Esperamos tu historia corta o larga... Enviar a Latetafeliz@gmail.com Por falta de tiempo, no corrijo las historias, solo las público. NO ME HAGO CARGO DE LOS HORRORES DE ORTOGRAFÍA... JJ

El raro diseño de la luna - Laura T.D - 6

6


La ventanilla del autobús le sonreía, pensaba Nora. Claro que lo que realmente estaba viendo era su propio reflejo. Era una expresión fingida, pero como su propio rostro también le parecía artificial, se sentía como si efectivamente alguien más sonriera. “Tendría que ser un fantasma porque se ve transparente”,pensaba.
Nora solía ser poco consciente de sí misma, por eso siempre a su alrededor habían personas procurando que se mantuviera bien. Tampoco era que ella se buscara niñeras, o algo por el estilo, pero tenía algo que atraía a personas como sus caseros y Mariana. Pensándolo bien, ella no los atraía, eran más bien accidentes, como si el destino interviniera en su favor.

Era un pensamiento engreído, pero afortunadamente los pensamientos son algo privado y además estaba profundamente agradecida por contar con más personas, además de su familia, que vigilaran su bienestar. Por eso se sentía egoísta cuando la sensación de vacío crecía dentro de ella, anhelando. A pesar de todo, Nora estaba insatisfecha  y fue eso lo que le permitió recordar aquello que había perdido. Quizá la insatisfacción era su principal característica, esa que sólo se admite para uno mismo. O quizá los seres humanos por naturaleza somos seres insatisfechos y ella era la persona más normal del mundo.
Nora apuraba su bebida cuando la vio pasar. Obviamente no estaba segura de que se tratara de ella, era más bien una especie de presentimiento inexplicable (y conveniente). No la notó de inmediato; tuvo que verla detenidamente un par de veces antes de atreverse a pensar que podría ser ella.
Era lunes por la tarde y no todas las personas a las que consultó estuvieron encantadas de ayudarle. Además, tampoco es que fuera muy confiable su modo de operar. Simplemente seleccionaba al azar a una transeúnte y le hacía la pregunta directa. La verdad es que con aquello no había obtenido ningún progreso, pero sí que le habían arrojado más de una mirada de susto. Derrotada, se había sentado en un puesto de jugos de la zona comercial, pidió algo de beber y mientras sorbía, aquella mujer en la acera de enfrente llamó su atención.
No lucía exactamente como la recordaba, por eso le costó un poco de tiempo extra reconocerla, pero ahí estaba el cosquilleoen las manos (las cosas importantes siempre las sentía en las manos). ¿Correría hasta ella? Y si lo hacía, ¿qué iba a decirle? “¿Que no puedo dejarla ir, que aunque sé que debía olvidarla, simplemente cierro los ojos y la veo?”,pensó. Nora no quería ser tan intensa. Con aquella mujer todo era vertiginoso y debía serlo así, de otra manera nunca podía servirle como lo hacía.
Ese era el otro problema. Si tan solo fuera una obsesión inocente, bien podría ser perdonada, pero en realidad se trataba de una obsesión interesada. Necesitaba recuperarla en su vida para que todos sus proyectos no se vinieran abajo. Tenía que ser sincera, sí, pero por otro lado no tenía que serlo en ese preciso momento. Pensó que si se trataba de ella, tendría que estar acompañada.
Y lo estaba.
Alguien acababa de darle alcance justo frente a una tienda de bisutería. La otra chica parecía totalmente ordinaria, claro que desde donde se encontraba no podía ver con más detalle. Como fuera, no era su asunto qué tan especial era su compañera, Nora necesitaba acercarse, hablarle y saber si ella también la recordaba.
Se apresuró a pagar su consumo, pero con todo y la prisa, las perdió. No podían estar lejos, apenas había tardado un par de minutos.
Nora no había sido realmente consciente de la cantidad de gente que se aglutinaba  alrededor, con todo y que apenas daba inicio la semana. Ahora, sin embargo y seguramente debido a su urgencia, los transeúntes parecían una marea incontenible e incómoda. Como si a propósito le impidieran alcanzar su objetivo.

Pero Nora logró mantenerse tranquila, la parte difícil estaba hecha (siempre y cuando se tratara de ella, pero que sí, que sí lo era, sin dudarlo). Lo demás se lo dejaba al destino, que como ya se dijo, hasta el momento siempre se había mostrado benévolo. 
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La Teta Feliz Historias y Relatos ® Laura T.D - Derechos Reservados
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2 comentarios:

  1. Tiene que ser luna esa mujer la que busca Nora

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  2. Quizá Nora es una especie de acosadora de extraños en la vía pública.... ya iremos viendo.

    :)

    Saludos, gracias por seguir la historia.

    Laura.

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