Qué estoy sintiendo? - M.G.M - 22

22

Mi cabeza estaba por explotar, sentía como si un camión me hubiera pasado por encima y apestaba a tequila, en el suelo con la cabeza hundida en un cojín se encontraba Sam.

-Sam, despierta- le dije- Sam, despierta que me paso anoche, Samanta Vanesa Botello despierta- Sam seguía como si no le estuviera hablando, me desespere, tomé otro cojín y le di lo más fuerte que pude, directamente en el trasero.

-¿Qué pasa?- pregunto una voz que no era la de mi hermana.

-¿Quién eres?- pregunte preocupada antes de que la persona que estaba tirada en mi sala se levantara y pudiera ver su rostro.

-Soy, yo, tranquila- dijo nada más y nada menos que la chica de la tienda de mascotas.

Al verla me quede sorprendida, se veía fatal, y creo que yo me debía de ver igual que ella, eran alrededor de las 11 de la mañana y no entendía que era lo que ella hacia allí.

-¿Qué paso aquí?, me duele todo- dije sentándome en el sofá.

-Me llamaste anoche, me dijiste que me necesitabas, pensé que era por Tulio, así que vine y te encontré completamente ebria.

-Ok- dije tratando de recordar- y tomaste conmigo.

-Tú me obligaste- contesto sentándose a mi lado.

-No me acuerdo de nada.

-Dijiste  algo sobre una Abril.

En cuanto ella menciono lo de Abril, recordé como besaba a Judith.

-Lo siento, lamento haberte embriagado- conteste apenada.

-Descuida-contestó ella.

-Lo siento, ¿cuál es tu nombre?

-Margaret- dijo- ya te lo había dicho, pero estabas tan mal que dudo que lo recuerdes.

Antes de que pudiera contestar algo, el timbre comenzó a sonar como loco.

-Ya voy- grite para que se callaran.

Sam entro muy preocupada.

-Abril me dijo que no llegaste que es lo que paso…- se quedó viendo todo el desastre que era la sala y en especial a Margaret que estaba acostada en el sillón- hiciste una fiesta sin mí.

-Shshshs, baja la voz- dije sentándome en otro sillón- anoche vi a Abril besando a Judith.

-¡Qué!

-Sam, no grites- dije en susurros- la vi besándola.

-Así que te pusiste ebria, pero ¿quién es la bella durmiente del sofá?

-La chica de la tienda de mascotas, Margaret, tal parece que anoche le llame para que viniera.

En ese momento Margaret despertó.

-Que dolor- dijo tocando su frente- creo que yo debería irme.

-Sí, debes de estar cansada- dije mientras ella se ponía de pie- lo siento, enserio disculpa.

-Descuida, siempre es gratis tomar con una desconocida.

Salió de la casa y cerró la puerta tras ella.

-Tú y esa chica…

-No Sam, ni siquiera la conozco, la llame por accidente.

-Ya veo, así que Abril te engaño con Judith- dijo Sam sentándose.

-Sí, cuando fui por ella se estaban besando.

-Pero ¿cómo ocurrió todo?

-Yo iba a recogerla para irnos, y estaba platicando con Judith cuando después la besó.

-No le preguntaste que ocurría.

-No, solo me fui.

-Ya veo- Sam se levantó del sofá.

-¿A dónde vas?

-Voy a darle su merecido por lastimar a mi hermana.

-¡Que! No Sam, no vale la pena- dije deteniéndola para que no saliera- solo quiero quedarme en mi cama sin hacer nada.

-Ok, yo recojo el tiradero, tu ve y duerme un poco.

Estuve en la cama por dos horas tratando de dormir, mi cuerpo exigía el descanso pero no dejaba de pensar en lo que había visto, no dejaba de ver a Abril besando a Judith, una y otra vez.

-¿Puedo pasar?- pregunto como siempre Ricardo cuando ya estaba adentro.

-Hola Rica- dije desde la cama.

-Ya me entere- dijo este sentándose en un lado de la acama- lo siento, no sé qué decirte, tu eres la que sabe consolar a la gente, yo solo soy un tonto que se la pasa viendo porno.

-Ni que lo digas- conteste sonriendo- creo que tenías razón al apostar por Sofía, ella no me hubiese engañado.

-Sobre eso, dudo que Abril te engañara, tal vez solo fue un accidente o viste mal.

-Claro que no, eso fue un beso demasiado obvio.

-No le diste la oportunidad de explicarse, debe de estar preocupada.

-No lo creo, debe de estar muy feliz con…- el teléfono no me dejo terminar.

-Yo contesto- dijo Ricardo  tomando la bocina- es ella- susurró.

-No quiero hablar con ella- conteste en un susurro.

-Lo siento está  ocupada- dijo este en la bocina- si seguro yo le digo. Preguntó si estabas bien, anoche no llegaste y te marco toda la noche.

Tome mi celular y verifique 30 llamadas perdidas de Abril.

-Daniela, debes de hablar con ella, solucionar las cosas.

-No quiero verla, no estoy lista para ello.

-No seas tonta, la amas demasiado como para tirar todo por la borda.

-Ya la veré el lunes en la escuela.

-Cuando te pones de terca no hay quien te haga cambiar de opinión, me retiro, duerme un poco.

Cerré los ojos tratando de dormir, hasta que lo conseguí.

 Al despertar encontré a Sam y Richi sentados en el sofá, la casa estaba en orden, alimentaron a Tulio y limpiaron el vómito.

-Ya mejor- dijo Sam.

-Algo- conteste sentándome en otro sofá.

-Abril vino a buscarte- dijo Ricardo- le dijimos que habías salido.

-Ah.

-Eso es todo, no dirás nada más- dijo Sam molesta- desde que consiste a esa chica no has dejado de hablar de ella, superaste tu miedo a las alturas por ella, rechazaste a una sexy escritora por ella, le  saliste del armario a mamá por ella, y solo dices “ah”, que demonios te ocurre Daniela, esa no es la actitud que necesitas tomar, esa chica no sabe que la viste, no tiene ni idea de lo que te sucede, ha llamado como 20 veces, vino a buscarte y anoche te dejo 30 mensajes, si estuviera con otra no te buscaría tanto, ¡por dios! No seas tonta, habla con ella.

-Sam, no es tan fácil, me dolió mucho verla con la otra, y yo no puedo con eso, le dije que  yo sería feliz con la decisión que ella tomara, y lo seré, terminare con ella.

-¿Qué? Tú amas a esa chica y merece que le des la oportunidad de explicarte las cosas.

Tome el teléfono y le marque a Abril.

-Hola, Daniela ¿estás bien? He estado muy preocupada.

-Abril, terminamos.

-¿Qué?

-Sí, lo que escuchaste, terminamos, vete con Judith, su relación tiene más futuro y tu aun la amas, se acabó, desde ahora solo serás una alumna más.

-Daniela, como broma déjame decirte que es muy mala, ¿Qué es lo que está pasando?

-Es lo que yo quisiera saber, pero aun la amas, así que lo mejor es que yo salga del camino.

-Dani, ¿tomaste algo?

-Sí, anoche, pero ya se me bajo, estoy hablando enserio, terminamos antes de que me lastimes más.

Sin darle oportunidad de que me digiera alguna otra cosa le colgué.

-La cortaste por teléfono- Sam parecía un tanto molesta- no tuviste el valor de decírselo en persona.

-Sí hubiese tratado de decírselo en persona no resistiría verla a los ojos, no sin recordar cómo estaba con Judith.

-Daniela, yo sé de ser puta, creme soy de las mejores en eso, y se reconocer cuando una chica lo es, y ella no lo es, dale la oportunidad.

-Tal vez ella si sigue tu consejo y coge todo lo que puede cuando puede.

-Dani, las cosas no pueden terminar así.

-Claro que pueden, es mi vida y si yo lo deseo todo terminara así, la olvidare o no, no lo puede saber, y si esto por lo de tu apuesta pues lamento decirte que ya la perdiste hermana, ya no habrá nada.

Sam se levantó y se marchó sin decir nada.

-¿Qué le pasa?- le pregunte a Ricardo- hace rato quería ir a golpear a Abril.

-Abril llamó, y ella contestó, estaba dispuesta a ponerla en su lugar, pero no sé qué le haya dicho Abril que la hiso cambiar de opinión.

-Así que llamó.

-22 veces de hecho, yo si las conté.

No podía hacer nada, Abril estaba claramente enamorada de otra, ese beso lo dijo todo, Sam estaba molesta conmigo por terminar con Abril, y de la nada Ricardo parecía ser la única persona que estaba conmigo.

-Le dije a alguien que viniera- dijo Richi mientras se dirigía a la puerta- ella hablara contigo.

Abrió la puerta y allí estaba Sofía, esperando, entro y se sentó a frente a mí.

-Dani, ya me conto Ricardo lo que pasó, y creo que deberías de olvidarla y acostarte conmigo de una vez.

-¿Qué?

-Sí, bueno total ella ya no te ama, y según tú ya terminaste así que ya no debes de sentir nada por ella, así que, qué más da que te acuestes conmigo- se acercó y me beso.

-Yo no puedo hacer eso, aun amo a Abril- conteste cuando se apartó de mí.

-Pero me besaste- dijo Sofía.

-Fuiste tú quien lo hiso- repuse de inmediato.

-Pero no te quitaste- replico Sofía.

-No me diste tiempo de hacerlo, además un beso no quiere decir que de repente este enamorada de ti…

La lógica apareció frente a mí.

-Ahora levantaras tu perezoso trasero y lo llevaras hacia Abril- dijo Sofía- si quiero escribir esa novela más me vale que me asegure de que tenga un final feliz.

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La Teta Feliz Historias y Relatos ® M.G.M - Derechos Reservados

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