Capítulo 26
-
¿escuche bien?-
pregunto a Uriel mientras lo sigo hacia el comedor aun con un dolor terrible de
cabeza.
-
Si escuchaste bien-
responde con una sonrisa cálida.
-
Yo sé que me tienes
cariño y consideras un ángel pero no lo soy.
-
Si lo eres. Te
contare todo respecto a eso- contesta- y ahora por favor ve a bañarte así
vienes a tomar un cabeza para tu reseca. Me sorprende lo de tu borrachera.
-
Tú lo que quieres es
tiempo para que puedas inventarte una historia- digo dirigiéndome al baño.
-
No voy a inventarme
ninguna historia. A la que le llevara tiempo comprenderlo será a ti.
No le
presto mucha atención a lo que me dice Uriel y me meto en el baño intentando
relajarme y que se me pase un poco el dolor de cabeza. No vuelvo a tomar jamás
en mi vida como lo hice anoche. Y será mejor que no intente pensar en nada así,
no me duele peor la cabeza.
****
Escucho
la voz de Uriel hablándome y empiezo a quejarme e intentar sacármelo de encima.
-
¡maldita sea!- digo
enojada- ¡quiero seguir durmiendo Uriel!
-
Vamos no te enojes.
Tienes que levantarte. Iremos al parque.
-
Uriel si no lo sabes
hoy no tengo clases y quería pasármelo todo el día en la cama ya que no tengo
que estudiar.
-
Luzbel dale, la
pasaremos bien y después puedes dormir.
-
¿iremos ya?- pregunto
abriendo un ojo para mirarlo.
-
No, tú tienes que
bañarte y ducharte. Mientras haces eso, yo hablare con Luna.
-
¿de qué? Si puedo
saberlo.
-
De su designio.
-
¿su qué?
-
¿sabes que es
designio?
-
Mmm lo leí en algún
libro y es algo así como un propósito.
-
Exactamente- dice
levantándose y acercándose a la puerta- te estaré esperando en una hora abajo.
-
¿eso es todo lo que
me dirás? En una hora y media- grito porque ya se ha ido.
¿Designio?
¿Propósito? da vuelta en mi cabeza mientras intento dormir media unos segundos
más. Anoche ni se en que momento me quede dormida.
Me
gustaría saber más cosas con respecto a las cosas que me dijo Uriel de Luna
pero sé que en algún momento alguno de los dos me lo dirá.
Al no
poder conciliar el sueño nuevamente me dirijo al baño que tengo en mi
dormitorio y me meto en la bañera.
Estoy
absolutamente relajada con la mente en blanco y los ojos cerrados cuando
empiezo a sentir olor a quemado horrible.
Abro
los ojos y me veo con la mujer de cabello castaño muerta entre mis brazos.
Estoy caminando con ella hacia algún lugar despejado donde no sienta el olor
humo ni haya fuego.
Me
encuentro con un par de personas con la misma vestimenta que nosotras, solo
hagan la cabeza en señal de respeto. Llego a la cima de una montaña y llevo mi
lista al cielo cuando veo a cuatros personas de las mismas vestimentas pero la
aureola que tiene sobre su cabeza me indican que son superiores a mí.
-
Es hora de irnos-
dice el hombre con cabellera castaña.
Despliegan
sus alas blancas con algunas pintas de azul y elevan vuelo. Yo hago lo mismo
unos segundos detrás de ellos.
-
¡no se irán de aquí!-
grita una voz desde la montaña.
Me giro
a mirar y lo llevo allí parado con los ojos enrojecidos, sus alas negras al
igual que su cabello que alguna vez fue rubio. Está creando bolas de fuego que
empieza a lanzarme, trato de esquivarlos a todo pero no puedo. Me da en un ala.
Y un ángel con un ala rota es al igual que un pájaro, empiezo a caer. El hombre
de la cabellera castaña se acerca para ayudarme. Lo miro a los ojos y miro el
cuerpo en mis brazos.
-
Llévatela. Por favor.
No dice
nada. El entiende perfectamente lo que estoy haciendo. Mientras caigo puedo ver
como se pierden entre las nubes camino al cielo.
Saco mi
espada y me doy vuelta. Como puedo me encamino para caer en la montaña.
-
¡Lucifer!-grito al
irme acercando.
****
En el
comedor lo encuentro a Uriel sentado con el desayuno. Y recuerdo lo que me dijo
hace un momento. No puedo creer que crea en esas cosas de los ángeles, pero
será mejor seguirle la corriente.
-
Bien, yo desayuno y
tú me cuentas tu fantástica y gran historia inventada.
-
Luna, no es ninguna
historia inventada, pero entiendo que no creas en eso.
-
Es que es difícil
creer en eso. para mi es normal no entenderlo, eso deberías saberlo. Puedes
empezar a contar tu historia cuando quieras- respondo llevándome una tostada
con dulce a la boca y sin mucho interés en la historia.
-
Si tienes razón-
responde después de unos momentos. Mientras suspira. Como lo hacía cada vez que
nos leía una historia en el internado- ¿sabes eso de los ángeles caídos y demás
no?- pregunta y yo solo asiento con la
cabeza, tengo la boca llena para hablar- los ángeles al ver lo hermosa que eran
las humanas decidieron creer pero antes hablaron con Lucifer, era la mano
derecha de Dios, pero ellos empezaron a verlo que este estaba con celos,
envidia y odio porque Dios ya no le prestaba atención y el ángel que quería no
lo quería a él. Su corazón se estaba llenando de oscuridad. Cuando estos
angeles le hablaron, él lo dudo. Pero al observar al ángel que quería besarse y
ser separada por otro ser divino. Tomo la decisión de caer con los demás, pero
en el momento que caía se abrió el cielo y cayeron otros tres ángeles más.
-
¿Qué tengo yo que ver
con eso? ¿soy un ángel caído?- sinceramente no entiendo nada, conozco la
historia de que doscientos ángeles cayeron por las humanas y nada más.
-
Es que tú estabas
allí Luna. Estabas enamorada de uno de los ángeles que cayo- lo observo
esperando que me diga más- su alma fue condenada.
-
¿era uno de los
doscientos ángeles que decidieron caer?
-
No, fue uno de los
tres ángeles que cayeron después – la imágenes de ángeles cayendo viene a mi
mente porque me lo estoy imaginado, veo unos ojos azules como lo de Luzbel-
hubo una lucha en la tierra entre los caídos y los demás ángeles, muchas almas
se condenaron.
-
No me respondiste
¿soy una ángel caído?- pregunto ya media fastidiada con la historia.
-
Tú no caíste ese día
ni nunca. pero fuiste encomendada a una misión contra la lucha del bien y el
mal en innumerables oportunidades.
-
¿tienes como
demostrármelo?- pregunto.
-
Todavía no- dice
agachando la mirada.
-
Perdóname Uriel, pero
yo creo que todo esto son historia que te la has leído miles de veces y crees
que es real- respondo parándome - sé que te gustan la historia de ángeles, pero
no es para que te la creas.
Voy
saliendo de la cocina en busca de una pastilla para el dolor de cabeza.
-
Azareli- escucho
detrás de mí, no en nuestro idioma sino en un lenguaje extranjero que sonaba
como una nota musical. Se me erizaron los pelos de la nunca.
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Me atrapo tu historia quisiera saber en donde haz encontrado las historias de los ángeles me interesa saber .... saludos desde arg
ResponderEliminaruffff siguiente????? no nos hagas esperar ...se vuelve cada vez más emocionante sera que.....
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