CAPITULO 4
El sol entraba por la ventana… y su cuerpo aún seguía
arropado por el mío y su brazo no se había soltado de mi hombro…su rostro
seguía ahí acurrucado en mi pecho…y la sonrisa de mi rostro no tenía
comparación… lo que había pasado en esa noche no sólo fueron los fuegos
artificiales de sensaciones, pero fue el descubrir que yo a esa mujer la quería
más de lo que podía reconocer y aceptar, que lo que yo sentía por ella era
demasiado parecido a un amar, quizás en ese momento debí haberme dado cuenta,
que cuando se siente tanto en tan poco tiempo, lo más probable es que se pase
de un recibir mucho a un recibir nada, en un chasquido de mis dedos… pero en
ese momento, todo era tan sur real que nada de ese pensamiento era capaz de
entrar a mi cerebro ingenuo.
Mis dedos entrelazados a los de ella, su mano
totalmente arropada por la mía y en mi cabeza sólo los recuerdos de aquella
noche no dejaban de sorprenderme… ella se entrego a mí, y la hice sentir lo que
mi boca no se atrevía a decir… y yo me entregué a ella, sin esperar nada a
cambio… agaché despacio mi rostro y desde esa posición podía ver otra vez
aquellas pestañas que tanto recordaba como unas alas de mariposa… pude ver su
rostro apacible y su pecho llenarse de aire y exhalar…jalé un poco la sábana y
me encontré con su desnudez… la belleza de una mujer desnuda no es comparable
con ninguna hermosura terrenal…y ella en esa cama abrazada a mi… era divinidad
completa… me acerqué a su frente y la bese tiernamente, y con ese leve roce… ella
empezó a moverse.
Ángela: buenos días salvajita – me dijo entreabriendo
los ojos –
Teresa: Buenos días princesa – le dije mientras me
acercaba a sus labios para besarla – ¿y a quién le dices salvajita?? ¿A mí??
Ángela: a quien más, no recuerdo otra mujercita
hermosa que me haya hecho tantas cosas maravillosas en esta cama – su rostro se
sonrojó mientras lo volvía a esconder en mi cuello –
Teresa: pero te gusto no?...eso te hace a ti otra
salvajita mas – se lo dije mientras me metía debajo de la sabana, para robarle
besos a su barriguita –
Ángela: para para…que me haces cosquillas… jajajaja… PARA…
jajaja – su cuerpo se retorcía a mis besos y yo la sujetaba más fuerte para
acercarla –
(ring, ring, ring)
Teresa: ¿llamaste al servicio de habitación o algo? –
le dije mientras la veía con mi mentón apoyado en su abdomen –
Ángela: no para nada… recién desperté contigo… ¿qué
será?
Teresa: - me moví de encima suyo y un vacio en el
estómago me hiso presentir algo que no me gustaría – mejor no contesto – mire a
Ángela con duda –
Ángela: contesta, seguro que es para recordarte que
solo hasta medio día te puedes quedar….de paso pides el desayuno ¿sí? – su cara
sonriente me convenció y tomé el teléfono –
Teresa: ¿Alo?... - un silencio prolongado y luego esa
voz que conocía tan bien –
Diana: qué bonito Teresa… muy bonito….
Teresa: Diana… ¿cómo supiste dónde estaba?
Diana: tu madre me dijo con un regocijo extremo que te
habías ido de viaje con una amiga… y hasta me dijo donde… Iquique no es tan
grande…llame a todos los hoteles y créeme no hay muchas Teresas Torre
Teresa: Diana tenemos que hablar… no por teléfono…
Diana: claro mientras yo andaba probándome el vestido
de novia de NUESTRA BODA… tu andabas de paseo con la chilena ¿no??
Teresa: Diana no es así….es que tenemos que hablar… dame
media hora y hablamos tranquilas… ¿sí??
Diana: ¿te la tiraste?? – Su tono de voz alterado y
tembloroso me decía que estaba a punto de llorar y eso me dolía –
Teresa: Diana por favor
Diana: ¿TE LA TIRASTE? ¿SI O NO?
Teresa: Diana no hagas esto por favor te lo ruego… cálmate
un poco y hablamos como adultas ¿sí?
Diana: DIME DE UNA PUTA VEZ SI TE TIRASTE A ESA
CHILENA DE MIERDA….
Los gritos salían del teléfono y sabia que Ángela
había escuchado semejante frase, la vi pararse de la cama y venir a mi lado
para sostenerme la mano…y mirando fijamente a esos ojos verdes le respondí…
Teresa: no Diana…no me la tire…ni me la folle, ni nada
de eso hice con Ángela, nosotras…. hicimos el amor…- un silencio incomodo lleno
el teléfono, Diana no hablaba más y yo no sabía que más decir –
Diana: eres una puta Teresa… siempre lo has sido… eres
una vagabunda… TE ODIOOO!!! TE ODIOOO!!
Teresa: lo siento Diana… lo siento… espero algún día
me perdones…un matrimonio sin amor Diana, es un fracaso, espero algún día lo
entiendas y me perdones…
Diana: entiende tu esto Teresa… las vas a pagar… - el
sonido de la línea al ser colgada inundo mi oído… Diana me había colgado –
Puse el auricular en su lugar y no pude evitar
sentirme mal, un sin sabor en la boca, un dolor de cabeza, y un vacio en el
estómago ahora me poseían toda, no podía mantenerme ni sentada en la cama… así
que me recosté con la mirada fija al techo…lo que había hecho, había sido una
canallada, había lastimado a alguien a costa de mi felicidad y eso no era
correcto… en ese momento no preste mucha atención a las palabras de Diana “las
vas a pagar”… debí haber prestado mucha más atención a esas palabras…quizás me
hubiera ahorrado muchas lágrimas, pero en ese momento ya era demasiado tarde… Ángela
estaba ya metida demasiado adentro… Ángela se acerco a mí y me abrazó como
cuando abrazas a tu hijo, sentía su consuelo su protección en ese abrazo y me
fascino, me sentí tan a salvo que no quise apartarme de su abrazo
Ángela: todo estará bien mi amor, ya lo verás….yo te
dije que no quería nada más que la noche que me diste y lo mantengo, regresa
con Diana si quieres y arregla las cosas, estoy segura que ella sabrá perdonar
– me separé de su cuerpo y de golpe me senté en la cama para ver en sus ojos si
eso que decía era verdad –
Teresa: Ángela… después de lo que hemos vivido y
sentido, ¿tú crees que yo puedo regresar a mi vida normal?
Ángela: lo sé lo sé… yo se que te pensaría a cada
instante…estoy segura….pero que te puedo ofrecer…yo no puedo decir que me
gustan las mujeres y…
Teresa: - la tomé de las dos manos y la hice enfrentar
mi mirada – lo que pasó anoche… fue algo más que lujuria y pasión, anoche me
entregué a ti y a lo que sentía por ti que no quería reconocer, anoche te amé
Angi… sé que es pronto para decirlo pero…lo sentí… y sé que no me puedes
ofrecer nada… pero vivamos esto y ya después veremos… TE AMO y no lo quiero
callar más…
Ángela: - sus ojos se llenaron de lágrimas, sus ojos
me miraban con fervor y amor, era sincera esa mirada…o al menos lo parecía – yo
también te amo…y quiero estar contigo…
Teresa: ¿entonces?..- la miré sonriente – ¿Ángela
Ximena Fusaro Ricketts quiere ser usted mi novia?
Ángela: novia no….
Teresa: ¿cómo?... ¿no quieres??
Ángela: no mi amor… quiero ser tu polola…
Las carcajadas llenaron la habitación….y como dos
niñas nos echamos a reír en aquella cama, abrazadas y con nuestros labios como
testigos y los que sellaron el momento… era mi primera vez como polola y ya me
estaba gustando, aunque no podía evitar ese vacío que seguía en mi estómago por
lo que había pasado con Diana, pero Ángela, con su risa, su sonrisa y ese
encanto y chispa tan especial me hiso olvidar todo… en instantes… estaba
segura…ya no había más duda, estaba con quien quería y debía estar, y no me
apartaría de ella me repetía en la mente.
Ese día no salimos de la habitación de ese hotel hasta
que el sol se oculto…nos amamos…con todas las letras que tiene la palabra...nos
acariciamos cada espacio desconocido de nuestros cuerpos y en cada beso
repartimos los “te amo” guardados, fuimos una sola…ya no éramos dos mujeres
sino una sola…yo aún sentía ese vacío y es que aunque sabía que lo de Diana
había terminado hace mucho tiempo antes de que yo conociera a Ángela, no fui lo
suficientemente capaz o de ser valiente seamos sinceros…de decirle que lo que
sentía por ella nunca fue amor, sino un gran querer pero que no me daba
ilusión… con Diana compartí emociones intensas, vivencias imborrables, pero Ángela
había escrito más historia en dos días que el año que llevaba con Diana…dicen
que existe alguien que es sólo para ti en el universo, que es esa persona la
que te hace sentir completa y plena, y que el universo confabula para que esas
dos personas se acerquen… pues yo siempre creí que eso había pasado con Ángela…
el avión, el niño llorón, sus pies descalzos, sus ojos verdes, su desaparición
y ahora este encuentro, todo habían sido casualidades pero que de casualidad no
tenían nada, estaba escrito que de millones de personas que existen en la
tierra, haya sido exactamente ella la que se acomodara a mi costado en ese
avión y que haya sido la responsable de mi sonrisa tonta en ese fin de semana
en Iquique.
Era un día que tenía que quedarme en esa playa….pues
ese fin se convirtió en casi 4 días, los días en los que guarde los más
hermosos recuerdos, en el que construí las mas maravillosas sonrisas, en los
que cree un mundo con ella en el que solo importábamos las dos y nadie
más…Diana me llamo un par de veces más, por fin pude hablar con ella
calmada…era cierto que ella estaba molesta conmigo y yo triste por lo pasado,
pero así debió pasar, ahora que lo pienso y lo recuerdo, creo que de otra
manera no hubieran sucedido igual las cosas, lo que yo sentía por Ángela iba
más del entendimiento de alguien racional, iba más allá...y eso al final lo
entendió Diana, bueno al menos eso me hizo creer, terminamos conversando como
adultas y aceptando las situaciones, no me canse de pedir perdón, no me canse
de disculparme, pero tampoco me canse de defender mis sentimientos por Ángela,
ni de recordarle a Diana que lo que viví con ella sería único, pero había
llegado a su final, así ella dejo de llamar y yo a punto de las lágrimas en ese
aeropuerto.
Ángela: no te quiero ver así por favor, no lo soporto,
quisiera no partir…- mis ojos la miraban y mi mano acariciaba la suya que tenía
apoyada en mi mejilla secando mis lágrimas –
Teresa: haría lo que fuera por estar junto a ti,
siento que me están jalando de un cordón a la fuerza para separarme de ti – mis
ojos eran dos goteras que no dejaban de derramar lágrimas –
Ángela: mi amor, yo iré a NY y estaremos juntas, ya lo
veras todo será hermoso, ya verás – sus ojos ya no me miraban, se escondían
tras sus pestañas para tratar de apartar las lágrimas –
Teresa: ya tienes q irte, ya es la última llamada para
tu vuelo – su mano no se soltaba de la mía –
Ángela: no quiero… pero debo – mi mano seguía sujeta a
la suya y no pude aguantar más –
La sostuve fuerte de la mano y la jalé a mi cuerpo y
le di un beso lleno de amor, fue un beso simple de labios solamente y de
escasos segundos pero me quede apoyada a su frente y mis lágrimas se encargaron
de mojar el momento, pero lo que más recuerdo de ese instante fue que ella no
me aparto, ni tampoco se incomodo, ni intento alejarme por el miedo a que nos
vieran, al contrario se quedo ahí, con sus manos entrelazadas por las mías y
nuestras frentes pegadas mientras nuestros ojos no se atrevían a abrirse para
ver el desenlace… basto un “última
llamada para el vuelo a Santiago”, para que mi corazón se encogiera de
tristeza.
Teresa: ese es tu vuelo – hablé sin abrir los ojos o
despegarme de su frente –
Ángela: lo es, me tengo q ir – su voz sonaba a
sollozo, ella sufría como yo –
Teresa: no quiero abrir mis ojos, no te quiero ver
partir
Sostuve fuerte su mano, y sentí como su frente se
despegaba de la mía y como su cuerpo se alejaba del mío, contuve mi cabeza
gacha con los ojos fuertemente cerrados, no quería ver, no quería… mi brazo fue
alado por su mano, a la que no quería soltar pero debía, y así se fueron
desenredando sus dedos de los míos hasta soltarnos completamente… trate de
mantener los ojos cerrados el más tiempo posible… de verdad no quería verla
partir… no se cuanto duro el momento pero cuando por fin me di valor de abrir
mis ojos… me encontré con esa realidad funesta, ella ya no estaba allí.
Camine un par de pasos tratando de recobrar el aliento
y algo de aire que sentía me faltaba, ya no podía respirar de todas las ganas
que tenía de llorar, y de pronto como un rayo, me llego a mí esa decisión… que
si me preguntan ahora casi dos años después, hubiera hecho exactamente lo
mismo, no le hubiera cambiado nada…miré la pantalla con todos los vuelos,
busque el de ella y la puerta de salida y corrí como loca, empujé, maldecí,
salté y llegue hasta el lugar por donde ella debió entrar y sólo pude ver el
movimiento del avión al despegarse de la manga de abordaje, y ahí mismo entre
mis pensamientos abstractos y tontos, y mi poca cabeza y mi mucho corazón lo
hice… corrí de vuelta como loca, si hubiera sido una corredora de 100 metros… créanme,
hubiera batido un récord ese día… llegué al counter con media palabra en mi
vocabulario pero con toda la idea completa en mi mente… pedí lo que tuve que
pedir y a dos horas de haberse ido Ángela, yo ya estaba montada en un avión
hacia mi destino.
Ángela: disculpe señora, pero esta medicina solo la
puede encontrar en la farmacia del centro, si quiere puedo hacer una llamada
para que se la separen y usted va hasta allí sólo a recogerla
Cliente 1: ay gracias señorita, si fuera tan amable
eso sería fantástico
Ángela: no se preocupe para eso estamos, me da un
momento que yo llamo – lo dijo volteándose para darle la espalda a la cliente –
Cliente 2: ¿y señorita tendrá una medicina para un
padecimiento que se llama “Angelitis Aguda”?
Ángela no volteó, levantó la vista de la computadora
donde consultaba algo, y mirando la parte trasera de la farmacia, sólo se quedo
estática, creo que trato de adivinar la voz, de quizás convencerse que no era
quien pensaba, pero sólo se quedó allí estática
Cliente 2: tiene la medicina o es que esa enfermedad
no tiene cura….porque yo creo que la medicina sólo la puedo encontrar en esta
farmacia
Despacio, fue muy despacio, ella poco a poco fue
virando su cuerpo, y al mismo tiempo agachando la cabeza, si mirada fija en el
piso, pero todo su cuerpo ya de frente no dejaba que esa carita se enderezara….levanto
la vista poco a poco y pude ver una lagrima acumulándose en sus ojos verdes
Ángela: dime que no es verdad – me dijo, fue lo único
que me pudo decir me confesó tiempo después –
Teresa: soy de verdad Angi, y aquí estoy
Salió de detrás del mostrador y se acerco a mí, yo
creo que si hubiera podido correr y saltar el mostrador lo hubiera hecho, me
abrazó fuerte como no queriendo dejarme ir, metió en mi cuello su rostro y
lloró como una niña, los clientes allí parados no entendían nada, pero a ella
no le importo y a mi menos, la había extrañado tanto, aunque sólo un día nos
hubiéramos separado, pero fue suficiente para darme cuenta que a esa mujer la
adoraba y la amaba con todas mis fuerzas y que tenía que venir detrás de ella,
porque la necesitaba para respirar…me acerqué a su oído y le susurre – no podía dejarte ir y aquí estoy - ella enfoco
si mirada en mis ojos y mis palabras, porque en ese momento esa mujer
sólo me miraba los labios, yo estaba segura que se moría por darme un beso,
pero se contuvo por el lugar donde estábamos, pero sus ojitos verdes pasaban de
mirar mis ojos para pasar luego a mis labios…yo también lo deseaba, pero sabía
en qué situación estábamos así que sólo le sonreí y la volví a abrazar.
Le dijo a su compañera de trabajo que la cubriera y de
allí salimos de frente a su auto, caminábamos separadas, pero con un cómplice
roce de nuestras manos íbamos sonriendo camino al auto…ni bien llegamos ella
partió, no me pregunten donde porque creo que ella tampoco lo supo, sólo
queríamos salir de ese estacionamiento, llegamos a algo que parecía como un
malecón o que se yo, lo único que importaba es que no había nadie y ahí sin
esperar a que ella apagara el auto me lancé a besarla, otra vez esos labios tan
suaves, esas tiernas caricias de sus manos, ese aliento irresistible y esa
lengua con toda esa humedad embriagadora, nos besamos como locas, entre suspiro
y suspiro y los “te amo” que nos dedicábamos, las sonrisas entre besos y todo
seguía siendo mágico, la amaba, como la amaba.
Ángela: mi amor, ¿qué paso? Como es que estas aquí –
me dijo mientras se acercaba a mi boca por un beso suave –
Teresa: te fuiste y te llevaste mi corazón tenía que
recuperarlo así que te seguí, espere casi 6 horas por el siguiente vuelo pero
fue la espera más dulce, porque sabía que tendría recompensa, ¿no es cierto? –
le levante una ceja mientras la miraba fijamente –
Ángela: uhmm no se, ya veremos cómo te portas para
darte tu premio – me miro pícaramente y otra vez nos encontramos en un beso –
Teresa: entonces nos vamos ya a mi hotel, arranca que
no hay tiempo que perder – me senté derecha en el asiento mientras la miraba de
reojo –
Ángela: ¿a no señorita usted me dice que pasó?, tu
trabajo ¿no dijeron nada? ¿Cuánto tiempo te vas a quedar?
Teresa: ok, se acabo la magia… ¿sabías que tienes un
don especial para matar mis ilusiones?...amor que importa el trabajo, estoy
aquí ¿no?
Ángela: amor se que lo importante es que estemos
juntas, pero tu trabajo es importante igual, no puedes ser tan cabeza loca
Teresa: ok, ok, tienes razón…te explico pero después
volamos al hotel ¿ok?
Ángela: nada de volar, todavía no he terminado en la
farmacia, regreso a trabajar y cuando termine te recompenso o te premio o las
dos cosas ¿ok? – me lo dijo con ese gesto particular de sacar la lengua y
cerrar el ojo, me encantaba y con eso me convenció –
No demoré mucho en explicar, que pedí licencia en el trabajo,
que obviamente la excusa de mi madre había sido la perfecta, que a mi madre le
había dicho que encontré algo en Chile
que me había fascinado y que me tenía que quedar a investigarlo, claro no le
dije que mi hallazgo fue Ángela y que de todas maneras investigaría a esa mujer
en todos sus rincones… fue una conversación corta, nuestras ansias
apremiaban…no pude decirle cuanto tiempo me quedaría porque ni yo mismo lo
sabía, pero las dos preferimos no ponerle límite de días a nuestros días
juntas.
Ese día y los 30 días después que le siguieron de ese
mes fui religiosamente a recogerla del trabajo, fuimos a cenar, a pasear, a
vagar, a divertirnos como niñas en los juegos mecánicos, a tirarnos palomitas
en el cine, a reírnos como locas y amarnos por las noches, mañanas o tardes en
las que se podía, viajamos, paseamos y vivimos un mes inolvidable, nos
separamos muy poco solo por la navidad en la que viaje dos días a pasarlo con
mi madre y ella me espero a mi regreso vistiendo mi regalo de navidad…que simplemente
fue su desnudez vestida de su hermosa belleza en aquella cama de hotel que
tantas veces había sido cómplice de nuestro amor…si me preguntan, ese mes se
paso casi por arte de magia volando, no hubo día que sintiera fuera lo
suficientemente largo para decirle o demostrarte a mi mujer que la amaba, el
tiempo no me alcanzó para darle los detalles más sublimes, todos los días había
algo escrito en un papelito dentro del auto, o una visita sorpresa siempre a
comprar chucherías en esa farmacia, hasta el cuarto del depósito de medicinas
nos había visto intercambiar más que tertulias sobre esas cajas estáticas…fue
maravilloso, pero otra vez nos vino la razón a las dos y se nos vino de prisa y
acelerada, el dinero se acababa y yo no hallaba más excusas para ausentarme del
trabajo así que en una noche de llanto de ambas decidimos que ya era tiempo de
que regresara a mi lugar, pero con la promesa de que ella iría a visitarme
pronto y que el teléfono, la internet y los mensajes serían nuestros lazos para
no dejar de demostrar que nos amábamos…y así pasó un jueves recuerdo bien que
partí de Santiago, un vuelo nocturno en el que me lleve a cuestas los últimos
besos que nos dimos a escondidas en el baño del aeropuerto y los escritos en mi
mano del puño y letra de mi polola y en el bolso la revista aquella que nos
separo los primero meses de conocernos y que sería la posta que yo debía
entregarle cuando ella me fuera a visitar…así nos hicimos el compromiso, de que
esa revista que llevaba mi email escrito sería la que viajara de lugar a lugar
donde nos encontráramos para nunca olvidar que fue el destino quien nos unió y
no una casualidad.
Teresa: Tete está esperando mil horas tantas
horas…donde estará mi polola… digo ¿DONDE ESTARA MI POLOLA????
Ángela: ya amor, ya voy déjame termino de arreglarme
el cabello
Era increíble tenerla otra vez junto a mí, saber que
estaba en el cuarto de baño de mi departamento arreglándose para salir conmigo,
tres meses había sido la separación y nos había costado pero ahora estábamos
juntas otra vez y listas para ir a celebrar nuestro cuarto mes juntas.
Teresa: aquí es, cierra los ojos – la tome de las
manos y despacio la hice entrar a esa galería que hace un tiempo atrás iba a
ser el lugar de recepción de mi boda –
Ángela: ¿amor, dónde me estás haciendo entrar?
Teresa: ya lo veras te gustará
El lugar era extrañamente esquicito un antiguo museo
convertido a galería de arte, que por casualidad ese día exhibía cuadros de
ángeles…ángeles, arcángeles, querubines, cupidos… ese lugar estaba rodeado de ángeles
por todas sus paredes…poco a poco acerque a Angi hasta donde la quería tener e
hice que abriera los ojos.
Ángela: ¿qué es esto amor?... ¿estamos en el cielo?
Porque hay mucho angelito – me dijo con su mirada pérdida en el escaneo de esas
paredes –
Teresa: es que hoy es un día especial y quería hacer
algo especial – le dije mientras acomodaba su rostro para que me enfrentara con
su mirada –
Ángela: si ya se amor 4 mesecitos
Teresa: si amor 4 mesecitos de amor, pero hoy también
quiero hacerte una promesa – sus ojos verdes me miraban expectantes –
Ángela: ¿una promesa? – la tomé de la mano otra vez y
la lleve al centro del salón de esa gran galería –
Teresa: si mi amor una promesa…ven dame tus dos manos
– cogí sus dos manos entre las mías y la miré fijamente y le dije – hoy que
cumplimos 4 meses, me ha parecido el momento preciso y exacto para decirte una
vez más que te amo…estos meses separadas me han enseñado que si se puede amar
lo que no se ve…me has enseñado que todo se puede con confianza, y que el mayor
éxito y logro en esta vida no es tener lo mejor sino tener con quien
compartirlo y en eso te doy gracias porque tú has llegado a mi vida para
completarla…te amo Ángela Ximena, y aquí en medio de este salón rodeada de Ángeles
y arcángeles y en frente de ti mi amor, el angelito que ilumina mi vida, te
quiero prometer que te voy a amar para siempre, pase lo que pase lo voy a hacer
para siempre – sus ojos se llenaron de las goteras de lagrimas que querían
salir –
Ángela: yo también te voy a amar para siempre
En ese instante lo que faltaba se hizo infaltable, y
lo que sobraba se hizo insobrable, sólo se necesito un beso nuestro, un beso de
aquellos que lo entregan todo y no esperan nada, sus labios húmedos y tibios
arroparon los míos calientes y mojados, fue un beso sentido que comunico lo que
el silencio no nos dejo expresar… allí estábamos las dos en medio de ese salón
rodeadas de Ángeles besándonos como si el mundo se fuera acabar en ese
instante.
Teresa: - me separé un poco de sus labios y en un
susurro dije – vámonos de aquí
Ángela: si por favor….
El golpe a la puerta se pudo haber sentido dos
departamentos más abajo y dos más arriba, mi espalda quedo marcada con las
vetas de la madera de la que estaba hecha esa puerta, pero en ese momento no importo…
mi mujer estaba deseosa de hacerme suya y arrinconada contra esa puerta yo
estaba disfrutando de sus besos llenos de fuego…me abrace a su cuello y mis
piernas a sus caderas… me llevo por los aires y las sonrisas intercaladas entre
besos llenaron el espacio de nuestro trayecto a la habitación…ella había
aprendido a amarme con pasión, con lujuria, pero también con ternura, con
dulzura y encanto, y de alguna forma ella había sabido dar una dosis de cada
sensación cada vez que me hacía suya, algo que me pareció de lo más único y
exquisito…despacio me colocó sobre la cama, mi espalda iba descansando despacio
sobre el cobertor, en el centro mismo de esa cama mi cuerpo fue acomodado, y en
un movimiento rápido cual gata ella se escabulló con su muslo apretando mi
entrepierna, su mano sujetando la mía sobre mi cabeza y su boca enterrada en mi
cuello… pequeños jadeos salían de mi boca con cada mordida que le daba a mi
piel enrojecida, que húmeda se llenaba de deseo por encima de mi hombro… podía
sentir su lengua batir los deseos que evaporados emanaban de mi piel, mi hombro
se hizo entonces objeto de su deseo y a leves mordiscos dejo marcando su pasión
en mi piel… sus manos incansables recorrían de arriba abajo mi silueta, pasando
y repasando por mis senos y cintura el leve tacto de sus dedos buscando las
curvaturas más peligrosas, mi pezón embelesado ya saltaba de emoción y no falto
un leve apretuje por sus dedos que no dejaron de recorrer esos lados… su mano
era experta ya, tantas veces nos habíamos amado que sabía exactamente qué
hacer, dónde tocar y cómo hacerlo….deslizó su mano por debajo de mi camiseta
sin dejar de sostener la otra que aún apretaba por la muñeca por encima de mi
cabeza, sentí su tacto recorrer mi abdomen, y luego irse al centró de mis pechos
para luego apoderarse del derecho, un apretón leve y yo con el daba un gemido
al aire, otro apretón un poco más fuerte y con el ella volvió a poseer mi boca
en un beso húmedo lleno de su lengua de fuego…su muslo seguía frotando mi
entrepierna y yo ya sentía que el río de sensaciones de ese lugar mojaría mi
pantalón y el de ella en ese derramar, pero ella parecía no percatarse, no sé
que quería demostrar pero lo hacía demasiado bien….me levantó la camiseta y por
fin soltó mi muñeca y en ese luchar de quitarme la ropa también voló por los
aires mi brasier… de torso desnudo echada frente a ella no podía más que
mirarla como sus ojos verdes escaneaban mi cuerpo semidesnudo, y como el brillo
de su deseo llenaba de luceros esos ojos…posó su mano en mi cuello para luego
deslizarla tocando mi piel por en medio de mis pechos, luego por el contorno de
mis costillas para luego con sus dos manos acariciar mi abdomen al que luego
abrazó y alzado en el aire lo atrajo a su boca para besar mi ombligo… mientras
no perdía tiempo de subir sus manos por mi espalda…para formar en el aire la
figura de una danza aérea de ella arrodillada en esa cama y mi cuerpo sostenido
solo por sus brazos.
Me dejó caer despacio otra vez en el cobertor y
dándome vuelta se hecho sobre mi espalda… su muslo volvía a encallarse en mi
entrepierna y sus labios en mi nuca, para luego bajar por mi cuello, mientras
sus manos buscaban las mías para entrelazarlas… nuestras pieles eran de fuego,
la calentura de esos cuerpos era locura… mi cuerpo me gritaba la necesidad de
sentirla, pero ella por alguna razón no dejaba que la despojara de sus ropas,
yo cerraba los ojos y estiraba mi cabeza al cielo y es que sus besos en mi
espalda era de los más eróticos que haya sentido, la dosis perfecta de lengua,
la cantidad adecuada de humedad y la suavidad perpetua de sus labios… sus
labios seguían bajando por el centro de mi espalda y mientras más se acercaba a
mis nalgas más se erizaba mi piel…sus manos no me soltaban hasta que por fin
llego a mis nalgas donde con sus manos apretó y besó sobre el pantalón….no
aguanté más el placer y dándome vuelta en la cama, la encaré y con su mirada
sorprendida por mi hazaña, le empecé a quitar su camiseta y con ella su brasier
y sin esperar a que reaccionara sus pantalones y pantie volaron por los
aires….ahora ella estaba en desventaja, pero no tardó en ponernos en igualdad y
las dos en desnudez nos encontramos enroscadas en el medio del colchón…sus
besos de fuego iban en aumento, ya no era mi cuello mi protagonista pero mis
pechos que se llenaban del calor de su lengua y la humedad de su saliva, cada
succión era un gemido y cada jugar de su lengua con mi pezón era una marca de
mis uñas en su espalda….me miraba deseosa y no perdía la vista de mis gestos de
éxtasis a sus caricias…mientras su boca aún devoraba mis pechos acomodó su
pubis al mío y el leve toque de sus vellos acariciaron mi piel desnuda de mi
monte de venus, sus movimientos de caderas apretando su pubis al mío me volvían
loca, ya no había humedad en ese lugar pero una inundación de los jugos del
deseo…poco a poco fue dejando mis pechos totalmente enrojecidos para seguir el
camino de mis músculos tensos por la pasión, su boca seguía el camino y de
pronto se detuvo allí frente a mi pubis….delicadamente abrió un poco más mis muslos
y sosteniéndolos por las rodillas empezó a besarlos de afuera hacia adentro,
besos intensos que provocaron más éxtasis, hasta llegar a mi ingle donde los
intercambio por besos delicados que luego fueron reemplazados por su lengua que
bajaba desde mi monte de Venus en un línea recta hasta el empezar de mi rajita
y allí se detuvo y me dijo mirándome desde abajo – feliz cuatro meses mi amor – y con esa frase abrió mis labios y metió su
lengua en mi rajita buscando mi clítoris el cual saco de su lugar a succión,
llevándome a mí al éxtasis, sus labios se encargaban de masajearlo entre ellos
y su lengua recorría esa rajita de arriba abajo haciendo que se llenara de más
y más de fluidos, su lengua ponía empeño en mi clítoris pero quien se abría
cada vez más era mi coñito buscando que esa lengua entrara en más
profundidad….mi mujer conocía mi cuerpo y sabía que era lo que deseaba, así que
sin esperar metió su lengua de fuego en ese agujero y con estocadas firmes de
su lengua endurecida me hizo retorcer de placer encima de esa cama, sus
estocadas firmes y rápidas estaban llenando mi vientre de un calor
indescriptible mientras sus dedos se apoderaban de mi clítoris también
endurecido en un frote casi salvaje… mi pelvis se movía como loco ante
semejantes caricias y mis pechos aguantaban recios las estocadas de mis manos
apretándolos para buscar algo de desfogue ante tanta sensación desmedida… su
boca se apretaba más a mi rajita y cuando ya sentía que me vendría en una
explosión, ella se metió entre mis piernas en una tijera perfecta y con un
vaivén poderoso nuestros clítoris chocaron y nuestros jugos se mezclaron y ella
dominándome y apretándose, logró un grito casi ensordecedor mientras mi cuerpo
se tensaba en el aire y mi coño se bañaba de más deseo, pero el movimiento no
paró, mi mujer no había terminado y yo ayudando con la poca cordura que aún
llevaba seguí pegando mi rajita a la suya y en ese apretar de sus dedos y sus
ojos cerrados supe que ya estaba cerca así que acelerando más y haciendo la
fricción más enérgica me vine en otro orgasmo mientras mi mujer volaba también
con el suyo propio… los movimientos de caderas fueron desacelerándose y
nuestros pechos jadeantes se fueron acomodando uno encima del otro mientras con
un beso lleno de amor íbamos sellando que lo nuestro seria para siempre.
Verla partir ya no dolió tanto, pues para nuestros 6
meses yo iría a Chile, era una fecha especial para mí, porque para ese entonces
yo ya estaba segura que era a ella a quien quería en mi vida para siempre, y a
diferencia que con Diana, el anillo de Ángela lo elegí con el corazón, fui a
miles de lugares y ninguno parecía el perfecto hasta que en una joyería casi
desierta encontré el anillo perfecto, un diamante con dos esmeraldas pequeñas a
sus costados, daba la impresión que era un fruto con sus hojitas, ese era me
dije cuando lo vi y sin pensarlo dos veces, en su interior le hice grabar
nuestra palabra favorita “definitivamente”, y así quedo sentado que en nuestros
6 meses yo le pediría la mano a la que quería como compañera para toda mi vida…
el destino otra vez se encargo de torcer todo, y tuve problemas en el trabajo y
mi viaje no se pudo hacer, cuando le conté a Angi algo en ella cambió, no sé si
fue decepción o que se yo pero simplemente cambió… seis meses cumplíamos y lo
celebramos en la oscuridad de una cena romántica cibernética y aunque a mi
parecer salió espectacular, algo tenía yo metido en el corazón… muchas peleas
le siguieron a esa celebración, la falta de atenciones de ella conmigo y el
repentino interés de salir a divertirse con la nueva compañera de trabajo, mis
celos volaron las esquinas de mi cordura y Ángela sólo se alejaba más y más… era
una noche de martes, aún lo recuerdo bien y casi una madrugada de
miércoles y el recuerdo sigue intacto,
yo no podía dormir y sentía un nudo en la garganta, mi polola estaba demasiado
inerte conmigo y su desatención para conmigo era más que evidente, algo estaba
pasando pero yo quería creer que era sólo el estrés aunque en el fondo sabía
que era algo más, pensando se me hizo ya
la madrugada y no pude esperar más, la mala espina carcomía mis entrañas y
necesitaba que la voz de mi novia me reconfortara.
Teresa: ¿alo?... hola mi amor – su voz dormitada se
escuchaba casi como un susurro –
Ángela: ¿Tete?... ¿qué hora es?... ¿por qué me
despiertas a esta hora? – su voz cambió rápido al de una molestia –
Teresa: perdón mi vida, pensé que no te molestaría,
antes no lo hacía, al contrario te gustaba que te llamara de madrugada…
Ángela: ay Tete, tengo que trabajar a las 7, no es que
me moleste es sólo que es un poco desconsiderado sabiendo que mañana tengo todo
el día de trabajo…
Teresa: yo también trabajo temprano, pero disculpa fue
una desconsideración, perdona no lo vuelvo a hacer
Ángela: ay ya Tete, deja de pedir perdón… me despertaste
por algo no?, que pasa?
Teresa: nada….ósea si pasa es sólo que me siento muy
inquieta por eso no pude esperar para llamarte después – mi voz se iba apagando
y no sabía porque –
Ángela: ¿qué te inquieta? – su voz sonaba molesta como
si de verdad escucharme la molestara –
Teresa: Angi… ¿tú me amas? – lo dije casi en un
susurro pero se escucho muy claro –
Ángela: ¿cómo?...
¿a qué va la pregunta Tete?... ¿qué pasa?
Teresa: - un miedo me lleno y temí volver a preguntar
pero lo hice – Angi por favor ¿dime tu me amas?
Ángela: ¿por qué tanta preguntadera?, ¿Tete me llamas
en la madrugada solo para preguntar eso?, si que te volviste loca mujer…- su
negativa de responder, y su evasiva, me ensombrecieron la vista –
Teresa: - mi voz me temblaba y todo el cuerpo se
inundo de frio – qué está pasando Angi, qué te está pasando?
Ángela: ¿pasándome?... nada Tete, estoy bien, ¿qué te
pasa a ti con todo este interrogatorio??
Teresa: a ti Angi, ya casi no me dices mi amor, sólo
Tete, ya no recuerdo la última vez que me dijiste que me amabas, antes no
podías estar sin escuchar mi voz ni un par de horas, ahora si no te llamo puede
que no sepa nada de ti en días….no me digas que no pasa nada, ¿por qué si lo está
pasando, es acaso Daniela?... ¿ha pasado algo con ella?
Ángela: ay ¿Tete, qué te pasa? Ya vas a empezar con
tus celos, no, no ha pasado nada con Daniela, estoy con mucho estrés en el
trabajo, ya sabes lo de la denuncia, mi curso, es eso estoy muy ocupada..
Teresa: ocupada para mí pero no para salir a
divertirte con Daniela los fines de semana no?
Ángela: ay Tete si me llamaste en la madrugaba para
pelear por tus celos te corto mejor ¿ok?
Teresa: no no, no cortes… lo siento… pero es que por
primera vez siento que mis celos no son irracionales, algo pasa y sé que ella tiene algo que ver…
Ángela: Dios Tete, siempre tiene que ser todo sobre ti
¿no?, ¿no te has puesto a pensar que puede ser esta vez algo sobre mi? – mi
garganta se iba encogiendo y con ella mi mano se apretaba más en un puño –
Teresa: si tienes razón, entonces si es algo, algo te
pasa y obviamente sólo te pasa a ti… ¿entonces conversemos dime qué pasa?
Ángela: ay Tete, es que no sé sólo que no sé ya….
Teresa: ¿no sabes qué?...no sabes de mi o de ti… ¿o no
sabes de mi amor por ti?
Ángela: porque siempre tiene que ser sobre
ti….demonios….no Teresa no es sobre ti… es sólo que yo… pfffff… es que…
Teresa: ¿es qué? ¡Habla de una vez por Dios!!!!
Ángela: ¡ya!!! Estoy confundida Teresa… yo ya no se…
“Confundida”, resonaba en mi cabeza como una palabra
sin significado, en ese momento de verdad no me había percatado que ella me
había dicho que no sabía, que su confusión era yo, no lo vi venir y me tomó por
sorpresa.
Teresa: ¿no sabes qué?... no sabes que sientes, ¿no
sabes si quieres estar conmigo?, ¿no sabes qué?
Ángela: no sé nada, estoy confundida….creo que es
mejor que nos demos un tiempo para saber qué me pasa…
Teresa: ¿un tiempo?... ¡¡UN TIEMPO!!!, ¿acaso me has
visto cara de reloj?... ¿para que quieres un tiempo para alargar lo que no te
atreves a decirme ahora??... ¿para buscar el valor o que se yo que sea lo que
busques hacer?... va a doler igual ahora o mañana así que dilo y no seas
cobarde…
Ángela: porque siempre haces las cosas tan
difíciles….esto no es fácil
Teresa: ¿y tú ves acaso que yo estoy jugando a dos manos
de lo fácil que lo hago?... ¿qué piensas? Que todo lo que me dices me resbala… me
estas matando Ángela… ¿acaso no lo ves?
Mis lágrimas empezaron a brotar, aunque no había
escuchado la estocada final, era demasiado obvio lo que diría, pero aún así en
mi ingenuidad de que era de verdad sólo una confusión apele a que
recapacitaría.
Teresa: mi amor, ¿estás confundida por?... ¿la
distancia?... amor yo voy a ir para cuando cumplamos siete meses, ya lo tenía
preparado iba a ser una sorpresa….
Ángela: si Teresa, es la distancia, pero no lo es
todo, tus celos, tus reclamos, te dije que me estaban cansando, prometiste
cambiar y todo seguía igual…
Teresa: pero como querías que cambie, si esa colega
tuya esta sobre ti todo el día, y tú me confirmaste que ella parece le gustas,
como no estar celosa, como no reclamar que en vez de quedarte conmigo una noche
prefieras salir con ella… dime… no soy tan irracional es lógico…
Ángela: si Tete, pero la distancia… y yo aún no sé si
me gustan los hombres o las mujeres…
Teresa: ¿qué cosa?... ¿cómo que no sabes?... no seas
hipócrita, sabes bien lo que te gusta, deja de esconderte en suposiciones
tontas, te gusto yo y soy mujer, y punto….conclusión te gustan las mujeres, qué
más quieres saber ¿ah?
Ángela: ya Tete, por favor no te exaltes, sabes que no
puedo hablar fuerte que mis papas están casi al lado, por favor tranquilízate ¿sí?
Teresa: ¿es ella no?... ¿es Daniela no?... se besaron,
me faltaste no?
Ángela: noooooo, yo no te he faltado, no es por ella
soy yo entiende….estoy confundida, todo se junto y ya no puedo más….
Teresa: ¿se sincera Ángela, es ella no?... dime la
verdad es ella….
Ángela: nooooooooooo Teresa no lo es… entiende yo
estoy confundida YO….y no es por ella, es por mi….no sé si ya me juegue todo
por esta relación…
Teresa: de que hablas….si hace una semana estábamos
planeando un viaje juntas de vacaciones como una luna de miel, y hasta hablamos
de matrimonio… como que no te juegas… Angi… amor… yo te amo, y sea lo que sea
lo podemos solucionar pero juntas….tenemos mucha historia, lo nuestro es
mágico, único amor escúchame yo te amo…
¿Me escuchas? – un silencio inundaba el otro lado de
la línea – ¡¡¡mi amor te amoooooo!!!
Ángela: PERO YO NO… ¡YA NO TE AMO MÁS!
Sentí en el parpadeo de mis ojos, no sólo las lágrimas
que como goteras inundaban mi rostro, pero sentí mi corazón literalmente
salirse de mi pecho y caerse al piso…podría jurar que lo vi revotar en el suelo
y dar sus últimos latidos frente a mis ojos… Ángela me había sacado el corazón
del pecho.
Ángela: te tengo un gran cariño, lo que vivimos fue
hermoso y no lo podre olvidar, pero se me acabo el amor, ya no me juego más por
esta relación…Tete? ¿Me escuchas?
El silencio me inundó sus palabras no sólo le sacaban
jirones a mi corazón sino a mi alma, mi cabeza no entendía que era lo que
estaba pasando, no podía razonar que hace una semana ella me decía mi amor y me
amaba con locura y ahora era nuestra relación un pasado, como es que ella había
pasado del “te amo” a “te tengo un gran cariño”… un gran cariño le tienes a tu
perro, a tu vecino, a un colega….no podía creer que la mujer que estaba
hablando era la misma mujer que yo soñé mi esposa y que ahora me hablaba de
grandes cariños….no lo podía creer
Ángela: Tete… ¿por favor, responde estás bien?
Teresa: muy bien Ángela… demasiado bien, espera, déjame
recoger mi corazón del piso y preguntarle si aun late para confirmar que estoy súper
bien….
Ángela: por favor no seas irónica, de verdad yo no
quería hacerte daño pero ya no siento lo mismo y no quiero engañarte
Teresa: gracias Ángela, tan considerada tu
Ángela: ahora me odiarás, y todo pero es lo mejor para
las dos…
Teresa: uyy gracias Angelita… gracias por buscar lo
mejor… ¿ACASO NO VES QUE ME ACABAS DE ROMPER EL CORAZÓN???... acaso no te das
cuenta del dolor que me estas causando
Ángela: lo sé, lo sé, pero es mejor esto a fallarte y
engañarte…
Teresa: es Daniela lo sé…
Ángela: ¡carajo que no!... soy yo, que no aguanto más
te lo dije varias veces que me estaba cansando y no hiciste caso ni cambiaste….
Teresa: entonces si fui yo, entonces déjame intentar
recomponer, arreglar, volverte a enamorar, déjame viajar a Chile y lo hablamos
en persona, dame un chance una semana, y si no funciona yo misma le doy fin… pero
dame una oportunidad…
Ángela: te di varias oportunidades y no hiciste nada
ya es muy tarde…
Teresa: no digas eso, ahora me comprometo… déjame ir
hasta allá…
Ángela: ¡qué no! Teresa, que tú vengas no cambiará las
cosas… entiende que es mejor así…
Teresa: es que no entiendo… no puedo entenderlo, tú me
amabas, me profesabas amor eterno, ¿hicimos una promesa Ángela acaso no lo
recuerdas?
Ángela: lo siento Tete….es mejor que corte…
Teresa: nooo… si tu cortas no volverás a saber de mí,
me convertiré en un fantasma, no sabrás más de mi
Ángela: Tete, yo te estimo, y quiero saber cómo te va
y estas, podemos intentar una amistad…
Teresa: una amistad?... que me has visto cara de
estúpida
Ángela: ya empezaste con las ofensas
Teresa: disculpa Ángela si ofendí, pero tengo
demasiado dolor y rabia adentro como para estar preocupándome de escoger mis
palabras
Ángela: ya sabes que es mejor que corte…
Teresa: si Ángela… yo no soy amiga de mis ex, y tu no
serás la excepción, si me terminaste es porque no quieres nada de mí, entonces
yo te hago las cosas fáciles no sabrás nada más de mi, te lo prometo….que yo
tampoco quiero saber nunca más de ti
Ángela: pero Teresa no puedes ser tan infantil… madura
un poco… ¿no podemos terminar esto como adultas?
Teresa: ¿adultas?... tengo el corazón destrozado y
quieres que actué como si no lo tuviera… para ti debe ser fácil… para mí no… entérate…
yo si te sigo amando y esto me está matando… no quiero agonizar día a día
sabiéndote cerca como amiga pero lejos como pareja… no quiero…así que Ángela
espero que tengas una buena vida y que seas muy feliz… Adiós
Ángela: Teresa… espera…
El sonido del teléfono al estrellarse contra la pared
y caer al piso en mil pedazos represento muy bien como quedó mi corazón después
de esa llamada, las piernas me temblaban y no podía mantenerme en pie, caí
sentada al piso y recién asimile todo lo que había pasado, la mujer de mi vida
me acababa de romper el corazón y con el mi alma se había ido, apoyé mis manos
sobre el piso y cerrando los puños grite lo más fuerte que pude, grité, grite
hasta que el vecino de arriba comenzó a golpear el piso para que me callara, y
en ese instante fue que casi me ahogue con mis lágrimas, y es que empezaron a
salir desmedidas, no tenía control sobre ellas, sólo salían sin permiso y con
justa razón, la cajita de terciopelo negro estaba refugiada en la mesa de noche
al lado de su foto, la tomé en mis mano y la abrí, saqué el anillo y lo observe
unos segundos y cuando leí la inscripción empecé con las lágrimas desmedidas
otra vez hasta empapar el anillo y la cajita y es que yo seguía sin poder entender,
que había pasado, como era posible toda esa pesadilla….cogí la foto de la mesa
y me abracé un rato a ella mientras acurrucada en el piso buscaba hundirme en
un agujero negro, pero nada funciono…el dolor seguía ahí y yo la seguía
amando…me paré casi por inercia y busque el teléfono, estaba destrozado así que
cogí una chaqueta las llaves algo de dinero y salí sin rumbo fijo.
Yo asumo que era algo de las 3 de la mañana quizás,
camine sin rumbo por las calles, deseaba embriagarme en alcohol y aunque sea
una noche o algún momento olvidarme de todo, no sabía ningún número de memoria
excepto aquel – ¿Alo?... ¿me escuchas? – La voz al otro lado se oía como un
susurro, - Diana por favor háblame sé que me escuchas –
Teresa: lo siento, se que haberte largado del hospital
tantas veces, te dolió, lo sé, no debí hacerlo pero de verdad llegaste a
asustarme con tu acoso, perdóname por favor
Diana: ¿qué te pasa?... te oyes fatal….
Teresa: nada fue una mala idea haberte llamado, lo
siento otra vez, espero alguna vez me disculpes… ¿y sabes?...tenías razón… las
iba a pagar… y las estoy pagando
Diana: Tete, espera, no cuelgues… es Ángela ¿no? – no
pude resistir escuchar su nombre y me vine en llanto –
Teresa: si… snif, snif – mis lágrimas no me dejaban
casi hablar – me dejo Diana… me dejó….y me rompió el corazón
Diana: ¿dónde estás?
Teresa: estoy en un teléfono público de….no sé… ah, si… de la avenida frente al parque de mi depa, no sé cómo se llama…cerca al
semáforo y la estación del tren…
Diana: no te muevas de allí, voy por ti ¿ok?
Teresa: no, no
Diana, de verdad lo siento… estoy mal, pero no debo…
Diana: quédate ahí Tete, que yo voy por ti, no seas
cabeza dura…
Teresa: ok… te espero
Diana no demoró mucho, y me encontró sentada debajo de
ese teléfono completamente perdida, me recogió y como un borracho terco, le
pedí, le rogué que me llevara a un bar, fue tanta mi insistencia, no sé, pero
creo que ella también entendió que era lo mejor… se sentó conmigo en la barra y
casi no bebió pero me dejo que me tomara todo el alcohol de ese lugar, hasta
logré sonreír un par de veces y algo que recuerdo es que escuche un par de “yo
te lo dije”….pero no importo ya nada, las lágrimas habían cesado y todo ese
alcohol había de alguna forma adormecido mi cuerpo, mi corazón y pues por esos
instantes ya no sentía dolor…el dueño del bar le dijo que me sacara de allí que
estaba demasiado mal y así fue…Diana me quiso llevar a mi departamento pero le
pedí que no lo hiciera, que todo estaba lleno de los recuerdos de Ángela y que
no lo soportaría, así que me llevo a un motel… estaba tan ebria que a las
justas podía caminar, pero aún podía hablar…no sé cómo Diana hizo pero me llevo
hasta el cuarto y me acomodó en la cama, mientras mi boca hablaba disparates…es
una noche que guardo en recuerdos muy borrosa, pero sí recuerdo que cuando
Diana se acercó a despedirse le pedí que se echara un momento a mi lado, y a
partir de allí mi recuerdo casi es nulo…hasta que me vi con ella sobre mí.
Sus piernas rodeaban mi cintura, y yo sólo miraba como
ella se quitaba el vestido que llevaba puesto por encima de la cabeza, no
llevaba brasier y su pequeña tanga no tapaba casi nada…se me lanzo a la boca, y
me lleno de besos ardientes, yo tenía hasta la lengua adormecida, sabía que mi
beso era desastroso, pero aún así de alguna manera pude corresponderle, dejé
que me tocara que me apretara los senos por encima de la camiseta y de un
momento al otro me la quitara junto con mi brasier y pantalón…en una maniobra
rápida le quite la tanga y la dirigí a que quitara la mía con sus dientes, así
lo hizo, yo sólo observaba como ella era capaz de todo…de pronto me vino un
fugaz “YA NO TE AMO MAS” y me llene de rabia, coraje y dolor, lo que hizo que
la sobriedad me embargara, tome a Diana y la cargue para ponerla sobre mi
regazo mientras yo de cuclillas trataba de acomodarme en la cama, la bese un
rato para luego lanzarla a la cama otra vez, la tocaba toda, pero sin
delicadeza, la rudeza era lo que mandaba, caricias fuertes, duras y poco
cariñosas, todo mi tacto estaba lleno de rabia y coraje y lo demostraba con
cada nalgada que le daba a su trasero y cada mordida a su pezón que la hacía
gritar de dolor, yo recordaba a su cuerpo exquisito pero en ese momento no le
pude encontrar ni el gusto ni el sabor…la puse en cuatro y con fuerza metí dos
de mis dedos en su coño…los metí lo más profundo mientras adentro de ella movía
mis dedos con fuerza, ella gritaba de placer y yo sólo jalaba su cabello para
tratar de silenciar su gritar…el entrar y salir de mis dedos era tan intenso
que se comenzó a quejar de dolor, así que la intercambié mi mano por mi boca
para seguir dando placer… ella buscaba mi cuerpo para acariciarlo pero cada vez
que lograba tocarlo yo le quitaba la mano….no quería que me tocara, sabía que
estaba haciendo algo indeseable y no quería que ella se diera cuenta… le di
vuelta en la cama y la senté sobre mi boca, mi lengua la penetro firmemente
mientras me intercalaba con el succionar y lamer de su clítoris, ella se
contoneaba encima de mi boca mientras yo daba de nalgadas a ese trasero
exquisito que en ese momento no le encontré nada de exquisito… sus ojos
cerrados, sus manos apretando sus senos y mi boca dando más y más placer, sus
caderas se mecían y ella ya quería llegar al clímax, así que en un movimiento
rápido la eché y encajando mis piernas empecé el frote de nuestros coños, con
una energía que no sabía de dónde había sacado froté con mucha intensidad,
podía sentir sus jugos desbordarse y una de sus manos aferrada a mi muñeca que
sujetaba su pierna en el aire me dejó saber que el orgasmo era inminente… mis
caderas se empezaron a mover más rápido y con el sudor casi cayendo de mi
frente en un ejercicio extenuante la hice explotar de placer, gritó tan fuerte
que le tuve que tapar la boca… poco a poco fui bajando velocidad hasta quedar
totalmente estática…me dejé caer en la cama y vi que todo el techo me daba
vueltas, así que cerré los ojos y no sé en qué momento me quedé dormida.
Un dolor intenso de cabeza me despertó, miré la hora
en el reloj de la pared y eran más de las 10, trate de acomodar mi cabeza, y
por un instante pensé que todo lo que había pasado había sido una pesadilla,
pero cuando sentí un cuerpo moverse al lado mío caí en la realidad de que todo
era verdad, un brazo me rodeaba y se aferraba a uno de mis senos, así que
despacio lo fui moviendo para alejarlo de mi cuerpo, salté de esa cama
sigilosamente, no quería despertar a nadie…di un par de pasos hasta la puerta
con todas las ganas de huir pero me di cuenta que estaba desnuda, así que
recogí mi ropa y muy callada me la puse, mire el cuerpo desnudo de Diana tapado
en una pequeña porción por la sábana y me sentí fatal, no sólo había hecho una
estupidez sino que me sentía más miserable que el día anterior, no se quien
invento el sexo por despecho pero era demasiado agrio y amargo, me sentía
demasiado vacía y sucia, y lo peor de todo es que sólo me hiso sentir culpable
como si le hubiera fallado a Ángela y eso sólo empeoró el dolor y la culpa…me
quede sentada en la silla frente a la cama no se por cuanto tiempo, viendo a esa
mujer dormir, tratando de adivinar qué hacer después…al final decidí lo más
cobarde… huir… saque dinero suficiente de la billetera para su taxi y lo puse
en la mesa de noche junto con una nota que decía “me salvaste de cometer una locura, ahora sálvate de mí que yo no hago
ningún bien”…le di una última mirada a ese cuerpo desnudo y salí de la
habitación, pague todos los gastos y me dispuse a andar, el sol era amenazante
a mi dolor de cabeza, pero en mi interior me decía que me lo merecía… camine un
par de cuadras y Ángela volvió a mi mente, y en mi cabeza sólo maquinaba la
pregunta “¿cómo haría ahora?...¿cómo haría ahora para seguir viviendo sin Ángela?”…
me paré en el semáforo y me di cuenta que no tenía ni la menor idea de cómo
vivir sin ella. en el
estómago me hizo presentir algo que no me gustaría – mejor no contesto – mire a
Ángela con duda –
Ángela: contesta, seguro que es para recordarte que
solo hasta medio día te puedes quedar….de paso pides el desayuno ¿sí? – su cara
sonriente me convenció y tomé el teléfono –
Teresa: ¿Alo?... - un silencio prolongado y luego esa
voz que conocía tan bien –
Diana: qué bonito Teresa… muy bonito….
Teresa: Diana… ¿cómo supiste dónde estaba?
Diana: tu madre me dijo con un regocijo extremo que te
habías ido de viaje con una amiga… y hasta me dijo donde… Iquique no es tan
grande…llame a todos los hoteles y créeme no hay muchas Teresas Torre
Teresa: Diana tenemos que hablar… no por teléfono…
Diana: claro mientras yo andaba probándome el vestido
de novia de NUESTRA BODA… tu andabas de paseo con la chilena ¿no??
Teresa: Diana no es así….es que tenemos que hablar… dame
media hora y hablamos tranquilas… ¿sí??
Diana: ¿te la tiraste?? – Su tono de voz alterado y
tembloroso me decía que estaba a punto de llorar y eso me dolía –
Teresa: Diana por favor
Diana: ¿TE LA TIRASTE? ¿SI O NO?
Teresa: Diana no hagas esto por favor te lo ruego… cálmate
un poco y hablamos como adultas ¿sí?
Diana: DIME DE UNA PUTA VEZ SI TE TIRASTE A ESA
CHILENA DE MIERDA….
Los gritos salían del teléfono y sabia que Ángela
había escuchado semejante frase, la vi pararse de la cama y venir a mi lado
para sostenerme la mano…y mirando fijamente a esos ojos verdes le respondí…
Teresa: no Diana…no me la tire…ni me la folle, ni nada
de eso hice con Ángela, nosotras…. hicimos el amor…- un silencio incomodo lleno
el teléfono, Diana no hablaba más y yo no sabía que más decir –
Diana: eres una puta Teresa… siempre lo has sido… eres
una vagabunda… TE ODIOOO!!! TE ODIOOO!!
Teresa: lo siento Diana… lo siento… espero algún día
me perdones…un matrimonio sin amor Diana, es un fracaso, espero algún día lo
entiendas y me perdones…
Diana: entiende tu esto Teresa… las vas a pagar… - el
sonido de la línea al ser colgada inundo mi oído… Diana me había colgado –
Puse el auricular en su lugar y no pude evitar
sentirme mal, un sin sabor en la boca, un dolor de cabeza, y un vacio en el
estómago ahora me poseían toda, no podía mantenerme ni sentada en la cama… así
que me recosté con la mirada fija al techo…lo que había hecho, había sido una
canallada, había lastimado a alguien a costa de mi felicidad y eso no era
correcto… en ese momento no preste mucha atención a las palabras de Diana “las
vas a pagar”… debí haber prestado mucha más atención a esas palabras…quizás me
hubiera ahorrado muchas lágrimas, pero en ese momento ya era demasiado tarde… Ángela
estaba ya metida demasiado adentro… Ángela se acerco a mí y me abrazó como
cuando abrazas a tu hijo, sentía su consuelo su protección en ese abrazo y me
fascino, me sentí tan a salvo que no quise apartarme de su abrazo
Ángela: todo estará bien mi amor, ya lo verás….yo te
dije que no quería nada más que la noche que me diste y lo mantengo, regresa
con Diana si quieres y arregla las cosas, estoy segura que ella sabrá perdonar
– me separé de su cuerpo y de golpe me senté en la cama para ver en sus ojos si
eso que decía era verdad –
Teresa: Ángela… después de lo que hemos vivido y
sentido, ¿tú crees que yo puedo regresar a mi vida normal?
Ángela: lo sé lo sé… yo se que te pensaría a cada
instante…estoy segura….pero que te puedo ofrecer…yo no puedo decir que me
gustan las mujeres y…
Teresa: - la tomé de las dos manos y la hice enfrentar
mi mirada – lo que pasó anoche… fue algo más que lujuria y pasión, anoche me
entregué a ti y a lo que sentía por ti que no quería reconocer, anoche te amé
Angi… sé que es pronto para decirlo pero…lo sentí… y sé que no me puedes
ofrecer nada… pero vivamos esto y ya después veremos… TE AMO y no lo quiero
callar más…
Ángela: - sus ojos se llenaron de lágrimas, sus ojos
me miraban con fervor y amor, era sincera esa mirada…o al menos lo parecía – yo
también te amo…y quiero estar contigo…
Teresa: ¿entonces?..- la miré sonriente – ¿Ángela
Ximena Fusaro Ricketts quiere ser usted mi novia?
Ángela: novia no….
Teresa: ¿cómo?... ¿no quieres??
Ángela: no mi amor… quiero ser tu polola…
Las carcajadas llenaron la habitación….y como dos
niñas nos echamos a reír en aquella cama, abrazadas y con nuestros labios como
testigos y los que sellaron el momento… era mi primera vez como polola y ya me
estaba gustando, aunque no podía evitar ese vacío que seguía en mi estómago por
lo que había pasado con Diana, pero Ángela, con su risa, su sonrisa y ese
encanto y chispa tan especial me hiso olvidar todo… en instantes… estaba
segura…ya no había más duda, estaba con quien quería y debía estar, y no me
apartaría de ella me repetía en la mente.
Ese día no salimos de la habitación de ese hotel hasta
que el sol se oculto…nos amamos…con todas las letras que tiene la palabra...nos
acariciamos cada espacio desconocido de nuestros cuerpos y en cada beso
repartimos los “te amo” guardados, fuimos una sola…ya no éramos dos mujeres
sino una sola…yo aún sentía ese vacío y es que aunque sabía que lo de Diana
había terminado hace mucho tiempo antes de que yo conociera a Ángela, no fui lo
suficientemente capaz o de ser valiente seamos sinceros…de decirle que lo que
sentía por ella nunca fue amor, sino un gran querer pero que no me daba
ilusión… con Diana compartí emociones intensas, vivencias imborrables, pero Ángela
había escrito más historia en dos días que el año que llevaba con Diana…dicen
que existe alguien que es sólo para ti en el universo, que es esa persona la
que te hace sentir completa y plena, y que el universo confabula para que esas
dos personas se acerquen… pues yo siempre creí que eso había pasado con Ángela…
el avión, el niño llorón, sus pies descalzos, sus ojos verdes, su desaparición
y ahora este encuentro, todo habían sido casualidades pero que de casualidad no
tenían nada, estaba escrito que de millones de personas que existen en la
tierra, haya sido exactamente ella la que se acomodara a mi costado en ese
avión y que haya sido la responsable de mi sonrisa tonta en ese fin de semana
en Iquique.
Era un día que tenía que quedarme en esa playa….pues
ese fin se convirtió en casi 4 días, los días en los que guarde los más
hermosos recuerdos, en el que construí las mas maravillosas sonrisas, en los
que cree un mundo con ella en el que solo importábamos las dos y nadie
más…Diana me llamo un par de veces más, por fin pude hablar con ella
calmada…era cierto que ella estaba molesta conmigo y yo triste por lo pasado,
pero así debió pasar, ahora que lo pienso y lo recuerdo, creo que de otra
manera no hubieran sucedido igual las cosas, lo que yo sentía por Ángela iba
más del entendimiento de alguien racional, iba más allá...y eso al final lo
entendió Diana, bueno al menos eso me hiso creer, terminamos conversando como
adultas y aceptando las situaciones, no me canse de pedir perdón, no me canse
de disculparme, pero tampoco me canse de defender mis sentimientos por Ángela,
ni de recordarle a Diana que lo que viví con ella sería único, pero había
llegado a su final, así ella dejo de llamar y yo a punto de las lágrimas en ese
aeropuerto.
Ángela: no te quiero ver así por favor, no lo soporto,
quisiera no partir…- mis ojos la miraban y mi mano acariciaba la suya que tenía
apoyada en mi mejilla secando mis lágrimas –
Teresa: haría lo que fuera por estar junto a ti,
siento que me están jalando de un cordón a la fuerza para separarme de ti – mis
ojos eran dos goteras que no dejaban de derramar lágrimas –
Ángela: mi amor, yo iré a NY y estaremos juntas, ya lo
veras todo será hermoso, ya verás – sus ojos ya no me miraban, se escondían
tras sus pestañas para tratar de apartar las lágrimas –
Teresa: ya tienes q irte, ya es la última llamada para
tu vuelo – su mano no se soltaba de la mía –
Ángela: no quiero… pero debo – mi mano seguía sujeta a
la suya y no pude aguantar más –
La sostuve fuerte de la mano y la jalé a mi cuerpo y
le di un beso lleno de amor, fue un beso simple de labios solamente y de
escasos segundos pero me quede apoyada a su frente y mis lágrimas se encargaron
de mojar el momento, pero lo que más recuerdo de ese instante fue que ella no
me aparto, ni tampoco se incomodo, ni intento alejarme por el miedo a que nos
vieran, al contrario se quedo ahí, con sus manos entrelazadas por las mías y
nuestras frentes pegadas mientras nuestros ojos no se atrevían a abrirse para
ver el desenlace… basto un “última
llamada para el vuelo a Santiago”, para que mi corazón se encogiera de
tristeza.
Teresa: ese es tu vuelo – hablé sin abrir los ojos o
despegarme de su frente –
Ángela: lo es, me tengo q ir – su voz sonaba a
sollozo, ella sufría como yo –
Teresa: no quiero abrir mis ojos, no te quiero ver
partir
Sostuve fuerte su mano, y sentí como su frente se
despegaba de la mía y como su cuerpo se alejaba del mío, contuve mi cabeza
gacha con los ojos fuertemente cerrados, no quería ver, no quería… mi brazo fue
alado por su mano, a la que no quería soltar pero debía, y así se fueron
desenredando sus dedos de los míos hasta soltarnos completamente… trate de
mantener los ojos cerrados el más tiempo posible… de verdad no quería verla
partir… no se cuanto duro el momento pero cuando por fin me di valor de abrir
mis ojos… me encontré con esa realidad funesta, ella ya no estaba allí.
Camine un par de pasos tratando de recobrar el aliento
y algo de aire que sentía me faltaba, ya no podía respirar de todas las ganas
que tenía de llorar, y de pronto como un rayo, me llego a mí esa decisión… que
si me preguntan ahora casi dos años después, hubiera hecho exactamente lo
mismo, no le hubiera cambiado nada…miré la pantalla con todos los vuelos,
busque el de ella y la puerta de salida y corrí como loca, empujé, maldecí,
salté y llegue hasta el lugar por donde ella debió entrar y sólo pude ver el
movimiento del avión al despegarse de la manga de abordaje, y ahí mismo entre
mis pensamientos abstractos y tontos, y mi poca cabeza y mi mucho corazón lo
hice… corrí de vuelta como loca, si hubiera sido una corredora de 100 metros… créanme,
hubiera batido un record ese día… llegué al counter con media palabra en mi
vocabulario pero con toda la idea completa en mi mente… pedí lo que tuve que
pedir y a dos horas de haberse ido Ángela, yo ya estaba montada en un avión
hacia mi destino.
Ángela: disculpe señora, pero esta medicina solo la
puede encontrar en la farmacia del centro, si quiere puedo hacer una llamada
para que se la separen y usted va hasta allí sólo a recogerla
Cliente 1: ay gracias señorita, si fuera tan amable
eso sería fantástico
Ángela: no se preocupe para eso estamos, me da un
momento que yo llamo – lo dijo volteándose para darle la espalda a la cliente –
Cliente 2: ¿y señorita tendrá una medicina para un
padecimiento que se llama “Angelitis Aguda”?
Ángela no volteó, levantó la vista de la computadora
donde consultaba algo, y mirando la parte trasera de la farmacia, sólo se quedo
estática, creo que trato de adivinar la voz, de quizás convencerse que no era
quien pensaba, pero sólo se quedó allí estática
Cliente 2: tiene la medicina o es que esa enfermedad
no tiene cura….porque yo creo que la medicina sólo la puedo encontrar en esta
farmacia
Despacio, fue muy despacio, ella poco a poco fue
virando su cuerpo, y al mismo tiempo agachando la cabeza, si mirada fija en el
piso, pero todo su cuerpo ya de frente no dejaba que esa carita se enderezara….levanto
la vista poco a poco y pude ver una lagrima acumulándose en sus ojos verdes
Ángela: dime que no es verdad – me dijo, fue lo único
que me pudo decir me confesó tiempo después –
Teresa: soy de verdad Angi, y aquí estoy
Salió de detrás del mostrador y se acerco a mí, yo
creo que si hubiera podido correr y saltar el mostrador lo hubiera hecho, me
abrazó fuerte como no queriendo dejarme ir, metió en mi cuello su rostro y
lloró como una niña, los clientes allí parados no entendían nada, pero a ella
no le importo y a mi menos, la había extrañado tanto, aunque sólo un día nos
hubiéramos separado, pero fue suficiente para darme cuenta que a esa mujer la
adoraba y la amaba con todas mis fuerzas y que tenía que venir detrás de ella,
porque la necesitaba para respirar…me acerqué a su oído y le susurre – no podía dejarte ir y aquí estoy - ella enfoco
si mirada en mis ojos y mis palabras, porque en ese momento esa mujer
sólo me miraba los labios, yo estaba segura que se moría por darme un beso,
pero se contuvo por el lugar donde estábamos, pero sus ojitos verdes pasaban de
mirar mis ojos para pasar luego a mis labios…yo también lo deseaba, pero sabía
en qué situación estábamos así que sólo le sonreí y la volví a abrazar.
Le dijo a su compañera de trabajo que la cubriera y de
allí salimos de frente a su auto, caminábamos separadas, pero con un cómplice
roce de nuestras manos íbamos sonriendo camino al auto…ni bien llegamos ella
partió, no me pregunten donde porque creo que ella tampoco lo supo, sólo
queríamos salir de ese estacionamiento, llegamos a algo que parecía como un
malecón o que se yo, lo único que importaba es que no había nadie y ahí sin
esperar a que ella apagara el auto me lancé a besarla, otra vez esos labios tan
suaves, esas tiernas caricias de sus manos, ese aliento irresistible y esa
lengua con toda esa humedad embriagadora, nos besamos como locas, entre suspiro
y suspiro y los “te amo” que nos dedicábamos, las sonrisas entre besos y todo
seguía siendo mágico, la amaba, como la amaba.
Ángela: mi amor, ¿qué paso? Como es que estas aquí –
me dijo mientras se acercaba a mi boca por un beso suave –
Teresa: te fuiste y te llevaste mi corazón tenía que
recuperarlo así que te seguí, espere casi 6 horas por el siguiente vuelo pero
fue la espera más dulce, porque sabía que tendría recompensa, ¿no es cierto? –
le levante una ceja mientras la miraba fijamente –
Ángela: uhmm no se, ya veremos cómo te portas para
darte tu premio – me miro pícaramente y otra vez nos encontramos en un beso –
Teresa: entonces nos vamos ya a mi hotel, arranca que
no hay tiempo que perder – me senté derecha en el asiento mientras la miraba de
reojo –
Ángela: ¿a no señorita usted me dice que pasó?, tu
trabajo ¿no dijeron nada? ¿Cuánto tiempo te vas a quedar?
Teresa: ok, se acabo la magia… ¿sabías que tienes un
don especial para matar mis ilusiones?...amor que importa el trabajo, estoy
aquí ¿no?
Ángela: amor se que lo importante es que estemos
juntas, pero tu trabajo es importante igual, no puedes ser tan cabeza loca
Teresa: ok, ok, tienes razón…te explico pero después
volamos al hotel ¿ok?
Ángela: nada de volar, todavía no he terminado en la
farmacia, regreso a trabajar y cuando termine te recompenso o te premio o las
dos cosas ¿ok? – me lo dijo con ese gesto particular de sacar la lengua y
cerrar el ojo, me encantaba y con eso me convenció –
No demoré mucho en explicar, que pedí licencia en el trabajo,
que obviamente la excusa de mi madre había sido la perfecta, que a mi madre le
había dicho que encontré algo en Chile
que me había fascinado y que me tenía que quedar a investigarlo, claro no le
dije que mi hallazgo fue Ángela y que de todas maneras investigaría a esa mujer
en todos sus rincones… fue una conversación corta, nuestras ansias
apremiaban…no pude decirle cuanto tiempo me quedaría porque ni yo mismo lo
sabía, pero las dos preferimos no ponerle límite de días a nuestros días
juntas.
Ese día y los 30 días después que le siguieron de ese
mes fui religiosamente a recogerla del trabajo, fuimos a cenar, a pasear, a
vagar, a divertirnos como niñas en los juegos mecánicos, a tirarnos palomitas
en el cine, a reírnos como locas y amarnos por las noches, mañanas o tardes en
las que se podía, viajamos, paseamos y vivimos un mes inolvidable, nos
separamos muy poco solo por la navidad en la que viaje dos días a pasarlo con
mi madre y ella me espero a mi regreso vistiendo mi regalo de navidad…que simplemente
fue su desnudez vestida de su hermosa belleza en aquella cama de hotel que
tantas veces había sido cómplice de nuestro amor…si me preguntan, ese mes se
paso casi por arte de magia volando, no hubo día que sintiera fuera lo
suficientemente largo para decirle o demostrarte a mi mujer que la amaba, el
tiempo no me alcanzó para darle los detalles más sublimes, todos los días había
algo escrito en un papelito dentro del auto, o una visita sorpresa siempre a
comprar chucherías en esa farmacia, hasta el cuarto del depósito de medicinas
nos había visto intercambiar más que tertulias sobre esas cajas estáticas…fue
maravilloso, pero otra vez nos vino la razón a las dos y se nos vino de prisa y
acelerada, el dinero se acababa y yo no hallaba más excusas para ausentarme del
trabajo así que en una noche de llanto de ambas decidimos que ya era tiempo de
que regresara a mi lugar, pero con la promesa de que ella iría a visitarme
pronto y que el teléfono, la internet y los mensajes serían nuestros lazos para
no dejar de demostrar que nos amábamos…y así pasó un jueves recuerdo bien que
partí de Santiago, un vuelo nocturno en el que me lleve a cuestas los últimos
besos que nos dimos a escondidas en el baño del aeropuerto y los escritos en mi
mano del puño y letra de mi polola y en el bolso la revista aquella que nos
separo los primero meses de conocernos y que sería la posta que yo debía
entregarle cuando ella me fuera a visitar…así nos hicimos el compromiso, de que
esa revista que llevaba mi email escrito sería la que viajara de lugar a lugar
donde nos encontráramos para nunca olvidar que fue el destino quien nos unió y
no una casualidad.
Teresa: Tete está esperando mil horas tantas
horas…donde estará mi polola… digo ¿DONDE ESTARA MI POLOLA????
Ángela: ya amor, ya voy déjame termino de arreglarme
el cabello
Era increíble tenerla otra vez junto a mí, saber que
estaba en el cuarto de baño de mi departamento arreglándose para salir conmigo,
tres meses había sido la separación y nos había costado pero ahora estábamos
juntas otra vez y listas para ir a celebrar nuestro cuarto mes juntas.
Teresa: aquí es, cierra los ojos – la tome de las
manos y despacio la hice entrar a esa galería que hace un tiempo atrás iba a
ser el lugar de recepción de mi boda –
Ángela: ¿amor, dónde me estás haciendo entrar?
Teresa: ya lo veras te gustará
El lugar era extrañamente exquisito un antiguo museo
convertido a galería de arte, que por casualidad ese día exhibía cuadros de
ángeles…ángeles, arcángeles, querubines, cupidos… ese lugar estaba rodeado de ángeles
por todas sus paredes…poco a poco acerque a Angi hasta donde la quería tener e
hice que abriera los ojos.
Ángela: ¿qué es esto amor?... ¿estamos en el cielo?
Porque hay mucho angelito – me dijo con su mirada pérdida en el escaneo de esas
paredes –
Teresa: es que hoy es un día especial y quería hacer
algo especial – le dije mientras acomodaba su rostro para que me enfrentara con
su mirada –
Ángela: si ya sé amor, 4 mesecitos
Teresa: si amor, 4 mesecitos de amor, pero hoy también
quiero hacerte una promesa – sus ojos verdes me miraban expectantes –
Ángela: ¿una promesa? – la tomé de la mano otra vez y
la lleve al centro del salón de esa gran galería –
Teresa: si mi amor una promesa…ven dame tus dos manos
– cogí sus dos manos entre las mías y la miré fijamente y le dije – hoy que
cumplimos 4 meses, me ha parecido el momento preciso y exacto para decirte una
vez más que te amo…estos meses separadas me han enseñado que si se puede amar
lo que no se ve…me has enseñado que todo se puede con confianza, y que el mayor
éxito y logro en esta vida no es tener lo mejor sino tener con quien
compartirlo y en eso te doy gracias porque tú has llegado a mi vida para
completarla…te amo Ángela Ximena, y aquí en medio de este salón rodeada de Ángeles
y arcángeles y en frente de ti mi amor, el angelito que ilumina mi vida, te
quiero prometer que te voy a amar para siempre, pase lo que pase lo voy a hacer
para siempre – sus ojos se llenaron de las goteras de lagrimas que querían
salir –
Ángela: yo también te voy a amar para siempre
En ese instante lo que faltaba se hizo infaltable, y
lo que sobraba se hizo insobrable, sólo se necesito un beso nuestro, un beso de
aquellos que lo entregan todo y no esperan nada, sus labios húmedos y tibios
arroparon los míos calientes y mojados, fue un beso sentido que comunico lo que
el silencio no nos dejo expresar… allí estábamos las dos en medio de ese salón
rodeadas de Ángeles besándonos como si el mundo se fuera acabar en ese
instante.
Teresa: - me separé un poco de sus labios y en un
susurro dije – vámonos de aquí
Ángela: si por favor….
El golpe a la puerta se pudo haber sentido dos
departamentos más abajo y dos más arriba, mi espalda quedo marcada con las
vetas de la madera de la que estaba hecha esa puerta, pero en ese momento no importo…
mi mujer estaba deseosa de hacerme suya y arrinconada contra esa puerta yo
estaba disfrutando de sus besos llenos de fuego…me abrace a su cuello y mis
piernas a sus caderas… me llevo por los aires y las sonrisas intercaladas entre
besos llenaron el espacio de nuestro trayecto a la habitación…ella había
aprendido a amarme con pasión, con lujuria, pero también con ternura, con
dulzura y encanto, y de alguna forma ella había sabido dar una dosis de cada
sensación cada vez que me hacía suya, algo que me pareció de lo más único y
exquisito…despacio me colocó sobre la cama, mi espalda iba descansando despacio
sobre el cobertor, en el centro mismo de esa cama mi cuerpo fue acomodado, y en
un movimiento rápido cual gata ella se escabulló con su muslo apretando mi
entrepierna, su mano sujetando la mía sobre mi cabeza y su boca enterrada en mi
cuello… pequeños jadeos salían de mi boca con cada mordida que le daba a mi
piel enrojecida, que húmeda se llenaba de deseo por encima de mi hombro… podía
sentir su lengua batir los deseos que evaporados emanaban de mi piel, mi hombro
se hizo entonces objeto de su deseo y a leves mordiscos dejo marcando su pasión
en mi piel… sus manos incansables recorrían de arriba abajo mi silueta, pasando
y repasando por mis senos y cintura el leve tacto de sus dedos buscando las
curvaturas más peligrosas, mi pezón embelesado ya saltaba de emoción y no falto
un leve apretuje por sus dedos que no dejaron de recorrer esos lados… su mano
era experta ya, tantas veces nos habíamos amado que sabía exactamente qué
hacer, dónde tocar y cómo hacerlo….deslizó su mano por debajo de mi camiseta
sin dejar de sostener la otra que aún apretaba por la muñeca por encima de mi
cabeza, sentí su tacto recorrer mi abdomen, y luego irse al centró de mis pechos
para luego apoderarse del derecho, un apretón leve y yo con el daba un gemido
al aire, otro apretón un poco más fuerte y con el ella volvió a poseer mi boca
en un beso húmedo lleno de su lengua de fuego…su muslo seguía frotando mi
entrepierna y yo ya sentía que el río de sensaciones de ese lugar mojaría mi
pantalón y el de ella en ese derramar, pero ella parecía no percatarse, no sé
que quería demostrar pero lo hacía demasiado bien….me levantó la camiseta y por
fin soltó mi muñeca y en ese luchar de quitarme la ropa también voló por los
aires mi brasier… de torso desnudo echada frente a ella no podía más que
mirarla como sus ojos verdes escaneaban mi cuerpo semi desnudo, y como el brillo
de su deseo llenaba de luceros esos ojos…posó su mano en mi cuello para luego
deslizarla tocando mi piel por en medio de mis pechos, luego por el contorno de
mis costillas para luego con sus dos manos acariciar mi abdomen al que luego
abrazó y alzado en el aire lo atrajo a su boca para besar mi ombligo… mientras
no perdía tiempo de subir sus manos por mi espalda…para formar en el aire la
figura de una danza aérea de ella arrodillada en esa cama y mi cuerpo sostenido
solo por sus brazos.
Me dejó caer despacio otra vez en el cobertor y
dándome vuelta se hecho sobre mi espalda… su muslo volvía a encallarse en mi
entrepierna y sus labios en mi nuca, para luego bajar por mi cuello, mientras
sus manos buscaban las mías para entrelazarlas… nuestras pieles eran de fuego,
la calentura de esos cuerpos era locura… mi cuerpo me gritaba la necesidad de
sentirla, pero ella por alguna razón no dejaba que la despojara de sus ropas,
yo cerraba los ojos y estiraba mi cabeza al cielo y es que sus besos en mi
espalda era de los más eróticos que haya sentido, la dosis perfecta de lengua,
la cantidad adecuada de humedad y la suavidad perpetua de sus labios… sus
labios seguían bajando por el centro de mi espalda y mientras más se acercaba a
mis nalgas más se erizaba mi piel…sus manos no me soltaban hasta que por fin
llego a mis nalgas donde con sus manos apretó y besó sobre el pantalón….no
aguanté más el placer y dándome vuelta en la cama, la encaré y con su mirada
sorprendida por mi hazaña, le empecé a quitar su camiseta y con ella su brasier
y sin esperar a que reaccionara sus pantalones y pantie volaron por los
aires….ahora ella estaba en desventaja, pero no tardó en ponernos en igualdad y
las dos en desnudez nos encontramos enroscadas en el medio del colchón…sus
besos de fuego iban en aumento, ya no era mi cuello mi protagonista pero mis
pechos que se llenaban del calor de su lengua y la humedad de su saliva, cada
succión era un gemido y cada jugar de su lengua con mi pezón era una marca de
mis uñas en su espalda….me miraba deseosa y no perdía la vista de mis gestos de
éxtasis a sus caricias…mientras su boca aún devoraba mis pechos acomodó su
pubis al mío y el leve toque de sus vellos acariciaron mi piel desnuda de mi
monte de venus, sus movimientos de caderas apretando su pubis al mío me volvían
loca, ya no había humedad en ese lugar pero una inundación de los jugos del
deseo…poco a poco fue dejando mis pechos totalmente enrojecidos para seguir el
camino de mis músculos tensos por la pasión, su boca seguía el camino y de
pronto se detuvo allí frente a mi pubis….delicadamente abrió un poco más mis muslos
y sosteniéndolos por las rodillas empezó a besarlos de afuera hacia adentro,
besos intensos que provocaron más éxtasis, hasta llegar a mi ingle donde los
intercambio por besos delicados que luego fueron reemplazados por su lengua que
bajaba desde mi monte de Venus en un línea recta hasta el empezar de mi rajita
y allí se detuvo y me dijo mirándome desde abajo – feliz cuatro meses mi amor – y con esa frase abrió mis labios y metió su
lengua en mi rajita buscando mi clítoris el cual saco de su lugar a succión,
llevándome a mí al éxtasis, sus labios se encargaban de masajearlo entre ellos
y su lengua recorría esa rajita de arriba abajo haciendo que se llenara de más
y más de fluidos, su lengua ponía empeño en mi clítoris pero quien se abría
cada vez más era mi coñito buscando que esa lengua entrara en más
profundidad….mi mujer conocía mi cuerpo y sabía que era lo que deseaba, así que
sin esperar metió su lengua de fuego en ese agujero y con estocadas firmes de
su lengua endurecida me hizo retorcer de placer encima de esa cama, sus
estocadas firmes y rápidas estaban llenando mi vientre de un calor
indescriptible mientras sus dedos se apoderaban de mi clítoris también
endurecido en un frote casi salvaje… mi pelvis se movía como loco ante
semejantes caricias y mis pechos aguantaban recios las estocadas de mis manos
apretándolos para buscar algo de desfogue ante tanta sensación desmedida… su
boca se apretaba más a mi rajita y cuando ya sentía que me vendría en una
explosión, ella se metió entre mis piernas en una tijera perfecta y con un
vaivén poderoso nuestros clítoris chocaron y nuestros jugos se mezclaron y ella
dominándome y apretándose, logró un grito casi ensordecedor mientras mi cuerpo
se tensaba en el aire y mi coño se bañaba de más deseo, pero el movimiento no
paró, mi mujer no había terminado y yo ayudando con la poca cordura que aún
llevaba seguí pegando mi rajita a la suya y en ese apretar de sus dedos y sus
ojos cerrados supe que ya estaba cerca así que acelerando más y haciendo la
fricción más enérgica me vine en otro orgasmo mientras mi mujer volaba también
con el suyo propio… los movimientos de caderas fueron desacelerándose y
nuestros pechos jadeantes se fueron acomodando uno encima del otro mientras con
un beso lleno de amor íbamos sellando que lo nuestro seria para siempre.
Verla partir ya no dolió tanto, pues para nuestros 6
meses yo iría a Chile, era una fecha especial para mí, porque para ese entonces
yo ya estaba segura que era a ella a quien quería en mi vida para siempre, y a
diferencia que con Diana, el anillo de Ángela lo elegí con el corazón, fui a
miles de lugares y ninguno parecía el perfecto hasta que en una joyería casi
desierta encontré el anillo perfecto, un diamante con dos esmeraldas pequeñas a
sus costados, daba la impresión que era un fruto con sus hojitas, ese era me
dije cuando lo vi y sin pensarlo dos veces, en su interior le hice grabar
nuestra palabra favorita “definitivamente”, y así quedo sentado que en nuestros
6 meses yo le pediría la mano a la que quería como compañera para toda mi vida…
el destino otra vez se encargo de torcer todo, y tuve problemas en el trabajo y
mi viaje no se pudo hacer, cuando le conté a Angi algo en ella cambió, no sé si
fue decepción o que se yo pero simplemente cambió… seis meses cumplíamos y lo
celebramos en la oscuridad de una cena romántica cibernética y aunque a mi
parecer salió espectacular, algo tenía yo metido en el corazón… muchas peleas
le siguieron a esa celebración, la falta de atenciones de ella conmigo y el
repentino interés de salir a divertirse con la nueva compañera de trabajo, mis
celos volaron las esquinas de mi cordura y Ángela sólo se alejaba más y más… era
una noche de martes, aún lo recuerdo bien y casi una madrugada de
miércoles y el recuerdo sigue intacto,
yo no podía dormir y sentía un nudo en la garganta, mi polola estaba demasiado
inerte conmigo y su desatención para conmigo era más que evidente, algo estaba
pasando pero yo quería creer que era sólo el estrés aunque en el fondo sabía
que era algo más, pensando se me hizo ya
la madrugada y no pude esperar más, la mala espina carcomía mis entrañas y
necesitaba que la voz de mi novia me reconfortara.
Teresa: ¿alo?... hola mi amor – su voz dormitada se
escuchaba casi como un susurro –
Ángela: ¿Tete?... ¿qué hora es?... ¿por qué me
despiertas a esta hora? – su voz cambió rápido al de una molestia –
Teresa: perdón mi vida, pensé que no te molestaría,
antes no lo hacía, al contrario te gustaba que te llamara de madrugada…
Ángela: ay Tete, tengo que trabajar a las 7, no es que
me moleste es sólo que es un poco desconsiderado sabiendo que mañana tengo todo
el día de trabajo…
Teresa: yo también trabajo temprano, pero disculpa fue
una desconsideración, perdona no lo vuelvo a hacer
Ángela: ay ya Tete, deja de pedir perdón… me despertaste
por algo no?, que pasa?
Teresa: nada….ósea si pasa es sólo que me siento muy
inquieta por eso no pude esperar para llamarte después – mi voz se iba apagando
y no sabía porque –
Ángela: ¿qué te inquieta? – su voz sonaba molesta como
si de verdad escucharme la molestara –
Teresa: Angi… ¿tú me amas? – lo dije casi en un
susurro pero se escucho muy claro –
Ángela: ¿cómo?...
¿a qué va la pregunta Tete?... ¿qué pasa?
Teresa: - un miedo me lleno y temí volver a preguntar
pero lo hice – Angi por favor ¿dime tu me amas?
Ángela: ¿por qué tanta preguntadera?, ¿Tete me llamas
en la madrugada solo para preguntar eso?, si que te volviste loca mujer…- su
negativa de responder, y su evasiva, me ensombrecieron la vista –
Teresa: - mi voz me temblaba y todo el cuerpo se
inundo de frío – qué está pasando Angi, qué te está pasando?
Ángela: ¿pasándome?... nada Tete, estoy bien, ¿qué te
pasa a ti con todo este interrogatorio??
Teresa: a ti Angi, ya casi no me dices mi amor, sólo
Tete, ya no recuerdo la última vez que me dijiste que me amabas, antes no
podías estar sin escuchar mi voz ni un par de horas, ahora si no te llamo puede
que no sepa nada de ti en días….no me digas que no pasa nada, ¿por qué si lo está
pasando, es acaso Daniela?... ¿ha pasado algo con ella?
Ángela: ay ¿Tete, qué te pasa? Ya vas a empezar con
tus celos, no, no ha pasado nada con Daniela, estoy con mucho estrés en el
trabajo, ya sabes lo de la denuncia, mi curso, es eso estoy muy ocupada..
Teresa: ocupada para mí pero no para salir a
divertirte con Daniela los fines de semana no?
Ángela: ay Tete si me llamaste en la madrugaba para
pelear por tus celos te corto mejor ¿ok?
Teresa: no no, no cortes… lo siento… pero es que por
primera vez siento que mis celos no son irracionales, algo pasa y sé que ella tiene algo que ver…
Ángela: Dios Tete, siempre tiene que ser todo sobre ti
¿no?, ¿no te has puesto a pensar que puede ser esta vez algo sobre mi? – mi
garganta se iba encogiendo y con ella mi mano se apretaba más en un puño –
Teresa: si tienes razón, entonces si es algo, algo te
pasa y obviamente sólo te pasa a ti… ¿entonces conversemos dime qué pasa?
Ángela: ay Tete, es que no sé sólo que no sé ya….
Teresa: ¿no sabes qué?...no sabes de mi o de ti… ¿o no
sabes de mi amor por ti?
Ángela: porque siempre tiene que ser sobre
ti….demonios….no Teresa no es sobre ti… es sólo que yo… pfffff… es que…
Teresa: ¿es qué? ¡Habla de una vez por Dios!!!!
Ángela: ¡ya!!! Estoy confundida Teresa… yo ya no se…
“Confundida”, resonaba en mi cabeza como una palabra
sin significado, en ese momento de verdad no me había percatado que ella me
había dicho que no sabía, que su confusión era yo, no lo vi venir y me tomó por
sorpresa.
Teresa: ¿no sabes qué?... no sabes que sientes, ¿no
sabes si quieres estar conmigo?, ¿no sabes qué?
Ángela: no sé nada, estoy confundida….creo que es
mejor que nos demos un tiempo para saber qué me pasa…
Teresa: ¿un tiempo?... ¡¡UN TIEMPO!!!, ¿acaso me has
visto cara de reloj?... ¿para que quieres un tiempo para alargar lo que no te
atreves a decirme ahora??... ¿para buscar el valor o que se yo que sea lo que
busques hacer?... va a doler igual ahora o mañana así que dilo y no seas
cobarde…
Ángela: porque siempre haces las cosas tan
difíciles… esto no es fácil
Teresa: ¿y tú ves acaso que yo estoy jugando a dos manos
de lo fácil que lo hago?... ¿qué piensas? Que todo lo que me dices me resbala… me
estas matando Ángela… ¿acaso no lo ves?
Mis lágrimas empezaron a brotar, aunque no había
escuchado la estocada final, era demasiado obvio lo que diría, pero aún así en
mi ingenuidad de que era de verdad sólo una confusión apele a que
recapacitaría.
Teresa: mi amor, ¿estás confundida por?... ¿la
distancia?... amor yo voy a ir para cuando cumplamos siete meses, ya lo tenía
preparado iba a ser una sorpresa….
Ángela: si Teresa, es la distancia, pero no lo es
todo, tus celos, tus reclamos, te dije que me estaban cansando, prometiste
cambiar y todo seguía igual…
Teresa: pero como querías que cambie, si esa colega
tuya esta sobre ti todo el día, y tú me confirmaste que ella parece le gustas,
como no estar celosa, como no reclamar que en vez de quedarte conmigo una noche
prefieras salir con ella… dime… no soy tan irracional es lógico…
Ángela: si Tete, pero la distancia… y yo aún no sé si
me gustan los hombres o las mujeres…
Teresa: ¿qué cosa?... ¿cómo que no sabes?... no seas
hipócrita, sabes bien lo que te gusta, deja de esconderte en suposiciones
tontas, te gusto yo y soy mujer, y punto….conclusión te gustan las mujeres, qué
más quieres saber ¿ah?
Ángela: ya Tete, por favor no te exaltes, sabes que no
puedo hablar fuerte que mis papas están casi al lado, por favor tranquilízate ¿sí?
Teresa: ¿es ella no?... ¿es Daniela no?... se besaron,
me faltaste no?
Ángela: noooooo, yo no te he faltado, no es por ella
soy yo entiende….estoy confundida, todo se junto y ya no puedo más….
Teresa: ¿se sincera Ángela, es ella no?... dime la
verdad es ella….
Ángela: nooooooooooo Teresa no lo es… entiende yo
estoy confundida YO….y no es por ella, es por mi….no sé si ya me juegue todo
por esta relación…
Teresa: de que hablas….si hace una semana estábamos
planeando un viaje juntas de vacaciones como una luna de miel, y hasta hablamos
de matrimonio… como que no te juegas… Angi… amor… yo te amo, y sea lo que sea
lo podemos solucionar pero juntas….tenemos mucha historia, lo nuestro es
mágico, único amor escúchame yo te amo…
¿Me escuchas? – un silencio inundaba el otro lado de
la línea – ¡¡¡mi amor te amoooooo!!!
Ángela: PERO YO NO… ¡YA NO TE AMO MÁS!
Sentí en el parpadeo de mis ojos, no sólo las lágrimas
que como goteras inundaban mi rostro, pero sentí mi corazón literalmente
salirse de mi pecho y caerse al piso…podría jurar que lo vi revotar en el suelo
y dar sus últimos latidos frente a mis ojos… Ángela me había sacado el corazón
del pecho.
Ángela: te tengo un gran cariño, lo que vivimos fue
hermoso y no lo podre olvidar, pero se me acabo el amor, ya no me juego más por
esta relación…Tete? ¿Me escuchas?
El silencio me inundó sus palabras no sólo le sacaban
jirones a mi corazón sino a mi alma, mi cabeza no entendía que era lo que
estaba pasando, no podía razonar que hace una semana ella me decía mi amor y me
amaba con locura y ahora era nuestra relación un pasado, como es que ella había
pasado del “te amo” a “te tengo un gran cariño”… un gran cariño le tienes a tu
perro, a tu vecino, a un colega….no podía creer que la mujer que estaba
hablando era la misma mujer que yo soñé mi esposa y que ahora me hablaba de
grandes cariños….no lo podía creer
Ángela: Tete… ¿por favor, responde estás bien?
Teresa: muy bien Ángela… demasiado bien, espera, déjame
recoger mi corazón del piso y preguntarle si aun late para confirmar que estoy súper
bien….
Ángela: por favor no seas irónica, de verdad yo no
quería hacerte daño pero ya no siento lo mismo y no quiero engañarte
Teresa: gracias Ángela, tan considerada tu
Ángela: ahora me odiarás, y todo pero es lo mejor para
las dos…
Teresa: uy gracias Angelita… gracias por buscar lo
mejor… ¿ACASO NO VES QUE ME ACABAS DE ROMPER EL CORAZÓN???... acaso no te das
cuenta del dolor que me estas causando
Ángela: lo sé, lo sé, pero es mejor esto a fallarte y
engañarte…
Teresa: es Daniela lo sé…
Ángela: ¡carajo que no!... soy yo, que no aguanto más
te lo dije varias veces que me estaba cansando y no hiciste caso ni cambiaste….
Teresa: entonces si fui yo, entonces déjame intentar
recomponer, arreglar, volverte a enamorar, déjame viajar a Chile y lo hablamos
en persona, dame un chance una semana, y si no funciona yo misma le doy fin… pero
dame una oportunidad…
Ángela: te di varias oportunidades y no hiciste nada
ya es muy tarde…
Teresa: no digas eso, ahora me comprometo… déjame ir
hasta allá…
Ángela: ¡qué no! Teresa, que tú vengas no cambiará las
cosas… entiende que es mejor así…
Teresa: es que no entiendo… no puedo entenderlo, tú me
amabas, me profesabas amor eterno, ¿hicimos una promesa Ángela acaso no lo
recuerdas?
Ángela: lo siento Tete….es mejor que corte…
Teresa: nooo… si tu cortas no volverás a saber de mí,
me convertiré en un fantasma, no sabrás más de mi
Ángela: Tete, yo te estimo, y quiero saber cómo te va
y estas, podemos intentar una amistad…
Teresa: una amistad?... que me has visto cara de
estúpida
Ángela: ya empezaste con las ofensas
Teresa: disculpa Ángela si ofendí, pero tengo
demasiado dolor y rabia adentro como para estar preocupándome de escoger mis
palabras
Ángela: ya sabes que es mejor que corte…
Teresa: si Ángela… yo no soy amiga de mis ex, y tu no
serás la excepción, si me terminaste es porque no quieres nada de mí, entonces
yo te hago las cosas fáciles no sabrás nada más de mi, te lo prometo….que yo
tampoco quiero saber nunca más de ti
Ángela: pero Teresa no puedes ser tan infantil… madura
un poco… ¿no podemos terminar esto como adultas?
Teresa: ¿adultas?... tengo el corazón destrozado y
quieres que actué como si no lo tuviera… para ti debe ser fácil… para mí no… entérate…
yo si te sigo amando y esto me está matando… no quiero agonizar día a día
sabiéndote cerca como amiga pero lejos como pareja… no quiero…así que Ángela
espero que tengas una buena vida y que seas muy feliz… Adiós
Ángela: Teresa… espera…
El sonido del teléfono al estrellarse contra la pared
y caer al piso en mil pedazos represento muy bien como quedó mi corazón después
de esa llamada, las piernas me temblaban y no podía mantenerme en pie, caí
sentada al piso y recién asimile todo lo que había pasado, la mujer de mi vida
me acababa de romper el corazón y con el mi alma se había ido, apoyé mis manos
sobre el piso y cerrando los puños grite lo más fuerte que pude, grité, grite
hasta que el vecino de arriba comenzó a golpear el piso para que me callara, y
en ese instante fue que casi me ahogue con mis lágrimas, y es que empezaron a
salir desmedidas, no tenía control sobre ellas, sólo salían sin permiso y con
justa razón, la cajita de terciopelo negro estaba refugiada en la mesa de noche
al lado de su foto, la tomé en mis mano y la abrí, saqué el anillo y lo observe
unos segundos y cuando leí la inscripción empecé con las lágrimas desmedidas
otra vez hasta empapar el anillo y la cajita y es que yo seguía sin poder entender,
que había pasado, como era posible toda esa pesadilla….cogí la foto de la mesa
y me abracé un rato a ella mientras acurrucada en el piso buscaba hundirme en
un agujero negro, pero nada funciono…el dolor seguía ahí y yo la seguía
amando…me paré casi por inercia y busque el teléfono, estaba destrozado así que
cogí una chaqueta las llaves algo de dinero y salí sin rumbo fijo.
Yo asumo que era algo de las 3 de la mañana quizás,
camine sin rumbo por las calles, deseaba embriagarme en alcohol y aunque sea
una noche o algún momento olvidarme de todo, no sabía ningún número de memoria
excepto aquel – ¿Alo?... ¿me escuchas? – La voz al otro lado se oía como un
susurro, - Diana por favor háblame sé que me escuchas –
Teresa: lo siento, se que haberte largado del hospital
tantas veces, te dolió, lo sé, no debí hacerlo pero de verdad llegaste a
asustarme con tu acoso, perdóname por favor
Diana: ¿qué te pasa?... te oyes fatal….
Teresa: nada fue una mala idea haberte llamado, lo
siento otra vez, espero alguna vez me disculpes… ¿y sabes?...tenías razón….las
iba a pagar….y las estoy pagando
Diana: Tete, espera, no cuelgues… es Ángela ¿no? – no
pude resistir escuchar su nombre y me vine en llanto –
Teresa: si… snif, snif – mis lágrimas no me dejaban
casi hablar – me dejo Diana….me dejó….y me rompió el corazón
Diana: ¿dónde estás?
Teresa: estoy en un teléfono público de….no se….ahh
si… de la avenida frente al parque de mi depa, no sé cómo se llama…cerca al
semáforo y la estación del tren…
Diana: no te muevas de allí, voy por ti ¿ok?
Teresa: no, no
Diana, de verdad lo siento… estoy mal, pero no debo…
Diana: quédate ahí Tete, que yo voy por ti, no seas
cabeza dura…
Teresa: ok… te espero
Diana no demoró mucho, y me encontró sentada debajo de
ese teléfono completamente perdida, me recogió y como un borracho terco, le
pedí, le rogué que me llevara a un bar, fue tanta mi insistencia, no sé, pero
creo que ella también entendió que era lo mejor… se sentó conmigo en la barra y
casi no bebió pero me dejo que me tomara todo el alcohol de ese lugar, hasta
logré sonreír un par de veces y algo que recuerdo es que escuche un par de “yo
te lo dije”….pero no importo ya nada, las lágrimas habían cesado y todo ese
alcohol había de alguna forma adormecido mi cuerpo, mi corazón y pues por esos
instantes ya no sentía dolor…el dueño del bar le dijo que me sacara de allí que
estaba demasiado mal y así fue…Diana me quiso llevar a mi departamento pero le
pedí que no lo hiciera, que todo estaba lleno de los recuerdos de Ángela y que
no lo soportaría, así que me llevo a un motel… estaba tan ebria que a las
justas podía caminar, pero aún podía hablar…no sé cómo Diana hizo pero me llevo
hasta el cuarto y me acomodó en la cama, mientras mi boca hablaba disparates…es
una noche que guardo en recuerdos muy borrosa, pero sí recuerdo que cuando
Diana se acercó a despedirse le pedí que se echara un momento a mi lado, y a
partir de allí mi recuerdo casi es nulo…hasta que me vi con ella sobre mí.
Sus piernas rodeaban mi cintura, y yo sólo miraba como
ella se quitaba el vestido que llevaba puesto por encima de la cabeza, no
llevaba brasier y su pequeña tanga no tapaba casi nada…se me lanzo a la boca, y
me lleno de besos ardientes, yo tenía hasta la lengua adormecida, sabía que mi
beso era desastroso, pero aún así de alguna manera pude corresponderle, dejé
que me tocara que me apretara los senos por encima de la camiseta y de un
momento al otro me la quitara junto con mi brasier y pantalón…en una maniobra
rápida le quite la tanga y la dirigí a que quitara la mía con sus dientes, así
lo hizo, yo sólo observaba como ella era capaz de todo…de pronto me vino un
fugaz “YA NO TE AMO MAS” y me llene de rabia, coraje y dolor, lo que hizo que
la sobriedad me embargara, tome a Diana y la cargue para ponerla sobre mi
regazo mientras yo de cuclillas trataba de acomodarme en la cama, la bese un
rato para luego lanzarla a la cama otra vez, la tocaba toda, pero sin
delicadeza, la rudeza era lo que mandaba, caricias fuertes, duras y poco
cariñosas, todo mi tacto estaba lleno de rabia y coraje y lo demostraba con
cada nalgada que le daba a su trasero y cada mordida a su pezón que la hacía
gritar de dolor, yo recordaba a su cuerpo exquisito pero en ese momento no le
pude encontrar ni el gusto ni el sabor…la puse en cuatro y con fuerza metí dos
de mis dedos en su coño…los metí lo más profundo mientras adentro de ella movía
mis dedos con fuerza, ella gritaba de placer y yo sólo jalaba su cabello para
tratar de silenciar su gritar…el entrar y salir de mis dedos era tan intenso
que se comenzó a quejar de dolor, así que la intercambié mi mano por mi boca
para seguir dando placer… ella buscaba mi cuerpo para acariciarlo pero cada vez
que lograba tocarlo yo le quitaba la mano….no quería que me tocara, sabía que
estaba haciendo algo indeseable y no quería que ella se diera cuenta… le di
vuelta en la cama y la senté sobre mi boca, mi lengua la penetro firmemente
mientras me intercalaba con el succionar y lamer de su clítoris, ella se
contoneaba encima de mi boca mientras yo daba de nalgadas a ese trasero
exquisito que en ese momento no le encontré nada de exquisito… sus ojos
cerrados, sus manos apretando sus senos y mi boca dando más y más placer, sus
caderas se mecían y ella ya quería llegar al clímax, así que en un movimiento
rápido la eché y encajando mis piernas empecé el frote de nuestros coños, con
una energía que no sabía de dónde había sacado froté con mucha intensidad,
podía sentir sus jugos desbordarse y una de sus manos aferrada a mi muñeca que
sujetaba su pierna en el aire me dejó saber que el orgasmo era inminente… mis
caderas se empezaron a mover más rápido y con el sudor casi cayendo de mi
frente en un ejercicio extenuante la hice explotar de placer, gritó tan fuerte
que le tuve que tapar la boca… poco a poco fui bajando velocidad hasta quedar
totalmente estática…me dejé caer en la cama y vi que todo el techo me daba
vueltas, así que cerré los ojos y no sé en qué momento me quedé dormida.
Un dolor intenso de cabeza me despertó, miré la hora
en el reloj de la pared y eran más de las 10, trate de acomodar mi cabeza, y
por un instante pensé que todo lo que había pasado había sido una pesadilla,
pero cuando sentí un cuerpo moverse al lado mío caí en la realidad de que todo
era verdad, un brazo me rodeaba y se aferraba a uno de mis senos, así que
despacio lo fui moviendo para alejarlo de mi cuerpo, salté de esa cama
sigilosamente, no quería despertar a nadie…di un par de pasos hasta la puerta
con todas las ganas de huir pero me di cuenta que estaba desnuda, así que
recogí mi ropa y muy callada me la puse, mire el cuerpo desnudo de Diana tapado
en una pequeña porción por la sábana y me sentí fatal, no sólo había hecho una
estupidez sino que me sentía más miserable que el día anterior, no se quien
invento el sexo por despecho pero era demasiado agrio y amargo, me sentía
demasiado vacía y sucia, y lo peor de todo es que sólo me hizo sentir culpable
como si le hubiera fallado a Ángela y eso sólo empeoró el dolor y la culpa…me
quede sentada en la silla frente a la cama no se por cuanto tiempo, viendo a esa
mujer dormir, tratando de adivinar qué hacer después…al final decidí lo más
cobarde… huir… saque dinero suficiente de la billetera para su taxi y lo puse
en la mesa de noche junto con una nota que decía “me salvaste de cometer una locura, ahora sálvate de mí que yo no hago
ningún bien”…le di una última mirada a ese cuerpo desnudo y salí de la
habitación, pague todos los gastos y me dispuse a andar, el sol era amenazante
a mi dolor de cabeza, pero en mi interior me decía que me lo merecía… camine un
par de cuadras y Ángela volvió a mi mente, y en mi cabeza sólo maquinaba la
pregunta “¿cómo haría ahora?...¿cómo haría ahora para seguir viviendo sin Ángela?”…
me paré en el semáforo y me di cuenta que no tenía ni la menor idea de cómo
vivir sin ella.
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Esta parte de cuando sentís que la otra persona ya no te ama y que vos estás tan enamorada, es muy dura y muy triste.
ResponderEliminarYezi
Ay Dios !!!!.....Cómo duele que te hagan lo que tu hiciste, verdad. La vida es una rueda, algunas veces estas arriba, otras abajo. Y es tan sabia la vida, que si no aprendes la lección te la repite.
ResponderEliminarPili- Chile.
eso dolio :(
ResponderEliminarEl que a hierro mata a hierro muere no hagas lo que no te gusta que te hagan todo vuelve en la vida tal vez teresa aprenda cambie excelente capitulo
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