Es Complicado - Silvia - 6

Capítulo 6

Ya habían transcurrido tres meses y la boda se aproximaba, faltaban tan solo 2 semanas, Katherine estaba más estresada de lo normal, tenía que entregar trabajos de la universidad que aún no había comenzado. Pero lo que más le aturdía era que en tan solo unos días estaría compartiendo hogar con Nina, le emocionaba y odiaba la idea, quería estar con ella pero también quería estar a kilómetros. No se habían visto desde la incómoda cena que habían sostenido, sabía que George y Sofía siempre estaban juntos pero no sabía nada de Nina. Lo extraño fue que ella y Jennie se habían hecho buenas amigas, Jennie constantemente la visitaba e incluso le ayudaba con algunos trabajos del colegio, a Katherine se le hacía una buena persona, ya la consideraba como una amiga. Lo raro era que algunas veces Jennie se comportaba de manera extraña con ella, Kat prefería pensar que solo era parte de su imaginación, no lo tomo como algo importante.

Definitivamente como lo había prometido, había abandonado las drogas, aún seguía el deseo de probarlas, sin embargo, sabía que si lo hacía incluso solo una ocasión más tendría una fuerte recaída y no las abandonaría así que trataba de esforzarse teniendo mucha fuerza de voluntad. En ese momento se encontraba en la clase del profesor Graham, no le prestaba atención gracias a lo absorta que estaba en sus pensamientos. Decidió salir de ellos y prestarle atención a la clase. Katherine se encontraba estudiando una ingeniería literaria, amaba todo los que tuviera que ver con la literatura y el arte, ahí la razón del por qué quiso estudiar esa carrera sumando el trato de George.

-No obstante si no tenemos alguna idea cuyo proyecto literario no se centre en el tema ya ejercido no podremos crear algo coherente o interesante, ahora...el poema que tienen que entregar en unos días se trata de eso, primero creen una idea en su subconsciente chicos, no la piensen demasiado o se frustrarán y terminarán realizando una basura-Risas-Por ejemplo necesitan concentrarse en su fuente de inspiración, si su fuente es algún bosque o paisaje vayan a escribir ahí, si su fuente es alguna comida, postre, etc, vayan a algún restaurante y escriban ahí, si su fuente es alguna persona piensen en ella, véanla o hablen con ella, conozcan, recuerden no pensarlo demasiado o se quedarán atascados, también utilicen metáforas porque ese es un factor importante que va a su calificación-Sonó el timbre lo que dio por terminada la clase, todos comenzaron a tomar sus cosas-¡No lo olviden chicos, utilicen fuentes de inspiración!

Katherine salió de la clase y se dirigió a su hogar, subió a su coche, lo encendió y se dispuso a manejar, de camino un semáforo se sostuvo en rojo por lo que tuvo que quedarse momentáneamente ahí, fue cuando comenzó a pensar en voz alta

-¿Fuentes de inspiración?¿Cuál es mi fuente?...-Katherine apoyó su cabeza contra el volante del coche y dio un largo suspiro. Había estado pensando sobre aquel poema, no sabía que escribir y eso le frustraba, no tenía ni una sola idea. El sonido de la bocina de un coche le distrajo, entonces se dispuso a seguir con su camino, ya se le ocurriría algo en que pensar.

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¿Qué diablos estoy haciendo en la habitación de Katherine?- Susurró Nina a sí misma.

Esa mañana George había llamado a su madre para invitarlas a comer por la tarde, ella no había salido a la universidad y Sofía suplicó por que fuera con ella, no tuvo más que resignarse, le agradaba y no le agradaba la idea, si ya saben por qué, por Katherine. No le había visto desde aquella cena, sabía que vivirían en el mismo lugar en solo 2 semanas más, no paraba de pensar en ello.

Volvamos a la situación. Nina y Sofía llegaron casa de George, esperarían a Katherine. Nina estaba tan nerviosa y a la vez de mal humor, necesitaba tranquilizarse. Pregunto a George en donde se encontraba el baño, sabiendo en donde estaba se dirigió hacia el pero...se topó con la habitación de Nina, la curiosidad le gano y asegurando de que nadie la viera entro. ¿Qué es ese olor? Olía como a flores, canela o...algo parecido, no podía percibirlo pero la inundo por completo. Observo una cama espaciosa con sábanas lilas, almohadas acomodadas a la perfección, se veía tan cómoda. Nina se acomodó en esta palpando las suaves mantas, las acaricio como si de Katherine se tratase, por un momento divago, se la imagino acostada tal cual un ángel, serena, amorosa, amable, le sonreía a Nina, si, se la imagino, deseando que estuviera ahí, deseó tocarla, deseó...besarla y que el beso se hiciera inmensamente infinito, pero...no podía, no era posible.

¿Qué era lo que tanto le atraía de Katherine?, le atraía pero le desagradaba, eso estaba claro. Se sentía como en un mar lleno de confusiones que lentamente le ahogaban, sin embargo, nada le obsequiaba respuesta alguna a las muchas de sus dudas. Se encontraba perdida en un bosque de emociones las cuales no podía controlar, como si todos los animales salvajes que residían en su bosque se pusieran en contra suya, todos se rebelaban y no había nada que pudiera realizar para tranquilizar la situación, ni aún el más mínimo de los intentos por aclararse hacían efecto, en ese momento sintió como si sus emociones se hubieran puesto en un estado de anarquía, no dejaban manejarse. Nunca le había sucedido nada parecido aquello, todo en su vida  mantuvo el control que manejaba a la perfección, nada se le salía de las manos, siempre fue muy madura, supo controlarse desde su niñez, su inteligencia le ganaba a todas las cosas, pero ahora...todo se le desbordaba, se ahogaba y nadie le ayudaba, no tenía aún el valor de siquiera hablarlo con alguien, a su madre le daría un infarto, con su padre no tenía la confianza gracias a su homofobia, y a su mejor amiga tal vez se lo confesaría pero ni hoy, ni mañana, ni en unos meses, no juntaría el valor, no sabía cómo explicarlo, nadie le había advertido sobre esto, no encontraba solución alguna para lo que estaba pasando.

Nina se percató de que su "Ida al baño" ya había demorado bastante, por lo que se dispuso a salir de la habitación, entonces oyó pasos subir por las escaleras.

-¡Mierda!-Susurro, acto seguido, salió galopando de la habitación. Pero fue demasiado tarde, sintió un cuerpo chocar contra el suyo y perdió el equilibrio desplomándose sobre el suelo.

-¡Auch!-Gritaron Nina y Katherine al mismo tiempo.

-¿Nina?

-Eee sí, amm lo siento, me confundí creyendo que era el baño.

-Haha ¿Estás segura nena?

-¡Dios,si!
-Seguramente pensaste que era el baño, que incluso cerraste la puerta pero después de minutos sales, oh lo siento es sólo que creíste que era el baño ¡HA HA HA!. -Exclamo Katherine irónicamente.

-¡No pienso convencerte, eso fue lo que sucedió!.

-Ya no tengo hierba, lo deje, por sí eso es lo que buscabas.- Dijo Katherine

-¿Qué? Mira no voy a discutir contigo así que por favor déjame.

-Está bien, pero temo que puedas si quiera ponerte de pie.-Katherine realizo un gesto de dolor actuado.

-¡Claro que puedo!-Nina aún permanecía en el suelo.

-¡Creo que no nena!

-¿¡Podrías por favor parar de decirme nena!?

-No lo creo nena.-Katherine noto la cara que Nina ejercía. -Haha ¡tranquila!

-¡Ugh cállate! -Nina realizo un intento para ponerse de pie pero al instante se desvaneció. Todo ocurrió muy rápido, al momento en que Nina se desvaneció y estuvo a muy escasos centímetros de besar el suelo de nuevo, sintió como los brazos de Katherine le rodeaban un poco arriba de la cintura, la sintió tan cerca, la sintió respirar sobre ella, era una sensación tan placentera, el simple hecho de que el cuerpo de Katherine se encontrará tan cerca del suyo le hacía temblar, Nina sólo quería tocarla en esos instantes, sentirla toda suya, besarla, acariciar su cabello al momento en el que ambas se compartían pero...eso no ocurriría ni en su otra vida pensó.

-¿Creías que dejaría que te matarás no es así?-Espetó Katherine

-¿Qué no acaso lo deseas?

-Por mucho que te odie, no deseo que nada malo te suceda.-Nina ya estaba de pie pero aún tenía a Katherine respirando sobre ella, sosteniéndola para que no cayera, Nina después de oír aquello quedo en total silencio, por unos segundos ambas quedaron en esa posición.

-¿Planeas quedarte así por siempre?-Cuestiona Nina a Katherine.

-No, te llevare a la cama.-Nina se atragantó al escuchar eso.-¡Tranquila! No te haré nada.

-No dije que me harías algo, esa no fue la razón de que me atragantara.

-¿Enserio? ¿Entonces cuál fue?-Cuestionó Katherine.

-Eee...Ninguna, siempre me pasa, es como algo habitual.

-Katherine río- ¡Sí, claro!, vamos, te llevare para que te recuestes e iré por el botiquín.-

Dicho esto, Nina se sostuvo del hombro izquierdo de Katherine y Kat llevo su mano a la cintura de esta para que no cayera, movimiento que le causo un escalofrío de deleite a la ya herida chica. Cuidadosamente Katherine dirigió a Nina hacia su cama, las luces aún no estaban encendidas, el corazón de Nina martilleaba velozmente. Katherine le ayudo a recostarse sobre la cama, tomándola ligeramente por la cintura, Cuando Nina rozó un poco el cuello de Katherine por el movimiento que esta ya efectuaba, percato su aroma e inmediatamente la embriagó, de nuevo la sensación de éxtasis se apoderaba de su ya lastimado cuerpo, sintió como un calor repentino le recorría el cuerpo. Después de ayudar a acomodar a Nina, Katherine suavemente le tomo los pies que aún se encontraban por fuera de la cama y los llevo hacia esta, con eso se dirigió hacia el baño en donde se encontraba el botiquín y lo llevo a donde ya hacia Nina.

Katherine encendió las luces y Nina notó como iba hacia ella con un botiquín blanco, Kat se acomodó a un lado suyo, así podría ver lo que le sucedía.

-¿En dónde te duele?-Preguntó Katherine.

-Justo aquí-Nina señalo su rodilla derecha seguida por la pantorrilla.

-Álzate los Jeans.-Nina hizo caso a lo dicho, el calor que desde momentos atrás sentía no desvanecía, estaba 100% segura de que su rostro ya se encontraba totalmente rojo, podía sentirlo.

-¡Wow! Si te diste un buen golpe, te desinfectare la herida de la rodilla y para lo de la pantorrilla Umm...parece ser que te torciste, así que tendré que darte un pequeño masaje en esa parte.

-Pude haberlo hecho yo sola.

-Muy bien, entonces tendré que irme- Katherine cerró inmediatamente el botiquín, lo tomo y se levantó de la cama, dio un paso pero las manos de Nina en su brazo le detuvieron.

-¡Espera!...lo siento.

-¡Aleluya! ¡La primera vez que te disculpas conmigo!

-Y no lo haré de nuevo así que siéntate y cúrame.

-Está bien...-Katherine tomo algodón del botiquín y un poco de alcohol, el algodón lo remojo con la sustancia líquida.-Temo que esto dolerá un poco.-Cuando Kat enuncio esto le miró directamente a los ojos,  Nina notó que ahora los tenía verdes, tal cual como las hojas de un árbol que no se marchitan pero dan la noción de que nunca lo harán, esos ojos le parecían tan adorables como si pudiera ahogarse en ellos, la majestuosidad en ellos le hacían olvidarse del mundo, de su existencia, del tiempo, de todo lo que se encontrará a su alrededor. La advertencia de dolor no pareció importarle. Katherine llevo el algodón empapado de alcohol a la rodilla sangrante de Nina y dulcemente la limpio, Nina no noto el más mínimo sufrimiento, se encontraba ahí, no obstante estaba tan absorta en la mirada de Katherine que no percibía ninguna sensación más que la de los del par de ojos desnudos pertenecientes a la chica que le curaba en esos precisos instantes, no lograba retirar la mirada, era incluso como una droga, desde la primera vez que conecto con ella sintió la profundidad de aquellas pupilas al ser percibidas.

Kat apartó la mirada de Nina instantes después de que todo el procedimiento de la rodilla lastimada concluyera.

-Dijiste que dolería.- Espetó Nina.

-¿Notaste que dije que sería solo un poco?

-Ni un poco sentí.

-Bueno...eso es extraño.

-Lo sé, fuiste tú.- Dijo Nina.

-No entiendo.- Declaro Katherine con confusión.

-¿Qué es lo que le ocurre a tus ojos, por que cambian de color?- Dijo Nina repentinamente.

-Son ojos sacros, pero... ¿por qué dijiste que fui yo?- Dijo Katherine.

-¿De qué hablas?

-Hace un momento me dijiste que no sentiste nada al ponerte alcohol lo cual es extraño respondí y después me dijiste que fue por mí.

-Umm... Eee... no recuerdo haberte dicho eso.- Dijo Nina nerviosamente.

-No te creo, dime ¿por qué dijiste eso?

-No lo dije.

-Sí que lo hiciste.

-No lo creo... ¿te encuentras bien?-Espeto Nina. Sólo quería salir de esa situación, deseaba no haber dicho aquello, lo dijo sin pensar pero finalmente así es como lo sintió, fue Katherine la que logró con solo una mirada larga sacarle el dolor, ni siquiera lo sintió, pero en ese momento solo quería esquivar sus preguntas, tenía que actuar o terminaría diciendo alguna estupidez.

-No, definitivamente no.- Dijo Nina.

-Lo hiciste y no sé por qué no quieres decirme.- Reclamo Katherine

-No lo hice y no sé por qué sigues insistiendo en que lo dije.

-Porque así fue.

-¡Estás loca!-Exclamo Nina en tono de burla.

-¡No, tu lo estas!

-Mira...no pienso pelear así que me voy con mi madre.-Dijo Nina.

-Y yo no pienso esperar a que me digas a que te referías hace un momento pero antes de que te vayas... ¿No te olvidas de un ligero detalle?-Cuestionó Kat.

-Umm... ¡Oh si! Mi pantorrilla...aún me duele.

-Exacto, ponte de espaldas.

-¿Qué? ¿Para qué?

-Si lo prefieres puedes quedarte así pero te será incómodo.

-Umm, supongo que tienes razón.-Dicho esto, Nina se acomodó de espaldas, observó que Katherine se dirigió a uno de sus cajones y sacó lo que parecía ser algún tipo de acote, segundos después percibió el aceite que lentamente vertía Katherine en su pantorrilla, seguido por las suaves manos que lentamente recorrían la parte lastimada,  Nina estremeció al sentir el tacto de las delicadas manos de su ayudante, dolía pero cuanto más masajeaba Katherine, más la sensación lastimosa iba yéndose, así permanecieron por minutos hasta que Nina ya no sintió más la torcedura que se había hecho al caer, pero no quería decirle a Katherine ya que eso implicaría que su leve y dulce tacto se fuera, ya era tarde, ambas se dieron cuenta de ello por el llamado de sus padres.

-Creo que tenemos que irnos...-Espetó Katherine.

-Umm sí.

-¿Te sientes mejor?

-Si...tendré que agradecerte, así que gracias.

-No es nada-Katherine río.

-¿Por qué ríes?

-En tan solo este rato me has dicho gracias y lo siento, ¿sabes? ¡Eso es un acto de dios!

-Y comenzare a arrepentirme si no dejas de repetirlo.

-Está bien...pero...ahora no soy tan mala persona como creías ¿no es así?

-Eso creo...ahora me resultas un poco menos desagradable Hahaha.-Confeso Nina

-Me alegro...digo...enserio lo hago, tu sabes...no me gusta estar así con una persona, ni siquiera te conozco como para llevarnos de esa manera.

-Si...lo sé... ¿Paz?- Nina estrechó su mano en dirección de Katherine.

-Paz.- Katherine realizo el mismo acto y ambas se tomaron de la mano haciendo el movimiento de arriba hacia abajo un par de veces, se soltaron, acto seguido, se sonrieron sinceramente y bajaron a comer.

-Nina tan solo tenía 3 años y aún no podía pronunciar correctamente, entonces grito al mesero ¡Yo quería un helado, no un maldito pudín! -Todos estallaron en risotadas. Ya se encontraban en el comedor.

-¡Desde niña maldecías, Wow!-Dijo Katherine.

-Lo debe haber escuchado en alguna parte, Nina nunca ha sido grosera.- Declaro Sofía.

-Sí, bueno...-Pronuncio Katherine pero Nina le interrumpió.

-Nunca he sido grosera, a veces algunas malas palabras salen...pero ¿a quién no le ha pasado?

-A mi -Dijo Sofía.

-Cariño...-Espetó George.

-¿Qué?

-A cualquier persona le ha pasado, no te creo.

-Yo no soy cualquier persona.

-No dije eso, es sólo que...quiero decir ¿enserio?- dijo George.

-Sí, ¡enserio! ¿Por qué nadie lo cree?

-Porque eso no es posible.-Dijo Nina.

-Claro que lo es, yo solo sigo los mandatos de nuestro dios.-Reclamó Sofía.

-No existen tales mandatos mama.

-¡Claro que los haya Nina!

-No los...-El sonido del celular de Nina les interrumpió, Nina atendió. -Jennie!... Umm si ok...oh si...aquí esta Katherine por cierto...¡tranquila!...sí, yo le digo...si...está bien...ahí te veo...adiós.

-Era Jennie, ¿Katherine, te gustaría venir con nosotras?-Preguntó Nina.

-Umm, si claro, ¿a dónde?

-A un club de la ciudad.

-Ok, está bien.-Katherine afirmo.

-Genial, salimos en unos minutos.

-Ok, iré a cambiarme.

-¡Cierto!- Tendré que ir a la casa, me veo horrenda.-Exclamo Nina.

-¡Oh vamos!, no me hagas reír.- Reclamo Katherine.

-¿Por qué lo dices?

-No necesitas arreglarte, te ves hermosa así, te ves hermosa de todas las maneras posibles.- Nina se sonrojó.

-¡Oh gracias! pero creo que enserio me veo fatal.

-¡No, claro que no! Pero mira...para qué no vayas hasta tu casa, te prestare algo mío ¿Te parece?

-Umm...sintió que es mucha molestia.

-¡Oh vamos hija! Al fin se llevan bien, acéptalo.-Comentó Sofía. Nina y Kat rieron.

-Está bien.- Dijo Nina.

-¡Genial, vamos!-Katherine tomo la mano de Nina y la dirigió con ella a su habitación, gesto que le pareció tan dulce a Nina, se sentía tan reconfortante, quería quedarse así por siempre pero cuando llegaron a su habitación la soltó.

-Umm este te quedara a la perfección.- Katherine sacó un vestido de su armario, era corto y un tanto ajustado, definitivamente era sexy, negro reluciente, con escote en la parte del pecho, de igual manera por detrás.- Y también estas hermosuras.- Eran zapatillas de tacón alto, color gris opaco pero brillante que combinaban justo al par con el vestido.-Toma, yo iré a cambiarme a la habitación de George.-Nina los tomo y agradeció, observó como Katherine se marchaba y procedió a vestirse.

Minutos después, tal y como Katherine lo había dicho, le quedo justo, pero tenía un problema con el cierre por lo que tuvo que llamar a Kat que minutos antes la había escuchado caminar por el pasillo ruidosamente gracias a sus tacones que hacían eco por toda la casa.

-¿Katherine?-Dijo Nina alzando la voz par que le pudiera escuchar.

-¿Si?-Respondió Kat.

-¿Podrías ayudarme con el cierre?

-Claro.-  Fue ahí cuando la deseó más que nunca antes lo había hecho, llevaba un vestido rojo lo suficientemente corto para que sus bien formadas piernas relucieran, le ajustaba a su perfecto y hermoso cuerpo, junto con un gran escote en la parte superior que le hacían notar un poco los pechos, ni muy grande pero tampoco muy pequeños, perfecta, si, así es como la denomino en sus pensamientos. Nina se dio cuenta de que se había quedado demasiado tiempo contemplándola así que nerviosamente dijo:

-Amm... Eee, Sólo sube el cierre, no lo alcanzo.-Titubeó Nina

-Ok...te quedó perfecto por cierto.-Nina sintió como una de las delicadas manos de Katherine la tomo por la cintura y con la otra le subía lentamente el cierre, como si lo hubiera hecho al propósito pero era solo su imaginación pensó.

-Gracias.

-Por nada. -Dijó Katherine.

-Entonces... ¿Nos vamos?

-Sí, vamos.

Ambas se despidieron de sus respectivos padres y se dirigieron al club, creyendo que todo estaría bien pero les esperaba una larga noche.

Nota: Gracias a todos(as) los(as) que me han leído hasta ahora, gracias por sus opiniones c: ¡Les deseo felices fiestas y feliz año nuevo! Un abrazo :3

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La Teta Feliz Historias y Relatos ® Silvia - Derechos Reservados

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