Inevitable - Eugeene (Cap. 34)

EL PASADO DE KALL

Se desperezó en un intento de liberar tensión y no dormirse pero el sueño al parecer, estaba más presente que nunca, porque cuando terminó, seguía bostezando; incluso más que antes. Sin mencionar que el silencio no ayudaba en nada. Sus compañeras de cuarto estarían en algún tipo de fiesta extraordinaria completamente borrachas o inconscientes, mientras ella estudiaba para un examen. Era simplemente genial.

Se levantó y fue hacia la nevera del cuarto compartido. Tomó una bebida energizante que al parecer surtió un poco de efecto en su cuerpo y con ello, se fue a estudiar un poco más.

Entró en silencio a la habitación. Cuando se dirigía a su cama, pudo ver que en sector de estudio estaba  su compañera rubia, durmiendo sobre la mesa rodeada de libros. Al principio no quiso despertarla ya que parecía bastante cansada pero quizás tendría cosas que hacer. Se recordó que ella no era nadie para ayudarla, de todas formas ¿para que lo haría? Seguro se ganaría gritos. 

-Hey – tocó su hombro sutilmente pero no sucedía nada. Volvió a hacerlo un poco más fuerte ahora pero seguía sin obtener nada. Sí que tenía un sueño profundo. Estaba vez lo hizo con sentimiento, en cierta forma le gustaba sacudirla para desquitarse un poco con ella.

-¡Yo no fui! – se levantó en un solo segundo y quedó estática. Casi se tienta al verla de esa forma – Oh Dios mío – dijo recobrando el sentido – me quedé dormida – instantáneamente sintió su mirada verde encima - ¡¿Por qué no me despertaste antes?!  - y no se había equivocado. Recibía gritos.

-No soy tu despertador princesita – dijo de forma despectiva.

-¡No me digas princesita! – gritó de forma aguda, esta vez se había olvidado de taparse los oídos. La vio mirar su reloj – mierda, mierda, mierda – recogió un par de cosas básicas de la mesa y huyó tal cual estaba.

-De nada – gritó sarcásticamente.

-¡Púdrete! – escuchóel insulto que provenía del pasillo y se empezó a reír por el carácter que tenía aquella mujer.

Corrió lo más rápido que pudo a través del campus. Todos la miraban como loca pero no le importaba, tenía que llegar y rápido. Cuando llegó al aula, abrió la puerta haciendo que todos la miren.

-Señorita Steigh, llega tarde – dijo el profesor canoso evidenciando lo obvio – el examen comenzó hace 20 minutos.

-Lo lamento – dijo con cara de cachorrito esperando que se le permita estar en él.

-Solo por esta vez – y lo había logrado.

Luego de responder todo el examen. Fue a entregarlo y al hacerlo pidió disculpas a su titular una vez más. Disculpas que fueron más que bienvenidas. Siempre había sido la alumna favorita de aquel profesor y aunque no le gustase, no había nada que hacer respecto a eso.

-¡Kally!–Del otro lado de la galería una mujer realmente bella agitaba su brazo intentando sobresalir en la multitud por su estatura y contextura pequeña. Era tan deseada por su físico y actuaba tan infantilmente. Su mejor amiga no tenía precio -¿Cómo te fue? – recibió la pregunta de Courtney apenas cruzó el umbral de la puerta.

-Como siempre – dijo restándole importancia.

-Eso significa que es un 10 – dijo su amiga mientras la tomaba del brazo encaminándose a la cafetería -  ¿Qué te paso que llegaste tan tarde? Nunca te duermes si hay examen – le preguntó extrañada.

-Hace una semana que vengo entrenando y no duermo bien – cuando terminó de hablar, bostezó, demostrando su punto de vista – es un milagro que este parada. ¿Quieres escuchar algo gracioso? – La chica de pelo castaño asintió – me despertó Cristina.

-¡No puede ser!

-Sip – dijo volviendo a bostezar. Se dormiría aquí mismo.

-¿Por qué lo habrá hecho? – preguntó un tanto confundida.

-No lo sé – se encogió de hombros – pero te aseguró que disfruto sacudiéndome – entrecerró los ojos porque sabía que Cristina quería molestarla - Pensé que estaba en un terremoto – miró a Courtney quien se reía - ¿Qué?

-Deberías estar agradecida – recibió una mirada de hielo – digo, sino fuese por ella, no hubieses llegado al examen ¿Cierto? – vio cómo su mejor amiga abría su boca para rebatir pero nada salía de ella.

-No lo hizo de buena, simplemente disfruta sacudirme y asustarme – dijo intentando finalizar el tema-  De todos modos, ¿Cómo te fue a ti?

-Como siempre, también – y se sonrió.

-Entonces, también es un 10 – dijo y ambas empezaron a reírse.

-¿A qué hora viene Heck?- por suerte la cafetería no estaba atestada de gente, ni siquiera había gente haciendo fila para comer.

-Honestamente, solo me despertaron sacudiéndome y huí para llegar a tiempo – rebuscó en sus bolsillos pero efectivamente no estaba – me olvidé el celular.

- Eres tan hermosa – dijo en tono de burla - Le mandaré un mensaje – pasó alrededor de un minuto y la respuesta ya estaba. Le extrañó, pero no lo suficiente – dice que viene en unos minutos ¿nos sentamos?

Se acomodaron en la cafetería ignorando por completo las miradas que atraían. Unos chicos se acercaron preguntando si podían invitarlas a comer algo, a lo cual Courtney se negó muy sutilmente. Estaban acostumbradas y no por egocentrismo, sino porque así habían sido criadas. Parecía estúpido, pero su familia siempre le había enseñado que sería deseada. No lo había creído hasta su adolescencia pero al parecer su dinero era conocido y por allí venían muchos los candidatos. Su mejor amiga negaba aquel hecho ya que siempre le decía lo bien parecida que era.

‘’Si eres más bella que un ángel Kally, tienes ese cabello dorado tan hermoso y tu cuerpo se asemeja al de una muñeca todo pequeño y dulce. Si fuese chico definitivamente estaría enamorada de ti’’ Ella le preguntó porque no se enamoraba de ella como chica, a lo cual Courtney respondió, que en su corazón ya había otra persona. Solo se lo decía para molestar, pero lo que nunca entendió fue porque su mejor amiga no iniciaba algo con aquella persona que anhelaba. Ella era lo más parecido a una hermana pequeña que había tenido.  Siempre deseaba protegerla y verla feliz.

-¿Y bien? ¿Cuál elegirás? – dijo Courtney sacándola de sus pensamientos.

-No lo sé… odio trabajar con niños – dijo como si fuese repugnante.

-No son niños – Courtney negó de un lado a otro – son adolescentes.

-¡Eso es aún peor! – Su mejor amiga se reía divertidamente sobre su desgracia - ¿Acaso no recuerdas como éramos nosotras de adolescentes? – cerró sus ojos al recordar sus locuras y no quería ser presa de aquellos despiadados adolescentes.

-Nosotras éramos geniales – dijo fingiendo aires  de superioridad – estos son solo niños mimados de una academia prestigiosa – vio a Courtney sonreír maliciosamente -  ¿Me dices que le temes a simples caprichosos adolescentes? – el tono fue retador.

-Sabes que no – dijo sacando la lengua.

-¡Ya se! – el brillo en sus ojos no era nada bueno pensó Kall -¿temes que alguno de los ‘’niños’’ se enamoré de ti? – y acompañó el gesto de las comillas con sus manos.

-Solo a ti se te ocurren tales cosas – dijo de forma tan seria y divertida a la vez – y ¿tú que me dices?

-Tengo una en Maine.

-¿Un lugar más lejos no había?

-Es la pasantía con el mejor programa que conozco. Si todo va bien podré quedarme allí por un año como crédito extra – sonrió de forma satisfecha. Aunque no quería tenerla lejos, era lo mejor para su carrera, así que le devolvió la sonrisa- ¿tú harás una sola?

-¿Y estar un año con los niños caprichosos de aquella academia? – dijo como si fuese lo más aterrador del mundo.

-Okey –comenzó a reírse, Kall definitivamente no se llevaba con los adolescentes – eso te pasa por ser ayudante en clases y amar enseñar.

-Pero realmente no es lo mío – observó el comienzo de la tarde en todo su esplendor a través de la ventana al lado de la cual estaban sentadas – adoro enseñar pero quiero ser abogada institucional.

-Y lo serás – declaró de forma orgullosa Courtney. Estaba segura que Kall lograría cualquier cosa que se propusiese - ¿Pero irás desde el comienzo?

-No, antes tengo otra pasantía en un buffet en Oregón.

-Woooaw, estaremos realmente lejos los primeros meses.

-Cierto – admitió con un tono de tristeza.

-No te preocupes – posó su mano sobre la piel blanca de Kall- cuando terminemos, viviremos juntas – y pudo ver como el rostro de la rubia se iluminaba – jamás te libraras de mí.

-Lo sé y eso… ¡Es lo peor! – ambas comenzaron a reírse.

 En eso, llegó un chico alto, de casi metro noventa pelo castaño tirando a rubio, ojos miel y de condición atlética a la cafetería. Todas las chicas lo miraban y él parecía ignorar por completo aquel acontecimiento. Parecía perdido hasta que las vio y saludó animadamente hacia ellas.

-Hola bebé – dijo de modo tierno y cariñoso antes de besar en la boca a la rubia - ¿Cómo te fue?

-Bien – dijo con una sonrisa tonta en el rostro. Los besos de él, le encantaban - ¿a ti?

-Excelente, soy capitán del equipo – admitió con una sonrisa de triunfador en su rostro.

-¡Eso es genial! – Dijo Courtney – te felicito, sé que lo querías tanto –se levantó a abrazarlo y pudo notar la incomodidad de Heck en sus hombros. Raro. 

-Me alegro mucho amor – dijo ella luego de que se soltaran de aquel incómodo abrazo y ella pudiese por fin besarlo - ¿Cómo quieres festejar? – preguntó de modo inocente, pero luego de soltar aquella pregunta, pudo notar el deseo en los ojos de su novio. Se sonrojó con facilidad pero no desvió la vista. Simplemente se quedaron allí, consumiéndose de ganas.

-Okey – Courtney se levantó y colocó su bolso en uno de sus hombros – debo irme – saludó de igual forma para ambos, un beso en la mejilla – hablamos luego.

-Espera – alcanzó a decir antes que ella se vaya – nos encontramos en la tarde ¿cierto? – yla vio asentir rápidamente, luego se fue -¿Qué pasa con ella? – lo dijo más para sí misma pero cuando Heck respondió se dio cuenta que había hablado en voz alta.

-No lo sé – se acercó más a Kall y la rodeo con sus brazos – pensemos en mi celebración – y con ello empezó a besar su cuello.

-No seas ninfómano – dijo riéndose. Aún estaban en la cafetería.

-En todo caso sería ‘’sátiro’’ – y acompañó el gesto con las comillas – ninfomanía es solo un término femenino.

-Que inteligente – levantó sus manos en signo de resignación – sedúceme con tu conocimiento.

-No me tientes Kall – dijo dándole un beso rápido – no me tientes. Ven conmigo – con su mano tomó a Kall y la tiraba hacia arriba.

-¿A dónde? – dijo divertida.

-Te tengo una sorpresa – guiñó un ojo y le sonrío tan atractivamente. Lo amaba.

-Genial, amo las sorpresas – caminaron abrazados y entre besos.

-Desde aquí tapo tus hermosos ojos – escuchó al momento que su vista se vio impedida. Todo estaba negro pero no tenía miedo, porque era el amor de su vida quien la guiaba. Caminó unos 20 pasos y en sus mejillas chocó el aire fresco y puro de la tarde. Estaban afuera, en alguno de los tantos espacios verdes de Harvard – Puedes ver ahora – declaró su novio.

Cuando los abrió, la luz del sol, la hizo parpadear repetidas veces para acostumbrarse. No se había equivocado, estaban en el parque de las flores como lo llamaba ella. Era su lugar favorito. Lo verde era hermoso y solo se opacaba por la belleza de los distintos tipos de plantas que el club de jardinería cuidaba tan celosamente. En un espacio había un mantel con una cesta. Era un picnic lleno de velas, y pétalos de rosas. Heck camino hasta el mismo y tocó un control remoto. Empezó a sonar su canción, la que los identificaba.

-Mira al cielo amor – cuando hizo caso a lo que su novio decía, pudo distinguir en lo azul unas palabras. ¿TE  CASARÍAS CONMIGO KALL?Estaban en blanco y gruesas, como si recién lo hubiesen dejado al mensaje. Una lágrima rodó por su mejilla como muestra de felicidad. Volvió la vista a su novio que ahora estaba arrodillado sobre su pierna derecha con una cajita de terciopelo azul oscura abierta. En ella, un hermoso anillo con una piedra incrustada se asomaba - ¿Qué me dices? ¿Pasarías el resto de tu vida conmigo? –Al no escuchar respuesta se asustó y agregó – No te digo que nos casemos hoy o el mes que viene, pero quiero que nos comprometamos porque amo estar contigo y desearía que sea así el resto de mi vida - Asintió repetidamente porque su voz estaba quebrada producto de la emoción ¿Qué si quería casarse con él? ¡Por supuesto que sí! Lo deseaba desde siempre.

Bajó a besar a su novio quien la abrazó tan delicadamente pero a su vez con pasión. No estaba segura de llegar a conocer del todo a Heck, siempre caía con sorpresas nuevas y siempre terminaba encantándole. Era tan hermoso, atento y preocupado por ella. Adoraba su carácter y cada vez estaba más segura de la respuesta que acababa de darle.

-Gracias por hacerlo especial – y aunque él lo tomase como simples palabras de agradecimiento, ella realmente lo sentía desde su corazón.

-Gracias a ti bonita – la tomó por la cintura y la elevó hasta que quedó por encima de su cabeza – por aparecer en mi vida – y desde aquella posición, como una película de amor. Se besaron tierna y dulcemente.

Se sentía tan feliz y podría morir ahora mismo si quisiese. Porque había encontrado el amor y para su suerte, era compartido. Daría lo que fuera por congelar aquel momento. Estar en los brazos de Heck para toda la vida y tener una amiga como Courtney no tenía precio. Se sentía tan afortunada.

Más adelante se daría cuenta que ese momento, sería el último que querría congelar de aquella vida universitaria. Todo tan perfecto y hermoso, parecía irreal. Lo peor sería, que realmente, era irreal.

Nota de la Autora:  Hola chicas, primero que todo, a partir de éste capítulo comienza EL PASADO DE KALL. Por ende, se narrará como si fuese la actualidad, pero ha sucedido hace años… Saludos y disfruten

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