El Regalo Prometido - Sombra234 - 3

Capítulo III

EL ARBOL DE NAVIDAD.

"El árbol de navidad es una tradición pagana originada en el solsticio de invierno por los adoradores de aquellos dioses para dar la bienvenida a aquella época del año" recordaba claramente cuando leyó aquello en ese libro que tenía su padre de base para aspirar sus líneas de cocaína, el hombre la golpeo durante dos horas luego de eso porque al parecer movió el perfecto orden de su hogar,  un niña de cinco años con todo el conocimiento habido y por haber sobre drogas, pero ella siempre escucho la regla del distribuidor de su padre "Si lo vendes no lo consumes" regla de oro que su padre y madre no respetaron y los llevo a la ruina.

Los padres de Sabrina no eran diferentes tan perdidos como los suyos se dedicaron a un mundo de vicio y perdición olvidándose durante semanas de ellas, la primera navidad que recordaba la paso entre heroína y humo con Sabrina abrazada fuertemente a ella mientras escuchaban los gritos desaforados de los adictos que frecuentaban el lugar, la misma navidad que leyó aquel libro... era interesante pensar que aprendió a leer, se inscribió sola a la escuela y se educo por su cuenta, tanto a ella como a su mejor amiga porque no la abandonaría, de niñas soñaban con abandonar ese sitio y era su único deseo de navidad todos los años; para su navidad número nueve estaban desnutridas con frío y sus padres tenían un mes sin aparecer mucho más que la media de ausencia, fue el año en que Sabrina no dejaba de quejarse por la falta de comida, el mismo en que ella casi muere de un terrible catarro que solo los cielos sabían cómo salto, el año que ingreso a la pandilla, fue la decisión que le quedaba tendrían comida y refugio.... también fue el primer año que tuvieron un árbol de navidad.

Al final la pandilla no era tan diferente a su casa le basto solo un año para entenderlo, Ekar le llevaba cinco años pero la trataba de la manera cariñosa en que su padre sobrio trataba a su madre,  eso le atemorizaba y tranquilizaba por igual porque con él estaban seguras, cuando sus padres intentaron ir por ellas el entonces líder les dio una paliza suprema, el mismo líder que vio ahogarse en su sangre para su cumpleaños número once a manos de Ekar cuando intento propasarse con ella, porque claro el único que podía hacer eso era Ekar mismo... no le importo mucho que se llevara su virginidad a fin de cuentas era solo un requisito para continuar vivas y algo a lo que ella no haría escándalo mientras tuvieran que comer. Para su cumpleaños trece entendió que eso distaba mucho de ser el lugar ideal para ellas y que también estaba lejos de la persona que deseaba ser,  pero abandonar la pandilla tenía su costo y ella no tenía la fuerza, Ekar no era un buen líder era ambicioso y se aferraba con desesperación a ella diciéndole que solo su amor lo hacía mejor persona, en navidad siempre miraba el árbol mientras le hacía el amor... hacer el amor.... que va Ekar cogía a secas y nada más, le gustaba mirar las luces porque la abstraían de aquel desastre... un árbol de navidad era un signo también de un nuevo comienzo, y en silencio agradecía que Sabrina se librara de pasar sus noches con Ekar encima de ella.

Tenía catorce y medio cuando las cosas se salieron de control, tenían hambre cuando se suponía que no debía ser así porque la pandilla era familia y la familia protege y alimenta, pero tenían hambre no solo ellas sino el resto y Ekar no estaba por ninguna parte.... tomo su decisión, consiguió un arma y entro a aquel supermercado amenazando al dependiente, ni siquiera intento llevarse el dinero ante la mirada perpleja del hombre, lo que no esperaba es que Sabrina apareciera de la nada tan armada como ella ayudándole a cargar cosas, eran unas niñas las dos todavía lo eran a pesar de todo, no se cuidaron ni de las cámaras pero esa noche todos comieron en casa, una semana después estaba en una cárcel como aquella, a los tres días delante de un juez que leía la cantidad de cargos menores de las que ella salió libre antes, Sabrina no tenía ningún otro pero claro Sabrina no era la mujer de Ekar... las condenaron al reformatorio salieron a los seis meses por buena conducta y fue cuando conoció a Carolina... ella les daba una oportunidad, una que no podían tomar.

Se quedaron con Ekar un año más a ella le basto ver que las cosas simplemente permanecían igual para saber que aquel ya no era su lugar, lo converso con Sabrina, se lo dijo a Ekar a quemarropa delante de todos, él era el líder y no iba a permitir que cualquiera se podría salir sin consecuencias ni siquiera ella, recibió la paliza y la de Sabrina se quedo en el suelo dolorida durante varios minutos antes que el tomara su cabello con ira y aquel cuchillo se paseara de lado a lado en su cara, Sabrina la saco arrastrada del sitio, mientras le daba indicaciones precisas de donde debían ir... el programa de Carolina no tenía nada de haber empezado y ellas aún tenían libertad condicional.

El árbol de navidad número dieciséis fue diferente no era grande ni pequeño las luces parpadeaban en diferentes destellos y la cara le dolía a pesar de los analgésicos, junto con la mayoría del cuerpo, pero estaba recostada en un cómodo sofá sin nadie encima, solo escuchando la música navideña mientras miraba las luces y la taza de chocolate humeaba delante de ella, la primera gran navidad de su vida... nunca le trajeron un regalo pero esa mañana del veinticinco de diciembre había una sudadera azul escondida en un paquete de papel con su nombre escrito en ella, su primer regalo de navidad verdadero... le gusto mucho ese diciembre que durmió en el sofá viendo simplemente las luces del árbol de navidad.

Empezó a ser la persona que deseaba  y sus navidades transcurrían en aquel sofá con aquel árbol ni muy grande ni muy pequeño que se iba desgastando con el tiempo, los niños iban y venían pero ellas eran ya mayores para que alguien se quisiera hacer cargo, bueno ella también estaba muy dañada o eso pensaban todos al mirarla,  no ambiciono más, agradeció el regalo de su libertad, de su nueva vida porque ya no necesitaba más... y esa navidad planeaba ver las luces de nuevo desde el sofá o eso deseaba hasta que Mikael apareció.

Ahora quería ver las luces del nuevo árbol de navidad recostada en su pecho sintiendo su calor, sus sentimientos no estaban muertos solo estaban dormidos y Brazo de Dios los despertó todos, deseaba sentirla sobre ella mientras miraba sus ojos acariciando su cabello, sentir su piel desnuda, sus besos suaves, escuchar su respiración y al abrir los ojos la mañana de navidad ver sus cabellos esparcidos en su almohada junto a su mano aferrada a su cintura, era la primera navidad que deseaba despertar en su cama y no bajo las luces del árbol.

En ese momento estaba acurrucada en aquella celda con frío pero no importaba porque al día siguiente la tendrían que dejar salir si o si, entonces todo cambiaría de nuevo para bien... le darían su regalo de navidad, ella era su regalo de navidad, el que tanto espero, el que siempre pidió sin saberlo siquiera porque a veces el universo no te da lo que pides sino lo que necesitas, ella no creyó que nadie la amara era algo que no se atrevía siquiera a pedir pero alguien o algo en algún lugar tenía claro que era justo lo que necesitaba.

Se abrazo a si misma pegándose un poco más a la pared intentando calentarse, la noche prometía ser algo larga pero ella sabía de oscuridad, de noches largas y frías no le preocupaba porque llegado el momento el sol llegaría... el sol siempre llegaba.

Sabrina miro por su ventana al exterior suspirando arrepentida de sus acciones, su mal genio le generaba aquellos arrebatos pasionales donde la lógica no tenía cabida, eso en que el receptor del mismo acababa lastimado o perdido, por suerte Etsai era dura como roca e ingenua como un cachorro nunca sospecharía de ella, al día siguiente la abrazaría diciéndole que la amaba y todo estaría olvidado.

Etsai era familia, una tontería suya sentirse amenazada, esos días habían quedado atrás después de todo, ya no eran niñas eran dos mujeres hechas y derechas... no debía olvidarse que entre ellas no había punto de comparación eran como Carolina decía como el sol y la luna, en su ira olvido por completo aquello, una tontería visceral que degenero en todo ese lío momentáneo, recién entendía que Mikael reparo en su amiga porque era noble y dulce, no por otra cosa... estaba herida de gravedad, necesitaba cuidados y ella era doctora, era parte de su juramento ni más ni menos, no existía nada allí que le debiera generar desconfianza.

Navidad estaba por llegar y ella adoraba la navidad, recordaba que de niña Etsai le regalo aquel libro que hablaba sobre árboles de navidad y sus tradiciones nunca supo de donde lo sacó pero se lo agradeció, fue su primer regalo de navidad, luego de eso todo fue caótico por decirlo de alguna forma pero siempre se las arreglaban para tener que comer de una u otra forma, su mágica amiga de infancia que hacía de la peor pesadilla una emocionante aventura en parte debía agradecer a su testaruda amiga, en parte su capacidad de manipulación, la pandilla fue una idea genial a pesar de todo, comía bien, nadie la molestaba, aunque Ekar estaba abstraído con Etsai, fue sencillo hacerlo ver que no era el único interesado en su tenaz compañera, aunque nunca creyó que el joven matara al líder anterior coronándose amo de todo  pero el ser la mejor amiga de la chica del jefe tenía lo suyo... mandaba sobre los demás con inteligencia procuraba siempre tener buena ropa y algunos lujos, todo iba sobre ruedas hasta que el idiota de Ekar se esfumo en el aire... fue odioso escuchar las quejas de todos por suerte ninguna iba hacia ella todas tenían otra receptora, a veces su amiga era simplemente una niña estúpida lo supo esa noche cuando salió armada que iba a hacer una estupidez.

Y vaya que fue una estupidez, los idiotas de la pandilla comieron bien pero ellas acabaron en prisión durante meses y cuando regresaron con Ekar no fue lo mismo... estaba claro que estaba más preocupado porque Etsai no volviera a marcharse que por procurarlos, entonces cuando le propuso la ida no le vio el lío, se abrazo a si misma fue la primera vez que realmente reparo en que las decisiones tenían consecuencias, no le preocupaba la paliza de salida porque realmente no pensó que fuera tan cruel su amiga paso el túnel dos veces y justo cuando creyó que todo había acabado Ekar hizo aquello.... y se arrepintió de todo, de aceptar esa estúpida propuesta de marcharse cuando la sangre empezó a brotar del rostro a borbotes, pero también se alegro quizás eso era lo que más le alteraba cuando recordaba ese día, se alegro al ver que su amiga ya no era más que ella.

Su vida cambio del todo desde entonces a mejor, creció, se supero, resalto siempre con su amiga a su espalda, a su sombra apoyándola, se puso de pie encaminándose a la comisaría para revolverse incomoda al ver al oficial y explicarle lo que deseaba, el hombre la dejo pasar sin problemas después de todo eran los separos, se asomo a la celda para verla acurrucada en una esquina con los ojos cerrados pero tarareando una canción que la hizo apretar con fuerza los barrotes, aquella canción se la cantaba cuando eran niñas para navidad intentando acallar los gritos de sus padres cuando se drogaban hasta quedar inconscientes.

"¿Quién eres tú, Navidad? ¿Dónde te puedo encontrar? Soy capaz de cruzar el mundo por saber si eres verdad, por ver si es cierto que puedes hacer feliz a un mortal"

 Aquella fue la promesa de Etsai cuando ella escucho por primera vez la canción que la llevaría a un lugar donde la navidad fuera algo más que luces y un poco de comida, como siempre ella lo cumplió aunque tuvo que cruzar un mundo de adversidad, soltó un suspiro mientras escuchaba la última estrofa de aquella canción apoyando su cabeza en los barrotes antes de sentir una manos frías sobre las suyas y la cabeza apoyándose también atreves de los barrotes...

"Remontó otra vez el vuelo, aunque un poco lento ya; porque el frío hacía mella en su sangre tropical. Y de pronto se dio cuenta de que no podía volar y cayó sobre la nieve, le costaba respirar. Una niña, en la mañana, lo llevó hasta su hogar donde, al fuego de una lumbre, celebraban la Navidad. Todavía respiraba, pudo ver aquel lugar y escuchó, con un último aliento, la historia sublime y sin igual.

¡Oh ven, ven a mí, Navidad! ¡Soy un pajarillo tropical! Es difícil dar contigo en un mundo de adversidad. Al fin te veo y te saludo; sé que tu encuentro es mi final. Por alcanzarte he perdido todo y, sin embargo he aprendido a volar, he ganado tu verdad. Conociéndote ya sé lo que es amar."

Su leal amiga que le explicaba que aunque uno supiera sobre navidad no necesariamente la conocía, ella la que nunca dejo de creer aún después del abandono de sus padres, las noches de frío, aunque dentro de la pandilla le quitaran tanto y le dejara tan poco, solo porque le prometió que sería feliz, esa misma que ya no podía volar porque simplemente se negaba a seguir adelante como debía.... olvidarse de la historia tonta donde las personas se vuelven buenas al final, la realidad es que era un ingenua porque pasada la navidad todos volverían a ser igual.... moriría con la misma ilusión de aquel pajarillo tropical creyendo que la encontró cuando no existía, así que ella debía darle a la canción un final.

_Lo siento_ murmuro quedamente antes de percibir el leve asentimiento de cabeza_ Te quiero mucho.

_ Y yo a ti_  las caricias en sus manos continuaron durante un rato_  no pasa nada a veces discutimos pero siempre volvemos una a la otra porque nuestro cariño es sincero...

_ Y natural como el cambio de las estaciones_ sonrió deseando que aquellos barrotes desaparecieran para abrazarse a ella, pero en realidad últimamente sentía como si esa barrera física que ahora las separaba siempre estuviera presente_ Quiero estar contigo siempre Etsai... ser amigas siempre.

_Lo seremos_ le afirmaron_ mi lealtad por ti es infinita e imperecedera....

Sonrió sin poder evitarlo recordando la primera vez que tuvo conciencia de que Etsai estaba con ella, tendrían cuatro años y jugaban en el patio destruido de su casa ella lloraba porque llovía, tenía hambre y frío cuando vio la mano extendida con una hogaza de pan, pero el mayor regalo no era aquella hogaza sino la mano que la sostenía, firme y gentil... ese día pensó a pesar de lo empapada que estaba su acompañante, de su cabello desordenado y sus ojos cansados que si Dios existía y tenía ángeles debían ser como ella, fue la primera vez que la abrazo de verdad... un abrazo sincero de lo profundo de su corazón, agradeciendo su presencia y allí abrazada a ella de esa forma incomoda que ni siquiera podía emular un abrazo recordó cada momento vivido a su lado, cada risa, lágrima, paliza y horror.... pensando que no cambiaría nada del camino recorrido a su lado, al lado de su ángel personal, se separo sonriéndole de medio lado recibiendo una sonrisa igual de respuesta pero el pasado era pasado y ella debía caminar hacia el futuro aunque eso significara dejar a su ángel atrás_ Gracias por todo_ le murmuro quedamente mientras la enfocaban con extrañeza.

_ Sabrina...

Escucho el llamado mientras le daba la espalda saliendo del sitio sin mirar atrás, ella caminaba hacia adelante al mañana, uno mejor lejos de todo lo que la ataba a aquello que ya no deseaba recordar, su ángel ya no tenía cabida allí... el dolor de su vida anterior quedaría encerrado allí con Etsai en aquella cárcel, mientras el futuro se abría con esplendor ante sus ojos de la mano de Mikael... porque una persona sensata sabe que un cariño mal encaminado puede ser completamente dañino y eso era Etsai.... así que simplemente la dejaría ir sin mirar atrás.

Dios Creador observo al ángel de la guardia de Sabrina enfocarla con tristeza negando mientras su protegida la llamaba aún colgada a aquellos barrotes, la noto apoyar la cabeza en el frío metal... tal vez entendió el mensaje en aquellas palabras, se asomo levemente bajo la cascada de cabello para observar las lágrimas silenciosas bajando por las mejillas lentamente_ Adiós_ la escucho musitar tan quedamente que le rompió el corazón_  y gracias a ti...

Era extraño ver como se rompía una amistad tan profunda, quizás algo inconcebible para un ángel como ella, pero los humanos eran así a veces obedecían a intereses egoístas que lejos de favorecerlos les dañaban, pensaban en sí mismos con tanto afán que incluso eran capaces de sacrificar lo insacrificable, seguían falsos ideales, metas fantasmales que les hacían perder el norte de lo importante y lastimaban sin saberlo siquiera... abrazo a su protegida con cariño para darle su apoyo en esa nueva etapa que se abriría ante ella a partir de ese día, tenía la sensación de que debería ser valiente muy valiente.

La nieve caía del cielo y en cuanto tocaba su mano empezaba a derretirse eran tan efímera como una vida humana, como el momento físico que la componía pero como la vida humana era algo más pues al tocar su mano se convertía en agua y si la dejaba allí pasaba a formar parte de ella, un ciclo infinito de amor y eternidad.  Su puño se cerró enfocando el cielo nublado sobre su cabeza, un ángel no duda pero ciertamente si puede confundirse para ella Athenea con el paso de su peregrinar humano se había convertido en alguien egoísta, por momentos parecía una persona sincera y entregada, de pronto era otra cosa completamente diferente, intento conversar con su ángel de la guardia pero este se negó firmemente a su pedido,  le costaba comprender como con aquella dualidad tan presente en ella quien creó todo el universo insistía en darle una oportunidad, se suponía que su naturaleza estaba completamente lista, que solo le quedaba superar la última prueba que ella le pondría una que Fuerza de Dios le informaría en su debido momento.

Suspiro tal vez solo estaba distraída por la ausencia de Etsai o quizás pensando de más, desvió sus ojos a la calle para ver con sorpresa a Sabrina ingresando a la casa por lo que bordeo el tejado, podría ser que fuera lenta para algunas cosas pero estaba segura que lo de la mañana no era un comportamiento humano muy normal que digamos, también noto que algo andaba mal cuando su alma gemela la llamo, el cambio en el tono fue más que evidente "Los humanos son complejos y egoístas si te quiere ira por ti sin pensarlo, estas soltera a sus ojos" escucho la voz de Fuerza de Dios en su cabeza resonando "Aunque no correspondas pensara que puede tenerte" asintió levemente estirando sus alas con intensidad así eran los humanos y si la rechazaba la culparía de su miseria unos días "tontos humanos" se dejo caer en el tejado unos instantes "Pero esta no es una humana" se enderezo al escuchar aquello " Es una Diosa Griega" asintió levemente no se iba a rendir entonces "Es mejor que tu chica regrese pronto y te evite a ti pararle los pies".

Eran mejores amigas y empezaba a creer que eso le iba a jugar en contra definitivamente, se removió en el techo abstrayéndose en la luna intentando dejar de pensar cuando un rostro delante de ella la hizo gritar con fuerza, vio la sonrisita de Dios Creador delante suyo_ El testigo se retracto_ parpadeo confundida_ mira_ se asomo al borde del tejado para ver a Etsai llegando a casa casi a las tres de la mañana, se lanzo al patio trasero antes de correr por un costado directo hacia ella escuchando una exclamación de sorpresa_ Cielo estas aquí_ dejo escapar con una alegría que los humanos dirían que era más que infantil_ te extrañe tanto...

_¿Qué haces despierta?_ escucho la voz amortiguada por su cuerpo_ Son más de las tres de la mañana.

_ Te esperaba_ afirmo sonriendo para separarse acariciando las mejillas_ dijiste que tardarías dos días... creí que estarías de vuelta hoy pero en la tarde.

_ Bueno el testigo se retracto y pues eso_ vio como la mirada se desviaba incomoda unos instantes_ Vamos dentro hace frío.

_ ¿Qué pasa?_ se separo dos pasos mirándola con completa seriedad, viendo los ojos doloridos delante de ella_ Etsai.

_Le gustas_ la escucho murmurar_ es mi mejor amiga y le gustas_ se tenso del todo irguiéndose mientras pensaba a profundidad el discurso que daría para no perder aquella discusión que se avecinaba_ Fue a la comisaría a decirme adiós... me dio las gracias y me dijo adiós porque yo ya no calzo en su vida_ aquello la sorprendió mientras se giraba a ver la casa hogar_  Entonces yo pensé que nunca le daría la espalda como ella me la dio porque la amo, creo que en algunos años si nos volvemos a ver.... la querría igual, y pensé en ti... tal vez en unos años tu también pienses que no calzo en tu vida porque digo mírate, eres doctora, exitosa, con un brillante futuro, dulce, generosa y justa, yo soy solo...

_El amor de vida_ se acerco tomando las manos con firmeza_ llena de toda virtud que pudiera yo desear, las cosas materiales son solo eso y si bien son necesarias para vivir no son lo esencial, puede que tú y yo seamos diferentes, pero es en nuestras diferencias donde nuestro amor se enriquece, bueno de momento el amor que siento por ti pero en cuanto amanezca te enamoro y listo entonces será nuestro amor_ escucho el pesado suspiro escapar de los labios_  tu siempre calzaras en mi vida porque eres parte de mi como yo soy parte de ti y ambas somos parte de todo el amor que recibimos a diario, que nos rodea sin saberlo o comprenderlo siquiera, tú y yo nunca estamos solas.... siempre tenemos el amor de quién creo todo cuanto nos rodea en nosotras, a veces lo olvidamos pero si tan solo tuviéramos valor para ver más allá de nuestro dolor, veríamos a un pájaro cantando para nosotros, a una estrella brillar en lo alto por un momento asomada entre las nubes, un pequeño acto... un milagro cotidiano que dice "te amo" , entonces si a mí me regalan tanto amor a diario y me dicen que calzo en este mundo ¿Por qué te habría de decir que tu no calzas en mi vida, siendo que eres parte de mí?.

Vio los ojos profundos y misteriosos enfocarla con sorpresa antes de colgarse a su cuello con firmeza por lo que respiro aliviada del todo apretando aún más el abrazo, debía mantener su mente tranquila si no deseaba perderla, los debates internos a veces eran una carga pesada, en el caso de Etsai parecía que el sentirse realmente querida de manera sentimental le era algo completamente ajeno, se inclino cargándola para ingresar al hogar y llevarla directo a la recamara que le habían asignado, retiro los zapatos y los jeans antes de tirar de la colcha para  recostarse ambas, se cubrió con las frazadas calientes en iguales condiciones que su acompañante mientras le permitía acomodarse en su pecho y dormir, observo a Dios Creador asentirle mientras abandonaba la recamara dejándolas a solas y con ella velando el sueño de su alma gemela.

Cuando la mañana llego el frío había aumentado exponencialmente y creció más cuando Sabrina y Etsai se encontraron en el desayuno, la segunda estaba lista para salir al igual que ella mientras la primera las enfocaba extrañada del todo, intento ignorar el asunto hasta que Sabrina se acerco a ella sonriente, lo que genero que Etsai desviara el rostro _ ¿Te gustaría salir conmigo?_ le cuestiono aquello directo sin rodeos_  Iremos por unos adornos.

_ Lo siento_  le dedico su mejor sonrisa_ pero quede en salir con Etsai por un árbol de navidad_ observo a Sabrina girarse enfocando a la mencionada que se quedo con la taza de leche caliente a medio camino de su boca.

_Seguro no le importa que no vayas con ella_ ladeo la cabeza enfocando a su chica, tuvo deseos de intervenir ella pero deseaba ver de primera mano la reacción de la joven.

_ Te...tenemos una cita_ escucho la voz queda de Etsai que genero que el comedor en pleno se quedara en silencio, al parecer los niños también querían enterarse de lo que ocurría_ no... no es salir a comprar, es una cita...

_ ¿Cita?_ observo la cara compungida de Sabrina y como la miraba como si tuviera dos cabezas mientras ella solo asentía_ ¿Con ella?.

_Sí conmigo_ ladeo la cabeza observando a Etsai de nuevo_ ella me invito y yo acepte_ agrego la chica_ y no... no... sé porque te sorprendes_ observo a su chica asentir como si se felicitara mentalmente por su manera de manejarse, mientras escuchaba los cuchicheos de los más pequeños_ voy a salir con mi...mi...cita.

_ ¿Tu cita?_ vio como la señalaban_ ¿La Doctora?_ Etsai simplemente asintió_ Creí que tu chico era Ekar_ se sorprendió cuando escucho la silla de Carolina moverse mientras la mujer enfocaba al parecer enfadada a Sabrina_ Oh lo siento olvide que el nombre del novio de Etsai no se puede decir aquí...

_Ese hombre no es el novio de ella_ su tía parecía bastante molesta con la referencia_ es un maldito abusador de menores, un degenerado que no piense más que en él mismo.

_Es solo alguien que no sabe hacia dónde camina Carolina_ levanto la ceja ante la réplica de Etsai.

_ Entiendo que lo defiendas, no eres capaz de olvidarlo ¿cierto?_  soltó aire lentamente mientras recogía su plato para pasar recogiendo el de su alma gemela ante la mirada de todos los presentes_ ¿Pasa algo Mikael?.

_Llevare a mi Etsai a desayunar fuera_ afirmo con tranquilidad dirigiéndole una elocuente mirada a su chica que se puso de pie en el acto dispuesta a seguirla_ y antes de que alguien lo pregunte sí es nuestra primera cita, si será mi novia, luego mi esposa y cuando el tiempo llegue la madre de mis hijos y espero que eso quedara claro_ le dirigió una elocuente mirada a Athenea que parecía completamente fuera de sí era sencillo adivinarlo por el cambio violento de la energía.

Se limito a dejar los platos en el lavadero mientras observaba a Etsai colocarse una sudadera negra, luego un abrigo del mismo tono y tener dificultades con la bufanda por lo que se acerco a encargarse ella misma_ ¿Haz intentado blanco?_ le cuestiono divertida ganándose una mirada confusa_  Digo el negro te sienta bien pero creo que hay mucho...

_ Nunca he usado blanco, la ropa negra es practica la ensucio y no se nota_ la vio levantar los hombros por lo que no pudo evitar sonreír mientras le creaba aquel acogedor nudo a su bufanda_ tu llevas muchos colores claros siempre.

_Me gusta_ le afirmo divertida_ el negro no es que sea un mal color, solo que ya sabes dicen que vistes como te sientes, no pensé que salir conmigo fuera tan malo_  la observo cruzarse de brazos antes de mirarla con esa intensidad  incomoda.

_ ¿Me estas chantajeando?_ chasqueo la lengua antes de cerrar un ojos y reír divertida_ eres increíble, deja de hacer el bobo y vamos por ese árbol_ asintió mientras le ofrecía su brazo para caminar el punto de venta de árboles de navidad era algo bastante apabullante, en resumen estaba a reventar de personas, con diversas energías pasaron la sección de árboles gigantes, la de pequeños y medianos, hasta llegar a la que ella quería una donde casi nadie estaba "árboles con raíz"

_ Le daremos al hogar algo más duradero, una buena poda y cuidados serán más que suficientes para que no se vuelva un gigante, además los niños tendrán alguna ocupación al cuidar de él_ vio como le asentían mientras empezaban a perderse entre las hileras de árboles separándose_ ¿Te gusta la navidad?.

_Es mi época favorita del año, me gustan muchos las luces, los árboles_ le afirmaron del otro lado de la hilera_ dormirme viendo las luces_ se detuvo en seco ante aquella declaración.

_Entonces mi idea no sería útil para ti_ replico preocupada de pronto_ no podrás dormir viéndolo porque estará en el patio trasero...

_Me gusta tu idea_ busco los ojos entre las ramas sin encontrarlos_ porque respetas la vida del árbol y su esfuerzo por seguir aquí, me sentare en las gradas traseras con una taza de chocolate, un buen abrigo y contigo abrazándome mientras lo observamos, será igual de hermoso_ la voz se perdió por lo que llego al final de la hilera asomándose para verla enfocando un arbolito de tamaño mediano mientras sonreía, los ojos la enfocaron por lo que le regalo idéntica sonrisa antes de acercarse a ella rodeándola con sus brazos, deseando que sus alas también la pudieran abrazar, mientras lo hacia la escucho tararear un viejo villancico que la hizo sonreír uno que hablaba de abrazarse junto a una chimenea_ me gustas...

_ Te amo_ respondió con tranquilidad antes de inclinarse para besarla lentamente sintiendo como los labios se amoldaban a los suyos con facilidad como si ese fuera desde siempre tu lugar, los brazos rodearon su cuello delicadamente mientras se acercaban todo lo que podían una a la otra, ahora entendía porque Fuerza de Dios se la vivía besuqueándose era simplemente maravilloso_ Madre de todo_ dejo escapar escuchando una risa divertida.

_ Es lo mismo que Dios_ le respondieron no pudo más que gritar alzándola de la cintura para hacerla girar_ Mikael espera_ detuvo su movimiento antes de que la cabeza le señalara el árbol y ella partiera en busca del vendedor.

_ ¿Estuvo bueno?_ se giro al escuchar aquella voz, era la misma de la celda ella creyó que divagaba por la soledad pero allí estaba de nuevo.

_ Fue perfecto_ respondió al aire sintiéndose un poco tonta_ me sentí completa.

_ Es porque la amas_ le afirmaron con completa seriedad mientras ella acariciaba una hoja que dejo su mano impregnada de su penetrante olor.

_ Es pronto y yo......_ suspiro antes de asentir_  tengo miedo últimamente me siento rara es como si todo a mi alrededor fuera más lentamente, como si lo que mis ojos ven no fuera a lo que están acostumbrados y ahora oigo voces.

_No te estás volviendo loca si eso temes_ asintió levemente_ te contare una historia muy vieja de hace muchos muchos eones, tu historia y la mía...

_ Cuéntame...

"Era el último día de la vida de una Gran Era, los que eran hermanos se destruyeron uno a otro, el último de ellos llego arrastrándose mientras su vida se escapaba de sus manos, a un cuerpo que estaba tirado en medio de un salón que seguramente recordaras... una lanza lo atravesaba y lo mantenía de rodillas en el suelo, era el cuerpo de la última Hija del Olimpo... era la última porque fue la única que mantuvo su esencia hasta el final.

La sangre de su atormentado hermano se mezclaba con la suya ya seca en aquel piso antes impoluto, el tomo su mano con desesperación apretándola con fuerza porque se dio cuenta tarde de su terrible error, porque su ser se sentía vacío pues se atrevió a vivir sin amor, entonces ese día con sus últimas fuerzas decidió regresar a aquel sitio con ella.... para que al menos su cuerpo descansara a su lado....

Apolo le llamaban beso su mano con cariño antes de recostarse de lado para enfocar el rostro bajo que el cabello escondía, acaricio el rostro extrañando la cálida sonrisa que siempre le regalaba a él, deseando que le sonriera una vez más, en silencio elevo su oración agradeció por los días de sol, por los nublados, por las risas, por las peleas, por los abrazos cariños y las pláticas extensas, por el amor que los rodeo, por el amor que perdieron, agradeció perder el camino pues al hacerlo una valiosa lección fue aprendida, agradeció la oportunidad de redimirse que seguramente les darían porque sabía que quien le creo era puro amor, pero probablemente él nunca volvería a ser un "ángel místico" pidió por ella para que volviera a ser lo que fue y ellos destruyeron... al ver el rostro que parecía dormido empezó a sentir sus ojos pesados recordando cómo les hablaba de verdad, alegría y amor, de las estrellas que reían al brillar mientras acariciaba su cabello o estaba recostada en su hombro, rememoro el tiempo en que todos se sentaban uno al lado del otro para contemplar el mundo de los hombres, escucho las risas como si estuvieran con él, envolviéndolollenándolo y aquella voz llamándolo hermano".

_No me gusta tu historia_ dejo escapar con voz quebrada percibiendo las lágrimas bajar por sus mejillas.

_Lo siento pero deberás escucharla hasta el final....

"Apolo se quedo dormido sujetando la mano de su hermana a su lado y en el momento en que lo hizo, un enviado del creador mismo apareció en el sitio tomando su cuerpo y regresándolo a la vida con una esencia diferente y una misión distinta, como dijo ya nunca volvería a ser lo que fue pero sería algo más porque al final supo ver la verdad, llenarse de amor y pedir perdón por sus errores, todo en el fue renovado y se le asigno el más alegre de los trabajos... cuidar de su hermana hasta que volviera a ser lo que una vez fue... y aquí estamos entonces.... tu y yo.... como al final, como al principio"

_ ¿De verdad me estoy desquiciando?_ cuestiono antes de abrazarse al árbol con intensidad_ esa historia que me contaste paso delante de mis ojos como si fuera mi más grande verdad.

_Athenea sabes que no mentiría_ afirmo la voz mientras ella asentía_ no tengas miedo estas preparada para esto, tendrás la última prueba para...

_ ¿Estás bien?_ se giro enfocando a Mikael con el vendedor al lado por lo que se paso la mano por los ojos limpiándolos con rapidez.

_Solo me puse sentimental_ vio a la Doctora sonreír mientras la abrazaba con intensidad y le indicaba al hombre cual era el árbol que deseaba, quizás de momento era mejor guardarse la información de que escuchaba voces, observo a su cita dar la dirección del hogar al hombre con precisas indicaciones de donde lo quería plantado antes de pagarle tirando de ella al exterior.

La nieve había vuelto a empezar a caer lentamente mientras caminaban por las calles rebosantes de personas que empezaban a prepararse para las fiestas de navideñas, vio las familias pasar entre risas a su lado, suspiro pesadamente sintiendo como su mano era apretada con intensidad por lo que miro a Mikael deteniéndose delante de un ventanal mientras le decía algo de unas luces, pero ella no vio las luces vio el reflejo de ambas, ella vestida de negro casi por completo lucía como todo una chica mala pero la persona a su lado solo irradiaba inocencia y dulzura, era como ver agua y aceite, la sonrisa dulce de Mikael mientras le señalaba el juego de luces para el exterior, mientras ella estaba seria mirándose en aquel extraño espejo que le mostraba la realidad "tu cita" escucho la voz de Sabrina en su cabeza comprendiendo el origen de su cuestionamiento mientras se removía incomoda del todo, se detuvo a ver el rostro de su acompañante de delicadas facciones y lleno de perfección para por inercia llevarse los dedos a la cicatriz en su cara, desvió su mirada a los ojos notando que le miraban con cariño_ Esto se va_ le escucho decir mientras tomaba su mano llevándola a la parte izquierda de su pecho_ lo que habita aquí es imperecedero.

No tuvo tiempo de responder cuando los labios cálidos se posesionaron de los suyos en un beso lento, dulce y entregado que la hizo sonreír sin querer dentro de él, las manos no tardaron en acercarla aún más por lo que se colgó del cuello, como se estaba haciendo su costumbre antes de separarse no sin antes rozar la nariz para reír quedamente_ ¿Entonces luces de colores?_ asintió sin separarse de ella_ ¿Me soltaras?_ negó levemente antes de escuchar una risa que no era la suya_ te amo...

_ Me gusta como lo dices _ admitió quedamente antes de percibir otro beso aún más profundo que el anterior, era como si de pronto todo el aire se le fuera de los pulmones, el frío desapareciera y escuchaba juraba ella campanas junto con aquel intenso olor a jazmín.

_ ¿Entonces voy por las luces y me esperas aquí?_ asintió ante lo dicho por Mikael mientras la veía entrar a la tienda y ella se giraba hacia la tienda de ropa al lado, algo de color no le vendría mal, quince minutos después llevaba una combinación de blanco y negro, la verdad se veía bastante bien, era ropa linda, cómoda y caliente, miro su reflejo en el cristal antes de enfocar a Mikael detrás suyo mirando al parecer extrañada.

_ ¿Te gusta?_ vio como asentían por lo que se acerco a besarla fugazmente_ así nos vemos mejor_ afirmo mirando el reflejo.

_Nos vemos perfectas no importa lo que lleves_ vio la sonrisa formarse en el rostro unos instantes_ Toma_ le pasaron las bolsas_ chocolate_ le informaron antes de echar a correr a la cafetería por lo que sonrió divertida, su cita no tardo en regresar con dos enormes tazas desechables de chocolate, las disfrutaron mientras caminaban y ella le contaba su vida a la mujer a su lado;  entendió esa mañana que si uno oculta el pasado luego se pueden crear malentendidos así que sentadas en aquella banca del parque central de la ciudad empezó la narración de su vida, sin guardarse nada, le hablo de su padre y madre, de Sabrina, de Ekar y la pandilla, de lo bueno y lo malo.

Narro todo sin mirarla, su pasado era algo que ella no gustaba de contar en general porque las expresiones de las personas variaban de rabia, ira, dolor a compasión, no le gustaba ninguna porque ella seguía viva, lucho y venció... al final era lo único que importaba, al terminar su narración miro a Mikael encontrando en su expresión algo que nunca pensó amor y orgullo uno que parecía llenar su pecho por completo justo antes que la abrazaran con intensidad, el beso regreso intenso y asfixiante, ella estaba encantada mientras le devoraban la boca definitivamente moría por "hacer el amor"  y al parecer no era la única_ Creo que es algo público para estar besándonos así_ interrumpió mordiéndose el labio inferior_ y tampoco es que...

_ Tengo una casa_ observo los ojos con sorpresa_ en alguna parte que no recuerdo... pero tengo una_ río pegándose a ella escuchando una risa similar como respuesta_ lo siento me deje llevar por mi necesidad de que seamos una de nuevo, comprendo que aún no te enamoro y ....

_ Es imposible no amarte_ respondió besándola con intensidad_ dime que puedes recordar donde queda esa casa.

_ Eso quisiera_ estallo en carcajadas melódicas abrazándose a ella, sin duda ese año no iba a observar las luces del árbol, tendría otra cosa para mirar.

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