Capítulo 32
-
Uriel ¿Cuándo vas
aprender a golpear antes de entrar?
-
Por favor chicas no
se pongan así- responde.
-
Es que no es la
primera vez que haces esto- dice Luz mirándolo seriamente, a veces cuando está
molesta como ahora su mirada asusta- mira si nos encontrábamos en otra
situación.
-
Eso lo dudo-
responde.
-
Bueno como sea,
aprende a golpear la puerta antes de entrar- dice Luz.
-
Ella tiene razón-
digo apoyándola- no solo es el hecho de encontrar en una situación
comprometedora sino que también mira si nos estamos cambiando o algo.
Se nos
queda observando unos momentos, supongo que es la situación extraña en la que
nos ha encontrado o el hecho de que aún seguimos abrazadas.
-
¿hay algo que yo no
me entere?
Ella y
yo solo nos miramos. No es necesario decir nada, ambas sabemos que él debe
saber lo que somos, es una persona importante en nuestra vida.
-
Sí, estamos de
novias- respondo.
-
Oh- dice sorprendido-
eso no me lo esperaba.
-
¿Por qué no?-
pregunta Luzbel
-
Siempre supe que ustedes se gustaban, pude
verlo en sus ojos cada vez que miraban o miran mejor dicho, pero ninguna de las
dos estaba dispuesta a pasar la línea de la amistad hasta ahora y tu Luzbel
bueno no has tenido ninguna relación seria hasta ahora, por eso me sorprende,
pero ya que han decidido intentarlo solo quiero que se hagan feliz ambas.
-
Vaya, creo que las
sorprendidas somos nosotras al ver lo bien que nos conoces- respondo mientras
voy saliendo de los brazos de Luz, y en sus ojos veo la protesta de mi acción-
estoy segura que si lo seremos- me vuelvo hacia ella- voy a preparar mis cosas,
te espero para desayunar.
****
No me
gusta cómo me está mirando Uriel ahora que Luna nos ha dejado solo. Seguramente
se viene un sermón.
-
¿Qué?- pregunto sin
dejar de verlo al sentarme en la cama.
-
Solo te voy a decir
una cosa Luzbel- mejor que no le hagas daño a Luna o me vas a conocer enojado.
-
¿acaso crees que esto
ella es un juego para mí o no me la tomo en serio?
-
Yo solo te digo eso,
estoy seguro que la cosa con ella va en serio, ella no es como la que has
tenido y además ambos sabemos que algunas de esas te siguen buscando.
-
Uriel si me he puesto
de novia con ella es porque es diferente, no necesito que me lo recuerdes.
-
Mejor que lo
recuerdes siempre o ya sabes te la veras conmigo. Y respecto a tus sueños
hablaremos más tarde- diciendo esto se retiró de la habitación.
Vaya
por el voto de confianza Uriel. Luego de arreglar mis cosas y darme una ducha,
me voy a la cocina y la veo allí preparando unas tostadas.
La
imagen de ella así, con ropas de otra época vienen a mi mente pero la descarto
rápidamente, y muevo mi cabeza mientas vuelvo a centrarme en ella.
-
¿me vas a mirar toda
la hora o ayudarme?
-
¿tengo que?- pregunto
al acercarme detrás suyo y apoyar mi barbilla en su hombro.
-
Si quieres desayunar
si- dice sonriendo y girando su cabeza para darme un beso.
-
Qué mala te has
vuelto- respondo sonriendo- no se vale que me dejes sin desayuno- llevando las
tazas y el azúcar a la mesa, mientras ella lleva el resto- con lo importante
que es el desayuno.
-
No soy tan mala para
dejarte sin el alimento más importante del día.
Ambas
seguimos bromeando en el desayuno, la universidad no nos queda tan lejos por
suerte y en auto tardamos menos en llegar. Luego de juntar las tazas y los
utensilios y lavarlos, ella se acerca y
pasa sus brazos por mi cintura y me besa.
****
-
Pueden dejar de estar
tan acarameladas- digo viéndolas a Luna y Luz así.
-
Que envidioso-
responde Luz- ¿acaso tú no puedes tener una mujer como tu amigo Lucifer y los
demás caidos?
-
No soy un ángel como
esos. Y estoy aquí por una misión no por mujeres- respondo recordando la vez
que caí y conocí aquella mujer con la que tuve una hija.
-
Yo creo que si has
tenido alguna mujer- dice Luna mirándome como si quisiera leer mi mente- pero
como sea nosotras nos vamos o llegaremos tarde a clase.
-
Bueno, presten
atención a clase- digo sabiendo lo que es estar en pareja que uno a veces se
distrae más rápidamente- Luz recuerda que tú y yo tenemos que hablar.
Al
arreglar unas cosas del departamento de las chicas, me voy a la oficina de una
de las empresas de Luzbel donde trabajo desde que salimos del colegio, yo como
tutor de ellas. Ella al cumplir la mayoría de edad recibió la herencia de su abuela
y me puso a trabajar en ellas junto al abogado Carlos que la conoce desde niña,
también fue abogado de su abuela. Luzbel ha sido y es muy inteligente, con la
plata que le mandaba su padre mensualmente al internado y que ella no gastaba
todo, logro hacer negocios y hoy en día tener una fortuna que ni ella se
imagina, sino me equivoco con la plata que ahora su padre sigue pasándole por
sus estudios, invierte en negocios. Muy pocos realmente aprovechan como ella el
dinero que tienen para seguir creciendo su fortuna, solo salven malgastar.
Caminado
por las calles hacia las oficinas y al pasar por un edificio abandonado que
está en reconstrucción, veo una sombra a mi espalda y no es precisamente la
mía.
Saco
dos pequeñas dagas de plata de entre la manga del traje y lanzo en la sombra
clavándosela en cada lado de su cuerpo, en sus alas.
-
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