Negación.
7.
La había besado.
No lo pude evitar, así de simple. No
tengo excusa, solo lo deseaba y lo hice. Y ahora lo pagaba caro en silencio. Estaba
sentada en mi cama mientras la veía vestirse. Debía irse a trabajar. Me daba
mucho gusto que le estuviera yendo bien. Esa mañana había algo distinto entre
nosotras o tal vez era yo la que estaba distinta, tenía tantas cosas en mi
cabeza, nuevos sentimientos me embargaban, sentimientos que no entendía y me
daban miedo, temía que ella notara algo en mi rostro de todo lo que pasaba por
mi mente. Por primera vez su cuerpo en paños menores acaparó toda mi atención
después de tantas ocasiones que la había visto en traje de baño, su pelo suelto
posándose sobre sus hombros al inclinarse para buscar entre mis cosas eligiendo
algo de ropa para ponerse, sus movimientos tan mecánicos y comunes como los de
cualquier persona que realizase tal acto, me parecían una danza sensual, sí,
estaba viendo a mi amiga con otros ojos y no lo podía evitar. Era tan perfecta
que tardé varios segundos en darme cuenta de que me estaba hablando, estaba
vestida y lista para marcharse.
-¿Me estás escuchando?- me preguntó
mirándome fijamente.
Me sentí desfallecer cuando se acercó
a mí. Posó sus manos en mis rodillas y nuestros ojos se encontraron. Tenía la
sonrisa más cautivadora y siempre tenía el efecto de hacerme sonreír también,
solo que en esta ocasión se me sumó un cosquilleó en todo el cuerpo, hasta
pensé en eso que llaman "Mariposas en el estómago" pero era mucho
más, sus manos sobre mi piel deslizándose por el costado de mis muslos desnudos
haciendo que su rostro quedara a la altura de mis pechos. Me preguntó que si me
pasaba algo. Tenía tantas ganas de decirle que me pasaba de todo, que de pronto
quería probar sus labios como lo había hecho mientras dormía, quería decirle
que me pasé la noche en vela con ganas de tocarla y de que me tocara, que mi
corazón estaba latiendo tan fuerte que lo sentía en los oídos. Tomé su rostro
entre mis manos con sumo cuidado, sus
mejillas tan suaves me cosquilleaban las palmas, su pelo rosando mis dedos, su
cara, sus ojos, su boca, sentía que la besaría y me preocuparía más tarde por
las consecuencias, la miré muy seria y luego volvía a sonreírle.
-Estoy bien, no pasa nada- luego le di
un beso en la frente como los que le daba a mi hermana- Es solo que te extrañé
mucho- dije finalmente.
-Yo también te extrañé mucho- me dijo
sonriente- Salgamos esta noche. Sentí como una alegría inexplicable y repentina
me invadió.
-¡Sí!- fue lo único que pude articular.
-¡Magnífico! Hace mucho que no salimos…Solas… Solo seremos tú y yo como
antes.
Sus palabras me acariciaron todo el
cuerpo. Nos sonreímos mutuamente luego me dio un beso en la mejilla y se
marchó.
Me dejé caer de espaldas sobre la cama
y comencé a pensar. Me preguntaba qué pasaba conmigo, si seguía con esos
pensamientos mi amiga terminaría dándose cuenta. Entonces me alcé de la cama
como un resorte. ¿Me gustaba mi amiga? Una pregunta más importante ¿Me gustaban
las mujeres? No podía responder la segunda pregunta pero la primera tenía una
respuesta que ya estaba tomando forma. De todas las ocasiones de antaño en las
que salíamos solo nosotras ésta tenía
algo especial para mí.
Tenía clases, la odontología no era
fácil pero me encantaba. Me duché y me alisté, bajé las escaleras corriendo,
llegué hasta la cocina y me encontré con mi madre.
-¡Jovencita, cuánta energía!- me dijo.
Me eché a reír y tomé mi desayuno, en
verdad nunca lograba estar lista si preparara mi propio desayuno. Le pregunté a
mi madre si vio a mi amiga.
-Sí, ¿Sabes si le pasa algo?- me
preguntó.
-Mmm… No que yo sepa- pensé un poco-
¿Te dijo algo?
-No. Pero no se quedó a desayunar como
siempre, no digo que debiera hacerlo pero la noté distinta.
-Bueno, no sé qué decir. Solo que
ahora está trabajando, tal vez es eso.
-Puede ser.
-¡Saldremos esta noche!- le dije muy
emocionada.
-Pero pensé que…- comenzó a decir
entonces recordé que mi novio vendría a casa. Me había olvidado de que tenía
novio. Y toda la emoción que había sentido se convirtió en culpa. No quería
verlo a él, quería salir con mi amiga, quería estar con ella y el no poder
siquiera negármelo a mí misma era mucho decir.
Me tragué mi desayuno de un bocado y
me marché a mis clases.
Todo el día estuve muy ocupada, me
distraje bastante. Pero se acercaba la hora de ir a casa, me puse a pensar en
el camino y no se me ocurría nada qué decirle a mi amiga, no podía cancelar con
mi novio porque mi madre se lo encontraría extraño, eso haría que me sintiera
en evidencia porque si mi novio no estuviera tan ligado a mi familia las cosas
serían más simples pero la realidad era innegable, tenía una relación seria y
estable que conllevaba responsabilidades que no podía ignorar.
Responsabilidades. Nunca había utilizado ese término para definir a mi
relación. Llegué a casa y enseguida llamé a mi amiga. Le explique la verdad
porque nunca le mentiría.
-Está bien, no te preocupes, ya será
en otra ocasión- Me dijo al otro lado del teléfono y su voz me oprimió el
corazón.
-Lo siento… Es que me emocioné tanto
cuando me dijiste que salgamos que no pensé…
-Tranquila- Me interrumpió.
-De verdad quiero verte, me gustaría
que vinieras –Le pedí.
-No, disculpa, estaría un poco fuera
de lugar.
¿Fuera de lugar? Dios. Era la más
tonta del planeta ¿Cómo había sido tan estúpida y egoísta de pedirle algo así?
Aunque ella no supiera que me pasaban cosas con ella, después de la última vez
las cosas estaban raras entre nosotras, Y
yo no sabía si ella estaba segura de lo que sentía por mí o si aún seguía
confundida y yo muy bien gracias, guardándome todo lo mío y pintándome de otro
color, fingiendo que aún seguía siendo su amiga cuando en verdad estaba
desesperada y de mal humor por no poder salir con ella.
Nuestra conversación telefónica
concluyó rápidamente. Y sólo me quedo alistarme y esperar a mi novio. Llego la
noche y en momentos estábamos todos en la mesa disfrutando de la cena, cómo un
millón de veces antes, incluso en algunas de esas millones estuvo mi amiga con
sus bromas, sin embargo no podía imaginármela con nosotros esa noche porque
sería perturbante para mí. Las horas me pasaban por encima y hubo un momento en
que mi madre me miró fijamente como escrutándome, entonces no pude más, me
disculpe apartándome del abrazo de mi novio, para ese entonces estábamos en la
sala viendo una película, subí a mi habitación corriendo. En verdad no tenía idea
de a qué subí pero quería escapar de la realidad.
Entonces una idea loca pasó por mi
mente y salí sigilosamente de mi habitación, agradeciendo por primera vez que
mi casa fuera tan grande, me escabullí como un ladrón, cuando llegué al balcón
puse a prueba todo mi osadía mientras traté de bajar sin caerme por el techo,
llegue a un árbol y me sujete lo mejor que pude pero no logré mi objetivo.
Debía bajar por el árbol, pero la rama se rompió antes de poder subirme a él,
caí como guanábana madura. Pensé que moriría mientras ciertas ramas me rasgaban
antes de llegar al suelo. Pero al comprobar que caí viva me levanté ignorando
el terrible dolor y comencé a correr, cuando pasé por una de las casas del
residencial donde vivo, vi una bicicleta tirada en el patio. Fue mi segunda
loca idea. Sin darme cuenta andaba a altas horas de la noche en una bicicleta
robada, demasiado pequeña para mí pero que me servía bastante, camino a casa de
mi amiga.
Logré llegar, solté la bici, y traté
de sacudirme parte del polvo y hojas que llevaba encima. Llegué hasta la
puerta, respiré hondo y toqué el timbre con mi corazón latiéndome como loco.
-¡Hey! Mira que sorpresa
Nunca pensé que podía llegar a
detestar tanto a alguien.
-¿Qué haces aquí?- Le pregunté a la no
florcita, la única que estaba a la altura según ella y la persona que más
odiaba según yo.
-Hago lo que tú no puedes- Me dijo con
una sonrisa cínica- ¿Quieres que…?- Comenzó a decir mientras hacía un gesto con
el pulgar señalando tras suyo.
-No, gracias –Le dije rechazando su
oferta de entrar.
-Como quieras- Me dijo con cara feliz.
Me cerró la puerta en la cara sin más
y me fui de allí enseguida. Deje la bici con el apuro y corrí como loca
sintiéndome avergonzada como nunca antes en mi joven vida.
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Hay oyeee!!!! Porq termina asi!!!! Noooo... por fa mas capitulos y excelente historia.... espero q pronto se decida
ResponderEliminarAhhhh buenooo viniste con todaaa porfa no me dejes asiii kiero mas capítulosssss ah pero eso si que no demoren tanto me gusto volverte a leer besos RO de ARGENTINA
ResponderEliminarMe encanta la historia!!! Continua por favor :)
ResponderEliminarPor fin!!! Gracias por volver actualizar la historia.
ResponderEliminarNo entiendo porque le da tanta importancia a la no florcita esa, debería ir por lo que quiere y llevársela por delante, por ser tan mala gente... Jajajaja
Saludos y que bno tenerte de vuelta
Volviste mi keridisima autora geniaaa grosaaa sos lo mas y esperamos mas capitulosss por faaaaaaa besotes
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