Capítulo 26
ALEJANDRA
Llegamos al restaurante donde habíamos quedado con el
padre de Abi que estaba a las afueras de la ciudad. Yo seguía hecha un manojo
de nervios y Abi no paraba de mirarme divertida.
Aparcamos en la zona reservada del restaurante y observé
con detenimiento la fachada, se veía un sitio de lo más lujoso y por lo tanto
bastante caro. Mierda, y yo con estas
pintas…
-
Me tenía que haber arreglado mas- le dije nerviosa.
-
No seas tonta, estás preciosa- me dio un corto beso en
los labios y agarró mi mano- vamos, mi padre seguro que ya está esperándonos-
Víctor agarró mi otra mano y los tres entramos al restaurante seguidos de mi
madre.
El metre nos saludó y Abi le indicó que teníamos mesa
a nombre del señor Montenegro, el chico asintió cortésmente y nos dijo que lo
siguiéramos. Avanzamos por las mesas hasta llegar donde mi suegro nos esperaba.
El padre de Abi, su mujer y Daniela, se
levantaron al vernos llegar.
-
Hola papá- abrazó a su padre y le dio golpecitos en la
espalda.
-
Hola cariño- le dijo al separarse.
Era un hombre alto, un 1.80 mas o menos, con el pelo y
la barba canosos, con un porte muy elegante y con gafas, como su hija, aunque
las de él eran de montura al aire. Parecía un hombre muy serio y profesional.
-
Papá, te presento a Alejandra, mi novia. Alejandra él
es César, mi padre- esperaba que mi suegro me diera dos besos o la mano pero me
sorprendí cuando él, con toda naturalidad, me abrazó y me dio dos besos.
Al separarme pude ver que Abi
también estaba sorprendida aunque recobró su compostura rápidamente
-
Encantado de conocerte, Alejandra- yo, con timidez y
nerviosismo, sonreí.
-
Ella es Victoria, la madre de Alejandra- le dio un
pequeño abrazo a mi madre y dos besos.
-
Me alegro de volver a verte Victoria, aunque hace
muchos años que no nos vemos el tiempo no ha pasado por ti- dijo su padre
haciendo uso de su galantería que parecía que venía de familia. Mi madre se rió
y negó con la cabeza.
-
Por quien no ha pasado el tiempo es por ti, César,
estás como la última vez que te vi recoger a Abi en el colegio.
-
Y este pequeñín de aquí- dijo Abi acariciando el pelo
de mi hijo que estaba abrazado a mis piernas con timidez- es Víctor. Víctor
cariño, este es mi papá- Víctor lo miró con timidez sin apenas separar la cara
de mi pierna.
-
Hola- ante el tímido saludo de mi hijo, César se
agachó sonriendo y le extendió la mano.
-
Hola muchachote, me han contando que te gustan los
videojuegos- mi pequeño separó su cara de mi pierna lentamente, asintió y le
estrechó la mano- ¿sabes? Yo hago videojuegos- a mi hijo se le iluminó la cara.
-
¿Sí?
-
Si
-
¡Que guay!- Todos nos reímos ante el cambio de actitud
de mi hijo.
Abi siguió con las presentaciones y nos presentó a
Diana, la esposa de su padre. Era una mujer rubia, se veía un poco mas joven
que el padre de Abi, con el pelo por los hombros, elegante y simpática. Daniela
era un calco suyo.
Después, saludamos a Daniela y Abi se la presentó a mi
madre ya que ella no lo había conocido la otra vez que vino.
Nos sentamos a la mesa, Daniela, Diana y César, Abi al
lado de su padre, Víctor entre nosotras dos y mi madre al lado mía, y pedimos
las bebidas mientras que esperamos a Esther y a Santi que no tardaron mucho en
llegar. Cuando llegaron, saludaron a todos y pedimos la comida.
-
Daniela nos ha dicho que eras alumna de mi hija- me
dijo mi suegro mientras me miraba con sus ojos marrones iguales a los de Abi.
A decir verdad, Abigail había
salido completamente a su padre, no recordaba a su madre pero estaba muy segura
en que no se parecían en nada, todo lo había sacado de su padre. Ante su
afirmación yo solo asentí- creía que tenías prohibido salir con tus alumnas,
Abigail- su mirada se fijo en su hija.
-
Papá, tú lo has dicho, Alejandra era, mi alumna. Ya
no- dijo su hija seria.
-
¿No te parece de lo mas romántico, mamá?- intervino
Daniela- cuando se conocieron eran alumna y profesora y te puedo asegurar que
cuando conocí a Alejandra, ella y Abi no se podían ni ver- me sonrojé al
recordar mi relación con Abi cuando conocí a Daniela.
Abi, al verme sonrojada, se rió y me dio un pequeño
beso en los labios sin importarle que la viera su padre. Mi peque que estaba
entre nosotras se rió y se tapó la boca con las manitas y mi chica al
escucharlo al separarse de mí, comenzó a hacerle cosquillas y a hacerle
pedorretas en el cuello. Víctor se reía a carcajadas. Y todos sonreían al ver
como mi hijo y su mami interactuaban. Eran una pareja de lo más tierna.
Seguimos hablando de todo un poco. César le preguntó a
su hija por el trabajo, por José y por sus becarios y luego él estuvo hablando
de algunos proyectos de su empresa.
Por lo que pude ver en la comida, César era un hombre
muy centrado en su trabajo, se veía que le gustaba lo que hacía, me recordaba
mucho a Abi cuando hablaba de su trabajo aunque también se veía un hombre muy
atento con su mujer y con Daniela.
-
Y dime, Víctor, ¿es verdad eso de que mi hija es mas
buena que tú a los videojuegos?- le dijo César a mi hijo. Víctor lo negó
efusivamente.
-
Yo soy mejor que ella.
-
¿Qué? De eso nada renacuajo, si yo te gano casi
siempre.
-
¡Mentira!
-
¡Verdad!- y ahí estaban de nuevo mis dos niños
pequeños.
-
A lo mejor tenemos este fin de semana oportunidad de
ver quien es el mejor, que seré yo, por supuesto- dijo César para chinchar a mi
hijo.
-
No te puedes hacer una idea de las ganas que tengo
siempre de que venga Abi a casa- me dijo Diana- así mi gran niño grande puede
jugar un rato con su colección de videojuegos.
-
Abi tiene una habitación para jugar a la consola con
un montón de juegos- le dijo Víctor a César.
-
Déjame decirte, pequeño renacuajo, que lo que tiene
Abigail en su casa no es nada con lo que yo tengo en la mía- le dijo mi suegro
orgulloso. Me sorprendió gratamente como César ya le hablaba a mi hijo de
manera tan cariñosa.
-
Es cierto peque, mi padre tiene un salón de juegos
enorme en el sótano de su casa- mi hijo abrió los ojos sorprendido.
-
Cuando vayáis a hacerme una visita lo podrás
comprobar.
-
¿Vamos a ir mami?- le dijo a Abi con mucha urgencia.
Cuando mi hijo llamó mami a Abi pude ver como a César se le levantaban las
cejas por la sorpresa pero mis nervios y mis preocupaciones se esfumaron cuando
vi que sonreía.
-
Iremos en vacaciones cariño.
-
Fantástico- dijo con una sonrisa su padre.
César nos ofreció que saliéramos
a tomar el postre al patio trasero que el restaurante tenía. Aunque aún
estábamos en invierno el sol de mediodía calentaba lo suficiente como para
poder estar al aire libre. Todos nos levantamos y salimos a una mesa que ya
estaba preparada para nosotros y al lado de esta había una pequeña bicicleta de
color azul con un lazo de regalo rojo. Yo miré extrañada a Abi y ella sonrió y
negó con la cabeza, miré a mi hijo y me miraba con los ojos muy abiertos.
-
¡Vaya! Parece que alguien va a tener una bicicleta
nueva- dijo César con sorpresa fingida.
-
¿Mami?- le dijo Víctor tímido a Abi.
-
Creo que es para ti cariño, eres el único renacuajo
que cabe en ella.
-
Bueno yo si me lo propongo me podría montar- le dijo
Santi a Víctor riéndose.
-
¡No! ¡Que la rompes!- dijo el preocupado y los demás
nos echamos a reír.
-
Víctor es para ti- le dijo Daniela y a mi hijo se le
iluminó la cara.
-
Vamos a verla renacuajo- le animó abi.
Todos nos sentamos menos César, Víctor
y Abi que se pusieron a ver la bicicleta.
-
¿Víctor sabe montar?- le preguntó Diana preocupada a
mi madre- desde que César se enteró de la relación de Abigail con tu hija
estaba deseando venir a conoceros y cuando Daniela le dijo que Alejandra tenía
un hijo se volvió loco buscando regalos para Víctor.
-
Aunque le dijimos que no sabíamos si Víctor sabía
montar o no él se empeñó en comprarle una bici- se rió Daniela.
-
Si sabe montar, tenía una bicicleta en el pueblo pero
no pudimos traérsela- dijo mi madre.
-
No era necesario que le comprarais nada- dije yo- él
estaba tan contento de conocer a la familia de Abi que no hacía falta nada mas.
-
Era imposible decirle que no le comprara nada a
Víctor- dijo Diana y todos nos reímos.
Al mirar hacia donde estaban
Víctor y su mami, vi que mi peque ya estaba montado en su bici con una gran
sonrisa mirando a César al igual que Abi y él.
-
Mira mami- me dijo mi ángel- ¿a que está chula?
-
Si cariño, es preciosa, tienes que darle las gracias a
César, a Diana y a Daniela
-
Si mami.
-
Bueno peque, ve a probarla con cuidado, no te choques
con ninguna mesa- le dijo Abi.
Mi pequeño se empujó con sus
piernecitas y empezó a dar pedaladas, al principio el manillar se tambaleaba un
poco pero enseguida se estabilizó y avanzó por el jardín mientras que a mi se
me caía la baba al verlo, se veía tan contento.
César y Abi se sentaron mientras
lo veían.
-
Es un chico muy tierno- le dijo César a Abi.
-
Es un renacuajo encantador- le contestó ella con
orgullo- su maestra esta muy contenta con él. Hace su tarea todos los días,
ayuda a sus compañeros y defiende a sus compañeras cuando los niños se meten
con ellas. Una de sus compañeras lo ha invitado a su cumpleaños y será el único
niño.
-
Va a ser un ligón como su mamá de joven- dijo Santi en
broma.
Víctor volvió de su paseo, dejó
la bicicleta al lado de la mesa con la patilla puesta y se acerco a César para
abrazarlo.
-
Muchas gracias- le dijo aún
abrazándolo.
-
No es anda campeón.
Se
separó de César y fue a abrazar a Daniela y a Diana dándole las gracias a las
dos.
Seguimos hablando y
disfrutando de una agradable velada todos juntos. Aunque a primera impresión
César parecía un hombre serio y reservado, al tratar con él era todo lo contrario.
Era un hombre cariñoso, atento y familiar como su hija.
Daniela
me contó que César se puso muy contento al enterarse que su hija tenía pareja
ya que era la primera vez que Abigail tenía una relación con alguien y que se
moría de ganas por conocerme y eso me
puso muy contenta.
-
Abigail, ¿cómo va la búsqueda
de casa?- preguntó Diana.
-
Mal, la verdad, no he
encontrado ninguna casa que valga la pena ni siquiera ir a verla.
-
Eres muy exigente Abi- le
dijo Diana- tienes que bajar tus expectativas, las casas se pueden reformar, lo
importante es la zona, los transportes que haya y la cercanía de las escuelas y
tiendas.
-
Si, estoy de acuerdo
contigo Diana, el problema es que no he encontrado una buena zona y con el
trabajo no puedo darle el tiempo suficiente que gustaría- dijo un poco angustiada.
-
Yo puedo ayudarte- le dije tímida-
se que tú te quieres encargar de esto pero yo podría echarte una mano.
-
Claro que si- estuvo de
acuerdo César- si Alejandra y Victoria van a vivir allí que menos que ellas también
elijan.
-
Claro que van a elegir, lo único
que quería es elegir unas cuantas que valgan la pena para que no tengan que ir
de acá para allá mirándolas todas.
-
A mi no me importa, cariño-
me incliné hacia a ella- estoy encantada de ayudarte en todo lo que pueda.
-
Gracias cariño- acarició mi
mejilla y me dio un pequeño beso en los labios, yo me sonrojé ya que notaba la
mirada de todos puesta en nosotras y ella al verme sonrojada, sonrió.
-
¿Y para cuando la boda?-
Dejamos enseguida de mirarnos para mirar a Diana que era la que había
preguntado.
-
Diana, aun es pronto- dijo
tranquila Abi.
-
¿Mami os vais a casar?- le
preguntó muy contento Víctor.
-
Aún no, cariño- le aclaré a
mi hijo- primero viviremos todos juntos un tiempo.
-
¿Y Abi ya será siempre mi
mami?- nos reímos.
-
Cariño, aunque no nos
casemos ya no te puedes escapar de mi- Víctor esbozó una gran sonrisa y se
abrazó a Abi, miré por el rabillo de ojo a mi suegro y él y su mujer miraban a Abi
y a Víctor con felicidad y ternura.
Terminamos
la comida y los padres de Abi se retiraron al hotel para descansar un rato del
largo viaje no sin antes quedar para cenar todos en nuestro piso salvo Santi y
Esther que ya tenían planes con los padres de Santi.
Nos
despedimos todos y fuimos con Abi para su piso a coger ropa y luego a casa para
luego planificarlo todo.
Bueno, parece que al final
no ha salido tan mal…
ABIGAIL
Me
estaba duchando en el piso de Alejandra y mientras frotaba mi cuerpo con la
esponja repasaba todo lo ocurrido ese día.
Después
de una noche increíble con Alejandra habíamos ido a desayunar con Santi y
Esther que estaban cuidando a mi renacuajo. Cuando estábamos desayunando, mi padre
me llamó diciéndome que venían para visitarnos por unos días. No hace mucho me
dijo que le hacia ilusión conocer a la mujer que había cambiado tanto mi vida y
yo le dije que vinieran cuando quisieran lo que me sorprendió fue que vinieran
tan pronto ya que mi padre era un hombre muy ocupado y apenas hablábamos una
vez a la semana para saber que estábamos todos bien.
Aunque
estaba muy nerviosa, intenté disimular para no poner a Alejandra más nerviosa
aún.
Me
encantó ver como mi padre y Víctor interactuaban. Nunca pensé que mi padre
conocería a alguien a quien yo llamara mi hijo, era algo impensable y cada día
me sorprendía más lo que había cambiado mi vida en tan poco tiempo y la verdad
es que quería que cambiara mas, quería vivir con mi nueva familia y me quería
casar con Alejandra y quería que mi padre disfrutara de Víctor como su abuelo.
Cerré
en grifo y salí de la ducha cuando Alejandra entró al baño con un par de
toallas.
-
Cariño te he traído...-
Alejandra se quedó callada al ver que estaba en frente de ella totalmente
desnuda y yo disfruta de su cara embobada y de sus ojos que estaban clavados en
mis pechos mojados.
Me
incliné un poco para hablarle al oído y para echar el seguro de la puerta que
estaba tras ella.
-
Quizás podrías secarlos en
vez de solo mirarlos- le dije con mi media sonrisa. Ella sin decir nada
desdobló una de las toallas dejando las otras en el lavabo y comenzó a secar uno
de mis pechos mientras miraba concentrada su trabajo- me vas a malacostumbrar
amor... Vas a tener que hacerlo todos los días- le dije sin apartar los ojos de
ella.
-
Y yo estaría encantada de
hacerlo- terminó de secar mis pechos y bajó la toalla para secarme el vientre y
luego las nalgas y me sexo a la vez.
-
No me tientes Alejandra...
Te advierto que he recuperado todas mis fuerzas... Y estoy hambrienta de ti
otra vez- una sonrisa apareció en su rostro, terminó su tarea y me dio la
toalla para que siguiera secándome.
-
Nada me gustaría mas en el
mundo que sentirte dentro de mi otra vez- tuve que respirar hondo para
tranquilizarme, sus dulces palabras hacían que mi cuerpo reaccionase automáticamente-
pero no estamos solas y tu padre vendrá en unas horas así que termina de
arreglarle- y con una sonrisita quiso irse pero yo la agarré del brazo y tiré
de ella para besarla con ansias y pegarla mi cuerpo desnudo, al separarnos las
dos nos habíamos quedado sin aire y teníamos
una sonrisa tonta en la cara. Cuando Alejandra se recompuso abrió la puerta
para irse- No tardes, mi madre y Víctor te esperan para que los ayudes- dijo al
salir del baño.
Adoro a esa mujer...
Terminé
de arreglarme y fui a la cocina donde me esperaban Víctor y Victoria que ya
estaban preparando la cena. Comencé a preparar la ensalada con Víctor y
Victoria comenzó con el plato de carne a la pimienta que había pensado.
Cuando
terminamos, mi renacuajo y yo seguimos preparando los entrantes. Mientras que
Víctor me pasaba las cosas, noté unos brazos que me rodeaban la cintura.
-
¿Cómo van mis cocineros?- Alejandra
me besó el hombro.
-
Genial- le contestó mi
chico.
-
Voy a darme una ducha- el
tonito con el que me lo dijo y su aliento detrás de mi oreja hizo que se me
erizaran los pelos de la nuca y me tuve que contener para no correr detrás de
ella y arrancarle la ropa. Lo único que pude hacer es respirar hondo y sentir-
ahora vengo.
-
Vale cariño- mi voz sonó
tan ronca que tuve que toser. Ella se fue y nosotros seguimos con nuestro
trabajo.
Una
hora más tarde ya habíamos terminado casi todo, sólo nos quedaba la carne del
horno. Victoria nos dejó al cargo a víctor y a mí mientras que ella iba a
arreglarse.
Víctor
y yo pusimos la mesa y nos sentamos a jugar un rato con sus muñecos.
-
¿Qué hacen mis dos amores?- Alejandra
pasó sus brazos por mis hombros y besó mi mejilla.
-
Estamos cuidando la carne del horno- le contestó mi pequeño.
-
¿Jugando en el salón con tus muñecos?
-
Es una forma de cuidar la carne- le aseguré yo muy
convencida y ella se rió y me besó otra vez la mejilla.
Cuando
Alejandra fue a pasar al lado mía para ir a la cocina la agarré por la cintura
y tiré de ella hacia a mi para dejarla caer encima de mí en el sofá.
-
¿Qué haces?- dijo riéndose.
Víctor
se tiró encima nuestra riéndose y las dos nos quejamos entre risas por el peso
del renacuajo.
-
Oh dios, cariño, ¿qué le
damos de comer a este niño para que pese tanto?- dijo riéndose Alejandra
fingiendo estar aplastada por su hijo que no para de reír.
-
Creo que piedras- me quejé riéndome.
Empecé
a hacerle cosquillas a los dos y mis dos amores comenzaron a retorcerse y a
reírse.
-
Cariño ya, por favor-
consiguió decir Alejandra entre carcajadas- ¿quieres comer carne chamuscada?-
paré enseguida al pensar que la deliciosa cena de mi suegra pudiera estar en
peligro.
-
Está bien, ve a salvar
nuestra cena.
Alejandra
se levantó, se arregló la ropa y fue hacia la cocina.
-
Y tú jovencito, en cuanto
salga la abuela del baño te toca a ti- le dijo su madre desde la puerta de la
cocina.
Diez
minutos más tarde, Victoria salió del baño ya arreglada y Víctor se fue al baño
solo como el niño grande que ya era y Alejandra se sentó conmigo en el sofá.
-
¿Qué te ha parecido mi
padre?
-
Es un hombre encantador,
has salido totalmente a él- su comentario me hizo sonreír- Víctor y él se han
caído muy bien.
-
Es imposible que no se
cayeran bien, Víctor es un chico maravilloso- ella me sonrió y me besó
lentamente en los labios aprovechando nuestro pequeño momento a solas- te
quiero- me volvió a besar.
-
Te amo- la besé.
-
¡Maaamiiii!- nos gritó Víctor
desde el baño- ¡No me has preparado la ropa!
-
Ups- me dio un piquito y se
levantó- ya voy cariño.
Cuando
salió del salón suspiré, ¿qué más podía pedir? Eché mi cabeza hacia atrás con
una gran sonrisa en mis labios y una sensación de calidez en mi pecho.
El
timbre llamó mi atención y me hizo bajar de las nubes.
-
¡Voy yo!- fui hasta la
puerta principal.
Era
mi padre, Diana y Daniela. Saludé a los tres con dos besos y les invité a
entrar. Mi padre traía dos bolsas de una juguetería. Si fuera por mi padre
enterraría a mi pequeño en juguetes.
Se
sentaron en el salón y fui a por algo de beber. Cuando volví con las bebidas con la ayuda de Victoria, Alejandra
y Víctor ya habían vuelto y mi pequeño estaba abriendo uno de los paquetes.
-
César no es mi cumple- le
dijo mi pequeño sorprendido por todos los regalos que mi padre le había traído.
Mi padre se rió.
-
Ya lo sé renacuajo, Abi me
dijo que gustaban esos muñecos y no me pude resistir.
-
Si no fuera por mí, se
hubiese traído media tienda- dijo Diana- y no cabríamos en el salón.
-
A Abi le pasa igual, cada
vez que salimos le tiene que comprar algo- le dijo Victoria.
Mi
pequeño desenvolvió los regalos. Mi padre le había comprado seis figuras de sus
superhéroes favoritos, un quit de construcción de piezas de madera, un juego de
mesa y cuatro videojuegos.
Víctor
se quedó mirando todos los regalos con los ojos muy abiertos.
-
¿Todo esto es para mí?
-
Claro cariño- le animé yo
ya que parecía que no quería tocar nada por si luego le decíamos que no era
para él.
-
¿Todo esto y la bici?
-
Si- me reí ante su
incredulidad.
Sin
decir nada mas se acercó a mi padre y lo abrazó perdiéndose entre los brazos de
mi padre que lo cubrió con sus brazos.
-
Muchas gracias por todo- Mi
padre lo alzó y lo subió en sus rodillas.
-
De nada campeón, para que
te acuerdes de nosotros- desde las rodillas de mi padre abrazó a Diana y a
Daniela que estaban a ambos lados de mi padre en el sofá- después de la cena
jugaremos una partida ¿no?
-
¡Si!
La
imagen de mi padre con Víctor en las rodillas era preciosa y me llenaba de
felicidad.
-
Pero antes la cena- dijo
Victoria- que ya esta lista.
La
cena fue genial, pude ver como Alejandra y mi padre estrechaban lazos y se
preguntaban cosas al igual que a Diana y a Daniela. Mi padre estaba muy
pendiente de Víctor, parecía que se había quedado enamorado de él lo mismo que
me quedé yo aquel día que lo vi en el parque.
Victoria
pudo ver de quien había sacado yo mi apetito ya que mi padre devoró su plato
alabando en cada bocado la rica cena que victoria había preparado.
Después
de la cena, nos sentamos en el salón y Víctor, mi padre y yo jugamos unas
partidas en la consola mientras que las chicas charlaban. En un par de
ocasiones vi que Víctor se frotaba los ojos, miré la hora y era ya muy tarde
para él.
-
Bueno peque, este es la
última y te vas a la cama- él me miró rengándome con la mirada pero entre el sueño
que tenía y que sabía que yo no iba a ceder no se quejó mucho.
Terminó la partida con mi
padre habiendo ganado mi peque por muy poco y lo mandé a cambiarse y apagué la
videoconsola. A los pocos minutos vino con su pijama de superhéroes y se montó
en mi regazo.
-
Mami no me quiero acostar,
quiero pasar un rato con todos.
-
Cariño vamos a pasar mañana
y pasado juntos.
-
Déjalo un rato Abigail- me
dijo mi padre.
-
¿El primer día que lo
conoces y ya lo estás consintiendo?- le dije en broma.
Él se encogió de hombros.
-
Es imposible no
consentirlo.
Víctor se quedó abrazo a mí
como si fuera un monito mientras que yo le hacía cosquillas en la espalda y nos
escuchaba hablar. No tardó mucho en caer rendido.
-
Voy a acostar al pequeño
monito- me levanté con el pequeño entre mis brazos.
-
Te acompaño- me dijo mi
padre.
Los dos fuimos en silencio
hasta la habitación de Víctor. Cuando ya estábamos en la habitación, mi padre
me ayudó a meterlo en la cama y a arroparlo. Con cuidado, le quité sus gafitas
de pasta negra y le besé la frente. Al volverme pude ver que mi padre nos
miraba con una gran sonrisa.
-
Has encontrado una muy
bonita familia, cariño- me dijo mi padre en voz baja- estoy muy feliz por ti.
-
Yo también papá, nunca creí
que necesitara todo esto para ser feliz pero ahora moriría si no me lo quitan-
mi padre me abrazó y suspiró.
-
Mi niña se hace grande-
besó mi cabeza.
-
Y tú te haces viejo papá,
incluso ya puedes llamarte abuelo- hice que mi padre se riese.
-
¿Tú crees?
-
Por supuesto, le has
encantado y lo consientes más de lo que deberías, tienes todo lo necesario para
ser su abuelo.
-
Me encantaría- me dijo con
una gran sonrisa.
Salí del cuarto con el
brazo de mi padre echado por mis hombros y los dos con una gran sonrisa. Al
llegar las cuatro nos miraron extrañadas y lo único que hicimos os dos fue
reír. Parecía que habíamos perdido la cabeza.
La velada duró un par de
horas más hasta que mi padre decidió retirarse ya que estaban agotados.
Quedamos en vernos al día siguiente para pasar el día juntos, nos despedimos y
mi mujer y yo nos fuimos a la cama.
Alejandra se acurrucó a mí
y yo la estreché con mis brazos aspirando su delicioso aroma.
-
Ha ido genial ¿verdad?- me
dijo después de un corto silencio- tu padre y Víctor se adoran y Diana es
encantadora, mi madre y ella han intercambiado recetas.
-
Se llevarán muy bien, son
muy parecidas- la apreté mas contra mi.
-
Cariño… esta semana me
gustaría mirar algunas casas, no quiero que tengas ese cargo tú sola, cuando
tenga tiempo libre revisaré páginas web y anuncios en el periódico. Haré todo
lo que esté en mi mano para ayudarte- besé sus labios.
-
Gracias amor.
-
No, gracias a ti, por todo
lo que me das, pienso que es más de lo que merezco- negué con mi cabeza.
-
No, te mereces eso y mucho
mas- besé esos labios que tanto adoraba, al principio suave y lento y luego el
beso se fue intensificando poco a poco hasta que tuvimos que parar cuando la
puerta de la habitación se abrió. Era Víctor.
-
¿Mami?- parecía estar
llorando. Alejandra y yo nos separamos y nos levantamos un poco para verlo.
-
¿Qué pasa cariño?
-
He tenido un sueño muy feo.
-
Súbete peque- le dije.
Víctor se puso entre las
dos y lo abracé.
-
Un monstruo muy feo me
perseguía y yo no podía correr mas rápido y, y…- los sollozos no lo dejaban
seguir.
-
Shhh, no pasa nada cariño,
era solo una pesadilla- se abrazó a mi y comencé a acariciar su espalda para
que se calmara- ¿te ha caído bien mi padre?- le pregunté para que dejara de
pensar en su pesadilla. Él asintió con la cabeza.
-
Me gusta y Dani y Diana también.
-
Me alegro cariño.
-
César podría ser tu abu
también cariño- le dijo Alejandra.
-
¿Si?- mi peque levantó su
cara de mi pecho, ya no lloraba.
-
Claro es el papá de tu mami
como la abu es mi mamá.
-
Es verdad- dijo él pensándolo-
¿y podré decirle abu?
-
Solo si tú quieres cariño.
-
¡Si! ¿Y también iremos a su
casa?- dijo ilusionado.
-
Claro mi amor- le contestó
su madre
-
¡Que bien!- su voz decía
que estaba quedándose completamente dormido- jugaremos con él a la consola y
jugaremos con el perro de Dani y...- y se durmió.
Las dos lo miramos como
dormía apoyado a mi pecho, nos miramos y nos sonreímos. Estaba tan mono que no
quería llevarlo a su cuatro.
-
Solo por esta noche- me
dijo a Alejandra.
-
Solo por esta noche.
Besé sus labios por última
vez esa noche y me quedé dormida mientras contemplada sus dos preciosas cabezas
castañas.
Nota:
¡Hola
chicas! ¡Quiero desearos que tengáis muy felices fiestas y que todos vuestros
sueños se cumplan este nuevo año!
Sé
que se me ha hecho un poco tarde con este capítulo también, ya sabéis que estos
días se está de aquí para allá y no había tenido tiempo de terminarlo hasta
ahora. Además quiero avisaros de que el próximo puede que también se retrase
por todas las celebraciones, reuniones familiares y porque yo en estas fechas
trabajo y no se me será posible escribir todo lo que quisiera. Espero que
disfrutéis de la recta final de la historia y no dudéis en mandarme un correo
para lo que queráis: xiion1707@gmail.com
Un
besito para todas.
¡¡Feliz
Navidad!! J
La Teta Feliz Historias y Relatos ® Xiion - Derechos Reservados
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reproducida, ni en todo ni en parte, registrada o transmitida por un
sistema de recuperación de información, en ninguna forma ni por ningún
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por fotocopia o cualquier otro, sin el permiso previo, por escrito, del
autor.
Magnifico como siempre, pero esperaba que aby le pidiera matrimonio :'( y esperar al proximo año para leer la cantinuacion ,es mucho jajajaja esperando que el proximo si tengamos propuesta de matrimonio con bebe incluido jajaja o_O nahhh mentira, pero sería lindo. Besos desde República Dominicana.
ResponderEliminarGracias por el regalo navideño, felices fiestas pasalo bien en compañía de tus seres queridos, un abrazo. Liliana
ResponderEliminarHola Xiion! Que pases una Feliz Navidad y un Prospero Ano Nuevo! junto a los tuyos. Que todos tus deseos se conviertan en una hermosa realidad.
ResponderEliminarGracias por sacar de tu tiempo para dejarnos un capitulo mas de esta historia tan fascinante.Esto ha sido un buen regalo de Navidad.
feliz navidad y año nuevo ,gracias por este capitulo
ResponderEliminarM.S(galicia)
Tan maravilloso como siempre.. ya están a un paso de formalizar jeje, esto pinta muy bien. Felices Fiestas Xiion. Feliz Navidad y disfruta en compañía de tus seres queridos.
ResponderEliminarWuaoo Xiion este capítulo estuvo lleno de ternura familiar
ResponderEliminarestuvo tierno y se ve que va para matrimonio y a si formar un verdadero hogar Cesar un gran y sabio hombre felicitaciones por este capítulo espero que no haya alguna sorpresa con el bastardo de Felipe ojala ya se de cuenta que el nunca estuvo ni estará en la vida de Victor que no lo merece como hijo que ya el no es nada un saludo desde Chile Xiion
Xiion !! Excelente historia... Cuantos capítulos faltan para el final?? Sigue así cada vez estoy más atrapada en tu historia!! Saludos desde chile <3
ResponderEliminarGracias Xiion por deleitarnos con tus escritos, en serio me encanta tu historia, porfi no nos hagas esperar tanto que muero :(
ResponderEliminarQue hayas pasado un Feliz Noche Buena y te deseo un próspero año nuevo.
Tu fan #1
MUY LINDA ESTA HISTIRIA, LO MALO ES QUE TARDAS DEMASIADO EN SUBIR LA CONTINUACIÓN Y LUEGO SE PIERDE EL HILO POR ASÍ DECIR, TUVE QUE LEER EL CAPÍTULO ANTERIOR PARA RECORDAR EN QUE HABÍA QUEDADO LA HISTORIA
ResponderEliminarPERO SIN DUDA XIION ES UNA GRAN HISTORIA, DE ESO NO HAY DUDA
PD NO TARDES EN SUBIR LA CONTINUACIÓN POR FAVOR
Aún esperando impaciente los capítulos. Xiion si no te has dado cuenta ya van 20 días desde la última publicación. Es idea mía o está será otra historia sin final y este será el último capítulo q leeremos? Espero q no sea así y q el otro capítulo q subas sea mucho más largo o que subas dos.
ResponderEliminarSaludos y esperando que te encuentres bien.
Aún esperando impaciente los capítulos. Xiion si no te has dado cuenta ya van 20 días desde la última publicación. Es idea mía o está será otra historia sin final y este será el último capítulo q leeremos? Espero q no sea así y q el otro capítulo q subas sea mucho más largo o que subas dos.
ResponderEliminarSaludos y esperando que te encuentres bien.
no va a ser el ultimo capitulo, lo que pasa es que estoy de examenes y se me hace imposible escribir...
ResponderEliminarAl.parecer esta de moda que nuestras queridas escritoras publiquen capitulos de aqui a un mes ??vaa..se pierde el hilo conductor y hay que volver a leer el.cap anterios estaria bueno que implementen otra táctica digo ejemplo que uds escritoras tomen el tiempo que desean para terminar la.historia y recien publicar digo para evitar molesria dichos disculpen gracias Rosana
EliminarMe encanta la historia pero Cuando publicaras el próximo capitulo plisss li esperamos con ancias
ResponderEliminarNos vemos con el proximo capitulo en el 2017 byeeeeee
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