Esperamos tu historia corta o larga... Enviar a Latetafeliz@gmail.com Por falta de tiempo, no corrijo las historias, solo las público. NO ME HAGO CARGO DE LOS HORRORES DE ORTOGRAFÍA... JJ

Chica Amante - KinKaid - 2

8 AÑOS DESPUÉS
Me desperté a las seis en punto como siempre para apagar mi alarma; la silencié e intenté, sin éxito, moverme lejos de Lena. Tenía mi cabeza en su pecho y mi pierna encima de su entrepierna. Ella tenía su mano en mi rodilla, fijando mi pierna ahí, y su otro brazo envuelto tensamente alrededor de mi cintura. Cuando traté de moverla, apretó su agarre, murmurando algo en sueño sobre ya no querer ir más a la universidad. Moví mi brazo y toqué su estómago. Seis en punto —murmuré, tocándola de nuevo cuando no abrió sus ojos. Ella  gruñó y apretó su agarre, moviéndome así que quedé completamente encima de ella. Jadeé con la sensación, era extraño pero en verdad se sintió bien. ¿Qué demonios está mal conmigo? ¡Esta es Lena por amor de Dios! Traté de liberarme, pero eso sólo nos hizo rozarnos en lugares en los que preferiría no pensar en la amiga de mi hermano. Mi cuerpo comenzó a cosquillear y no pude evitar que un pequeño gemido se me escapara de los labios. Oh Dios mío, ¡eso en verdad se siente bien! ¿Elena? —le susurré/grité ella abrió sus ojos de golpe y me miró, impactada. Su expresión rápidamente cambió a su sonrisa de marcada, la cual quería golpear fuera de su rostro.

Bueno, buenos días, ángel. Woow, esto es una primera vez ronroneó, alzando sus cejas, su sonrisa de asombro ¿Me soltarías por amor de Dios? le susurré grité. Ella alzó sus manos a modo de rendición y rápidamente rodé de encima de ella.
Son las seis refunfuñé, frunciendo el ceño, ella se volteó de lado para mirarme. Está bien. No estés enojada conmigo todo el día de hoy, por favor. No sabía que había hecho eso, lo siento, Ángel, ¿está bien? Susurró, besando mi frente antes de salir rápidamente de la cama para ponerse su ropa. Está bien, lo que sea murmuré, posicionándome en su lugar cálido de la cama donde había estado acostada. Te veré después. Me dirigió un guiño antes de salir por mi ventana. Exactamente veintiséis minutos después, caminé con dificultad hacia la cocina, con un ceño fruncido, Lena estaba allí, apoyándose casualmente contra la encimera, comiéndose mi cereal. ¡Maldita sea, todas las mañanas! Su cabello estaba despeinado en su usual apariencia de apenas salí de la cama, que para ser honesta sí lucía así cuando acababa de salir de la cama. Todo lo que hacía siempre era deslizar sus manos por todo su cabello unas cuantas veces .Se veía igual que todas las mañanas, como una maldita supermodelo. Usaba jeans desgastados de cintura baja  y siempre hacía que las chicas se derritieran por ella. Así es, Lena les dijo a sus padres sus gustos y ellos al igual que Javier la aceptaron, sin embargo fue solo un motivo más para que mi padre la odiara.
 Hoy estaba usando una camiseta blanca que mostraba su cuerpo perfectamente esculpido. Sus ojos azules estaban brillantes con diversión mientras me miraba. ¿Retardada esta mañana, Ángel? preguntó con una sonrisa de suficiencia. Le lancé una mirada de muerte, haciéndola sonreír burlonamente. ¡Cállate, Lena! ¿Por qué demonios te estás comiendo mi cereal de nuevo? ¿No tienes comida en casa? pregunté, arrebatando la taza de sus manos y comiéndome el contenido. Ella sólo me observó con una sonrisa divertida. Javier me lanzó una caja de jugo. Sí, te ves un poco tensa esta mañana, Ale. ¿Todo va bien? preguntó, mirándome un poco preocupado. Miré seriamente a Lena una vez más mientras Ella empezaba a reírse. Por supuesto que me veía tensa, tuve media hora para ducharme y vestirme. Me quedé dormida murmuré con un suspiro abatido. Javier no tenía idea que Lena dormía en mi habitación conmigo cada noche, si fuera así, se enloquecería. Javier siempre era protector conmigo, siempre lo había sido, pero había empeorado desde que mi papá se fue cuando yo tenía trece. Bueno, dije se fue, pero la verdad era que  Javier y Lena habían llegado a casa temprano de la escuela de artes marciales un día para ver que mi padre me había dejado sin sentido, y estaba intentando violarme. Javier finalmente caído en cuenta él y Lena le habían dado una paliza, casi matándolo en el proceso, al menos las clases les  habían funcionado. Lo habían echado de la casa y le habían dicho que si alguna vez regresaba, lo matarían. Nunca regresó, sin embargo, eso fue hace ya hace tres años. Un poco después de eso, mi mamá consiguió un trabajo en una enorme firma electrónica, era la asistente personal del director, así que viajaba mucho. Se iba dos veces más de lo que estaba aquí, de modo que sólo la veíamos por cerca de una semana al mes, si algo. Javier era mi única supervisión, aunque a veces era más como que yo estaba intentando cuidar de él. Lena también era muy protectora conmigo, pero todavía no nos llevábamos bien, incluso aunque ella literalmente pasó cada noche envuelta a mi alrededor en la cama por los últimos ocho años. Se había vuelto a escabullir en mi habitación la noche siguiente de verme llorar de nuevo y habíamos terminado durmiéndonos una vez más. Después de dos semanas se había vuelto una cosa normal. No era algo de lo que habláramos nunca, solo dejaba mi ventana sin seguro y ella entraba una vez que sus padres revisaran que ella estuviera dormida. Jamás nos habían atrapado en ocho años. Habíamos estado cerca un par de veces, sin embargo. Hace un par de años, la mamá de a Lena había encontrado su cama vacía, pero ella había mentido, diciendo que se había escapado a una fiesta y se había quedado en la casa de una amiga. Nadie sospechó que estaba al lado, conmigo. Ella todavía me molestaba como loca y me molestaba tanto como lo hacía cuando éramos niñas, pero yo siempre supe que ella estaría ahí para mí si la necesitaba. Era como si ella tuviera doble personalidad. De día, me molestaba, volviéndome loca y enojándome todo el tiempo, y de noche, era la chica más dulce en el mundo y me abrazaba, haciéndome sentir segura y a salvo. Te ves sexy hoy, Ángel ―dijo Lena, con su sonrisa patentada, mirándome de arriba abajo lentamente, haciéndome retorcer. ¡Sí, claro! Mi cabello castaño todavía estaba húmedo porque no tuve tiempo de secarlo por sus estúpidos “diez minutos más”, así que lo tenía recogido en un despeinado moño. Me había puesto mis jeans ajustados y un top rojo de cuello en v y una capucha, junto con mis converse. Había añadido lo mínimo de maquillaje, y algo de lápiz labial claro. No me veía sexy. ¡Maldita idiota! Le mostré el dedo y caminé hasta su auto. Recostándome contra él, enojadamente, esperé que me honraran con su presencia. El camino a la escuela fue igual que siempre, ellos se sentaron el frente hablando de deportes y fiestas, y yo me senté en la parte trasera escuchando mi iPod, intentando ignorar las sonrisas de Lena en el espejo. Estacionamos en la escuela y el auto fue inmediatamente asediado por personas, igual que cada mañana. Lena  y Javier eran considerados “los más sexis” en nuestra escuela, después de que Lena diera a conocer sus preferencias sexuales jamás le faltaban aquellas chicas que se morían y babeaban por ella. Eran de último año y el sueño de toda chica, los chicos querían ser amigos suyos, y las chicas querían dormir con ellos. Lena se rio mientras yo me encogía, saliendo de auto e intentando evadir la horda de zorras que me empujaban porque estaban intentando lanzarse sobre ella. Una chica me codeó a propósito. La miré en su pequeña falda que lucía más como un cinturón y su top que mostraba su estómago, e hice una mueca. ¡Caray, es tan perra! Mierda, Jessy, ¿dejaste tu falda en casa? pregunté con un horror fingido. Ella me miró con el ceño fruncido y escuché a Lena y Javier reírse. Lo que sea, ¿sabes que ese look de emo no te va bien, cierto? escupió ella en respuesta. Sólo me reí y me aleje caminando. Era usual que Jessy y yo tuviéramos este tipo de comentarios para la otra. Ella había salido con Lena por un tiempo, bueno, si por salir te referías a tener sexo unas cuantas veces, y luego la dejó. Ella todavía no la había superado y la quería de vuelta, más para disgusto de ella. Eso no fue amable, Ángel. Lena se rio, mientras me alcanzaba y lanzaba un brazo alrededor de mi hombro. Inclinó su cabeza cerca de la mía. Lamento lo de esta mañana ―susurró en mi oreja, enviando escalofríos por mi columna. La codeé en las costillas, haciéndola sonreír y apartarse. E ignora a Jessy, creo que llevas genial el look emo  añadió, con un guiño coqueto. Javier lo dio un pequeño golpeó en la parte trasera de la cabeza. ¡Amiga, esa es mi hermana menor! la regañó enojadamente, apartándola de mí. Lena sólo se rio y me guiñó una vez más, haciéndome poner los ojos en blanco. Lena se alejó y caminó directo a lo que Lorena como su última conquista. Le sonrió seductoramente y ella se sonrojó cuando Lena inmediatamente empezó a coquetear con ella. Encontré a mis amigas, que prácticamente estaban follando a Javier y a Lena con los ojos y expresiones soñadoras. Hola, Karla, Saúl, Silvia ―dije alegremente cuando llegué a ello. Hola, Ale, ¿llegaste aquí con sexy trasero número uno y número dos hoy? preguntó Karla, mirando fijamente a mi hermano mientras se alejaba. Me reí y sacudí la cabeza. Nop, solo Javier y Lena, igual que siempre. Karla suspiró. ¿Cómo demonios puedes no afectarte por lo condenadamente guapos que son? Quiero decir, ¡tienes tanta suerte de vivir con Javier! Yo adoraría ver su sexy trasero caminando alrededor todo el día ronroneó, abanicándose la cara. Fingí tener náuseas. ¡Karla, ese es mi hermano y su imbécil amiga! ¿Cómo en la tierra puedes obviar su comportamiento mujeriego? Ambos son unos idiotas. Me encogí de hombros.
No entendía por qué, pero cada chica en esta escuela estaba enamorada de ellos. Javier era una gran persona, pero trataba a las chicas como objetos, y Lena, bueno, Lena simplemente era una imbécil de tiempo completo. Son los dos más sexis de la escuela y lucen como dioses del sexo, y yo desearía poder obviar eso dijo sugestivamente, moviendo sus cejas con una sonrisita, haciéndome reír. Enlazó su brazo con el mío y me empujó a nuestra primera clase. La escuela estuvo bien, como era normal; yo era bastante popular debido al hecho de que mi hermano y su mejor amiga eran los  más deseados allí Aun sabiendo la preferencias de Lena al parecer había sido solo el motor para que infinidad de chicas se le declararan. Javier y Lena  cuidaban de mí, lo que básicamente significaba que advertían a todos los chicos que se alejaran de mí, que de hecho, me sentaba bien porque yo no quería salir con nadie. La mayoría de las chicas querían ser mis amigas para poder acercarse a mi hermano. Las chicas que querían ser sus novias eran fáciles de localizar, en su mayor parte podías saber si querían que las presentaras por el tipo de ropa que estaban usando, si no estaban usando mucha entonces iban por mi hermano o Lena. Amaba mis clases, era bastante popular entre los profesores porque mis notas nunca iban por debajo de un sobresaliente. Siempre hacía mi tarea y jamás llegaba tarde; me enorgullecía de ello, aunque no era una nerd. A la hora del almuerzo, me senté con mis amigos cuando escuché los usuales suspiros y risitas tontas.
Las chicas empezaron a revisar su cabello y arreglar su maquillaje, de modo que supe que mi hermano y sus amigos estaban llegando al comedor. Suspiré cuando Karla y Silvia empezaron a sentir lujuria por ellos, como era costumbre. ¡Oh, genial, sexy trasero número uno está viniendo! Silvia rio tontamente, codeando a Karla en las costillas. Puse los ojos en blanco cuando una mano apareció por detrás de mí, robándome un puñado de mis papitas fritas. Hola, Ángel susurró Lena en mi cuello. Golpeé su mano cuando fue a robar más. ¡Lena, por el amor de Dios! Ve a comprar tu propia comida, idiota despotriqué, molesta. Se echó a reír. Oh, sabes que quieres compartir conmigo respondió, dejándose caer en el banco, empujándome de nuevo con su cadera. Lena, ¿qué quieres? le pregunté con un suspiro, moviendo el plato lejos de ella. Pasó el brazo alrededor de mi hombro. Sólo quería visitar a mi chica. Sé que me has echado de menos sin verme todas las mañanas y eso dijo engreídamente.
Todas mis amigas suspiraron y la miraron con nostalgia. Podrías quitar tu brazo-para-putas de mí, Lena, por el amor de Dios; ¡no quiero coger cualquier cosa! —le regañé, encogiéndome para alejarme. Se rio de nuevo. No seas así, Ángel. Sólo quería hacerte saber que voy a llevarte a casa hoy. Tu hermano tiene una cita, así que...Se calló, sonriéndome. ¡Genial, simplemente genial! Me iba a llevar a casa. Fantástico. Ella siempre hacía el trayecto a casa lo más largo posible sólo para molestar mi vida externa. Luego, insistiría en esperar en casa hasta que mi hermano llegase, lo que significaba que tenía que cocinar para Ella también. ¡Maldita sea, es tan molesto! Está bien, Lena. Ahora corre, estoy segura de que tienes alguna ETS más que propagar por ahí le dije, agitando la mano con un gesto molesto. Se rio y me dio un beso en la mejilla mientras se ponía de pie. Finge todo lo que quieras, Ángel, las dos sabemos que vas a querer que duerma contigo por la noche. Me guiñó un ojo con malicia, dándole a lo que acababa de decir un doble sentido, y rogué para que nadie más se diese cuenta. Claro que querré, Lena, porque estoy tan enamorada de ti. Suspiré, poniendo los ojos en blanco y frotándome la mejilla donde ella me besó. Yo también te quiero. Me sonrió mientras se alejaba de vuelta a la misma chica de esta mañana. Pasó el brazo alrededor de su hombro, sus sucios, asquerosos
Labios descendieron hasta los de ella. Fruncí el ceño, y aparté la mirada de nuevo a mis amigos cuando comenzó a hacerlo con ella en medio del comedor. Karla, Silvia y la mitad de las chicas del comedor estaban mirándole con lujuria.  ¡Esta chica es tan jodidamente molesta! ¿Por qué mi hermano no podía una mejor amiga mejor, alguien que no fuera una arrogante, obsesiva, gilipollas? despotriqué, lanzando mis manos al aire. Oh, ¡deja de lloriquear! Elena Hamilton acaba de tener su brazo alrededor tuyo y besado en la mejilla, daría cualquier cosa por tener esos dulces labios en mí dijo Silvia soñadoramente, haciéndome reír. Lo que sea. Vamos, vamos a nuestra próxima clase. sugerí mientras recogíamos nuestras bandejas e íbamos. Después de clases me dirigí a regañadientes al estacionamiento, donde una sonriente Lena  se encontraba apoyada en su coche, esperándome. Hola preciosa. Me guiñó un ojo coquetamente y abrió la puerta para mí. Hola Lena. Me subí a su coche, ya molesta con su coqueto culo. Subió a mi lado. Así pues, Ángel, tengo que pasar por la tienda de camino a casa. Puso el coche en marcha y salimos del estacionamiento. Genial murmuré. Decidí mirar por la ventana e ignorarle; seguía molesta con ella por toda la cosa de “diez minutos más” de esta mañana. Se detuvo en el estacionamiento de la tienda unos minutos más tarde. Vamos, Ángel dijo, saliendo. Me senté ahí y crucé mis brazos sobre el pecho, rehusándome a bajar. Caminó alrededor del coche y abrió la puerta por mí. Vamos, Ángel repitió, sosteniendo su mano para mí. No se necesitan dos para entrar, Lena. Esperaré aquí respondí. Metió sus manos en el coche y me recogió con facilidad, arrojándome por encima del hombro, riendo. Dio un puntapié a la puerta para cerrarla y comenzó a caminar hacia la tienda. Ponme malditamente abajo, ¡imbécil! grité, golpeándola en la espalda. Ella sólo se reía de mis escasos intentos de bajar, y siguió caminando. Una vez en la tienda, finalmente me puso en mis pies. Miré alrededor, avergonzada, para comprobar si alguien vio eso, pero parecía que no. Alargó la mano y metió algunos mechones de pelo suelto detrás de la oreja, sus dedos demorándose en mi mejilla. Golpeé su mano fuera de mi cara y la miré enfadada. ¡Eso fue tan vergonzoso! siseé. ¿Cuál es el problema? A la mayoría de chicas les encantaría que les hiciese eso replicó, encogiéndose de hombros y yendo hacia las revistas. Pisoteé con el pie, luego me ruboricé porque había pisoteado como un niño pequeño; por suerte, Lena no miraba, de lo contrario nunca hubiese oído el final de esto. Agarró una revista  y una barrita de chocolate y se dirigió al mostrador para pagar. Estaba felizmente hojeando la Teen Vogue cuando dos chicos se acercaron a mí. Me puse tensa. Bueno, hola aquí. Uno de ellos ronroneó. Asentí con la cabeza en Lena reconocimiento y puse la revista de vuelta, alejándome con rapidez en busca de Ey, ¿a dónde vas? preguntó el otro, cogiendo mi mano. Mi corazón empezó a acelerarse mientras miraba alrededor, frenéticamente. Estoy buscando a mi novia le mentí, tratando de sonar segura. ¿Novia? No veo ninguna novia dijo el otro, burlándose de mí. ¿Qué tal si vamos a alguna parte y nos conocemos mejor? ofreció el chico que estaba sujetando mi mano, tirándome hacia él lentamente. Me sentí enferma. Oh Dios, Lena, ¡ayúdame! Sé que soy patética, pero odio los enfrentamientos y que la gente me toque, especialmente gente que no conozco. Ey, Ángel dijo Lena, arrojando su brazo alrededor de mi hombro y mirando a los dos chicos, que de inmediato soltaron la mano y dieron un paso atrás. Me acerqué al lado de Lena y me presioné contra ella con tanta fuerza que dolía. Espero que no estuvieran molestando a mi chica dijo casualmente, pero podía oír el enfado en su tono de voz. Lena siempre ha sido protectora conmigo; una vez un chico me empujó en un charco cuando tenía siete, y Lena fue directamente a la casa del muchacho y le dio un puñetazo en la cara.
De ninguna manera. Estábamos hablando, eso es todo. El chico mintió, levantando las manos inocentemente. Está bien. Gracias por no hacerme usar aquellas clases de artes marciales con ustedes les guiño un ojo. Vamos entonces, Ángel, nos vamos a casa dijo  guiándome hacia la puerta. Una vez fuera, se giró para mirarme. ¿Estás bien? preguntó, revisándome preocupada. Estaba bien, mi corazón se detuvo de tratar de salir del pecho tan pronto como oí su voz. Asentí y le sonreí gratamente. Gracias murmuré. Abrió la puerta del coche y esperó a que subiese antes de rodearlo hacia su lado. Una vez dentro arrojó algo en mi regazo, miré hacia abajo a la barrita de mi chocolate favorito. No pude evitar sonreír. Gracias, Lena. Ella siempre hacía cosas dulces como comprarme golosinas, era una lástima que fuese una idiota, de lo contrario sería probablemente una buena chica. Cuando llegué a casa, fui directamente a trabajar en la lasaña para cenar. Lena se cernía detrás de mí alrededor de la cocina, haciéndome sentir violada mientras miraba mi cuerpo. Por el amor de Dios, Lena, ¡mis ojos están aquí! dije airadamente, señalándome la cara. Se rio. Wow, estás verdaderamente de mal humor conmigo hoy, ¿eh? bromeó, sonriendo. Si, lo estoy. No puedo creerme lo de esta mañana. No me gustan las prisas; me he visto y sentido como una mierda todo el día dije con acritud. Creo que te has visto caliente todo el día respondió, encogiéndose de hombros. Ugh, ¿puedes dejar de hablarme? No estoy de humor.

Tiré la comida en el horno y me puse a preparar un poco de ensalada. Bien, lo que sea. Se encogió de hombros otra vez y vino a mi lado, ayudándome a preparar la ensalada. Estaba tan cerca de mí que podía sentir el calor que irradiaba de su cuerpo al mío, era extrañamente calmante. Voy a ir a hacer los deberes. La lasaña estará hecha en una hora y media; imagino que te quedas a cenar dije. No era una pregunta, sabía que lo haría. No estoy segura de que Javier le pidiese que se quedara conmigo cuando él estaba fuera, pero Lena  lo hacía siempre de todos modos. Seguro, viendo cómo me lo preguntas tan educadamente. Sonrió. No estaba preguntando gruñí sarcásticamente mientras me giraba para alejarme. Me agarró la mano y se acercó a mí, estaba tan cerca que mi pecho tocaba el suyo, podía sentir su aliento soplando en mi cara. Ángel, lo siento por lo de esta mañana. Lo hago. Por favor deja de ser toda una perra conmigo, no te pega dijo en voz baja. Respiré hondo y suspiré. Está bien, si, lo siento también. Supongo que he sido una zorra contigo admití, tratando de apartar la mirada de sus hermosos ojos azul cielo que se sentía como si estuvieran viendo mi alma. Así que, ¿estoy perdonada? preguntó, sonriendo. Me gustaba esta Lena, la que me cuidaba, la que era diferente cuando estábamos por nuestra cuenta. Me puso su adorable carita de cachorro a la que no podía decir que no, y sentí a mi voluntad de odiarla desmoronarse. Me reí y puse los ojos en blanco. Lo que sea. Voy a ir a hacer los deberes antes de cenar. Me empujé fuera de su retención y me alejé rápidamente. Se sentía raro estar cerca de ella de esa manera, todavía podía sentir el hormigueo de electricidad fluyendo a través de la mano donde nos habíamos cogido, todavía podía oler su dulce aliento que había soplado en mi cara. No tenía ni idea de la atmósfera tan rara de la cocina; todo era muy confuso. Negué con la cabeza y saqué mi tarea de cálculo, tratando de empezarla por lo menos. Después de cenar en silencio, terminé mi tarea. Sólo eran las ocho y media así que Lena decidió poner una película. Puso Destino Final, y nos sentamos en el sofá a verla. Me sentí un poco incómoda por alguna razón que no podía entender. Estaba sentada aquí como siempre, pero algo se sentía diferente. La miré a escondidas varias veces, estaba sentada ahí viendo la película, con una pierna doblada sobre la otra, el brazo colgando casualmente en el respaldo de mi silla.
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La Teta Feliz Historias y Relatos ® KinKaid - Derechos Reservados
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16 comentarios:

  1. Me gusta ésta historia :3
    saludos!

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  2. excelente comienzo... se ve que la historia promete ; solo deseo que la continuidad este garantizada. Me ha impactado mil gracias Sam Italia

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    Respuestas
    1. HOLA A TODAS GRACIAS X SUS COMETARIOS, LES GARANTIZO EL100% DE LA CONTINUIDAD Y FINAL
      UN SALUDO DESDE ECUADOR.,
      KINKAID
      Si obtengo mas de 20 cometarios diarios prometo otra historia al siguiente día del mismo escrito.

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    2. Me gusto mucho este primer capitulo espero que la continues gracias

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  3. Me gusta tu historia,
    continua con ella pronto
    saludos :-b

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  4. Me gustó tu historia! Espero la continuación pronto! Saludos.

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  5. Esta muy buena la historia, tiene un lado tierno que me encanta y me gusta muchísimo la química entre las protagonistas... Esperemos a ver que sorpresas nos trae

    Luisa V.

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  6. Antes que nada quiero agradecer por la historia que compartes con nosotras, y el primer capitulo me ha enganchado, sin embargo al igual que las otras chicas ruego que haya continuidad en la historia porque muchas veces nos dejaron colgadas con la historia, repito gracias por regalar esta historia, por mi parte estaré pendiente a la historia y su desarrollo, xoxo. Caro

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  7. Gracias por compartir la historia y subir los dos primeros capítulos juntos ya que el primero dejaba bastante mal cuerpo, y el segundo hace que se pase esa sensación, me han gustado mucho, te seguiré leyendo.

    Saludos. Makeys

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  8. HOLA A TODAS MUCHAS GRACIAS POR LOS COMENTARIOS LES PROMETO LA CONTINUIDAD DE CHICA AMANTE
    Si obtengo mas de 20 comentarios al día, prometo mandar otra historia desde mañana mismo, un abrazo desde Ecuador

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  9. HOLA A TODAS GRACIAS POR LOS COMENTARIOS, PROMETO LA CONTINUIDAD DE LA MISMA
    Si obtengo mas de 20cometarios diarios desde mañana mismo envio otra historia.
    Un abrazo desde ECUADOR

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  10. Hola a todas gracias por sus comentarios, les garantizo la continuidad y un final.
    Si obtengo mas de 20 comentarios diarios mañana mismo envió otra historia
    Un abrazo desde Ecuador
    KINKAID

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  11. Esta buenisisima la historia y quiero saber si se publicara a diario o un dia determinado?.

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  12. Esta historia ya la habian publicado en TODORELATOS y se llamaba algo asi como "La ventana"

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  13. Lei la historia original hace mucho y me gusto, pero me gustaria más que tu le pusieras un poco de tu estilo, es decir, que cambiaras algunas cosas. Porque a como estoy leyendo se parece bastante a la original y es como leer el libro de nuevo.
    Saludos. ;)

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  14. Ésta historia es una adaptación,la original se llama "El chico que se escabulle por la ventana de mi habitación" de Kirsty Moseley . Aún así espero que la publiques entera

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