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Jueves
10am, en la escuela, la clase de química es de lo más aburrida, los últimos
días han estado tranquilos, no he vuelto a salir con Daniela, nos hemos
limitado a nuestra relación maestro-alumno, con Judith, las cosas no han
mejorado, no ha dicho nada, no ha tenido el valor de hacerlo, y bueno, no puedo
juzgarla puesto que lo que hice con Mariana.
Tal
parece que Judith no sentía lo que pensé, así que lo mejor será darle la
vuelta, y quedar como amigas aunque me duela en el alma.
-Señorita
Juárez, ponga atención.
Por estar
meditando sobre mi vida el maestro se dio cuenta que de todo lo que a dicho yo
no escuche nada.
-Lo
siento, profe.
-Sabe, si
no va a poner atención, mejor retírese y vuelve un día que si tenga ganas de
estudiar.
Sin decir
más me levante, tome mis cosas y salí del salón, el profe estaba de malas, y la
verdad yo no tenía muchas ganas de estar ahí así que decidí hacerle caso.
Estuve
deambulando por los pasillos, hasta que decidí ponerme a leer en la biblioteca,
siempre estaba vacía, por lo que no sería molestada.
Tomé el
libro que me había prestada la maestra y me perdí entre sus páginas. No pude
dejar de leer hasta haber acabado todas sus páginas. Después de mi
satisfactoria lectura, me asomé por la ventana y me puse a contemplar las
nubes.
-De nuevo
en la biblioteca. Deberías de estar en clase.
-Bueno,
me sacaron.
-¿Por?
-Soy una
niña mala.
-Sí, muy
mala.
Saque el
libro que había alzado en la mochila y se lo di.
-Gracias
maestra, realmente lo disfrute.
-De nada-
recibió el libro- entonces, nos vemos mañana.
-Nos
vemos mañana.
Salí de
la biblioteca y fui a buscar a Claudia.
-Claudia,
¿me permites los apuntes de la clase?
-Sí,
claro Abril.
Saco las
notas, me las dio, me despedí y continúe con el resto del horario escolar.
En la
casa las peleas con mi madre han disminuido un poco, no del todo, pero lo
tolero.
El día
pasa sin mayor contratiempo.
Viernes,
después de la escuela me dirijo a mi casa acompañada de Judith, sin tención
solo dos amigas.
-Abril
¿quieres ir al cine o algo?
-Lo
siento, pero tengo planes para hoy.
-Con tu
familia.
-No, con
una amiga.
Su
expresión se mostró seria.
-Que
bien. Y esa amiga es…
-Una
buena amiga.
-Vale,
entiendo.
-¿Estas
bien?
-Sí,
descuida, solo amigas, diviértete con tu misteriosa amiga.
Doblo en
la esquina hacia su casa, y yo me fui a mi dulce hogar.
-Hija,
puedes venir.
Mi madre
me quería en la cocina, así que fui de inmediato.
-Madre,
que necesitas.
-Esta
noche tu padre y yo tenemos que salir, Toni se quedara en casa de un amigo, si
lo deseas puedes hacer lo mismo.
-Y de una
amiga igual.
-No me
provoques Abril Juárez.
-No la
provocare Camila Juárez.
Salí de
la cocina y me fui a hacer las tares de la escuela.
Después
de comer mis padres se arreglaron y se fueron, Toni se fue con su amigo, y yo
me quede con la casa para mí.
Después
de una refrescante ducha, me arregle, decidí ponerme unos pantalones de
mezclilla ajustados, una blusa de tirantes y unos botines de tacón respetable.
Llego a
casa la maestra, y la invite a pasar. Para tomar un refresco antes e irnos.
Llevaba
unos leggins negras unos zapatos de tacón mayor a los de mis botas, una blusa
escotada y un chaleco de brillos.
-Se ve
bien.
-Gracias,
igual.
Encendió
su auto y nos fuimos hacia el bar.
Al llegar
todos escuchaban a u chico desafinado que le cantaba a su novia abochornada por
el oso del chico.
Nos
sentamos en la barra y comenzamos con la misión.
-Es
terrible- comento Daniela mientras tomaba un poco de su trago.
-Bueno,
no todo el mundo puede jactarse de cantar tan bien como tú.
-Mira
quien lo dice.
Sonreí
mientras daba un vistazo al lugar. En una esquina se encontraban dos chicas
que se decían algo al oído, y no
apartaban la vista de nosotras, después de conversar tanto, se dispusieron a
dirigirse hacia nosotras.
-No te
pongas nerviosa pero esas dos chicas- voltee a verlas discretamente- vienen
hacia acá.
-No, solo
deben de querer tragos, no creo que quieran decirnos algo.
-Hola-
interrumpió una de las chicas- disculpen, tú- se dirigió hacia mí- eres Abril.
-Sí-
asentí con la cabeza y sonreí- disculpa pero no te recuerdo.
-De hecho
es la primera vez que me vez, pero las escuchamos hace tiempo aquí, y queríamos
decirles que lo hacen muy bien- hiso una pausa-lo de cantar.
-Gracias-
conteste con una gran sonrisa- no he pillado tu nombre.
-Oh, soy
Elisabeth- nos saludó de mano a las dos- y ella es mi amiga Katia- la otra
chica hiso lo mismo.
-Un gusto
conocerlas, yo soy Abril, y ella es Daniela.
Elisabeth,
que fue la primera en hablarnos era una chica alta morena, de cabello largo y
negro, ojos cafés enormes, tenía un lunar cercano a los labios, pestañas largas
y naturales, y unas prominentes caderas. Katia era un poco más bajita, güera,
cabello castaño oscuro ojos grises, y un busto muy… lindo.
-¿Son
pareja?- pregunto Katia al tiempo en que se sentaban junto a nosotras en la
barra.
-No-
contesto Daniela, un poco sonrojada- somos amigas.
-Entonces
solteras- comento Elisabeth mientras el barman le servía algo.
-Así es
¿y ustedes son?- pregunte mientras Daniela me daba un discreto codazo.
-Amigas-
se adelanta Katia a contestar.
-¿No van
a participar hoy?
-Bueno,
no lo teníamos planeado- contesto Daniela, mientras jugueteaba con la
sombrillita de su bebida- ¿ustedes lo harán?
-No
cantamos muy bien- dijo Elisabeth.
-Habla
por ti- reclamo Katia- yo no soy Cristina Aguilera pero no le pido nada.
-Nos
encantaría oírte- menciono Daniela un poco más relajada que antes.
-¿Por qué
no hacemos un concurso?- dijo Elisabeth muy animada- participamos en duetos, si ustedes ganan les invitamos una
ronda de tragos, si nosotras ganamos, ustedes invitan.
-Vale-
conteste de prisa- voy a decirle a Roy que nos apunte- me levante y me dirigí
hacia mi amigo del bar.
-Se ve
que es divertida- le dijo Katia a Daniela.
-Lo es-
contesto mientras sonreía y me observaba dialogar con el sujeto como si lo
conociera de toda la vida.
-Listo-
dije con un tono agudo e infantil mientras me sentaba.- ¿No quieren ir a
decirle una presentación?
-Sí,
porque no- se levantó Katia y se llevó consigo a Elisabeth.
-Espero
que canten bien- dijo Daniela mientras observábamos como esas chicas le daban
instrucciones a Roy.
Después
de tanto hablar con el hombrecillo que esta vez llevaba una corbata roja con
puntos verdes.
Roy se
subió al escenario, y comenzó. “Damas y caballeros, a continuación, un dueto
que los impactara, ellas han venido desde lo más recóndito del paraíso, las
chicas con voz de ángel, Katia y Elisabeth, mejor conocidas como tren de media
noche, nos deleitaran con su actuación, nunca habíamos tenido a una
profesionales, así que aplausos para ellas”.
Al
escuchar que eran las chicas de “tren de media noche”, Daniela y yo nos
quedamos sorprendidas y atónitas ante tal descubrimiento.
-Nos han
timado- dijo Daniela, mientras tomaba su tercer trago.
-Ya lo
creo- reafirme yo, tomando lo que
quedaba en mi copa de un sorbo.
Katia se
acercó al micrófono mientras Elisabeth se acomodaba su guitarra.
-Gracias,
queremos dedicarle esta canción a nuestras amigas Abril y Daniela- nos saludó
amistosamente- chicas esto es para
ustedes.
La
guitarra se hiso sonar por parte de Elisabeth y comenzaron a cantar, era
evidente que eran unas profesionales, cantaron uno de sus éxitos más recientes
“muñecas de aparador”, la gente estaba extasiada, y a Daniela y a mí no nos
quedó de otra más que disfrutar del show.
Se
bajaron, agradecieron y se dirigieron hacia nosotras.
-Tramposas-
dije de forma dramática- ya no las quiero- comencé a hacer pucheros.
-Bien, la
niña tiene razón- dijo Daniela mientras me tomaba del hombro- nos timaron.
-Bueno,
les dije que no le pedía nada a Cristina Aguilera.- dijo Katia sonriendo-
además dejaremos que él publico decida.
-Bien,
así será- me acerque a ellas con paso sexy- tramposillas.- Tome a Daniela de la
mano y me dirigí al escenario.
-A
continuación la chica de risa contagiosa, y la voz más impactante del lugar,
Daniela y Abril.
Subimos
al escenario, los dos micrófonos estaban listos, me acerque a uno y dirigí unas
palabras,- Buenas noches. Algunos ya nos han escuchado la otra vez- “claro
guapas” grito un chico muy entusiasmado en el público, puedo asegurar que fue
el mismo de la otra vez-gracias lindo- le mande un beso- antes que nada, quiero
agradecerles a “tren de media noche” por la canción, y por el timo. Bien
preparen los tomates.
Nos
dirigimos al DJ y le pedimos que nos pusiera la canción “In Another life” de
“The Verónicas”.
Cantamos
como si lo hiciéramos desde hace tiempo.
-Gracias-
dijo Daniela mientras saludaba a la
gente.
-Bien,
amigos, necesitamos de su ayuda- dije mientras invitaba a Katia y Elisabeth a
subir- aquí nuestras amigas nos engañaron, nos hicieron creer que no cantaban
cuando en realidad son estrellas.
-Díganos
quienes les gustaron más- pregunto Daniela animosa a la gente.
-Si ganamos
les enseño las tetas- grite en el micrófono, mientras todas me miraban
sorprendidas.
Las
personas comenzaron a gritar “Daniela” y algunos gritaban “Abril”, y otros solo
decían “tetas”.
Después
de todo el alboroto Katia se acercó al micro.
-Bueno, yo
también quiero ver tetas así que ganaron.
Daniela y
yo comenzamos a festejar, mientras la gente ovacionaba y pedía por tetas.
-Gracias,
Roy, puedes venir- Roy subió y se puso a mi lado, cuando estuvo lo
suficientemente cerca, le quite la corbata y le abrí la camisa- aquí tienen,
les he enseñado las tetas.
Todos
reían a carcajadas.
-Bueno,
después de todo soy una chica decente.
Bajamos
del escenario mientras reíamos a carcajadas.
-Daniela,
Abril, nos han sorprendido, y con eso de las tetas nos han ganado- dijo
Elisabeth mientras ordenaba nuestros bien merecidos tragos.
Tomamos y
después nos despedimos de las chicas, las cuales nos obsequiaron boletos para
uno de sus conciertos.
-Bueno te
llevo a tu casa.
-Si-
conteste a Daniela que ya arrancaba el auto-llévame a mi desierto hogar.
-¿Desierto?
-Sí, no
hay nadie, todos salieron y no volverán hasta mañana.
Sin decir
mucho me llevo a mi casa, aún era algo pronto.
-¿Quieres
tomar algo?
-Claro-
serró el coche y entro.
-Toma
asiento- me dirigí a la cocina- ¿Qué deseas?
-La paz
mundial- dijo en tono de broma.
-Vale,
espera, eso ya se me acabo, mañana tendré que comprar más. Soda estará bien.
-Claro.
Regrese
con dos vasos de gaseosa y me senté
junto a ella en el sofá.
-Así que
no hay nadie.
-Sip, no
hay nadie más que tú, yo y mi amigo imaginario
Tj.
-¿Tj?
-Sí, él
dice que le agradas.
-Bueno,
ahora no se si reír o asustarme, así que reiré con miedo-comenzó a reír de una
forma muy extraña era como jejejejeje.
-Vamos,
no es tan raro.
-Si lo
es.
-No, es
normal.
-En niños
de 4 años.
-Soy una
niña-mujer con imaginación.
-Ok, lo
eres.
- Sí lo
soy, pero dime, que más soy.
-Acaso no
lo sabes tú.
-Quiero
saber tu percepción.
-Vale,
eres muy creativa, divertida, loca, agradable, a veces molesta, pero buena.
-¿Qué tan
buena?
-Mucho-
se detuvo a pensar- ¿Me estas albureando?
-No, te
estoy preguntado, si quisiera saber si te parezco “buena” del tipo sexy te lo
preguntaría directo.
-Sí.
-Enserio,
si lo quisiera saber lo preguntaría directo.
-Si- se
echó a reír- te estoy contestando.
-¿A qué?
-Si me
pareces buena.
-Ahora yo
me perdí, no entiendo ¿me estas albureando?
-No, te
estoy diciendo que me pareces buena del tipo sexy. Lo cual significa que estoy
más borracha de lo que pensaba si le estoy diciendo esto a una alumna.
Me quede
sin decir nada por un momento, no hablamos solo nos miramos fijamente. Fueron
cerca de tres minutos sin decir nada, solo viéndonos una a la otra.
-Esto es.
-Raro-
termino Daniela levantándose del sofá.
-Yo iba a
decir genial.- me levante y me puse de frente hacia ella.
-Genial,
¿en qué sentido?
-En el
sentido de que somos dos personas adultas.
-Pero soy
tu maestra.
-Pues, es
cierto, así que enséñame.
-¿Estas
segura de que quieres aprender?
Me
acerque más a ella- Sí, lo estoy.
Sonrió,
me tomo por la cintura se acercó a mis labios y me beso.
Estuve
enamorada de Judith, de Mar, y ahora estoy con la persona que nunca espere,
sentí el impulso de alejarme, marcharme a mi cuarto y dejarla allí, pero
desvaneció tan pronto como mis manos se alojaron alrededor de su cintura.
-Yo…- no
deje que terminara, apenas tome un poco de aire y me lance hacia sus labios.
El
jugueteo con suaves mordiscos entre labios, el sabor a fresa de su brillo
labial, la forma en que buscábamos nuestras lenguas.
Mi
corazón comenzó a martillar con tal fuerza que sentía que se saldría de mi
pecho.
Le quite
el chaleco, y lo deposite en el sillón.
-Abril,
esto es- dijo agitadamente, como si acabara de correr un maratón.
-¿Incorrecto?-
termine su frase.
-Yo iba a
decir que era increíble.
-Hagámoslo
real, si tú lo quieres.
-Tú, lo
deseas.
-Sí-
respire profundo- lo deseo.
-Sí, ¿tú
lees mi mente?
-No te
imaginas todo lo que puedo hacer.
-Muéstrame.
Avance
lentamente hacia ella, la bese suavemente en los labios, sin prisa, con calma,
degustando su sabor y disfrutando de la suavidad de estos, ella comenzó a
explorar mi cuerpo, sentí como se aferró a mis caderas, comencé a acariciar su
esbelta espalda sintiendo su fragilidad y delicadeza.
Comencé a
besar su cuello, dulcemente, acariciándolo con los labios, los huesos de su
clavícula forrados de una suave y tersa piel blanca que relucía en la oscuridad
de la noche.
-Abril-
susurró entre respiraciones lentas y profundas.
-Espera-
me aparte de ella de un salto, un poco torpe.
-¿Qué
pasa?
-La sala-
me detuve al saber que lo que diría sería un poco penoso, pero tenía que
decirlo- no es buen lugar.
Daniela
comenzó a reír, lo cual hiso que me encogiera de hombros.
-¿Cuál si
es un buen lugar?
-Bueno,
no es el lugar lo que importa, sino el con quien.
-¿Y con
quién?
-Contigo,
arriba- me detuve para reflexionar en que lo que había dicho no había sonado de
la forma que yo quería- me refiero a arriba- apunte al techo.
-Si lo
explicas haces que piense mal.
-Lo
siento, estoy nerviosa.
Se acercó
a mi oído, besó mi cuello primero y después dijo- ¿Te pongo nerviosa?
Un
escalofrió recorrió mi espalda, no podía articular una respuesta, cuando
pensaba en algo las palabras morían en mi lengua antes de salir a la luz.
Tome su
mano y la dirigí entre la oscuridad de la casa hasta mi cuarto. Encendí la luz
y la invite a pasar.
Entro y
se paró a escasos centímetros de la cama, se dio la vuelta completa para poder
ver todo el lugar.
-Es
lindo- dijo antes de tenerme frente a ella sobre sus labios nuevamente.
Me arrojó
a la cama, se posó lentamente sobre mí y me beso varias beses cada vez con un
poco más de intensidad que la anterior, se quitó los zapatos, y se deshizo de mis botas. Paso su
mano bajo mi blusa y acaricio mi cálida piel con sus dedos.
Me
encontraba indefensa ante sus suaves caricias, sentí como mi cuerpo cedía ante
ella, no importaba donde tocara siempre obtenía el mismo resultado, a una Abril
que solo quería más.
Se quitó
la blusa azul con ese escote que traía.
Al ver
como lucía un elegante sostén blanco con vivos azules no pude evitar ser presa
de la curiosidad y el deseo de ver lo que había más allá. Me di la vuelta
quedando sobre ella, mientras sus ojos me miraban con ternura y una sonrisa se
dibujaba casi imperceptible en sus labios, comencé a tocar con miedo, miedo a
que al tocarla descubriera que solo se trataba de una ilusión creada por mi
mente, su suave piel comenzó a deslizarse bajo la yema de mis dedos y me di
cuenta de que era real, que estaba allí para mí. Bese sus labios de nuevo
mientras ella desabrochaba mis pantalones, cuando lo logro, dispuso sus manos a
quitar lo que ahora se había convertido en un estorbo, logro recorrerlo hasta
mis rodillas, al ver obstruido su camino por la posición en la que me
encontraba, se dio la vuelta quedando nuevamente sobre mí, se retiró para poder
sacar el pantalón por completo, cuando por fin cumplió su objetivo, me pare
para llegar hasta donde se encontraba ella frente a la cama, comencé a avanzar
y la acorrale dejándola contra la pared, la bese de nuevo y comencé a bajarle
los legins que llevaba puestos, estaba semidesnuda frente a mí, con ese juego
de sostén y bragas, blanco con vivos azules, todo era blanco con vivos azules,
sentía la necesidad urgente de ver lo que cubrían, más sin embargo me obligué a
esperar un poco más, lo cual me desesperaba tremendamente al mismo tiempo en
que me excitaba.
-¿Estas bien?- pregunto Daniela al notar mi
conflicto interno por esperar.
-Perfecta-
dije mientras me volví a unir a sus labios.
Quito con
perfecta astucia mi blusita de tirantes que aun cubría mi torso y escondía mi
lencería rosa con encaje.
-¡Encaje!- dijo sorprendida- estabas esperando
esto.
-Tal
vez.- me lance a su cuello para saborear el sabor de su piel.
Nos
dirigimos entre tropezones por las cosas tiradas en el suelo hacia la cama.
Entre las
caricias, besos y jadeos, no me contuve más y comencé a quitarle la ropa
interior.
Al
descubrir sus senos de tamaño justo, no muy grandes, pero no por eso pequeños,
desnudos ante mí, no contuve las ganas de sentirlos, firmes, suaves, ante mis
curiosas manos que los acariciaban lentamente, me pregunte como seria su sabor,
no pude mantener la duda por mucho en mi cabeza y me lance a besarlos,
probarlos, devorarlos con mis labios, reclamando su atención.
Escuchaba
la dulce melodía de amor que se formaba con los gemidos y chillidos de placer
expulsados por Daniela, mientras exploraba el contorno de sus pechos con mi
lengua.
Sin
previo aviso sentí que una mano suave acariciaba el interior de mi muslo
derecho, y se abrió paso ágil hacia mi interior.
Sin poder
contener de mi boca salió una especie de chillido agudo.
La misma
mano, se dispuso a quitarme las bragas, para después terminar con el sostén. Yo
entre uno de los movimientos que realizábamos de manera automática logre
arrancar la única prenda que le quedaba cubriendo su cuerpo.
Pasamos
horas descubriendo nuestros cuerpos, con besos y caricias, llenándonos
mutuamente de placer y felicidad, hasta que nuestros cuerpos se encontraron completamente
fatigados.
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Me diverti mucho con este capitulo rei como loca por como mostro las tetas de roy .
ResponderEliminarQue se me hace q igual q mar y judiht la maestra no querra salir ala luz publica sera q se lleva otra decepcion
Muchas gracias por leerlo, y bueno todo puede pasar tendrás que leer los pocos capítulos que le quedan :)
EliminarPocos? Porque :( si la historia esta muy interesante, :33
Eliminar-liz
La histiria esta muyy buena....pero a q te ferieres con pocos capituloss... Porfaaa aunnn no sigue ; hasla larga esta muyy muy entretenida ; la historia esta q me vuelve locaa.. Aunq admito q me gustaria q este con judith
ResponderEliminarmuy bueno, y cuando no las fantasías con las profesoras te felicito niña
ResponderEliminarExcelente, me encanto, siguela Animo!
ResponderEliminarMuchas gracias por su apoyo, debo de confesar que solo escribí 16 capítulos, pero tengo otra lista casi.
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