Pedacitos de mi vida - Yosuen - 9

Pase unos días en el hospital, estuve  bajo observación una semana para estar seguros del que el golpe en la cabeza no dejara secuelas, todo ese tiempo mis hermanas, abuela y madre me visitaban pero era realmente aburrido y frustrante estar en esa camilla. Los dolores de cabeza no cesaban, pero el doctor dijo que era normal por las diez puntadas que tenía, aunque eso no me convenció ya que esas imágenes seguían apareciéndose en mi mente.

Conocí a una linda enfermera, todo el tiempo estaba sonriendo, pero cada vez que me sonreía una proyección de ella aparecía en mi mente, en donde ella en realidad estaba sufriendo, una noche antes de que saliera del hospital trate de averiguar qué es lo que le pasaba. Fracase al intentar saber lo que le pasaba, era una chica que no le gusta platicar su vida, muy reservada, casi como yo.

Al llegar a casa mis familiares me recibieron, me preguntaban sobre el accidente, como había sido, si me dolía aun el golpe de la cabeza, les conteste lo que había pasado, buen lo que me acordaba, esa tarde fue muy ajetreada. No podía moverme mucho por los golpes,  aún tenía el cuerpo a dolorido, así que debía estar en reposo  dos semanas, la escuela la había dejado dos días antes de que pasara el accidente.

Mi madre se sentó frente a mí - Bueno y ahora ¿qué vas hacer?, renunciaste a la escuela, no puedes quedarte en la casa sin hacer nada, y no tienes derecho a salir un año de aquí, así que ve pensando lo que vas hacer – Sin más se levantó y fue hacia su lugar de trabajo, estaba claro que sería prisionera de mi propia casa.

No recuerdo el tiempo exacto que pasó, mis heridas sanaron y el doctor me dio de alta,  después me entere que la persona que salió de aquel auto era nada más que el hermano de Keely, Erick, fue a visitarme a mi casa, me sorprendió mucho que fuera.

- Hola- dijo con esa cálida sonrisa que se parece tanto a la de Keely

- Hola- dije sonriendo una imagen paso en mi mente, Erick lloraba, el dolor de cabeza fue notorio y él se percató. 

- ¿Estas bien?- tomo mi hombro  y me miraba a los ojos

- Si, es que me deslumbro tu sonrisa- dije riendo para que no se preocupara

- jajaja graciosa-  dijo con tono sarcástico – en serio, ¿te encuentras bien?

- Si- reía por el comentario que hice-  no te preocupes, es normal por el golpe en la cabeza – levante una parte de mi pelo y  señale la parte izquierda en la que se podía apreciar una parte rapada un pequeña venda cubriendo la herida. Él se acercó para observarla mejor.

- ¡Ooo vaya! Si esta grande – Se alejó y se me quedo viendo - ¿Recuerdas algo de lo que pasó?- me recosté en la silla y di un suspiro.

- No, no mucho- me quede calla unos segundo y proseguí  - solo que me quede dormida y después desperté y estaba todo oscuro, no sabía en donde estaba ni que había pasado, no tarde mucho consiente solo pude ver a un auto pasar y creí ver a alguien peropienso que fue mi imaginación- lo mire y le sonreí, me quede pensando y lo capte - ¿Cómo supiste?

- ¿el qué?-

- Lo del accidente, ¿Cómo es que estas aquí?, casi nadie sabe- me que mirándolo esperando la respuesta.

-¿En verdad no recuerdas nada?- baje mi mirada tratando de hacer memoria, tratando de acordarme – Creo que es normal, cuando te encontré ya casi estabas inconsciente- Levante  mi  mirada hacia él, y recordé el choche que se estaciono y aquella persona que salió-yo fui quien te dio los primeros auxilios – arquee mis cejas demostrando impresión.

- ¿Fuiste tú?- una lagrima resbalo por  mis mejillas, rápidamente la limpie con mi mano y le sonreí diciéndole – Gracias

- ¿Te acuerdas?- dijo con asombro.

- Aaaa, solo que un coche se estaciono y que alguien bajaba de él y me llamaba, pensé que fue mi imaginación.

-No era tu imaginación, cuando vi el accidente de lejos quería ayudar de algún modo y me estacione, las luces te alumbraron y logre reconocerte, me baje sin pensarlo, estabas casi inconsciente.- Lo miraba con los muy abiertos, impresionada – te di los primeros auxilio y trate de ver si había más gente, pero solo estaba el conductor, ¿venias sola en la furgoneta?

- No, había más gente pero supongo que bajo antes, y el conductor, ¿como esta?- Se me quedo viendo.

- No lose, no quise moverlo, podría lastimarse más de lo que estaba, y ahora no se escucha mucho sobre ese accidente.

- ¡ooo vaya!,  ¿y tú como has estado?, hace tiempo que no nos vemos. – le sonreí  esperando que me contara su tristeza.

- Bien, acabo de terminar mi carrera de Gastronomía, estoy muy bien- sonreía pero algo dentro de mí me decía que no era cierto me lo quede viendo fijamente- ¿Qué?

- mentiroso – y sin tapujos le pregunte -  ¿por qué estas triste?- Abrió los ojos impresionado  y se quedó en silencio

- ¿Cómo lo supiste?- aún estaba impresionado

- Soy bruja – Reía- dime ¿qué te paso? – Se acercó a mi rostro y se quedó viendo a mis ojos

- dime como lo supiste y te cuento lo que me pasa- estaba serio, y retrocedí un poco – nadie en mi vida se ha dado cuenta cuando estoy triste o cuando estoy enojado- ahora me veía fascinado-  ni siquiera Keely- en cuanto escuche su nombre inconscientemente mis orejas se mostraron en un color rojo, mi corazón se empezó a acelerar y mis manos me temblaron un poco.

-está bien pero espero que  no intentes enamorarme– dije  riendo, para que quedar claro que eran solo bromas aunque ya estaba de más decirlo.

- jajanoo ese trabajo se lo dejo a Keely-  me lo quede viendo atónita, y me puso evidentemente nerviosa, tratando de que mi mente procesara lo que había escuchado- ¿quee?- dijo divertido -  ¿Enserio pensaste que no sabía?, la verdad es que tu si no puedes ocultar las cosas, eres muy obvia- la temperatura de mi cara subió considerablemente hasta que se tornó un color rojizo.

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La Teta Feliz Historias y Relatos ® Yosuen - Derechos Reservados

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