Esperamos tu historia corta o larga... Enviar a Latetafeliz@gmail.com Por falta de tiempo, no corrijo las historias, solo las público. NO ME HAGO CARGO DE LOS HORRORES DE ORTOGRAFÍA... JJ

Taide y Alondra - M.G.M - 2

2
La mañana de  Alondra era demasiado rutinaria a su parecer.
Se despertaba, tendía su cama, barría y trapeaba su habitación y la sala/cocina, después tomaba un baño, y en punto de las 8:00am salía corriendo a su empleo en tienda de un familiar, salía al mediodía y paseaba con Héctor o iba a visitar la casa de su padre.

Esa mañana en particular se despertó más temprano que de costumbre, termino de hacer los deberes de la casa, desayuno cereal y se metió a la ducha.
El agua tibia sobre su piel relajaba cada musculo de su cuerpo, mientras la espuma del jabón desaparecía de su piel recordó el accidente de ayer.
Cerró los ojos y le pareció ver de nuevo a la persona con la que choco. Recordó cada detalle de ella, todo más claro y nítido que el mismo instante en que ocurrió todo.
<< Era una chica>>
Su duda había desaparecido, estaba segura que se trataba de una mujer y no de un hombre como ella había pensado.
<< Era una chica, no sé cómo me pude haber confundido antes, era una chica, aunque vestía como hombre estoy segura de que era una chica, esos labios eran demasiado perfectos ¿Cómo sería besarlos? >>
Al darse cuenta de lo que pensaba sintió sus mejillas muy calientes y sintió vergüenza por sus pensamientos.
<< ¿Qué demonios estoy pensando?, no es normal, debe de ser porque desperté muy temprano, solo eso >>
Su trabajo en la tienda consistía en hacer los presupuestos y encargarse de surtir lo que era necesario.
Antes de terminar en el local Héctor llego de sorpresa para visitarla.
-Hola- saludo sin tanto entusiasmo como a él le hubiera  gustado.
-Hola, ¿todo bien?
-Sí, ya casi termino- contesto guardando unos documentos.
-Vamos a dar la vuelta.
-Vale- contesto tomando su chamarra de algodón del respaldo de la silla.
Mientras daban la vuelta a la manzana pasaron por un lugar donde vendían accesorios.
-¿Quieres entrar?- sugirió el, llevándola de la mano adentro de la tienda.
Después de ver varias pulseras coloridas y collares de diferentes tamaños salieron con una pulsera con un dije de corazón que Héctor le regalo.
-Gracias- dijo ella sonriendo.
-De nada- él se acercó y la besó.
Mientras sus labios seguían sobre los de ella no pudo evitar recordar su pensamiento de la mañana.
<< ¿Cómo será besarla? >>
Al pensar esto con los ojos cerrados pudo verla en su mente. Sin evitarlo se imaginó besándola, imagino que esos labios que sentía sobre los de ella no eran los de Héctor sino los de la chica.
Con esto en su mente comenzó a besarle con más pasión, deseando que al abrir los ojos fuera real, sus caderas comenzaron a acercarse más a las de Héctor y sus manos se deslizaron suavemente por toda su espalda.
<< Sera más estrecha >>
Sintió un bulto en el pantalón del chico y se alejó lo más rápido que pudo, apenada por su conducta.
-Nunca me habías besado de esa forma. Debió gustarte mucho- dijo el sonriendo.
-Sí- asintió ella con la cabeza, mientras el, la tomaba de la mano para caminar.
<< ¿Qué estoy pensando?, no puedo pensar en cosas como esa>>
Después de su arrebato momentáneo fingió sentirse mal para que el la dejara y se fue a su casa.
<< Necesito dormir eso lo arreglara >>
Se fue a su habitación, se acostó sobre la colcha y  serró los ojos esperanzada de que el dormir le quitara esos pensamientos.
Se vio en sueños a si misma besando a esa chica, se vio tocando su mejilla y besando esos labios carnosos de color rojo, se imaginó desnuda frente a ella mientras la abrasaba…
-¡No!
Grito al despertar de su sueño, se dio cuenta de eran las 4 de la tarde y tenía que irse al ensayo. Lavó su cara tomo su mochila y se fue por el mismo camino que había tomado el día anterior.
Después del ensayo preguntó a todos sobre la chica, pensó que podría tratarse de otra bailarina, pero todos afirmaron no conocer a nadie con esas características.
Sentada en una banca en un parque cercano se preguntó ¿Por qué pregunto por ella?, no tenía motivos para verla, quizás si la veía de nuevo se le quitaría la tentación y el deseo.
<< Solo es por el choque, no es importante >>
Se repetía tratando de creerlo por más absurdo que a ella misma le parecía.
**********
Sentada en la cama de su cuarto mirando a la pared llena de posters de cantantes y con algunos carteles en donde ella era anunciada, así paso la tarde Taide, sin más que hacer, Top salió con un amigo, se encontraba sola en su casa.
Entre el vacío de su mente recordó a su familia, su padre maldiciéndola mientras su madre lloraba desconsolada y ella salía corriendo con su maleta de color rosa, lista para no volver, con tan solo unos ahorros que tenía. Recordó como subía al autobús secando sus lágrimas, mientras el conductor sellaba su boleto, pareció ver entre los posters la carretera que se extendía a lo largo y que en aquella ocasión le había parecido interminable.
Vio a la chica sola temerosa que estaba en la estación de autobuses sin saber a dónde ir, recordó cuando tocó en la calle por monedas y consiguió el trabajo en el bar, recordó cuando toco su primera tornamesa y la alegría que contagio a los clientes con el ritmo de sus mezclas.
Todos estos recuerdos parecían tan lejanos, aunque fue tan solo hace dos años, antes de ser DJ profesional y tener buen empleo, antes de conocer a Top, antes de poder estar en su departamento lujoso y espacioso, antes de poder comprar la plasma gigante que decoraba su sala.
<< Tanto tiempo ha pasado, en ocasiones parezco olvidar lo que fui, pero me enorgullece ser lo que soy, Taide, esa soy ahora Taide >>
Después de recordar y entristecer por el pasado recordó que no vale la pena hacerlo, tomo su chaqueta de cuero y salió a caminar.
La calle era ruidosa, la gente parecía haber perdido los modales en esa parte de la ciudad.
Después de caminar se dirigió al parque cercano, lo recorrió tres veces, lo único que encontró fue invitaciones de chicos y pedidas de número de teléfono.
El aire de afuera le agradaba, ver en su sombra como el viento despeina su rubia cabellera, sentir la brisa sobre su rostro, incluso en ocasiones disfrutaba del aroma de las flores aunque le dirá alergia.
Camino hasta que se hiso tarde, volvió a su casa, descanso, tomo una ducha y apago las luces para conciliar el sueño.
Por la mañana se despertó más temprano que de costumbre, después de la última presentación se había cansado mucho, pero ahora estaba muy recuperada de la desvelada.
Tomo café caliente, preparo el desayuno y salió a comprar equipo.
Regreso a mediodía con audífonos nuevos, cables nuevos y una pelota morada que le causo gracia en una juguetería.
<< ¿Para qué quiero una pelota morada? >>
Se preguntó al llegar.
Después de probar el equipo y jugar revotando la pelota en la pared apareció Top, sonriendo.
-Vamos esta noche a un lugar, escuche que habrá una fiesta de máscaras.
-¿No tienes con quien ir?
-Sí tengo Tai, solo quiero que tú te diviertas.
-No lo sé- después de haber rebotado la pelota en la pared más de 20 veces contesto- sí vamos, será divertido.
Después de ver programas en tv que eran repeticiones de hace años se dispuso a vestirse.
Opto por usar alguna de sus prendas decentes, un vestido dorado que encubría su falta de curvas fue la mejor opción que pudo encontrar.
Salió en su auto y se dirigió al lugar en donde se encontraría con Top, al entrar le dieron una máscara a cada uno y se dirigieron a disfrutar de la fiesta.
**********
<<No estoy segura de que haber venido fuera lo correcto>>
Se decía Alondra que veía como las personas encubiertas con sus antifaces disfrutaban bailando.
Héctor la llevo al baile de máscaras porque un amigo había conseguido entradas y Alondra no supo decir que no.
-¿Te diviertes?- preguntaba Héctor a gritos mientras se movía al ritmo de la música.
Alondra no contesto, se limitó a asentir con la cabeza mientras se bambaleaba a los lados fingiendo bailar como los demás.
Después de unas canciones Héctor la tomo de la mano y la llevo a uno de los lugares más apartados de la fiesta.
Sin decir palabra se abalanzo sobre sus labios, Alondra sentía el olor pestilente a licor emanado de su boca, el sabor a cerveza quedo por un momento en sus labios y casi sintió que vomitaría.
Héctor continuo besándola torpemente como bestia, mientras ella trataba de apartarlo suavemente. Una mano paseo por sus caderas y fue detonante para que Alondra aumentara la fuerza de sus empujones.
-No, ¿Qué haces?
-Eres mi novia- dijo el con voz ronca y palabras algo confusas- no me digas que no quieres, tenemos 5 años y tú no das nada.
Sin decir más volvió a encimarse sobre el frágil cuerpo de Alondra.
-No, detente- lo aparto de nuevo pero este intento acercarse, acto seguido ella le lanzo una bofetada que dejo la marca de sus estilizados dedos sobre su mejilla.
-¿Por qué?, tienes a otro, de seguro a él si le das todo lo que te pide y a mí me tienes como tu tonto.
-Claro que no, solo que no quiero que me toques de esa forma.
-En 5 años no te había dicho nada, pero creo que ya es tiempo de decirte que no estaré esperándote por siempre Alondra, es ahora o nunca.
-Entonces nunca, terminamos- al terminar la frase salió corriendo del lugar a donde la había llevado, sus ojos estaban cristalinos y su visión comenzó a tornarse borrosa por las lágrimas, corrió por una escalera y llego al único lugar silencioso el techo.
Comenzó a llorar sin contenerse, se arrancó el antifaz con lentejuelas que le habían dado en la entrada, y lo arrojó al suelo con rabia.
Después de llorar por un momento se acercó al barandal que enmarcaba el contorno del edificio y contemplo la ciudad oscura o por lo menos eso esperaba ver pero solo la encontró iluminada con las luces de farolas y de autos que circulaban, por anuncios fosforescentes de luces de neón y una luna que increíblemente se dejó apreciar esa noche.
**********
Después de bailar con Top y unos amigos que este encontró allí, pareció sentirse un tanto acalorada con el tumulto y el baile enérgico que había hecho.
Subió a las escaleras para tomar el aire fresco de la azotea.
<<Cuando estoy en la tornamesa me ponen aire acondicionado, ya se lo que sufren los demás>>
Se decía mientras continuaba con paso medio lento subiendo por la escalera que parecía más larga de lo que imagino y más empinada de lo que se veía.
Al abrir la puerta vio en el suelo un antifaz muy parecido al que ella traía, lo levanto y busco rápidamente a su dueño, a una orilla del barandal metálico pintado de rojo aluzado por la enorme farola que estaba en el techo y la luz proveniente del establecimiento de al lado vio la figura de una mujer muy cerca del barandal.
<<Se suicidara>>
Pensó alarmada mientras caminaba a paso veloz hacia la mujer.
-No lo hagas, no es la solución, el suicidio no es bueno.
Al escucharla la mujer giro lentamente hacia ella, su rostro estaba oscuro por una sombra que no permitía verla.
-Sé que el mundo es una mierda, pero hasta la mierda puede tener cosas buenas- titubeo sobre lo convincente que podría sonar su argumente y entre su preocupación escucho la risa de la mujer- te estas riendo, vez el mundo no es tan malo, no saltes. No me conoces ni yo a ti, pero creme que no es buena idea saltar- se quitó el antifaz y continuo- los problemas no son tan graves como parecen, después de meditarlos todos se vuelven diminutos, solo necesitas pensarlo.
La risa de la mujer era más fuerte y movía la cabeza con negación.
-No me quiero matar, pero si lo hubiera pensado tus argumentos me convencerían de no hacerlo.
-No te mates- dijo sin escuchar lo que la mujer decía- un momento, ¿no estabas queriendo saltar al vacío y caer de cara al pavimento?
-No, solo miraba como las luces en conjunto con la luna iluminan la ciudad, vez es lindo ¿no?
En ese momento se sintió como una tonta al creer que iba a presenciar un suicidio horrible.
-Desperdicie mis dos libros de psicología con alguien que no se iba a matar, ahora me siento tonta, debería saltar- dijo riendo apenada por su tontería.
-No te mates, el mundo es una mierda pero incluso la mierda tiene sus cosas buenas- dijo la mujer imitando su tono de alarma.
-¡Dios! Tienes razón, no lo hare, eso sí anima a la gente, perdona por pensar que querías ya sabes- levantó la mano y la estampo contra la otra para después hacer un sonido de “paz”.
-Descuida- contesto un poco triste.
Taide se acercó más y se colocó a su lado para ver la ciudad como la mujer había dicho, sin ver su cara.
-¿Quién lo hiso?- pregunto mientras recorría con la mirada el panorama.
-¿A qué te refieres?- pregunto la mujer viendo hacia la calle.
-Te lastimaron, lo sé, soy medio mensa pero también sensitiva, detecto en tu voz algo de tristeza.
-De donde yo vengo lo llamamos ser medio bruja.
-Tal vez- contesto Taide sonriendo- pero no negaste mi afirmación, así que estoy en lo correcto, no vale la pena, si esa persona te lastimo no deberías de darle importancia, me han lastimado tantas veces, pero con el paso de los años he aprendido que no necesito la aprobación de nadie para la felicidad.
-Lo dices como si tuvieras muchos años, te vez joven.
Taide levanto la mirada hacia el rostro de la desconocida la cual era iluminada por las luces del letrero del restaurante de enfrente.
-¿Tú? No me conoces- dijo Taide moviendo la cabeza.
La chica la miro y sonrió dulcemente.
-¿Te arrepientes de no haber llamado al seguro?
Taide sonrió y se sonrojo levemente.
-¿Me recuerdas?
-Claro, no suelo chocar con todas las personas que me encuentro, solo que contigo hice una excepción.
-Harás que me sienta especial- dijo Tai mientras sonreía- no creí que me reconocieras.
 -No lo descubrí de inmediato, pero tu voz y tus ojos te delataron.
-Valla, que buen ojo tienes para recordar personas, yo en ocasiones olvido hasta el nombre de mi mejor amigo… espera como se llama- puso su dedo índice sobre su labio- ¡no lo sé! Le dicen Top, pero no creo que sea su verdadero nombre ¿o sí?
-Ok, eres distraída.
-Lo dice la chica que me llevo de corbata.
-Lo siento, no te había visto.
-Descuida solo bromeaba. Por cierto soy Taide.
Estiro la mano y la chica de enfrente la apretó con seguridad.
-Soy Alondra- dijo mientras la estrechaba.
-Bien Alondra, ¿me dirás que pasó?
Alondra suspiro y se apartó del barandal.
-Termine con mi novio.
-Lo siento.
<< ¡Qué bien!>>
Pensaba Taide mientras se mostraba falsamente triste por ello.
-Sí, las cosas no andaban bien, pero que hay de ti…
-¿Qué?
-¿Novio?
-¿Dónde?
-No, ya enserio.
-Ok, no, soltera libre y sin compromisos, no espera con compromisos, tengo trabajo que hacer que requiere mi tiempo.
-Entiendo. Oye una pregunta, ¿Por qué vestías así?
-La playera de Top, la tome prestada, y  no suelo arreglarme mucho para revisar la resonancia y los contratos.
-Entiendo, ¿bailas?
-No, yo nací con un problema llamado “descoordinación de la música con los pies”.
-No es difícil, solo tienes que dejar que la música te guie.
-Es complicado para mí, tú eres bailarina, así que debe de resultarte fácil, naciste para ello.
-¿Entonces qué es lo que tú haces?
-Mover los cuerpos de las demás personas con sonidos rítmicos y contagiosos que las hacen ser ellas mismas sin mascaras.
-O sea…
-DJ, hago mezclas, creo canciones.
Taide parecía relajarse un poco después de la impresión que le causo ver a Venus, como la bautizo con Top, se había preguntado si la volvería a ver, y allí la tenía, en la azotea de un antro a media noche sola y recientemente soltera.
Mientras más platicaba con ella, más sentía que la conocía de antes, era como si estuvieran conectadas o algo.
-Cambió- dijo Taide sonriendo.
-¿Qué?
-El tono de tu voz, ya no muestra tristeza ni nada de eso, se escucha igual que antier que chocamos.
-¿Enserio?
-Sí, solo necesitabas despejarte.
**********
Alondra había encontrado a esa chica en el lugar en donde menos lo espero, en la azotea de un antro, la tenía frente a ella, esta vez no vestía como chico, lucía un hermoso vestido que la hacía ver más guapa que antes, sus labios tenían brillo que los hacia verse más apetitosos que antes, su cabello peinado y unos enormes pendientes circulares enmarcaban su rostro de porcelana.
No sabía que decir exactamente, desde que escucho el grito de “no te mates”, supo que se trataba de ella, la ropa la había confundido un poco pero su voz y los ojos negros brillosos que contrastaban con su piel eran inconfundibles.
Su voz parecía consentir a sus tímpanos con suaves besos cada vez que hablaba, su sonrisa y la forma en que movía las manos para hacer sus ademanes la cautivaban cada vez más.
El recuerdo de que termino con Héctor hacía pocos minutos se había borrado de su mente, la tristeza que sintió por ello desapareció y su atención y sus sentidos se concentraron por completo en Taide.
<< Solo necesitaba verte de nuevo>>
Pensó para sí misma mientras Taide seguía sonriendo mientras veía los letreros a lo lejos.
-Distraerme era el secreto, gracias-dijo cuándo pudo pensar en que contestar sin sonar rara.
-Ya sabes, si necesitas a alguien que te distraiga, llámame, 01-800-Taide y te atenderé con gusto.
-Tu línea de la salud.
-De la felicidad diría yo.
<<Felicidad, es lo que siento ahora, una felicidad que no había sentido nunca con Héctor, y desearía saber por qué. >>
-¿Siempre eres así?
-¿Cómo?
-Tan divertida.
-Bueno, algunas veces, también puedo ser seria, ruda, callada, y suelo sonrojarme con facilidad, además de que estoy un poco loca en ocasiones, no como los ataques de neurosis de Top, pero a veces me pongo especial.
-Así que te sentiste especial por la excepción que hice contigo.
Alondra no podía dejar de ver como las mejillas de Taide tomaban un color rosado mientras ella se encogía de hombros, le parecía lindo que lo hiciera.
-Te dije que me sonrojo con facilidad, siento que mis mejillas se calientan, debo de haberme puesto rosita ¿verdad?
-Algo- contesto Alondra mientras ella sentía caliente otra parte del cuerpo, y podía escuchar los aleteos en el estómago.
-Me alegro de haberte vuelto a ver.
-¿Por?
-Me agradas, no eres una loca psicópata que destaza a las personas con las que se topa.
-Solo a las que no vuelvo a ver.
-En ese caso más vale que nos veamos de nuevo, soy demasiado joven para morir, pero si me tocara quisiera que fuera haciendo algo divertido, saltando en paracaídas, rapeleando, escalando, conduciendo un auto de carreras, algo emocionante para presumir en el cielo.
-Te gustan los deportes extremos.
-Algo, pero no me dejan hacerlo, Top teme que lo deje solo.
Mientras Taide mencionaba en nombre de su amigo Alondra parecía ponerse celosa, no le gustaba que ella sintiera tanto cariño por ese chico que según no era su novio.
-Tengo que irme- dijo Alondra al ver su reloj.
-Claro, ten cuidado, y no dejes que nada te lastime, y si alguien lo hace avísame y yo me encargo, no por nada he practicado kracmaga por un año.
-Lo are, pero no tengo tu…
-Oh claro- Taide saco una tarjeta de su bolso y se la dio a Alondra- es el teléfono de mi móvil, cuando me necesites no dudes en llamar.
-Creí que era 01-800- Taide.
-Lo cambie por problemas de línea.
-Nos vemos.
-Nos vemos.
Alondra salió del lugar rumbo a su casa, la tarjeta de Taide la llevaba apretada entre su pecho preocupada por no perderla celosa de que se la arrebataran.
La sonrisa de esa chica con la que el destino decidió juntarla de nuevo la había llenado de una luz indescriptible, se sentía feliz de haberla vuelto a ver, esta vez mejor que antes, con más claridad,  de haber podido hablar con ella, de obtener una manera de localizarla, sentía que una especie de brillo celestial cubría aquel pedazo de papel en el que se encontraba escrito el número de esa chica.
<<Taide que nombre tan peculiar, es más divertida de lo que pensé, además se veía increíblemente genial, perfecta diría yo, pero el extraño sentimiento que tengo hacia ella, las ganas de besarla no desaparecieron como supuse, al contrario, me siento más atraída a ella, anhelo  sus labios más que antes, mucho más, pero no es correcto, está mal lo que estoy sintiendo>>

Con todo esto en su cabeza se fue en un taxi a casa y se fue a dormir mientras apretaba la tarjeta aun entre sus manos cerca de su pecho. 
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La Teta Feliz Historias y Relatos ® M.G.M - Derechos Reservados
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3 comentarios:

  1. Podéis subi dos capitulos esta muy interesante me gusta esta historias

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  2. Me encanta, espero con ansias el siguiente.

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  3. ¡Taide es muy muy divertida, quien fuera Alondra para encontrarse una de esas!

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