Disclaimer:
Tristemente los personajes no son de mi propiedad porque de serlo esta claro
que hubiera hecho una saga interminable de ella, así que respetando el derecho
de autor de Sunrise, o quien las hubiere comprado, este escrito es meramente
para el placer de una lectura y sin ánimos de lucro, solo la trama es de mi
invención así como los personajes que se le ocurran a mi loca imaginación.
Capítulo
1
Despedida.
Estoy temblando, no
sé porque está pasándome esto, es... es absurdo. Un par de meses y siento que
he perdido la cordura. No, no tuve el valor de ir a su despedida, ni siquiera
entonces pude mostrar algo de valía, me quede mirando desde la distancia como
todos la llenaban de regalos, como sus fans histéricas lloraban a moco tendido
su partida, ella tomaba ese tren y yo la dejé ir sin mover un músculo para
retenerla. Yo la princesa del hielo, dándome cuenta que soy un par de hielos
derritiéndose en un vaso lleno de licor. Cierro los ojos con fuerza intentando
borrar esa imagen de mi mente, como si quemara, como si removiese una espina en
mi corazón. -Dijiste que no te irías jamás ¡Mentira!- Observo en el vidrio que
muestra mi lánguido reflejo.
La melena negra
desperdigada por mi rostro no es suficiente para ocultar lo que desearía no
ver, la palidez incrementada en mi piel. Ja, como si eso hubieres sido posible
mientras estabas junto a mí, me da pena verme a mí misma, notar cuan ausentes
están mis ojos, sin ti. Y entonces no evito recordar que es lo que me tiene tan
confusa, tan dolida, tan... fuera de mí.
-A partir de
mañana concluye mi gestión como presidenta estudiantil... y directora suplente-
Mira ella por la ventana. Yo siento como esos ojos borgoña a los que tanto
temí, pero que tanto me gusta mirar, se niegan a verme.
-Entiendo- Odio
mi escasa elocuencia.
Una sonrisa
falsa ¿Esa sería nuestra despedida? ¿Tu adiós ocultando lo que realmente
sientes? -Lo cierto es que me te cite aquí para despedirme de ti
Nat..su..ki- Esa forma particular de
decir mi nombre, hace que mi corazón de un salto con voltereta incluida, muy a
mi pesar no es el gesto dulce de siempre, es todo lo contrario.
-¿Por qué?-
Susurro apenas fingiendo que no son de gelatina mis piernas.
-Voy a la
universidad y mi familia quiere que sea en una institución especializada- Odio
que lo digas como si fueran las noticias y no un inminente adiós.
-Sera bueno para
ti, me alegro por eso- Sonrío para no llorar, no puedo permitirte ver el abismo
que dejas en mi vida ahora que ya no vas a estar.
-Ara, es muy
amable de parte de Natsuki darme sus buenos deseos, pero... ¿Puedo pedirle un
último favor?- Con esa expresión suplicante, cuan descorazonada tendría que ser
para decir no.
-Cla..claro...-
Di que no quieres irte, di que vaya contigo... por favor Shizuru.
-¿Me das un
abrazo?- ¿Solo eso? Pero por este instante pareces devastada ante la idea de
una negativa. Supongo que quieres borrar esta terrible historia, la narración
de un destino fatal... que estúpida fui al pensar que siempre estarías aquí. Es
mejor olvidar el carnaval y todo lo que hubo en él, que pena que en esta
historia participé yo.
Asiento con la
cabeza, temiendo que mi voz se rompa al musitar un tímido sí. Me pongo de pie
con tal lentitud que resulta doloroso para mis rodillas, parezco un robot, no
le miro realmente, solo siento sus brazos envolver mi cintura, se aferra a mí y
no sé, si esto es realmente lo mejor. ¿Es lo que quieres Shizuru? Cuando hace
unas semanas dijiste amarme, cuando el último día de mi vida bese tus labios
¿Qué hago yo pensando esas cosas?
Se separa
lentamente de mí, ¡Idiota! Corresponde su abrazo o pensara que aún la detestas,
muevo temerosamente mis manos hacia su cintura, realmente no quiero dejarla
escapar. La abrazo con firmeza, quisiera llorar como no lo he hecho desde la muerte
de mi madre, 'quédate' ojala hubiese podido decirlo en voz alta. Siento una paz
temporal al escuchar el latido de su corazón, sin embargo la dicha nunca es
eterna y yo lo tengo sabido desde hace mucho tiempo.
-Adiós- Murmura
lentamente apartándose de mí.
-A..adiós- Me
lacera la garganta decirlo. ¿Por qué? ¿Por qué me he dado medía vuelta? ¿Por
qué estoy corriendo fuera de la sala del consejo estudiantil? ¿Por qué estoy
llorando?
Me quedé con tantas
preguntas y tan pocas respuestas a las inquietudes de aquellos momentos,
observo mi mano sangrar con algunos cristales clavados en ella, ¿En qué momento
estrellé mi mano contra el cristal? Parece irreal, el dolor físico es apenas
una escaramuza comparado con el insoportable ardor en mi pecho y las lágrimas
que escurren por mis mejillas. -Debí saberlo, todos me han abandonado...
Natsuki Kuga eres una verdadera idiota, al pensar que ella sería diferente-
Cierro el puño y un seco golpe descuartiza la mesa del salón, muerdo mis
labios, contengo un gemido de dolor.
Dejo pasar el
tiempo, son mis vacaciones y aprobé el curso gracias a ella, pero ella ni
siquiera pudo estar ahí para ver el fruto de sus esfuerzos. Sin ella no tienen
sentido estos momentos de libertad, ya ni mi venganza me queda, tan solo el
amargo sabor de boca tras cada copa que me ya paso de servirme en un vaso, tomo
directamente de la botella.
Saeko Kuga, que
bien me vendrías tus regaños en un momento como este, pero ya no estas. Eres la
sombra de una mala historia, una madre, que me vendió como a un conejillo de
indias a Sears. Aún intento pensar en ella como la mujer dulce que me mimaba un
poco entre los recesos de los exámenes de ADN. Esos malditos estudios diseñados
para encontrar el gen que diera nacimiento a la Hime artificial, no dejo de preguntarme
por ello, si Alissa es el resultado de tantos estudios, ¿Sería una especie de
hermana modificada genéticamente o algo así? Eso no importa ya.
Que decir de mi
soledad mi padre decidió hacer su propia vida, se supone que tengo una hermana,
pero ni siquiera se su nombre, que solo pague la mensualidad con la que me doy
la gran vida es más que suficiente ¿no? Después de todo ¿Quién necesita un
padre? La última vez que lo vi estaba hospitalizada, cuando salí de aquel
hospital con apenas la ropa que llevaba puesta y un número de cuenta junto a
una tarjeta bancaria en el bolsillo, sumado a los dos guardaespaldas para
trasladarme al externado que mi padre había designado para mí. Nunca tuve
amigos después de eso, solo hasta que ingresé a Fukka... en medio de mi
búsqueda de respuestas. Allí fue cuando conocí a Shizuru Fujino, algo me decía
que no podía dejarla entrar en mi corazón, sin embargo y mucho antes de que
pudiera hacer nada para impedirlo, ella se había buscado espacio en él, lo
lleno todo. ¡Mal momento para entenderlo!
Arrojo contra la
pared la botella de Vodka vacía, ¿Cuánto tiempo llevo escondida en mi
apartamento? Miro el calendario pero este no me dice nada, se supone que no
solo de licor y mayonesa vive una persona, pero eso es lo que yo he hecho todo
este tiempo. Me parece que llevo un siglo sin ver la luz del sol, y el vodka no
es el mejor tratamiento para la mano hinchada, llena de vidrios y de sangre.
Todo es confuso, toco mi frente y está ardiendo, busco a mi lado en un cajón un
tarro con fármacos para el dolor, lo paso con una nueva botella de vodka.
Escucho el eco de
un sonido en la puerta. No son las cuentas, esas se cobran de mi cuenta
bancaria automáticamente o eso creo, escuchó una voz lejana murmurando mi
nombre con angustia, pero no es la voz de Shizuru, entonces no importa. Solo
tenía que dejar de ocupar la mente para poder colapsar, me recluiré aquí si con
ello logro que vuelva junto a mí, fingiré mi muerte si hace falta. 15 minutos
después vuelve el silencio, me quedo con mi soledad.
¿Por qué siento
tanto dolor? Cierro los ojos y no paro de ver su rostro en todas partes, su
sonrisa, esa expresión de tranquilidad en el último instante, su llanto, mi
repudio. Cuan culpable soy de mi desgracia, si tan solo hubiese sabido entender
su amargura, hoy soy yo la que debe derramar lágrimas de sangre, ella no podría
perdonar mi traición, grité ¡Fuego! y nada me importó, sabía que al lugar al
que iría, no estaría sola, ella haría ese viaje conmigo, iba de su mano al
infierno y por ello no temía a la muerte. Llevo mis dedos a mis labios, no hay
día que no recuerde el fuego en los labios de aquel beso de despedida, cuando
sus ojos decían te amo en silencio, una mirada que no supe leer. ¿Cómo pensar
que se marcharía sin mí? Cuando vi aquella adoración incluso en nuestra real
despedida.
-Como duele...- Se
quiebra mi voz, puedo probar la sal de mis lágrimas bajando por mis mejillas
hasta llegar a mis labios. -¿Shizuru... has vivido esto todo este tiempo?-
Pregunto al silencioso techo, no puedo vivir sin verte. -Háblame, dime
cualquier cosa... que no quiero olvidar el sonido de tu voz- Imploro a la
imagen en mi mente, pero ella solo se aleja. No, soy yo la que se ha ido.
Cierro los ojos aferrándome a cada momento, a sus abrazos que hoy ausentes me llenan
de frío, a ese te amo enloquecido que ahora me consuela cuando antes me llenaba
de miedos.
-0-0-0-
¿Cuánto tiempo ha
pasado? Algo me sacude con brutalidad, en que momento he cometido tal locura,
abro con dificultad los ojos. Es Mai, ¿Cómo entró? Está llorando y yo no tengo
voz para responderle, vuelvo a cerrar los ojos incapaz de mantenerlos abiertos,
una bofetada me despierta. Esa no podía ser otra que Nao ¡Un momento! ¿Hay una
reunión en mi casa sin mi autorización? Siento como mi cuerpo es arrastrado,
alguien me arroja sin mucho decoro a la enorme tina que es tan grande como un
cuarto entero, lo sé es una excentricidad pero nada mejor que un buen baño
después de un día ajetreado. Sacó la cabeza del agua para evitar ahogarme.
-Eres estúpida
Kuga, pero esto raya lo subnormal- Dice Nao sin atreverse a mirarme y yo notó
que estoy desnuda ¿A qué horas me desnudaron? En un momento se quita la ropa y
entra al agua armada con una esponja llena de jabón. Rayos tendré que pagar un
buen aseo a mi tina después de esto.
-Oe, ¡Puedo hacerlo
sola!- Murmuró agitada cuando siento la esponja rozarme un hombro, le arrebato
la esponja.
-Mejor, que apestas
a alcohol ¿Cuantos días sin bañarte? Eres un desastre- Disimula su preocupación
con una cara de fastidio, no evito sonreír. Tengo amigas que han venido a
sacarme del abismo en el que voluntariamente caí, no merezco mi suerte.
Mai pronto se une.
-Vaya, esto parece un balneario, debiste invitarnos antes Natsuki-
-¡Pero si yo no las
invite!- Recriminó ese detalle gruñendo.
Me ignora
olímpicamente. -Y como sobrevives, no tienes nada en la alacena-
-Ese es mi
problema- Giró el rostro a otro lado sonrojada, entonces me percató que mi mano
está muy bien vendada y limpia. ¿Acaso Mai? Vuelvo a mirar y su rostro me
dedica una sonrisa tranquila. -Gra...-
Nao me interrumpe
con una ola de agua tibia y yo me arrepiento de ese gracias que estuve por
decir. -Por eso será que te encontramos casi muerta-
-Si tanto te
molesta pues no has tenido que venir- Respondo agresivamente, a veces pienso
que solo está aquí ayudándome en agradecimiento porque pagué la operación de su
madre.
-Porque nos
preocupamos por ti IDIOTA- Dice desviando la cara en pose digna. Le agradezco
mentalmente aclarar tan 'insignificante' duda.
-Natsuki- Dice con
cautela Mai, sospecho que... -Sé que no te gusta que alguien se inmiscuya en tu
vida, pero...-
-¿Dejaste este
lugar hecho una pocilga por la loca de Fujino?- Gracias por el tacto Nao, eso
es lo que necesitaba.
Nadie le dice loca
a Shizuru, aunque tenga un poco de razón. -No te atrevas...-
-Vale no le digo
loca, pero eso es un SI... no lo puedes negar- Sonríe triunfal y sus ojos me
miran directamente. -A veces me sorprende que te des cuenta de las cosas obvias
tan tarde... ¿Tenía que irse para que te des cuenta que estas enamorada de
ella?-
-Tú... no sabes de
lo que estás hablando- Creo que estoy a punto de ahorcarla.
-Natsuki... ella
tiene razón y lo sabes- ¿Tú también me vas a clavar el puñal Mai? Mis manos no
han tocado a la pelirroja, ya está escudándose en la abundancia de... espalda
de mi amiga.
Oculto la mirada
bajo mi cabello húmedo -No estoy acostumbrada a... entender estas cosas Mai-
admito derrotada, vivir un infierno así es... tan confuso.
-Natsuki- Me mira
comprensiva, a ratos me siento desnuda frente a esa mirada penetrante, y no es
porque estemos en mi tina sin nada encima. -A mí me costó mucho comprender que
Mikoto lo es todo para mí, Yuichi me enredó un poco la vida, solo sabía cuidar
de Takumi, yo no era otra cosa que la hermana sobreprotectora, y cuando decidió
vivir su vida como un hombre, sentí no tener una función en el mundo. Luego
Tate se fue con Shiho, creí que sentía dolor, que mi mundo iba a desmoronarse,
sin embargo... el intercambio de Mikoto, eso sí me devastó- Claro que lo
recordaba, no sé cómo me vi envuelta en eso y terminé de paño de lágrimas de la
ojilila. Habían pasado tantas cosas en ese año después del carnaval de las
Hime. Eran vacaciones de fin de año, este fue nuestro último curso juntas.
-Ahora no pienso perder el tiempo, iré por la persona que quiero-
Muchos estudiantes
fueron cambiados de colegio, el incidente dejó demasiado atemorizados a los
padres. Las grandes amistades se diluyeron, Yuichi y Shiho que no tenían que
recuperar materias, fueron trasladados a principios de ese año y comprometidos
en matrimonio un mes después. La pequeña Mikoto por otro lado fue trasladada
por Reito a una institución más adecuada a sus capacidades, pienso yo que fue
un truco para quedarse con Mai, de ser el caso el efecto fue contrario. Takumi
Tokiha, hermano de Mai, decidió darse la oportunidad a razón de una beca en
Estados Unidos, está claro que Akira-san se quedó para cuidarlo. Él haría su
vida sin su hermana al lado de la mujer que ama.
Pero ¿Qué pasaba
con la vida de Mai? Aprendió con nosotras a disfrutar los pequeños detalles, a
ser un poco egoísta y para bien. Pienso con amargura que de hecho esta podría
ser nuestra última conversación, Mai se transferirá al colegio de Mikoto cuando
acaben las vacaciones. Vuelvo a quedarme sola y la sensación antes que aliviar
mi pena la aumenta, ahora la soledad sería el peor de mis males y yo, aun no
decido que hacer con mi vida, estaba tan feliz en compañía de Shizuru, que nada
me importaba. De Nao, que puedo decir, es mi guardaespaldas desde que pagué la
operación de su madre con parte de los fondos de la cuenta que mi madre dejó
codificada para mí, si ese dinero tenía un buen fin, no veía otro mejor que
ese, si lo hubiera sabido hasta la operación de Takumi hubiera pagado, pero esa
información llegó demasiado tarde. En la cuenta queda tanto dinero como para
despilfarrar toda mi vida, así que ya vería en que invertirlo, por ahora, el
dinero de mi padre lo paga todo. Cuando cumpla 18, entonces usaré la herencia
materna para mi educación superior.
-¿Por qué no dejas
de lamentarte y vamos por Fujino?- La voz de Nao interrumpió mis vagos
recuerdos, el agua ha sabido espantar la ebriedad de mi cuerpo junto a las
impurezas. Levanto la vista para mirarla ¿Cómo no se me ocurrió? -La Natsuki que
conozco no se da por vencida con estupideces o puede que te sobrestimara cuando
eras mi rival- Niega con la cabeza y esa sonrisa que me sabe a reto.
Un momento, ¿vamos?
La miró sin entender.
-No es que me
caigas muy bien Kuga, pero si así queda saldada mi deuda contigo- Que mal
mientes Yuuki, aprendí a leer nivel experto las máscaras de la gente con
Shizuru, lo demás es fácil. Es sincera preocupación lo tuyo.
-Pero primero
tenemos que obtener información- Apuntó Mai como si habláramos de un plan en el
que no han preguntado mi opinión.
-Oi, ¿Qué no vale
mi opinión?- Dije gruñendo, no puedo evitarlo soy así.
-No cachorro, de
momento los adultos deciden por ti- Maldita Nao.
-De que mierda me
hablas Yuuki... soy mayor que tú-
-Pues no te
comportas como tal- Ya puedo ver la vena en su frente y mi frente golpeando la
suya con la ira encendida en el puño levantado.
-¿Acaso no es lo
que quieres Natsuki? De otro modo no veo porque tanto sufrimiento por la
partida de Fujino-san- Interviene Mai antes de que ocurra una tragedia en la
tina de mi apartamento. Nao y yo la miramos, ha captado nuestra atención.
-Nunca dejarás de ser la princesa del Hielo, eso lo sabemos... pero con la
ex-Kaichou, Natsuki era muy radiante, podía sonreír con sinceridad-
Bajé los puños esa
era una derrota verbal, aunque me costara admitirlo, si aprobé con la nota
máxima era porque quería impresionar a Shizuru y hacerle ver que sus esfuerzos
por instruirme no eran en vano. Fuimos muchas veces al Karaoke, a comer juntas,
la recogía de sus actividades extracurriculares, por no decir de las aburridas
reuniones en las que le tocaba hacer la labor de la desaparecida directora. Si
lo miró de cierto modo parecíamos novias, fue un rumor que nunca quise acallar,
quise que fuera verdad, pero mis malditos miedos lo arruinaron todo. Por no
decir que su contacto se convirtió en algo natural, tibio y suave a lo que mi
cuerpo se acostumbró con tal facilidad que hoy me hace tanta falta.
-Bueno no perdamos
más el tiempo, si alguien tiene esa información es Kanzaki...- Miro a la
ojiverte con cierta contrariedad, lo cierto es que mi estupidez no me permitió
preguntar a donde se marchó Shizuru.
-Él no me lo dirá a
mí, probablemente sabe el daño que le cause a Shizuru con mi terquedad...-
Admito con pesar, siento el llanto asomar a las puertas de mis ojos.
-Yo le torturaré si
hace falta- Afirma Nao con una sonrisa macabra.
-No creo que haga
falta- Dice Mai con un tic en una ceja. -Antes creo conveniente terminar el
baño y ponernos ropa, no creo que quieran ir así a verlo- Añade
al ver que estamos saliendo del agua como si nada y yo me percato de lo obvio.
-0-0-0-
Todo fue tan
rápido, pasó de envenenarme con licor hundiéndome en mis propias miserias, a
estar en la sala principal de la mansión Kanzaki luciendo mis prendas más
formales, si una chaqueta negra de cuero, un pantalón a juego y una camisa
blanca a la medida cuentan. No puedo creer que este en vilo ante los ojos
grises de ese chico, nada asusta a un Kuga, salvo que este idiota no quiera
decirme lo que quiero, porque entonces haré memoria de mi época gélida.
-Así que Kuga-san
desea saber el paradero de Shizuru- Sonríe divertido y creo que está tentando
su suerte, ya que mi paciencia es muy corta.
-Kanzaki...-
-Reito, puedes
llamarme Reito- Insisto, mi paciencia es muy corta.
-Reito...- Digo
incomoda. -Sí, quiero saber a dónde se ha ido Shizuru... tengo que devolver
algo que es muy importante para ella y que dejo olvidado en mi apartamento- Si,
se olvidó de mí, y del retrato con nuestra única foto juntas en la mesita de
noche, ese que milagrosamente sobrevivió a la tormenta que paso por allí
durante el último mes, dicho de otro modo, Yo.
-Puedes dármelo y
yo se lo haré llegar- Estoy por darle una buena...
-Es algo muy
privado Reito, algo que solo les compete a ellas dos- ¿Qué esta insinuando? La
miró incrédula.
-¡Mai!- El sonrojo
me invade.
-Cállate Kuga, ¡No
lo arruines!- Vale, esa mirada da miedo.
-Aun así, ella me
hizo prometer que no les revelaría esa información, en especial a Natsuki... y yo
soy todo un caballero- Sorbiendo su té como ella lo hacía y yo siento una
estaca de hielo en el pecho. ¿Realmente no quieres verme Shizuru? No me importa
ya no ocultar la mueca de dolor en mi rostro.
Escuchó la tasa
romperse contra el suelo, mis ojos miran con incredulidad a Nao, una que sujeta
del impecable cuello a Reito y le mira con esa locura que ya mi memoria parecía
olvidar. -Mira Kanzaki, estamos perdiendo el tiempo. Natsuki tiene que ir tras
el amor de su vida... si es terriblemente cursi para ella... lo sabemos. Si no
escupes esa información aquí y ahora, recordaremos el carnaval y no de muy
linda manera-
-Nao...- No lo
puedo creer.
-No quiero que
vuelvas a apestar a licor o herirte a lo idiota Kuga, que si voy a tener un
rival tiene que estar a mi altura- Justifica las cosas mirándome a los ojos,
sonrió con cierta nostalgia.
-Si es el caso...
¿Es verdad Natsuki? ¿Realmente quieres a Shizuru? Si no lo dices, aunque ella
me someta a tortura no lo diré- Reito me mira seriamente, como si el filo de
una navaja no rozara su cuello con una 'araña' fuera de sí.
No estoy lista para
decirlo, pero Reito parece convencido de llevarse el secreto a la tumba. -Yo...
yo a... a... quiero a Shizuru- Digo con suma dificultad, tenso la mandíbula.
Odio este grado de indefección, está herida abriéndose más al murmurar lo que
no quise aceptar mucho tiempo atrás.
La expresión seria
de Kanzaki, pasó a una sonriente y con un par de movimientos rápidos que apenas
pude seguir con la vista, el cuchillo yació en el suelo, Nao estaba tan
sorprendida como yo. Él se apartó para sentarse en un sillón y suspirar
largamente. -Kuga-san, tengo que decirte que no lo tendrás fácil... pero ante
los hechos ya no puedo negarme a darte esa información- Se mostró taciturno un
momento. -Tienes que saber que ella se marchó más que solo por sus dificultades
románticas contigo...-
-Explícate por
favor- Esto no me da buena espina.
-Lo que ocurrió
en el carnaval de las Hime ha dejado secuelas, todos los aquí presentes hemos
querido diluir el tema para no tratarlo, pero en el caso especial de
Fujino-san, las cosas son mucho más graves. Cuando ocurrió el incidente del
primer distrito, ella solo destruyó el cuartel no así a todos los miembros,
algunos de los que no estuvieron en el cuartel durante el ataque se citaron
conmigo cuando era el señor oscuro. Tengo las fichas de todos y cada uno de
ellos, algunos han rehecho su vida trabajando para grandes corporaciones, otros
muy a mi pesar se convirtieron en mercenarios. Los primeros pudieron olvidar el
incidente, los segundos no, probablemente perdieron amigos, parejas, incluso
padres o hijos. Ignoramos que les permitió concluir que fuera nuestra Ex
Kaichou la causante de incidente, pero algunas semanas antes de marcharse
Shizuru-san recibió numerosas amenazas de muerte en su contra, tanto resonó la
situación que esta información llego a los oídos de su familia. Está claro que
quien ose tocar un solo cabello a Shizuru será un buen prospecto de cadáver,
los Fujino son algo muy serio a tratar. Dicho lo anterior la familia exigió su
retorno, por ello Shizuru volvió a Kioto con ellos, ingresó a la universidad
más prestigiosa del lugar... es muy difícil entrar, pero para ella es pan
comido. Entiende Kuga, los Fujino son una familia muy poderosa en Japón, pero
en Kioto de donde son originarios, nada se mueve sin la aceptación de Takeshi
Fujino, el padre de Shizuru-
Las tres miramos al
chico con una expresión de sorpresa, ¿Acaso la familia de Shizuru es Yakuza?
¿Por qué nunca me dijo que la estaban amenazando? Si imaginé que ella
perteneciese a una familia adinerada, pero esto, supera todas mis expectativas.
-Si es de ese modo como...- Es todo mi culpa, Shizuru ahora está en peligro de
muerte gracias a mi estúpida venganza. ¿Cómo pude ser tan egoísta?
El castaño sonrió
como si me leyera el pensamiento. -Yo les ayudaré, irán las tres al mismo
instituto, pero bajo nuevas identidades, no queremos que los mercenarios las
rastren y puedan llegar a Shizuru-san... yo he hablado con su padre, le he
convencido que ustedes son los mejores guardaespaldas que pueda pagar para su
amada hija... después de todo ha visto un video de sus facultades, sobre todo
las tuyas Natsuki-
-¿De... de que
hablas Reito-san?- ¿Un video? Atónita me he quedado.
-Yukino-san me
facilitó las grabaciones que hizo con su Child en la toma del ejercito de Sears
a Fukka, obviamos claro está el lobo mecánico a tu lado... fue una ardua tarea
de edición- El chico se puso de pie mientras todas mirábamos al suelo, era
increíble que cuando todo parecía haber terminado, solo estaba empezando. Reito
posó una botella de Sake sobre la mesa y no dudo en servirnos, nos miramos a
los ojos antes de beber de un solo trago las copas.
-¿Así que has
acordado con su padre que yo me ocupe de la protección de Shizuru?-
-Me costó
convencerlo, pero se ha fiado de lo que vio... me tomé el atrevimiento de
mostrarle tu instrucción militar Natsuki, las múltiples formas de combate,
disparos perfectos, estrategia militar. Estas muy por encima de sus otros
posibles candidatos- Arguyó complacido, como si fueran sus propios méritos.
-¿Pero y nosotras?
No nos entrenamos para estas cosas-
-Hablas por ti Mai-
Apuntó Nao, ella tenía experiencia en otra clase de campos.
-Eso tuve que
maquillarlo un poco, pero también las ha admitido... no sobra decir que la paga
será muy jugosa, estamos hablando de una cifra de 6 dígitos- Dijo Reito
sonriendo. -Es un pequeño incentivo por esto de arriesgar el cuello otra vez-
-Yo lo hago gratis,
dinero no me falta- Dije sin dudar un instante.
-Yo pensaba hacerlo
por gratitud, pero no me quejo si me pagan- Sonrió 'araña' bastante más animada
con la idea.
-No lo
despreciaría, digo... así puedo abrir mi restaurante- El sonrojo de Mai delata
la vergüenza que suscita la necesidad.
-Tendrás que
recibir el dinero Natsuki, de otro modo Fujino-sama podría dudar de tus
servicios- Musitó Kanzaki con toda seriedad. -Ella sabrá tus razones, pero ante
su familia tienes que aparentar... que ni siquiera la conoces y no hay otro
modo... espero puedas ponerte de acuerdo con Shizuru, procura que no te delate
o corres el riesgo de no verla nunca más-
Mordí mis labios
con fuerza y cerré los puños con frustración sobre mis pantalones. Entonces vi
una copa de Sake frente a mí, la tendía Reito. -¿No tengo otra opción verdad?-
El negó con la cabeza, bebí como si se tratara de agua ¿Por qué la vida tiene
que complicarse tanto?
-¿Cómo vamos a
dejar de ser nosotras mismas Reito? Porque eso de infiltrarse parece algo
complicado si tenemos en cuenta que el primer distrito sabía quiénes eran las
Hime-
La sonrisa de Reito
se ensanchó, sus ojos grises delataron cierta maldad. -Kuga-san y Yuuki-san se
disfrazaran al mejor estilo masculino-
-¡¿Queeeé?!- No
esta demás decir que Nao me escupió su Sake en todo el rostro.
-Es obvio, con su
escaso pe...-
Más demoró Reito en
concluir la frase que yo en propinarle un puñetazo que lo dejo adolorido en el
suelo. -Entendemos el punto Kanzaki- Dije con una vena pulsándome en la frente.
-Bueno, por esa
suma... me visto como quieran-
-NAO- Dijimos Mai y
yo a coro.
-Entiéndeme, tú lo
haces por amor... yo garantizó la estabilidad de la familia-
-Baka...- Yo ya
había pensado en eso, pero bueno, ya que esta por la labor de colaborar no diré
nada por ahora.
-¿Y yo Reito-san?-
Preguntó Mai, es obvio que ella no puede esconder ciertos atributos. -Por otro
lado Mikoto- Estaba claro que ella
buscaría a Mikochin y esta nueva empresa se interponía entre ella y su
objetivo.
-A ti, tendremos
que teñirte el cabello y cambiarte un poco el aspecto, pero para esa titánica
tarea tendremos todo el día de mañana, las espero a las 9am y Kuga, prepara tu
tarjeta de crédito, el padre de Shizuru cubrirá estos gastos en lo venidero,
por ahora debemos tirar de...-
-Cuenta con ello,
si vamos a hacer esto bien, necesitamos más de dos mudas de ropa- Entendí el
punto.
El chico suspiró
profundamente y miró a Mai, al parecer para responder su inquietud. -Mikoto
está en Kioto... en Kiray Gakuen- Nos miró fijamente. -Ya he reservado sus
cupos para Yuuki-san en el último grado con Mikoto, para Tokiha-san y Kuga-san
las carreras por las que optaron en los exámenes de admisión, también están
listas las habitaciones para su traslados y toda la papelería está en regla...
debo admitir Natsuki que si no hubieras mejorado tus notas en estos meses esto
hubiera sido imposible. Las directivas han aceptado el cambio de género en sus
registros, de ello se encargó Fujino-sama- Tengo la vaga impresión de que todo
estaba planeado. ¿Acaso todos menos yo sabían que mi mundo se desmoronaría en
cuanto Shizuru se fuera?
Trágate tu orgullo
Kuga. -Gracias Reito, te devolveré el favor cuando quieras- Dije sonriendo.
-El vuelo está
reservado para pasado mañana- Dijo él tomando unos documentos de una mesa
cercana, que depositó en las manos de cada una, aun no podríamos creer lo que
estaba pasando.
-Oi, ¿Tan pronto?-
Refuté, pero si estamos a mediados de....
-Parece que no has
visto el calendario Natsuki... la próxima semana se iniciaran las clases y
tienen que estar allí, para probarse sus uniformes, entenderán que requieren
ajustes, ignoro sus tallas... afortunadamente para ustedes Fukka tiene un alto
nivel académico por lo que no tendrán problemas para ajustarse- Mencionó con
autosuficiencia.
-Gracias Reito...
no sabes cuan en deuda te estoy- Digo con sinceridad.
-De nada
Natsuki-san...- Luego el chico miró a la peli naranja. -Me temo que Mikoto me
ganó la partida desde el principio Mai, y como hermano mayor debo procurar su
bienestar. Su felicidad antepone la mía- Nao y yo preferimos ignorar la charla
así que nos pusimos de pie, dando por concluida la reunión.
Antes de que
saliésemos sigilosamente de la sala. -... y Natsuki. Shizuru siempre ha sido
como una hermana para mí- Esa voz me erizó la piel por un momento. -Cuida de
ella, no tendrás más oportunidades... si vuelves a romper su corazón o si
fallas yo te buscaré en el mismísimo infierno para ajustar cuentas-
Me di la media
vuelta y miré con absoluta frialdad, como lo hacía en mis mejores tiempos de
princesa del hielo. -Eso no será necesario Reito-san... yo no querré vivir si
fracaso en esto- No era necesario decir más, salí por la puerta principal de la
mansión Kanzaki. Tengo pendiente una cita con él destino... y mi destino eres
tú, Shizuru Fujino.
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Esta muy emocionante la historia, no puedo esperar arggg. Carmen.
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