Gypsy - Xiion - 35

Capítulo 35

Los ojos de la morena se abrieron lentamente, era la primera vez en meses que había dormido tan bien, de pronto recordó donde estaba, se giró rápidamente y ahí estaba Paula con su mano apoyada en su cintura, miró a su alrededor y vio que todas sus cartas estaban esparcidas por la cama y por la mesita de noche. Paula había estado leyéndolas después de que ella se durmiese. Se volvió por completo y se aferró a la rubia con fuerza, hundiendo su cara en su cuello y aspirando su aroma. Aún no se creía que fuese verdad. Levantó su cabeza y besó sus labios dulcemente y siguió dándole besos por toda su cara. Una sonrisa se comenzó a dibujar en la cara de Paula.

–         Creo que aún estoy soñando- besó sus labios aún con los ojos cerrados- acabo de besar a un ángel- Marina sonrió y la tomó por el cuello besándola con gran pasión, mordió su labio inferior y fue cuando Paula abrió sus ojos.

–         Buenos días preciosa- le dijo la morena entre besos. Las manos de Marina recorrían la espalda  de Paula y pegaba su cuerpo aún más al de la rubia que comenzó a notar un hormigueo en su bajo vientre.

–         Buenos días pequeña- Marina se montó en lo alto suya a horcajadas. Llevaba tantos meses deseando el poder rozar su piel como la primera vez que hicieron el amor, que no se podía resistir. Metió su mano por debajo de la camiseta que llevaba Paula y subió hasta alcanzar uno de sus pechos.

A Paula le estaba encantando que la morena tomase la iniciativa y cuando esta alcanzó su pecho y tocó uno de sus pezones, no pudo evitar dejar escapar un pequeño gemido. Sus lenguas exploraban sus bocas como muchas veces antes lo habían hecho. Paula se irguió y con ella Marina, tomó la camiseta de esta y se la sacó, Por fin podía volver a ver ese precioso cuerpo, veía como el pecho de la morena se movía agitado y esos preciosos pechos que gritaban por ser liberados. Paula comenzó a besar la parte descubierta de estos cosa que hizo que Marina perdiera la poca cordura que le quedaba. Comenzó a buscar el broche de su sostén para que la rubia pudiese atender a sus pezones que se encontraban muy duros. En ese instante cuando Marina se disponía a desabrochar su sujetador una gran carcajada de mujer seguida de un pequeño cante de Rafael y un “Olé” las sacaron del trance en el que estaban sumergidas. Se quedaron mirando con expresión de sorpresa y de repente se echaron a reír pegando sus frentes y acariciando sus caras.

–         Te amo mi amor.

–         Y yo a ti mi vida.

Marina se volvió a poner su camiseta, se levantaron y salieron del cuarto abrazadas. Paula con su brazo echado en los hombros de la morena y esta con su brazo en la cintura de su chica.

–         ¡Ey! Por fin despertaron las tortolitas-dijo Emily aún riendo- Rafa y yo estamos preparando tortitas- el moreno salió de la cocina con un plato a rebosar de tortitas.

–         Buenos días guapísimas, sentaros a desayunar que se enfrían- dijo el moreno muy animado con una gran sonrisa en su rostro. Marina llevaba mucho tiempo sin ver a su hermano tan alegre, años diría la morena.

–         Buenos días chicos, vaya parece que Emily te esta haciendo un amante de la cocina, en casa no entrabas ni a por un baso de agua y mírate ahora.

–         Si hubiese sabido que me lo iba a pasar tan bien habría entrao más a menudo.

–         Yo creo que la compañía de Emily ha ayudado bastante- el comentario de Paula hizo nque Rafael bajara la cabeza avergonzado.

–         ¿Pau?-dijo Emily al no entender.

–         Le estamos diciendo a Rafa que le ha pillado de repente mucho gusto a eso de cocinar ya que él nunca lo había hecho en casa y él dice que lo que más le gusta es la compañía- este comentario hizo que la cara de la pelirroja tomara un cierto tono parecido al de su pelo.

–         Paula, ¿qué le has dicho que se ha puesto tan colorá?-dijo mas avergonzado aún el moreno y Marina no podía parar de reír.

–         Nada, solo que te gusta como cocina.

–         Tengo que aprender inglés, no podemos estar así- dijo rascándose la cabeza y mirándola de reojo.

–         Será mejor que desayunemos, las torititas se están enfriando- dijo la muy avergonzada Emily escabulléndose a la cocina.

–         Seguro que no le has dicho eso- le dijo Marina mirándola divertida y Paula le puso cara de “no sé a que te refieres” cosa que hizo que la morena se riera.

Los cuatro desayunaron el banquete que había preparado Emily con la ayuda de Rafael, no sólo había tortitas, había preparado café, té, tostadas, zumo de naranja y sacó una gran bandeja con cruasanes, napolitanas y magdalenas.

Estaban charlando animadamente mientras desayunaban, cuando el teléfono fijo comenzó a sonar. Paula tomó la llamada.

-       ¿Hola?

-       Paula, soy Irene-Paula recordó que ayer se fue sin decir nada y que ya debería estar en la empresa.

-       Hola Irene, lo siento mucho, pero se me olvidó avisar a mi tío ayer de que hoy no iría.

-       No te preocupes querida, yo misma avisé a tu tío ayer, pensé que, al verte salir de la mano con Marina, necesitarías el día libre- La secretaría de su tío se rió al notar que la rubia se quedó callada sorprendida por todo lo que ella sabía-la conocí ayer cuando vino a por ti a la empresa. No te entretengo mas, solo quería decirte que necesitamos que vengas mañana, el señor Anderson quedó en venir para solucionar unos asuntos y quiere que lo atiendas tú.

-       Está bien, allí estaré a primera hora, muchas gracias Irene.

-       No hay de que querida, nos vemos mañana.

Nada mas colgarle, el teléfono volvió a sonar.

-       ¿sí?

-       Paula, soy tu madre- La rubia recordó que no había llamado ha su madre para darle la buena noticia-¿Dónde tienes tu teléfono? Te llevo llamando desde ayer.

-       Hola mamá, perdón, pero ayer tuve un día muy ajetreado en la oficina y al llegar ni lo miré. ¿Qué pasa? ¿Estáis todos bien?

-       Si… todos estamos bien. Pero ayer…los padres de Marina vinieron a casa.

-       ¿Qué?

-       Si… vinieron y preguntaron por ti y al decirle que no estabas, el que parecía ser su hermano empezó a gritar y a decir que sabían que te habías escapado con Marina a Andalucía, que habían encontrado los resguardos de los billetes de autobús y que querían que le dijésemos dónde habíais ido- Paula miró a su chica que llevaba mirándola preocupada toda la conversación.

-       ¿Qué le dijiste?

-       ¿Qué le iba a decir cariño? Que tú llevas todo este tiempo en Inglaterra y que no has vuelto a hablar con ella en todo este tiempo. Al final se fueron más o menos conformes.

-       Mamá…Marina esta aquí.

-       ¡¿Qué?!

-       Si, se escapó ayer y ha venido a por mi- le dijo con una gran sonrisa- creí que Maca te avisaría, llevaban planeándolo unos días.

-       Voy a matar a esa loca, no me lo habían contado, las podría haber ayudado.¡Sí! Yo sabía que Marina te amaba cariño. Lo que aún no me creo es que haya ido hasta allí.

-       Pues si mama, me ama- la miró con una gran sonrisa- al menos todo este sufrimiento que hemos pasado valió la pena.

-       Claro que sí mi vida, pásamela, quiero hablar con mi nuera- Paula le dijo a la morena que se acercara.

-       Hola Ana.

-       ¡Cariño! Tus padres estuvieron aquí ayer, creen que te has ido a Andalucía y resulta que estas allí, dios no me lo puedo creer.

-       Era parte del plan Ana, no quería que tomaran represalias con nadie y teníamos que despistarlos, aunque al final han ido a molestar.

-       No te preocupes preciosa, que aquí estamos tu familia para protegerlas a las dos desde aquí. Estoy muy feliz, no te puedes hacer una idea de lo contenta que estoy y  no me puedo ni imaginar cuando se lo cuente a Marcos y a tu suegro- las dos se rieron- iremos a visitarlas pronto y ahora puede que antes de lo esperado, me muero por abrazarte hija- esas palabras hicieron que a Marina se le escapara unas lágrimas, a pesar de todo su única familia no era Rafael, si no que tenían a los padres de Paula que la querían como a una hija mas.

-       Y yo a ti, a todos, os he echado muchísimo de menos todos estos meses.

Estuvieron un rato mas hablando y se despidieron juntas de Ana. Al finalizar la llamada Marina se abrazó a la rubia muy aliviada.

-       Creen que estamos en Andalucía- besó a Paula- aún no me creo que este saliendo todo tan bien.

-       Pues créetelo, te lo mereces preciosa- la besó.

Después de desayunar se vistieron y salieron a la calle. Ese día lo dedicarían para hacer turismo y para realizar algunas compras. Emily los llevó a los lugares más emblemáticos de la capital. La feliz pareja andaba sin preocupaciones tomadas de la mano mientras que Rafael y Emily iban uno al lado del otro hablando. Se podía notar a leguas el tonteo que aquellos dos tenían. Paula les ayudaba con las palabras pero esas miradas no necesitaban traductor.

------------------------------------------------------------------------------------------------------

La Teta Feliz Historias y Relatos ® Xiion - Derechos Reservados

© Todos los derechos reservados. Esta publicación no puede ser reproducida, ni en todo ni en parte, registrada o transmitida por un sistema de recuperación de información, en ninguna forma ni por ningún medio, sea mecánico, fotoquímico, electrónico, magnético, electroóptico, por fotocopia o cualquier otro, sin el permiso previo, por escrito, del autor.