castaña se llena de razones y argumentos. Pongámoslo así, hace una especie de balance, algo como ok, es mi hermano... ¿Pero sabes qué? Como que a pesar de eso él me parece muy poca cosa para la mujer que amo, ese sería un referido más coloquial para sintetizar en esencia como Arika concluye todo un auto convencimiento para ir y dar cara, para luchar y que sea lo que tenga que ser.

    Pero este es el raciocinio del personaje, con todas las limitaciones de conocimientos y de sentimiento, Arika básicamente despierta su enojo contra su hermano (por más que solo su suerte al haber desposado a Mashiro, sino además el contexto familiar en que se desenvuelve la relación de los dos), todo ello para darse el suficiente valor. Para esto Arika evalúa los motivos que entiende pueden motivar a su hermano a afirmar la relación en la que se encuentra, dice lo evidente, Es princesa, es hermosa y hay riqueza de por medio.

    Esto por un lado, Si Ren es bueno o malo se ha de saber al verlo en acción, las intenciones actuales de como he relatado este triángulo, es justamente generar la incertidumbre entre lo que se ha visto y lo que piensa Arika, todo con miras a confrontar a Mashiro sobre la clase de sentimientos que le guarda a cada uno de los dos hermanos. Como ven, desde el punto de vista de Arika, hay algo claro, un dejo de atracción ya que alude haber sido relegada por Mashiro en algún momento de su infancia en un ámbito que sintió no podía competir con su hermano. Por su lado Ren tiene la figura del hombre culto, rico, bien parecido, casi casi que del mismo esquema que maneja Reito, muy solicito, pero carece de pasión y tiene el esquema del facilismo, razón que Arika escoge como argumento para alegar la clásica expresión, "Él no es suficientemente bueno para ti" o el "no podría amarte tanto como yo" y a la guerra jejeje. Pero lo dicho, es lo que piensa la propia Arika, esto significa que puede o no desengañarse en cuanto confronte las cosas. Porque cuando son los personajes los que narran los hechos o los eventos, son dialogos diseñados para darle realidad o consciencia al personaje, así que lo que sabe Arika y dice, es lo que plantee que el personaje quiere creer, la realidad o la trama prevista por mí, es la que yo escoja al escribirlo jeje.

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  12. ... La desaparición del padre de Shizuru:

    No es tan extraña, al principio hablaba que era un hombre de negocios que viajaba un tanto por cuestiones comerciales, así que la familia está acostumbrada a que el señor de la casa se ausente por meses, para la ocasión, Satoru lleva alrededor de 2 meses fuera como mucho. Como saben, el hombre escapó de la caravana y le dejo el cargo a su hijo, haciéndole prometer que cuidaría a la familia en su ausencia. El señor Fujino se encontró con Nagi y desde entonces no se ha vuelto a hablar de él, justamente por eso... el papá de Shizuru esta con Nagi, ayudándole con sus planes, son aliados y Fujino ya no tiene posibilidad de eludir la situación porque esta hasta el cuello metido en planes de traición al estado, no es como que pueda ir a casa e involucrar a sus hijos o ir a ver a Shizuru si es que supuestamente está en Tsu. Créanme el señor Fujino reaparecerá...

    Cito otras inquietudes: " 1) ¿Kiyohime tendrán algo que ver con el poder de Shizuru, o ese despliegue poderoso es influenciado por Mikoto? 2) ¿Por qué Mikoto creció? 3) ¿Ella no ha ido a visitar a Mai en su añoranza? 4) ¿Que ha sido de Midori que predijo el futuro certero? 5) ¿Akira y Takumi se volverán a ver pronto? 6) ¿Takeda superará toda la novela que se creó en su mente? 7) Yo a la verdad disfruté mucho que se creyera gay todo este tiempo, tanto Takumi y él me causaron mucha risa."

    Bueno en el mismo orden respondiendo jejeje.

    1) No, Kiyohime está contemplada en el contexto de la tradición China para los ancestros, básicamente fue una figura importante dentro del linaje de la familia y por ello fue escogida para ser la guardiana por así decirlo del sepulcro familiar, así como de su historia, descuidado el santuario el espiritu mostró su peor cara (en la infancia de Shiz), arreglado el sepulcro por Natsuki cuando estuvo en Tsu, Kiyohime mostró su apacible forma. Shizuru simplemente puede verla porque desde el nacimiento, tiene grandes dotes espirituales, equivalentes a los de una Miko o sacerdotisa, como se aludió en la batalla de los campos de trigo. El poder de Shizuru en esencia viene de ella misma y de su sangre, sus ancestros y sus tradiciones. No, Mikoto no tiene que ver con el incremento de poder de Shizuru, simplemente incrementaron en cuanto nuestra querida castaña comenzó a usarlos con más frecuencia y esfuerzo, en Tsu no tenía la necesidad de usar sus habilidades, en Fukka si no lo hacía hubiera muerto. Añadiendo que desde el momento en que conoció a Natsuki comenzó a enfocar sus sentidos más en la dirección del campo espiritual, porque como lo afirma en el capítulo anterior (31), ella comenzó a distinguir el alma y el aura de Natsuki con más claridad a medida que pasaba el tiempo, por eso alude su intensa luz para exponer la pureza de su alma.

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  13. ... 2) Mikoto es una deidad, y los dioses pueden presentarse de múltiples formas, pero todos tienen una verdadera forma. Se presenta como niña originalmente y haciendo travesuras cual espíritu errante, pero en cuanto se siente observada por Mai (mira que también tiene poderes espirituales aunque menos desarrollados que Shizuru) se cuestiona a que se debe, ya que si no es su voluntad nadie puede verla. Esto inquieta a Mikoto y centra su interés en Mai, justificando por qué interviene para salvarla a ella y a Shizuru cuando la situación lo requiere, viola leyes establecidas para las deidades por mantener a salvo a Mai. Así se va justificando un intertexto que alude que Mikoto continua observando a Mai y se enamora lentamente de ella, de un tipo de amor puro. Su cambio de edad se presenta en el momento en que Mikoto acepta el sentimiento y muestra su verdadera forma, para mostrar su verdadero ser a Mai, con el resultado de la lágrima encantada que Mai usa en su cuello como una gema. No diré más porque me spoileo, pero ya verán que la forma, la edad, y la lágrima tiene más significados.

    3) No, Mikoto esta encadenada al castillo y a Fukka, ella no puede abandonar Fukka, es por eso que llora a sabiendas que Mai se irá y no podrá verla como lo venía haciendo. ¿Quién creen que sostiene la barrera que evita que los Orphan escapen de Fukka hacia todo la nación

    4) Para Midori se tienen planes posteriores, la volveremos a ver... no puedo decir el cómo jeje. Pero partamos de la idea de que ella fue a Fukka por motivo de la boda de Shizuru, pasada la fiesta se regresó con los demás invitados a su lugar de alojamiento frecuente, en Tsu.

    5) Bueno la historia volverá al lugar de sus inicios, no diré más, pero si, Takumi y Akira, Erstin y Nina, Mikoto-Mai-Reito (Creo que todos nos olvidamos a ratos que el sujeto existe jejeje) y Mashiro-Arika-Ren Tendrán tela de donde cortar hacía adelante, no más dame tantito le muevo hilos a los personajes principales y con la trama, aclaro está diseñada para encajar espacios a cada una de las parejas, que no solo serán por mostrarlos, sino que enriquecerán la historia en sí.

    6) Jaja vaya, me atrapaste en una que no había pensado a fondo. Takeda tendrá un papel aun importante, el chico no lo incluí en la historia como personaje relleno, está por una razón. Por otro lado pero al menos no en mucho tiempo el pobre superará a Natsuki, más ahora que podrá ver su rostro a la luz del día recordar porque en primer lugar, se quedó prendado de ella.

    7) La situación de duda sobre la sexualidad de Takumi y Takeda, si, la verdad la pase en grande, sobretodo porque la pareja Akira y Takumi me permitió gozar de esta pequeña broma narrativa, créeme que lo disfrute bastante y me alegra que también fuera motivo de gracia para otros.

    y a la última pregunta, no más bien pregunta si no deun apunte del capitulo anterior. Diré que justamente cuando escribí ese capítulo mira que sentí como que los personajes me pedían a gritos expresar su sentimiento, ya era imposible esconder las palabras que Shizuru ansiaba decir para Natsuki, porque Natsuki se declaró hacía ya un cierto tiempo, como a la espera de una respuesta que no llegaba. Analicé mi planteamiento de la trama y me percaté de que le daba un retoque aún mejor, de veras que sí. De manera que habrá que preguntarse ¿La maldición en verdad era tan mala? La maldición ya no era maldición porque Natsuki fue amada, tal y como era. Ahora libre, veremos qué pasa.

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  14. ... Cito otra duda, que a decir verdad considero que al responder no es spoiler. Cito “Por Ultimo quiero que alguien me aclare, cuando Nao abandonó a Natsuki llegaron a casarse?” Bueno la respuesta es no, como se ha referido superficialmente Nao fue la primera ¿En qué? En haber sido prometida a Natsuki, Takeru esperaba desposar a Natsuki con ella en cuanto tuvieran la edad conveniente. Pero Nao se fue y Takeru buscó a otra mujer para intentar romper la maldición. Es por eso que Nao aludió en la boda de Natsuki y Shizuru que la costumbre de los Kruger, era comprar a las esposas de las bestias, rematando con la frase de: Como se sentía Natsuki al pensar en su madre recordando que fue comprada por Takeru. El detalle, es que no, ni Takeru compró a Saeko, ni Nao fue comprada, este hecho solo ocurrió con Shizuru, pero Nao tenía el conocimiento del acuerdo entre las dos familias al momento de emitir este juicio. Recordemos que ella es aliada de Nagi, con quien Fujino hizo primeramente el prestamo que lo dejó en banca rota (cuando los barcos se hundieron) y lo obligó a aceptar la oferta de Takeru en el cap1.

    Espero haber aclarado algunas dudas y que haya sido de su gusto.

    Nuevamente muchas gracias por su tiempo y sinceramente me alegro en el alma que hayan disfrutado la lectura, si sirve de consuelo me estoy organizando y tengo como proyecto personal, acabar el siguiente capítulo en este mes de marzo donde aspiro y espero me den vacaciones para escribir a mis anchas (2 años llevo sin vacaciones y trabajo de lunes a sabado, si yo tambien pienso que es explotación laboral). En fin, la idea es no llegar a 3 y 4 meses como lo he venido haciendo debido a que no he ordenado mi tiempo como quisiera. jejeje Tengo un poco de ayuda de una amiga que me ayuda leyendo y corrigiéndome algo de ortografía, así que eso me aceleraría un tanto la labor como tal de escribir.

    Abrazos,

    Att: Cristalsif.

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  15. Me encantan tus historias
    son muy buenas en especial esta, haces que la espera valga la pena
    y perdon si te hago la pregunta ya que deseguro muchos te lo preguntaron pero la de nunca digas adios seguiras o ya la dejaras ahi ? bueno mientras esperare el capitulo alparecer esa abuela sabe un secreto muy interesante y quiero ver como lo vas a desarrollar

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  16. Tabn k se tome su tiempo pero no tanto uno le poerde el hilo a la histo asta el interes

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