Amor Inmortal - Ve.C - 75

Capítulo 75

Nota: este capítulo es especial, porque habrán notado la historia es relatado por Adriana y Natalia, pero este lo hará Karla.

Me acerque corriendo con Caín y Lilith a ver por Natalia, pero ella estaba allí, intentando aun seguir respirando. Sabía que llego su segunda muerte y al ver sus pensamientos podía ver como aun en esa situación seguía pensando en ti.

-      Solo hay una forma de que salga de esto- dice Caín- pero puede que no. Lilith  necesita el veneno de ambos en su sangre.

-      Pero puede que aun así no salga de esto- respondió ella dejando salir sus colmillos.

-      No importa es peor no intentarlo- sonrió guiñándole el ojo a Natalia- no podemos perder a nuestra hija.

-      Tienes razón-respondió Lilith.

-      Es...esperen- dice ella, el veneno de la plata ya estaba en toda su sangre y aun avanzaba más rápido, habiendo un poco en su corazón- Karla acércate.

-      Acá estoy- apenas podía hablar por las lágrimas, era la primera vez desde que fui convertida que lloraba.

-      Quiero pedirte un favor- no era necesario que me lo dijera se trataba de ti- gra…cias por todo, por tu amor en todos estos años, aunque no lo creas me duele haberte no podido corresponder como te lo merecías… y mereces que alguien te amé- apenas podía hablar y respirar- pero entiende mi corazón se entregó eternamente a ella hace más de cinco mil años. Perdón- una lagrima rodo por su mejilla- cuida a Josías, has que siga siendo un gran hombre y que no pierda a Camila, sé que el la ama aunque no lo diga y a ella… cuídala, has que tenga la vida que debió tener hace muchos años. En otra vida… -no termino ya que empezó a cerrar sus ojos.

-      ¡es ahora! O se nos va- decía Caín a Lilith.

Así ambos intentaron salvarle la no vida con su veneno.

 El rumor entre los primeros vampiros es que Caín podía caminar de día en un principio cuando fue desterrado, pero al haber derramado la sangre de su hermano, sangre debía beber hasta el último día de su vida. Esa era su maldición.

Lilith también fue castigada por su desobediencia pero ella solo andaba en la oscuridad.

Después de mucho andar Caín se encontró con Lilith y cayeron antes sus encantos. Luego de haberse entregado a los placeres carnales, Caín bebió de ella y ella de él, así fue como el recibió los poderes de poder leer los pensamientos y desde día no pudo caminar más bajo la luz del sol y a todos aquellos que convirtieron recibieron la misma maldición de oscuridad.

La única forma de que alguno de ellos caminara bajo el sol era con el veneno de ambos.

Pero en esa ocasión ellos no querían hacer que Natalia caminara bajo el sol, sino que siguiera con su no vida, esa era la única forma de contrarrestar la plata de su sangre.

Luego de haber envenenado su sangre, ella dejo de respirar. La llevaron a una de las habitaciones por si volvía en si después de unas horas.

El cuerpo de Miguel lo quemaron, nadie lloro su muerte, muchos del consejo estaban felices de haberse librado de él.

Esperamos dos días para que Natalia volviera a despertar pero nada. Entonces supimos que murió por segunda vez y esta vez para siempre.

Después de esa espera la enterramos, sabiendo que jamás volveríamos a ver esos ojos, su sonrisa, ese carácter tan particular de ella y sobre todo su forma de amar. Caín y Lilith por primera vez en siglos derramaron sus lágrimas.

-      Todo por mi culpa- dice entre lágrimas Adriana- si te hubiera amado a ti aun hoy seguiría aquí.

-      Ojala lo hubiera hecho. Pero su corazón siempre te perteneció- respondo secando las dos lagrimas que salen de mis ojos- no hay nada más doloroso para mí que su perdida. Pero ella también lo hizo para que ninguno de nosotros estuviéramos en peligro.

-      Creo que con todas las cosas que me has dicho- contesta ella- necesito un descanso de mi mente. Hacer el duelo correspondiente a su perdida. Además en estos dos años no he tomado vacaciones.

-      Te hará bien eso, y más por la relación que tienes- respondo sonriendo- conozco el lugar perfecto, es tranquilo, si quieres te dará la dirección de la cabaña que tenemos allí.

-      Deberé hablarlo con Jose aunque dudo que ella pueda viajar por el caso que lleva.

-      Pero a ti te haría bien viajar sola y desahogar todo esos sentimientos encontrados que tienes.

-      Es verdad- responde también sonriendo- así que anótame la dirección, así mañana saco el pasaje.

Sonrió al escucharla así, sé que le hará bien las vacaciones. En toda ruptura de pareja necesitamos hacer un duelo por las cosas que vivimos y ella no lo ha hecho, pero ahora que está comprometida le vendría bien.

Anoto la dirección de la cabaña y todas las direcciones que puede llegar a necesitar la viajar a un lugar desconocido.

Debo admitir que esa cabaña  mando a edificar Natalia hace unos años en Transilvania en un bosque cerca de las montañas. Pero nadie habita allí.

Le doy los papeles y sale a reunirse con Camila y Josías. Miro una foto de Natalia que tengo en el móvil, la última  que le saque sonrió “será feliz como pediste, su nueva novia es una gran chica y la ama de verdad, aunque he de admitir, no tanto como tú lo hiciste. Ojala estuvieras aquí para la boda de Josías, lo has criado bien y Camila es una gran mujer que lo acepta tal y como es. No sabes cuánto te extraño” pienso acariciando su foto.

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