Esperamos tu historia corta o larga... Enviar a Latetafeliz@gmail.com Por falta de tiempo, no corrijo las historias, solo las público. NO ME HAGO CARGO DE LOS HORRORES DE ORTOGRAFÍA... JJ

Taide y Alondra - M.G.M - 6

6
-¿Quieres ir al cine?
-Lo siento pero no puedo, tengo cosas que hacer.
Damián miraba con cierta desilusión a Alondra que tan solo guardaba sus cosas en su maleta.
-Tengo que hacer algunas cosas en la casa.
Después de su éxito en el teatro como bailarina más obras la habían mantenido ocupada, consiguió lo suficiente para dejar su departamento y mudarse a uno mejor.

Abrió la puerta y se encontró con su nuevo hogar, los últimos 5 meses habían sido bastante productivos en su vida.
Realmente no tenía nada que hacer, lo que quería era estar un rato sola, después de pasar todo este tiempo al lado de Damián todo el día a todas horas le hacía un poco de falta tener su espacio libre para ella.
Se sentó en el sofá que acababa de comprar la semana anterior, encendió la pantalla y se puso a ver tv mientras comía papas fritas con salsa picante.
Un programa de videos musicales llamo su atención, un video de música electrónica con un ritmo muy contagioso aparecía en pantalla.
<<Parece buena canción, tiene muy buen ritmo>>
Una fuerza desconocida la motivo a levantarse del sofá y comenzó a bailar.
La imagen de aquella ocasión en que bailo con Taide en la inauguración llego a su mente, recordó como cada movimiento la acercaba un poco más a ella, sonrió al recordar como la chica movía la cabeza al ritmo de la música mientras seguía haciendo sus mezclas.
<<Taide>>
Suspiro al recordar su nombre y una lagrimo se deslizo lentamente por su mejilla, humedeciendo todo a su paso. Una sonrisa triste se dibujó en su rostro y sintió por un momento los brazos de Taide abrazándola en aquella ocasión en que casi  la besa.
<<Si lo hubiera hecho…>>
La música dejo de sonar y el presentador del programa apareció en pantalla.
“Buena rola, de las mejores del disco de esta chica todo paree marchar bien para Taide, a continuación lo más reciente de Ina”
En cuanto escucho el nombre de Taide su cuerpo se estremeció, y sintió el salto de un agitado corazón, no se suponía que debiera de sentirse de esa forma, no tenía por qué sentirse así, o eso era lo que a ella le parecía.
-Taide.
Se encontró a si misma gritando su nombre sin que nadie pudiera escucharla.
-Taide.
Dijo en un susurro acompañado de más agua salada que se deslizaba desde sus ojos por sus mejillas, tenía 5 meses sin verla, sin saber nada más que lo poco que escuchaba por televisión.
<<Debe de estar ocupada, espero que este feliz, aunque lo más seguro es que este con alguien, es muy linda como para estar sola, no puedo esperar que ella sienta algo por mí además de que yo estoy con Damián >>
Sentada en el sofá viendo hacia ningún punto en específico no pudo evitar recordar la forma tan peculiar en que la conoció, como se cruzó en su camino de forma tan imprevista, el aroma de su cabello, la forma en que su sonrisa adornaba su rostro.
<<No puedo seguir con esa tontería, amo a Damián, no puedo sentir lo que siento por una chica que tal vez no vuelva a ver >>
**********
Sentía que sus pulmones le exigían a gritos más oxígeno, cada bocanada de aire parecía pequeña por más que se esforzara en inhalar más profundo parecía no conseguirlo, fijo su mirada en el proyectil que se acercaba veloz hacia ella, saltó para alcanzarlo en el aire y tiro lo más fuerte que pudo, tenía que conseguirlo, no era tiempo de duda, no se podía permitir fallar, la derrota no era una opción válida… el blanco balón viajo veloz por el golpe de Taide, cruzo al otro lado de la cancha y se clavó en el suelo con fuerza sin que nadie pudiera hacer nada para detenerlo.
-¡Ganamos! Dos de tres, somos los amos del voleibol- grito Top levantando las manos para después abrazar a la alegre Taide que no dejaba de saltar de alegría.
-Ganamos, tienen que pagar la apuesta- recordó Taide a los abatidos chicos del otro lado de la cancha.
-Vale- contesto con enfado- yo pago las bebidas.
-Vamos no es mi culpa ser buena en el juego.
-Taide tienes suerte- contesto Max con cierta envidia que hiso que Taide sonriera.
-Deberíamos de salir a divertirnos más seguido- propuso Marcela que se dirigía a tomar un poco de agua.
-Estoy de acuerdo, hace falta el tiempo de recreación, en especial para la loca neurótica de Top- dijo Taide riendo antes de ser golpeada en la cara por una toalla que este le arrojo.
-Jajaja, que graciosa- contesto este con sarcasmo.
-Niños no os pelees.
-Marcela dile que no me moleste.
-Taide ¡no lo molestes!
-Ok, abuelo, no molestare al bebe.
Todos rieron por el tono de niña chiquita con que Taide contesto al regaño de Marcela mientras se dirigían a las regaderas para ducharse antes de salir a tomar algo.
La tarde era grandiosa, el sol estaba ocultándose y el cielo se cubría de diversos tonos de naranja mezclados con un suave azul y un blanco de algunas nueves solitarias que se divisaban antes de ser deformadas hasta desaparecer por un viento refrescante que soplaba.
-Carla, ¿estás bien?- pregunto Marcela al darse cuenta que no dejaba de ver por la ventana mientras suspiraba completamente desconectada de lo que sucedía en la conversación que se llevaba a cabo en la mesa de un pequeño bar del centro.
-Sí, solo pensaba aun poco, no es nada.
-¿Pensabas en esa chica?
-No- trato de mentir pero cinco segundos después no pudo sostener su mentira- sí, pensaba en ella.
-¿Y qué pesabas sobre ella?
-Pensaba en que es lo que estará haciendo, en si estará con alguien, en si ha chocado con más personas, y en si me recordara como la loca que choco con ella y que pensó que era una loca suicida.
-No le has visto en 5 meses- dijo Marcela levantando todos los dedos de la mano izquierda- y dijiste que era hetero, no deberías de atormentarte con ella.
-Tienes razón- suspiro dando un último vistazo al cielo antes de integrarse a la conversación de sus amigos.
-Max dijiste que había un bar de ambiente cera ¿no?
-Sí, está a tres calles de aquí.
-Deberíamos de ir.
-No sé Top, en esos lugares por lo general hay solo hombres.
-Vamos Taide, no estarás sola estarás con Marce, no creo que ella tenga problemas con acompañarte si no hay nada que te interese.
-Marce ¿te gustaría ser la niñera de Taide?- pregunto Max que se levantaba de su silla.
-Claro yo la cuido- dijo esta levantándose como lo estaban empezando a hacer todos en la mesa.
Un enorme lugar oscuro con luces de colores que aluzaban de vez en cuando en el momento en que pasaban por el lugar en donde estabas.
Una gran pista de baile repleta de parejas que no dejaban de moverse, la mayoría demasiado ebria como para moverse bien.
-Vamos a bailar las dejamos- Max tomo la mano de Top y lo llevo a la pista en donde comenzaron a moverse levantando los brazos y dando unos cuantos saltos.
-Se ven tan lindos juntos- comentó Marcela mientras ambas chicas los observaban.
-Sí, Top y Max hace una hermosa pareja.
-¿Y cómo van  los poemas?
-No son buenos, pero bien, ¿Cómo van las personas y su comportamiento?
-Pues normal, no ha cambiado mucho la sociedad, el comportamiento humano es  igual que ayer.
-Magnifico.
-Carla, no es  bueno que sigas así.
-Así significa…
-Tan cerrada, deberías abrirte más.
-¿Abrirme a qué?
-Sonara trillado pero al amor.
-Estoy abierta al amor.
-No lo estas.
-Si lo estoy, solo que nadie me tira la onda.
-No es cierto, si giras a la derecha a un lado del chico con mostacho gigante hay una chica que no deja de verte.
-Te está viendo a ti- dijo está viendo discretamente hacia donde Marcela le indicaba.
-Hagamos una prueba, mira hacia  ella y saluda.
-¿Qué?
-Vamos.
Taide obedeció lo que Marcela le dijo, miro  hacia la chica y levantó su copa en señal de saludo, la  chica hiso lo mismo y se encaminó hacia ella.
-Viene hacia acá.
-Viene por ti Carla.
Antes de que Taide pudiera decir algo la chica estaba parada frente a ella.
-Hola- dijo Taide un poco nerviosa- ¿Qué tal?
-Hola, ¿puedo sentarme?
-Claro- Taide se recorrió un sitio para que la chica tomara asiento al lado de ella.
-Ok, soy Marcela- extendió la mano para saludar a la chica que  se había sentada en el asiento en donde Taide había estado- y esta chica tan tímida es Taide.
-Un gusto- la chica saludo a Marcela- así que Taide y Marcela, mi nombre es Bricia, y ustedes dos son…
-Amigas- completo Taide- somos amigas.
-¡Genial! Eso quiere decir que no son nada más que  amigas.
-Exacto, solo amigas- continuo Taide.
-¿Seguras?, Marcela tú no has dicho nada.
-No hay más que decir, es cierto solo somos amigas.
-Que bien, ¿llevan mucho de conocerse?
-No solo 4 o 5 meses, Marce y yo nos conocimos hace poco, pero nos hemos llevado muy bien.
-¿Dónde se conocieron?
-En un café a las 3 de la mañana.
-Sí, recuerdo que alguien pensó mal de mí- dijo Taide lanzándole una mirada acosadora a Marcela.
-Bueno, me dijiste que hacías algo que gozabas mucho y que terminabas muy tarde, además de que empezaste a usar un doble sentido que aria que cualquier persona pensara mal, pude haberte preguntado cuanto cobrabas.
-Te hubiese contestado con la verdad, de mil euros para arriba, soy algo cara, pero valgo la pena- contesto Taide sintiéndose orgullosa de ella.
-¿Qué haces?
-Música- contesto Taide.
-Eres esa DJ, la de la canción de la radio, estuviste en el festival de hace poco.
-Sí estuve allí.
-Wow, es grandioso conocer  a una persona como tú, eres algo famosa.
-Solo un poco.
-No pensé que fueses de estas ondas.
-A decir verdad, si soy de estas ondas, pero no es un secreto ni nada de eso.
-Mi pequeña bollera- dijo Marcela jalando la mejilla de Taide que solo se quejó por el jalón.
-Ustedes dos harían buena pareja- dijo Brisa mientras sonreía.
Taide se quedó callada al igual que Marcela que solo se ruborizo.
-¿Tú lo crees?
-Sí, se ve que hay algo especial entre ustedes, ¿aún no se declaraban su amor? No me digan que lo he hecho por ustedes eso le quita romanticismo.
-No hay ningún amor que declarar, solo amistad- contesto Taide que reía secamente  como si le hubiera parecido gracioso.
-Sigan negándolo, pero sé que hay algo.
Una chica que acababa de llegar con el sujeto del mostacho comenzó a llamar  a Bricia que se despidió para ir con ella.
-¡Qué graciosa chica, además  de imaginativa! Un amor que declarar, que ocurrencias- dijo Taide antes de tomar de un trago lo que quedaba en su copa.
-Sí, imaginativa- contesto Marcela viendo hacia otro lado.
-¿Pasa  algo?
-No, solo que las luces son molestas.
-Entiendo, salgamos por un poco de aire.
Taide y Marcela se abrieron paso hacia la salida, mientras Bricia se despedía de ellas con un movimiento de mano.
-¿Segura que todo está bien?- pregunto Taide preocupada.
-Sí, solo caminemos un poco.
Comenzaron a caminar en silencio, sus pasos las guiaron hasta el café en que se habían conocido.
-Que coincidencia, el café.
-Sí que raro, ¿quieres entrar?
-Se me acaban de antojar unos churritos calientitos con chocolatito espumoso, es lo que tomaba ese día.
-Vamos.
Entraron al café, en donde la misma camarera de la otra vez las atendió, después de unos cuantos minutos en silencio regreso con sus respectivas órdenes.
-Carla.
-Si- contesto esta con un churro en la boca que hacía que no se le entendiera del todo.
-¿Están buenos tus churros?
-Claro, come están ricos- Taide acerco el plato en que estaban sus churros para ofrecer uno a Marcela que lo tomo, lo sumergió en su chocolate y lo probó.
-Nada mal.
-Marce yo…
-Sí Carla.
-Yo solo quería decirte que… este… los churros son ricos.
-Lo son, bastante.
-Marce este… yo… soy torpe para esto.
-¿Comer churos?
-No, me refería a  hablar sobre cosas.
-¿Qué cosas?
-Matemáticas.
 -¿Matemáticas?
-Sí, sobre tiempo, te conocí hace 4 meses y medio, el día 15 serán 5 meses, a las 3 de la mañana lo que quiere decir que te conozco desde hace 139 días, que son algo así como 3,336 horas que son iguales a 200,160 minutos que son iguales a 12,009,600 segundos que es igual a…
-Ok, no sabía que pudieras hacer eso- interrumpió Marcela antes de escuchar el ultimo cálculo de Taide.
-Te dije que era torpe para hablar de esas cosas, ¿te parezco rara?
-Claro, es por  eso que me gustas.
-Sí supuse que te tenía  que parecer rara, nadie sano hace ese tipo de cuentas que no son muy innecesarias, pero lo que te quería decir no era exactamente eso, yo quería decirte que la  verdad es que…
Taide se quedó callada al darse cuenta de lo que Marcela había dicho, no le puso atención al principio o solo había estado en shock por lo que escucho, sus ojos se abrieron más y dio un trago al chocolate caliente que termino por quemar su lengua ligeramente.
<< Dijo que le gusto, pero ¿Cómo?, ¿a qué se refirió?, a que le gusto como amiga o algo más, tal vez la he mal entendido>>
-¿Perdón? ¿Qué?- pregunto Taide.
-¿Qué de qué?
-No nada, debo de estar delirando, pero deberíamos de hacer algo, lo que sea.
-¿Qué te parece si vamos al gato cantarín?
-¿Qué es eso?- pregunto Taide, no había escuchado hablar de ese lugar.
-Es un lugar en donde no hay música electrónica, allí solo hay bandas en vivo, pequeñas y desconocida pero buenas, además de que tienen concursos de canto, poesía, oratoria y en ocasiones hacen debates.
-Suena bien, vamos.
Terminaron sus bebidas y salieron rumbo al lugar.
El pequeño lugar estaba mejor iluminado que el otro, en el escenario una chica gritona cantaba algo obre un chico que la dejo y que no la valoro lo suficiente.
Se sentaron en uno de los cómodos asientos, los asientos eran diferentes a los de los otros sitios, estos eran cómodos, era como estar sentado en el sofá de tu casa, tenían un lindo color azul cielo, había algunos rojos e incluso uno de color verde muy llamativo.
Taide se sentó plácidamente en uno de los asientos al lado de Marcela, pidieron café para mantenerse activas.
-Es lindo, muy  cómodos los asientos, ¿Por qué no me habías traído?
-Temía que no fuera de tu agrado.
-Pero si es muy lindo, claro que es de mi agrado.
-Carla ¿por qué has hecho todas esas cuentas del tiempo que llevamos conociéndonos?
 -No tengo idea, soy muy rara.
-Lo eres, eres rara, divertida, agradable.
-No olvides muy sexy y guaperrima.
-También eso.
Taide miro el lugar y suspiro, Marcela por su parte miraba a Taide detenidamente.
Los minutos pasaban y ellas solo charlaban sobre cosas sin sentido, un montón de platica bacía sin importancia alguna, solo por charlar.
**********
El telón se bajó y un estruendoso escandalo provocada por las palmas de los asistentes que chocaban entre si alegres ovacionando el espectáculo, con la respiración aun agitada salieran a escena para hacer reverencia a su público que los aclamaba con más fuerza al momento en que todos reaparecieron en escena.
Miraba, buscaba entre el público pero no encontró nada, simplemente no estaba…
Buscar entre el público deseando que estuviese allí se le había hecho costumbre, siempre que terminaba la presentación la buscaba con ilusión, soñaba con verla allí aplaudiendo, la veía sonriendo junto con su amigo Top, veía como una hermosa sonrisa se dibujaría en su rostro al ver de nuevo esos labios rojos que tan cerca había estado de besar, de pronto el mundo entero quedaba deshabitado y solo quedaban ellas dos, sin nadie que pudiera verlas, se visualizaba acercándose corriendo a donde ella la esperaba, miraba el reflejo de su rostro en esos ojos negros, la abrazaba con toda la fuerza con que sus brazos se lo permitían y comenzaba a acariciar su corto y despeinado cabello rubio, por momentos sentía las manos de Tai en su cintura y podía escuchar los latidos desesperados de su corazón, conforme desplazaba sus manos sobre el contorno de su cuerpo tan delicada y suave, sentía el calor  que subía desde su entrepierna  hasta sus mejillas los movimientos involuntarios de su cadera que se  acercaba más a la chica de los hermosos ojos negros, se inclinaba lentamente para besarla y a escasos milímetros de sus labios se desvanecía en el aire dejándola sola por completo, el teatro se derrumbaba y lo que de principio parecía un hermoso sueño se convertía inesperadamente en una pesadilla, en la cual se encontraba sola, entre animales salvajes, bestias que se mofaban de ella al ver su sufrimiento.
Esa pesadilla se repetía al término de cada función, su mente  jugaba con ella dándole la esperanza de encontrarla allí pero se la arrebataba de forma cruel una y otra vez.
Las noches eran igual, soñaba con encontrarla de nuevo y por alguna razón antes de besarla por primera vez desaparecía y Damián aparecía en su lugar.
Los besos tiernos de Damián que en un principio la habían hecho sentir algo le eran ajenos e indiferentes, los recibía sin entusiasmo y los contestaba de forma fría que Damián no tardo en notar que  las cosas tal vez no marchaban bien.
La pregunta de Damián era siempre la misma “¿Estas bien?”, le preguntaba preocupado por lo que pudiera estar sucediendo, pero siempre se encontraba con un “si estoy bien”.
Los  días pasaba y Alondra seguía sin mostrar algún tipo de entusiasmo, tenía 7 meses sin saber nada de la chica que conoció por accidente y su relación estaba a cada momento más distante con Damián.
La televisión daba algunas noticias sobre el clima, sismos de baja intensidad se habían registrado pero nada de qué preocuparse, la chica de espectáculos  saludo a la audiencia luciendo un diminuto vestido en color azul turquesa que dejaba poco a la imaginación, entre una pasarela de artistas en una entrega de premios vio a Taide o por lo menos eso creyó, se acercó a la pantalla para verla con detenimiento, ¡era ella! No había duda de que se trataba de ella, había una chica a su lado, iban tomadas de la mano sonriendo saludando a todo el mundo, cuando alguien se acercaba a hablar con ellas sonreían y se abrazaban con fuerza, la mano de Taide rodeo la cintura de la desconocida chica la beso en la mejilla para despedirse posteriormente der reportero que las había entrevistado.
Para algunos este acto pudo a ver sido inocente sin importancia, pero Alondra sintió un dolor agudo en su pecho, la forma en que Taide sonreía al lado de esa chica, el inocente beso en su mejilla, sus ojos se sintieron húmedos  y el delineador tiño de negro las lágrimas que corrían por sus mejillas.
<<Se veía feliz, me alegra que lo sea >>
Limpio las lágrimas negras, arreglo su cabello y salió a la calle a caminar hacia ningún lado en especial.
Una brisa refrescante golpeo su rostro y se sentó en una banca de un parque viejo.
Niños corrían de un lado a otro, parejas de novios paseaban tomados de la mano o besándose, una bolsa bacía de patatas era arrastrada por el viento, se levantó y la depósito en el contenedor de basura de la esquina, una pelota de colores llego rodando hasta sus pies, unos niños de entre 8 o 10 años le pidieron que se las regresara, ella asintió y la pateo hasta ellos, personas pasaban de un lado a otro, todas en su tema sin que ella les pareciera importante, cada paso que daba parecía sentirse más pesado que el anterior, tomo el celular, llamo a Damián y acordó una cita para el cine a las 8.
**********
Uno tras otro los autos pasaban al lado de su ventanilla y solo los miraba de reojo sin nada más interesante que hacer.
-Taide deberías de ir con Marcela hace días que no la vez.
-Sí, Top, aunque las cosas están un tanto incomodas en ocasiones.
-Te gusta.
-No lo sé, abecés pienso que si, después recuerdo a Alondra y creo que no, pero después Marce es tan linda que siento que sí.
-Eres demasiado complicada, hace un año que no sabes nada de esa chica, tienes a Marce que es una increíble y sexy chica y tú dudas recordando a la bailarina.
-Soy rara, además lo más probable es que regresara con su novio, además es hetero, no debería de preocuparme tanto por ella, y no llevo un año sin saber de ella apenas han pasado  10 meses.
-Casi un año.
Sin más palabras llegaron a la cita de trabajo, acordaron el trato para que Taide se presentara.
La tocada fue buena, tuvo éxito cada vez era más conocida y la invitaban a más eventos importantes.
En medio de la sala de su departamento jugando cartas con Marcela.
-¿Qué piensas Carla?
-Recuerdas el día en que esa chica dijo que si había arruinado la declaración de amor.
-Sí, fue incomodo en cierta forma.
-Sí, recordé a Alondra y pensé en que es probable que ella este feliz con alguien, y es injusto que no me dé la oportunidad de conocer a alguien, así que estaré respectiva al amor.
-Eso es genial.
-Sí, por ello saldré a ese bar de ambiente.
-¿Iras a ligar?
-No, iré a divertirme.
-Es genial- contesto Marcela con alegría.
-Gracias por apoyarme.
Esa noche el color era más fuerte que las  noches anteriores, se sentía el sudor en la frente al estar adentro de la habitación, Taide se arregló y salió a buscar diversión.
Bailo con algunas chicas, todas parecían querer lo mismo, y ella no podía sentir nada por ninguna, después de 10 canciones con diferentes chicas se sintió cansada y se dirigió a la barra para tomar algo, un trago simple no muy elaborado sirvió para refrescarla un poco.
-¿Ya encontraste algo interesante?
-No aun no- Taide  dio la vuelta y encontró a Marcela vestido con un diminuto y provocador vestido negro que nunca le había visto puesto, la observo de arriba abajo con la boca abierta- ¡qué bien te vez! Estas que matas.
-Gracias, ¿te gusta?
-Te vez genial, ¿Para quién te vestiste así? Debe de gustarte mucho.
-Lo hice para una chica que supe que estaría receptiva al amor.
-Pues al verte así  se enamorara de inmediato- dijo sonriendo mientras Marcela se sentaba a su lado.
-¿Qué dices si intentamos algo?
-Suena interesante- se acercó más a Marcela y le susurró al oído- ¿Qué quieres intentar?
-Qué te parece esto.
Marcela se inclinó lentamente y beso los labios de Taide mientras esta serraba los ojos por instinto, la suavidad de los labios de Marce sobre los suyos fue tan refrescante que no dudo en saciar su sed besando repetidamente cada vez con más  ganas que la anterior.
-Genial- dijo Taide al despegar sus labios de los de Marcela que sonreía al verla- me parece genial, y que tal si bailamos un poco.

Tomó la mano de Marcela y la arrastro hasta media pista de baile, la noche se hiso larga, bailaban y tomaban para volver a bailar, después del décimo trago comenzó a sentir que su cuerpo actuaba solo, perdió el sentido de lo que pasaba y quedo en negros…
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1 comentario:

  1. Aprovecho a dejar mi comentario apoyando la historia. Lo que me gusta de esta, es como cuenta la historia de una mujer que cree ser heterosexual pero que no es feliz así y se plantea el por qué de esto y la comprensión de los nuevos sentimientos y por el otro lado, una mujer que tiene muy en claro su orientación y la escritora nos describe los planteos típicos que tiene por saber si puede dar un paso mas ante una mujer que le gusta. Esto es representativo para muchas. Así que felicito por esta redacción aunque por favor, no descuidar la ortografia!!
    Saludos. Florencia de Buenos Aires.

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