Capítulo 55
Puedo
ver como Agostina se aleja. Maldita. La odio ¿Por qué siempre le sale todo
bien? Ahora que volvió ella mi padre
está feliz porque por fin algunos de sus negocios podrán llevar ella. Y ¿yo
que? También soy su hijo. Quisiera saber porque la prefiere a ella y no a mí.
Me
levanto rápidamente del suelo y acerco por atrás de ella que camina en
dirección a nuestro padre y no se da cuenta que estoy detrás de ella y antes de
que mi padre y dos de su gente de confianza acerquen, le lanza una patada en la espalda de mi hermana. Esta cae pero
antes de llegar al suelo apoya sus brazos y de allí se gira a mirarme.
No
puedo descifrar en su mirada que está sintiendo pero me la voy a ir encima para
darle otro golpe cuando siento que me sujetan.
La
única mujer que está al mando de los demás secuaces de mi padre ayuda a Agos a
incorporarse.
-
¿estás bien?-pregunta
mi padre que a lado de ella.
-
Si – responde ella.
-
Y ¿a ti qué carajo te
pasa?- dice padre acercándose a mí y dándome una bofetada – ella te gano y tú
le golpeas por la espalda, sabes que no me gustan los cobardes.
Apretó
los puños de la rabia, me está dejando en ridículo delante de todos.
-
Yo…- empiezo hablar.
-
Tu nada niñito,
tienes que aprender a perder. Estas castigado por una semana.
Levanto
la vista y noto como los chicos que logre que estén a mi favor y hagan lo que
yo les diga niegan con la cabeza. Estoy en problemas serios y todo por su
hijita. Si quiero ser yo quien se quede con todo este imperio tengo que hacer
las cosas bien y despacio. El hecho de tenerla cerca hace que pierda la
paciencia y actué sin pensar.
Me paro
frente a Agos y voy a darle a mano en
señal de que acepte mi disculpa pero ella se da vuelta y aleja en dirección a
la casa.
Mi
padre habla con los demás y me deja a un lado de la conversación. Odio que haga
eso, pero yo me lo he buscado por haber reaccionado como reaccione, pero es la
primera vez que en muchos años me humilla alguien delante de mi gente. Soy el
mejor aquí y mi hermana viene y en apenas unos minutos me gana. Eso no lo puedo
aceptar.
Aunque
me la tenga que bancar mucho tiempo, hare las cosas con paciencia, así el día
que me la saque de encima sea para siempre y no solo la odie yo, sino todos,
nuestro padre, su madre, todos.
Me
ganare el cariño de papa y absolutamente todo será mío, nadie podrá detenerme.
****
La
chica de hace un rato me acompaña a la casa. Voy donde deje mi ropa, me cambio
rápidamente y salgo.
Ella se
encuentra sentada en uno de los sillones con los pies arriba de la mesa con una
cerveza en mano.
-
Sabes es la primera
vez en mucho tiempo que alguien le gana a tu hermano.
-
Quizás los demás se dejaban ganar- respondo pasando por
detrás de ella.
-
Tienes razón, no lo
había pensado.
-
¿piensan aquí?-
pregunto
Se gira
y me mira con el semblante serio, al parecer la hice enojar.
-
Ahora entiendo porque
te odia tanto.
-
Creo que sea lo que
estés pasando no pasa ni por cerca. ¿cómo te llamas?
-
Debe ser. Soy Laura-
responde con media sonrisa.
-
Bueno, tú ya sabes
quién soy.
-
Si – dice poniéndose
de pie y acercándose a mí – la famosa Agostina. Tu padre no deja de compararlo
contigo.
-
No debería hacer eso-
digo saliendo de la casa y caminando con ella hacia donde se encuentra mi
padre.
El
sigue hablando con su gente. Al parecer les está mostrando un plano e
indicándole un par de cosas, pero yo creo que más bien les está repitiendo las
cosas una y otra vez para que hagan como él quiere. ¿En que está metido? Sé que
es un caído y el más poderoso pero sobre todo eso, es mi padre.
-
Hija- dice mi padre.
-
Padre ¿puedo irme?
-
Todavía tengo para un
rato aquí y están todos ocupados para que alguien te lleve.
-
No necesito un
chofer-respondo, no veo la hora de salir de aquí- necesito la llave de un auto
o una moto y que después alguno pase a buscarlo.
-
Agos, los autos aquí
están todos equipados y no puedes andar en ellos.
-
Y ¿una moto? Papi
tengo que hacer cosas y no puedo estar aquí toda la mañana.
-
Si hay varias y
ninguno de estos idiotas no quiere andar así que puedes llevarte la que más te
guste- responde- Laura muéstrale donde están y dile cuando comienza con su
entrenamiento. Agos yo tengo que quedarme dándole indicaciones a estos, sino me iría contigo.
-
Lo sé papa no te
preocupes.
Laura
me hace seña de que la siga. Caminamos hacia el costado de la casa, ella abre
una puerta entramos, bajamos unas escaleras rumbo a un sótano.
Enciende
la luz del lugar y puedo ver varios autos de distintas gamas, camionetas y
motos.
Las
motos están todas nuevas, mi padre tiene razón al decir que a ninguno le gusta
andar en moto.
En un
rincón hay una moto negra con detalles en rojo que me llama la atención.
-
Me llevare a esta-
digo al acercarme y pasar mi mano por el asiento.
-
¿segura? Hay otras
mejores- responde ella.
-
Lo sé, aunque me
gustan todas me quedo con esta. las
otras están buenas, menos la Quanno de Kymco es muy, va no me gusta.
-
Tienes razón de esas
la que menos gusta es esa.
Observo
la Kawasaki Ninja 250R, con una velocidad máxima de 154 km/h.
-
¿sabes de
moto?-pregunta Laura viendo como miro la moto.
-
Algunas cosas se –
contesto buscando una campera y un casco-
¿Cuándo empiezo mi entrenamiento?
-
Si me doy cuenta de
que sabes. Tienes que decirme tu horario, yo estoy todo el día aquí entrenando
a estos.
-
¿a qué hora viene
Damián?
Es
mejor venir al horario que viene él y no porque quiera verlo sino porque sé que
él va a estar aquí y no con Ari, no le dejara el camino libre con ella, al
menos no le será tan fácil.
-
El viene de mañana,
pero esta semana estará castigado y no lo veras.
-
Eso no importa, solo
quiero saber el horario de todos los días que viene él, así yo vengo a su mismo
horario.
-
Que rivalidad hay
entre ustedes - responde ella, en tanto ayuda a buscarme una campera que me
guste.
-
No es por el por
quien vendría a ese o quizás de cierta
manera sí.
-
Tus motivos no me
importa. Lo que quiero es que estés aquí.
Ella
sigue dándome indicaciones, sin embargo yo sigo buscando una campera, hasta que
salgo un bolso donde hay más. La primera en sacar es una negra con el dibujo de
unas alas estampado en la espalda, elijo es y unos guantes que tienen el mismo
dibujo.
-
¿cuando
empiezo?-pregunto al colocarme la campera y guante y subirme a la moto.
-
Mañana mismo, no podemos
perder tiempo- responde al apretar un botón y ver como se abre una puerta que
da salida al patio.
-
Necesito uno de
estos- contesto al encender la moto, es como si saliera de la tierra – nos
vemos mañana.
Acelero
y salgo de allí. Mi padre al escuchar el ruido de la moto deja de hablar y me
mira con una sonrisa en su rostro, me hace una seña y me acerco a él.
-
Que hija más guapa
tengo- dice sin borrar su sonrisa – sabía que tu preferirías las motos, no como
esos- señalando a su gente.
-
Eso dices porque eres
mi padre – contesto.
-
Si pero es la verdad.
Hija ve con cuidado.
-
Si padre no te
preocupes. Nos vemos más tarde.
-
Si princesa- y antes
de que coloque el caso, me da un beso rápido en la mejilla.
Lo veo
alejarse y le sonrió. La verdad este gesto de parte de él no me lo esperaba,
por estar delante de su gente donde tiene que parecer un hombre duro, frio.
****
Estoy
en la oficina y como nueva siempre hay alguna que se cree mucho. En este caso
me toco una mujer de unos cuarenta años, que en estas tres horas y medias
prácticamente me está tratando de hacer la vida imposible.
Y todo
porque le he pedidos unos informes que necesito, porque en los papeles que me
dio el contador para que controle, no está. Me pregunto si estarán bien. No me
sorprendería que gente de aquí que lleva las cuentas de la plata o maneje
algunos cheques, saquen dinero para ellos.
Me
levanto del lugar para buscar un café. La máquina está al lado de una ventana
que da a la calle. Bebo un sorbo y miro a la gente pasar rumbo a sus trabajos o
resolviendo tramites cuando veo que frena una moto. No puedo distinguir si es
hombre o mujer, porque leva casco, lo que veo de aquí la ropa le queda muy
bien. Baja y saluda al de seguridad que se encuentra en la garita que da
entrada al estacionamiento. Este sonríe y le responde lo que sea que le esté
diciendo.
La
persona de la moto lleva las manos a su casco y se lo saca, es entonces cuando
se gira sonriendo para cruzar la calle cuando puedo ver su rostro y es Agostina.
Demonios.
¿Por qué es tan guapa? Todo le queda bien incluso el andar en moto y la ropa
que usa.
Vuelvo
a mi escritorio con el café y puedo ver como la vieja digo señora me observa
desde su lugar. Bebo un sorbo antes de que
el café se enfrié y continúo con los cálculos financieros y pasándolos a
la computadora. No sé cuánto tiempo me llevara pasar todo.
Las
mujeres que están en esta oficina conmigo le dan mucho al chisme más de lo que
trabajan. De un momento a otro la oficina entera se queda en silencio. Antes de
que pueda girarme a mirar siento unos labios en mi cuello.
-
Hola hermosa- dice
Agos sentándose frente a mí.
-
hola- respondo
avergonzada por como acaba de saludarme y bajo la mirada.
-
no puedo creer que mi
padre no te diera una oficina para ti sola- contesta ella y por supuesto en el
lugar no dejan de observarnos, ahora creerán que estoy aquí por ella – ve
acompáñame.
-
¿a dónde?- pregunto
pero veo su labios lastimado - ¿Qué te paso?
-
Es sorpresa- dice
poniéndose de pie – por favor ven conmigo. Soy bastante torpe a veces, me golpe
y quedo así.
-
¿en serio?- digo
levantando una ceja, por alguna razón no le creo.
-
Si- responde sin
darle mucha vuelta al tema- anda ven conmigo- dice mirándome para que la
acompañe.
Antes
de tomar una decisión me la quedo mirando y no puedo evitar que mis ojos se
fijen en sus labios rosados que ahora están lastimados. Me levanto de mi
asiento y la sigo.
-
Rápido por favor que
tengo que trabajar- digo. me da lugar para que salga primero.
-
Cuando el gato no
está, los ratones hacen fiesta- escuchamos que una de la oficina dice eso.
-
Y ustedes en lugar de
chismosear pónganse a laburar- responde Agos cerrando la puerta.
Me
sonríe y pasa su mano por mi cintura y camina hacia el lugar donde están las
demás oficinas que no se comparten. Abre una puerta y hace una seña para que
entre. La oficina realmente esta buena. Esta toda alfombrada, tiene una máquina
de café individual, un sillón a un lado además del escritorio y las sillas
correspondientes a esto, un baño individual y un balcón con una vista
increíble.
-
¿te gusta?
-
Es una oficina
fabulosa- respondo- ¿es tuya?
-
Si- dice sin muchos
ánimos.
-
Es increíble ¿no te
molestaría que venga arrobarte café?
Escucho
su risa y antes de que pueda girarme para entrar a la oficina, Siento como me
abraza por la espalda y apoya su
barbilla en mi hombro.
-
Ahora es tu oficina.
-
Pero…
-
Pero nada, es tuya y
traeremos tus cosas aquí.
Voy a
volver a protestar cuando siento sus dedos en mis labios y por alguna extraña
razón me recorre un escalofrió por el cuerpo. Quizás sea el hecho de que aún no
puedo olvidar el sueño y el beso de anoche.
Vuelve
a besarme el cuello y me gusta que lo haga.
-
¿Por qué me besas el
cuello?
-
Aquí entre nos- dice
acercándose peligrosamente a mí, o es imaginación mía o está coqueteándome y debo
admitir que está funcionando – todos te besan en la mejilla, incluido Damián-
al decir su nombre pone cara de asco- en cambio en el cuello solo espero
hacerlo yo y me gusta como reaccionas ante el contacto de mis labios en tu
cuello. Si no te molesta seguiré haciéndolo.
-
No me molesta pero…-
otra vez no me deja terminar lo que voy a decir.
-
no lo niegues que no
te gusta, porque sé que hasta sueña con mis besos.
Me
quedo helada ¿Cómo es posible que lo sepa? Vuelvo a mirarla y veo una sonrisa
divertida en sus labios, lo que significa que me ha tomado el pelo.
No sé
qué responder ante esto que está pasando, yo solo puedo sentir como una fuerza
invisible me arrastra a ella.
La
siento pegada a mí, sus manos en mi cintura y no puedo dejar de mirar sus ojos
azules y sus labios. Ella está esperado a que yo de el paso, que acorte el
espacio que separan a nuestros labios. Nuestros labios se rozan.
-
Agostina- se abre la
puerta de la oficina.
Ambas
nos giramos hacia la puerta y allí parado esta Damián.
Nota de la autora:
Gracias a tod@s por los
comentarios y que la historia les guste. He leído que no quieren que me tarden
tanto con los capítulos pero es imposible porque estamos a mitad de mes, y en
la universidad estamos a full porque el mes que viene ya es el último de clase
así que podrán imaginarse como nos tienen.
Para quien me pregunto
cuántos capítulos quedan, eh puedo que supongo faltan unos veintes un poco más,
tal vez sino calculo mal, serán la misma cantidad que mi historia anterior Amor
Inmortal. Lo de poner fecha para mandar los cap., no me gusta primero porque sé
que con el estudio no voy a poder cumplirlo y he leído y leo historias que
ponen fecha y luego no la cumplen y es feo porque uno espera el capítulo con
ansias y nada. Al igual que ustedes soy lectoras y se lo qué esperar un
capitulo. Vuelvo a repetir hago lo posible para mandar
los capítulos por semana.
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autor.
Agradezco en el alma que sigas continuando , las buenas historias vale la pena esperar y sin exagerar esta muy bien desarrollada , por lo menos me siento aliviada porque tendremos la historia para largo en donde viviremos y soñaremos con los protagonistas . Pd mucha suerte en la uni n.n . Atte. Carola
ResponderEliminarVe C, gracias por tu esfuerzo no hay problema tu universidad es primero, lo importante es que no nos dejes sin el final, como otras historias por aquí, esperaremos.
ResponderEliminarVec, primero que todo muchísimas GRACIAS, porque a pesar de tener el tiempo limitado, debido a la universidad, sacas tiempo para nosotras y nos deleitas con tu historia... Los capítulos están cada vez mejor y adoro la química que hay entre Ari y Agos. Gran Talento!!!
ResponderEliminarLuisa V. Col ;)
noooooooooooooooo por que tiene que malograrlo todo damiannnnnnn LO ODIOOOOOO¡¡¡¡
ResponderEliminar´por que simplemente desaparece y listooo....
Has algo con ese damian, no lo soporto que fastidio de hombre jaja es en serio ya me empieza a caer mal u.u' no soy de odiar a los antagonistas incluso me gustan xq siempre son parte fundamental para que los protagonistas crezcan, joder pero ese tipo es como una garrapata en el trasero jaja
ResponderEliminarApelando a su humanidad chicas urgente...colaboren con lo que puedan ya sea con gasolina, kerosene, cajas de fósforos y/o encendedores, todas las donaciones, por pequeñas que sean, serán bien recibidas para quemar al infeliz de damian.Gracias de antemano por tu colaboración!!!
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