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La ventanilla del
autobús le sonreía, pensaba Nora. Claro que lo que realmente estaba viendo era
su propio reflejo. Era una expresión fingida, pero como su propio rostro
también le parecía artificial, se sentía como si efectivamente alguien más
sonriera. “Tendría que ser un fantasma porque se ve transparente”,pensaba.
Nora solía ser poco
consciente de sí misma, por eso siempre a su alrededor habían personas
procurando que se mantuviera bien. Tampoco era que ella se buscara niñeras, o
algo por el estilo, pero tenía algo que atraía a personas como sus caseros y
Mariana. Pensándolo bien, ella no los atraía, eran más bien accidentes, como si
el destino interviniera en su favor.
Era un pensamiento
engreído, pero afortunadamente los pensamientos son algo privado y además
estaba profundamente agradecida por contar con más personas, además de su
familia, que vigilaran su bienestar. Por eso se sentía egoísta cuando la
sensación de vacío crecía dentro de ella, anhelando. A pesar de todo, Nora
estaba insatisfecha y fue eso lo que le
permitió recordar aquello que había perdido. Quizá la insatisfacción era su
principal característica, esa que sólo se admite para uno mismo. O quizá los
seres humanos por naturaleza somos seres insatisfechos y ella era la persona
más normal del mundo.
Nora apuraba su bebida
cuando la vio pasar. Obviamente no estaba segura de que se tratara de ella, era
más bien una especie de presentimiento inexplicable (y conveniente). No la notó
de inmediato; tuvo que verla detenidamente un par de veces antes de atreverse a
pensar que podría ser ella.
Era lunes por la tarde
y no todas las personas a las que consultó estuvieron encantadas de ayudarle.
Además, tampoco es que fuera muy confiable su modo de operar. Simplemente seleccionaba
al azar a una transeúnte y le hacía la pregunta directa. La verdad es que con
aquello no había obtenido ningún progreso, pero sí que le habían arrojado más
de una mirada de susto. Derrotada, se había sentado en un puesto de jugos de la
zona comercial, pidió algo de beber y mientras sorbía, aquella mujer en la
acera de enfrente llamó su atención.
No lucía exactamente
como la recordaba, por eso le costó un poco de tiempo extra reconocerla, pero ahí
estaba el cosquilleoen las manos (las cosas importantes siempre las sentía en
las manos). ¿Correría hasta ella? Y si lo hacía, ¿qué iba a decirle? “¿Que no puedo
dejarla ir, que aunque sé que debía olvidarla, simplemente cierro los ojos y la
veo?”,pensó. Nora no quería ser tan intensa. Con aquella mujer todo era
vertiginoso y debía serlo así, de otra manera nunca podía servirle como lo
hacía.
Ese era el otro
problema. Si tan solo fuera una obsesión inocente, bien podría ser perdonada,
pero en realidad se trataba de una obsesión interesada. Necesitaba recuperarla
en su vida para que todos sus proyectos no se vinieran abajo. Tenía que ser
sincera, sí, pero por otro lado no tenía que serlo en ese preciso momento.
Pensó que si se trataba de ella, tendría que estar acompañada.
Y lo estaba.
Alguien acababa de
darle alcance justo frente a una tienda de bisutería. La otra chica parecía
totalmente ordinaria, claro que desde donde se encontraba no podía ver con más
detalle. Como fuera, no era su asunto qué tan especial era su compañera, Nora
necesitaba acercarse, hablarle y saber si ella también la recordaba.
Se apresuró a pagar su
consumo, pero con todo y la prisa, las perdió. No podían estar lejos, apenas
había tardado un par de minutos.
Nora no había sido
realmente consciente de la cantidad de gente que se aglutinaba alrededor, con todo y que apenas daba inicio
la semana. Ahora, sin embargo y seguramente debido a su urgencia, los
transeúntes parecían una marea incontenible e incómoda. Como si a propósito le
impidieran alcanzar su objetivo.
Pero Nora logró
mantenerse tranquila, la parte difícil estaba hecha (siempre y cuando se tratara
de ella, pero que sí, que sí lo era, sin dudarlo). Lo demás se lo dejaba al
destino, que como ya se dijo, hasta el momento siempre se había mostrado
benévolo.
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La Teta Feliz Historias y Relatos ® Laura T.D - Derechos Reservados
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autor.
Tiene que ser luna esa mujer la que busca Nora
ResponderEliminarQuizá Nora es una especie de acosadora de extraños en la vía pública.... ya iremos viendo.
ResponderEliminar:)
Saludos, gracias por seguir la historia.
Laura.