Esperamos tu historia corta o larga... Enviar a Latetafeliz@gmail.com Por falta de tiempo, no corrijo las historias, solo las público. NO ME HAGO CARGO DE LOS HORRORES DE ORTOGRAFÍA... JJ

La Hija Del Diablo - Ve C - 36 y 37

Capítulo 36

No sé qué decirle, muchas cosas vienen a mi cabeza primero lo de las almas gemelas, después lo que me dijo la gitana aquella del parque que tengo una misión resultado de una castigo y hora esto de que estoy maldita, ¿Qué más? O es que todo de una manera u otra está relacionado.
-      ¿Cómo que maldita?- se escapa de mis labios mientras sigo intentando analizar cada información que tengo.
-      Si estas maldita más bien condenada.
-      Por favor explícate mejor Uriel de una vez quieres.

Otra vez el maldito silencio incomodo
-      Como te dije anteriormente Luzbel, estas condenada, castiga, maldita o las palabras que vos quieras ponerle. Alguna vez fuiste un ángel con su alma gemela, hubo quienes se opusieron a ese amor. Tú caíste y tu amor cayó contigo, sus almas fueron condenadas. Tú eres inmortal por lo que siempre reencarnas y al ascender una vez a la gloria empiezas a recordar esas vidas. Tu condena es enamorarte siempre de la misma persona, en cada vida. Y en cada vida también aparecen aquellos ángeles que se opusieron a su amor y aquellos que decidieron caer por las mujeres humanas, y por supuesto sus descendientes, te buscan por algo pero creo que ni ellos saben que es y nunca pudieron descubrirlo. Ningún Arcángel que son los que están cerca de Dios menos lo saben ellos. Sea lo que sea que buscan de ti y tu alma gemela, no sé si lo encuentran, pero lo que si se es que siempre termina de la misma manera.
Tengo ganas de reírme ante todo lo que me está diciendo y la verdad es que tantas cosas en la cabeza relacionado a ángeles me tiene confundida. ¿Es esa la verdad de mi vida? ¿De mis últimos sueños raros? No puede ser, pero quiero seguir escuchando lo que tiene por decirme.
-      ¿Cómo?- pregunto refiriéndome a la manera de que termina esa historia.
Miro sus ojos y el parece no querer decírmelo.
-      Terminas muerta- dice con el tono bajo de su voz y la mirada se pierde en un punto cualquiera- lo triste de todo eso es que casi siempre soy yo quien tiene que ser tu guía, y te he visto morir tantas veces que cada vez que vuelves a reencarnar ya no sé cómo será, siempre espero que sea diferente. E incluso ni siquiera sé cuándo volverás a reencarnar.
Puedo sentir el dolor en su voz. Debe ser difícil para el ver eso repetidamente. Yo no sé si lo soportaría pero si es así como dice me gustaría  que el final esta vez sea diferente. Esta vez se algunas cosas que quizás en otras vidas no las supe.
-      Creo que todos estamos condenados- continua hablando él, pero no sé si quiero seguir escuchándolo, su voz es triste- por verte morir una y otra vez, los arcángeles, yo y tu alma gemela. En cada reencarnación nunca se sabe si nacerás siendo mujer u hombre, al igual que ella, digo ella porque allá- con un dedo indica el cielo- era mujer. Me da mucha impotencia él nunca poder haber hecho algo o llegar a tiempo para que la historia sea deferente.
Se levanta de mi lado y acerca a la ventana de donde puede verse el movimiento de la ciudad, a esta hora muchos están llegando para estar con su familia, los que tienen familia u otros solo para descansar de un día de trabajo. No puedo ver su rostro pero sé que su mirada debe mostrar la melancolía de recordar esas cosas.
En el living solo se escucha la tele y nuestra respiración pausada.
-      Escucha- dice el volviendo acercarse a mí- yo voy a contarte algo que no sé cómo empezar ni nada ¿sí?- me está hablando como si fuera una niña chiquita.
Solo puedo mirar la mano que tiene sobre la mía y asentir en silencio. Me regala una de esas sonrisas con la que intenta indicarme que está todo bien. ¿Cómo puede estar todo bien? Últimamente me entero muchas cosas que a veces creo estar teniendo alucinaciones.

Cierro los ojos y retiro mis manos de él. Esto que me está contando es demasiado para mí. De una forma u otra puedo sentir un dolor fuerte en el pecho. Creo que tantas historias le ha afectado la cabeza y se inventó esta historia fantástica, pero como sea me ha llegado.
-      Por favor- escucho que dice- mírame- abro los ojos y lo veo sentado delante de mí- sé que es duro y difícil de creer, pero es así. Te he visto crecer, bueno a tu alma desde el momento de tu creación por Lucifer y después de tantos años de verte nacer y crecer como humana, te quiero y jamás inventaría algo así, solo te digo la verdad.
                                                     ****
Me acerco al living para preguntar a Luzbel que vamos a cenar si quiere que prepare algo o lo hace ella. La encuentro hablando con Uriel, ambos parecen dolidos, al menos puedo notarlo en la mirada de él, pero en la de ella solo veo que está mirándolo como una niña perdida confundida.
-      ¿está todo bien aquí?- pregunto, no creo que ella este así por algún negocio de la empresa, hay algo más.
-      Si- responde ella tomando mi mano y haciendo que me siente a su lado- Uriel me estaba contando una de sus historias, solo que es un poco triste.
-      Es triste porque el final siempre se repite- contesta este- bueno al menos para mí.
-      ¿no me la piensas contar?
-      Si quieres una historia triste tengo una pero te la contare en otra ocasión. Yo me voy a ir retirando.
-      Creí que te quedarías a cenar como cada noche- digo mientras veo como toma sus cosas.
-      Me encantaría, pero tengo cosas que resolver y cuanto antes mejor, por eso prefiero cenar en mi departamento. Mañana puedo almorzar con ustedes si quieren.
-      No habrá problemas por eso, mañana solo tenemos una materia. Te esperamos- digo al ver como ya está en la puerta.
-      Hasta mañana chicas- dice al cerrar la puerta detrás de sí.
La miro a ella y de un movimiento hace que me siente en sus piernas. Solo puedo agachar mi cabeza y apoderarme de sus labios. El beso al principio es suave y poco a poco se convierte en intenso y nuestras lenguas entran en juego.
Aunque me resulte difícil me separo de ella y la miro mientras sus manos suben y bajan por mi espalda.
-      ¿en serio estas bien?-pregunto.
-      Después del beso de recién perfecta- responde sonriendo - ¿me quieres provocar?- señalando mi ropa.
-      La verdad no-respondo dándole un beso y levantándome  de sus piernas- ven vamos por algo de cenar y después a la cama.
Antes de que pueda alejarme mucho de ella, siento sus manos en mi cintura pegándome a su cuerpo y empezamos a caminar hacia la cocina.
-      O sea ya me quieres llevar a la cama- dice riendo.
-      Tarada- responde dándole un golpe en el brazo al soltarme de ella.
Seguimos hablando de muchas cosas mientras nos hacemos unos sándwich para cenar, pero por supuesto no me cuenta lo que le ha dicho Uriel.
Estoy acostada en mi cama ya por dormirme, ella se iba a dar un baño y pasaba a darme las buenas noches según sus palabras. Escucho un pequeño golpe en la puerta y se abre y la veo allí parada y con una almohada en su mano.
-      Me quedare a dormir contigo- esto lo que dice al acostarse a mi lado.
-      ¿te acostumbraste rápido no?
-      Es que cariño uno a lo bueno se acostumbra rápido. Y dormir con vos es muy rápido.
-      Me alegra oír eso. Pero vamos a dormir ¿sí?
-      Buenas noches preciosa, que me tengas en tus sueños- dice lo último riendo, no puedo evitar darle una sonrisa antes de sentir sus labios.
-      Descansa Cariño- devuelvo su beso y abrazo a ella.
                                            ****
-      ¿Por qué siempre haces esto? Deberías entender cuando una mujer no quiere contigo.
-      Lo hago para que aprendan con quien  se meten- responde enojado- y sabes que esta vez no podrás evitarlo porque tengo todo bien planeado.
Dos chicos altos de un metro ochenta se pusieron frente a mí, él les da una seña para que vengan por mí, mientras intenta seguir con lo suyo. Escuchar el llanto y ver el pequeño forcejeo hace que la rabia crezca en mí.
Uno de los chicos sonríe y acerca a mi e intenta golpearme. Logro esquivar el puño pero no la patada, que me hace retroceder y dar contra la pared. Intento recuperar el aire, pero veo que viene hacia a mí, espero que este lo bastante cerca para darle una patada descendente en la cabeza y termina tirado. Con el otro chico lo mismo pero a él le doy una piña en la nariz que termino rompiéndosela y un par de patadas en el estómago. Al verlo tirado voy en busca de los otros tres mejor dicho cuatro con él. Quedo sorprendida al ver quién es que le está desprendiendo su camisa.
-      No- se escapa de mis labios, no puedo creerlo.
Despierto sudada algo confundida, un par de cabellos pegados en la frente y siento un brazo entumecido. Las imágenes del sueño las tengo muy presente, hace tiempo no soñaba con esa noche.
-      Otra vez no.

Capítulo 37

Me llevo mucho tiempo parar esos sueños, ha habido noches en que no pegaba un ojo después de despertar. Solo ruego que no me vuelva a dar de soñar todas las noches con eso.
Muevo mi brazo lentamente de debajo de Luna y giro lentamente mientras me abrazo a su cintura. La observo dormir con el cabello revuelto cayéndole en su cara, es hermosa y tengo suerte de tenerla. Poco a poco el sueño empieza a vencerme y se me van cerrando los ojos sin dejar de mirarla.
                                                     ****
Al escuchar el despertador con una mano logro apagarlo. Sonrió al sentirla recostada en mi pecho.
-      Te amo- digo en un susurro-  espero lograr enamorarte.
Me quedo acostada unos minutos más en la cama sintiéndola así abrazada fuertemente a mi cintura, pero al volver a mirar la hora no queda otra que levantarme para prepararme para la universidad y el desayuno para ambas. Escapo de sus brazos dejando una almohada en mi lugar a la cual se vuelve aferrar con fuerza y seguir durmiendo, vuelvo a sonreír ante tal acción y deposito un beso en su frente.
Después de higienizarme voy a la cocina a preparar el desayuno, pongo un poco de música y miro la hora y me sorprende que ella no esté despierta, al menos que haya dormido mal, pero la hubiera escuchado. Sinceramente dormí tan profundo que si despertó no la escuche.
Entro a la habitación y la encuentro durmiendo como la deje.
-      Luz tienes que levantarte- digo acariciando su mejilla- eres tan hermosa.
Solo hace un gesto con la cara, falta que me diga cinco minutos más. Vuelvo hablarle y nada.
-      Hermosa, se nos hace tarde para ir a la universidad- digo nuevamente mientras paso un dedo suavemente por su cuello.
-      Mmm- dice moviéndose, porque mi dedo le hace cosquilla. Abre sus ojos y queda mirándome- buenos días.
-      Buenos días- apoyando mis labios en su frente- es hora de que te levantes.
-      Lo sé pero no quiero- responde apoyando su cabeza nuevamente en la almohada.
-      Dale hermosa. Ya está el desayuno preparado- digo tirando de su mano y que se siente en la cama.
-      Uff bueno si no queda otra- dice levantándose.
-      Ya deja de quejarte, te espero para desayunar- digo negando con la cabeza ante su actitud.
Al poco rato la veo en la cocina aun con sus ojitos dormidos y con fiaca.
-      Hoy odio tener que ir a clases- dice sentándose y sirviendo el café.
-      Tu cara me lo está diciendo- respondo sin dejar de mirarla- ¿dormiste bien?
-      La verdad no, desperté en la madrugada por un mal sueño- contesta y puedo notar la molestia en su voz.
-      Fue el mismo sueño de siempre ¿no?- pregunto sabiendo que es la única razón también para que este malhumorada.
-      Si es el mismo sueño- dice dejando a un lado su tostada y mirándome- pero no quiero hablar de eso cariño, ya sabes cómo me pone.
No es necesario responderle a nada se perfectamente como lo que paso aquel día le afecta y los sueños no hacen más que recordarle eso. Ojala no se repitan esos sueños, porque la primera vez que empezó a soñar con ese día, pasaron meses para que dejara de soñar con ello.

Cuando vamos saliendo del edificio para dirigirnos a la universidad nos encontramos con Uriel, al menos tiene mejor semblante que ayer.
-      Buen día chicas- nos saluda con la sonrisa que lo caracteriza- menos mal que las encuentro.
-      ¿pasa algo?-pregunta rápidamente Luzbel, tengo la impresión de que hay algo que se traen estos dos y no estoy enterada.
-      No, solo quería saber si este fin de semana no tienen que estudiar para ir al campo.
Luzbel sonríe por esto. Sé que ella ama estar al aire libre y más si vamos a ir al lugar donde haya árboles y demás.
-      Este fin de semana estamos libres de estudio- respondo mirando a Luzbel- así que iremos al campo contigo Uriel.
-      Bien- contesta empezando alejarse de nosotras- paso por ustedes a las  ocho de esta noche así que estén listas. Nos vemos- levanta la mano y sube a su auto.
-      ¿Qué fue eso?-pregunto al volver hacia ella que me tiene abrazada mientras caminamos a su auto.
-      No lo sé- dice sonriendo- iremos al campo es lo que me importa en este momento.
Ver su cara feliz de que estaremos el fin de semana alejados de la ciudad no hace más que ponerme feliz a mí, pero por supuesto no dejo de pensar por qué Uriel vino de repente con esta invitación o quizás solo quiera estar con nosotras en un lugar tranquilo y yo estoy dándole demasiado vuelta al asunto.
                                                  ****
Una vez en el auto miro por el retrovisor para ver el espacio que hay entre mi auto y el de atrás y al hacerlo puedo ver nuevamente a la chica del baño mirando fijamente hacia donde estamos nosotras. Esto sinceramente no me da buena espina o quizás sea cosa mira pero ¿me está siguiendo?
Si es así, la otra pregunta es ¿Por qué? O ¿Quién la mando a seguirme?  Puede que una esté relacionado al hecho de lo que me dijo ayer Uriel de que me están buscando pero vuelvo a preguntarme ¿Por qué? ¿Qué quieren de mí?
Sonrió a Luna y arranco el auto sin antes volver a darle un vistazo a esa chica. Cuando llegue al estacionamiento de la universidad veré si puedo llamarle a Uriel. Si la mina me está siguiendo es muy probable que lo haga al campo y lo que sea que tiene en mente Uriel para nosotras puede descubrirlo ella y no es buena idea eso.
-      ¿estás pensando que harás en el campo?-pregunta mi novia.
-      Estoy pensando porque Uriel salió con eso tan repentinamente y pienso aprovechar a full estos días allí y más teniéndote conmigo.
-      Yo también pienso lo mismo, pero estoy segura que él nos dirá.
Seguimos intercambiando ideas de porque Uriel salió con eso de irnos pero yo creo tener una idea del porque pero prefiero preguntarle a él cuándo lo vea.
Estamos en clase con Manu y Rosa cuando veo llegar a la misma chica de ayer y hoy. Se sienta a un lado de nosotras y otra vez no deja de mirarme y me incomoda demasiado y no solo por el hecho de que me mire intensamente sino porque los demás lo notan al igual que mis amigas.
-      ¿la conoces?- pregunta Manu mirándola y mirándome.
-      No la conozco, no la he visto en mi vida- respondo apoyándome en la mesa- y esto de que ese así me incomoda me está sacando.
-      Para que este mirándote así, yo creo que debe conocerte- dice Luna pasando una mano por mi cabellos.
-      Tal vez cariño, yo solo sé que no la he visto nunca- bueno ese nunca es hasta ayer y hoy más temprano.
Dejamos de prestarle atención a esa chica y yo sobre todo trato de seguir igual aunque tengo que soportar su intensa mirada.
Al salir de la universidad, Luna se queda a un lado hablar con las chicas yo llamo a Uriel y le comento lo que creo que está pasando y solo responde que nadie nos va a seguir que ya tiene todo planeado.

A las ocho de las noches nos pasa a buscar Uriel en una camioneta de la empresa. Subimos un pequeño bolso cada una con nuestras cosas para estos días. El arranca la camioneta y ambas pensamos que ya agarraríamos para el campo pero él tiene otros planes, entramos en el estacionamiento subterráneo de un edificio y nos hace subir a un auto. Luna me mira desconcertada, solo paso mi brazo por sus hombros y niego con la cabeza haciéndome de que no sé nada. No es que quiera mentirle ni nada, solo no le digo que creo de que nos siguen hace dos días es por el simple hecho de que no quiero preocuparla o que le hagan algo.
Llegamos a la casa del campo mejor dicho a la estancia cerca de la media noche. una vez que dejamos nuestras cosas y pensando que Uriel nos mandaría a dormir nos invito a seguirlo a la montaña. con Luna nos miramos y no nos quedo otra que seguirlo. Llevarnos a estas horas a la montaña y en la oscuridad está realmente mal de la cabeza pero bueno con tal de descubrir que nos quiere decir o mostrar.
Cuando llegamos a un afloramiento rocoso a la ladera de la montaña nos sentamos, estamos realmente cansada pero el parece tener energía para subir a la cima.
    - Yo de acá no camino mas- dice Luna a mi lado y por supuesto la apoyo en eso.
En este momento este valle debe ser el único en kilómetros que esta con tanta paz.
   - si les traje es porque quiero mostrarles algo- nos dice Uriel.
   - ¿qué?-pregunto rápidamente.
  - A las dos le he hablado de Ángeles, ¿porque lo hice? es porque ambas lo son. Por supuesto que de diferentes rangos pero son ángeles- Luna me mira extraña creo que es algo que no se lo esperaba de que yo lo supiera o quizás tratando de ver mi rostro antes tales declaraciones de Uriel- y yo debo enseñarles a defenderse y a manejar sus poderes y sobre todo alas.
  - ¿Alas?- pregunta Luna
  - Si alas- responde el- no crean que por haber nacido aquí en la tierra no tienen alas. solo no la han descubierto pero esta noche lo harán. Párense.
a regañadientes le hicimos caso. Nos paramos frente a él y esperamos que nos indicara que seguir haciendo o para que nos hizo poner de pie con lo bien que estamos descansando sentadas.
  - Por Favor Uriel- dice Luna- si es una broma no es chiste podríamos estar acostada o cenando haciendo algo productivo en la casa y no aquí paradas.
  - No es una Broma Luna- dice mirándonos seriamente.
Lo cierto de todo esto es que ambas confiamos en el. A estado con nosotras desde que salimos del internado apoyándonos en todo.
Yo si había visto sus alas y ascenso a la gloria como él lo llama pero sé que ella no.
En un momento pareció como si el sol estuviera saliendo nuevamente, iluminado el lugar donde nos encontramos. La luz es más intensa, ya la he visto, siento como mi novia aprieta mi brazo fuertemente e intenta ver.
Poco a Poco la luz se atenúa y vemos las alas de Uriel. sus las blancas con rojo y su aureola.
   - esto es la gloria- dice en un idioma extranjero, pese a que ninguna de las dos lo sabemos logramos entenderlo. Noto los ojos de Luna llenos de confusión y hasta podría decirse miedo. Uriel extiende sus alas batiéndolas y vuelve a plegarlas, el se eleva del suelo suavemente y hasta podría decirse que medio afeminado por la elegancia que usa. Luego re-monta el vuelo por encima de los árboles y de nosotras , aleteando con rapidez por toda la extensión del valle hasta convertirse en un punto de luz en el horizonte. Quedamos solas en medio de la ladera  en la silenciosa y oscura noche esperando que el vuelva para iluminarlo todo.

    - Esto es un sueño-  escucho decir a Luna antes de desmayarse. 
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1 comentario:

  1. aa.... me quede muy impresionada de verdad cada ves esta mas interesante la historia, pero quien mando a seguirlasssssss???????

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