Ella, Tu, Yo Te amo - Mayra (Capítulo 49)

Capítulo. 49

“Un encuentro inesperado”

Victoria luego de ver a Daniela contemplado y acariciando lasuave cabellera de Cristina con inmensa ternurase marchóhacía la otra habitación para recoger sus pertenencias con un sentimiento poco grato instalado en su interior un sentimiento que se negaba a aceptar y temía que fuera correcto ¿Y si aún estaba enamorada de ella? ahora que Ana no estaba quizás podrían… -No negó con la cabeza repetidas veces para ella misma como queriendo con esto ahuyentar sus fantasmas personales y esa estúpida duda rondando su cabeza, se giró y fue entonces cuando se encontró de frente con Daniela, la cual frunció elceño como muestra de desacuerdoal verla con bolso, lentes y móvil en manos lista para partir…

-¿Te vas? –Preguntó si quitar esa expresión de su rostro

-Si… tengo deberes por hacer, ya son dos días fuera de casa, necesito revisar los correos y dar respuesta aunos asuntos, pasar por unos comestibles, regar las plantas entre otras cosas- Buscaba justificar su repentino deseo de marcharse de ahí…

-Lo entiendo pero… ¿Tiene que ser ahora? No te parece muy tarde…-Se acercó a ella y tomó con ambas manos su rostro- Porque no te quedas y por la mañana retomas esos pendientes- Unió su frente a la de ella y le dio un pequeño beso en sus labios- Yo podría acompañarte mañana sí lo deseas… Bueno aunque eso dependerá de cómo amanezca Cristina… Estará en función de su estado emocional ya que tendré que estar al pendiente de ella…

-Entiendo –Estuvo a punto de ceder como una tonta enamorada y responderle “Está bien me quedo” pero el solo hecho de que volviera a pronunciar el nombrar de“Cristina”, su malestar se había vueltoa manifestar ahí, justo donde se instalan las dudas y los celos, lo que provocóun poco de enojo que instantáneamente se reflejó en su rostro

-No… Es mejor me vaya ahora…

-Anda por favor quédate

-¡He dicho que no!… ¡No insistas joder!

Daniela se quedó enmudecidapor algunos segundos por la molestia y el tono en su voz, mismo que no comprendía y antes de cogerla del brazo y con el rostro serio que dejaba ver su tristeza…

Agregó-

-¿Qué te pasa?¿Tan malo es que te pida quete quedes conmigo?

-No- contestó sin poder mirarla intentado escapar de sus cercanía

-No soy de las que gustan dejar asuntos inconclusos y creo que este es uno de ellos… Así que te pido de favor te tomes un momento para que me explique quées lo que te pasa ¿Acaso hice algo que te molestara?- Preguntó de forma tranquila acercándose un poco más a ella cogiéndoleel rostro de tal forma que pudiera mirarla directo a los ojos

-Nada, no pasa nada, es solo que estoy un poco agotada

-Victoria aún falta mucho por conocer la una de la otra y no quisiera que por un desconocimiento de la personalidad o gustos de la otra persona pudiera hacer o decir cosas que pudieran ofenderte o hacerte sentir mal. Y el hecho de que apenas nos estamos conociendo e iniciando algo más formal esto pudiera fastidiarse, así que te pido que por favor comencemos por ser claras y sinceras y decirnos las cosas que nos agradan al igual que las que nos desagradan –Victoria se sintió tan pequeña e injusta por sentir celoscuando aquella mujer dueña de aquellos ojos que la miraban conauténtica sinceridad le decía que no quería que su relación que apenas iniciaba se estropeara por un mal entendido…

-Lo siento… de verdad por estarexperimentandopor primera vez estos sentimientos de inseguridadpoco gratos -Dijo apartándose un poco de ella no porque quisiera alejarse de ella, si no porque buscaba la manera más clara de expresar sus sentimientos- Nunca antes me había encontrado tan interesada en alguien ni siquiera puedo compararlo con mi primer amor porque es distinto, reconozco que ya no soy ninguna niña y mucho menos inocenteeingenuaque aún cree en cuentos de hadas…Pero realmente estoy enamorada y no voy a mentirte esto me aterra como si fuera una torpe adolecente inexperta que siente el amor por vez primera…

-Pero no tienes porque…-Agregó Daniela pero Victoria levantó la mano pidiéndole guardara silencio sin interrumpir su intento de explicación.

-Pero aun así no me importa arriesgarme porque es más fuerte el amor que tú me haces sentir- Continuó- pero al verte ahí de pie junto a la cama de Cristina con esa mirada llena de… ¿Ternura?,quizás ¿Amor?... No sé

“Cariño”- Dijo Daniela contestando sus dudad- Solo es eso… cariño de amiga, esos es todo- Volvióa acercarse a ella- Entiendo tus miedos quizás yo misma igual lo sentiría si fuera tú, más aún porque tu estuviste ahí en ese momento tan amargo y doloroso cuando creí morir de amor por ella… Pero créeme que ya nada siento por Cristina… Nada comparado a lo que ahorasiento por ti y en verdad quiero que esto funcione- Le dijo tomándola de la cintura pegando su cuerpo al de ellay al finalizar sus palabras… Besando sus labios que al igual que los suyos comenzaron una suave danza de roces y besuqueossintiendo su cálido aliento y el dulce sabor de sus besos.

Por otra parte Lucía Iba camino a casa cuando al pasar por una avenida el semáforo en rojo hizo que se detuviera y de esa manera pudo descubrir a Susana tras el ventanal de una cafetería. El semáforo cambio a verde y ella tuvo que continuar pero no pudo evitar pensar en ella, en que tenía que acompañarla sabía que la noticia de lo de Ana le había afectado, claro como a todas pero con la gran diferencia que quizás para Susana estaba siendo muy difícil y doloroso…No sólo porque consideraba a Anacomouna hermana mayor,sino porque siempre estaba ahí para brindarle el cariño y la protección que su verdadera familia siempre le había negadoy ahora que no estabaquizás se sentíadesvalida y más sola que nunca, quebrantadapor ese sentimiento de pérdidaal igual que el resto de las amigas más cercanas a Ana y, en una maniobra no pensada sin más dio al auto vueltaen “U” y se estacionó frente a la cafetería, tomó su bolso y bajó aprisa un poco desparpajada. Se encaminó a la entrada principal por la pesada puerta transparente, la buscó con la mirada dando con ella rápidamente, de tal forma que se encaminó sin preámbulos hasta su mesa. Susana al sentir la presencia de alguien cerca de ella le hizo levantarel rostroquedando sorprendida al verla tomar asiento frente a ella apenas sí pudo articular su nombre en tono interrogativo.

-Circulaba frente a este local quefue que te alcancéver… Además pensando que al igual que todas con lo sucedido recientemente con Ana… yo al igual que el resto también necesitoun poco de compañía–Dijo con la mirada hacia la calle mientras en su interior se comenzaba arrepentir…

Vaya que extraño… No pensaba que tú… Precisamente “Tú”quisieras hacerme compañía…

-Somos amigas ¿no?

-Ya… Pero sabes demasiado bien que no es precisamente tú amistad lo único queyo deseo de ti

-Oh cielosSusana no me hagas esto más difícil y provoques que me arrepienta de haber entrado aquí con la sola idea de reconfortarte un poco y hacernos compañía…

-Lo siento Lucía pero no puedo callar lo que anhelo ni lo que por ti siento

-Sabes discúlpame, creo que no ha sido una buena idea haber parado aquí mejor me voy- Comenzaba a levantarse…

-Cuando Susana agregó espera!! No te vayas… Quédate –Sostuvo su mano justo antes de que se pusiera de pie… En eso estaban cuando…

-Un joven mesero que llegaba justo en ese momento dijo -Buenas tardes desea que le sirva algo- Susana miraba suplicante a Lucía

-No gracias –Respondióal mesero desilusionando a Susana que tenía la esperanzade que no se marchara – ¿Vienes en taxi verdad? –preguntó

-Si…-Admitió desanimada

Bueno entonces… Sí gustas te llevo a casa

Por un momento Susanapensó en negarse pero luego aceptó yrecapacitóporque quizás camino a casa podría conseguir una respuesta alentadora

Los primeros minutos transcurrieron en silencio hasta que sin poder evitarlo Susana preguntó lo que había estado pensando en todo el camino

-¿Por qué me besaste?

Lucía no apartó la mirada de la carretera pero eso no evitó que la mirara por el rabillo del ojo, respiró profundamentesoltando el aire lentamentecómo tomando su tiempo para pensar que podía responder…

-No lo sé...-Contestóquedamente

-No lo sé no es una respuesta- Advirtió Susana

-Es la única que tengo-Refutó Lucía

-Por favor Lucía!! –Se quejóSusana

-Por favor qué Susana… Deberíamos olvidarnos de “eso”y hacer cómo si nuncahubiera sucedido y continuarcon nuestra amistad…

-¿De verdad eso quieres?

-Sí

-Perfecto

Bien…

Se hizo un silencio que comenzaba a incomodarlas cuando llegó a donde se estaba quedando Susana, estacionóel auto frente a la casa sin apagar el motor dando por entendiendo de que no había más por decir y que Susanadebía bajar ya no habíamás que argumentar ¿Así de fácil era todo? ¿Tedaráspor vencida? Se preguntaba mientras desataba el cinturón de seguridad…

-Lucía yo…-Se giró hacía ella y le dirigió una mirada tan penetrante a Lucía que la dejóinmóvil –Me olvidaré de todo si eso lo que quieres -tomó la mano deella que descansaba sobre la palanca de cambios pero antes quiero decir…

Cuando vio la tristeza y seriedad en su rostro Lucía quiso tomar distancia perosintió cada vezmás su cercaníay no le quedaba más espacio para alejarse de ella ni tampoco estaba muy segura sí quería hacerlo. Entonces Susana se detuvo un poco antesjusto cuando sus labios rozaron los de Lucía, fue entonces que percibió como ésta titubeó en alejarse, pero ella no consintió que lo hiciera y sin más la tomó de la nuca atrayéndola hacía ella para darle un beso que no fue correspondido, entonces mordisqueó sus labios rebeldes que no permitíanabrirse para ella… Pero aquella hazaña tuvo su recompensa ya que fue la misma Lucía quiéncontribuyóa ese beso, porque a pesar de que en un principio estuvo renuente y brusco ahora era suave y cálido.

Ese beso la seducía envolviéndolas lentamente hacia algo que no sabía a dónde las conduciría, cuando Lucía de pronto tuvo conciencia de ello y consiguió separarse bruscamente de Susana que en ese momento se sentía en el cielo y un segundo después era arrojada al vacio sin explicación alguna...

-Anda bájate- Exigió Lucía con seriedad absoluta sin ni siquiera mirarla…

-¡Lucía por Dios!... Túal igual que yo lo sentiste… Ese beso lo hicimos las dos…

- No… No es así, bájate

-Pero Lu…

-Que te bajes coño- Demandó con una inflexión más fuerte ypoco cordial mirándola con seriedad y ciertos destellos de furia…

Muy a su pesar sabiendo que no ganaría nada con hacer más drama bajó dócilmente del auto, derrotada con su espalda encorvada como cachorro regañado…

Susana apenas estuvo de pié afuera del auto,Lucía aceleróla marcha un tanto furiosa sin despedirse siquiera… Pero estando a una distancia prudente donde su autocontrol no podía ser vulnerado por una joven enamorada, observó por el retrovisor la frágil figura de Susana que aun permanecía justo donde la había dejado..

.

Exhalóel poco oxígeno aún alojado en sus pulmones como síaquello le diera el aliviopor lo sucedidocon Susana, mismoque no consiguió… Pues parecía como sise hubiera restringido a respirar a causa de su nerviosismo y disgusto¿Lucía por qué te dejaste llevar? No debiste hacerlo,no puedes-Se comenzóa cuestionar así misma todo ese embrollo con Susana… Cuando ya estaba un poco más tranquila y hubo dado vuelta en otra avenida… Pensó ¡Esa niña Besa “muy bien” para no tener mucha experiencia…

Susana decidió permanecer fuera de casa por un rato más, se sentó en la terraza colocó los auriculares de su iPod cerró los ojos y se dejó envolver por la música, siempre lo hacía de esa manera, cuando aturdirse era la única forma en que se dejaba llevar para no pensar ni flagelarse.

Ese ritual de la música la abstraía de su dolor y de sus problemas, olvidándose por instantesde todo a su alrededor. Se aisló a tal grado que no pudo percibir el motor de un auto al detenerse cerca de ella, ni tampoco la reja de la entrada al abrirse… Mucho menos escuchó los pasos hacia ella ni el chasquear del calzado al subir por los escalones…

Lo único que pudo advertirfue ese delicioso perfume envolvente que empezaba a inundar el ambiente de una… Fragancia cautivadora, persistente, elegante, sensual y muy femenina, las notas de salida eran de flor acacia y mandarina; la nota medias de reina de la noche y la de fondo era de vainilla. Esa misma aroma que se había quedado adherida a sus fosas nasales minutos antes pero ahora la sentía más intensamente como si la envolviera en una burbuja, enajenándose de la fragancia, casi como si pudiera tocarla ¿Acaso era posible tocar la esencia? Se preguntó así misma en su interior sonriendo por lo absurdo que sonaba aquello como una adicción ¿Cómo podría tocar su aroma? Aunque sí pudiera tocaríano solo lo imposible sino su cuerpo hasta su misma alma en un cálido beso eso estaba imaginando cuando sintió como sus labios era aprisionados por otra boca que la iba envolviendo lentamente le pareció tan absurdo y desconcertante como su cerebro le provocaba aquello… Todo era tan irreal que creyó que sus deseos le estaban jugando una broma pesada pero aquello no se interrumpía, sino todo lo contrario, se intensificaba,losentía tan real que dudaba abrir los ojos por temor a que aquello se desvaneciera como un espejismo, pero la sorpresa fue mayúscula al verla ahí apenas despegándose de su labios y mirándola con sus ojos penetrantes llenos de ¿Deseo? No entendíadel todoque era aquello, pero sabía que nunca antes la había vistode esa manera, tan primitivamente seductora y sin pronunciar palabra alguna la besó nuevamente de manera tanardiente, tan vehementemente pasional que Susana creyó desfallecer al quedarse sin aire, Lucía la había asaltado como un depredadorataca a su indefensa presa… Aunque no podía pensar claramente de que iba toda esa vorágine… Experimentaba una mezcla de sentimientos tan fuertes y contradictoriosque la desconcertaban, pero optó por no pensar en ello y haciendo caso omiso de todo ese lío mental, desechó preguntas sin respuesta ni lógica alguna y se abandonó al placer, dejándosellevar por aquello tan loco e inesperado porque aunque no lo entendía, sabía que quizás no habría otra ocasión como esa… Los besos se intensificaron, sus manos ávidas y expertas conmovimientos envolventes encendieron urgentemente la pasión en ambas, tanto que olvidaron que se encontraban fuera de casa al escrutinio de los transeúntes curiososque circulaban por ahí y, no faltó el entrometido que se animó a molestarlas con sus gritos y rechifla,agregando ¡Hey chicas búsquense una cama!

Sesepararon un poco apenadas y otro tanto divertidas por lo expresado por un chico quien solo apresuró su paso sonriendo, pero aun sintieron la presencia de alguien más observándolas por lo que se giraron para encontrarse con la mirada acusadora de la “vecina entrometida”que las examinabacon menospreciopara luego agregar- “pervertidas” y desapareciendo tras de sí para escabullirse a su vivienda… Ellas se miraron con picardía sonriendo de la vecina moralista pero esa sonrisa se desvaneció cuando recordaron lo que hacían minutos antes. El fuego aún no se apagaba aún estaba las brasas ardiendo en sus cuerpos y en sus miradas…

Fue Susana quien tomó la iniciativa rompiendo el silencio -¿Entramos a casa?- preguntóy Lucía al instanteaceptó…

Susana buscó las llaves aprisa entre las bolsas de su pantalón pero sin mostrase desesperada, en tanto que Lucia se colocaba tras de ella para darle acceso a la puerta y sin pensarlo retiró el cabello de Susana de su espalda dejando al descubierto su cuello que dejó escapar una tibia y refinada fragancia a cítricos que inundó sus sentidos extasiándose de su perfume para luego besar su delicada piel que al contactos del húmedo beso Susana se sintiódesfallecer… Un escalofrió recorrió su cuerpo a través de su columna vertebral que la hizo perder momentáneamente el control impidiéndole abrir la puerta... Lucía después de casi empujar a Susana hacia adentro se introdujo ella y con un suave impulso del pie cerró la puerta tras de sí. Tomó firmemente a Susana de los hombros y la sostuvo contra la pared sin dejar de besarla ávidamente, comenzó abrir los botones de su camisa pero antes de proseguir con el deseo que la consumía, hizo una pausa y se separó de ella en un movimiento brusco que sorprendió a Susana ysin abrir una distancia entre ellas la observó aún con la respiración agitada al igual que ella con la miraba oscurecida por el deseo y entre palabras entrecortadas –Agregó… ambas somos adultas esto lo deseas tanto como yo, solo quiero que el día de mañana no haya confusiones, ni reclamos, ni celos, ni nada…

Susana la miraba desconcertada sin saber que decir o que era lo que Lucía intentaba explicar… Al ver que Susana callaba con la mirada perturbada, cuestionó…

-¿Entiendes que esto es solo sexo verdad?-Añadió Lucíaya sin sostenerle la mirada a Susana y presa del deseo buscósu cuello para continuar lo que había interrumpido antes retomando con besos suaves depositados en su cuello y en el lóbulo de su oreja lo que aprovechó para susurrarle de nuevo¿Lo entiendes verdad? al notar el silencio Susana, quien se había quedado fría por la sorpresa de aquellas palabras en un momento tan ardiente…

Susana pensó por un momento en rechazarla y pedirle que se fuera ya que ella quería su amor no solo una aventura pero pensó que el que Lucía aceptara algo más que una mística amistad entre ella y ahora estuviera pasando “algo” era increíble y no iba a desaprovechar esta oportunidad para enamorarla y hacerla cambiar de opinión ¿Estás dispuesta a soportar que mañana finja cómo que nada sucedió entre nosotras? Le preguntó…

-Si lo entiendo-contestó…

Entonces Lucía comenzó a besarla convencida y de común acuerdo como si de esa forma el pacto quedara cerrado, como en un contrato mercantil… La besó con pasión sus manos la recorrían por encima de la ropa la cual ya comenzaba a estorbar, sus labios bajaban por su cuello. Susana por fin tomó iniciativa y la condujo ingeniosamente hacia la habitación mientras que Lucía sentía el deseo irrefrenable de hacerla suya ahí mismo, la aprisionó contra la pared del pasillo para volver a besarla con más fuerza, con más deseo levantó su camisa para acariciar su pecho mientras con su rodilla presionaba su centro consiguiendo que Susana emitiera leves gemidos que despertaron más deseo en ella, estimulando sus instintos adormecidoslo que provocóque ella tomará la iniciativa y emergiera su naturaleza dominante, para ser quien moviera laspiezasa su antojo en esarepresentación… Sus manos comenzaron a forcejear con el botón del pantalón de Lucía, abriéndolo con prisa para introducir su mano bajo sus bragas al sentirla ahí justo donde emanaba el origendel placer y la humedad provocó que Lucía ahora fuera quien gimiera como antes ella misma lo había hecho…

Lucía lejos de sentirse amenazado porque su presa realizara esa hazaña de remontarse a su depredadora sonrió complacida pero más que eso dispuesta a descubrir de que otras habilidades estaba dotada “la niña” era excitante solo de pensarlo hasta donde podrían llegar las experiencias, destrezas, secretos por realizar “esa niña”, aunque lo que está haciendo no lo hacen las niñas… Se dijo para sí misma y su mente rápidamente se deshizo de esos pensamientos igual que de su camisola y se apoderó de sus senos turgentes y deliciosos los cuales acariciaba, besaba, succionaba y jugueteaba mordisqueando sus pezones…

Susana en un hábil y rápido movimiento con sus piernas rodeó las caderas de Lucía y mientras ésta seguía saboreando sus senos que tenía en su boca y que no quería dejar de disfrutar se encaminaron a hacia la habitación sin demorar más la espera y apenas cruzaron el umbral de la puerta la tumbó sobre la cama quedando encima de ella, bajó su mano hasta su centro sin parar de besarla porque no podía dejar de hacerlo, besaba sus labios, su cuello, su pecho, su ombligo, todas las partes de su cuerpo que deseaba y necesitaba. Susana aprisionaba uno de sus senos mientras que con la otra se apoderaba también de su centro ardiente…

El oxígeno en sus pulmones se volvía cada vez más insuficiente en ambas por lo intenso de sus exhalaciones que eran más frecuentes que sus inhalaciones… Y los suspirados y gemidos se transformaron en gritos de placer, las manos de una más experta que la de la otra hacían cualquier cosas por provocar el mayor placer a su acompañante tanto que se sintiera llegar al paraíso, seguían con movimientos salvajes, como dos fieras sin tregua buscando el placer mutuos…

Lucía cuando sintió que estaba llegando al momento en que los movimientos se vuelven más enérgicos e intensos de pertenecerse más la una contra la otra y le hacían saber que estaba cerca de tocar el infinito y más allá de éste… La poca  conciencia de Lucía le exigió a bajar la intensidad del ritmo, tuvo que retirar la mano del sexo de Susana y la obligó para que ella hiciera lo mismo, la contempló un par de segundo con su respiración agitada y apenas pudo pronunciar palabra y solo atinó a decirle casi en un susurro “Lo haré despacio no quiero lastimarte” se montó sobre una de sus piernas y al sentir su humedad en esa parte de su cuerpo hizo que Susana se estremeciera ahogando su gemido, Lucía la besó con fuerza con pasión y de nuevo se apoderó de su clítoris continuando con los movimiento de su mano que se sincronizaba con el movimiento de cadera que hacía que frotara ardientemente su sexo en la pierna de Susana que consideraba que no podía sentir más que estaba a punto de explotar de correrse, pero antes de que lo hiciera Lucía le susurró con la voz enronquecida de tanto placer “Debo hacer mía ya” y la penetró lentamente introduciendo sus dedos en su sexo sin interrumpir el suave movimientos de introducir y retirar sus dedos de dentro de ella y la manipulación bucal en su clítoris volviendo una locura todo el placer que le daba por lo que el orgasmo no se hizo esperar, presentándose de lo más frenético sin poder controlar las violentas sacudidas de su cuerpo que se extendía y contraía para luego ser succionado a un gran agujero, como si fuera arrastrada a un universo alterno donde no hubiera más nada que lo que estaba experimentando, donde no existía ni el espacio ni el tiempo, ni las frivolidades que suelen ocupar los pensamiento… Solo la inmensa e increíble explosión de placer que experimentaban todas sus células de su ser…

El momento era único e irrepetible todo se detuvo por un instante, solo se percibía sus respiraciones agitadas, el calor de los cuerpos ardiendo transpirando pasión y deseo por todos los poros de su piel, sus sentidos aturdidas por el estado de frenesí en que se hallabany un intenso olor a sexo perfumando sus cuerpos einundandolaatmósfera de la habitación en penumbras…

Nota: seguro estan cansadas de mis frecuentes disculpas por el atraso de la historia pero estado con mucho trabajo...seguramente muchas ya no querran leerme o se hartaron de tanta espera y lo entiendo pero espero que al final se animen a leerla mas vale tarde q nunca ^^ muchos saludos y eternas diaculpas ya me pongo con la historia en su pronto final 

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