Es Complicado - Silvia - 12

Capítulo 12

Un fin de semana era todo el tiempo que sobraba a lado de Nina y Katherine deseaba más de lo debido que esto no pasara, ¿era egoísta?, se preguntó. En conclusión su respuesta resultó afirmativa, así es, no era nada más que eso, otra de las tantas personas que su ignorancia en cuanto al tema del amor o la atracción garantizaba que sería patética durante su entera existencia. Caía en que los sentimientos que ahora le ahogaban, influían de gran manera su relación “Amistosa” con Nina.

 El sonido del grifo proveniente de la cocina viajó hacia sus tímpanos, entonces la alerta de que Nina se encontraba ahí llamó exageradamente su atención, el corazón comenzó a taladrarle como lo hacía cada vez que su ahora hermanastra daba signos de estar presente, pero espera un momento... <<¿Quien llegó con ella?>> Resultaba ser una voz femenina, la curiosidad triunfó y de golpe Katherine se dirigió al piso inferior.

-Oh katherine, no sabía que te encontrabas en casa, creí que estarías en el colegio.-Dijo Nina sorprendida, como si le acabasen de pillar realizando algún mal acto lo que llamó aún más su atención.

-Uh... Si, me he quedado dormida.-Contestó Katherine.-Nina asintió nerviosamente y un silencio incómodo se hizo presente.-Katherine se aclaró la garganta abruptamente y finalmente dijo- Así que tienes visitas no es así?

-Si, es Jacquie.

-Oh... Entonces iré a presentarme.-Katherine dio dos pasos hacia la sala de estar.

-¡No!.-Se dio la vuelta para ver a Nina con sorpresa en el rostro, ¿por qué no querría que le conociese?-Quiero decir... Si, es sólo que.-Nina tragó saliva y dijo apresuradamente.-Es que... Es un poco tímida, eso es todo.

-Entonces nos entenderemos perfectamente.-Katherine sonrió y acto seguido, fue a la sala de estar, entonces observó a la chica viendo la tv, era bastante bonita, su mente divagó un segundo... Son sólo amigas, ni siquiera le van las chicas. Pensó.

-¡Hola! Tu debes ser la amiga de Nina.-Espetó katherine, detrás suyo se encontraba Nina. Jacqueline dio la vuelta y le sonrió.

-Así es y al parecer tu eres katherine, la hermanastra de Nina, yo soy Jaqueline, puedes decirme Jaquie.-Ambas sonrieron. “Hermanastra” Sonaba extraño, no quería que así fuera, se escuchaba grotesco saliendo de la boca de cualquier persona.

-Genial Jaquie!.-Un silencio se prolongó durante algunos segundos, Katherine notó una extraña tensión entre las tres, no hacia falta que le dijeran, por si misma se despidió y se fue hacia su habitación. Minutos mas tarde se encontraba encendiendo su coche  para ir ¿a dónde?.  No lo sabía aún, algo le indicó que nesecitaba  ir a algún lugar para poder pensar, en el que pudiera despejar algunas de sus confusiones, mejor dicho, su mas grande confusión. Nina.

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Después de  atravesar  largas vías  en las carreteras, finalmente encontró el lugar perfecto. Una pequeña terraza publica que mostraba un ampliado panorama excéntrico, así es. Se trataba de... la hermosa y gran ciudad plagada de grandiosas arquitecturas. Podía observar pequeños y grandes edificios, algunos descuidados y otros no tanto. la mayoría de estos, exaltaban la gran gama de personas en ella. Se preguntó por un instante que era lo que pasaba por sus mentes, ¿tienen familia? ¿amigos? ¿Novios? ¿Novias? ¿Mascotas?... Tantos millones de habitantes, tantas millones de historias sin ser descubiertas, tanta vida ahí afuera. Sin embargo, deseó vigorosamente que su vida no fuera tan aburrida o deprimente. Se estaba acercando peligrosamente al tema que precisamente había estado haciendo a un lado. Su... Su... Hermanastra.-Katherine realizó una mueca repulsiva y confusa ante tal idea, le parecía descabellada, absurda, incoherente, sin sentido alguno. ¿Por qué? ¿Cuál era la enorme dificultad en cuanto al tema? ¿Cuál era la razón? –Lo sabes perfectamente- Susurró a la nada. No quería que las cosas se manejaran así, en realidad era algo simple. No deseaba a Nina de esa manera. Entonces con miedo en su interior se forzó a pensar en que era solo confusión, quizás. Si, la quería como a una amiga, una hermana, aun que no tuvieran la mejor relación, tal vez confundía ese cariño con algo más. ¿Necesidad de afecto? ¿Era eso lo que quería? –Sí, es sólo eso.- Se prometió a si misma que no pensaría en algo más allá de aquello, sólo es un cariño especial, un cariño puro, de... Hermana, de amiga, eso es todo.

Después de un par de horas transcurridas en el ocaso de la soledad pensativa, Katherine se encaminó a casa ya de mejor humor, las ventanillas abiertas dejaban entrar un aire liberador, disipador de preocupaciones. Minutos más tarde se encontró a si misma recostada sobre las suaves sábanas de su cama. A punto de entrar en sueño, escuchó como llamaban a la puerta.- Ugh!- Murmuró despacio. Se levantó, quitó el seguro y abrió. No le sorprendió observar a Nina de pie junto al umbral ya que era la única que se encontraba en casa, al menos eso creyó, Jacqueline no pudo haberse quedado más tiempo. Katherine se frotó los ojos para volver a la realidad.

-¿Que pasa Nina?

-Siento molestarte, parece que estabas dormida... Uhm –Dijo Nina dudosamente.- Perdóname, mejor hablamos más tarde.

-¡No!-Katherine tomó suavemente su brazo para detenerla.- En realidad seguía despierta, así que no hay problema, enserio.

-Bien, ¿Puedo pasar?

-Claro, entra.- Kat se deslizó hacia un lado para que Nina se adentrará en la habitación. Nina se sentó sobre la cama y realizó un desesperado suspiro.

-Mira, esto va a ser rápido, es algo muy complicado pero prefiero decirtelo, me quitaré un gran peso de encima.

-Muy bien, entonces dime.-Respondió Katherine mientras se sentaba a un lado suyo. Nina le miró preocupadamente a los ojos, algunos segundos después habló.

-He pensado en muchas cosas últimamente, muchas tienen que ver con ustedes, mi... mi familia, creo que deberían saberlo, pero esto requiere una mente muy abierta y tolerancia de su parte, espero que así sea, de otra manera tendré que vivir con el dolor de no ser aceptada, aun que viviré libremente.-Katherine le miraba con confusión, ¿A qué se refería?-Nina tomó un ligero respiro y prosiguió.- El punto es que lo que te diré es un asunto serio, el cual espero que sobrelleves, odiaría empezar a tener una horrible relación como la que tuvimos al principio y...

-¡Ya!-Gritó Katherine.-Nina... Ve al grano por favor.

-Creo que podría ser lesbiana.-El sonido del reloj era el único que daba señales de ruido en la habitación, nada más que eso. Katherine no lograba que su garganta emitirá algún sonido de vida, era como si nadie se encontrara ahí. Sentía como una capa de hielo les cubría, la frialdad en el asunto les invadía. Tic... Toc... Tic... Toc, despacio, ruidoso, sus ojos... ¡Espera! ¿Qué? ¿Lesbiana?.

-Uh... Creo que, que.-Nina tragó saliva- Que me voy.

-¡No!-Katherine tocó el brazo de Nina impidiéndole levantarse. Tenía que dejar de tocar tantas veces a Nina.- Se dijo a sí misma como una advertencia.-Espera.

-¿Qué espero Katherine?-Musitó Nina con enfado.

-Oye, relájate, ¿Por qué te enojas de esa manera conmigo?

-¿No es bastante obvio?

-Pues no he dicho nada.-Respondió Katherine confusamente.

-¡Exacto! No has dicho una maldita palabra, todo lo que hiciste fue verme de esa manera efusiva, como si fuera un fenómeno.

-No es así Nina, ¡Por dios! Debes  aprender a identificar miradas, porque chica ese no es tu punto fuerte definitivamente.

-¿Pues entonces que fue?-Contestó Nina casi como un susurro triste, agachó la vista. Sus ojos, ¡Dios!, tenían un brillo tierno, como el de un infante exigiendo atención, sólo que Nina no era una chiquilla de 3 años y esa mirada no sólo causaba reacciones de compasión a Katherine, también le hacía querer abrazarla, tanto que sus brazos dolieran, era como una extraña sensación que casi le obligaba a recostarla en su hombro mientras escuchaba su respiración y asegurarle que todo se encontraría bien, acariciar su largo cabello y que sus cuerpos se calentaran, quería, más bien, necesitaba hacerlo, pero no podía, o tal vez sí, pero no como un gesto romántico. Como uno amistoso, de hermandad, eso. ¡Soy Heterosexual, no una maldita lesbiana! . Katherine se obligó a despertar del trance en el que había caído y observó a Nina que permanecía con la mirada perdida y deprimente. Katherine frunció el entrecejo pero sólo para endurecer todos aquellos ridículos sentimientos, no podía dejarles ganar, no. Si Nina tenía otra preferencia sexual, la respetaría y la apoyaría, porque era su... Su... Hermana, no más allá de ello, punto. Entonces tocó el hombro de la chica confortablemente, lo que hizo que Nina alzara la vista y con una sonrisa en el rostro le dijo:

-No me importa, te apoyo.-Nina le devolvió una sonrisa segura, de confianza y seguridad.

-Te lo agradezco, enserio lo hago Katherine.

-No hace falta, me imagino que es algo duro, quiero decir... debe ser Uhm... duro decirlo, salir de esa manera.

-Lo es, es muy difícil y aún me falta decírselo a mi madre, le dará un infarto cuando eso suceda, ¡Dios! Katherine necesito que me prometas algo.-Dijo Nina con inquietud.

-Lo que sea, dime.

-No le digas nada de lo que te he dicho a mi madre, por favor.

-Oh Nina, ni siquiera me pasó la idea por la cabeza, esa es tu decisión y no tengo por qué meterme, si necesitas tiempo yo lo respetare.

-Gracias.-Esperó Nina. Katherine solo asintió con otra pequeña sonrisa en la cara, la cual fue devuelta sin problemas.-De nuevo el silencio sobre llegó, lo que dio cierta incomodidad a ambas, Katherine se acordó de Jacqueline y la pregunta salió como por naturalidad.

-¿Tu y Jacqueline están... saliendo?

-Uh... Si, digo, no es nada serio, sólo dejamos que las cosas se den.

¿Sí? ¿Saliendo? ¿nada serio? Eran tantas cosas por asimilar, Nina lesbiana, Nina saliendo con una chica, Nina saliendo con otra chica. Se lo podía imaginar de tantas manera posibles que no le quedaba espacios para nada más, estaba tan sorprendida y ¿enojada?  ¿Por qué? No podía estarlo, era un sentimiento burdo... ¿Qué era lo que le enojaba? No podía obtener una explicación razonable a todo lo que le sucedía en ese momento, tenía que entenderlo ¡No es tu vida! -Se dijo a sí misma. ¿Por qué le interesaba tanto?

-¿Kat?

-Lo siento, es mucho por asimilar.-Respondió Katherine. Se había quedado demasiado tiempo sobre analizando las cosas.

-Si lo creo, te has quedado pasmada.

-Discúlpame.

-No es nada, te entiendo, yo estaría como tu si me dijeras que eres gay, me refiero a que no lo creería de ti.-Por alguna razón lo que acababa de decir Nina le hacía querer aventarse de un puente, no lo aceptaria, le gustaban los hombres, eso era, sólo que le estaban llegando un poco tarde, las inquietudes de adolescente, eso era lo que le estaba ocurriendo. Envidió ligeramente a Nina, por saber que era lo que en verdad quería, por tener claros sus gustos y saber afrontarlos.

-Okay ahora si me estoy planteando seriamente llevarte a algún doctor Katherine.-Ambas rieron.-Se había quedado otra vez pensando de mas.

-Perdóname de nuevo, creo que sólo necesito descansar.

-Oh si, te dejare sola.-Nina se levantó hacía la puerta, ya en el umbral espetó.-Gracias por todo Katherine.- Nina le enseñó sus dientes blancos como sonrisa y se fue.

Fue ahí cuando se replanteó todo. Nina se había mostrado feliz cuando Katherine le dijo que le apoyaba, sus ojos reflejaban esperanza, se podía notar el sentimiento de aceptación que Nina irradiaba, lo que confundió de gran manera a Katherine, ya lo había decidido, se olvidaría de todo lo que sentía, sólo era una etapa sin redundancia la cual exigía fuerza de voluntad para ser liberada y sabía cuál era una de las respuestas más fiables. Un novio. Un chico que le aseguraría su sexualidad, le haría olvidar. Pero esto, claro, no sería fácil.

Nota de la autora: Ha pasado mucho, lo sé. No podía escribir, debido a que no me alcanzaba el tiempo pero no me olvidé de la historia. Esto lo acabo de escribir y espero que les agradé, sigan leyendo, me harían muy feliz  y disculpen lo mucho que me tardé, gracias por los comentarios y un abrazo muy fuerte! –S- (; <3

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La Teta Feliz Historias y Relatos ® Silvia - Derechos Reservados

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