Capítulo 4
El silencio se hizo en el coche. Paula aprovechó que la espera sería
larga para sacarle el tema que la llenaba de curiosidad.
-
Bueno Marina, cuéntame,
ayer hablaste acerca del orgullo de tu familia, de la honra, me podrías
explicar que es, si se puede claro.
-
¿No sabes lo que
es?- Preguntó extrañada Marina-¿No conoces las costumbres de los gitanos?
-
Ni idea- dijo
negando con la cabeza- sólo sé que hacéis unas fiestas cojonudas- dijo para ver
si podía hacerla reír sacándole la lengua- Podemos aprovechar que el atasco va
para largo para que me des una clase rápida de cultura gitana.
-
Esta bien…- dijo
Marina suspirando profundamente-…para los gitanos honra de sus familias se
encuentra en sus hijas en que se casen…vírgenes. Las chicas gitanas se le habla
de ello desde muy pequeñas, se les dice que
deben cuidarse y conservar su virginidad hasta el matrimonio- los ojos
de Paula se abrieron como platos, no conocía nada de eso- y por eso a las
familias mozas, que así es como nos dicen, nos cuidan para que no nos escapemos
con ninguno.
-
¿Y escapar es?
-
Perder la
virginidad.
-
Y si te gusta un
chico, ¿no podrías salir con él?
-
Podría salir con él
a escondidas, aunque si quisiera salir conmigo oficialmente, le tendría que
pedir a mi padre permiso.
-
No te lo tomes a mal,
pero eso es tan años 40. ¿Y tienes novio?
-
No, aún no- Esto
tranquilizó mucho a Paula- aunque si no me lo busco pronto, mi padre lo hará
por mí.
-
¿Qué?
-
Sí, es una de las
condiciones que me puso mi padre para dejarme estudiar… las mozas normalmente,
se buscan un mozo, se prometen y se casan muy jóvenes, yo rechazaba a todos los
chicos que se acercaban, no quería ser ama de casa, quería estudiar y ser algo
mas que a lo que estaba destinada- dijo la morena con tristeza y melancolía- Así
que hice un trato con mi padre, el me dejaba estudiar y yo le prometí que me
casaría al terminar la carrera, buscándome yo un mozo o buscándomelo el- una
lágrima surcó la mejilla de la morena, rápidamente se la secó y miró para la
ventanilla, intentando ocultar su tristeza. Paula se quedó petrificada, no
sabía que decir, le parecía algo tan inhumano prohibir a una joven que
disfrutara de su juventud y que decidiesen su futuro por ella. Al fin logró
reaccionar y decir:
-
Marina- dijo
mientras tomaba la barbilla de su compañera para que la mirase- por suerte
queda mucho para eso, en casi dos años y medio pueden pasar miles de cosas, así
que vamos a aprovechar todo el tiempo que te queda de libertad- le acarició
almejilla, esto hizo que a la morena le recorriese una corriente eléctrica por
toda su columna, una sensación extraña, quería que esa caricia nunca se
terminara, cosa que le causo mucho temor.-Mira ya se mueven los coches- la
rubia separó su mano para arrancar el coche y seguir su camino.
-
¡Por fin!
-
¡Si! Al menos
llegaremos a la segunda clase
-
¿Qué?- Miró la
hora- Oh mierda- habían pasado mas de media hora paradas, aunque para ella ese
tiempo habían sido unos escasos minutos
-
No te
preocupes, las chicas están dentro y me
dejaran los apuntes- le dijo la rubia sonriendo, Marina no sabia por que pero las palabras que
le brindaba su compañera siempre la tranquilizaban y la hacían sentir mejor-Por
cierto- sacó su móvil del bolsillo y se lo pasó- apunta tu número, así si se te
escapa el bus, tienes alguna duda de clase o necesitas algo, solo tienes que
llamarme.
Al desbloquear el móvil, apareció en el fondo de pantalla una foto de
Paula con su perrita en brazos, era una imagen muy tierna a la par que graciosa
“que guapa” pensó Marina, que al darse cuenta de lo que pensaba, sacudió su cabeza
como si haciendo eso pudiera quitarse ese pensamiento de la mente. Apuntó su teléfono
y se llamó para tener ella el número de la rubia.
Ya estaban entrando en el aparcamiento de la facultad. Paula aparco y
dijo:
-
Las chicas y yo
vamos a salir este viernes, ¿te gustaría venir con nosotras?-poniéndole cara de
cachorrito.
-
Lo siento Paula,
pero no creo que pueda.
-
¿Por qué?-dijo la
rubia con cara aun más triste.
-
Porque no creo que
mi padre me deje salir de fiesta-dijo con pena
-
Y si consigo que te
deje ¿vendrías?
-
Lo veo imposible
pero sí, si mi padre me dejase, iría encantada.
-
Acepto el desafío-
dijo Paula ilusionada y divertida, las dos rieron- ¿Luego cuando termines las
clases me esperas?
-
¿Que tramas?
-
Nada, tu confía en
mi- dijo guiñándole un ojo.
Cada una se fue por su lado, Marina a la biblioteca y Paula a la cafetería
-
¿Y esa sonrisa que
traes?-dijo Lucía
-
¿Qué pasa? ¿una no
puede venir contenta?
-
Si claro, vienes
casi una hora tarde y sonriendo y me dices que no es nada
-
¡Eh! Que estaba en
un atasco.
-
¿Y desde cuando son
los atascos divertidos?-Dijo Macarena con un tono pícaro y divertido
-
Sois muy cotillas,
¿lo sabéis no?
-
No, sólo somos tu
amigas y nos preocupamos por ti, además sabes que al final nos lo contarás, ¿para
que hacer mas larga la espera?
Paula suspiró- esta mañana he vuelto a recoger a Marina que había
perdido el autobús y he aprovechado para pedirle que venga mañana con nosotras,
es una muchacha muy simpática y agradable y os va a caer ge…
-
Y te gusta- La cortó Macarena- Y no mientas que se te nota.
En ese momento Paula notaba como sus mejillas le ardían, las chicas al
verla roja como un tomate comenzaron a reír.
-
Ay cariño, te hemos
pillado, si se te nota a leguas, como le sonríes y te quedas como una tonta mirándola-
le dijo Lucía- no se por qué no nos lo
habías dicho, si no es la primera chica que te gusta.
Paula agachó la cabeza:
-
Porque me gusta una
chica que es inalcanzable para mí y simplemente quiero dejarlo pasar y ser su
amiga.
-
¿Por qué es
inalcanzable? Cualquier chico o chica le gustaría salir contigo-Preguntó Julia.
-
Julia cariño, esta
claro que por su cultura, seguro que ya esta prometida o incluso casada-Dijo Macarena.
-
No, aún no-
Contestó Paula apenada- pero lo estará en unos años, así que lo único que
quiero es su amistad.
Las chicas sabían que esta historia le haría mucho daño a su amiga,
pero no quisieron decirle nada.
Fueron a las clases restantes y al finalizar cada una se fue por su
camino. Cuando Paula llegó a su coche, ya estaba Marina esperándola. Al estar
frente a frente Paula le dio unas hojas.
–
¿Y esto?
–
Los apuntes que te
prometí, es una copia así que te los puedes quedar.
–
Gracias- dijo sonriéndole.
–
No es nada, pero a
cambio quiero algo- extendiéndole el móvil-quiero el teléfono de tu casa.
–
¿Para?
–
Tú dámelo, ya te
enteraras-Marina dudó por unos segundos, pero al final cedió.
–
Gracias, y ahora móntate
que te llevo a casa y no me repliques, que te llevo encantada.
El trayecto fue, como siempre, muy ameno.
–
El bloque de la
derecha- le indicó la morena.
–
¿Quieres que te
recoja mañana aquí?
–
Paula de verdad, no
es necesario que te tomes tantas molestias.
–
Si lo hago con
gusto, además, no me digas que no te lo pasas mejor yendo conmigo y charlando,
que sola en el bus.-Le dijo la rubia sonriéndole y mirándola a los ojos. Con
estas miradas, la morena se ponía como un flan, no sabía por qué, pero cuando
su compañera la miraba así la podía convencer para ir al mismo infierno.
–
Esta bien… ¿aquí a
las ocho?
–
Perfecto- le sonrío
la rubia- Nos vemos mañana.
–
Hasta mañana- la
morena le dio un beso en la mejilla y se bajó del coche. Una olea de
sensaciones inundó a Paula con ese beso.
–
¿Dónde te estas
metiendo Paulita?- se dijo para sí misma.
Regresó a casa y comió con su familia, luego, por la tarde, cogió su
moto y fue hacia el hospital para hablar con su padre.
–
Hola hija, ¿pasa
algo en casa?- dijo Hugo al verla
llegar.
–
No pasa nada papi, ¿Es
que una hija no puede venir a visitar a su padre y decirle lo mucho que lo
quiere?- le dijo la rubia poniéndole ojitos.
–
jajaja ¿qué quieres
cariño?-La conocía demasiado para saber que venía a pedirle algo.
–
Necesito un pequeño
favorcito de mi guapo y apuesto padre-le dijo abrazándole.
–
¿De qué se trata?
–
¿Te acuerdas de la
chica de la que te hable el otro día?- el padre asintió- Pues quiero que llames
a su casa para pedirle a su padre permiso para que venga a casa mañana para
hacer un trabajo y que se quede a dormir.
–
Mmmm ¿el mismo
viernes que vas a salir con las chicas de fiesta? ¿Por qué quieres que le
mienta a ese hombre?
Paula puso la mayor cara de pena posible –Papá es una larga historia,
solo confía en mí, es la única manera posible para que ella pueda salir.
Hugo suspiró y negó con su cabeza –está bien, odio como usas esa cara
de cachorro en mi contra.
–
¡Gracias! ¡eres el mejor!!-dijo abrazándole y besándole-Ahora escucha
y solo di lo que te digo…-Dándole su teléfono.
Marina se encontraba encerrada en su habitación detrás de una montaña
de apuntes. Aunque no era época de exámenes
ella estudiaba todos los días, algo que le ayudaba a abstraerse de la
realidad de su casa. Estaba concentrada leyendo uno de sus libros cuando su móvil
sonó, era un mensaje de Whatsapp de Paula, que decía: “Ya esta hecho. Ya sólo
falta que le sigas el rollo a tu padre y que pienses en lo que te vas a poner
mañana ;) Un besito”.
No le dio tiempo a contestarle preguntándole que había hecho cuando su
padre la estaba llamando para que fuese al salón.
–
¿Qué pasa papá?
–
Ha llamado el padre
de tu compañera, una tal Paula, pidiéndome permiso para que te quedes en su
casa mañana a hacer un trabajo, ¿por qué no me lo has dicho?- Marina no sabia
que contestarle, sus palabras no salían de su boca, cuando encontró la escusa
perfecta, su padre siguió hablando.
–
Sabes que te doy
permiso para hacer todo lo que tengas que hacer para sacar la carrera lo antes
posible. Me ha dicho que os va a vigilar y que
sólo sois ella y otra compañera ¿no?
–
Sssí- alcanzó a
decir.
–
Esta bien Marina,
puedes ir. Te quiero aquí por la mañana. También me ha dicho que mañana mandará
un taxi para que no vayas sola.
–
Genial- es lo único
que alcanzó a decir la morena.
Volvió a su habitación, se sentó en su escritorio y cogió su móvil
para escribirle a su compañera: “Te mato Paula”
–
“jajaj te dije que conseguiría
que tu padre te diera permiso, ahora te toca cumplir tu parte del trato :P”
–
“Que remedio, si le
has dicho que es importantísimo para la nota final”
–
“Anda no te quejes,
que nos lo vamos a pasar genial y seguro que querrás repetir ;) no te olvides
que mañana paso a por ti. Hasta mañana! Un beso!”
–
“Hasta
mañana!!Besos!!
Una gran sonrisa apareció en el rostro de la morena. Todo ese miedo e
inseguridades que había sentido hace unos segundos se habían desvanecido y
habían dado lugar a nervios y ganas inmensas de ver lo que le deparaba el
mañana.
Paula estaba feliz, como una cría, aunque ella misma se decía que no
se podía ilusionar, ya que su compañera solo podría ser su amiga, aunque, por
otro lado, soñaba con que eso no fuera así.
Esa noche le costaría mucho dormir a las dos.
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Interesante la historia... a ver como sigue... y esperando q las dos puedan estar juntas... aunque veo bastantes problemas en el futuro...
ResponderEliminarMe gusta, me gusta y mucho está bastante entretenida por el tema que se aborda en cuanto a la cultura de Marina, además que me gusta como la redactas sin lagunas ni rellenos innecesarios ni muy extensos, centrando la trama en los sentimientos de ambas protagonistas... muero por saber que va acontecer!!! Gracias por compartirla me paso un rato muy grato leyéndola. :3
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