Capítulo 38
La sostengo en mis brazos, esperando que se
digne a volver Uriel. Seguramente ya extrañaba volar pero no es para que nos
deje acá en las oscuridades solas.
Hablo a Luna pero ella no me responde. Si ya
la vez pasada se puso mal cuando le dijo algo relacionad a los angeles, Uriel
por lo visto no aprende, debe tener más cuidado al decir las cosas. Es un
idiota, que por cierto donde mierda esta.
- ¡Uriel- grito
Llevo mi vista al cielo y lo veo dar un par
de vueltas en círculos, planea hacia donde nos encontramos nosotras. Su vuelo
es lento, queda suspendido sobre nuestras cabeza y aletea un par de veces antes
de pisar el suelo.
- ¿Qué paso?- pregunta al
ver que tengo a Luna en mis brazos.
- ¿tú que crees?- respondo
con otra pregunta- eres un idiota, si la otra vez ya se puso mal ¿Cómo creíste
que reaccionaria hoy? Al menos debiste hablar con ella antes. Ayúdame a
llevarla a la casa.
- La otra vez le hable de
angeles pero sinceramente no pensé que ver un par de alas fuera a desmayarla.
- ¿en serio? Sinceramente
eres un idiota, aunque seamos nefilim, mitad angeles, angeles o como quieras
llamarnos debes entender que no es fácil ver alguien con dos alas, brillar,
aureola y sobre todo volar, porque ver con alas algún disfrazado de vez en
cuando podemos, en fin tú entiendes que quiero decirte.
- Si pero de verdad Luzbel
no creí que fuera a desmayarse si no hubiera tenido más cuidado- responde el
mientras caminamos hacia la casa, con ella en brazos de el- si hice esto es
porque solo tenemos dos días aquí y quiero que aprendan algo, pero no te
preocupes mañana hablare seriamente con ella.
- Espero que al menos le
pongas al tanto de lo que sea que quieras que aprendamos, veamos, etc. así no
estará tan desprevenida. Y por favor estamos cansadas, podrias no hacernos
madrugar.
- Bien- dice como
resignándose- mañana no les levantare temprano, es mejor que estén bien
descansadas.
El
resto del camino a la casa seguimos hablando de que tenga cuidado con
Luna al contarle o decirles las cosas no quiero que tenga una de estas reacciones
nuevamente, también busco la manera de sacarle información con respecto a que
quiere que aprendamos pero no dice nada.
Al llegar a casa me da a Luna y la llevo a la
habitación que hemos decidido compartir, la acomodo y él llega con el agua, en
tanto yo le hago oler un algodón con alcohol. Me preocupa que lleve muchos
minutos desvanecida.
- cariño- hablo, y corro
su cabello de la cara.
Ella poco a poco empieza a reaccionar. Con
Uriel seguimos hablándole hasta que abre completamente sus ojos y nos mira,
pero a quien no le saca la vista de encima.
- Tuve un sueño- dice
ella, también mira a su alrededor- ¿estamos en la casa? Soñé que al llegar aquí
tu Uriel nos hacías seguirte a la montaña y mostrabas unas alas blancas con
rojo.
- Si estamos en casa-
responde Uriel. También le pasa un poco de agua.
- No fue un sueño eso
cariño- le digo y obvio la mirada que me da es de no entender nada- llegamos
acá hace alrededor de una hora y media un poco más y fuimos con Uriel a la
montaña y el allí nos mostró eso.
****
Solo puedo mirarla a ella y luego a Uriel que
asiente lentamente. El me hablo de los angeles y me dijo un nombre raro el cual
reconocí aunque no conocía el idioma y esta noche lo mismo. Recordar que dijo
que soy un ángel y que Luzbel también lo es, no puedo evitar que algunas
lágrimas salgan de mis ojos, es que eso significa que debemos tener alguna
misión en la tierra o no sé, al menos eso escuche de los angeles, que tienen
misiones. Uriel deberá explicarme muchas cosas y mi novia parece estar al tanto
de muchas cosas y al igual que el deberá contarme.
- ¿estás bien, cariño?-
pregunta Luzbel acariciando mi cabello tiernamente.
- ¿Qué si estoy?- digo
mirándola
- Del desmayo hablo- dice
clavándome sus ojos azules con una mirada intensa- de lo otro puedo entender
que no te lo creas ni nada me paso lo
mismo.
- ¿sabías todo esto y no
me contaste?- solo niego con la cabeza intentando levantarme.
- Uriel dijo que te lo
diría- responde ella mirándole a este- quería hacerlo pero no creí que fueras a
creerme.
- Sí y no he tenido
oportunidad de hablar contigo a solas- dice Uriel y ve mi irada seria- yo mejor me retiro- y va
retrocediendo para salir de la habitación- ¿quieren que les prepare algo de
cenar?
- ¡no!- contestamos las
dos a la vez
- Bueno, cualquier cosa
estoy en la otra habitación- responde saliendo y cerrando la puerta.
Levanto una ceja y quedo mirando para que mi
novia me diga algo de porque no me conto nada.
- ¿Qué?- dice al ver que
no le dijo nada.
- Empieza hablar-
respondo.
- ¿Qué quieres que te
diga?- contesta llevando una mano a su cabello- si no te conté lo que me dijo
de que soy un ángel es porque, vuelvo a repetirte, no creí que fueras a
creerme.
- Lo que quiero es que me
cuentes que te dijo- respondo ya bastante molesta.
- Ya te he dicho cariño
que lo único que me dijo es que soy un ángel, que tengo un castigo en este
mundo, que he renacido muchas veces y
que mi historia siempre termina fatal, y que él está cansado de ver ese final
ya que es mi guía y nunca puede hacer nada para ayudarme. Además el seguramente
a ti también te dijo algo y no me lo has dicho.
- ¿Por qué crees que me
dijo algo?-pregunto sabiendo que ella tiene razón, pero no le dicho nada porque
me olvidado completamente de ese asunto, creí que eso era una historia
inventada de Uriel.
- Porque tu día de la
resaca, Uriel me dijo que te conto algo al respecto y ese día me hablo de esa
misma historia.
- Si yo no te dije nada
fue porque me olvide completamente de ello hasta ahora- contesto incorporándome
de la cama- creo que ahora hay que tomarse en serio cada cosa que dijo respecto
a angeles.
- La verdad es que si-
dice sonriendo- cariño ya es tarde y después de subir a esa montaña quisiera
darme un baño, ¿te molesta si hablamos de eso ahora más?
- Sabes que no- digo
besándola- ve a bañarte así cuando tu sales me meto yo.
Nos quedamos besando un rato hasta que logro
despegarme de sus labios.
- Creo que mejor vas tú.
Te desmayaste con tanta información y quiero que estés bien.
- Estoy bien amor. Anda ve
tú.
- ¿segura?
Asiento sonriendo y la empujo para que vaya a
ducharse.
****
Ahora que Luna sabe algunas cosas respecto al
tema de los angeles estoy más tranquila, porque me sentía mal ocultándole eso.
También quisiera decírselo de que estos días esa chica que no deja de mirarme
en la universidad ha estado siguiéndonos, que la he visto a fuera de nuestro
edificio, en el baño de la universidad etc.
Quiero averiguar porque me sigue, pero
tampoco quiero acercarme a ella, tengo mala vibra contra esa chica.
Además de que debo recordad que lo he visto a
él en el parque y por lo que vi en su mirada sigue con odio hacia mí y quien me
dice que no fue el que mando a esa mina a seguirme para saber todos mis
movimientos.
Con lo tranquila que era mi vida hasta ahora,
tengo que empezar a tener cuidado y estar atenta a todo.
Luego de darme un baño súper rápido, me
cambio y salgo hacia la habitación y veo a mi novia muy pensativa. Espero que sea que lo que
quiera que aprendamos mañana Uriel, no vuelva
desmayarse, porque sé que para ella es difícil asimilar todo esto.
Al verme secar el cabello sonríe, se levanta para ir a darse su baño, cuando
pasa por a lado mío a tomar su ropa, le sujeto de la cintura y la beso, poco a
poco estoy haciéndome adicta a sus labios. La suelto y sigo haciendo lo mío.
Me acuesto en la cama a esperarla, la lámpara
de la habitación está apagada y eso hace que bostece más seguido, el cansancio
empieza a vencerme.
****
Cuando llego a la habitación luego del baño
relajante que acabo de darme veo a Luzbel con sus ojos prácticamente cerrados
del sueño y no puedo culparla. Estamos de temprano despiertas y a Uriel se les
ocurrió traernos hasta aquí y hacernos caminar hacia la montaña. Al ver que
estoy secándome el cabello rápidamente mientras la miro apenas hace una mueca
de sonrisa, haciéndome seña de que vaya a su lado.
Creo que eso de hablar quedara para mañana
porque también estoy muy cansada y terminaremos por dormirnos.
Al ver que mi cabello está lo suficientemente
seco me voy a la cama y meto bajo las sabanas con ella, que se abraza a mí.
- Amor- digo suavemente al
levantar su cara para que me mire con sus ojos azules llorosos- ya estoy
contigo no llores- digo riendo con esto.
- Muy chistosa- responde
con un bostezo.
- Sé que quedamos en que
hablaríamos ahora pero será mejor que lo hagamos mañana.
- Si hermosa, porque es
más que seguro que me duerma mientras hablamos y no me gusta.
- A mí tampoco me gusta.
Necesitamos descansar porque vaya a saber que quiere que hagamos mañana el
otro.
En eso estoy de acuerdo
contigo. ¿Me das mis besos de buenas noches?
- Un beso es el de bunas
noches.
- Si pero yo quiero
varios- dice besando mi cuello- me encanta tu olor.
- Me haces cosquillas –
respondo acostándome de lado y besando sus labios en un beso dulce- durmamos
amor. Buenas noches.
- Buenas noches- responde
sin despegar mucho sus labios de los míos- sueña con este ángel- dice sonriendo
y volviendo a besarme.
Entre besos no se quien se durmió primero de
las dos. Solo puedo sentir la luz del sol en mi rostro. Apenas abro mis ojos me
levanto a cerrar con una cortina la ventana. Al hacerlo puedo notar que el sol
está bastante alto, debe ser cerca del mediodía. Menos mal Uriel nos dejó
descansar pero sí lo hizo es porque Luzbel le habrá dicho algo.
Cuando nos levantamos ambas no hablamos
mucho. No es que no tengamos de que hablar, en realidad tenemos mucho de qué
hablar pero Uriel está apurándonos para que los sigamos a la montaña
nuevamente. Tiene preparado una canasta con comida y eso significa que
estaremos allí hasta la tarde noche.
Llegamos y nos pone hacer ejercicio, ya que
hace un rato desayunamos y dice que no estaremos aquí sentadas hablando sino
que aprenderemos algo que nos va a demostrar lo que somos pero que necesitamos
estar relajas. Como si estar con ángel fuera fácil y no nos pusiéramos tensas.
- Bien- dice parándose
frente a nosotras- ahora cierren los ojos y traten de pensar en algo que les
haga feliz o estar enojadas. Focalicen su mente y energía en eso.
- ¿en serio?- pregunta
Luzbel sin creérselo y puedo asegurar que tiene los ojos abiertos y está
mirándolo.
- Solo hazme caso quieres-
responde con voz enojada Uriel que me da la razón.
Seguimos con los ejercicios que él nos dice.
Y ninguna de los dos entendemos nada.
- Espero que estén
focalizadas así ahora podrán decir lo que les diré- dice.
Yo asiento con la cabeza, solo estoy pensando
en el momento que Luzbel me pidió ser su novia fue un momento bonito y feliz.
Ella no sé en que estará pensando.
- Digan Nefilim- con una
misteriosa voz y bonita- este idioma que les digo es angélico y ustedes lo
saben, porque sé que pueden entenderlo. Vamos chicas háganlo dice.
Me tomo unos segundos y lo digo nefilim al escuchar mi voz creo
que sonó exactamente igual que la de Uriel. La voz de Luzbel suena también
misteriosa pero es bastante ronca que hace que
los pelos la piel se me ponga de punta. Me quedo sin aliento.
- Abran sus ojos- nos dice
Uriel.
Al hacerlo noto un brillo blanco demasiado
blanco a pesar de la claridad del día puedo notarlo.
Siento algo en mis espaldas, plegado. Muy
despacio y temerosa giro mi cabeza hacia atrás intentando ver de qué se trata.
Un grito se escapó de mi boca al apreciar por
primera vez en mi cuerpo unas alas blancas
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