Capítulo 31
Puedo
observar como sus ojos se agrandan y entrecierran rápidamente en un claro gesto
de sorpresa.
No me
sorprende que se sorprenda, siempre le huido a las relaciones serias, la única
mujer con la que estaba dispuesta a tener algo serio, salió de mi vida, de la
peor forma y creyendo que soy la peor o mejor dicho el peor, pero eso ha
quedado atrás. Solo espero que esta vez si todo salga bien y no cometer ninguna
estupidez para perderla a ella.
-
Si…-responde ella y
puedo notar la emoción en su voz- si quiero ser tu novia.
Nunca
he tenido novia así que no sé cómo actuar en esto casos más que sonreírle con
ternura y acariciar su rostro.
-
Entonces- digo
intentando volver a romper el silencio que se ha formado- ¿te quedas a dormir
conmigo?
-
Luzbel, recién somos
novias, no hemos tenido ni una cita ¿y ya quieres que duerma contigo o quieres
tenerme en tu cama?
-
Bueno, te recuerdo
que estamos en mi cama así que no hay mucha diferencia- contesto sonriendo ante
esto- y por favor duerme conmigo, después te compenso la cita y todo lo que me pidas.
-
Tienes razón ya me
tienes en tu cama. ¿estás segura?
-
Muy segura, pero si
te quedas a dormir conmigo.
-
No tengo escapatoria
de esta ¿no?- responde.
-
No, bueno si tú no
quieres dormir lo entenderé.
-
¿Cómo no voy a
querer? Hemos dormido muchas veces juntas- dice acariciando mi cabello- y ahora
podremos con más razón- sonríe y se acerca más a mí.
-
Si ahora no necesitas
ninguna excusa para meterte a mi cama- contesto riendo ante de recibir un golpe
en mi cabeza de su parte- debemos dormir, mañana tenemos clase y yo realmente
me siento cansada.
-
No es gracioso. Si se
ve en tus ojos el cansancio y yo también lo estoy- apaga la televisión y solo
se filtra la luz de la calle a través de la ventana- buenas noches.
-
Buenas noches-
respondo depositando un suave beso en sus labios, ambas estamos cansadas como para seguir hablando- que
descanses.
Me
abrazo a su cuerpo y a los pocos segundo me encuentro soñando.
El
joven esta recostado contra un árbol y la chica en sus brazos, con una pequeña
panza de embarazada.
-
¿Qué quieres que
sea?- le pregunta ella, mientras el acaricia su vientre.
-
Es difícil decirlo
amor, porque me gustaría una niña hermosa como tú, pero también me gustaría un
niño, para enseñarle a montar, a pelear con la espada el ajedrez, compartir
cosas. Pero estaré feliz con lo que sea que tenga que ser, es producto de
nuestro amor y eso me importa más que el sexo.
-
A mí también me interesa
más eso, además saldrá con tu color de ojos cariño será una niña o un niño
hermoso.
Ellos
siguen hablando y riendo entre beso y beso. Se siente el amor en el aire de
esta pareja. Hasta que el chico se levanta rápidamente y toma su espada y se
pone delante de ella cuando llega un tipo en caballo.
Su
sonrisa malvada y su mirada fría lo dice todo. Le lanza una mirada lujuriosa a
la mujer.
-
Qué manera de
recibirme Javier- dice sin desmontar- veo que vas a tener a tu primogénito.
-
¿Qué quieres aquí?
Sabes que no eres bienvenido.
-
Deja de estar a la
defensiva, solo vine a darles una visita relámpago y felicitarles- se siente la
maldad en su voz- conmigo tendrías mejores hijos que con este inútil.
-
Eso lo dudo mucho. Si
me hubiera casado con idiota como tú si sería un tema mis hijos, pero hice la
mejor elección- le responde ella.
-
Entiéndelo de una
vez, ella me eligió a mí me ama a mí. Búscate una mujer y deja de venir a
molestarnos a nosotros.
-
Son tal para cual.
Veo que este ya te contagio.
-
Será mejor que te vayas-
responde Javier.
El
hombre se da vuelta en su caballo para irse pero antes se vuelve y acerca a
Javier y le habla por lo bajo.
-
Mejor cuídate mucho y
cuida a tu familia, no vaya hacer que les pase algo- luego de esto se aleja a
todo galope.
Despierto
sudando cuando me doy cuenta que tengo unos brazos alrededor de mi cintura.
Solo me
quedo observándola dormir a Luna junto a mí, a través de la ventana se filtra
el amanecer. Me gustaría poder dormir un poco al menos hasta que sonara el
despertador pero sino son los sueños, es Uriel, en fin últimamente no puedo
descansar.
Ese
tipo que apareció esta vez en mis sueños me resulta muy familiar.
Salgo
de mis cavilaciones al sentir como Luna empieza a despertarse.
-
Buenos días- digo
sonriendo.
-
Buenos días a ti- dice
dándome un beso- ¿hace cuánto estas despierta?
-
Hace unos minutos no
lo sé- respondo- tuve un sueño raro. Últimamente no seque es un sueño o no-
-
Todo depende. Los
sueños nunca mienten- escuchamos la voz de Uriel desde la puerta.
-
Muy bien lo que estás haciendo- dice un hombre- veras que si sigues mis consejos pronto le quitaras
todo.
- Todo
lo que desde un principio me corresponde a mí.
- Exactamente- responde sonriendo con
maldad "si supieras que tu
solo eres un maldito peón para conseguir mis propósitos".
------------------------------------------------------------------------------------------------------
La Teta Feliz Historias y Relatos ® Ve C - Derechos Reservados
©
Todos los derechos reservados. Esta publicación no puede ser
reproducida, ni en todo ni en parte, registrada o transmitida por un
sistema de recuperación de información, en ninguna forma ni por ningún
medio, sea mecánico, fotoquímico, electrónico, magnético, electroóptico,
por fotocopia o cualquier otro, sin el permiso previo, por escrito, del
autor.
No hay comentarios:
Publicar un comentario