Esperamos tu historia corta o larga... Enviar a Latetafeliz@gmail.com Por falta de tiempo, no corrijo las historias, solo las público. NO ME HAGO CARGO DE LOS HORRORES DE ORTOGRAFÍA... JJ

Taide y Alondra - M.G.M - 7

7
 Una brazo rodeaba su cintura, su cabeza parecía palpitar y estar lista para estallar en cualquier momento, el reloj marcaba las 9 de la mañana, el sol iluminaba el día y quemaba sus pupilas con sus rayos que se asomaban por la ventana abierta de la habitación, siguió con la mirada el brazo que la rodeaba y encontró el cuerpo de Marcela, se encontraba sumida en un sueño tan profundo que la luz del sol y los ruidos de la ciudad parecían no tener ningún efecto en ella.
<< ¿Qué hice? >>

Se preguntaba mientras se zafaba lentamente del brazo que la rodeaba.
Se acercó a la ventana y se asomó por ella para encontrar a una activa ciudad, miro por la calle y escucho unos silbidos y gritos de unos hombres que se encontraba en la esquina del edificio de al lado, miro hacia abajo y se dio cuenta de que estaba desnuda.
-Diablos- dijo antes de serrar de prisa la ventana y las cortinas.
Miro la habitación detenidamente, ropa en el piso, algunas cosas tiradas, la colcha estaba en medio de la habitación y su mente parecía no recordar nada de lo sucedido.
Se dirigió a la regadera y se ducho con agua fría que refrescara su cuerpo y se mente, lucho en vano por recordar algo, todo parecía tan confuso, recordaba haber besado a Marcela pero lo que hiso después era lógico sin necesidad de recordarlo.
<< ¿Qué paso conmigo?, yo no había actuado así con nadie, ¿Qué hice? ¡Dios! >>
Salió de la ducha, se vistió con lo que encontró y despertó a Marcela que seguía dormida.
-Marce levántate son las 10:37 de la mañana.
Marcela abrió los ojos y se encontró con Taide que la miraba con ternura.
-Es tarde- dijo en un bostezo.
-Lo es- contesto Taide.
-¿Puedo usar tu ducha?
-Toda tuya- contesto Taide que salía de la habitación- si necesitas ropa adelante.
Marcela se levantó, encendió la regadera y se dio una refrescante ducha.
Taide preparaba unos panqueques para desayunar mientras trataba de recordar todos los acontecimientos de esa noche sin éxito alguno.
<< Me acosté con ella >>
Pensó resignada en que lo había hecho y un lo siento no solucionaría nada.
<< No lo puedo creer, ¿tendré que disculparme? Al final de cuentas somos dos adultos que sabían lo que hacían, no creo que sea necesaria una disculpa, podremos seguir como si nada >>
Pensando en que podría seguir como si nada hubiese pasado se sintió más tranquila, esperaba que Marcela lo viera de la misma manera que ella, no tenía nada de malo, no es que alguna quedara embarazada o algo parecido.
Inhalo profundamente y suspiro pensando que no podía hacer nada más para intentar cambiar lo que había hecho, había dicho que estaría receptiva al amor y lo intentaría, intentaría enamorarse y dejar de pensar en la chica con la que un día se topó y se enamoró en un instante.
Marcela era una buena chica, era buena amiga y tenía una belleza tanto exterior como interior, no sería difícil enamorarse profundamente de ella, era un sueño de chica. Pero Taide seguía pensando en Alondra, por más que luchaba por no recordarla, por olvidarla y no sentir nada por ella, no lo conseguía.
**********
-¡Acepto!
Contesto emocionada ante los aplausos de los asistentes, todos coreaban felicitaciones a la feliz pareja; la chica limpiaba algunas lágrimas que había derramado por la emoción, él le ponía nervioso la argolla de compromiso que había comprado con tanto esfuerzo, la espera había sido larga pero por fin había tenido el valor suficiente para pedirle que unieran sus vidas por la eternidad.
-Me haces el hombre más feliz del mundo, te amo- dijo el guapo chico de traje gris antes de besar a la chica que lucía un vestido con estampado floral.
Después del beso apasionado salían 10 chicas con vestido de novia bailando una canción sobre la felicidad del matrimonio, y entre esas chicas estaba Alondra, al término de la canción 10 chicos vestidos de novio salían a bailar otra canción que contaba lo feliz que les hacía encontrar a la mujer perfecta.
Tenían tres minutos para cambiarse y salir a bailar la siguiente canción de la obra, vestidos de novia salían volando para ser cambiados por trajes de damas de honor que acompañarían a la novia, para comenzar a bailar una nación de despecho en cuanto apareciera la amante de Juan Francisco y la obra tomara su giro inesperado.
Alondra se había convertido en una experta en cambiarse de ropa en poco tiempo, los vestidos entraban y salían con facilidad de su delgado y estilizado cuerpo.
-Entran en 5, 4, 3, 2, ahora chicas corran- anunciaba el encargado mientras las chicas desfilaban rumbo al escenario al ritmo de la canción que indicaba la llegada de la novia a la iglesia.
La obra termino con los aplausos del público y la reverencia de los actores y bailarines hacia su público que los ovacionaba emocionado.
-Alondra ¿quieres ir a tomar algo esta noche?
-Claro.
-Paso por ti.
Alondra salió hacia su casa, tenía hora y media para arreglarse y salir con Damián.
Se puso un vestido plateado que resaltaba su busto, un maquillaje sencillo y unos lindos tacones fueron suficientes para hacerla ver espectacular.
Damián llego a tiempo como era su costumbre, subieron al auto y este la llevo hasta un bar.
-¿Es aquí?
-Sí Alondra, me dijeron que era un buen lugar.
Alondra contemplo la fachada del lugar, era el mismo lugar al que Héctor la había llevado a la fiesta de máscaras en que se encontró a Taide, siempre había tratado de evitar los lugares en que la había visto por miedo a tener alguna reacción, temía sentir lo que estaba experimentando en ese momento, sentía que su corazón se aceleraba al recordarla, deseaba subir de inmediato a la azotea y encontrar a Taide allí de nuevo, esta vez no tendría dudas en besarla, lo aria sin que le importara nada, tenía la confianza de hacerlo porque sabía que era imposible encontrarla de nuevo.
Entro del brazo de Damián que se encontraba alegre, la decoración era diferente, aunque no podía afirmarlo, la música era buena, y el amiente muy agradable, Damián bailo y se portó con ella como de costumbre, como todo un caballero de la mesa redonda.
-Tengo que ir al tocador- se disculpó Alondra para separarse un poco de Damián que solo sonrió y asintió con la cabeza.
Subió por las escaleras que la llevarían a la azotea, llego y miro a todas partes en busca de una señal de Taide pero no encontró nada, se recargo en el barandal donde 11 meses antes había estado con Taide, miro al infinito cielo oscuro que la rodeaba y suspiro.
-¿Dónde estás?
Pregunto a la nada mientras las sirenas de una ambulancia llamaron su atención por unos segundos.
**********
Taide miraba el amanecer desde la azotea de su edificio, su reloj marcaba las 5 de la mañana con 34 minutos, el sol se asomaba juguetón en el cielo mientras unas tímidas estrellas se escondían en el cielo para volver a aparecer por la tarde.
-Deben de ser las 11 de la noche allá, ¿Qué estarás haciendo Alondra?
Preguntaba en dirección al cielo como si esperara que él le diera la respuesta.
-¿Me recordaras?
Sonrió para si al darse cuenta de que era estúpido preguntarle al cielo esperando respuestas, lo único que podría encontrar como respuesta era alguna gracia de alguna paloma que volara sobre su cabeza.
**********
Permaneció unos momentos viendo las estrellas antes de resignarse a bajar y regresar con Damián.
-¿Todo bien?- pregunto este en cuanto Alondra volvió a su lado.
-Sí, todo bien, solo tome un poco de aire en la azotea pero todo bien.
-¿Segura?, no deseo que vayas a enfermar o algo.
-No todo bien, es solo que quería  ver el cielo por un momento.
-¿Querías ver el cielo de esta contaminada ciudad?
-Sí, una vez alguien dijo, la vida es  una mierda pero hasta la mierda tiene sus cosas buenas, la ciudad está contaminada, pero algún quedan algunas estrellas que admirar.
-Eso de que hasta la mierda tiene cosas buenas es dudoso, ¿Quién lo dijo?
-Alguien- contesto Alondra sin decir que esa persona había sido Taide, sabía que el tema le molestaba un poco a Damián, así que lo omitió para no hacer que él se sintiera mal.
-Pues esa persona no era muy atinada, yo no encuentro nada bueno en la mierda, pero sus razones tendría para decirlo- tomo un traga de su cerveza y llevo a Alondra a bailar a la pista.
Regreso a su casa a la una de la mañana, después de despedirse en la puerta de Damián estaba cansada, se  quitó los zapatos, se sacó el vestido veloz y se puso un camisón para dormir.
Las seis de la mañana era su hora de despertar, durmiera lo que durmiera las seis era el tiempo para levantarse y comenzar su día, ya no trabaja en la tienda de su tío, recogía su habitación, se ponía ropa deportiva y salía a correr al parque, regresaba se duchaba, hacia trabajos domésticos, iba a visitar a su padre o daba una vuelta por la ciudad antes de ir a ensayar para en las tardes presentarse en la obra.
Su padre la esperaba feliz de verla, él era un adulto mayor, padecía de una enfermedad que le imposibilitaba moverse con facilidad, Alondra lo visitaba lo más seguido que podía.
-Hola papá- lo saludo con un beso en la mejilla.
-Hola hija, ¿Cómo va todo con Damián?
-Bien, estamos muy bien.
-Me alegro, ¿piensan casarse?
-No lo hemos hablado, es muy pronto.
-Entiendo hija, tranquila, solo decía- se disculpaba el señor sonriendo antes de ser atacado por una tos fuerte que lo hiso sentarse en el sofá para descansar.
-¿Cómo sigue de la garganta?
-Mejor hija, no te preocupes por mí.
-¿Qué tal esta Mario?
-Tu hermano igual que siempre, el otro día llego con su… amigo- contesto con enfado- dijo que se casarían pronto y que estábamos invitados, la invitación está en la mesa-dijo apuntando en dirección al sobre de color azul que retozaba en ella- me duele que sea así.
Alondra veía el sobre y lo tomo en sus manos.
-¿No iras?
-No hija, no es porque no quiera- sonrió levemente- solo que no puedo, pero ve tu si lo deseas.
Alondra puso el sobre en su bolso y se sentó a platicar con su padre.
Al llegar a casa le dio u vistazo a la invitación.
Esperamos su asistencia en el enlace matrimonial entre Mario y Jennifer que se llevara a cabo el día 22 de agosto del presente año en la hacienda El Márquez a las 12 horas.
-Será en tres semanas, supongo que debo de ir- dijo para si antes de prepararse para salir a la obra.
**********
-¿Estás hablando  enserio?
Preguntaba molesta mientras Taide se encogía de hombros escondiendo la mirada de los ojos acusadores de Marcela.
-Lo siento- dijo sollozando.
-¿Lo sientes?, no puedo creer que no la ellas podido olvidar, no la ves desde hace ¡un año!
-Desde hace un año 6 días para ser exactos, que es igual a 371 días, 8,904 horas  534,240 minutos lo que es lo mismo a más o menos 32, 054,400 segundos desde la última vez que la vi.
Marcela mira impresionada de la facilidad con la que Taide hacia sus cuentas mentales, no sabía si serian exactas pero sí que impresionaba cuando lo hacía.
-Te iras para buscar a la hetero con la que chocaste una vez.
-Sí.
-Estás loca.
-Sí.
-No puedo creer que te valla a decir esto pero, hazlo, búscala, lucha por conseguir estar con ella y tráela para que la conozca de una vez y sepa si vale la pena.
-Eres genial sabes, pensé que me sacarías los ojos o algo parecido.
-Lo pensé, pero son muy lindos como para quitártelos, además de que no podría arrancarte el cabello a jalones, te vez muy bien con cabello largo, no la has cortado desde hace mucho, ya creció bastante, además que con ese color más ósculo luces más linda.
-Sigues coqueteando.
-Es inevitable.
-Te extrañare, salgo mañana por la mañana.
-Y yo, espero que vuelvas pronto con esa chica.
-Lo are, volveré.
Después de un abrazo fuerte y fraternal y un ligero zape en la cabeza de Taide proporcionado por Marcela, se despidieron con la promesa de algún día volver a verse.
Taide tenía todo preparado, sus maletas estaban listas, tenía sus ahorros y un futuro asegurado, no faltaba nada, estaba dispuesta a irse.
Al amanecer salió rumbo al aeropuerto y antes de abordar escucho los gritos histéricos de Top que corría de prisa tras ella.
-¿Qué haces aquí?- pregunto en cuanto esté la alcanzo.
-No planeabas dejarme solo ¿o sí?
Top entrego sus papeles a la señorita que autorizaba su entrada al avión y entro con Taide.
-¿Por qué te vas conmigo?
-Eres como mi hermana, no  dijiste un día que yo era como el hermano que nunca tuviste.
-Yo recuerdo haber dicho que eras la hermana que nunca tuve.
-Bueno y tú el hermano que no me habla- contesto Top sonriendo para después abrazar a Taide.
-¿Crees que es loco?
-Sí.
-¿Por qué me apoyas?
-Porque eres mi hermana o hermano, además de que me necesitaras, si algo sale mal estaré para ti.
-Eres un lindo.
-Lo sé  soy lo máximo.
-Súper guay.
Las nubes pasaban a un lado de la ventanilla por la que Taide miraba, recordó como hacía tiempo atrás miraba por la ventanilla del avión esperando algo nuevo, emocionada, deseando volver para verla y allí estaba de nuevo, volando en busca de una chica que no sabía que paso en su vida  y que tal vez estaría casada.
Regreso a su departamento que era de ella oficialmente, se encontraba limpio, Top había contratado a alguien que lo limpiara para cuando ella llegara, todo estaba muy ordenado, todo como lo había dejado, el tiempo pareció no haber pasado en ese lugar.
Se dejó caer en la cama y se durmió para por la mañana salir  en busca de Alondra.
Se levantó a las 6 de la mañana, tomo una ducha y salió rumbo al lugar en que la había conocido, pregunto por ella pero nadie supo darle alguna razón de su paradero.
Hablo con el coreógrafo pero no sabía nada de ella. Fue al bar en el que la había visto en la azotea pero no encontró nada.
Top hablo con conocidos que sabían sobre baile  en compañías de valet pero nadie sabía de ella. Paso todo el día tratando de dar con un indicio de su paradero pero no encontró nada.
-Tai, mañana continuaremos, descansa.
-Sí Top, mañana continuaremos.
Como lo prometieron continuaron con la búsqueda pero no tuvieron éxito, nadie sabía de Alondra, nadie en las compañías de danza, nadie podía decirle donde estaba, la semana paso  más rápido de lo que se dio cuenta y continuaba buscando sin éxito.
-Tai, ya tenemos toda la semana y no hemos dado con ella, tal vez cambio de ciudad o algo.
-Top,  tengo que encontrarla.
-Recorrimos todas las compañías de baile, hable con todos los bailarines que conozco y nadie la ha visto, y si descansas.
-¿Quieres que me rinda? Me acompañaste desde el otro lado del mundo para decirme que me rinda.
-Taide no está.
Las palabras de Top retumbaron en los oídos de Taide, “no está” había viajado para no encontrarla, se sintió frustrada, triste y enojada.
Después de dos días sin levantarse de la cama se resignó a tratar de seguir, sin perder las esperanzas de encontrarla.
-Taide, escuche que el ejercicio ayuda en la depresión.
-Que bien Top.
-Mañana saldrás a correr al parque por la mañana.
-No tengo ganas.
-Lo aras yo me encargo.
Sin darle más importancia a las palabras de su amigo continúo comiendo su helado de vainilla francesa.
El reloj marcaba las 6:40 de la mañana, Top entro con un  sartén y una cuchara y comenzó a chocar los instrumentos de cocina entre sí para despertar a Taide.
-Levántate a correr mamacita.
-No quiero loco, deja dormir.
-Levántate Carla.
-No soy Carla.
-Taide párate o ya verás.
-No te tengo miedo.
Top tomo un vaso de agua de la mesa de noche a un lado de la cama y lo vertió sobre la cabeza de Taide que se levantó de un  salto.
-Ahora cámbiate.
-Ya voy- dijo desanimada mientras se dirigía al baño a regañadientes.
Salió con un pants rosa y unos tenis negros, top la llevo en su auto hasta el parque y le dijo que corriera y desquitara su frustración.
**********
Solo faltaban dos vueltas más para terminar, solo eso, cerró los ojos para sentir la brisa sobre su rostro y perdió de vista el camino.
Un golpe la hiso caer al piso.
-Lo siento fue mi culpa- dijo parándose mientras se sacudía.
-Descuida, hace más de un año me paso algo similar.
-Que chistoso a mí también- recogió sus audífonos del suelo- ¿quieres que llame al seguro?
-No hace falta estoy bien, espera yo hice una broma similar con…
**********
-No hace falta estoy bien, espera yo hice una broma similar con…
Taide levanto la vista hacia la chica con la que había chocado, una sonrisa la recibió, unos ojos color marrón con unos labios rosas, el cabello un poco más corto que la última vez y de color café rojizo.
Una enorme sonrisa se dibujó en los labios de Taide.
-Deberías de ir con más calma- dijo finalmente- chocar es un mal hábito.
**********
Esa voz parecía tan familiar, esa chica de cabello castaño parecía familiar, dudo por unos segundos que se tratara de ella pero el brillo de esos ojos era inconfundible.
-No tengo la costumbre de chocar con todo el mundo, solo que decidí hacer una excepción contigo.
-Ahora me siento especial- contento sonriendo Taide que seguía viendo fijamente a Alondra.
-Tu cabello ha crecido mucho.
-Sí, algo, lo malo es que ahora tengo que peinarme porque si  no lo hago  si se nota, estaba pensando en cortármelo.
-Te vez muy bien así.
Alondra  quería decirle que se veía mucho más hermosa a como la recordaba pero no tuvo el valor de hacerlo, había deseado tanto este momento en que la encontraría de nuevo y ahora que la tenía a un lado no sabía qué hacer, no sabía si besarla y abrazarla o  solo saludarla y evitarla.
-Gracias, tú también te vez muy bien, no esperaba encontrarte de golpe, eso de encontrarnos chocando no es muy normal.
-Tienes razón, es raro.
Alondra sonrió al ver a Taide detenidamente, cada parte de ella su cabello largo que caía sobre sus hombros y los mechones que estaban sobre su frente en ese fleco, la sonrisa perfecta y los ojos negros que en tantas ocasiones veía en sus sueños.
-Temía que me hubieras olvidado.
-No suelo olvidar con facilidad, además dijiste algo  sobre un novio  español, o portugués.
-Diablos- dijo Taide poniendo una mano sobre su nuca- olvide al chico, pero traje a Top, no sé si te sirva de algo.
Alondra sonrió por el ofrecimiento de Taide.
<< Te quiero a ti >>
-No dijiste que él era gay, no creo ser de su agrado.
-De algo debe de servir, a mí me ha servido mucho.
Alondra vio sorprendida a Taide por la afirmación que esta le hacía.
-¿Te ha servido?
-Sí- contesto tranquila- nadie sabe más sobre productos y tratamientos de belleza como el, además de que escucha cuando lo necesito y me apoya en mis locuras.
-Creo que te es demasiado útil como para quitártelo.
-No lo negare, es increíble.
**********
Taide estaba emocionada, contenta y reprimía sus gritos de emoción para no parecer rara ni nada por el estilo, la sonrisa de Alondra era mucho más hermosa de lo que recordaba y deseaba abrazarla pero, ¿parecería muy extraño?
-¿Te ha ido bien en tu viaje?
-Sí, fue divertido, además de educativo. ¿Te ha ido bien aquí?
-Sí, la obra va muy  bien, y Damián es bueno…
Alondra se detuvo antes de completar la oración.
-¿Damián? Él es tu novio- intuyo Taide algo triste.
-Sí.
Taide sintió la estocada directa al corazón, fue un ataque certero y cruel, la hirió gravemente pero lucho por verse lo más entera posible.
-Que bien que estés con alguien- su voz sonaba demasiado entusiasmada, ese era su método para ocultar su dolor.
-Sí, pero  ¿Qué hay de ti?, tus locas fans.
-Siguen locas.
-Por ti, ¿Qué te parece si te invito a desayunar?
-Estaría bien- contesto Taide antes de que empezaran a caminar rumbo al local.
-Pensé que no volvería a verte.
-Lamento desilusionarte pero aquí me tienes, ¿deseabas verme de nuevo?
-Sí, deseaba verte de nuevo.
Se quedaron en silencio mientras el ruido de cucharas que mezclaban la azúcar y el café reinaba en el lugar, acompañado de palabras revueltas por conversaciones que no tenían relación una con otra.
-Cuéntame sobre Damián- Taide dijo esto por cortesía no le interesaba conocer nada de Damián, de hecho lo odiaba sin siquiera conocerlo, lo detestaba por estar con Alondra.
-Bueno, él es un compañero de obra, me invito a salir y bueno ahora somos novios.
-Que simple- murmuro Taide antes de tomar un sorbo de su café.
-Ahora cuéntame que tanto hiciste en Barcelona.
-Nade con tiburones, jugué tenis con vacas espaciales que realizaron un trio con elefantes cosmonautas mientras yo bailaba regeton con marcianos.
-Sí que te aburriste- Alondra comenzó a reír de imaginar tan peculiar escena.
-En realidad, solo trabaje y conocí nuevos amigos.
-Y bailaste regeton con marcianos.
-Sobre todo eso, me hubiera encantado que vieras que bien perreaban esos marcianos.
-Eres muy divertida.
-No olvides, guapa inteligente y mega sexy.
-Sobre todo eso.
Taide dio un vistazo a las personas del lugar, todas en su pequeño mundo, miro a la caja y llamo a la camarera.
-Disculpe señorita, podría traerme un chocolate caliente y unos churros rellenos de cajeta.
-Claro, veré si tenemos churros.
-¿Churros? No crees que son demasiados carbohidratos.
-Cuando cumpla 39 me preocupare.
-Cuando tengas diabetes y colesterol alto.
-Bueno, son mi debilidad, además me traen buenos recuerdos.
-¿Qué recuerdos?- pregunto Alondra mientras se recargaba en el respaldo de la silla.
-Me recuerdan a Marce, la conocí comiendo churros a las tres de la mañana en un café, desde entonces nos volvimos muy buenas amigas.
-Así que salías a comer churros a las tres de la mañana.
-Solo cuando la ocasión lo ameritaba.
La camarera llego con la orden de Taide, se la entrego y se retiró.
-Espero que sean igual de ricos- tomo un churro lo sumergió en el chocolate y lo mordió- está muy rico, prueba- acerco hacia Alondra la taza de chocolate y le dio un churro.
-Sera demasiada azúcar.
-Vamos, no es que vayas a engordar con una vez.
-Si engordo tú serás la culpable- tomo el churro lo sumergió y lo mordió- bastante rico.
-Te lo dije.
-Comías churros en donde estuviste.
-Sí entre otras cosas- contesto Taide atragantándose con un churro.
-¿Cómo que cosas?
-Bueno,  me encantaba salir a comer paella, y hacían unas bebidas muy exóticas en los bares.
-Pura fiesta contigo.
-También tengo mi lado romántico- dijo Taide antes de darse cuenta de lo que le estaba diciendo- no solo fiesta, hay muchas otras cosas que me gusta hacer como contemplar el cielo.
-Y evitar suicidios.
Taide comenzó a sonreír recordando la ocasión en que pensó que Alondra se quería suicidar.
-Sí tengo complejo de heroína. Y ¿Qué más has hecho aparte de conocer a tu príncipe azul?
Alondra se tornó seria en el momento en que Taide menciono lo de su príncipe azul, y Taide lo noto pero no hiso mención alguna, no le agradaba hablar de él, no lo conocía pero no le agradaba solo por el hecho de que el pudiera estar  con Alondra de la forma en que a ella le gustaría estar.
-Estoy trabajando en una obra musical, es diferente a lo que había hecho pero es muy divertido.
-Ya veo, ¿en qué teatro estás?
-En el teatro blanquita de 7 a 9 de la noche.
-Quiero verte, me encantaría ver como lo haces.
-Solo bailo no es la gran cosa.
-Clara que lo es, estar haciendo algo frente a las personas es muy difícil, ¿Cuándo tienes función?
-Lunes, miércoles y sábados.
-Hoy es lunes así que poder verte.
Taide miro a su celular en el que había un mensaje de Top que le comunicaba que tenía que verla de inmediato.
-Es tarde- dijo Alondra al checar que Taide revisaba su móvil- te veré en la obra.
-Te veré allí.
**********
Alondra llego a su casa después de correr con el corazón más acelerado que cuando corría, la emoción la invadía por completo y en cuanto cruzo la puerta para entrar a su departamento no contuvo un enorme grito que necesitaba soltar.
-¡Si, está aquí de nuevo! ¡Ya volvió!
Comenzó a saltar sobre el sillón, para después bailar por la sala como si se hubiese sacado la lotería.
-¡Dios! Quería abrazarla, besarla, decirle que la extrañe tanto y no soltarla nunca, se veía más hermosa que antes, y me vera hoy ¡ira a verme! Por qué no la abrace- miro a su alrededor y se dio cuenta de que no había nadie que la escuchara- debo dejar de hablar sola, tal vez ya estoy loca.
Se dejó caer en el sofá repleto de huellas de la suela de su tenis, y  suspiro profundamente.
-Taide  por fin regresaste- dijo antes de comenzar a reír al darse cuenta de que seguía hablando sola.
Cada recuerdo de la imagen de Taide parada frente a ella parecía tan perfecto, cada rasgo de su rostro le parecía inmensamente hermoso, pero… ¿debería parecerle así?
**********
Taide caminaba lentamente de regreso a su departamento, se sentía contenta por haber encontrado a Alondra por accidente, pero la felicidad se eclipsaba rotundamente por el sentimiento de tristeza al saber que tenía a alguien más, ¿Qué podía esperar?, no era como si Alondra la fura a esperar o algo, ¿Por qué estar soltera cuando es tan hermosa?, lo más importante por que esperar a una chica cuando eres hetero y lo que te gusta son los hombres.
Se veía a sí misma como una idiota por haber imaginado que tal vez tenía alguna oportunidad, solo la conocía poco, se puede decir que nada, ¿Qué esperaba? ¿Una hermosa historia de amor donde ella volvía y Vivian felices eternamente?
Un grito de furia se ahogó en su interior contenido por el miedo a la vergüenza de que las personas en la calle pensaran que estaba loca.
Abrió la puerta y la azoto con fuerza llamando la atención de Top que descansaba plácidamente en el sofá.
-¿Pisaste mierda de perro?- pregunto mientras apagaba el televisor.
-La encontré- dijo más molesta que contenta- estuve con ella, platicamos.
Top sonrió y abrazo a Taide para festejar, sin embargo no recibió respuesta alguna que mostrara una pisca de entusiasmo.
-No luces contenta, estabas deprimida por no encontrarla, la encuentras y luces como mierda de perro.
-Gracias- dijo sin ánimos- una chica ama escuchar que luce como mierda de perro, no hay nada más halagador en el mundo.
Top se sentó a un lado de la decaída Taide y comenzó-¿Qué paso? Pelearon, te dijo algo, te lastimo ¿Qué?
Taide noto que Top estaba auténticamente preocupado por ella-No peleamos.
-¿Entonces? Deberías de estar feliz.
-Lo estoy- Taide saco un suspiro que la había estado asfixiando por un rato- solo que ella…
-Ella ¿Qué? Habla no le pongas más emoción de la necesaria.
-Ella tiene novio- grito furiosa- tiene novio, es hetero, ella esta con alguien, y yo dejo todo para venir y ella- aclaro su garganta para seguir gritando- esta con un hombre, me siento tan estúpida, hice todo un cuento en mi cabeza de que ella podría haber estado interesada en mí, y yo pensé que… soy una idiota gigante.
Top miraba con la boca abierta, no pensó que las cosas pudieran ser así, no por el hecho de que la chica estuviera con alguien, eso sí paso por su mente, lo que no había imaginado era que Taide se pusiera tan mal.
-No puedes deprimirte por eso, no es la única mujer en el mundo, ¿Qué tal Marce? Tú y ella…- no pudo completar la frase, no sabía en realidad que tanto habían llegado a ser, o más bien no sabía que tanto Taide la había querido.
-Top, ¿Qué hago aquí?
-¿Estar gritando como loca histérica?
-No exactamente aquí ahora, sino aquí, ¿Por qué regrese?
-Porque necesitabas ver a esa chica que no conoces más que su nombre.
-Correcto- dijo Taide tranquilizándose- ¿Por qué me lo permitiste?
-No podía hacer nada para que no lo hicieras, sabes que cuando algo se te mete en la cabeza no hay poder humano que te haga cambiar de opinión.
-Correcto- dijo de nuevo con más calma- ¿Qué debo hacer?
-Olvidarte de ella, volar a Barcelona ir por Marce y casarte para que yo done mi esperma y tengas gemelos idénticos a mí.
Taide arrugo la cara imaginando gemelos idénticos a Top deteniéndose antes de vomitar.
-No quiero gemelos idénticos a ti, no me quiero casar, no quiero irme del país, no quiero estar lejos de…
Taide se detuvo abruptamente al darse cuenta de lo que iba a decir.
-Ok, la quieres, pero es hetero tiene novio.
-Y prometí verla en su musical donde sale bailando esta noche y no sé qué demonios hacer.
-Eso es obvio- grito Top- no vallas.
-Tengo que ir, se lo prometí, además- Taide dudo de que lo que fuera a decir sería correcto pero lo dijo- está más hermosa de lo recordaba, y dijo que le alegraba verme, y platicamos sobre churros y ella hiso la broma que yo dije hace más de un año cuando chocamos por primera vez y recordó lo que le dije sobre sentirme especial y yo… estoy hablando de ella contigo y enojada porque tiene novio y no sé.
-Bien- dijo Top secamente- vamos.
-¿Enserio?
-Sí, vamos, después podremos no se amputarte una pierna, despellejarte y bañarte en limón.
-¿Qué?- Taide estaba desconcertada con las palabras de su amigo.
-Sí, bueno, te encanta sufrir ¿no?
-Definitivamente no.
-Entonces ¿Por qué quieres ir?
-Porque le prometí que iría.
-Si no vas ¿lo notara?
-No sé- la pregunta de Top tenía mucho sentido, si Alondra no la notaba ¿Por qué ir? No valía la pena torturarse viéndola y saber que no podría tenerla, era innecesario, pero Alondra la había recordado, si no había olvidado a la chica con la que solo hablo unas pocas ocasiones, significaba que la notaria- iré, solo por educación, iré le diré que es genial aunque apeste y después no la veré de nuevo, solo iré por que dije que lo haría.
-Fingiré que te creo, pero iré contigo.
-Aun no te he invitado.
-No me has dicho que no valla y para mí eso es una invitación en todos los sentidos.

**********
Después de dar tres vueltas en el camerino de las bailarinas ante las miradas de admiración Alondra sentía que su corazón estaba más rápido que la primera vez que salió al escenario, sus nervios se habían controlado de forma moderada pero en esta ocasión estaban por completo desatados.
-Alondra, tranquila aras una zanja en el piso- dijo una de las bailarinas.
-Lo siento estoy algo nerviosa.
-Se nota, estas peor que la noche de estreno, ¿todo bien?
-Sí, solo que alguien vendrá a verme por primera vez, y yo estaba pensando en que no debo de decepcionarla.
-Oh, vendrá un familiar.
-No una amiga, o eso creo- no sabía por qué había llamado a Taide amiga, no podía considerar  esto como verdad o mentira, bueno no la conocía del todo, más de un año sin verla y ahora se sentía terriblemente nerviosa  y temerosa de desilusionarla.
**********
-¡Dios llegaremos tarde!
-Lo siento ¿me veo bien?- preguntaba mientras ponía una mano en su cintura.
Top la vio detenidamente de arriba abajo, camino alrededor de ella, inclino la cabeza ligeramente de lado- Te vez demasiado bien para no querer volverla a ver.
-Entonces ¿voy bien?
-Estas bien, si fuera hetero te la metía.
Taide sabía que esa era una de las formas en que su amigo alagaba a las personas, así que solo sonrió y se dirigió a la puerta para salir.
El teatro estaba lleno, Taide y Top lograron conseguir asientos en la cuarta fila frente al escenario, Taide tenía en mente la firme idea de decirle algo amable a Alondra antes de no volverla a ver en su vida.
Las luces del teatro bajaron y el escenario fue el único que quedo completamente iluminado, una chica salió a escena y comenzó a hacer su monologo sobre su hombre perfecto, Taide odio la canción, le pareció que hacia parecer que todas las mujeres necesitaban de un hombre para poder ser felices, y eso era una opinión con la que discrepaba rotundamente.
La canción tono un ritmo más movido y una serie de bailarinas salió a acompañar a la chica que bailaba con un enorme girasol como si de su príncipe azul se tratara.
Busco con desesperación a Alondra hasta que la encontró, la vio como sonreía a los presentes, moviéndose contagiando de alegría a los presentes, no sabía como pero el resto de las bailarinas parecieron desaparecer de escenario, Taide miraba detenidamente los movimientos de Alondra detenidamente, le parecía que cada uno de ellos la invitaba a sonreír y acerarse a ella para abrazarla.
**********
Alondra salió con el corazón martillando de forma preocupante, sus ojos viajaban alrededor del teatro, buscando detenida y desesperadamente en cada butaca esperanzada en encontrar a Taide.
Cuarta fila frente al escenario, en la butaca número 15, allí sus ojos encontraron lo que tanto buscaba.
Un hermoso vestido azul que dejaba expuesto ligeramente el inicio de sus pechos,  y una enorme sonrisa que hiso que Alondra se derritiera y se sonrojara al darse cuenta de lo que Taide provocaba en ella.
Al término de cada canción y mientras se cambiaba de vestuario lo único que deseaba era volver al escenario para volver a ver Taide.
La obra termino, salió como siempre con todos a dar una reverencia al público y vio a Taide aplaudir y después levantar un pulgar en muestra de aprobación.
Se cambió a velocidad luz, estaba lo más rápido que podía, deseaba ver a Taide, preguntar cómo le pareció.
Salió corriendo y encontró a Taide platicando con el chico que recordaba como Top, su cabello estaba muy corto y tenía algunas luces en el cabello, se veía muy apuesto a decir verdad, cualquier persona que viera pensaría que se trataba de dos novios que platicaban alegremente.
-Hola- saludo tratando de sonar lo más casual que podía.
-Hola, estuviste genial- Taide sonrió de forma que a Alondra se estremeció con la belleza de la chica- oh, él es Top mi amigo.
-Hola- saludo el chico estirando la mano para estrechar la mano de Alondra.
-Hola Top.
Antes de que alguno de ellos pudiera decir algo más Alondra sintió las manos de Damián sobre su cintura, este acto la hiso sentir incomoda, así que se retiró lo más rápido que pudo.
-Hola amor- saludo Damián en cuanto Alondra se separó de él.
-Hola- Alondra acepto el beso de Damián sin mucho animo realmente- ella es Taide y el Top- presento Alondra en cuanto Damián la dejo.
-Hola Damián es un gusto conocerte- dijo Taide estrechando la mano del chico.
-Igualmente- dijo mientras sonreía- venía a invitar a Alondra a cenar, se nos pueden unir si lo desean.
-Realmente no queremos interrumpir su cita- contesto de inmediato Taide.
-Pero si nos están invitando amablemente sería una grosería no aceptar- dijo Top abrazando a Taide.
-No desearía incomodar- replico Taide.
-No es ningún inconveniente- dijo Alondra- nos encantaría que nos acompañaran.
-En ese caso vamos- dijo Top con una amplia sonrisa.
-Excelente, ¿traen algún vehículo?- pregunto Damián.
-Sí, nosotros los seguiremos en el auto.
**********
-¡Oh, sí excelente idea!- decía Taide con sarcasmo- vamos a cenar con Alondra y su flamante novio, si, después podemos ir por esa fabulosa ducha en limos después de arrancarme la piel, o y podría comer mi propio ojo con un poco de salsa picante.
-Vamos Taide, yo sé que la querías volver a ver, además podrá servir para que te des cuenta de que no vale la pena seguir colada por ella.
-¿Me odias?
-No, te amo por eso lo ago.
Taide lanzó un pujido y zapateo en el coche golpeando su rodilla.
-Tranquila- dijo Top que conducía detrás de Damián.
-¿Cómo quieres que me tranquilice?- pregunto nerviosa- tendré que soportar verlos juntos, amándose, besándose ¿y yo? Solo viento torturándome.
-No del todo, le gustas.
-¿Qué?
-Sí, lo vi en la forma en cómo te miraba.
-Ahora propones que le quite al novio, estás loco, no sé por qué no me opuse a que tu vinieras debí de haberte dejado en tu casa eres un…
-Tranquila- contesto riendo haciendo que Taide se molestara aún más- no me refería al novio, yo hablaba de ella, Alondra, le gustas.
-Gracias por decirme lo que quiero escuchar, pero no es bueno que me alientes falsas esperanzas.
-No lo estoy diciendo por que sea tu mejor amigo, lo digo porque mi gayder es más fino que el tuyo, mira, hagamos un trato, te dejare sola con ella, lo intentare y cuando eso suceda tú platicaras con ella, y trataras de conseguir una cita con ella, si ella acepta es que si siente algo por ti.
-O que solo quiere ser mi amiga.
-Si es eso, pues solo se su amiga y ya.
-No es así de fácil, no estaré a gusto, no será bueno para mi salud emocional.
-Pero estarás cerca de ella.
-¿Qué te hace creer que quiero estar cerca de ella?
-Sí quisieras estar lejos hubieses fingido malestar o algo para evitar que estemos aquí.
-Podría no habérseme ocurrido.
-No lo creo, pero fingiré que si- dijo Top antes de detener el auto a un lado del de Damián.
Taide sabía que Top tenía razón, por lo menos en que ella quería estar cerca de Alondra, y le molestaba.
<< Ser su amiga es mejor que nada >>
Pensó mientras bajaba del auto.
El lugar parecía agradable, era sencillo, y acogedor, un chico con un saxofón entretenía a la gente.
La mesa era para cuatro, Top se sentó junto a Taide, Alondra junto a Damián, Taide quedo frente a Alondra, suspiro para sus adentros como forma de prepararse para lo que viniera.
-Así que son novios- comenzó Top- ¿Cuánto llevan juntos?
-Casi un año- dijo Damián sonriendo mientras Alondra se escudaba en su bebida.
-Que bien- dijo Top.
-Y ustedes ¿Cuánto llevan?
Taide se quedó petrificada, no podía concebir la idea de que el novio de Alondra haya pensado que ella y Top era algo más, sintió ñañaras de solo imaginar que eso pudiese ser remotamente cierto.
-No somos novios- se dispuso a aclarar de prisa Taide ante la mirada divertida de Top- solo amigos.
-Harían una linda pareja- comento el ingenuo Damián.
<< De hecho me gusta tu novia>>
Al darse cuenta de sus pensamientos Taide sonrió, lo que se pudo mal entendido para los demás.
-¿Se divirtieron en su viaje?
Taide se sintió aliviada del cambio de tema que propuso Alondra y le lanzo una mirada agradecida.
-Sí que si- dijo Top- fue muy divertido. Conocimos amigos nuevos y aprendimos mucho.
-¿Viajaron?
-Así es Damián- contesto Taide- viajamos a Europa, pasamos por varios países aunque duramos más tiempo en Barcelona.
-Wow, que interesante.
-El trabajo- dijo Top- es gracias a eso, el trabajo.
Damián escuchaba con atención y parecía sorprendido.
Taide lo miraba detenidamente tratando de entender que era lo que había hecho que Alondra se enamorara de él, pero no encontró algo especial, para ella solo se trataba de otro hombre nada diferente a los demás.

**********
Conforme la velada avanzaba, Alondra se perdía más en los ojos de Taide, cada sonrisa que dirigía amable al contestar alguna pregunta de Damián, cada movimiento de ella, miraba detenidamente como una ligera vena se notaba en el cuello de Taide, como sus orejas sin lóbulo mantenían algunos cabellos alejados de su rostro, se perdía al ver como sus labios bebían del vaso, sus labios, y la pregunta que se hiso alguna vez volvió a surgir ¿Qué se sentirá besarla?
Top y Damián comenzaron a hablar de accesorios para auto, y parecían muy entretenidos, Taide sonría con la conversación y Alondra solo participaba cuando le preguntaban.
-Vi que tenías unos rines cromados- comentaba Top a Damián.
-Sí, son geniales, y tengo unos accesorios en la cajuela.
-¡Oh! Debo verlos- exclamo Top.
-Vamos- dijo Damián levantándose- Alondra regreso.
Alondra sabía que Damián amaba presumir las cosas de su auto así que solo sonrió y asintió con la cabeza.
-Hombres y sus autos- dijo Taide sonriendo en cuanto se fueron.
-Lo sé, son  desesperantes- era la primera vez en toda la noche que ellas dos platicaban realmente y alondra se sentía ligeramente nerviosa.
-Eso es de las pocas cosas que no me gustan de Top.
-Por cierto- dijo Alondra- siento la intromisión de Damián, no quiero que te sintieras incomoda con eso.
-Descuida, solo tengo una duda.
Alondra se sintió intrigada, ¿Qué duda podría tener?-  Claro, ¿de qué se trata?
-Dime, ¿Top y yo hacemos buena pareja?
Alondra se sintió extrañamente decepcionada por la pregunta, y aún más por pensar que  a Taide le pudiera interesar saber si hacían una buena pareja o no- Sí, creo que se ven bien juntos- dijo mientras tomaba un poco de agua para refrescar su garganta que se había resecado.
-¿Enserio? Le comentare algo- dijo Taide divertida.
-Creí que él era ya sabes…
-¿Gay?- pregunto Taide completando la frase de Alondra.
-Sí, ¿no lo es?
-Sí, lo es, pero es lindo, si no fuera por los pequeños detalles saldría con él.
Alondra se sintió enojada al oír que Taide saldría con su amigo.
-Bueno, sería bueno que pudieras- se sentía torpe por haber dicho eso.
-Él culpable de tu casi suicidio de la azotea ¿no era Damián?
-No, Damián es…- no sabía que decir, no se le ocurría ningún adjetivo para describir a Damián- bueno- fue lo que termino diciendo, bueno ¿solo eso le parecía?
-Me alegra que no sea él el culpable de eso.
-¿Por qué recuerdas lo de la azotea?- las palabras salieron de su boca como el agua fluyendo de una cascada. Sabía que el camino del recuerdo podría desembocar en el casi beso.
-Bueno, encontrar a la chica que me arrollo en una azotea merece ser recordado, ¿lo habías olvidado?
Las últimas tres palabras de Taide habían ido acompañadas de cierta tristeza, o por lo menos esa era la impresión de Alondra.
-No, no lo he olvidado, eres difícil de olvidar.
<<Idiota, ¿Qué has dicho?, va a pensar mal >>
-¿Enserio?, eso es bueno ¿Qué más recuerdas?
<<Todo…  que  estuve tan cerca de tus labios, recuerdo tu mano sobre mi mejilla, recuerdo el latido de mi corazón, recuerdo todo>>
Antes de que todas estas palabras salieran de su boca  la voz de Damián y Top  indico su regreso y estuvieron en la mesa antes de que Alondra pudiera decir algo más.
-Este chico sabe mucho de autos- dijo Damián- es muy bueno.
-Sí, lo es- dijo Taide sonriendo.
**********
La conversación se centró en temas que no eran de interés el clima y similares, Taide estaba aburrida de la conversación y miraba ocasionalmente Alondra.
-Voy al tocador- se disculpó para salir de la mesa.
Estuvo a punto de escuchar lo que Alondra recordaba, ¿podría ser que Top tuviera razón?
Se dirigió a una pequeña puerta que la llevo a la calle, el aire fresco le hiso sentir mejor.
-Esto no es el tocador.
-Se parece mucho a los que hay en Europa.
-¿Enserio?
-No, era broma- dijo sonriendo.
-No te dediques a la comedia- dijo Alondra parándose a su lado.
-Bueno lo tendré en mente- suspiro profundamente- las estrellas de aquí me gustan, son diferentes a las que vi allí.
-Supongo- contesto Alondra viendo a la misma dirección en el cielo que Taide.
-¿Es raro?
-Solo contaminado- contesto Alondra pensando que  se refería al cielo.
-No me refería al cielo.
-¿Qué es raro?
-Prácticamente no nos conocemos, pero nos recordamos, teníamos más de un año sin vernos pero no nos olvidamos, bueno por lo menos no hemos olvidado que nos conocemos.
-Supongo que podría ser raro.
-Oye, que te parece si intentamos ser amigas- sugirió Taide.
-Seria genial, podemos conocer un poco más una de la otra.
-Entonces ¿lo intentamos?
-Intentemos.
-Ok Alondra, seremos amigas.
-Amigas- hiso eco Alondra sonriendo para estrechar la mano de Taide.

<< ¿Amigas? Eso no es lo que quiero, pero puedo empezar por allí>>
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2 comentarios:

  1. dar el primer paso es complicado, pero una ves en movimiento todo fluye con naturalidad..

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  2. Ahora quiero compartirles un proyecto que tengo, se llama Los locos que escriben.
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