Será lo mejor? - Poot - 3

Capítulo 3

-         ¿Qué ocurre Ángela? ¿tienes algún problema? - decía mi jefe sentándose frente a mi escritorio.

-         un día pesado, solo eso - dije frustrada.

-         puedes contar conmigo - dijo sonriendo.

-         Dude ya que era mi jefe, pero él tenía fama de ser buen amigo de sus mismos trabajadores, me parecía una persona buena y accesible.

-         tengo problemas de pareja - le solté con pesar.

-         soy tu jefe y por lo tanto me preocupa tu desempeño en la empresa, te eh visto muy distraída últimamente, realmente te ves mal y preocupada, así que lo mínimo que  puedo hacer es darte un consejo, no sé cual sea tu problema ni nada de eso, y quizá sonare cochino pero… no hay nada que una buena noche no arregle, cómprate algo sexy y llega de improviso y veras que se arregla -

-         ¿de verdad? - dije dudando de él.

-         sí, mi esposa hace eso y créeme que funciona, inténtalo, y para que veas que no lo digo de broma ni nada, tomate el día libre, ve con tu pareja y cómprate algo lindo -

-         no lo sé - dije recordando lo distanciadas que estábamos.

-         confía en mí - dijo levantándose.

Sonríen y le di un beso en la mejilla por lo considerado que era, así que Salí corriendo de ahí. Pase por una sex-shop y me compre un body negro con medias atirantadas, todo en tela de encaje transparente, era muy lindo y costoso, seguro no se negara.

Mi horario era salir a las 10 p.m. pero gracias a mi jefe estoy a unas cuadras a las 4 p.m. salgo en mi coche y al llegar a casa veo las luces prendidas ósea que ya llego mariana. Veo la puerta y me entran los desánimos. Lo pienso unos segundos. No quiero entrar de saber que solo hay de dos: nos ignoramos o discutimos. Me cansa estar de esta forma pero 10 minutos después me tomo el valor de entrar, al llegar veo que mariana no está en su típico lugar, sentada en el sillón y con su celular en mano. Tomo un vaso de agua y no sé donde estará mariana, me dirijo a tomar una siesta, veo su celular en la mesa lo que se me hace un poco raro, pero me alegra ya que se que por lo menos no está con el móvil lo que me da una oportunidad. Voy a mi cuarto y al abrir la puerta me congelo.

El cuerpo se me paralizo, la sangre me fluye rápido y estoy que hecho humo ¿han tenido la sensación de que se sienten en el momento incorrecto y en la situación incorrecta?, ese momento cuando dices ¿y ahora?, ¿Qué hago? cuando ves lo que pasa pero por dentro rezas para que sea una puta broma pesada.

Me quería arrancar los ojos pero me era imposible moverme ¿Qué había en la habitación?, lo peor que desean que pase, lo que nunca quieren que pase.

Cuando tus amigos, tu familia o hasta algún desconocido te miente duele, pero cuando te miente tu pareja duele aun mas.

Las observo por unos segundos y no sé como eh pensado tantas cosas tan rápidamente.

Leslie se voltea y se tapa con las sabanas rápidamente, mariana por su parte se cubre también, ¿saben lo que es encontrar a tu amiga entre las piernas de tu novia?, nunca se sabe hasta que te ocurre.

-         mi amor - dice mariana sorprendida - ¿Qué haces aquí? - decía enrollándose entre la sábana blanca. Tarde uno segundos en responder, no me lo podía creer.

-         supongo que porque esta es mi casa - digo sorprendida y en parte enojada, me parece más una pesadilla. Las ignoro por completo dándome la vuelta para no seguir presenciando tal escena.

Respiro profundo y salgo de la que se suponía era mi habitación. Estaba en shock, como si un sonido me había dejado sorda, me sentía mareada, quería vomitar, quiero llorar, me sentía desorientada, perdida en esa pequeña casa que ahora parecía tan extraña y tan sucia.

Poco a poco siento como las lagrimas van saliendo dolorosamente de mis ojos. Vaya realmente duele, mi prima decía “las heridas internas duelen más que las externas”, yo decía “¿a qué putas se refiere?”, ahora veo lo que dice y veo qué razón tiene.

Nunca sabes lo que duele hasta que te pasa, te vives la vida diciendo “encontré a mi alma gemela, juntas hasta la muerte”, se hacen promesas de amor, pero creo que cuando haces esas estúpidas promesas de “te amare por siempre” no dices también “claro que no te aseguro que si sea por siempre” seria más fácil la vida así. o también dices “eso solo pasa en las novelas”  cuando el amigo se revuelca con la esposa y el esposo lo ven como el malo. En las películas todos dicen “si, que se escapen y vivan su amor” o la típica que hasta mi madre decía “si ella no ama a su esposo no tiene que estar con él, que bueno que ande con el otro, el otro es mejor, le pone más atención, su esposo no la merece” pero nadie sabe lo que es estar del otro lado, antes me emocionaban las historias donde el amor era prohibido, pero nadie sabe por lo que pasa la verdadera pareja, solo ven a la esposa y al amante, nunca piensan en “¿cómo se sentirá el esposo?” bien, pues estoy segura de que él se siente como la mierda al igual que yo.

 Todo es cierto, no hay el típico “vivieron felices por siempre” o el “eres una traicionera, te metiste con mi mejor amigo”, pensaba que eso era ficción pero por tonta me ah pasado las dos.

Veo el celular de mariana y lo desbloqueo para a cerciorarme de la situación aunque es más que obvio con lo que mire hace rato. Seré metiche por revisar su móvil pero me siento más estúpida que nunca. Soy estúpida, ¿Qué si soy entrometida? Después de todo ya no importa.

Miro su último mensaje con la puta de Leslie. Cosas como “te veo mañana” “estuviste excelente” “hoy no iré ¿qué tal si quedamos en tu casa?” “te necesito” me hacen darme cuenta que esto no es muy reciente.

Siento a mariana detrás mío, pero no me dice nada, dejo su celular y siento como su olor combinado con el de Leslie rompen mas mi corazón. Me limpio las lágrimas y respiro profundo.

-         mi amor, escúchame -

-         mi amor… - digo forzándome una sonrisa, ella sonríe ¿cree que estoy mejor? Vaya, que poco me conoce - mi amor, vete a la mierda - digo llorando de nuevo, me duele que me mire llorando pero no puedo evitarlo.

-         no te alteres, déjame que te explique -

-         ¿alterada?, ¿entonces como mierda se supone que debo de estar? - digo enfadada, tomo de nuevo su celular y lo desbloqueo - “hoy paso a tu casa más tarde” - digo leyendo uno de los mensajes de Leslie.

Mariana intenta arrebatarme el celular y yo me aparto, lo tomo con mi mano y lo aviento con toda la fuerza que me queda al piso. Pongo mis manos en mi cabeza ya que me está por reventar del dolor. Empiezo a sollozar con más fuerza diciéndome que todo está bien.

-         escucha, yo no siento nada por ella, es solo que… - dice mirándome - tu no estabas casi nunca en casa, y la soledad me empujo… y caí -

-         ¿mi culpa? - digo llorando, muerdo mi labio de que realmente me duele esto.

-         si, lo sé, pero tu tampoco estas pensando bien las cosas -

-         ¿pensar? - digo irónicamente - ¿yo no estoy pensando?, si claro, ¿ahora dime marianita?  - suspiro con fuerza ante su arrogancia y cruzo mis brazos - ¿te pusiste a pensar en si me lo dirías? ¿te pusiste a pensar en el mucho daño que me ocasionarías? ¿te pusiste a pensar en las consecuencias?, no me trates de tonta ¿sí?, aunque pensándolo bien, si soy una tonta, una estúpida, ¿o no?, bueno, al menos la cara de estúpida me la vieron tu y esa, y debo decir que me la vieron a la perfección -

-         perdóname, no lo pensé - dice y de su ojo corre una lagrima.

-         ya me di cuenta - me limpio las lagrimas, me duele más su cinismo - creo que a tus 25 años ya piensas a la perfección tus decisiones ¿no crees? - la miro retándola.

-         escucha, con ella fue solo sexo - dice así como si nada. Como si tener sexo con otra persona no te hace infiel.

-         no me lo repitas que de eso ya es bastante - la verdad me duele saber que compartieron eso juntas - pero no me tienes que dar explicaciones ya que nuestra relación no termino hoy, termino desde hace mucho, solo que no me di cuenta - dije llorando, me dolía bastante un engaño - ¿Cuál fue mi error? -

Dije antes de salir de casa y me detuve en el auto, ¿Qué hacia ahora?, me decidí por ir a casa de mi amigo ramón, encendí el auto y vi que mariana salió corriendo, la mire y estaba llorando, mantuvimos las miradas diciéndonos de todo, cuanto nos dolía esto. Acelere al ver que ella se estaba acercando al auto.

¿Qué debía hacer? ¿Qué era lo mejor?, fui a casa de ramón, no quería ver a nadie más, su novio, David  me acogió, le conté todo lo que había pasado. Me dijeron que debía descansar, que no valía la pena llorar. Al día siguiente me hundí en el alcohol como nunca, ellos decían que estaba bien, que no me hacia mal tomar, después de todo era mejor que pensar en suicidarme.

Paso una semana, presente mi renuncia, no tenía ganas de nada, lo mejor era irme de ahí. Me despedí de todos, ramón, rosa vaya quien diría que a quien debía cuidar en si se le acercaba a mariana no era ella. Me despedí de mi jefe, y de mis demás compañeros.

Fui a mi casa a las 9 a.m. sabiendo que mariana estaba a esa hora en la escuela. Empaque todo, le iba a dejar la casa, después de todo me traía recuerdos malos. Subí todo a mi auto y regrese a escribir una nota. Salí de ahí en la nueva camioneta que acababa de comprar para subir mis cosas.

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La Teta Feliz Historias y Relatos ®Poot - Derechos Reservados

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