Capítulo
22
Sonrió al ver sus
ojos interrogándome.
- Estuviste mucho rato ida- dice comiendo un chicle.
- Sabes estaba recordando- respondo a su pregunta- la
primera vez que te vi de mujer.
- Jajaja- la escucho reír- casi se te salen los ojos- dice
a un riendo- debiste ver tu cara, estaba para una fotografía. Realimente
desencajada.
- Ríete- le respondo haciéndome la ofendida- creí haber
entrado a otra dimensión o algo así.
- Lo sé, si tu cara lo dijo todo ese día.
- Si, y pensar que los siete años del internado pensé que
eras un chico.
- No eras la única que creía eso.
****
Hablamos de aquella
vez que se vino a vivir conmigo y reímos por las cosas que pasamos el primer
día.
- Hola Adela- respondí a su saludo- pensé que habíamos
quedado en que me llamarías cuando vinieras aquí.
- Sí, pero quería llegarte de sorpresa, no interrumpí nada
¿no?
- No, no lo hiciste. ¿eso es todo lo que trajo?- señalo un
bolso de Luna.
- No, en el auto hay más, pero quería ver si estabas aquí
antes de subir lo demás.
- Bueno. Entonces síganme que le mostrare su dormitorio-
respondí perdiéndome en un pasillo.
Le muestro su
dormitorio mientras Adela y yo seguimos hablando hasta que nos damos cuenta de
que ella está muy callada.
- Hija- habla Adela.
- ¿sí?- dice ella sentada en la cama.
- Sé que estas sorprendía por ver así a Luzbel, pero es que
ella es una chica. Solo que en el internado se hacía pasar por chico. Tú sabes
cómo son las cosas allí que a veces se salen de control como lo que pasó hace
unos días.
- ¿tú lo supiste desde siempre?
- Sí. soy la directora así que sabía todo de ella.
- ¿por eso estabas tan segura de que no fue capaz de hacer
eso que dicen en el internado?
- No solo por eso hija, sino porque la conozco. No creo que
le haga falta hacer algo así.
- Sí, eso es obvio. También por eso le pediste que se
viniera acá ¿no? Por el otro rumor que se empezó a correr de ella.
- Si exactamente. Porque todos allí, tienen algo en contra
de ella e iban a querer hacerle algo y más con ese rumor.
- Lo entiendo madre. Pero ¿Quién más sabia que ella era
chica?
- Su hermano. es el único que pudo empezar a correr ese
rumor.
Solo veo como hablan
entre las dos y me retiro al living a esperar que termine de hablar. Juego con
mi móvil, no sé si llamar a mi abogado o no.
Con la plata que mi
padre me ha pasado desde los diez años mensualmente he logrado hacer negocios,
de los cuales se ha encargado el abogado de mi abuela materna. Que tuve la
suerte de conocerla, pero muy poco. Este departamento donde viviremos ahora me
lo compro exclusivamente para mí. Al fallecer me dejo como única heredera al
ser su única nieta. Con mi madre no tenía casi contacto al menos que fuera por
mí. Sé que nunca le gusto que se casara con mi padre.
Necesito empezar a
saber cómo van los negocios de los cuales soy dueña. Sé que dentro de unos
meses cumpliré la mayoría de edad y tendré que hacerme cargo yo, pero para eso
debo estar al tanto de todo lo que ocurre allí.
- Ya estamos- dice Adela sentándose a mi lado- ¿Qué tanto
piensas?
- En que mi padre siempre me mando efectivo al internado,
porque como no podíamos salir era inútil tener una tarjeta. Y ahora necesito
una.
- Si necesitaran una. Yo la semana que viene iré a pedir
una para Luna.
- ¿Qué tal está con lo mío?
- Está bien, primero se sorprendió pero se acostumbrara.
Ahora está acomodando sus cosas. ¿me ayudas con las otras cosas que tengo en el
auto?
- Yo también, llevo años haciendo de chico. ¿es mucho?
- Si lo sé pero nunca perdiste tu esencia femenina. No, no
es mucho, tampoco se está mudando.
Subimos sus cosas al
edifico. Y como dijo ella no era mucho. La mayoría eran materiales de estudio.
- Seremos buenas amigas- se despidió esa noche de mi Luna
al meterse en su dormitorio.
Vuelvo a mirarla y
también la veo perdida en sus pensamientos.
- Tenías razón- le digo
- ¿con que?- me pregunta.
- De que seriamos buenas amigas- respondo sonriendo.
Ella solo baja la
mirada que oculta un dejo de tristeza y asiente.
****
Vuelvo a mi casa
después de rendir un examen en la universidad. Al llegar me encuentro con mi
madre y mis dos pequeños hermanos y por supuesto mi “padre” con el cual ya no
hay trato casi. Solo el saludo y nada más. Desde que se enteró hace años que no
era mi padre, deje de ser la niña de sus ojos.
- Hola madre- la saludo dejo mis llaves una mesa- ¿pasa
algo?- pregunto al verla tan pensativa
- Hola mi niña- responde- sí, hija a fines de este año nos
volveremos a mudar.
- No me sorprende, pero sabes que yo no puedo mudar por la
universidad, aunque falta mucho no puedo me queda un año para recibirme- le
respondo- ¿qué ciudad es esta vez?
- Si lo sé y se lo he dicho a tu padre y ha dicho que
averigüe en la universidad de allá si hay la carrera que estas estudiando y ver
si hay equivalencia con las materias. Y nos mudaremos a esa ciudad de lo que tú
no tienes buenos recuerdos del internado.
Hace muchos años no
pienso en el internado aunque no niego que tengo pesadillas a veces con lo que
paso con Luzbel, jamás pensé que el sería capaz de algo así. Prefiero sacar
esos malos recuerdos de mi mente y concentrarme en la conversación que tengo
con mi madre.
- Averiguare madre, pero igual veré si este año puedo meter
más materias, así cualquier cosa con las materias que me queden puedo rendir
libre.
- Hija, sabes que yo no entiendo mucho de eso. pero tu haz
lo que te conviene- responde- ¿me ayudas con la cena?
- Claro madre. Déjame cambiar y te ayudo.
****
Llego al departamento
a la diez de la noche después de una clase aburrida de matemática. Quizás
porque no puedo sacarme de la cabeza lo que me ha dicho Agostina eso de la
mejores amiga. En ese momento si quería ser su amiga pero ahora ya no.
Al entrar en silencio
veo la luz del televisor en el living, me acerco hasta allí y la veo dormida en
el sillón cama.
Me siento a su lado y
le corro su cabello de la cara para darle el beso de buenas noches.
- Descansa- digo al levantarme.
Pero siento sus manos
aferrarse a mi cintura haciéndome caer en la cama a su lado
- No te vayas- dice dormida- duerme conmigo.
- Sabe que dormiremos mal las dos aquí- respondo intentado
levantarme y huir de sus brazos.
- Por favor Luna- pide abriendo sus ojos sabiendo que a
ellos no voy resistirme.
- Está bien- digo resignada acostándome a su lado después
de sacarme mis calzados.
Siento como se aferra
más a mí y me acerca a su cuerpo y da un beso en el cuello y vuelve a dormirse
así. No sé cuánto tiempo llevo con los ojos abiertos en la oscuridad, se me
eriza la piel al sentir su respiración tan cerca de mí. No puedo ni moverme
pero poco a poco el sueño empieza a vencerme.
- ¡no!- escucho un pequeño grito que sale de su boca.
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Me encanta esta historia!!!
ResponderEliminarPero que mala que se puso la historia!.....es aburrida y cada capitulo no dice nada.
ResponderEliminarLa narrativa esta mal, le quita realidad eso de contestar cada pregunta en forma secuencial !.......en la vida real SIEMPRE se contesta primero la ultima pregunta, sin decir cuando se contesta la siguiente ( Y ).......perdon por la dura critica, pero en principio tenia un buen argumento digno de leer y la verdad si sigo leyendo es porq me niego a tirar todo el tiempo invertido en la lectura de esta historia!!.....ojala cambie el cause y se ponga interesante, saludos cordiales.
Monica
Sabes Mónica me cargan las críticas como las tuyas es tan sencillo si te parece aburrida la trama o no te gusta la narración no la leas! Dedicate a escribir historias entnces a ver que van buenas son.
ResponderEliminarPor cierto la historia va excelente sólo alguna personas son mal agradecidas. Saludos