París - Nessa - 7

CAPITULO 7

No vivían muy lejos de la pastelería, así que no pudimos hablar bien. Su casa era grande me sorprendió pero me pareciócálida, al entrar me lleve la sorpresa de mi vida Angela se estaba besando a un hombre de traje de militar, mientras los presentes sonreían. Esa imagen me tenso cosa que Pablo noto.

-         Hola llegamos a tiempo. – dijo Pablo provocando que se separaran, y Angela me viera poniéndose pálida- Angie me encontré a tu amiga en la pastelería así que la traje.

-         Veo que llegue en mal momento –decía sin dejar de mirarla, ella solo agacho su cabeza- que tengan una gran noche, –contenía mis lágrimas- permiso.

-         No espera como te vas a ir –me dijo la madre de Angela- quédate, los amigos de  Angie son nuestros, ¿no es asi Angie?

-         Pues mamá… -notaba su esfuerzo por hablar- si ella desea irse.

-         Discúlpala aun esta en shock su prometido llego de sorpresa, porque hoy es su aniversario –la palabra prometido y aniversario se claaron en mi- siéntate aquí –señalo- junto a Pablo.

-         Así que tu prometido, que bueno –le decía llena de ira- ¿Cuánto tiempo llevan juntos?, Disculpa ¿cuál es tu nombre?

-         Soy Daniel, llevamos 5 años juntos –decía mientras besaba su mejilla, lo que aumento mis celos- solo que soy militar y no estoy mucho tiempo con ella, por eso no nos hemos podio casar aun y hablando de eso he venido hoy a que decidamos la fecha –mirando a Angela-

-         Me alegro mucho por ustedes, Angie ¿Cuándo me lo ibas a contar? –le dije obligándola a mirarme-

-         Yo no encontré el momento, -decía mientras me miraba, podía notar su tristeza pero no me importaba estaba decidida a lastimarla como ella lo había hecho conmigo-

-         Pero bien –fui interrumpida por mi celular me disculpe y salí a contestar era Mike, solo le dije “nos vemos en mi apartamento en 20 minutos lleva alcohol” colgué y entre- debo irme, lamento no acompañarlos, como dije disfruten su noche, adiós. – “te acompaño” me dijo-no es necesario, no olvides invitarme a tu boda –la vi quebrarse, había cumplí mi cometido-

Corrí a mi auto, me subí y me quede allí por varios minutos intentando procesar todo; me trajo a la realidad un golpe en mi ventanilla era ella sus manos temblaban, me dolía tanto verla así, quería bajarme y abrazarla pero la ira se apodero de mí, haciéndome bajar la ventanilla.

-         Podemos hablar, no te vayas así.

-         Nopodemos, entra o tu PROMETIDO notara tu ausencia.

-         No quería que esto pasara así, yo solo –la interrumpí-

-         No me interesa escucharlo, y si no fui lo suficientemente clara adentro esto se ha acabado, no me llames, no me busques, olvídate de mí–arranque mi auto y la deje allí-

Los ruidos en la cocina me despertaron, bueno y mi resaca sentía que mi cabeza iba a estallar, me prometí no beber de nuevo sabía que no era para mí; creí que quien estaba en la cocina era Mike así que le pedí que parara el ruido, pero me lleve una gran sorpresa.

-         No soy Mike, ¿Cómo te encuentras? –esperaba que no me gritara por estar allí- toma esto te ayudara.

-         ¿Qué carajos haces aquí? No fui clara anoche –en el fondo me alegraba verla- vete si no me veré obligada a –no pude finalizar corrí velozmente al baño, ella fue tras de mi- no es bueno que me veas así vete por favor.

-         No me iré hasta verte bien –no quería dejarla sola, no hasta que habláramos- además tú fuiste quien me llamo.

-         Yo hice que, no lo recuerdo.

-         Lo suponía, me llamaste a las 12 pidiéndome que viniera, y no me pude negar te escuche mal y sé que es por mi culpa.

-         ¡Puto alcohol! desde hoy no beberé –le decía sin mirarle sabía que no era solo por el alcohol, necesitaba verla- espera ¿Dónde está Mike?

-         Eso me alegraría –intentaba buscar su mirada pero me evadía- Pablo lo llevo a su casa, porque no dejaba de repetir que buscaría a una tal Isabela, entonces le pedí que lo llevara. –¡por fin me miro! Mi corazón latía a mil-

-         Dime que no hice nada estúpido.

-         Pues… -su gesto me causo gracia- no sé si lo consideras estúpido pero me dijiste que… me amabas. –pude ver como escondió su rostro- ¿es cierto?

-         Deberías irte tu futuro esposo debe estar esperándote – ni yo lo sabía, ¿era posible amarla tan pronto?- y si me permites me daré una ducha –le dije guardando la esperanza que al salir ya no estuviera-

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