Esperamos tu historia corta o larga... Enviar a Latetafeliz@gmail.com Por falta de tiempo, no corrijo las historias, solo las público. NO ME HAGO CARGO DE LOS HORRORES DE ORTOGRAFÍA... JJ

El raro diseño de la luna - Laura T.D - 10

10


“¿Cómo te gustan las mujeres, Luna?”
Sara era la más entusiasmada, pensó Mar. Luna estaba en modo contemplativo, como el día anterior mientras caminaban de regreso a casa y ella misma no se sentía totalmente cómoda en aquella situación.
“Mis expectativas, después de una delimitación previa con Mar, incluyen el género femenino, por supuesto, juventud y una personalidad interesante”

“¿Rubias, morenas, pelirrojas? Estoy segura que te verías muy bien con cualquier tipo”
“Físicamente no tengo ningún requerimiento”
“Mujer profunda. Eso está bien, la superficialidad no trae nada bueno, aunque también debes admitir que el primer filtro lo aplican los ojos, la nariz, y si tienes suerte, la boca…”
“No entiendo”
“Lo que Sara quiere decir…”,intervino Mar, “… es que no solo se trata de que atraigas a alguien, sino que esa alguien te atraiga también y eso puede pasar porque consideres su fisionomía bonita, bajo los estándares de belleza con los que te sientas más cómoda, que te guste su aroma…”
“Que sepa bien… de acuerdo al uso de la boca propuesto por Sara”, completó Luna.
Sara soltó la carcajada. Mar se quería dar de topes en la mesa. Continuó.
“Esa es una especie de segunda etapa. Por lo pronto concéntrate en algo que te guste”. Mar pensó en voz alta para Luna. “Sé que eso de la belleza es un rollo muy difícil de aclarar, solo haz lo que te parezca conveniente. Puedes usar mis tendencias si te parece adecuado.”
“Es precisamente lo que me había propuesto”,contestó Luna en su mente.
Mar y Luna habían acordado, mientras se dirigían a la cita con Sara, que mantendrían contacto cerebral para evitar, en la medida de lo posible, levantar sospechas (más) en Sara.
“Aquella de allá. Es justo tu tipo”,dijo Sara refiriéndose a Mar. Mar y Luna siguieron la mirada de Sara.
“Claro que no. Parece una rockera a la que se le extravió el festival. Es Martes, son las 6 de la tarde, nadie se viste así”
“Me disculpo por disentir, pero Sara tiene una apreciación correcta. Esa mujer joven es realmente alguien a quien te dirigirías con intensiones románticas o de cópula”
Sara soltó la carcajada. Mar quería meter la cabeza en su bolso y teletransportarse a la seguridad de su cama.
“En verdad es maravilloso que dos personas puedan asegurar cosas sobre mi conducta con tal asertividad, pero no estamos aquí para discutir mis gustos, sino los de Luna”
“Tú también estás soltera”,puntualizó Sara.
“Pero esto va sobre Luna, no sobre mí. Punto. ¿Te gusta la rockera?”
“El tamaños de sus glúteos y senos encajan con mi preselección basándome en…”
¡Shhh! Chitó Mar mentalmente.
“Es decir, me parece una mujer atractiva, sí”
“Entonces ve y habla con ella”
“¿Debería ofrecerle mi número telefónico? Aunque más bien sería el tuyo…”
“No”,intervino Mar. “Osea, sí, pero primero conversa un poco con ella. Hablen de música, trae Led Zeppelin en la playera. Si no tiene idea del grupo y lleva una playera solo porque es bonita, le sonríes y regresas, esas no son personas interesantes”
“Gua. Tienes en verdad todo un sistema de filtros”,reconoció Sara.
Mar se encogió de hombros. Luna asintió y se dirigió hacia la desconocida.
“¿Y si ni siquiera es gay?”,preguntó Sara.
“Lo es. Tiene esa vibra rara”,y Mar volvió a agitar las manos alrededor de ella misma.    
“Si la reina sáfica lo dice, entonces es cierto”
“No soy una reina sáfica”
“Pues podrías serlo, definitivamente”
Mar se convenció de que Sara se estaba metiendo mucho en el papel de observadora. Eso o le estaba coqueteando, pero que no, que eso no era posible.
Las cervezas se calentaban mientras lanzaba miradas discretas por encima de su hombro para ver cómo procedía Luna. Aquello parecía ir bien, la chica rockera sonreía encantada con lo que fuera que Luna le decía. No era como que esperara un fracaso, Luna era bella, eso de entrada era una ventaja.
“¿Segura que estás dispuesta a compartir a la prima?”,soltó Sara. A Mar le pareció que se  había esforzado mucho en contener la pregunta. Sara arqueaba de cierta manera las cejas cuando intentaba disimular.
“Lo que la prima quiera”,dijo listilla, mientras levantaba su botella a la mitad para brindar con Sara.
“¿Y si tú eres lo que la prima quiere?”
“Sara, no sigas con eso. Entre Luna y yo no pasa nada”
“No fue eso lo que vi en tu oficina”
“Ya te dije que es rara, además, mírala, no se ve muy interesada en mí y sobretodo, mírame. Yo no estoy allá impidiendo que pruebe sus cinco sentidos.Estoy sentada contigo, intentando convencerte de que no me interesa”. Y… aquello quizá había sido más de lo necesario. Mar pudo ver cómo Sara regresaba a su botella, intentando pegar la etiqueta que la humedad desprendía.
“Sara, ¿de qué hablaron tú y Luna?”
“De nada en particular. De hecho creo que no hablamos hasta que llegaste a la mesa”
“Y entonces… ¿de qué hablaron?”
“Estabas ahí”
“Me distraje”
“Típico de ti, cariño”
Se sonrieron mutuamente y la atmósfera de la mesa volvió a tonarse ligera.
“Pues, me contó de su examor”
¿Examor? eso era nuevo, pensó Mar. Sara continuó.
“Me contó que había estado muy unida a otra persona, pero aquello no iba a resultar porque existía entre ellas mucha dependencia, o algo así entendí. Entonces ella decidió marcharse y entonces vino a vivir a casa de tus papás y resultó que eras una prima con muchos dones que podrían llevarla a conocer más personas”
“Ah… vaya”
“Y supongo que lo creí, ¿tú tienes otra versión?, pareces sorprendida”
“No. Eso es lo que pasó”
“Sabes que no me trago eso del todo, aunque haya algo de cierto.”
“¿Por qué te cuesta tanto creerlo?”, Mar tenía la sospecha de que Luna habría lanzado una tanda de control mental sobre Sara, pero no era así, aparentemente había mentido e inventado una historia. “Los aliens mienten” pensó y un escalofrío le recorrió la espalda.
Sara parecía estar sopesando la respuesta. Mar aprovechó para pedir otro par de cervezas y encender un cigarrillo.
“No es que  no les crea, ¿sabes?, yo solo no puedo asimilar que ella te necesite tanto, aparentemente y mucho menos que tú estés tan dispuesta a estar con ella. Vive en tu casa, la llevas de compras, a tu trabajo, de repente Luna está en todos lados y me parece que eso va a durar un tiempo y me asusta. Si solo te acostaras con ella o si la dejaras en casa, no sentiría que invade un espacio que es mío”
Un poco de ceniza cayó sobre el pantalón de Mar sin que se diera cuenta.
“Hablaste mucho”
“Hablé mucho”
Dijeron Sara y Mar al mismo tiempo.
Entonces Sara tenía miedo y celos, combinados, se convenció Mar. Sara era tan egocéntrica como para preocuparse por eso, por supuesto, pero por otro lado no era de las personas que reconocieran algo como aquello con tanta facilidad. ¿Luna en verdad era tan amenazante?
“Al final, la cabaretera de la obra regresa con su compañera, ¿no?”,aventuró Mar. “No tienes de qué preocuparte, eres mi mejor amiga y nada va a cambiar eso. Sé que las personas siempre dicen cosas así, en la televisión o en el cine o en alguna graduación y no lo cumplen, pero te lo digo en serio. Si tú supieras cuánto me importas, ni siquiera tendríamos esta conversación”
Mar quería lanzarse sobre la mesa y abrazar a Sara y besarla y luego llevarla a un lugar oscuro, que no, que solo abrazarla, pero ni aquello era posible, sobretodo porque Sara ahora parecía avergonzada y ya antes había visto esa misma cara, justo después de aquella noche en su casa. Se sintió herida. La euforia dio paso a un montón de pensamientos que incluían la reclusión a un convento. Decidió cortar el nuevo silencio.
“Tienes razón, yo también soy soltera, debería buscar algo para mí”
“Deberías, definitivamente.”
“¿Te molesta si te dejo sola?”           
“Claro que no, ve a hacer tu show de reina sáfica”
Y Sara se puso fresca. Y Mar no tuvo otra opción más que obligarse a ponerse de pie e ir hasta la barra, para fingir buscar una presa.
“¿Estás bien?”
La voz en su cabeza le provocó un respingo. Era Luna, ¿quién más?, claro.
“¿Escuchaste todo?”
“Tú me permitiste entrar en tu mente”
“Entiendo… dejé abierto el canal o algo así. Bien, sí, estoy bien. Pero, ¿podríamos ir a casa?”
Mar no recibió respuesta. Estuvo tentada a darse golpecitos en la cabeza, como para arreglar la psicotelecomunicación, o algo así, pero aquello se vería muy raro. “Luna. Luna. Luna, ¿estás ahí?”. La respuesta no vino de manera mental, Luna le hablo directamente, estaba junto a ella.
“Yo soy tu Luna. Vamos a casa.”
Mar se sintió agradecida. Tomó a Luna de la mano y se dirigieron a la mesa.
“¿Qué pasó con la rockera?”,preguntó Mar de camino.
“En realidad tenía conocimientos interesantes sobre la constitución del cuerpo femenino. Había consultado al respecto, pero escuchar hablar del fisting por alguien que afirma haberlo experimentado, fue excepcional”
“Bien… tenemos que trabajar en los temas de conversación”
Llegaron a la mesa. La cuenta estaba pagada y todas las sillas vacías. Sara se había retirado y por mucho que le sorprendió pensarlo, Mar se sentía aliviada.

------------------------------------------------------------------------------------------------------
La Teta Feliz Historias y Relatos ® Laura T.D - Derechos Reservados
© Todos los derechos reservados. Esta publicación no puede ser reproducida, ni en todo ni en parte, registrada o transmitida por un sistema de recuperación de información, en ninguna forma ni por ningún medio, sea mecánico, fotoquímico, electrónico, magnético, electroóptico, por fotocopia o cualquier otro, sin el permiso previo, por escrito, del autor.

No hay comentarios:

Publicar un comentario

LinkWithin

Related Posts Plugin for WordPress, Blogger...