Esperamos tu historia corta o larga... Enviar a Latetafeliz@gmail.com Por falta de tiempo, no corrijo las historias, solo las público. NO ME HAGO CARGO DE LOS HORRORES DE ORTOGRAFÍA... JJ

La hija del Diablo - Ve. C - 88

Capítulo 88

Nos quedamos un rato abrazadas, ambas compartimos el mismo dolor y sufrimiento. Se separa un poco de mi brazo y agarra peluche, es un lobo con el que solía jugar Gaby, lo huele, seguramente tiene su perfumito, lo deja a lado de las niñas el lugar vacío en su cuna.  Siento como si un cuchillo lentamente se pasase por mi alma, es fuerte estar en la habitación donde tantos momentos pase con mis tres peques y ahora solo están dos, las lágrimas bajan de mis ojos sin control mientras observo todo a mi alrededor, siento como Luna apoya su cabeza en mi hombre y al igual que yo sé que tiene su rostro mojado por las lágrimas.
-      ¿crees que algún día duela en menor medida o nos acostumbremos a vivir con el dolor?

-      Viviremos con el dolor – respondo mirándola – o mejor dicho como tú lo has dicho nos acostumbraremos al dolor que sentimos, porque sabes que siempre en nuestra mente rondara lo que pudo ser, al menos de mi parte, sino los hubiese mandando en ese viajo, y cada día que veamos crecer o pasar los años con nuestras hijas, la pregunta será como seria
-      Tienes razón, pero no sé si pueda vivir con el dolor. Muchas veces estando allá con nuestras pequeñas luchando por su vida, despertaba y levantaba solo por ellas.
-      Lo entiendo perfectamente – respondo – tuve que hacer lo mismo cuando lo supe  y vi a ustedes. Tuve que dejar el dolor y ser fuerte y es algo que ambas tenemos que hacer, la única diferencia es que podemos hacer el duelo que en ese momento no pudimos. Tenemos que seguir delante, dejar todo lo que nos pasó ahí en el pasado y sobre todo hacerlo por ellas – señalo a Lucí y Ana – y vivir con su recuerdo y dolor.
El silencio vuelve a rodearnos y por fin desde la muerte de mi madre y mi hijo, dejo que las lágrimas rueden por mi mejilla libremente, no necesito hacerme la fuerte en estos momentos, y nuevamente miro cada rincón de esta habitación, suspirando al ver frente a mis ojos pasar cada momento con los tres sobre todo aquellos en los que el despertaba en la madrugada y venía a cambiarlo y alimentarlo mientras intentaba hacerlo dormir hablaba con él. Ahora es como si estuviera viendo esos recuerdos desde otro lugar pero estando en ese instante allí presente nuevamente.  Por la forma que mira Luna sé que quizás está pasando lo mismo que yo reviviendo aquello que no volveremos hacer.
Dejo una caricia en su espalda y salgo de la habitación rumbo al baño y me lavo el rostro.  Saco unas cosas que voy a necesitar por esta noche.
Llevo a una habitación cerca de las que se encentran las niñas, necesito buscar uno de los monitores de bebe para escucharlas en las noches.
Me siento unos segundos al borde de la cama ordenando mis ideas y haciendo notas mentales para acordarme todo lo que tengo que hacer ahora que estamos en casa. Con mi mente pensando en qué hacer con varias cosas comienzo a caminar al baño y me meto en la ducha y solo dejo que el agua caiga por mi cuerpo, y quedo allí un buen rato tratando de librar mi mente de todo lo que ha pasado estos minutos.
Me cambio y bajo al comedor y me encuentro con todos sentados en la mesa, al parecer solo faltaba yo para que podamos comer algo y tratar de hacer volver esta casa a la normalidad.
Dani y Luna se sientan a lado al igual que Manu con Rosa y Miguel y Rafael, Uriel en una punta y los demás alrededor, y yo en la otra con Ari a mi lado. Sonrió observando la distribución de la mesa es como una reunión de parejas.
-      ¿no van a bendecir la mesa? – pregunta Rafael.
Las miradas van de un lado a otro, porque la verdad es que con todo lo que ha pasado en nuestras vidas hemos dejado de hacerlo, hemos estados pendientes de poder disfrutar un día más todos juntos que de bendecir la comida.
-      Si tú quieres puedes hacerlo – habla Uriel.
Observamos como suavemente toma la mano de Miguel y este le sonríe y mira con mucha ternura, todos nos agarramos la mano y cerramos los ojos y agachamos la cabeza mientras escuchamos sus palabras.
-      Padre, gracias por la comida y por permitirnos compartirla con las personas que queremos. Gracias por que podemos estar todos juntos un día más, compartiendo no solo esta comida sino risas y miradas, momentos que quedan para siempre, también agradecemos por aquellas familias y amigos que pueden compartir un momentos como nosotros y por aquellos que se han ido y que tuvimos el privilegio de conocer y ser partes de sus vidas y que sean de la nuestra.
Desde que termino esta guerra no pudimos compartir una cena todos juntos, solo de a ratos pudimos hablar, dejando a un lado la reunión esa en la que si estuvimos todos pero no fue para compartir  un momento como este sino para hablar de las preocupaciones. Todos los que nos encontramos aquí presente estamos de acuerdo con sus palabras, estamos agradecidos de poder seguir compartiendo momentos juntos como la familia que somos.
La comida transcurre entre charlas y risas contando momentos vividos y sabiendo que aún quedan muchos por vivir y que seguiremos juntos para cada vez que nos reunamos sigamos teniendo anécdotas para avergonzarnos entre todos o ante otras personas, porque la familia hace eso.
Mi mirada se encuentra con la de Uriel y puedo ver en ellos el orgullo que siente por cada una de nosotras, ha estado presente en prácticamente toda mi vida como la de Luna, Manu y Rosa, lo vemos como un padre y sé que el cómo sus hijas y es por eso que no me sorprende su mirada y sonrisa que me dicen “pudiste cambiar la historia, estoy orgulloso de ti” y al ver la mirada que le dirige a cada una de esta mesa, sé que siente lo mismo por ellas.
Entre conversaciones y risas los minutos se hacen horas, cuando se está en familia uno pierde la noción del tiempo. Poco a Poco cada uno comienzan a irse a su dormitorio, ahora uno puede dormir tranquilo, abandonarse al sueño sabiendo que el peligro que nos acechaba ya no está, que ahora podemos cerrar los dos ojos y no solamente uno.
Terminamos quedando solo las chicas en la mesa, Manu y Rosa comienzan hacer planes para sus vidas juntas aquí, no quieren volver por el tema de la familia siempre metiéndose en su relación. En silencio me levanto de la mesa, dejo un beso en la mejilla de cada una, menos en Ari por supuesto y camino a la habitación, me siento cansada, es como  si todo el esfuerzo que estuve haciendo este tiempo de proteger a mi familia lo mejor posible, y mi mente trabajando en todo momento en ello, que al cerrar los ojos no podía descansar bien por todas las preocupaciones y ahora todo lo que mi cuerpo y m mente necesitan es descanso.
Entro a la habitación de mis pequeñas unos minutos para verlas dormir, sus rostro están relajados y muestran una tranquilidad increíble y obvio como tantas veces no puede faltar que estén durmiendo con su manitas agarradas, solo ruego que siempre sean así de unidas y que con los años eso no cambie. Busco uno de los monitores para verlas y escuchar cuando despierten, no quiero perderme nada con respecto a ellas, deposito muchos besos en la carita de ambas y las dejo descansar mientras voy hacer lo mismo, perderme en el mundo de los sueños con la idea de verlas en él. Sera difícil volver acostumbrarme a esta nueva cama pero una vez que apoyo mi cabeza en la almohada y cierro los ojos me desconecto de este mundo rápidamente.

Mi cuerpo comienza a despertarse pero no abro los ojos, puedo sentir como todo se mueve, no sé dónde nos estarán llevando. Puedo escuchar la voz del que se supone es mi prometido hablando y algunas voces masculinas ¿Qué nos harán? ¿Dónde se encuentra ella? siento como si tuviera las manos  los pies atados pero no soy yo la que lo tengo y como si nuevamente comenzara a despertarme y me doliera horrible la cabeza pero estoy despierta hace unos minutos es algo raro lo que siento es como si mis sensaciones se han multiplicado, es más ahora que recuerdo que al ir saliendo del teatro para ir a mi casa sentí un golpe en l cabeza pero no lo había recibido yo sino mi amor y estaba mi prometido con dos más. El miedo comienza apoderarse de mi cuerpo, sus ojos estaban furiosos al mirarme y sinceramente no temo por mi sino por ella, no estamos juntas aunque al parecer nos llevan al mismo lado.
No se cuento tiempo pasa cuando se detienen y nos cargan, quiero abrir mis ojos y saber que está pasando pero tengo miedo, solo puedo sentir lo que pasa y escuchar lo que hablan.
Huelo el perfume de mi prometido y sé que él me tiene en sus brazos y deposita suavemente en un lugar pero a la vez mi cuerpo tiene la sensación de ser tirado con desprecio y por supuesto siento dolor en mi cuerpo.
-      ¿Qué haremos con ellas? – pregunta alguien.
-      Esperemos que despierten – escucho la voz de mi prometido – y mientras déjame pensar.
Todo vuelve a quedar en silencio y yo busco la manera de comprender porque puedo sentir la sensación de cosas que no me pasan a mí pero pareciera que sí. Poco a poco e ir buscando entre todo lo que he pasado en el día para empezar a tener estas sensaciones y llego a la parte de hacer el amor con ella y fue luego de haberme entregado a ella que comencé a sentir esto de saber lo que siente y pasa, es como si luego de que ambas compartimos tan mágico momento me hubiera conectado  a ella de esta forma en la que puedo sentir sus sensaciones en mi cuerpo, no sé si ella sentirá lo mismo pero simplemente no me entra en la cabeza esta conexión que tengo con ella, es algo raro o más bien extraño.
Sé que no puedo estar toda la hora de esta manera porque va a comenzar a sospechar, y por otra parte quiero enfrentar lo que sea que está pasando, por otra parte necesito saber cómo descubrió mis encuentros con ella, siempre lo he hecho en pleno secreto y solamente con la ayuda de mi nana.
Comienzo a moverme lentamente antes de abrir mis ojos ademas de que siento molestia en mi cuerpo. Abro los ojos y me encuentro con el rostro de mi prometido muy cerca del mío, mirándome fijamente, lo miro solo unos segundos y con mi vista rápidamente comienzo a buscarla y la veo tirada o acostada en el suelo pero al sentir como si me tiraran a mi hace unos momentos atrás y saber la conexión que tenemos, es lo que le hicieron a ella, está bastante lejos, la ha querido separar, una vez que estoy a su lado, la muevo y miro su rostro para ver que dentro de todo este bien, el golpe en la cabeza fue bastante fuerte por lo visto, no tiene sangre pero si tiene como un chichón, no me imagino lo que le dolerá cuando despierte. Levanto mi vista al sentir la mirada mi prometido sobre mí y al hacerlo puedo ver  su mirada llena de odio, como sus mandíbulas están tensas y como aprieta su mano. Estoy segura que pensó que por la situación en la que me encuentro me abrazaría a él, pero debía saber que no sería así, él nunca me intereso, siempre le deje bien claro que solo me casaría con él porque mis padres y los suyos lo han decidido y no me han dejado opinar, en realidad la sociedad en la que estamos las mujeres no pueden opinar, son muy raros los casos en que sí. En un abrir y cerrar de ojos está a mi lado separándome de ella, me resisto porque lo único que me importa es estar con ella y que este bien, pero no venir una fuerte cachetada su parte, por su cara sé que está sorprendido y también puedo notar que no está arrepentido de lo que acaba de pasar y sé que no lo estará. Su golpe me ha dolido pero no le voy a mostrar eso. Lo observo mientras camina de un lado a otro, y creo que siempre de una manera u otra siempre supe cómo era realmente  y por eso no quería estar con él de  ninguna manera.
-      ¿Por qué me haces hacer esto? – pregunta deteniéndose y mirándome, solo puedo decir que si las miradas mataran por la que me está regalando ya estaría muerta.
-      Esto lo haces porque tú quieres, no me eches a mí la culpa – respondo.
No sé qué espera que le diga realmente, siempre le deje las cosas clara.
-      El estar con ella con ella haciendo… - y su cara es como si no pudiera creerlo todavía – el amor con ella – grita - ¿Por qué? Es a mí a quien debes sonreír no a ella, besar y hacer el amor.
El solo decirlo hace que lo altere muchísimo más y vuelva apretar sus manos.
-      Porque ella produce cosas que tú no – digo llevando mi vista donde ella se encuentra y noto como comienza a despertarse.
El sigue mi mirada y le hace una seña a los hombres que andan con el ¿Qué es lo que pretende hacer? Se posiciona a mi lado y ellos la agarran y paran y hacen que mire hacia donde me encuentro.
-      No quería hacer esto – habla bajo como si no quisiera que ella escuchara, mientras el habla no dejo de mirarla y nuevamente puedo sentir sus sensaciones y el dolor de su cuerpo, nuestros ojos se conectan y en ellos puedo ver preocupación de si estoy bien – tienes que elegir ¿ella o yo? El solo pensar que has compartido momento con ella que deberías haberlo compartido conmigo me pone furioso y supongo que tú no quieres que esto termine mal para ella.
Lo escucho hablar sin desconectar mis ojos de ella y no sé si estoy loca o que pero es como si comprendiera lo que está pasando de este lado por sus reacciones y antes de responder me quedo mirándola unos minutos para tratar de dar la mejor respuesta sin ponerla en peligro pero sus ojos solo me trasmiten seguridad, tranquilidad y de que todo va a estar bien cualquiera sea mi respuesta.
-      ¿es en serio lo que me estas preguntando? – todavía no entiendo su pregunta, la respuesta es más que obvia – la elijó para seguir compartiendo momentos a ella.
Siento su respiración rápida y antes siquiera de que pueda decir algo más recibo un golpe cayendo al suelo y un grito, me he golpeado las piernas, siempre he sido testaruda así que vuelvo a ponerme de pie, no es necesario que me mire ni diga nada para notarlo a un más furioso, es lo que tienen en alguien como el siendo rechazado, que se llenan de ira.
-      Veo que no creías en mis palabras ahora veras – dice agarrándome de los brazos y haciendo una seña a sus hombres para que no sigan.
Caminamos un buen trayecto en la semioscuridad hasta que veo que estamos en el viejo cementerio de la ciudad ahora están trasladando todo los cuerpos a otro más grande, porque este quedo chico.
-      ¿Qué hacemos aquí? – pregunto haciendo que mi voz suene firme y no mostrarle el miedo que siento y que sé que ella siente.
-      Ya lo veras – es todo lo que dice.
Hacemos un trayecto más y nos detenemos donde hay tres nichos grandes y abiertos por supuesto que los cuerpos ya fueron sacados de este lugar. A unos metros hay una estatua, veo como se detiene conmigo delante de ella, sus hombres vuelven a posicionarse como estábamos hace un momento atrás.
-      ¿vuelves a elegirla a ella? – escucho su voz y sé que le ha costado hacer esa pregunta.
-      Es obvio que si – contesto sin dejar de mirarla.
-      Veremos si después de esto la sigues eligiendo  y ella a ti.
Un frio recorre mi columna vertebral y comienzo a gritar cuando veo que los tipos que andan con él le dan un par de golpes y la tiran al piso y cuando ella se quiere levantar uno de ellos agarra sus manos y la vuelve acostar al piso y al ver la mirada que le dedica el otro es cuando comprendo lo que está por pasar.
-      ¡suéltala! – grito a mi prometido pero este no me hace caso solo sonríe y es en el instante de observarlo que veo por fin una personalidad que ha tenido escondido bajo ese encanto con el que tiene locos a mis padres - ¡suéltame!  - el solo sujeta mis brazos fuertemente y me obliga a mirar.
Ella lucha por soltarse pero es difícil cuando son dos los que desgarran tu ropa. Las lágrimas caen de mis ojos y puedo escuchar el llanto de ella, al parecer me equivoque en mi decisión, en realidad siempre la elegiría a ella, pero no tenía que ponerla en peligro, no de esta manera. Cierro los ojos para no ver porque me siento culpable por lo que está pasando.
La sensación de manos recorriendo mi cuerpo y besándome me dan ganas de devolver, y más al sentir como penetran mi cuerpo, puedo sentir como ella a pesar de eso y de que las lágrimas bañan las heridas de su cara lucha porque la suelten. Esta vez siento los besos de mi prometido por mi cuello y boca, intento alejar su rostro del mío y es difícil teniendo sujetas mi manos y escucho sus sollozos mezclados con los míos, y me duele no por lo que sé que este va ser y más al sentir como me empuja contra la estatua de la cual me encontraba a unos pasos y como ata mi manos con su cinto. Y al tenerme asi comienza a besar mi cuello es un asco, mis lágrimas aumentan y lucho para desatarme pero solo me lastimo las muñecas porque estoy bien sujeta. Cierro los ojos cuando sus manos comienzan a tocar mi cuerpo, y en mi mente evoco los momentos compartidos y lo que hemos pasado hoy sus besos y caricias para no sentir las de… ni siquiera sé cómo nombrarlo, se supone que está enamorado de mí y ¿me hace esto? Sigo con los ojos cerrados y solo puedo escuchar las reacciones de él, así como también escucho los sollozos de mi amor. Ahora las sensaciones se han multiplicado, sé que ella puede sentir lo que está pasando conmigo y está desesperada por soltarse por venir a rescatarme aun cuando ella sigue siendo ultrajada.
Cuando escucho el ruido de mi ropa rasgándose, es todo lo que puedo soportar y comienzo a marearme hasta que todo se vuelve negro. Al ir recobrando el conocimiento sé que estoy en el suelo puedo sentirlo en mi espalda y por supuesto se ve que no le ha importado seguir tocándome mientras estaba fuera de este mundo.  Antes siquiera de que pueda abrir mis ojos completamente me pone de pie y nuevamente mis ojos se encuentran con los de ella, se nota las lágrimas que siguen cayendo así como puedo ver los golpes de su rostro, en su labio hay sangre, sus piernas están heridas y si por ellas también el líquido rojo cae por sus piernas, yo no quiero observarme porque quizás me veo igual o peor, no lo sé.
Mi corazón con esta imagen se quiebra, es demasiado para mí, no pensé que por quererla terminaríamos de esta forma y más con mi prometido que aún me pregunto cómo sabía que estaba con ella y como alguien que dice querer te puede hacerte algo como esto. Nuestras miradas están conectadas y en ellos me trasmiten que a pesar de todo ella no está arrepentida de haberme conocido y quererme y haber compartido todo lo de estos días conmigo y yo siento lo mismo.
-      ¿vuelves a elegirla a ella? después de lo que le han hecho – dice con suficiencia.
Mi respuesta es más que obvia, simplemente me pierdo en su mirada, en lo que puedo sentir desde que he hecho el amor con ella.
-      Me sigo quedando con ella.
-      ¿y tú? – dice sonriéndole – sigues queriendo estar con ella sabiendo que la hice mía.
Ella me mira y sonríe y a pesar de estar herida y que ellos dos la sujetan le devuelve en la sonrisa de suficiencia que él le dio hace unos momentos.
-      Fue mía primero – responde – y eso aunque quieras no puedes borrarlo de tu mente a pesar de haber abusado de ella. Y ella a mí se entregó y como te dije a ti, tampoco puede olvidarlo y ni tu podrás hacer que me olvide.
Lo está haciendo enfurecer por lo que está diciendo pero no es nada más que la verdad.
-      Te crees muy lista – le responde – por si no te has dado cuenta no me importa que seas mujer.
Dicho esto solo mueve la cabeza cuando ella recibe un golpe en la cabeza nuevamente, mientras mi prometido, ex prometido, el yerno que quiere mi padre, etc. sujetan fuertemente mis brazos que me duelen.
-      ¡suéltame! – digo y recuerdo como en una obra de teatro una de las actrices golpea al hombre que la tiene en sus partes íntimas.
Sin pensarlo un segundo más hago lo mismo y logro que me suelte mientras cae de rodillas y salgo corriendo a donde se encuentra ella y reviso que este bien pero esta vez su cabeza sangra y vuelve a estar inconsciente.
Ellos me agarran y al igual que ella me golpean y término cayendo golpeándome mal, me cuesta respirar y siento como todo comienza a oscurecerse, y aun así soy consciente un poco de lo que pasa a mí alrededor.
-      ¿Qué hiciste? – reclama quien ha sido mi prometido – con ella no tenías que meterte.
-      Creí que se escaparía – le responden.
-      ¿sos o te haces? – dice – no iba a escaparse, si estaba preocupada por ella.
Apenas se lo que pasa a mi alrededor pero puedo sentir un frio dedo en mi pulso.
-      Ambas están… - dice el que le contesto hace un momento, quedándose en silencio es como si no supiera si continuar o no con lo que iba a decir – están muriendo.
Un frio recorre mi cuerpo cuando escucho eso, es por eso que me cuesta respirar, pero aun habiendo escuchado eso, no me importa morir, solo no quiero que ella muera conmigo. Busco la forma de moverme pero mi cuerpo no responde y en cada intento me cuesta mucho más respirar.
-      Ella está sangrando demasiado – no sé por quién de las dos lo dice – y esta no sé qué tiene. Ambas tienen el pulso bajo, no hay nada que puedas hacer para salvar tu amor.
No escucho lo que se siguen diciendo entre ellos, al parecer no podemos escaparle a la muerte, pero si tengo que morir habiéndola conocido y haberme enamorado y ser correspondida, me voy podría decirse que feliz ¿Por qué no completamente feliz? Porque ella no debería estar conmigo y haber pasado todo esto. No debería estar muriendo conmigo.
-      Al menos no van a cumplir su propósito en esta tierra que estar juntas y felices – escucho nuevamente la voz de mi prometido – no dejare nunca que el plan de Dios con ella se cumpla. Una vez más he jodido su plan en este mundo.
No entiendo que quiere decir ¿Qué plan? ¿Qué dos mujeres se amen? Está muy mal de la cabeza, el hecho de que supo que estaba con ella le ha afectado más de la cuenta, siendo sincera siempre sospeche que no estaba bien de la cabeza y ahora creo confirmarlo.
Unos segundos después de haberlo escuchado mi cuerpo es levantado en sus brazos y depositada en otro lado y también puedo sentir como depositan su cuerpo junto al mío, puedo sentir como si estuviéramos apretadas pero eso no me importa porque estoy con ella.
-      Aquí nunca las encontraran y podrán pasar sus últimos segundos juntas – escucho su risa y es demoniaca- igual se han condenado al haber intimado.
Al escucharlo reír siento como todo los vellos del cuerpo se me ponen de punta y a pesar de estar más muerta que viva quiero saber que está pasando, mi cuerpo no reacciona y una vez me lleno de miedo, porque no sé qué será de nosotras, espero que recapacite, por más que sé que no lo hará y que solo piensa dejarnos morir aquí.
Ella quiere hablarme, o al menos ella parecer estar mejor porque su mano toca la mía y la aprieta aunque suavemente.
Algo se cierra sobre nosotras y poco a poco comienza a caer otra cosa sobre lo que estamos. Intento descifrar que puede ser lo que están haciendo hasta que algo cae en mi boca y pasado unos segundos me doy cuenta de que es tierra. ¡Nos están enterrando!
Me esfuerzo para mover y gritar pero no creo que me escuchen y en caso de que lo hagan no harán nada para sacarnos de aquí, vuelvo a ponerme como estaba porque estamos muy juntas y sabiendo que no puedo respirar bien lo hago poco porque tengo que cuidar el aire que tenemos.
-      Lo sie…siento – escucho como un susurro la voz de mi amor que vuelve apretar mi mano.
Antes de responder armo la respuesta en mi cabeza ¿Qué es lo que siente? Todo esto es mi culpa.
-      Soy yo la que lo siente – respondo – estas aquí por mí y no debería ser así. Perdóname.
Mis ojos en ningún momento han dejado de estar húmedos y lo seguirán estando mientras las lágrimas vuelven a salir. Por más que no pueda verla giro mi rostro para su lado y levanto mi brazo para acariciar su rostro en esta oscuridad que nos rodea, quiero sentirla una vez más antes de cerrar mis ojos para siempre y ella lo suyo, espero que no que aguante un poco y si es posible ocurra algún milagro donde puedan rescatarla y pueda seguir viviendo y siendo como es.
Ella pasa su brazo por su cintura y me acerca a su cuerpo, con todo lo que estamos pasando al estar así con ella hace que mi cuerpo se relaje pero mi mente sigue trabajando. Una vez más hago un esfuerzo y me muevo y beso sus labios. Están heridos pero siguen siendo suaves y siguen provocando lo mismo en mi cuerpo esa sensación de cuando alguien te acaricia suavemente con una pluma, no como muchas dicen de la mariposa en el estómago.
-      Quédate así – dice apoyándome en su pecho.
Sigue sosteniéndome de la cintura y también la abrazo y me quedo así tratando de no respirar para que el aire dure más. Pero poco a poco ya no entra en mis pulmones y comienzo a marearme, abro mi boca para intentar respirar pero solo es en vano, la oscuridad comienza hacerse más grande y sé que esta vez no saldré de esta, con la poca fuerza que me queda me apretó más al cuerpo de ella y estando en la oscuridad tenia abiertos mis ojos, los cierro lentamente y en mi mente solo me focalizo en su rostro y su sonrisa.
La oscuridad se cierne sobre mí y sonrió en la que puede ser mi último respiro, porque la muerte no me ha podido separar de sus brazos.

Despierto en la cama e intento levantarme pero un peso me lo impide, miro sobre mi pecho y veo un cabello pelirrojo y un brazo que pasa por mi cuerpo. Me dejo caer otra vez en la almohada y es cuando noto que tengo los ojos húmedos. Es que recordar como morimos y que sea tan real hace que duela y el miedo entra en mi cuerpo, por más que todo ha terminado. Solo pueda suspirar que esta vez las cosas han sido diferentes, aunque en mi mente sigue rondando lo que él dijo que no condenamos por estar juntas ¿Por qué? ¿Porque el haría eso?
                                                 ****
Es difícil dormir en la cama donde compartí tantos momentos con la mujer que amo y que esta próxima hacer mi ex mujer.  Las sabanas a un tiene su olor mezclado con el mío, y solo hacen que me duela más.
Me he despertado temprano, y he ido a ver a mis niñas y siguen durmiendo, es la primera vez que duermen de tirón, seguramente porque saben que están por fin en casa. Si no como antes pero lo están.
Me levanto aun sin ganas y me doy un baño, una vez que estoy lista bajo a preparar el desayuno antes de que despierten mi pequeña.
En la cocina me encuentro con que ya hay café hecho, pero soy la única que esta despierta, me sirvo una taza y me siento a pensar en todo lo que hemos pasado y en lo que va a pasar, como en tampoco tiempo pudo cambiar tanto mi vida y la de las personas que me rodean, es increíble, y por supuesto hay cosas y decisiones que las cambiaria y otras es más que obvio que no, como el ser madre, no lo cambio por nada.
El ruido de personas entrando a la cocina hace que me sobresalte y son Manu y Rosa entra y se sientan, tienen una cara de dormidas y bueno la marca en el cuello de Manu dice todo.
-      ¿Qué haces despierta tan temprano?  - pregunta.
-      No podía dormir más – esto lo que necesito decir porque sé que ellas me entienden.
-      Y ¿mis sobrinas? – cambia de tema Rosa y se lo agradezco.
-      Siguen durmiendo de tirón – contesto.
Solo hace un puchero, sonrió por su gesto porque quiere pasar ratos con ellas. Sera buena madre cuando decidan tener hijos, las niñas hasta antes del accidente la adoraban, y luego estando internada estábamos todo el tiempo Luz y yo con ellas, al menos cuando ella no andaba tratando de salvar el mundo, es por eso que las chicas estaban poco con Ana y Lucero, dejaban que estuviéramos nosotras solamente.
En eso escucho el llanto de mis pequeñas y les dejo a las chicas con su desayuno y que preparen el de sus sobrinas. Llego donde ellas y sonrió al ver a Ana sentadita viendo a su hermana y sonriéndole.  Las baño a las dos y les pongo una camisetita, gorro y un pantalón de gimnasia abrigado.  No hace mucho frio pero los doctores nos han recomendado que no la tengamos tan desabrigadas por un tiempo, es posible que siendo grande tengan problemas en sus huesos por el frío.
Bajamos las tres, algo difícil ha sido bajar las escaleras con ellas abrazándome y agarrándome el cabello, creo que comienzan a pelear por atención de mama.
Una vez que terminamos salimos al patio en el solcito para que jueguen y que ella comiencen a gatear y a caminar si es posible. Al salir me encuentro con Luz que está en una manta en el sol mirando a la nada, cuando le señalo a Lucero su mama estira los brazos por ir con ella y grita. Logra la atención de ella que sonríe y se acerca a tomarla en sus brazos.
-      ¿te han dado mucho reniego? – pregunta una vez estamos en la manta.
-      El único problema hasta ahora, es que pelean por la atención que le brindamos a cada una, o bueno hace un rato lo estuvieron haciendo por llamar mi atención.
-      Habrá que enseñarles a no pelear – responde mientras vemos a nuestras hijas jugar – no quiero que pasen lo de Damián conmigo.
Estoy de acuerdo con ella y lo hablamos un rato más, ella mira a las niñas y habla conmigo pero su pensamiento está en otra parte. En eso vemos como Coco se acerca corriendo hacia nosotras y las niñas al verlo gritan de emoción.
-      Hey Coco – lo llamo y agarro antes de que llegue a ella – baja la emoción y no la lambas tanto que tienen las defensas baja.
El solo mueve la cola contento, no creo que entienda mucho pero al menos lo intento, no quiero que la llene de gérmenes y no porque sea delicada sino por lo que han pasado y no quiero que vuelvan a caer internada.
Ellas lo abrazan, tira de la oreja y cola, pero se deja contento, bueno todavía es un perro cachorro así que es juguetón.
-      ¿en qué piensas? Si puedo saber
-      En todo y nada  - responde – en que esta casa me trae tantos recuerdos y no puedo con ellos, en las cosas que tenemos que hacer.
-      Entiendo pero es algo que tenemos que hacerlo – contesto – antes de empezar con eso. Necesito ir a ver a Gabriel. Poder despedirme como lo hiciste tú.
Asiente en silencio sin mirarme y con la vista en las niñas pero no están en ellas. Si para mi está siendo difícil, es obvio que para ella también y sé que acompañarme el lugar donde se encuentra el cuerpo de nuestro pequeño lo es aún más. Ella tenía una conexión especial con él, no es que con las niñas no las tenga pero con él era diferente.
El silencio se hace presente entre nosotras dos, solo llegan a nuestros oídos las risas de las peque y ladridos del perro que corre alrededor de ellas como de nosotras.  Ambas nos quedamos observándolas. Después de lo que hemos pasado, verlas gatear y hacer el intento por caminar como también hablar, la sensación es inexplicable, es un nuevo aire que llega a tu vida, si para hacerlo mejor, aunque no sea lo mismo.

Al caer la tarde, ella cumple su palabra y todas vamos al lugar donde descansan mi niño. Soy un ángel y sé dónde van las almas inocentes como él y no debería estar aquí pero necesito desahogarme, saber que el cuerpito que tuve entre mis brazos esta en un buen lugar, que también puedo venir aquí cuando me ataque la tristeza y dolor, o simplemente estar.
Dani, Manu, Rosa y Ari se quedan con las niñas no muy lejos de nosotras que poco a poco nos acercamos al lugar, hay una estatua grande de un pequeño ángel que parece estar elevando sus alas mientras mira al cielo y lleva escrito su nombre, cerca de su lápida crece un árbol que le da sombra.
Me agarro de su brazo mientras me tiemblan las piernas y siento el sabor salado de las lágrimas en mis labios.  También siento la tensión en el brazo de Luz del que estoy agarrada, no tengo que observarla para saber cómo se encuentra, sé que quiere hacerse la fuerte por mí, pero no es necesario, aunque se lo agradezco, que intente dejar su dolor para ser mi apoyo en este momento.
“mi pequeño perdón, perdón por no haber podido salvarte, de no haberte protegido como a tus hermanas. Te extraño todos los días desde tu partida, no hay momento en que no recuerde nuestros momentos juntos y los ojos se me llenan de lágrimas y el corazón y el alma se me hacen más chiquito, sé que tu mami y yo hacemos mal al no dejarte ir, pero no nos culpes, te amamos demasiado y nos haces mucha falta.  Me falta tu sonrisa que aceleraba mi corazón y alegraba mis días, la intensidad de tu mirada que atravesaba mi alma, tus pequeños abrazos que me llenaban de calor. Me faltas tú… Pero a pesar de todo sigo adelante, mejor dicho seguimos adelante con tu mami, por tus hermanas que se han recuperado y deberías verlas, bueno seguramente las ves, tu deberías estar así de grande como ellas y aquí, y al verlas a ellas y ver que tú no estás se me forma el nudo en la garganta y suspiro para llevar oxígeno a los recuerdos más profundos de nosotros.
Donde quieras que estés, siempre guía los pasos de tus hermanas para transitar esta vida.
Te amo por siempre mi angelito”
La vuelta a casa ha sido triste y doloroso, es difícil despedirte de tu hijo sabiendo que tienes que dejarlo ir y que es algo que resulta imposible.
Que la vida nunca será la misma sin una parte de ti.
                                                   ****
La mirada de Luz se encuentra perdida luego de haber acompañado a Luna. Las chicas y yo nos quedamos lejos de ellas con las niñas dándole su espacio para que ambas pudieran dejar salir su dolor y apoyarse mutuamente.
Nosotras solo podemos llegar a tratar de entender su dolor, porque solo ellas saben lo que se siente perder a un hijo, porque ellas comparten el mismo dolor y lamentablemente es un dolor que lo compartirán toda la vida. Obvio que con las chicas sentimos dolor con la perdida de Gabriel y vuelvo a decirlo no se compara con de ellas y no puedo imaginarme.
La vuelta a casa viene siendo silenciosa, Rosa es la que maneja mientras Luz va mirando por la ventanilla y Luna alimenta a Lucy. Ana que se encuentra en mis brazos se estira para que la tome Luz, la pequeña parece darse cuenta que su mami esta triste y al estar en sus brazos apoya su carita a la de su madre y le sonríe, Este gesto hace que Luz sonría y su mirada triste se ilumine. Con las chicas sonreímos también porque no nos gusta verla a ninguna de las dos de esta manera.
Cuando llegamos a casa las niñas están dormidas asi que son acostadas y Luz nuevamente vuelve a su estado melancólico.  La abrazo y acaricio su pelo mientras ella se aferra a mi cintura, el tiempo pasa lento hasta que mi mirada se encuentra con su ojos azules, y el tiempo esta vez se detiene, solo puedo sentir como se mueve y acerca más hasta sentir su boca y la mía unidas. El beso que comienza siendo suave poco a poco se vuelve más apasionado y más cuando abro un poco mi boca e introduce su lengua, es allí cuando mi excitación explota y no sé si seguir o parar. No quiero que después de me deje así.
Poco a poco comienza a recostar su cuerpo sobre el mío y siento una de sus manos aun en mi cintura mientras la aprieta un poco, llevo mis manos a su espalda baja y la pego más a mí, su boca en mi cuello dejando suaves besos así como también pasa su lengua hacen que mi excitación crezca mucho más. Dios me está volviendo loca, sus manos acariciando mi pecho y abdomen por sobre mi ropa, puedo sentir como a pesar de eso la piel se me eriza.
Aunque no quiera comienzo a detener el beso, necesito saber que pasa, no quiero que nuevamente me deje así y necesite un baño frio. Me separo de ella apenas unos centímetros siento su aliento que se mezcla con el mío, en silencio nos observamos unos segundos que parecen horas, jamás me voy a cansar de mirar sus ojos que expresan tanto.
-      Te necesito – expresa en voz alta lo que me dicen sus dos zafiros.
Solo quedo mirándola sin responderle porque no hace falta que lo haga con mi voz cuando mis labios vuelven a unirse a los de ella.  Entre besos coloca su cuerpo entre mis piernas y puedo sentir su calor como sé que ella siente el mío, mis manos se meten bajo su franela y acaricio su espalda, con la yema de mis dedos noto como su piel se eriza por donde pasan mis manos.
Sus manos tampoco se quedan quietas, levanta mi camiseta y me la saca, quedo expuesta ante ella, una vez nuestras miradas vuelven a encontrarse y me pierdo en sus ojos azules, mi felicidad mi amor se encuentra frente a mí haciendo temblar mi cuerpo con sus caricias.
Ella significa tanto para mí, simboliza la familia y los amigos encontrados en el camino así como mi heroína por haberme rescatado del infierno, es mi luz en la oscuridad y mí calma en medio de tormentas.  Luzbel es como el secreto oculto para los humanos de que existe el cielo y el infierno y conviven con ángeles y demonios, ella esta oculta detrás de su belleza para los ojos de las personas equivocadas quienes no pueden ver más allá de una fachada, que si es su belleza indescriptible que sencillamente no puede ser comparada con nada ni siquiera una canción puede describir el brillo de sus ojos.
-      Te amo – susurro mientras mis manos acarician su cabello y vuelvo acerca su boca una vez más.
-      Gracias – murmura  antes de que nuestros labios se unan – te amo.
Sé que no me agradece por amarla, sino por simplemente estar en tu vida con todo lo que hemos pasado para por fin estar juntas.
El mundo se reduce solo a nosotras dos, perdidas en una dimensión donde solo existimos nosotras, el poco espacio que separan nuestros labios se atraen como dos imanes para unirse en un gesto de amor pleno, sin ataduras ni condiciones.
El aliento se pierde en un beso cálido como el sol en una mañana de invierno brillando en las alturas. Un beso delicado  y tan gentil como el fantasma de una caricia. Cada movimiento de nuestros labios parece acompañar el compás de una melodía desencadenada.
El tiempo desaparece entre besos y caricias que nos dejan como venimos a este mundo, cada segundo es un respiro compartido, es una exhalación entre cortada hasta que nada más existe. Sus besos recorren mi cuello mientras mis manos se aferran a su espalda y nuestras caderas comienzo un lento vaivén para apaciguar el fuego que nos consume o avivarlo más hasta quemarnos completamente.
No es un beso o una caricia descrito en una novela donde hay fuegos artificiales que explotan cada vez que nuestros labios se unen o mariposas que revolotean en nuestros estómagos cada vez que sus manos o las mías ganas terreno en el cuerpo de la otra. No hay campanas sonando en la lejanía en el recuento de una boda, no existe nada de eso que describen las novelas, es tan distinto o sencillo que simplemente es un segundo robado al tiempo, un espacio para que el mundo deje de girar, regalándonos una eternidad donde solo existen Luz y Ari.
Todo lo que importa son nuestros cuerpos buscando un poco más de contacto, estar más cerca incluso cuando ya no hay espacio entre nosotras.  Es el momento donde una se mantiene unida más allá de lo físico hasta que nuestros corazones latan al mismo ritmo y nuestras mentes parezcan conectadas aunque nuestros cuerpos se encuentren separados.
-      Ay – gimo suavemente al sentir dos de sus dedos invadir mi vagina hasta recién virgen.
-      ¿estás bien? – pregunta con la voz entrecortada mirándome a los ojos unos segundos antes de llenar mi rostro de besos.
Asiento y mis manos siguen acariciando su espalda donde he dejado marca de mis uñas en su piel.  Comienza a moverse lentamente al mismo tiempo que su boca baja por mi cuello y se pierde en mis pechos.  El sudor baña nuestros cuerpos mientras empiezo hacer consumada por su fuego.
Una vez más nuestras boca se encuentras y llevo mis manos a su intimidad y la penetro lentamente disfrutando la sensación de estar en su interior y de sus gemidos en mi oído, mientras nuestros cuerpos se mueven lentamente como en una danza, si la danza de nuestro amor.
El beso que compartimos en el paraíso es seguido por otro hasta que el aire se desvanece de nuestros pulmones, es una amenaza e asfixiarnos pero a ninguna nos importa, solo queremos apagar el fuego que nos rodea.
Finalmente rompo el beso y arqueo mi cuerpo aun con ella dentro, teniendo mi orgasmo, busco que el aire entre en mis pulmones y garganta que arden, Luz sigue moviéndose sobre mis dedos y unos segundos después sus paredes vaginales aprietan mis dedos y sus dientes clavándose en mis hombros dejándose llevar por el orgasmo.
Mi mano va a su cabello rubio húmedo y lo corro de su rostro, observo sus mejillas rosadas debido al momento compartido y la cálida sensación llenándonos por completo, incluso hay un aire embriagador a nuestro alrededor que nos sume en un estado de plenitud y ternura absoluta.
Lamentablemente el tiempo ha seguido su curso, por lo que el hacer el amor con Luz pareciera que han sido minutos pero no son horas, podemos darnos cuenta a través de la ventana  las estrellas del cielo que se han movido.
Luz reposa su frente sobre la mía, mientras nuestras miradas siguen enganchadas en una conversación silenciosa, es un encuentro de dos angeles que han pasado tanto y que ahora intercambiamos pensamientos con solo una mirada. Puedo sentir como su corazón y el mío late al mismo ritmo, como su sangre fluye por sus venas y la sensación de su piel al sentir mis caricias.  Si ninguna de las dos supiéramos que somos angeles, ella me parecería la representación divina igual, el retrato de un ángel de cabellos dorados, una estatua esculpida por un hombre apasionado por el arte que en su último suspiro grabo en un mármol su fantasía hasta darle forma de mujer, una mujer solo existente en sueños.  Que tengo la fortuna de tenerla en mis brazos y no como sueño.
No queda más por decir cuando me encuentro o puedo decir nos encontramos en este punto de felicidad absoluta. De paz inquebrantable y unión con cada diminuta  partícula del universo.
Luz ríe y solo puedo imitarla porque la vida finalmente nos sonríe y todo parece estar en el lugar indicado.  No existe otro lugar en el que desee estar.
                                                    ****
-      Te amo, Luz.
No puedo describir el efecto de esas palabras, no es la primera vez que las escucho, pero mi cuerpo reacciona de la misma forma. Estoy acostada con ella en mis brazos, menos mal. Porque mis rodillas se hacen débiles mientras mi piel se eriza completamente, mis oídos se llena con el feroz latido de mi corazón desbocado y un segundo después mi respiración llena el infinito del universo.
Nunca creí que dos palabras sean capaces de expresar todo lo que se siente, sin embargo no hay otra manera de decirlo, por más que lo he intentado. Dos palabras son suficientes para expresar el torrente de emociones que ella me hace sentir.
-      Te amo – contesto con absoluta sinceridad y emoción.
Quizás no hay necesidad de darle voz a esas palabras, pero siempre es bueno escucharlas porque es como encender una vela en la oscuridad. Es una pequeña Luz que inunda nuestros seres de calidez. Porque son dos palaras son suficientes para encender una llama ardiente capaz de quebrar la oscuridad y dejarle paso al Sol.
El tiempo es relativo para ambas, incluso cuando la noche lentamente avanza con paso seguro. Es que el tiempo resulta solo una percepción cuando se eliminan los números o se hace caso omiso a los relojes a los que la humanidad se ha hecho adicto en un intento de aprovechar más cada instante.
Porque la vida no debería medirse siquiera en días o años sino en esos momentos realmente vividos.  En experiencias capaces de cambiar a una persona sin que el cambio pueda dar marcha atrás. Medir esos momentos inolvidables desde niños, añorar ciertos recuerdos como el de un padre o madre que conversa la primera palabra de su hijo.  Momentos de alegrías, de risas que permanecen cuando ya nada queda.  Una navidad brillante que permanece en la memoria cuando los juguetes se han perdido  debajo de las camas o en un sótano viejo. El cumpleaños solitario cuando se han perdidos los amigos por seguir el sueño propio. El funeral de los padres que se han ido para dejar a los hijos solo para que sigan sus propios caminos en la vida o los pasos de los progenitores.
Un día los recuerdos permanecerán como experiencias, con el regreso de navidades donde los regalos vuelven estar debajo del mismo árbol mientras la esperanza renace con la magia de una época compartida por todos.  Entonces un día se encontraran nuevos amigos en los lugares menos esperados, esos amigos que nos motivaran a luchar por nuestros sueños aunque parezcan imposible. Porque todo es imposible hasta que alguien lo consigue, pero nadie se atreve si no cree que sea posible.
Sera ahí cuando nos demos cuenta de que las personas que dejamos atrás quizás no eran amigos sinceros sino personas atándonos a un mundo al que no pertenecíamos, personas capaces de llamarnos locos cara a cara por no compartir el mismo ideal, por no conformarnos con la misma rutina día a día, y por querer abandonar la mediocridad.
Entonces un día el dolor de la perdida será reemplazado con la alegría de esos momentos compartidos. Se llenara el vacío con amor hacia esos seres que se ganaron un espacio en el corazón incluso cuando ya no están. Siempre se dice que debemos dejar atrás a las personas, pero nadie ha dicho nada acerca de olvidarlas. Creo que está bien dejar el dolor que un nombre, un rostro o una imagen producen en nuestro ser, pero al final nada es capaz de borrar esos gratos momentos compartidos. Y si está bien aferrarse a esos momentos de risas, de alegrías, de sinceridad y unión sin olvidarse del presente.
Por eso el tiempo para Ari y para mí se mide de formas distintas dependiendo de las circunstancia. Tengo la suerte de no haber tenido amigas que no me motivaran a seguir mis sueños o dejaran de lado al enterarse que soy un ángel, si quizás las chicas en su momento cuando paso lo de Luna no me apoyaron, pero me han pedido disculpas por ello y en todo este tiempo me han estado apoyando en mis momentos importantes como cuando me case con Luna, nacieron mis peques e incluso en el peor día de mi vida que ha sido perder a mi hijo y madre y mientras las pechas luchaban con su vida e incluso siguen aquí con nosotras cuando sabe que somos dos angeles y bien podrían haberlo no hecho.
Por eso las dos opinamos y sabemos que hemos esperado una eternidad para estar juntas. Si me preguntan si alguna vez imagine un momento como este, donde pudiéramos amarnos libremente, respondería que nunca.  ¿Porque? Porque fueron tantas veces y en otras vidas que la oscuridad nos acecho y no nos dejó amarnos.
Pero mis sueños siempre estuvieron plagadas de imágenes similares a las de ella con respecto al amor, porque al final de cuenta lo importante no es el lugar donde se ame, tampoco importa a quien se ame, sea hombre o mujer, menor o mayor. Sino compartir el mismo amor como lo hacemos Ari y yo. Si me preguntan por cuanto tiempo quiero permanecer a su lado, mi respuesta es sencilla, para siempre. Aunque si ya hemos estado juntas por una eternidad y otra luchando por volver a estarlo, y sé que volvería a luchar por estar con ella.

El tiempo deja de importar cuando nuestros cuerpos se encuentran en las más dulces caricias. El mundo se pierde tras un velo que nos oculta, mientras nuestros rostros se acercan para robarse un beso. Una corriente eléctrica recorre nuestros cuerpos en menos de un segundo hasta hacernos vibrar con la intensidad de un mismo sentimiento.  El pasado donde los demonios nos atacaban y matan queda atrás, en el pasado, para darle una nueva vida a este amor.
Sus manos recorren mis brazos y bajan por el valle de mi pecho hasta mi abdomen donde pasa sus uñas y vuelve a subir hasta mi cuello, sus labios bajando por mi mentón rumbo a mi cuello encienden la piel que va besando, hasta que llega a mis pechos,  uno de ellos se lleva a su boca mientras al otro lo estimula con su mano, pasa la lengua lentamente por el pezón y hace algunos movimientos circulares arrancándome varios gemidos entrecortados, estoy ardiendo por ella. Llevo una de mis manos a su cabello mientras con la otra acaricio su espalda, introduce por completo uno de mis pezones en su boca succionándolo con deseo y pasión, eso es un delirio para mí que no puedo aguantar más y llevo mi boca a su hombro y muerdo suavemente su piel haciéndola gemir, mi mano va a sus pechos y juego con ellos hasta ponerlos duros, me siento en la cama haciendo que se siente sobre mi cuerpo. Mi boca baja por su cuello dejando besos húmedos y mordidos hasta llegar a sus pechos, donde alterno succiones con pequeñas mordidas, puedo sentir la humedad y el calor de su cuerpo, así como sus gemidos que me vuelven más loca.
Nuestras bocas vuelven  encontrarse en un beso apasionado donde nuestras lenguas luchan por dominar, llevo mi mano a su intimidad que recorro con mis dedos, estimulo su clítoris hinchándolo un poco más.
Lentamente mis dedos penetran su lubricada vagina llegando a lo más profundo posible y sintiendo como muerde mis labios hasta hacerlo sangrar.  Me aguanto el dolor, que es aliviado un poco al sentir su lengua pasar por la herida, comienzo un lento mete y saca sintiendo como se moja mucho más y aumenta el ritmo de sus caderas y mi penetración. Las gotas de sudor mojan mi frente, vientre y espalda, ademas de la humedad entre mis piernas, y ella también tiene su cabello y cuerpo mojado por el sudor. Sus brazos se aferran a mi espalda a medida que aumentamos el ritmo de la penetración, paso mi lengua por su cuello probando el sabor salado de su piel.
-      Dios, mi amor… - escucho la voz entrecortada de Ari – no creo aguantar más.
Y si puedo notar que ya está por venirse porque con cada penetración mis dedos son apretados un poco más por paredes vaginales asi como la humedad que sale de ella. Unos minutos después ella alcanza su orgasmo.
Vuelvo acostarme y ella deja caer su cuerpo sobre el mío, acaricio su espalda y cabellos mientras ella deja besos en mi hombro. Luego de descansar un rato ella levanta su cabeza y me encuentro con sus ojos grises y una sonrisa traviesa.
-      Ahora me toca a mí – escucho antes de volver a sentir sus besos.
Cierro los ojos y me dejo llevar por todo lo que produce en mi cuerpo y si también porque estoy ardiendo y necesito atención. Besa la curva entre mis senos antes de bajar con su lengua a mis pezones que ya están duros pero con las caricias húmedas de su lengua se ponen como piedra, mi intimidad está hirviendo por sentirla.
Al sentir como desciende con su boca solo puedo gemir de gusto, dejando suaves besos en mi vientre hasta llegar a mi vagina y depositar un beso allí como saludo.
-      Mi amor – digo entre gemidos.
Ari no responde está saboreando mi muslos, llevo mi mano a su cabello al sentir su respiración cerca mi labios vaginales, haciendo que mi excitación crezca.
Pronto siento su lengua curiosear sobre mi clítoris, se separa y nuestros ojos se encuentran unos minutos mientras escucho el bombeo de su corazón o quizás el mío, solo quedó atrapada en su sus ojos que eme expresan todo lo que siente, un instante después vuelvo a sentir su lengua en mi clítoris bajando entre mis labios vaginales recreándose en su trabajo, mis manos se aferran a su cabeza, la lengua de Ari entra profundamente dentro de mi sexo, provocando una abundancia de secreciones, por algunos gemidos de su parte sé que está disfrutándolo como yo. Ella sigue lamiendo mi sexo hasta que el orgasmo me llega, me dejo caer en la cama tratando de respirar pero Ari sigue lamiendo mi sexo, esta vez con más fuerza, luego de unos segundo me penetra con sus dedos pero su lengua sigue en mi clítoris, comienzo a moverme un poco más rápido al igual que ella sus dedos. Con su lengua sube por mi vientre y llega a mis pechos donde muerde mis pezones, puedo sentir como con movimiento de ambas me acerco al clímax, su boca se encuentra con la mía y pruebo mi sabor en sus labios.  Mis manos si pierde en su pelo mientras gimo en su oído con la tensión  del orgasmo tan cerca, me mantengo así por varios segundo hasta que aprisiono sus dedos en mi interior llego al orgasmo.
-      Mi amor…
Quedo sin aliento y con mi corazón golpeando violentamente en mi pecho, así como el suyo, saca sus dedos y se recuesta sobre mi cuerpo. La rodeo con mis brazos y le beso suavemente su cabello, poco a poco comienzo a recuperar el aliento.
No hablamos pero sus caricias en mi vientre así como el latido de su corazón, sintiéndonos feliz y satisfecha. Lo único que importa es estar así una en el brazo de la otra, plenas.
-      Aún recuerdo la primera vez que te vi – Dice Ari dejando un dulce beso mis labios – en el internado – chocamos y al ayudarme con mis cosas me encontré con tus ojos.
Arqueo una ceja porque la verdad es que después de que su fuera aquella vez en mi cumpleaños, jamás imagine volver a verla, pero el mundo da muchas vueltas y en uno de esos giros inesperados nos hizo volver a encontrar al igual que aquella vez que fui a mi casa o cuando Uriel fue a buscarla para traerla aquí, y gracias a esos giros de la vida hoy estamos juntas.
Sé que ella al igual que yo creía que no íbamos a estar juntas y más con los huestes acechándonos para que no estemos juntas y ahora lo estamos empezando nuestra vida juntas, y asi sucede por momentos cuando no se cree que algo pueda lograrse hasta que te enfrentas a ellos, ambas luchamos por que nuestra historia de tantas veces no se volviera a repetir, por ser felices juntas, y muchas veces luchando con los huestes, sabiendo todo lo que incluso mi propio hermano hacía para destruirme, pensé en que lo nuestro sería imposible y pensé darme por vencida por que veía lo nuestro, nuestra felicidad algo lejano, que no podía pasar,  que debería seguir con mi vida lejos de ella. Todo era Imposible.
Todo es imposible hasta que alguien lo consigue. Y ahora el tenerla en mis brazos, solo puedo dejo escapar una lágrima, una lagrima de felicidad esa que la veía tan lejana.  Puedo ver su rostro a través de la luz que entra por la ventana y me sonríe mientras acercamos nuestros rostros hasta unir los labios en un beso casto y dulce.
Lo que ella está sintiendo puedo sentirlo yo nuevamente con en aquella vida cuando hicimos el amor y es como si despertáramos una conexión entre nosotras, y sé que Ari puede sentir mi felicidad.
El sueño nos vence pero me duermo con una sonrisa porque si  la tengo entre mis brazos a mi mujer, mi corazón late de felicidad y mi alma toco el cielo que es ella.
¿Qué es la felicidad?  Para ser feliz no se necesita de alguien o de una relación, basta con amarnos nosotros mismos o aprender amarnos asi mismos, de aceptar nuestros defectos y aprender, luchar y esforzarnos cada día para ser mejores. Necesitamos creer en nuestras virtudes y ponerlas en prácticas todos los días. Entonces podremos ser felices sin que nos importe lo que diga el resto del mundo, porque cuando eres feliz y estas seguro de ti mismo las opiniones de los demás no importan. La vida es un camino largo y extenso, que puede disfrutarse siempre, y siendo sincera se disfruta mucho más cuando tienes con quien compartirla.  Alguien con quien compartir Cada experiencia, triunfo, fracaso, alegría, dolor, amor, amistad. Cuando tienes alguien que te hace fuerte, que te da valor para enfrentar tus miedos y te ayuda crecer día a día. Y si para ellos tengo mis amigas, mis hijas que aunque son pequeñas cada día me enseñan a descubrir algo nuevo, pero ellas crecerán y encontraran alguien con quien compartir su camino así como lo hacen mis amigas y yo por suerte tengo al amor de mi vida para hacerlo.
Por eso dormida el pego más a mi cuerpo porque sabemos que el paraíso no es el cielo como dicen mucho, sino la vida misma, aunque para mí personalmente el paraíso lo es ella, por lo que compartimos con miradas y sonrisas. Porque la vida se trata de mantenernos firmes en nuestras creencias equivocadas para algunos o no, de encontrar las razones indicadas para seguir adelante cuando ya no hay nada, pensé en darme por vencida pero sino lo hacía hoy no estaría con ella. Porque la familia siempre sacrifica todo, porque la esperanza se fortalece con la voluntad, y la voluntad se mantiene si existe la esperanza de cambiar para bien. Porque no hay tormenta que dure para siempre, porque no se trata de si vives por siempre ni de esperar el momento indicado sino de tomar cualquier momento y hacerlo el indicado para cambiar el futuro. De tomar cada decisión como la más importante de nuestras vidas, por algo son decisiones porque de una forma u otra marcan tu vida.
Porque asi al final cuando los años pasen y cubran nuestro cabello de blanco y rostros con arrugas, podamos voltear al pasado sin arrepentirnos de nada, porque cada día, cada acción y reacción ha valido la pena.
Por eso mismo aun ensueños puedo escuchar sus palabras de amor y el latido de nuestros corazones al mismo ritmo, ella se aferra más a mí y yo la abrazo más fuerte.
Porque la felicidad, mi felicidad esta entre mis brazos.


Nota de la autora:    Carmen: espero que este capítulo te complazca y si sé que al tardar en escribir se pierde un poco el hilo y en verdad lo lamento. Gracias por seguir la historia.
Gladis: Pues gracias, en verdad trato de en cada capítulo y más en esta historia de un amor que ha luchado tanto por estar juntas como el de Amor Inmortal de que se resalte el amor, la ternura la amistad, comprensión, etc. Es mas no pondría nada acción y odio porque creo que para eso ya está la vida y uno en una historia (al menos yo) trato de salir de la realidad de lo que veo que pasa cada día pero bueno también trato de ponerle algo de realismo. Luna será feliz es un personaje en el que de verdad le tome cariño al crearlo, al igual que el de todos, pero el de ella más. Gracias por seguir con la historia.
Yuriko: Gracias por seguir la historia desde un principio y de que te gusta, cada día que escribo un nuevo capítulo o avance la historia trato de mejorar.
Perdón por no contestar antes  tu pregunta de si puedes publicar mi historia en tu página de Facebook. Sinceramente yo no tengo problemas en que la compartas y la des a conocer un poco más. Es más te agradezco que quieras hacerlo y el habérmelo consultado, porque muchas veces pasa que simplemente se lo publica y ya y eso se me hace una falta de respeto para la persona que escribe. Pero vuelvo a repetirte de que no tengo problemas en que compartas la historia. 

Como no llegare con el próximo capítulo para el finde, quiero desearle una feliz navidad. Es momento de alegría, felicidad, sinceridad y unión,  restablecer energía y seguir adelante. 
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3 comentarios:

  1. Hola Ve C, muy bonito el cap. Muchisimas Gracias x escribir la historia y compartirla de verdad, a esperar el final q parece q ya va llegando. Gracias y Feliz Navidad para ti y tu Familia ;) Carmen.

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  2. Hola como estas vec.me gustan tus historias gracias por escribir tan bonito.no exagero lo vivi con amor inmortal.nola deje por como se desarrolla la historia un amor mas alla. De la vida misma esta historia me gusta angeles es hermoso .dios me lleva a otro universo.por fis no dejes decescribir.lo haces divino .desearia que volvieras a escribir algo como amor inmortal .nonigual pero si el mismo tema.mecgusta gracias por tu tiempo.dios te bendiga.y feliz navidad...

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  3. V C- que capítulo mas emocionante este capítulo no enseña que el amar de verdad nos hace valientes antes todo y todos que quieren hacer daño nos demuestra que el amor sincero dura una eternidad aunque quieran destruirlo un capítulo donde esta la reconciliación con nuestro interior y con nuestros mas cercanos que a pesar del dolor hay tiempo para ser feliz y volver a vivir la vida que tienes una oportunidad mas para ser feliz y que el amor se siente con el alma y los sentidos que el amor nunca muere V C- yo no pierdo el hilo de tu historia recuerdo cada capítulo y no te preocupes por la demora cuando la historia es buena uno recuerda el ultimo capitulo leído V C - espero que este muy bien que haya pasado una excelente Navidad junto a su familia que ya todo este bien también espero y deseó de todo corazón que este nuevo año 2016 sea mucho mejor que este año que el 2016 se le cumplan sus sueños que nos traiga otra historia tan preciosa y emocionante como esta
    Quiero que su vida este llena de alegrías y se le cumplan sus sueños para usted y familia
    V C - Que tenga un Feliz 2016
    Son mis mas sinceros deseos desde Chile Gladys Urzúa

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