Esperamos tu historia corta o larga... Enviar a Latetafeliz@gmail.com Por falta de tiempo, no corrijo las historias, solo las público. NO ME HAGO CARGO DE LOS HORRORES DE ORTOGRAFÍA... JJ

Amor Inmortal - Ve.C - 67

Capítulo 67


Despierto sintiendo un horrible dolor de cabeza. Intento tocarme pero me doy cuenta que tengo las manos atadas, quiero mirar a mí alrededor, pero siento algo sobre mis ojos. Estoy vendada.
 Pienso  en lo que paso y recuerdo, como la camioneta freno al ir yo saliendo de la oficina a llevar unos papeles. Los tipos bajaron y apuntaron, y sentí un golpe fuerte en la cabeza y no recuerdo nada más.
Creo que Politari y su gente decidieron actuar. Escucho voces provenientes alguna parte del lugar donde estoy.


Ojala hubiera escuchado a Natalia y me quedaba con ella. Por alguna razón no quería que fuera a la oficina y ahora estoy acá, vendada y atada.
Pero sino  iba hoy, hubieran intentado secuestrarme otro día o hacer otra cosa.
Natalia debe estar preocupada por mí. Sera que aviso a Camila o alguien más.
¿Qué querrán hacerme? Saben que al salir de acá, voy a seguir intentando meterlos presos.

Busco la manera de ver a través de mi venda y no puedo. Solo escucho las voces de lejos, pareciera haber también niños ¿Dónde estoy?
Los minutos siguen pasando y puedo sentir los brazos entumecidos en mi espalda. ¿Cuántas horas llevare aquí?
-      Sáquenle la venda y aten sus manos adelante- escucho una voz  y la reconozco como la del senador.
Primero atan mi mano como él les pido y después recién sacan la venda.
Miro a mi alrededor y veo está en un lugar a mueblado. Estoy acostada en una cama. No me di cuenta pero también tengo los pies atados.
-      Tenían razón mis empelados- dice al sentarse a mi lado e intentar acariciar mi cabello- eres guapa. Lástima que lesbiana. Yo puedo hacerte sentir de verdad- dice mirándome lujuriosamente.
Un asco terrible se apodero de mí y me moví cuando intento tocarme.
-      Me gustan las mujeres así- dice riendo por mi actitud- pero recuerda estas atada y si quisiera poseerte ya lo haría.
-      Eres tan poco hombre en todos los sentidos- respondo mirándolo con odio- seguro todas las mujeres que has conseguido son a fuerza.
-      Y tú eres un estorbo para mis propósitos- contesta- y Shannon podría decirte como a tuve en mi cama. Disfrutaba más conmigo que contigo, aún hoy sigue rogando por que la tenga en mi cama- sonríe por sus comentarios.
-      Shannon están poca mujer como lo eres de hombre tu- respondo entendiendo que quiso decirme cornuda- yo que tú con ella me cuidarías las espaldas- continuo diciendo-y si se revolcó contigo es porque no sabe disfrutar del buen sexo además de gustarle lo manicito que debes tener.
Su cara se transforma y recibo una cachetada tan fuerte que me parte el labio y me deja un poco tonta.
Puedo sentir como dos de sus dedos van colándose a través mi camisa. Siento ganas de llorar de imaginar lo que puede hacer conmigo.
-      Voy a mostrarte lo que tengo y según tu es un manicito. Vas a gritar como una puta.
-      ¿así grita tu mujer cuando se revuelca con su chofer?-respondo haciéndolo enojar más, en una revista salió la foto de ella teniendo sexo en el auto con su chofer- ves eres tan poco hombre para ella que te metía los cuernos en tu propia cara, hasta un gay le daría mejor sexo que tú.
-      Cállate- responde alterado dándome otra bofeteada haciendo sangrar más mis labios- me a pagar todos estos insultos- empieza  desprenderme la camisa- veras lo buen amante que puedo ser, seguro que ni con la que te andas revolcándote últimamente. Te hará sentir lo que yo.
Pienso en Natalia en su forma de amar, tan tierna, suave, delicada y la vez salvaje. No quiero que toque mi cuerpo este infeliz.
-      ¿tu buen amante?jajaja- me di cuenta que el tocar su virilidad se ponía así, su punto débil-  ni violándome me harás sentir lo que ella, todas las sensaciones que me produce en la cama. Shannon  ni siquiera están buena en la cama como ella cree, en eso ella y tu están igual. tú te das de gran amante y seguramente todos los hijos de tu esposa son del chofer que por lo que me entere la disfruto por todos lados.
-      Señor lo buscan- interrumpió un hombre mientras yo recibía otro golpe en la cara haciéndome perder casi todo el conocimiento.
-      Después seguimos- dice susurrándome en el oído y levantándose para irse.

Me trajo aquí para ¿violarme o respecto a la denuncia? Muchas veces cuando las mujeres son secuestradas por x motivos, algunos terminan desviándose de sus planes y las violan.
Puedo sentir la sangre seca en mis labios y una lagrima rueda por mis mejillas sabiendo de las intenciones del senador.
 Varios flashes con imágenes asoman en mi mente.

Voy caminando hacia casa un poco apresurada, porque el lugar donde tengo que pasar es bastante solitario y mis tíos deben estar preocupados por mí.
No dejo de pensar en Ast, en todo lo que está pasando, primero la muerte de su padre y ahora la de su madre. Debe ser muy difícil para ella.
-      ¿Por qué tan sola a estas horas?- escucho la voz de Akil a mis espaldas
No me doy vuelta a mirarlo y solo sigo mi camino.
-      Te estoy hablando- dice tomándome del brazo para que me detengas.
-      ¿Qué quieres?- respondo con impaciencia.
-      A ti- dice sonriendo y mirándome de arriba abajo- no puedo creer que vayas a casarte con ese.
-      Es un gran hombre y ha pedido mi mano cómo debe ¿Por qué no casarme con él?-respondí intentado seguir mi camino.
-      No puedo creer- grito furioso- que lo prefieras a él antes que a mí.
-      Así son las cosas- conteste caminado.
-      ¡No!- volvió a gritar tomando me de las manos- cásate conmigo.
-      Ya di mi palabra. Además jamás me casaría contigo- el solo era un ladrón y asesino.

Recibí el impacto de su mano. El no soportaba ser desdeñado por ninguna mujer. Lo mire con el odio que llevaba en mí y le escupí en la cara.
Y antes de abofetearlo, me arrojo al suelo. Sus hombres solo veían lo que hacía sin intervenir ninguno.
-      ¡nooooo!-grite suplicando viendo como destrozaba mi ropa-  no me avergüences así.
-      ¡tú serás mía antes que de otro hombre!- decía mientras intentaba abrir mis piernas- veremos si después Arim quiere casarse aún contigo.
Logre con una de mis manos sacarle el cuchillo que llevaba y cortarle el rostro. Era más fuerte que yo y me saco el cuchillo y me dio una abofeteada en la cara lastimándome los labios y con el mismo cuchillo empezó a cortarme el rostro.
-      Ahora no te ves nada bonita- dijo riendo. Le escupí nuevamente en su cara- recibí otro golpe.
Akil sin más saco sus vestimentas y me penetro de forma violenta. Las lágrimas empezaron a correr por mi mejilla, estaba siendo ultrajada por ese infeliz. Con mis empecé a golpearle el rostro.
-      ¡sosténganla!-grito a sus hombres y con su cuchillo me clavo en el abdomen- ¡perra! ¡me has arruinado el rostro!
El dolor que sentía era demasiado. Era mejor morir que seguir con vida así.
El seguía penetrándome  como un animal, disfrutando de su maldad.
Toda mi virginidad eso que hace a una mujer deseable me fue arrancado de la peor manera. Sé que hice el amor con Ast pero nunca había estado con un hombre así que de cierta manera hasta este momento seguía siendo pura.
Luego de su infame crimen, se levantó tranquilamente y antes de alejarse de mí. Me dio otro golpe en la herida del abdomen. Sonrió con pura maldad besándome los labios y mordiéndomelos.
-      Ustedes también pueden divertirse- le dijo a sus hombres y se alejó de allí.
El criado que había estado sosteniendo mi mis brazos de hace rato fue el primero en acercarse y me violo dos veces más. Intente luchar pero  también me golpeo, sentía el rostro lleno de sangre que se mezclaban con las lágrimas.
Después uno a uno los demás criados me tomaron con fuerza y al intentar resistirme, recibía golpes o me cortaban con los cuchillos que llevaban. Uno de ellos me corto el cuello.
Eso que viví, es algo peor que la muerte. Ante el dolor físico por los golpes y que me acababan de hacer me desmaye.
No sé cuánto estuve allí tirada en el medio de la nada. Estaba semi consiente y sentí que unos brazos me levantaban y llevaban. No quería imaginar que fuera Akil nuevamente.
-      ¡noo!- dije moviéndome en los brazos de ese alguien- ¡suéltame! Otra vez no- dije y apenas se escuchó mi voz.
-      Tranquila Istar estarás bien- escuche que decían entre sollozos- vamos a casa llamare a un médico- después de eso volví a desmayarme.
No quería abrir los ojos para saber dónde estaba solo quería morir, sentía un ardor increíble en la cara pero lo que más dolía era el recordar como fui ultrajada, las lágrimas empezaron a salir de mi aunque quería contenerlas.
Escuche voces cerca pero no pude entender lo que decían. Sentí el sollozo de alguien que se acercaba a mí.
Sus manos empezaron acariciar mi cabello y depositaba un tierno beso en mi frente.
-      ¿Quién te hizo esto?- decía entre lágrimas- te juro que lo va a pagar así se me vaya la vida en ello- podía sentir la rabia en esa voz, que al estar escuchando bien la reconocí.
-      Akil- respondí apenas salió mi voz y allí supe que no pasaría ese día estaba demasiado débil de la sangre que perdí y los golpe y demás, sonreír sabiendo que no tendría que aguantar la vergüenza de lo que me hicieron.
-      Ese maldito infeliz poco hombre- había dejado de llorar pero seguía con el mismo odio- ¿Por qué sonríes? mejor no respondes necesitas guardar energía y recuperarte, no puedes dejarme tú también.
-      Sabes que…no saldré de esta y es lo mejor, no…no quiero vivir así.
-      Pero quédate conmigo, nos iremos de aquí. No me dejes- decía acariciándome el cabello.
-      En… en otra vida-respondí haciendo un esfuerzo terrible para hablar- si exi…existe volveremos a vernos.

Sobre mi frente cayeron un par de lágrimas, me recostó en su pecho en su pecho mientras seguía llorando.
Las imágenes de los momentos compartidos los reviví allí en sus brazos.
La rabia, impotencia, odio, dolor y amor, podía sentirlo en esas lágrimas que mojaban mi cabello.
-      No hagas… ninguna locura- dije aun con los ojos cerrados, no me atrevía a enfrentarme a los suyos.
-      Tu, no cometas la locura de dejarme- respondió separándose de mí.
No conteste nada, sabía que yo no aguantaría mucho más.
-      ¡te amare toda la eternidad! No sé si es verdad que existe otra vida, pero voy a buscarte el resto de la mía ¡lo prometo! Así tenga que vivir en una oscuridad perpetua. Como tú has dicho, en otra vida volveremos a vernos- se acerca mis labios y roza con los suyos-  ¡no me olvides! Porque yo no lo hare nunca. Te amo.
Con la poca fuerza que me queda levanto mis manos y acaricio su rostro, esta húmedo de tantas lágrimas.
-      Yo… a ti- respondo.
Abro mis ojos y me encuentro con los suyos. En ellos se reflejan el amor  que siente por mí, y sé que cumplirá cada cosa que ha dicho. Miro sus ojos fijamente quiero grabármelos en mi mente, antes de cerrar mis ojos para siempre. Al caer mi mano de su mejilla, abro mis labios y casi inaudible salen las últimas palabras.

-      Ast- digo abriendo mis ojos mojados por las lágrimas.
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3 comentarios:

  1. Que intenso, muy bueno. :)

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  2. Me encanta la historia, saludos de Brasil.

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  3. Que emocionante esta historia espero el proximo capitulo por saber como sigue y ojala no sea violada

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