Esperamos tu historia corta o larga... Enviar a Latetafeliz@gmail.com Por falta de tiempo, no corrijo las historias, solo las público. NO ME HAGO CARGO DE LOS HORRORES DE ORTOGRAFÍA... JJ

Solo un suspiro - Mi Respuesta - 4


CAPITULO  4
El sol entraba por la ventana… y su cuerpo aún seguía arropado por el mío y su brazo no se había soltado de mi hombro…su rostro seguía ahí acurrucado en mi pecho…y la sonrisa de mi rostro no tenía comparación… lo que había pasado en esa noche no sólo fueron los fuegos artificiales de sensaciones, pero fue el descubrir que yo a esa mujer la quería más de lo que podía reconocer y aceptar, que lo que yo sentía por ella era demasiado parecido a un amar, quizás en ese momento debí haberme dado cuenta, que cuando se siente tanto en tan poco tiempo, lo más probable es que se pase de un recibir mucho a un recibir nada, en un chasquido de mis dedos… pero en ese momento, todo era tan sur real que nada de ese pensamiento era capaz de entrar a mi cerebro ingenuo.


Mis dedos entrelazados a los de ella, su mano totalmente arropada por la mía y en mi cabeza sólo los recuerdos de aquella noche no dejaban de sorprenderme… ella se entrego a mí, y la hice sentir lo que mi boca no se atrevía a decir… y yo me entregué a ella, sin esperar nada a cambio… agaché despacio mi rostro y desde esa posición podía ver otra vez aquellas pestañas que tanto recordaba como unas alas de mariposa… pude ver su rostro apacible y su pecho llenarse de aire y exhalar…jalé un poco la sábana y me encontré con su desnudez… la belleza de una mujer desnuda no es comparable con ninguna hermosura terrenal…y ella en esa cama abrazada a mi… era divinidad completa… me acerqué a su frente y la bese tiernamente, y con ese leve roce… ella empezó a moverse.

Ángela: buenos días salvajita – me dijo entreabriendo los ojos –
Teresa: Buenos días princesa – le dije mientras me acercaba a sus labios para besarla – ¿y a quién le dices salvajita?? ¿A mí??
Ángela: a quien más, no recuerdo otra mujercita hermosa que me haya hecho tantas cosas maravillosas en esta cama – su rostro se sonrojó mientras lo volvía a esconder en mi cuello –
Teresa: pero te gusto no?...eso te hace a ti otra salvajita mas – se lo dije mientras me metía debajo de la sabana, para robarle besos a su barriguita –
Ángela: para para…que me haces cosquillas… jajajaja… PARA… jajaja – su cuerpo se retorcía a mis besos y yo la sujetaba más fuerte para acercarla –
(ring, ring, ring)
Teresa: ¿llamaste al servicio de habitación o algo? – le dije mientras la veía con mi mentón apoyado en su abdomen –
Ángela: no para nada… recién desperté contigo… ¿qué será?
Teresa: - me moví de encima suyo y un vacio en el estómago me hiso presentir algo que no me gustaría – mejor no contesto – mire a Ángela con duda –
Ángela: contesta, seguro que es para recordarte que solo hasta medio día te puedes quedar….de paso pides el desayuno ¿sí? – su cara sonriente me convenció y tomé el teléfono –
Teresa: ¿Alo?... - un silencio prolongado y luego esa voz que conocía tan bien –
Diana: qué bonito Teresa… muy bonito….
Teresa: Diana… ¿cómo supiste dónde estaba?
Diana: tu madre me dijo con un regocijo extremo que te habías ido de viaje con una amiga… y hasta me dijo donde… Iquique no es tan grande…llame a todos los hoteles y créeme no hay muchas Teresas Torre
Teresa: Diana tenemos que hablar… no por teléfono…
Diana: claro mientras yo andaba probándome el vestido de novia de NUESTRA BODA… tu andabas de paseo con la chilena ¿no??
Teresa: Diana no es así….es que tenemos que hablar… dame media hora y hablamos tranquilas… ¿sí??
Diana: ¿te la tiraste?? – Su tono de voz alterado y tembloroso me decía que estaba a punto de llorar y eso me dolía –
Teresa: Diana por favor
Diana: ¿TE LA TIRASTE? ¿SI O NO?
Teresa: Diana no hagas esto por favor te lo ruego… cálmate un poco y hablamos como adultas ¿sí?
Diana: DIME DE UNA PUTA VEZ SI TE TIRASTE A ESA CHILENA DE MIERDA….

Los gritos salían del teléfono y sabia que Ángela había escuchado semejante frase, la vi pararse de la cama y venir a mi lado para sostenerme la mano…y mirando fijamente a esos ojos verdes le respondí…

Teresa: no Diana…no me la tire…ni me la folle, ni nada de eso hice con Ángela, nosotras…. hicimos el amor…- un silencio incomodo lleno el teléfono, Diana no hablaba más y yo no sabía que más decir –
Diana: eres una puta Teresa… siempre lo has sido… eres una vagabunda… TE ODIOOO!!! TE ODIOOO!!
Teresa: lo siento Diana… lo siento… espero algún día me perdones…un matrimonio sin amor Diana, es un fracaso, espero algún día lo entiendas y me perdones…
Diana: entiende tu esto Teresa… las vas a pagar… - el sonido de la línea al ser colgada inundo mi oído… Diana me había colgado –

Puse el auricular en su lugar y no pude evitar sentirme mal, un sin sabor en la boca, un dolor de cabeza, y un vacio en el estómago ahora me poseían toda, no podía mantenerme ni sentada en la cama… así que me recosté con la mirada fija al techo…lo que había hecho, había sido una canallada, había lastimado a alguien a costa de mi felicidad y eso no era correcto… en ese momento no preste mucha atención a las palabras de Diana “las vas a pagar”… debí haber prestado mucha más atención a esas palabras…quizás me hubiera ahorrado muchas lágrimas, pero en ese momento ya era demasiado tarde… Ángela estaba ya metida demasiado adentro… Ángela se acerco a mí y me abrazó como cuando abrazas a tu hijo, sentía su consuelo su protección en ese abrazo y me fascino, me sentí tan a salvo que no quise apartarme de su abrazo

Ángela: todo estará bien mi amor, ya lo verás….yo te dije que no quería nada más que la noche que me diste y lo mantengo, regresa con Diana si quieres y arregla las cosas, estoy segura que ella sabrá perdonar – me separé de su cuerpo y de golpe me senté en la cama para ver en sus ojos si eso que decía era verdad –
Teresa: Ángela… después de lo que hemos vivido y sentido, ¿tú crees que yo puedo regresar a mi vida normal?
Ángela: lo sé lo sé… yo se que te pensaría a cada instante…estoy segura….pero que te puedo ofrecer…yo no puedo decir que me gustan las mujeres y…
Teresa: - la tomé de las dos manos y la hice enfrentar mi mirada – lo que pasó anoche… fue algo más que lujuria y pasión, anoche me entregué a ti y a lo que sentía por ti que no quería reconocer, anoche te amé Angi… sé que es pronto para decirlo pero…lo sentí… y sé que no me puedes ofrecer nada… pero vivamos esto y ya después veremos… TE AMO y no lo quiero callar más…
Ángela: - sus ojos se llenaron de lágrimas, sus ojos me miraban con fervor y amor, era sincera esa mirada…o al menos lo parecía – yo también te amo…y quiero estar contigo…
Teresa: ¿entonces?..- la miré sonriente – ¿Ángela Ximena Fusaro Ricketts quiere ser usted mi novia?
Ángela: novia no….
Teresa: ¿cómo?... ¿no quieres??
Ángela: no mi amor… quiero ser tu polola…

Las carcajadas llenaron la habitación….y como dos niñas nos echamos a reír en aquella cama, abrazadas y con nuestros labios como testigos y los que sellaron el momento… era mi primera vez como polola y ya me estaba gustando, aunque no podía evitar ese vacío que seguía en mi estómago por lo que había pasado con Diana, pero Ángela, con su risa, su sonrisa y ese encanto y chispa tan especial me hiso olvidar todo… en instantes… estaba segura…ya no había más duda, estaba con quien quería y debía estar, y no me apartaría de ella me repetía en la mente.

Ese día no salimos de la habitación de ese hotel hasta que el sol se oculto…nos amamos…con todas las letras que tiene la palabra...nos acariciamos cada espacio desconocido de nuestros cuerpos y en cada beso repartimos los “te amo” guardados, fuimos una sola…ya no éramos dos mujeres sino una sola…yo aún sentía ese vacío y es que aunque sabía que lo de Diana había terminado hace mucho tiempo antes de que yo conociera a Ángela, no fui lo suficientemente capaz o de ser valiente seamos sinceros…de decirle que lo que sentía por ella nunca fue amor, sino un gran querer pero que no me daba ilusión… con Diana compartí emociones intensas, vivencias imborrables, pero Ángela había escrito más historia en dos días que el año que llevaba con Diana…dicen que existe alguien que es sólo para ti en el universo, que es esa persona la que te hace sentir completa y plena, y que el universo confabula para que esas dos personas se acerquen… pues yo siempre creí que eso había pasado con Ángela… el avión, el niño llorón, sus pies descalzos, sus ojos verdes, su desaparición y ahora este encuentro, todo habían sido casualidades pero que de casualidad no tenían nada, estaba escrito que de millones de personas que existen en la tierra, haya sido exactamente ella la que se acomodara a mi costado en ese avión y que haya sido la responsable de mi sonrisa tonta en ese fin de semana en Iquique.

Era un día que tenía que quedarme en esa playa….pues ese fin se convirtió en casi 4 días, los días en los que guarde los más hermosos recuerdos, en el que construí las mas maravillosas sonrisas, en los que cree un mundo con ella en el que solo importábamos las dos y nadie más…Diana me llamo un par de veces más, por fin pude hablar con ella calmada…era cierto que ella estaba molesta conmigo y yo triste por lo pasado, pero así debió pasar, ahora que lo pienso y lo recuerdo, creo que de otra manera no hubieran sucedido igual las cosas, lo que yo sentía por Ángela iba más del entendimiento de alguien racional, iba más allá...y eso al final lo entendió Diana, bueno al menos eso me hizo creer, terminamos conversando como adultas y aceptando las situaciones, no me canse de pedir perdón, no me canse de disculparme, pero tampoco me canse de defender mis sentimientos por Ángela, ni de recordarle a Diana que lo que viví con ella sería único, pero había llegado a su final, así ella dejo de llamar y yo a punto de las lágrimas en ese aeropuerto.

Ángela: no te quiero ver así por favor, no lo soporto, quisiera no partir…- mis ojos la miraban y mi mano acariciaba la suya que tenía apoyada en mi mejilla secando mis lágrimas –
Teresa: haría lo que fuera por estar junto a ti, siento que me están jalando de un cordón a la fuerza para separarme de ti – mis ojos eran dos goteras que no dejaban de derramar lágrimas –
Ángela: mi amor, yo iré a NY y estaremos juntas, ya lo veras todo será hermoso, ya verás – sus ojos ya no me miraban, se escondían tras sus pestañas para tratar de apartar las lágrimas –
Teresa: ya tienes q irte, ya es la última llamada para tu vuelo – su mano no se soltaba de la mía –
Ángela: no quiero… pero debo – mi mano seguía sujeta a la suya y no pude aguantar más –

La sostuve fuerte de la mano y la jalé a mi cuerpo y le di un beso lleno de amor, fue un beso simple de labios solamente y de escasos segundos pero me quede apoyada a su frente y mis lágrimas se encargaron de mojar el momento, pero lo que más recuerdo de ese instante fue que ella no me aparto, ni tampoco se incomodo, ni intento alejarme por el miedo a que nos vieran, al contrario se quedo ahí, con sus manos entrelazadas por las mías y nuestras frentes pegadas mientras nuestros ojos no se atrevían a abrirse para ver el desenlace… basto un “última llamada para el vuelo a Santiago”, para que mi corazón se encogiera de tristeza.

Teresa: ese es tu vuelo – hablé sin abrir los ojos o despegarme de su frente –
Ángela: lo es, me tengo q ir – su voz sonaba a sollozo, ella sufría como yo –
Teresa: no quiero abrir mis ojos, no te quiero ver partir

Sostuve fuerte su mano, y sentí como su frente se despegaba de la mía y como su cuerpo se alejaba del mío, contuve mi cabeza gacha con los ojos fuertemente cerrados, no quería ver, no quería… mi brazo fue alado por su mano, a la que no quería soltar pero debía, y así se fueron desenredando sus dedos de los míos hasta soltarnos completamente… trate de mantener los ojos cerrados el más tiempo posible… de verdad no quería verla partir… no se cuanto duro el momento pero cuando por fin me di valor de abrir mis ojos… me encontré con esa realidad funesta, ella ya no estaba allí.

Camine un par de pasos tratando de recobrar el aliento y algo de aire que sentía me faltaba, ya no podía respirar de todas las ganas que tenía de llorar, y de pronto como un rayo, me llego a mí esa decisión… que si me preguntan ahora casi dos años después, hubiera hecho exactamente lo mismo, no le hubiera cambiado nada…miré la pantalla con todos los vuelos, busque el de ella y la puerta de salida y corrí como loca, empujé, maldecí, salté y llegue hasta el lugar por donde ella debió entrar y sólo pude ver el movimiento del avión al despegarse de la manga de abordaje, y ahí mismo entre mis pensamientos abstractos y tontos, y mi poca cabeza y mi mucho corazón lo hice… corrí de vuelta como loca, si hubiera sido una corredora de 100 metros… créanme, hubiera batido un récord ese día… llegué al counter con media palabra en mi vocabulario pero con toda la idea completa en mi mente… pedí lo que tuve que pedir y a dos horas de haberse ido Ángela, yo ya estaba montada en un avión hacia mi destino.

Ángela: disculpe señora, pero esta medicina solo la puede encontrar en la farmacia del centro, si quiere puedo hacer una llamada para que se la separen y usted va hasta allí sólo a recogerla
Cliente 1: ay gracias señorita, si fuera tan amable eso sería fantástico
Ángela: no se preocupe para eso estamos, me da un momento que yo llamo – lo dijo volteándose para darle la espalda a la cliente –
Cliente 2: ¿y señorita tendrá una medicina para un padecimiento que se llama “Angelitis Aguda”?

Ángela no volteó, levantó la vista de la computadora donde consultaba algo, y mirando la parte trasera de la farmacia, sólo se quedo estática, creo que trato de adivinar la voz, de quizás convencerse que no era quien pensaba, pero sólo se quedó allí estática

Cliente 2: tiene la medicina o es que esa enfermedad no tiene cura….porque yo creo que la medicina sólo la puedo encontrar en esta farmacia

Despacio, fue muy despacio, ella poco a poco fue virando su cuerpo, y al mismo tiempo agachando la cabeza, si mirada fija en el piso, pero todo su cuerpo ya de frente no dejaba que esa carita se enderezara….levanto la vista poco a poco y pude ver una lagrima acumulándose en sus ojos verdes

Ángela: dime que no es verdad – me dijo, fue lo único que me pudo decir me confesó tiempo después –
Teresa: soy de verdad Angi, y aquí estoy

Salió de detrás del mostrador y se acerco a mí, yo creo que si hubiera podido correr y saltar el mostrador lo hubiera hecho, me abrazó fuerte como no queriendo dejarme ir, metió en mi cuello su rostro y lloró como una niña, los clientes allí parados no entendían nada, pero a ella no le importo y a mi menos, la había extrañado tanto, aunque sólo un día nos hubiéramos separado, pero fue suficiente para darme cuenta que a esa mujer la adoraba y la amaba con todas mis fuerzas y que tenía que venir detrás de ella, porque la necesitaba para respirar…me acerqué a su oído y le susurre – no podía dejarte ir y aquí estoy -  ella enfoco  si mirada en mis ojos y mis palabras, porque en ese momento esa mujer sólo me miraba los labios, yo estaba segura que se moría por darme un beso, pero se contuvo por el lugar donde estábamos, pero sus ojitos verdes pasaban de mirar mis ojos para pasar luego a mis labios…yo también lo deseaba, pero sabía en qué situación estábamos así que sólo le sonreí y la volví a abrazar.

Le dijo a su compañera de trabajo que la cubriera y de allí salimos de frente a su auto, caminábamos separadas, pero con un cómplice roce de nuestras manos íbamos sonriendo camino al auto…ni bien llegamos ella partió, no me pregunten donde porque creo que ella tampoco lo supo, sólo queríamos salir de ese estacionamiento, llegamos a algo que parecía como un malecón o que se yo, lo único que importaba es que no había nadie y ahí sin esperar a que ella apagara el auto me lancé a besarla, otra vez esos labios tan suaves, esas tiernas caricias de sus manos, ese aliento irresistible y esa lengua con toda esa humedad embriagadora, nos besamos como locas, entre suspiro y suspiro y los “te amo” que nos dedicábamos, las sonrisas entre besos y todo seguía siendo mágico, la amaba, como la amaba.

Ángela: mi amor, ¿qué paso? Como es que estas aquí – me dijo mientras se acercaba a mi boca por un beso suave –
Teresa: te fuiste y te llevaste mi corazón tenía que recuperarlo así que te seguí, espere casi 6 horas por el siguiente vuelo pero fue la espera más dulce, porque sabía que tendría recompensa, ¿no es cierto? – le levante una ceja mientras la miraba fijamente –
Ángela: uhmm no se, ya veremos cómo te portas para darte tu premio – me miro pícaramente y otra vez nos encontramos en un beso –
Teresa: entonces nos vamos ya a mi hotel, arranca que no hay tiempo que perder – me senté derecha en el asiento mientras la miraba de reojo –
Ángela: ¿a no señorita usted me dice que pasó?, tu trabajo ¿no dijeron nada? ¿Cuánto tiempo te vas a quedar?
Teresa: ok, se acabo la magia… ¿sabías que tienes un don especial para matar mis ilusiones?...amor que importa el trabajo, estoy aquí ¿no?
Ángela: amor se que lo importante es que estemos juntas, pero tu trabajo es importante igual, no puedes ser tan cabeza loca
Teresa: ok, ok, tienes razón…te explico pero después volamos al hotel ¿ok?
Ángela: nada de volar, todavía no he terminado en la farmacia, regreso a trabajar y cuando termine te recompenso o te premio o las dos cosas ¿ok? – me lo dijo con ese gesto particular de sacar la lengua y cerrar el ojo, me encantaba y con eso me convenció –

No demoré mucho en explicar, que pedí licencia en el trabajo, que obviamente la excusa de mi madre había sido la perfecta, que a mi madre le había dicho que encontré  algo en Chile que me había fascinado y que me tenía que quedar a investigarlo, claro no le dije que mi hallazgo fue Ángela y que de todas maneras investigaría a esa mujer en todos sus rincones… fue una conversación corta, nuestras ansias apremiaban…no pude decirle cuanto tiempo me quedaría porque ni yo mismo lo sabía, pero las dos preferimos no ponerle límite de días a nuestros días juntas.

Ese día y los 30 días después que le siguieron de ese mes fui religiosamente a recogerla del trabajo, fuimos a cenar, a pasear, a vagar, a divertirnos como niñas en los juegos mecánicos, a tirarnos palomitas en el cine, a reírnos como locas y amarnos por las noches, mañanas o tardes en las que se podía, viajamos, paseamos y vivimos un mes inolvidable, nos separamos muy poco solo por la navidad en la que viaje dos días a pasarlo con mi madre y ella me espero a mi regreso vistiendo mi regalo de navidad…que simplemente fue su desnudez vestida de su hermosa belleza en aquella cama de hotel que tantas veces había sido cómplice de nuestro amor…si me preguntan, ese mes se paso casi por arte de magia volando, no hubo día que sintiera fuera lo suficientemente largo para decirle o demostrarte a mi mujer que la amaba, el tiempo no me alcanzó para darle los detalles más sublimes, todos los días había algo escrito en un papelito dentro del auto, o una visita sorpresa siempre a comprar chucherías en esa farmacia, hasta el cuarto del depósito de medicinas nos había visto intercambiar más que tertulias sobre esas cajas estáticas…fue maravilloso, pero otra vez nos vino la razón a las dos y se nos vino de prisa y acelerada, el dinero se acababa y yo no hallaba más excusas para ausentarme del trabajo así que en una noche de llanto de ambas decidimos que ya era tiempo de que regresara a mi lugar, pero con la promesa de que ella iría a visitarme pronto y que el teléfono, la internet y los mensajes serían nuestros lazos para no dejar de demostrar que nos amábamos…y así pasó un jueves recuerdo bien que partí de Santiago, un vuelo nocturno en el que me lleve a cuestas los últimos besos que nos dimos a escondidas en el baño del aeropuerto y los escritos en mi mano del puño y letra de mi polola y en el bolso la revista aquella que nos separo los primero meses de conocernos y que sería la posta que yo debía entregarle cuando ella me fuera a visitar…así nos hicimos el compromiso, de que esa revista que llevaba mi email escrito sería la que viajara de lugar a lugar donde nos encontráramos para nunca olvidar que fue el destino quien nos unió y no una casualidad.

Teresa: Tete está esperando mil horas tantas horas…donde estará mi polola… digo ¿DONDE ESTARA MI POLOLA????
Ángela: ya amor, ya voy déjame termino de arreglarme el cabello

Era increíble tenerla otra vez junto a mí, saber que estaba en el cuarto de baño de mi departamento arreglándose para salir conmigo, tres meses había sido la separación y nos había costado pero ahora estábamos juntas otra vez y listas para ir a celebrar nuestro cuarto mes juntas.

Teresa: aquí es, cierra los ojos – la tome de las manos y despacio la hice entrar a esa galería que hace un tiempo atrás iba a ser el lugar de recepción de mi boda –
Ángela: ¿amor,  dónde me estás haciendo entrar?
Teresa: ya lo veras te gustará

El lugar era extrañamente esquicito un antiguo museo convertido a galería de arte, que por casualidad ese día exhibía cuadros de ángeles…ángeles, arcángeles, querubines, cupidos… ese lugar estaba rodeado de ángeles por todas sus paredes…poco a poco acerque a Angi hasta donde la quería tener e hice que abriera los ojos.

Ángela: ¿qué es esto amor?... ¿estamos en el cielo? Porque hay mucho angelito – me dijo con su mirada pérdida en el escaneo de esas paredes –
Teresa: es que hoy es un día especial y quería hacer algo especial – le dije mientras acomodaba su rostro para que me enfrentara con su mirada –
Ángela: si ya se amor 4 mesecitos
Teresa: si amor 4 mesecitos de amor, pero hoy también quiero hacerte una promesa – sus ojos verdes me miraban expectantes –
Ángela: ¿una promesa? – la tomé de la mano otra vez y la lleve al centro del salón de esa gran galería –
Teresa: si mi amor una promesa…ven dame tus dos manos – cogí sus dos manos entre las mías y la miré fijamente y le dije – hoy que cumplimos 4 meses, me ha parecido el momento preciso y exacto para decirte una vez más que te amo…estos meses separadas me han enseñado que si se puede amar lo que no se ve…me has enseñado que todo se puede con confianza, y que el mayor éxito y logro en esta vida no es tener lo mejor sino tener con quien compartirlo y en eso te doy gracias porque tú has llegado a mi vida para completarla…te amo Ángela Ximena, y aquí en medio de este salón rodeada de Ángeles y arcángeles y en frente de ti mi amor, el angelito que ilumina mi vida, te quiero prometer que te voy a amar para siempre, pase lo que pase lo voy a hacer para siempre – sus ojos se llenaron de las goteras de lagrimas que querían salir –
Ángela: yo también te voy a amar para siempre

En ese instante lo que faltaba se hizo infaltable, y lo que sobraba se hizo insobrable, sólo se necesito un beso nuestro, un beso de aquellos que lo entregan todo y no esperan nada, sus labios húmedos y tibios arroparon los míos calientes y mojados, fue un beso sentido que comunico lo que el silencio no nos dejo expresar… allí estábamos las dos en medio de ese salón rodeadas de Ángeles besándonos como si el mundo se fuera acabar en ese instante.

Teresa: - me separé un poco de sus labios y en un susurro dije – vámonos de aquí
Ángela: si por favor….

El golpe a la puerta se pudo haber sentido dos departamentos más abajo y dos más arriba, mi espalda quedo marcada con las vetas de la madera de la que estaba hecha esa puerta, pero en ese momento no importo… mi mujer estaba deseosa de hacerme suya y arrinconada contra esa puerta yo estaba disfrutando de sus besos llenos de fuego…me abrace a su cuello y mis piernas a sus caderas… me llevo por los aires y las sonrisas intercaladas entre besos llenaron el espacio de nuestro trayecto a la habitación…ella había aprendido a amarme con pasión, con lujuria, pero también con ternura, con dulzura y encanto, y de alguna forma ella había sabido dar una dosis de cada sensación cada vez que me hacía suya, algo que me pareció de lo más único y exquisito…despacio me colocó sobre la cama, mi espalda iba descansando despacio sobre el cobertor, en el centro mismo de esa cama mi cuerpo fue acomodado, y en un movimiento rápido cual gata ella se escabulló con su muslo apretando mi entrepierna, su mano sujetando la mía sobre mi cabeza y su boca enterrada en mi cuello… pequeños jadeos salían de mi boca con cada mordida que le daba a mi piel enrojecida, que húmeda se llenaba de deseo por encima de mi hombro… podía sentir su lengua batir los deseos que evaporados emanaban de mi piel, mi hombro se hizo entonces objeto de su deseo y a leves mordiscos dejo marcando su pasión en mi piel… sus manos incansables recorrían de arriba abajo mi silueta, pasando y repasando por mis senos y cintura el leve tacto de sus dedos buscando las curvaturas más peligrosas, mi pezón embelesado ya saltaba de emoción y no falto un leve apretuje por sus dedos que no dejaron de recorrer esos lados… su mano era experta ya, tantas veces nos habíamos amado que sabía exactamente qué hacer, dónde tocar y cómo hacerlo….deslizó su mano por debajo de mi camiseta sin dejar de sostener la otra que aún apretaba por la muñeca por encima de mi cabeza, sentí su tacto recorrer mi abdomen, y luego irse al centró de mis pechos para luego apoderarse del derecho, un apretón leve y yo con el daba un gemido al aire, otro apretón un poco más fuerte y con el ella volvió a poseer mi boca en un beso húmedo lleno de su lengua de fuego…su muslo seguía frotando mi entrepierna y yo ya sentía que el río de sensaciones de ese lugar mojaría mi pantalón y el de ella en ese derramar, pero ella parecía no percatarse, no sé que quería demostrar pero lo hacía demasiado bien….me levantó la camiseta y por fin soltó mi muñeca y en ese luchar de quitarme la ropa también voló por los aires mi brasier… de torso desnudo echada frente a ella no podía más que mirarla como sus ojos verdes escaneaban mi cuerpo semidesnudo, y como el brillo de su deseo llenaba de luceros esos ojos…posó su mano en mi cuello para luego deslizarla tocando mi piel por en medio de mis pechos, luego por el contorno de mis costillas para luego con sus dos manos acariciar mi abdomen al que luego abrazó y alzado en el aire lo atrajo a su boca para besar mi ombligo… mientras no perdía tiempo de subir sus manos por mi espalda…para formar en el aire la figura de una danza aérea de ella arrodillada en esa cama y mi cuerpo sostenido solo por sus brazos.

Me dejó caer despacio otra vez en el cobertor y dándome vuelta se hecho sobre mi espalda… su muslo volvía a encallarse en mi entrepierna y sus labios en mi nuca, para luego bajar por mi cuello, mientras sus manos buscaban las mías para entrelazarlas… nuestras pieles eran de fuego, la calentura de esos cuerpos era locura… mi cuerpo me gritaba la necesidad de sentirla, pero ella por alguna razón no dejaba que la despojara de sus ropas, yo cerraba los ojos y estiraba mi cabeza al cielo y es que sus besos en mi espalda era de los más eróticos que haya sentido, la dosis perfecta de lengua, la cantidad adecuada de humedad y la suavidad perpetua de sus labios… sus labios seguían bajando por el centro de mi espalda y mientras más se acercaba a mis nalgas más se erizaba mi piel…sus manos no me soltaban hasta que por fin llego a mis nalgas donde con sus manos apretó y besó sobre el pantalón….no aguanté más el placer y dándome vuelta en la cama, la encaré y con su mirada sorprendida por mi hazaña, le empecé a quitar su camiseta y con ella su brasier y sin esperar a que reaccionara sus pantalones y pantie volaron por los aires….ahora ella estaba en desventaja, pero no tardó en ponernos en igualdad y las dos en desnudez nos encontramos enroscadas en el medio del colchón…sus besos de fuego iban en aumento, ya no era mi cuello mi protagonista pero mis pechos que se llenaban del calor de su lengua y la humedad de su saliva, cada succión era un gemido y cada jugar de su lengua con mi pezón era una marca de mis uñas en su espalda….me miraba deseosa y no perdía la vista de mis gestos de éxtasis a sus caricias…mientras su boca aún devoraba mis pechos acomodó su pubis al mío y el leve toque de sus vellos acariciaron mi piel desnuda de mi monte de venus, sus movimientos de caderas apretando su pubis al mío me volvían loca, ya no había humedad en ese lugar pero una inundación de los jugos del deseo…poco a poco fue dejando mis pechos totalmente enrojecidos para seguir el camino de mis músculos tensos por la pasión, su boca seguía el camino y de pronto se detuvo allí frente a mi pubis….delicadamente abrió un poco más mis muslos y sosteniéndolos por las rodillas empezó a besarlos de afuera hacia adentro, besos intensos que provocaron más éxtasis, hasta llegar a mi ingle donde los intercambio por besos delicados que luego fueron reemplazados por su lengua que bajaba desde mi monte de Venus en un línea recta hasta el empezar de mi rajita y allí se detuvo y me dijo mirándome desde abajo – feliz cuatro meses mi amor –  y con esa frase abrió mis labios y metió su lengua en mi rajita buscando mi clítoris el cual saco de su lugar a succión, llevándome a mí al éxtasis, sus labios se encargaban de masajearlo entre ellos y su lengua recorría esa rajita de arriba abajo haciendo que se llenara de más y más de fluidos, su lengua ponía empeño en mi clítoris pero quien se abría cada vez más era mi coñito buscando que esa lengua entrara en más profundidad….mi mujer conocía mi cuerpo y sabía que era lo que deseaba, así que sin esperar metió su lengua de fuego en ese agujero y con estocadas firmes de su lengua endurecida me hizo retorcer de placer encima de esa cama, sus estocadas firmes y rápidas estaban llenando mi vientre de un calor indescriptible mientras sus dedos se apoderaban de mi clítoris también endurecido en un frote casi salvaje… mi pelvis se movía como loco ante semejantes caricias y mis pechos aguantaban recios las estocadas de mis manos apretándolos para buscar algo de desfogue ante tanta sensación desmedida… su boca se apretaba más a mi rajita y cuando ya sentía que me vendría en una explosión, ella se metió entre mis piernas en una tijera perfecta y con un vaivén poderoso nuestros clítoris chocaron y nuestros jugos se mezclaron y ella dominándome y apretándose, logró un grito casi ensordecedor mientras mi cuerpo se tensaba en el aire y mi coño se bañaba de más deseo, pero el movimiento no paró, mi mujer no había terminado y yo ayudando con la poca cordura que aún llevaba seguí pegando mi rajita a la suya y en ese apretar de sus dedos y sus ojos cerrados supe que ya estaba cerca así que acelerando más y haciendo la fricción más enérgica me vine en otro orgasmo mientras mi mujer volaba también con el suyo propio… los movimientos de caderas fueron desacelerándose y nuestros pechos jadeantes se fueron acomodando uno encima del otro mientras con un beso lleno de amor íbamos sellando que lo nuestro seria para siempre.

Verla partir ya no dolió tanto, pues para nuestros 6 meses yo iría a Chile, era una fecha especial para mí, porque para ese entonces yo ya estaba segura que era a ella a quien quería en mi vida para siempre, y a diferencia que con Diana, el anillo de Ángela lo elegí con el corazón, fui a miles de lugares y ninguno parecía el perfecto hasta que en una joyería casi desierta encontré el anillo perfecto, un diamante con dos esmeraldas pequeñas a sus costados, daba la impresión que era un fruto con sus hojitas, ese era me dije cuando lo vi y sin pensarlo dos veces, en su interior le hice grabar nuestra palabra favorita “definitivamente”, y así quedo sentado que en nuestros 6 meses yo le pediría la mano a la que quería como compañera para toda mi vida… el destino otra vez se encargo de torcer todo, y tuve problemas en el trabajo y mi viaje no se pudo hacer, cuando le conté a Angi algo en ella cambió, no sé si fue decepción o que se yo pero simplemente cambió… seis meses cumplíamos y lo celebramos en la oscuridad de una cena romántica cibernética y aunque a mi parecer salió espectacular, algo tenía yo metido en el corazón… muchas peleas le siguieron a esa celebración, la falta de atenciones de ella conmigo y el repentino interés de salir a divertirse con la nueva compañera de trabajo, mis celos volaron las esquinas de mi cordura y Ángela sólo se alejaba más y más… era una noche de martes, aún lo recuerdo bien y casi una madrugada de miércoles  y el recuerdo sigue intacto, yo no podía dormir y sentía un nudo en la garganta, mi polola estaba demasiado inerte conmigo y su desatención para conmigo era más que evidente, algo estaba pasando pero yo quería creer que era sólo el estrés aunque en el fondo sabía que era algo más, pensando se me  hizo ya la madrugada y no pude esperar más, la mala espina carcomía mis entrañas y necesitaba que la voz de mi novia me reconfortara.

Teresa: ¿alo?... hola mi amor – su voz dormitada se escuchaba casi como un susurro –
Ángela: ¿Tete?... ¿qué hora es?... ¿por qué me despiertas a esta hora? – su voz cambió rápido al de una molestia –
Teresa: perdón mi vida, pensé que no te molestaría, antes no lo hacía, al contrario te gustaba que te llamara de madrugada…
Ángela: ay Tete, tengo que trabajar a las 7, no es que me moleste es sólo que es un poco desconsiderado sabiendo que mañana tengo todo el día de trabajo…
Teresa: yo también trabajo temprano, pero disculpa fue una desconsideración, perdona no lo vuelvo a hacer
Ángela: ay ya Tete, deja de pedir perdón… me despertaste por algo no?, que pasa?
Teresa: nada….ósea si pasa es sólo que me siento muy inquieta por eso no pude esperar para llamarte después – mi voz se iba apagando y no sabía porque –
Ángela: ¿qué te inquieta? – su voz sonaba molesta como si de verdad escucharme la molestara –
Teresa: Angi… ¿tú me amas? – lo dije casi en un susurro pero se escucho muy claro –
Ángela: ¿cómo?...  ¿a qué va la pregunta Tete?... ¿qué pasa?
Teresa: - un miedo me lleno y temí volver a preguntar pero lo hice – Angi por favor ¿dime tu me amas?
Ángela: ¿por qué tanta preguntadera?, ¿Tete me llamas en la madrugada solo para preguntar eso?, si que te volviste loca mujer…- su negativa de responder, y su evasiva, me ensombrecieron la vista –
Teresa: - mi voz me temblaba y todo el cuerpo se inundo de frio – qué está pasando Angi, qué te está pasando?
Ángela: ¿pasándome?... nada Tete, estoy bien, ¿qué te pasa a ti con todo este interrogatorio??
Teresa: a ti Angi, ya casi no me dices mi amor, sólo Tete, ya no recuerdo la última vez que me dijiste que me amabas, antes no podías estar sin escuchar mi voz ni un par de horas, ahora si no te llamo puede que no sepa nada de ti en días….no me digas que no pasa nada, ¿por qué si lo está pasando, es acaso Daniela?... ¿ha pasado algo con ella?
Ángela: ay ¿Tete, qué te pasa? Ya vas a empezar con tus celos, no, no ha pasado nada con Daniela, estoy con mucho estrés en el trabajo, ya sabes lo de la denuncia, mi curso, es eso estoy muy ocupada..
Teresa: ocupada para mí pero no para salir a divertirte con Daniela los fines de semana no?
Ángela: ay Tete si me llamaste en la madrugaba para pelear por tus celos te corto mejor ¿ok?
Teresa: no no, no cortes… lo siento… pero es que por primera vez siento que mis celos no son irracionales,  algo pasa y sé que ella tiene algo que ver…
Ángela: Dios Tete, siempre tiene que ser todo sobre ti ¿no?, ¿no te has puesto a pensar que puede ser esta vez algo sobre mi? – mi garganta se iba encogiendo y con ella mi mano se apretaba más en un puño –
Teresa: si tienes razón, entonces si es algo, algo te pasa y obviamente sólo te pasa a ti… ¿entonces conversemos dime qué pasa?
Ángela: ay Tete, es que no sé sólo que no sé ya….
Teresa: ¿no sabes qué?...no sabes de mi o de ti… ¿o no sabes de mi amor por ti?
Ángela: porque siempre tiene que ser sobre ti….demonios….no Teresa no es sobre ti… es sólo que yo… pfffff… es que…
Teresa: ¿es qué? ¡Habla de una vez por Dios!!!!
Ángela: ¡ya!!! Estoy confundida Teresa… yo ya no se…

“Confundida”, resonaba en mi cabeza como una palabra sin significado, en ese momento de verdad no me había percatado que ella me había dicho que no sabía, que su confusión era yo, no lo vi venir y me tomó por sorpresa.

Teresa: ¿no sabes qué?... no sabes que sientes, ¿no sabes si quieres estar conmigo?, ¿no sabes qué?
Ángela: no sé nada, estoy confundida….creo que es mejor que nos demos un tiempo para saber qué me pasa…
Teresa: ¿un tiempo?... ¡¡UN TIEMPO!!!, ¿acaso me has visto cara de reloj?... ¿para que quieres un tiempo para alargar lo que no te atreves a decirme ahora??... ¿para buscar el valor o que se yo que sea lo que busques hacer?... va a doler igual ahora o mañana así que dilo y no seas cobarde…
Ángela: porque siempre haces las cosas tan difíciles….esto no es fácil
Teresa: ¿y tú ves acaso que yo estoy jugando a dos manos de lo fácil que lo hago?... ¿qué piensas? Que todo lo que me dices me resbala… me estas matando Ángela… ¿acaso no lo ves?

Mis lágrimas empezaron a brotar, aunque no había escuchado la estocada final, era demasiado obvio lo que diría, pero aún así en mi ingenuidad de que era de verdad sólo una confusión apele a que recapacitaría.

Teresa: mi amor, ¿estás confundida por?... ¿la distancia?... amor yo voy a ir para cuando cumplamos siete meses, ya lo tenía preparado iba a ser una sorpresa….
Ángela: si Teresa, es la distancia, pero no lo es todo, tus celos, tus reclamos, te dije que me estaban cansando, prometiste cambiar y todo seguía igual…
Teresa: pero como querías que cambie, si esa colega tuya esta sobre ti todo el día, y tú me confirmaste que ella parece le gustas, como no estar celosa, como no reclamar que en vez de quedarte conmigo una noche prefieras salir con ella… dime… no soy tan irracional es lógico…
Ángela: si Tete, pero la distancia… y yo aún no sé si me gustan los hombres o las mujeres…
Teresa: ¿qué cosa?... ¿cómo que no sabes?... no seas hipócrita, sabes bien lo que te gusta, deja de esconderte en suposiciones tontas, te gusto yo y soy mujer, y punto….conclusión te gustan las mujeres, qué más quieres saber ¿ah?
Ángela: ya Tete, por favor no te exaltes, sabes que no puedo hablar fuerte que mis papas están casi al lado, por favor tranquilízate ¿sí?
Teresa: ¿es ella no?... ¿es Daniela no?... se besaron, me faltaste no?
Ángela: noooooo, yo no te he faltado, no es por ella soy yo entiende….estoy confundida, todo se junto y ya no puedo más….
Teresa: ¿se sincera Ángela, es ella no?... dime la verdad es ella….
Ángela: nooooooooooo Teresa no lo es… entiende yo estoy confundida YO….y no es por ella, es por mi….no sé si ya me juegue todo por esta relación…
Teresa: de que hablas….si hace una semana estábamos planeando un viaje juntas de vacaciones como una luna de miel, y hasta hablamos de matrimonio… como que no te juegas… Angi… amor… yo te amo, y sea lo que sea lo podemos solucionar pero juntas….tenemos mucha historia, lo nuestro es mágico, único amor escúchame yo te amo…
¿Me escuchas? – un silencio inundaba el otro lado de la línea – ¡¡¡mi amor te amoooooo!!!
Ángela: PERO YO NO… ¡YA NO TE AMO MÁS!

Sentí en el parpadeo de mis ojos, no sólo las lágrimas que como goteras inundaban mi rostro, pero sentí mi corazón literalmente salirse de mi pecho y caerse al piso…podría jurar que lo vi revotar en el suelo y dar sus últimos latidos frente a mis ojos… Ángela me había sacado el corazón del pecho.

Ángela: te tengo un gran cariño, lo que vivimos fue hermoso y no lo podre olvidar, pero se me acabo el amor, ya no me juego más por esta relación…Tete? ¿Me escuchas?

El silencio me inundó sus palabras no sólo le sacaban jirones a mi corazón sino a mi alma, mi cabeza no entendía que era lo que estaba pasando, no podía razonar que hace una semana ella me decía mi amor y me amaba con locura y ahora era nuestra relación un pasado, como es que ella había pasado del “te amo” a “te tengo un gran cariño”… un gran cariño le tienes a tu perro, a tu vecino, a un colega….no podía creer que la mujer que estaba hablando era la misma mujer que yo soñé mi esposa y que ahora me hablaba de grandes cariños….no lo podía creer

Ángela: Tete… ¿por favor, responde estás bien?
Teresa: muy bien Ángela… demasiado bien, espera, déjame recoger mi corazón del piso y preguntarle si aun late para confirmar que estoy súper bien….
Ángela: por favor no seas irónica, de verdad yo no quería hacerte daño pero ya no siento lo mismo y no quiero engañarte
Teresa: gracias Ángela, tan considerada tu
Ángela: ahora me odiarás, y todo pero es lo mejor para las dos…
Teresa: uyy gracias Angelita… gracias por buscar lo mejor… ¿ACASO NO VES QUE ME ACABAS DE ROMPER EL CORAZÓN???... acaso no te das cuenta del dolor que me estas causando
Ángela: lo sé, lo sé, pero es mejor esto a fallarte y engañarte…
Teresa: es Daniela lo sé…
Ángela: ¡carajo que no!... soy yo, que no aguanto más te lo dije varias veces que me estaba cansando y no hiciste caso ni cambiaste….
Teresa: entonces si fui yo, entonces déjame intentar recomponer, arreglar, volverte a enamorar, déjame viajar a Chile y lo hablamos en persona, dame un chance una semana, y si no funciona yo misma le doy fin… pero dame una oportunidad…
Ángela: te di varias oportunidades y no hiciste nada ya es muy tarde…
Teresa: no digas eso, ahora me comprometo… déjame ir hasta allá…
Ángela: ¡qué no! Teresa, que tú vengas no cambiará las cosas… entiende que es mejor así…
Teresa: es que no entiendo… no puedo entenderlo, tú me amabas, me profesabas amor eterno, ¿hicimos una promesa Ángela acaso no lo recuerdas?
Ángela: lo siento Tete….es mejor que corte…
Teresa: nooo… si tu cortas no volverás a saber de mí, me convertiré en un fantasma, no sabrás más de mi
Ángela: Tete, yo te estimo, y quiero saber cómo te va y estas, podemos intentar una amistad…
Teresa: una amistad?... que me has visto cara de estúpida
Ángela: ya empezaste con las ofensas
Teresa: disculpa Ángela si ofendí, pero tengo demasiado dolor y rabia adentro como para estar preocupándome de escoger mis palabras
Ángela: ya sabes que es mejor que corte…
Teresa: si Ángela… yo no soy amiga de mis ex, y tu no serás la excepción, si me terminaste es porque no quieres nada de mí, entonces yo te hago las cosas fáciles no sabrás nada más de mi, te lo prometo….que yo tampoco quiero saber nunca más de ti
Ángela: pero Teresa no puedes ser tan infantil… madura un poco… ¿no podemos terminar esto como adultas?
Teresa: ¿adultas?... tengo el corazón destrozado y quieres que actué como si no lo tuviera… para ti debe ser fácil… para mí no… entérate… yo si te sigo amando y esto me está matando… no quiero agonizar día a día sabiéndote cerca como amiga pero lejos como pareja… no quiero…así que Ángela espero que tengas una buena vida y que seas muy feliz… Adiós
Ángela: Teresa… espera…

El sonido del teléfono al estrellarse contra la pared y caer al piso en mil pedazos represento muy bien como quedó mi corazón después de esa llamada, las piernas me temblaban y no podía mantenerme en pie, caí sentada al piso y recién asimile todo lo que había pasado, la mujer de mi vida me acababa de romper el corazón y con el mi alma se había ido, apoyé mis manos sobre el piso y cerrando los puños grite lo más fuerte que pude, grité, grite hasta que el vecino de arriba comenzó a golpear el piso para que me callara, y en ese instante fue que casi me ahogue con mis lágrimas, y es que empezaron a salir desmedidas, no tenía control sobre ellas, sólo salían sin permiso y con justa razón, la cajita de terciopelo negro estaba refugiada en la mesa de noche al lado de su foto, la tomé en mis mano y la abrí, saqué el anillo y lo observe unos segundos y cuando leí la inscripción empecé con las lágrimas desmedidas otra vez hasta empapar el anillo y la cajita y es que yo seguía sin poder entender, que había pasado, como era posible toda esa pesadilla….cogí la foto de la mesa y me abracé un rato a ella mientras acurrucada en el piso buscaba hundirme en un agujero negro, pero nada funciono…el dolor seguía ahí y yo la seguía amando…me paré casi por inercia y busque el teléfono, estaba destrozado así que cogí una chaqueta las llaves algo de dinero y salí sin rumbo fijo.

Yo asumo que era algo de las 3 de la mañana quizás, camine sin rumbo por las calles, deseaba embriagarme en alcohol y aunque sea una noche o algún momento olvidarme de todo, no sabía ningún número de memoria excepto aquel – ¿Alo?... ¿me escuchas? – La voz al otro lado se oía como un susurro, - Diana por favor háblame sé que me escuchas –

Teresa: lo siento, se que haberte largado del hospital tantas veces, te dolió, lo sé, no debí hacerlo pero de verdad llegaste a asustarme con tu acoso, perdóname por favor
Diana: ¿qué te pasa?... te oyes fatal….
Teresa: nada fue una mala idea haberte llamado, lo siento otra vez, espero alguna vez me disculpes… ¿y sabes?...tenías razón… las iba a pagar… y las estoy pagando
Diana: Tete, espera, no cuelgues… es Ángela ¿no? – no pude resistir escuchar su nombre y me vine en llanto –
Teresa: si… snif, snif – mis lágrimas no me dejaban casi hablar – me dejo Diana… me dejó….y me rompió el corazón
Diana: ¿dónde estás?
Teresa: estoy en un teléfono público de….no sé… ah, si… de la avenida frente al parque de mi depa, no sé cómo se llama…cerca al semáforo y la estación del tren…
Diana: no te muevas de allí, voy por ti ¿ok?
Teresa: no,  no Diana, de verdad lo siento… estoy mal, pero no debo…
Diana: quédate ahí Tete, que yo voy por ti, no seas cabeza dura…
Teresa: ok… te espero

Diana no demoró mucho, y me encontró sentada debajo de ese teléfono completamente perdida, me recogió y como un borracho terco, le pedí, le rogué que me llevara a un bar, fue tanta mi insistencia, no sé, pero creo que ella también entendió que era lo mejor… se sentó conmigo en la barra y casi no bebió pero me dejo que me tomara todo el alcohol de ese lugar, hasta logré sonreír un par de veces y algo que recuerdo es que escuche un par de “yo te lo dije”….pero no importo ya nada, las lágrimas habían cesado y todo ese alcohol había de alguna forma adormecido mi cuerpo, mi corazón y pues por esos instantes ya no sentía dolor…el dueño del bar le dijo que me sacara de allí que estaba demasiado mal y así fue…Diana me quiso llevar a mi departamento pero le pedí que no lo hiciera, que todo estaba lleno de los recuerdos de Ángela y que no lo soportaría, así que me llevo a un motel… estaba tan ebria que a las justas podía caminar, pero aún podía hablar…no sé cómo Diana hizo pero me llevo hasta el cuarto y me acomodó en la cama, mientras mi boca hablaba disparates…es una noche que guardo en recuerdos muy borrosa, pero sí recuerdo que cuando Diana se acercó a despedirse le pedí que se echara un momento a mi lado, y a partir de allí mi recuerdo casi es nulo…hasta que me vi con ella sobre mí.

Sus piernas rodeaban mi cintura, y yo sólo miraba como ella se quitaba el vestido que llevaba puesto por encima de la cabeza, no llevaba brasier y su pequeña tanga no tapaba casi nada…se me lanzo a la boca, y me lleno de besos ardientes, yo tenía hasta la lengua adormecida, sabía que mi beso era desastroso, pero aún así de alguna manera pude corresponderle, dejé que me tocara que me apretara los senos por encima de la camiseta y de un momento al otro me la quitara junto con mi brasier y pantalón…en una maniobra rápida le quite la tanga y la dirigí a que quitara la mía con sus dientes, así lo hizo, yo sólo observaba como ella era capaz de todo…de pronto me vino un fugaz “YA NO TE AMO MAS” y me llene de rabia, coraje y dolor, lo que hizo que la sobriedad me embargara, tome a Diana y la cargue para ponerla sobre mi regazo mientras yo de cuclillas trataba de acomodarme en la cama, la bese un rato para luego lanzarla a la cama otra vez, la tocaba toda, pero sin delicadeza, la rudeza era lo que mandaba, caricias fuertes, duras y poco cariñosas, todo mi tacto estaba lleno de rabia y coraje y lo demostraba con cada nalgada que le daba a su trasero y cada mordida a su pezón que la hacía gritar de dolor, yo recordaba a su cuerpo exquisito pero en ese momento no le pude encontrar ni el gusto ni el sabor…la puse en cuatro y con fuerza metí dos de mis dedos en su coño…los metí lo más profundo mientras adentro de ella movía mis dedos con fuerza, ella gritaba de placer y yo sólo jalaba su cabello para tratar de silenciar su gritar…el entrar y salir de mis dedos era tan intenso que se comenzó a quejar de dolor, así que la intercambié mi mano por mi boca para seguir dando placer… ella buscaba mi cuerpo para acariciarlo pero cada vez que lograba tocarlo yo le quitaba la mano….no quería que me tocara, sabía que estaba haciendo algo indeseable y no quería que ella se diera cuenta… le di vuelta en la cama y la senté sobre mi boca, mi lengua la penetro firmemente mientras me intercalaba con el succionar y lamer de su clítoris, ella se contoneaba encima de mi boca mientras yo daba de nalgadas a ese trasero exquisito que en ese momento no le encontré nada de exquisito… sus ojos cerrados, sus manos apretando sus senos y mi boca dando más y más placer, sus caderas se mecían y ella ya quería llegar al clímax, así que en un movimiento rápido la eché y encajando mis piernas empecé el frote de nuestros coños, con una energía que no sabía de dónde había sacado froté con mucha intensidad, podía sentir sus jugos desbordarse y una de sus manos aferrada a mi muñeca que sujetaba su pierna en el aire me dejó saber que el orgasmo era inminente… mis caderas se empezaron a mover más rápido y con el sudor casi cayendo de mi frente en un ejercicio extenuante la hice explotar de placer, gritó tan fuerte que le tuve que tapar la boca… poco a poco fui bajando velocidad hasta quedar totalmente estática…me dejé caer en la cama y vi que todo el techo me daba vueltas, así que cerré los ojos y no sé en qué momento me quedé dormida.

Un dolor intenso de cabeza me despertó, miré la hora en el reloj de la pared y eran más de las 10, trate de acomodar mi cabeza, y por un instante pensé que todo lo que había pasado había sido una pesadilla, pero cuando sentí un cuerpo moverse al lado mío caí en la realidad de que todo era verdad, un brazo me rodeaba y se aferraba a uno de mis senos, así que despacio lo fui moviendo para alejarlo de mi cuerpo, salté de esa cama sigilosamente, no quería despertar a nadie…di un par de pasos hasta la puerta con todas las ganas de huir pero me di cuenta que estaba desnuda, así que recogí mi ropa y muy callada me la puse, mire el cuerpo desnudo de Diana tapado en una pequeña porción por la sábana y me sentí fatal, no sólo había hecho una estupidez sino que me sentía más miserable que el día anterior, no se quien invento el sexo por despecho pero era demasiado agrio y amargo, me sentía demasiado vacía y sucia, y lo peor de todo es que sólo me hiso sentir culpable como si le hubiera fallado a Ángela y eso sólo empeoró el dolor y la culpa…me quede sentada en la silla frente a la cama no se por cuanto tiempo, viendo a esa mujer dormir, tratando de adivinar qué hacer después…al final decidí lo más cobarde… huir… saque dinero suficiente de la billetera para su taxi y lo puse en la mesa de noche junto con una nota que decía “me salvaste de cometer una locura, ahora sálvate de mí que yo no hago ningún bien”…le di una última mirada a ese cuerpo desnudo y salí de la habitación, pague todos los gastos y me dispuse a andar, el sol era amenazante a mi dolor de cabeza, pero en mi interior me decía que me lo merecía… camine un par de cuadras y Ángela volvió a mi mente, y en mi cabeza sólo maquinaba la pregunta “¿cómo haría ahora?...¿cómo haría ahora para seguir viviendo sin Ángela?”… me paré en el semáforo y me di cuenta que no tenía ni la menor idea de cómo vivir sin ella. en el estómago me hizo presentir algo que no me gustaría – mejor no contesto – mire a Ángela con duda –

Ángela: contesta, seguro que es para recordarte que solo hasta medio día te puedes quedar….de paso pides el desayuno ¿sí? – su cara sonriente me convenció y tomé el teléfono –
Teresa: ¿Alo?... - un silencio prolongado y luego esa voz que conocía tan bien –
Diana: qué bonito Teresa… muy bonito….
Teresa: Diana… ¿cómo supiste dónde estaba?
Diana: tu madre me dijo con un regocijo extremo que te habías ido de viaje con una amiga… y hasta me dijo donde… Iquique no es tan grande…llame a todos los hoteles y créeme no hay muchas Teresas Torre
Teresa: Diana tenemos que hablar… no por teléfono…
Diana: claro mientras yo andaba probándome el vestido de novia de NUESTRA BODA… tu andabas de paseo con la chilena ¿no??
Teresa: Diana no es así….es que tenemos que hablar… dame media hora y hablamos tranquilas… ¿sí??
Diana: ¿te la tiraste?? – Su tono de voz alterado y tembloroso me decía que estaba a punto de llorar y eso me dolía –
Teresa: Diana por favor
Diana: ¿TE LA TIRASTE? ¿SI O NO?
Teresa: Diana no hagas esto por favor te lo ruego… cálmate un poco y hablamos como adultas ¿sí?
Diana: DIME DE UNA PUTA VEZ SI TE TIRASTE A ESA CHILENA DE MIERDA….

Los gritos salían del teléfono y sabia que Ángela había escuchado semejante frase, la vi pararse de la cama y venir a mi lado para sostenerme la mano…y mirando fijamente a esos ojos verdes le respondí…

Teresa: no Diana…no me la tire…ni me la folle, ni nada de eso hice con Ángela, nosotras…. hicimos el amor…- un silencio incomodo lleno el teléfono, Diana no hablaba más y yo no sabía que más decir –
Diana: eres una puta Teresa… siempre lo has sido… eres una vagabunda… TE ODIOOO!!! TE ODIOOO!!
Teresa: lo siento Diana… lo siento… espero algún día me perdones…un matrimonio sin amor Diana, es un fracaso, espero algún día lo entiendas y me perdones…
Diana: entiende tu esto Teresa… las vas a pagar… - el sonido de la línea al ser colgada inundo mi oído… Diana me había colgado –

Puse el auricular en su lugar y no pude evitar sentirme mal, un sin sabor en la boca, un dolor de cabeza, y un vacio en el estómago ahora me poseían toda, no podía mantenerme ni sentada en la cama… así que me recosté con la mirada fija al techo…lo que había hecho, había sido una canallada, había lastimado a alguien a costa de mi felicidad y eso no era correcto… en ese momento no preste mucha atención a las palabras de Diana “las vas a pagar”… debí haber prestado mucha más atención a esas palabras…quizás me hubiera ahorrado muchas lágrimas, pero en ese momento ya era demasiado tarde… Ángela estaba ya metida demasiado adentro… Ángela se acerco a mí y me abrazó como cuando abrazas a tu hijo, sentía su consuelo su protección en ese abrazo y me fascino, me sentí tan a salvo que no quise apartarme de su abrazo

Ángela: todo estará bien mi amor, ya lo verás….yo te dije que no quería nada más que la noche que me diste y lo mantengo, regresa con Diana si quieres y arregla las cosas, estoy segura que ella sabrá perdonar – me separé de su cuerpo y de golpe me senté en la cama para ver en sus ojos si eso que decía era verdad –
Teresa: Ángela… después de lo que hemos vivido y sentido, ¿tú crees que yo puedo regresar a mi vida normal?
Ángela: lo sé lo sé… yo se que te pensaría a cada instante…estoy segura….pero que te puedo ofrecer…yo no puedo decir que me gustan las mujeres y…
Teresa: - la tomé de las dos manos y la hice enfrentar mi mirada – lo que pasó anoche… fue algo más que lujuria y pasión, anoche me entregué a ti y a lo que sentía por ti que no quería reconocer, anoche te amé Angi… sé que es pronto para decirlo pero…lo sentí… y sé que no me puedes ofrecer nada… pero vivamos esto y ya después veremos… TE AMO y no lo quiero callar más…
Ángela: - sus ojos se llenaron de lágrimas, sus ojos me miraban con fervor y amor, era sincera esa mirada…o al menos lo parecía – yo también te amo…y quiero estar contigo…
Teresa: ¿entonces?..- la miré sonriente – ¿Ángela Ximena Fusaro Ricketts quiere ser usted mi novia?
Ángela: novia no….
Teresa: ¿cómo?... ¿no quieres??
Ángela: no mi amor… quiero ser tu polola…

Las carcajadas llenaron la habitación….y como dos niñas nos echamos a reír en aquella cama, abrazadas y con nuestros labios como testigos y los que sellaron el momento… era mi primera vez como polola y ya me estaba gustando, aunque no podía evitar ese vacío que seguía en mi estómago por lo que había pasado con Diana, pero Ángela, con su risa, su sonrisa y ese encanto y chispa tan especial me hiso olvidar todo… en instantes… estaba segura…ya no había más duda, estaba con quien quería y debía estar, y no me apartaría de ella me repetía en la mente.

Ese día no salimos de la habitación de ese hotel hasta que el sol se oculto…nos amamos…con todas las letras que tiene la palabra...nos acariciamos cada espacio desconocido de nuestros cuerpos y en cada beso repartimos los “te amo” guardados, fuimos una sola…ya no éramos dos mujeres sino una sola…yo aún sentía ese vacío y es que aunque sabía que lo de Diana había terminado hace mucho tiempo antes de que yo conociera a Ángela, no fui lo suficientemente capaz o de ser valiente seamos sinceros…de decirle que lo que sentía por ella nunca fue amor, sino un gran querer pero que no me daba ilusión… con Diana compartí emociones intensas, vivencias imborrables, pero Ángela había escrito más historia en dos días que el año que llevaba con Diana…dicen que existe alguien que es sólo para ti en el universo, que es esa persona la que te hace sentir completa y plena, y que el universo confabula para que esas dos personas se acerquen… pues yo siempre creí que eso había pasado con Ángela… el avión, el niño llorón, sus pies descalzos, sus ojos verdes, su desaparición y ahora este encuentro, todo habían sido casualidades pero que de casualidad no tenían nada, estaba escrito que de millones de personas que existen en la tierra, haya sido exactamente ella la que se acomodara a mi costado en ese avión y que haya sido la responsable de mi sonrisa tonta en ese fin de semana en Iquique.

Era un día que tenía que quedarme en esa playa….pues ese fin se convirtió en casi 4 días, los días en los que guarde los más hermosos recuerdos, en el que construí las mas maravillosas sonrisas, en los que cree un mundo con ella en el que solo importábamos las dos y nadie más…Diana me llamo un par de veces más, por fin pude hablar con ella calmada…era cierto que ella estaba molesta conmigo y yo triste por lo pasado, pero así debió pasar, ahora que lo pienso y lo recuerdo, creo que de otra manera no hubieran sucedido igual las cosas, lo que yo sentía por Ángela iba más del entendimiento de alguien racional, iba más allá...y eso al final lo entendió Diana, bueno al menos eso me hiso creer, terminamos conversando como adultas y aceptando las situaciones, no me canse de pedir perdón, no me canse de disculparme, pero tampoco me canse de defender mis sentimientos por Ángela, ni de recordarle a Diana que lo que viví con ella sería único, pero había llegado a su final, así ella dejo de llamar y yo a punto de las lágrimas en ese aeropuerto.

Ángela: no te quiero ver así por favor, no lo soporto, quisiera no partir…- mis ojos la miraban y mi mano acariciaba la suya que tenía apoyada en mi mejilla secando mis lágrimas –
Teresa: haría lo que fuera por estar junto a ti, siento que me están jalando de un cordón a la fuerza para separarme de ti – mis ojos eran dos goteras que no dejaban de derramar lágrimas –
Ángela: mi amor, yo iré a NY y estaremos juntas, ya lo veras todo será hermoso, ya verás – sus ojos ya no me miraban, se escondían tras sus pestañas para tratar de apartar las lágrimas –
Teresa: ya tienes q irte, ya es la última llamada para tu vuelo – su mano no se soltaba de la mía –
Ángela: no quiero… pero debo – mi mano seguía sujeta a la suya y no pude aguantar más –

La sostuve fuerte de la mano y la jalé a mi cuerpo y le di un beso lleno de amor, fue un beso simple de labios solamente y de escasos segundos pero me quede apoyada a su frente y mis lágrimas se encargaron de mojar el momento, pero lo que más recuerdo de ese instante fue que ella no me aparto, ni tampoco se incomodo, ni intento alejarme por el miedo a que nos vieran, al contrario se quedo ahí, con sus manos entrelazadas por las mías y nuestras frentes pegadas mientras nuestros ojos no se atrevían a abrirse para ver el desenlace… basto un “última llamada para el vuelo a Santiago”, para que mi corazón se encogiera de tristeza.

Teresa: ese es tu vuelo – hablé sin abrir los ojos o despegarme de su frente –
Ángela: lo es, me tengo q ir – su voz sonaba a sollozo, ella sufría como yo –
Teresa: no quiero abrir mis ojos, no te quiero ver partir

Sostuve fuerte su mano, y sentí como su frente se despegaba de la mía y como su cuerpo se alejaba del mío, contuve mi cabeza gacha con los ojos fuertemente cerrados, no quería ver, no quería… mi brazo fue alado por su mano, a la que no quería soltar pero debía, y así se fueron desenredando sus dedos de los míos hasta soltarnos completamente… trate de mantener los ojos cerrados el más tiempo posible… de verdad no quería verla partir… no se cuanto duro el momento pero cuando por fin me di valor de abrir mis ojos… me encontré con esa realidad funesta, ella ya no estaba allí.

Camine un par de pasos tratando de recobrar el aliento y algo de aire que sentía me faltaba, ya no podía respirar de todas las ganas que tenía de llorar, y de pronto como un rayo, me llego a mí esa decisión… que si me preguntan ahora casi dos años después, hubiera hecho exactamente lo mismo, no le hubiera cambiado nada…miré la pantalla con todos los vuelos, busque el de ella y la puerta de salida y corrí como loca, empujé, maldecí, salté y llegue hasta el lugar por donde ella debió entrar y sólo pude ver el movimiento del avión al despegarse de la manga de abordaje, y ahí mismo entre mis pensamientos abstractos y tontos, y mi poca cabeza y mi mucho corazón lo hice… corrí de vuelta como loca, si hubiera sido una corredora de 100 metros… créanme, hubiera batido un record ese día… llegué al counter con media palabra en mi vocabulario pero con toda la idea completa en mi mente… pedí lo que tuve que pedir y a dos horas de haberse ido Ángela, yo ya estaba montada en un avión hacia mi destino.

Ángela: disculpe señora, pero esta medicina solo la puede encontrar en la farmacia del centro, si quiere puedo hacer una llamada para que se la separen y usted va hasta allí sólo a recogerla
Cliente 1: ay gracias señorita, si fuera tan amable eso sería fantástico
Ángela: no se preocupe para eso estamos, me da un momento que yo llamo – lo dijo volteándose para darle la espalda a la cliente –
Cliente 2: ¿y señorita tendrá una medicina para un padecimiento que se llama “Angelitis Aguda”?

Ángela no volteó, levantó la vista de la computadora donde consultaba algo, y mirando la parte trasera de la farmacia, sólo se quedo estática, creo que trato de adivinar la voz, de quizás convencerse que no era quien pensaba, pero sólo se quedó allí estática

Cliente 2: tiene la medicina o es que esa enfermedad no tiene cura….porque yo creo que la medicina sólo la puedo encontrar en esta farmacia

Despacio, fue muy despacio, ella poco a poco fue virando su cuerpo, y al mismo tiempo agachando la cabeza, si mirada fija en el piso, pero todo su cuerpo ya de frente no dejaba que esa carita se enderezara….levanto la vista poco a poco y pude ver una lagrima acumulándose en sus ojos verdes

Ángela: dime que no es verdad – me dijo, fue lo único que me pudo decir me confesó tiempo después –
Teresa: soy de verdad Angi, y aquí estoy

Salió de detrás del mostrador y se acerco a mí, yo creo que si hubiera podido correr y saltar el mostrador lo hubiera hecho, me abrazó fuerte como no queriendo dejarme ir, metió en mi cuello su rostro y lloró como una niña, los clientes allí parados no entendían nada, pero a ella no le importo y a mi menos, la había extrañado tanto, aunque sólo un día nos hubiéramos separado, pero fue suficiente para darme cuenta que a esa mujer la adoraba y la amaba con todas mis fuerzas y que tenía que venir detrás de ella, porque la necesitaba para respirar…me acerqué a su oído y le susurre – no podía dejarte ir y aquí estoy -  ella enfoco  si mirada en mis ojos y mis palabras, porque en ese momento esa mujer sólo me miraba los labios, yo estaba segura que se moría por darme un beso, pero se contuvo por el lugar donde estábamos, pero sus ojitos verdes pasaban de mirar mis ojos para pasar luego a mis labios…yo también lo deseaba, pero sabía en qué situación estábamos así que sólo le sonreí y la volví a abrazar.

Le dijo a su compañera de trabajo que la cubriera y de allí salimos de frente a su auto, caminábamos separadas, pero con un cómplice roce de nuestras manos íbamos sonriendo camino al auto…ni bien llegamos ella partió, no me pregunten donde porque creo que ella tampoco lo supo, sólo queríamos salir de ese estacionamiento, llegamos a algo que parecía como un malecón o que se yo, lo único que importaba es que no había nadie y ahí sin esperar a que ella apagara el auto me lancé a besarla, otra vez esos labios tan suaves, esas tiernas caricias de sus manos, ese aliento irresistible y esa lengua con toda esa humedad embriagadora, nos besamos como locas, entre suspiro y suspiro y los “te amo” que nos dedicábamos, las sonrisas entre besos y todo seguía siendo mágico, la amaba, como la amaba.

Ángela: mi amor, ¿qué paso? Como es que estas aquí – me dijo mientras se acercaba a mi boca por un beso suave –
Teresa: te fuiste y te llevaste mi corazón tenía que recuperarlo así que te seguí, espere casi 6 horas por el siguiente vuelo pero fue la espera más dulce, porque sabía que tendría recompensa, ¿no es cierto? – le levante una ceja mientras la miraba fijamente –
Ángela: uhmm no se, ya veremos cómo te portas para darte tu premio – me miro pícaramente y otra vez nos encontramos en un beso –
Teresa: entonces nos vamos ya a mi hotel, arranca que no hay tiempo que perder – me senté derecha en el asiento mientras la miraba de reojo –
Ángela: ¿a no señorita usted me dice que pasó?, tu trabajo ¿no dijeron nada? ¿Cuánto tiempo te vas a quedar?
Teresa: ok, se acabo la magia… ¿sabías que tienes un don especial para matar mis ilusiones?...amor que importa el trabajo, estoy aquí ¿no?
Ángela: amor se que lo importante es que estemos juntas, pero tu trabajo es importante igual, no puedes ser tan cabeza loca
Teresa: ok, ok, tienes razón…te explico pero después volamos al hotel ¿ok?
Ángela: nada de volar, todavía no he terminado en la farmacia, regreso a trabajar y cuando termine te recompenso o te premio o las dos cosas ¿ok? – me lo dijo con ese gesto particular de sacar la lengua y cerrar el ojo, me encantaba y con eso me convenció –

No demoré mucho en explicar, que pedí licencia en el trabajo, que obviamente la excusa de mi madre había sido la perfecta, que a mi madre le había dicho que encontré  algo en Chile que me había fascinado y que me tenía que quedar a investigarlo, claro no le dije que mi hallazgo fue Ángela y que de todas maneras investigaría a esa mujer en todos sus rincones… fue una conversación corta, nuestras ansias apremiaban…no pude decirle cuanto tiempo me quedaría porque ni yo mismo lo sabía, pero las dos preferimos no ponerle límite de días a nuestros días juntas.

Ese día y los 30 días después que le siguieron de ese mes fui religiosamente a recogerla del trabajo, fuimos a cenar, a pasear, a vagar, a divertirnos como niñas en los juegos mecánicos, a tirarnos palomitas en el cine, a reírnos como locas y amarnos por las noches, mañanas o tardes en las que se podía, viajamos, paseamos y vivimos un mes inolvidable, nos separamos muy poco solo por la navidad en la que viaje dos días a pasarlo con mi madre y ella me espero a mi regreso vistiendo mi regalo de navidad…que simplemente fue su desnudez vestida de su hermosa belleza en aquella cama de hotel que tantas veces había sido cómplice de nuestro amor…si me preguntan, ese mes se paso casi por arte de magia volando, no hubo día que sintiera fuera lo suficientemente largo para decirle o demostrarte a mi mujer que la amaba, el tiempo no me alcanzó para darle los detalles más sublimes, todos los días había algo escrito en un papelito dentro del auto, o una visita sorpresa siempre a comprar chucherías en esa farmacia, hasta el cuarto del depósito de medicinas nos había visto intercambiar más que tertulias sobre esas cajas estáticas…fue maravilloso, pero otra vez nos vino la razón a las dos y se nos vino de prisa y acelerada, el dinero se acababa y yo no hallaba más excusas para ausentarme del trabajo así que en una noche de llanto de ambas decidimos que ya era tiempo de que regresara a mi lugar, pero con la promesa de que ella iría a visitarme pronto y que el teléfono, la internet y los mensajes serían nuestros lazos para no dejar de demostrar que nos amábamos…y así pasó un jueves recuerdo bien que partí de Santiago, un vuelo nocturno en el que me lleve a cuestas los últimos besos que nos dimos a escondidas en el baño del aeropuerto y los escritos en mi mano del puño y letra de mi polola y en el bolso la revista aquella que nos separo los primero meses de conocernos y que sería la posta que yo debía entregarle cuando ella me fuera a visitar…así nos hicimos el compromiso, de que esa revista que llevaba mi email escrito sería la que viajara de lugar a lugar donde nos encontráramos para nunca olvidar que fue el destino quien nos unió y no una casualidad.

Teresa: Tete está esperando mil horas tantas horas…donde estará mi polola… digo ¿DONDE ESTARA MI POLOLA????
Ángela: ya amor, ya voy déjame termino de arreglarme el cabello

Era increíble tenerla otra vez junto a mí, saber que estaba en el cuarto de baño de mi departamento arreglándose para salir conmigo, tres meses había sido la separación y nos había costado pero ahora estábamos juntas otra vez y listas para ir a celebrar nuestro cuarto mes juntas.

Teresa: aquí es, cierra los ojos – la tome de las manos y despacio la hice entrar a esa galería que hace un tiempo atrás iba a ser el lugar de recepción de mi boda –
Ángela: ¿amor,  dónde me estás haciendo entrar?
Teresa: ya lo veras te gustará

El lugar era extrañamente exquisito un antiguo museo convertido a galería de arte, que por casualidad ese día exhibía cuadros de ángeles…ángeles, arcángeles, querubines, cupidos… ese lugar estaba rodeado de ángeles por todas sus paredes…poco a poco acerque a Angi hasta donde la quería tener e hice que abriera los ojos.

Ángela: ¿qué es esto amor?... ¿estamos en el cielo? Porque hay mucho angelito – me dijo con su mirada pérdida en el escaneo de esas paredes –
Teresa: es que hoy es un día especial y quería hacer algo especial – le dije mientras acomodaba su rostro para que me enfrentara con su mirada –
Ángela: si ya sé amor, 4 mesecitos
Teresa: si amor, 4 mesecitos de amor, pero hoy también quiero hacerte una promesa – sus ojos verdes me miraban expectantes –
Ángela: ¿una promesa? – la tomé de la mano otra vez y la lleve al centro del salón de esa gran galería –
Teresa: si mi amor una promesa…ven dame tus dos manos – cogí sus dos manos entre las mías y la miré fijamente y le dije – hoy que cumplimos 4 meses, me ha parecido el momento preciso y exacto para decirte una vez más que te amo…estos meses separadas me han enseñado que si se puede amar lo que no se ve…me has enseñado que todo se puede con confianza, y que el mayor éxito y logro en esta vida no es tener lo mejor sino tener con quien compartirlo y en eso te doy gracias porque tú has llegado a mi vida para completarla…te amo Ángela Ximena, y aquí en medio de este salón rodeada de Ángeles y arcángeles y en frente de ti mi amor, el angelito que ilumina mi vida, te quiero prometer que te voy a amar para siempre, pase lo que pase lo voy a hacer para siempre – sus ojos se llenaron de las goteras de lagrimas que querían salir –
Ángela: yo también te voy a amar para siempre

En ese instante lo que faltaba se hizo infaltable, y lo que sobraba se hizo insobrable, sólo se necesito un beso nuestro, un beso de aquellos que lo entregan todo y no esperan nada, sus labios húmedos y tibios arroparon los míos calientes y mojados, fue un beso sentido que comunico lo que el silencio no nos dejo expresar… allí estábamos las dos en medio de ese salón rodeadas de Ángeles besándonos como si el mundo se fuera acabar en ese instante.

Teresa: - me separé un poco de sus labios y en un susurro dije – vámonos de aquí
Ángela: si por favor….

El golpe a la puerta se pudo haber sentido dos departamentos más abajo y dos más arriba, mi espalda quedo marcada con las vetas de la madera de la que estaba hecha esa puerta, pero en ese momento no importo… mi mujer estaba deseosa de hacerme suya y arrinconada contra esa puerta yo estaba disfrutando de sus besos llenos de fuego…me abrace a su cuello y mis piernas a sus caderas… me llevo por los aires y las sonrisas intercaladas entre besos llenaron el espacio de nuestro trayecto a la habitación…ella había aprendido a amarme con pasión, con lujuria, pero también con ternura, con dulzura y encanto, y de alguna forma ella había sabido dar una dosis de cada sensación cada vez que me hacía suya, algo que me pareció de lo más único y exquisito…despacio me colocó sobre la cama, mi espalda iba descansando despacio sobre el cobertor, en el centro mismo de esa cama mi cuerpo fue acomodado, y en un movimiento rápido cual gata ella se escabulló con su muslo apretando mi entrepierna, su mano sujetando la mía sobre mi cabeza y su boca enterrada en mi cuello… pequeños jadeos salían de mi boca con cada mordida que le daba a mi piel enrojecida, que húmeda se llenaba de deseo por encima de mi hombro… podía sentir su lengua batir los deseos que evaporados emanaban de mi piel, mi hombro se hizo entonces objeto de su deseo y a leves mordiscos dejo marcando su pasión en mi piel… sus manos incansables recorrían de arriba abajo mi silueta, pasando y repasando por mis senos y cintura el leve tacto de sus dedos buscando las curvaturas más peligrosas, mi pezón embelesado ya saltaba de emoción y no falto un leve apretuje por sus dedos que no dejaron de recorrer esos lados… su mano era experta ya, tantas veces nos habíamos amado que sabía exactamente qué hacer, dónde tocar y cómo hacerlo….deslizó su mano por debajo de mi camiseta sin dejar de sostener la otra que aún apretaba por la muñeca por encima de mi cabeza, sentí su tacto recorrer mi abdomen, y luego irse al centró de mis pechos para luego apoderarse del derecho, un apretón leve y yo con el daba un gemido al aire, otro apretón un poco más fuerte y con el ella volvió a poseer mi boca en un beso húmedo lleno de su lengua de fuego…su muslo seguía frotando mi entrepierna y yo ya sentía que el río de sensaciones de ese lugar mojaría mi pantalón y el de ella en ese derramar, pero ella parecía no percatarse, no sé que quería demostrar pero lo hacía demasiado bien….me levantó la camiseta y por fin soltó mi muñeca y en ese luchar de quitarme la ropa también voló por los aires mi brasier… de torso desnudo echada frente a ella no podía más que mirarla como sus ojos verdes escaneaban mi cuerpo semi desnudo, y como el brillo de su deseo llenaba de luceros esos ojos…posó su mano en mi cuello para luego deslizarla tocando mi piel por en medio de mis pechos, luego por el contorno de mis costillas para luego con sus dos manos acariciar mi abdomen al que luego abrazó y alzado en el aire lo atrajo a su boca para besar mi ombligo… mientras no perdía tiempo de subir sus manos por mi espalda…para formar en el aire la figura de una danza aérea de ella arrodillada en esa cama y mi cuerpo sostenido solo por sus brazos.

Me dejó caer despacio otra vez en el cobertor y dándome vuelta se hecho sobre mi espalda… su muslo volvía a encallarse en mi entrepierna y sus labios en mi nuca, para luego bajar por mi cuello, mientras sus manos buscaban las mías para entrelazarlas… nuestras pieles eran de fuego, la calentura de esos cuerpos era locura… mi cuerpo me gritaba la necesidad de sentirla, pero ella por alguna razón no dejaba que la despojara de sus ropas, yo cerraba los ojos y estiraba mi cabeza al cielo y es que sus besos en mi espalda era de los más eróticos que haya sentido, la dosis perfecta de lengua, la cantidad adecuada de humedad y la suavidad perpetua de sus labios… sus labios seguían bajando por el centro de mi espalda y mientras más se acercaba a mis nalgas más se erizaba mi piel…sus manos no me soltaban hasta que por fin llego a mis nalgas donde con sus manos apretó y besó sobre el pantalón….no aguanté más el placer y dándome vuelta en la cama, la encaré y con su mirada sorprendida por mi hazaña, le empecé a quitar su camiseta y con ella su brasier y sin esperar a que reaccionara sus pantalones y pantie volaron por los aires….ahora ella estaba en desventaja, pero no tardó en ponernos en igualdad y las dos en desnudez nos encontramos enroscadas en el medio del colchón…sus besos de fuego iban en aumento, ya no era mi cuello mi protagonista pero mis pechos que se llenaban del calor de su lengua y la humedad de su saliva, cada succión era un gemido y cada jugar de su lengua con mi pezón era una marca de mis uñas en su espalda….me miraba deseosa y no perdía la vista de mis gestos de éxtasis a sus caricias…mientras su boca aún devoraba mis pechos acomodó su pubis al mío y el leve toque de sus vellos acariciaron mi piel desnuda de mi monte de venus, sus movimientos de caderas apretando su pubis al mío me volvían loca, ya no había humedad en ese lugar pero una inundación de los jugos del deseo…poco a poco fue dejando mis pechos totalmente enrojecidos para seguir el camino de mis músculos tensos por la pasión, su boca seguía el camino y de pronto se detuvo allí frente a mi pubis….delicadamente abrió un poco más mis muslos y sosteniéndolos por las rodillas empezó a besarlos de afuera hacia adentro, besos intensos que provocaron más éxtasis, hasta llegar a mi ingle donde los intercambio por besos delicados que luego fueron reemplazados por su lengua que bajaba desde mi monte de Venus en un línea recta hasta el empezar de mi rajita y allí se detuvo y me dijo mirándome desde abajo – feliz cuatro meses mi amor –  y con esa frase abrió mis labios y metió su lengua en mi rajita buscando mi clítoris el cual saco de su lugar a succión, llevándome a mí al éxtasis, sus labios se encargaban de masajearlo entre ellos y su lengua recorría esa rajita de arriba abajo haciendo que se llenara de más y más de fluidos, su lengua ponía empeño en mi clítoris pero quien se abría cada vez más era mi coñito buscando que esa lengua entrara en más profundidad….mi mujer conocía mi cuerpo y sabía que era lo que deseaba, así que sin esperar metió su lengua de fuego en ese agujero y con estocadas firmes de su lengua endurecida me hizo retorcer de placer encima de esa cama, sus estocadas firmes y rápidas estaban llenando mi vientre de un calor indescriptible mientras sus dedos se apoderaban de mi clítoris también endurecido en un frote casi salvaje… mi pelvis se movía como loco ante semejantes caricias y mis pechos aguantaban recios las estocadas de mis manos apretándolos para buscar algo de desfogue ante tanta sensación desmedida… su boca se apretaba más a mi rajita y cuando ya sentía que me vendría en una explosión, ella se metió entre mis piernas en una tijera perfecta y con un vaivén poderoso nuestros clítoris chocaron y nuestros jugos se mezclaron y ella dominándome y apretándose, logró un grito casi ensordecedor mientras mi cuerpo se tensaba en el aire y mi coño se bañaba de más deseo, pero el movimiento no paró, mi mujer no había terminado y yo ayudando con la poca cordura que aún llevaba seguí pegando mi rajita a la suya y en ese apretar de sus dedos y sus ojos cerrados supe que ya estaba cerca así que acelerando más y haciendo la fricción más enérgica me vine en otro orgasmo mientras mi mujer volaba también con el suyo propio… los movimientos de caderas fueron desacelerándose y nuestros pechos jadeantes se fueron acomodando uno encima del otro mientras con un beso lleno de amor íbamos sellando que lo nuestro seria para siempre.

Verla partir ya no dolió tanto, pues para nuestros 6 meses yo iría a Chile, era una fecha especial para mí, porque para ese entonces yo ya estaba segura que era a ella a quien quería en mi vida para siempre, y a diferencia que con Diana, el anillo de Ángela lo elegí con el corazón, fui a miles de lugares y ninguno parecía el perfecto hasta que en una joyería casi desierta encontré el anillo perfecto, un diamante con dos esmeraldas pequeñas a sus costados, daba la impresión que era un fruto con sus hojitas, ese era me dije cuando lo vi y sin pensarlo dos veces, en su interior le hice grabar nuestra palabra favorita “definitivamente”, y así quedo sentado que en nuestros 6 meses yo le pediría la mano a la que quería como compañera para toda mi vida… el destino otra vez se encargo de torcer todo, y tuve problemas en el trabajo y mi viaje no se pudo hacer, cuando le conté a Angi algo en ella cambió, no sé si fue decepción o que se yo pero simplemente cambió… seis meses cumplíamos y lo celebramos en la oscuridad de una cena romántica cibernética y aunque a mi parecer salió espectacular, algo tenía yo metido en el corazón… muchas peleas le siguieron a esa celebración, la falta de atenciones de ella conmigo y el repentino interés de salir a divertirse con la nueva compañera de trabajo, mis celos volaron las esquinas de mi cordura y Ángela sólo se alejaba más y más… era una noche de martes, aún lo recuerdo bien y casi una madrugada de miércoles  y el recuerdo sigue intacto, yo no podía dormir y sentía un nudo en la garganta, mi polola estaba demasiado inerte conmigo y su desatención para conmigo era más que evidente, algo estaba pasando pero yo quería creer que era sólo el estrés aunque en el fondo sabía que era algo más, pensando se me  hizo ya la madrugada y no pude esperar más, la mala espina carcomía mis entrañas y necesitaba que la voz de mi novia me reconfortara.

Teresa: ¿alo?... hola mi amor – su voz dormitada se escuchaba casi como un susurro –
Ángela: ¿Tete?... ¿qué hora es?... ¿por qué me despiertas a esta hora? – su voz cambió rápido al de una molestia –
Teresa: perdón mi vida, pensé que no te molestaría, antes no lo hacía, al contrario te gustaba que te llamara de madrugada…
Ángela: ay Tete, tengo que trabajar a las 7, no es que me moleste es sólo que es un poco desconsiderado sabiendo que mañana tengo todo el día de trabajo…
Teresa: yo también trabajo temprano, pero disculpa fue una desconsideración, perdona no lo vuelvo a hacer
Ángela: ay ya Tete, deja de pedir perdón… me despertaste por algo no?, que pasa?
Teresa: nada….ósea si pasa es sólo que me siento muy inquieta por eso no pude esperar para llamarte después – mi voz se iba apagando y no sabía porque –
Ángela: ¿qué te inquieta? – su voz sonaba molesta como si de verdad escucharme la molestara –
Teresa: Angi… ¿tú me amas? – lo dije casi en un susurro pero se escucho muy claro –
Ángela: ¿cómo?...  ¿a qué va la pregunta Tete?... ¿qué pasa?
Teresa: - un miedo me lleno y temí volver a preguntar pero lo hice – Angi por favor ¿dime tu me amas?
Ángela: ¿por qué tanta preguntadera?, ¿Tete me llamas en la madrugada solo para preguntar eso?, si que te volviste loca mujer…- su negativa de responder, y su evasiva, me ensombrecieron la vista –
Teresa: - mi voz me temblaba y todo el cuerpo se inundo de frío – qué está pasando Angi, qué te está pasando?
Ángela: ¿pasándome?... nada Tete, estoy bien, ¿qué te pasa a ti con todo este interrogatorio??
Teresa: a ti Angi, ya casi no me dices mi amor, sólo Tete, ya no recuerdo la última vez que me dijiste que me amabas, antes no podías estar sin escuchar mi voz ni un par de horas, ahora si no te llamo puede que no sepa nada de ti en días….no me digas que no pasa nada, ¿por qué si lo está pasando, es acaso Daniela?... ¿ha pasado algo con ella?
Ángela: ay ¿Tete, qué te pasa? Ya vas a empezar con tus celos, no, no ha pasado nada con Daniela, estoy con mucho estrés en el trabajo, ya sabes lo de la denuncia, mi curso, es eso estoy muy ocupada..
Teresa: ocupada para mí pero no para salir a divertirte con Daniela los fines de semana no?
Ángela: ay Tete si me llamaste en la madrugaba para pelear por tus celos te corto mejor ¿ok?
Teresa: no no, no cortes… lo siento… pero es que por primera vez siento que mis celos no son irracionales,  algo pasa y sé que ella tiene algo que ver…
Ángela: Dios Tete, siempre tiene que ser todo sobre ti ¿no?, ¿no te has puesto a pensar que puede ser esta vez algo sobre mi? – mi garganta se iba encogiendo y con ella mi mano se apretaba más en un puño –
Teresa: si tienes razón, entonces si es algo, algo te pasa y obviamente sólo te pasa a ti… ¿entonces conversemos dime qué pasa?
Ángela: ay Tete, es que no sé sólo que no sé ya….
Teresa: ¿no sabes qué?...no sabes de mi o de ti… ¿o no sabes de mi amor por ti?
Ángela: porque siempre tiene que ser sobre ti….demonios….no Teresa no es sobre ti… es sólo que yo… pfffff… es que…
Teresa: ¿es qué? ¡Habla de una vez por Dios!!!!
Ángela: ¡ya!!! Estoy confundida Teresa… yo ya no se…

“Confundida”, resonaba en mi cabeza como una palabra sin significado, en ese momento de verdad no me había percatado que ella me había dicho que no sabía, que su confusión era yo, no lo vi venir y me tomó por sorpresa.

Teresa: ¿no sabes qué?... no sabes que sientes, ¿no sabes si quieres estar conmigo?, ¿no sabes qué?
Ángela: no sé nada, estoy confundida….creo que es mejor que nos demos un tiempo para saber qué me pasa…
Teresa: ¿un tiempo?... ¡¡UN TIEMPO!!!, ¿acaso me has visto cara de reloj?... ¿para que quieres un tiempo para alargar lo que no te atreves a decirme ahora??... ¿para buscar el valor o que se yo que sea lo que busques hacer?... va a doler igual ahora o mañana así que dilo y no seas cobarde…
Ángela: porque siempre haces las cosas tan difíciles… esto no es fácil
Teresa: ¿y tú ves acaso que yo estoy jugando a dos manos de lo fácil que lo hago?... ¿qué piensas? Que todo lo que me dices me resbala… me estas matando Ángela… ¿acaso no lo ves?

Mis lágrimas empezaron a brotar, aunque no había escuchado la estocada final, era demasiado obvio lo que diría, pero aún así en mi ingenuidad de que era de verdad sólo una confusión apele a que recapacitaría.

Teresa: mi amor, ¿estás confundida por?... ¿la distancia?... amor yo voy a ir para cuando cumplamos siete meses, ya lo tenía preparado iba a ser una sorpresa….
Ángela: si Teresa, es la distancia, pero no lo es todo, tus celos, tus reclamos, te dije que me estaban cansando, prometiste cambiar y todo seguía igual…
Teresa: pero como querías que cambie, si esa colega tuya esta sobre ti todo el día, y tú me confirmaste que ella parece le gustas, como no estar celosa, como no reclamar que en vez de quedarte conmigo una noche prefieras salir con ella… dime… no soy tan irracional es lógico…
Ángela: si Tete, pero la distancia… y yo aún no sé si me gustan los hombres o las mujeres…
Teresa: ¿qué cosa?... ¿cómo que no sabes?... no seas hipócrita, sabes bien lo que te gusta, deja de esconderte en suposiciones tontas, te gusto yo y soy mujer, y punto….conclusión te gustan las mujeres, qué más quieres saber ¿ah?
Ángela: ya Tete, por favor no te exaltes, sabes que no puedo hablar fuerte que mis papas están casi al lado, por favor tranquilízate ¿sí?
Teresa: ¿es ella no?... ¿es Daniela no?... se besaron, me faltaste no?
Ángela: noooooo, yo no te he faltado, no es por ella soy yo entiende….estoy confundida, todo se junto y ya no puedo más….
Teresa: ¿se sincera Ángela, es ella no?... dime la verdad es ella….
Ángela: nooooooooooo Teresa no lo es… entiende yo estoy confundida YO….y no es por ella, es por mi….no sé si ya me juegue todo por esta relación…
Teresa: de que hablas….si hace una semana estábamos planeando un viaje juntas de vacaciones como una luna de miel, y hasta hablamos de matrimonio… como que no te juegas… Angi… amor… yo te amo, y sea lo que sea lo podemos solucionar pero juntas….tenemos mucha historia, lo nuestro es mágico, único amor escúchame yo te amo…
¿Me escuchas? – un silencio inundaba el otro lado de la línea – ¡¡¡mi amor te amoooooo!!!
Ángela: PERO YO NO… ¡YA NO TE AMO MÁS!

Sentí en el parpadeo de mis ojos, no sólo las lágrimas que como goteras inundaban mi rostro, pero sentí mi corazón literalmente salirse de mi pecho y caerse al piso…podría jurar que lo vi revotar en el suelo y dar sus últimos latidos frente a mis ojos… Ángela me había sacado el corazón del pecho.

Ángela: te tengo un gran cariño, lo que vivimos fue hermoso y no lo podre olvidar, pero se me acabo el amor, ya no me juego más por esta relación…Tete? ¿Me escuchas?

El silencio me inundó sus palabras no sólo le sacaban jirones a mi corazón sino a mi alma, mi cabeza no entendía que era lo que estaba pasando, no podía razonar que hace una semana ella me decía mi amor y me amaba con locura y ahora era nuestra relación un pasado, como es que ella había pasado del “te amo” a “te tengo un gran cariño”… un gran cariño le tienes a tu perro, a tu vecino, a un colega….no podía creer que la mujer que estaba hablando era la misma mujer que yo soñé mi esposa y que ahora me hablaba de grandes cariños….no lo podía creer

Ángela: Tete… ¿por favor, responde estás bien?
Teresa: muy bien Ángela… demasiado bien, espera, déjame recoger mi corazón del piso y preguntarle si aun late para confirmar que estoy súper bien….
Ángela: por favor no seas irónica, de verdad yo no quería hacerte daño pero ya no siento lo mismo y no quiero engañarte
Teresa: gracias Ángela, tan considerada tu
Ángela: ahora me odiarás, y todo pero es lo mejor para las dos…
Teresa: uy gracias Angelita… gracias por buscar lo mejor… ¿ACASO NO VES QUE ME ACABAS DE ROMPER EL CORAZÓN???... acaso no te das cuenta del dolor que me estas causando
Ángela: lo sé, lo sé, pero es mejor esto a fallarte y engañarte…
Teresa: es Daniela lo sé…
Ángela: ¡carajo que no!... soy yo, que no aguanto más te lo dije varias veces que me estaba cansando y no hiciste caso ni cambiaste….
Teresa: entonces si fui yo, entonces déjame intentar recomponer, arreglar, volverte a enamorar, déjame viajar a Chile y lo hablamos en persona, dame un chance una semana, y si no funciona yo misma le doy fin… pero dame una oportunidad…
Ángela: te di varias oportunidades y no hiciste nada ya es muy tarde…
Teresa: no digas eso, ahora me comprometo… déjame ir hasta allá…
Ángela: ¡qué no! Teresa, que tú vengas no cambiará las cosas… entiende que es mejor así…
Teresa: es que no entiendo… no puedo entenderlo, tú me amabas, me profesabas amor eterno, ¿hicimos una promesa Ángela acaso no lo recuerdas?
Ángela: lo siento Tete….es mejor que corte…
Teresa: nooo… si tu cortas no volverás a saber de mí, me convertiré en un fantasma, no sabrás más de mi
Ángela: Tete, yo te estimo, y quiero saber cómo te va y estas, podemos intentar una amistad…
Teresa: una amistad?... que me has visto cara de estúpida
Ángela: ya empezaste con las ofensas
Teresa: disculpa Ángela si ofendí, pero tengo demasiado dolor y rabia adentro como para estar preocupándome de escoger mis palabras
Ángela: ya sabes que es mejor que corte…
Teresa: si Ángela… yo no soy amiga de mis ex, y tu no serás la excepción, si me terminaste es porque no quieres nada de mí, entonces yo te hago las cosas fáciles no sabrás nada más de mi, te lo prometo….que yo tampoco quiero saber nunca más de ti
Ángela: pero Teresa no puedes ser tan infantil… madura un poco… ¿no podemos terminar esto como adultas?
Teresa: ¿adultas?... tengo el corazón destrozado y quieres que actué como si no lo tuviera… para ti debe ser fácil… para mí no… entérate… yo si te sigo amando y esto me está matando… no quiero agonizar día a día sabiéndote cerca como amiga pero lejos como pareja… no quiero…así que Ángela espero que tengas una buena vida y que seas muy feliz… Adiós
Ángela: Teresa… espera…

El sonido del teléfono al estrellarse contra la pared y caer al piso en mil pedazos represento muy bien como quedó mi corazón después de esa llamada, las piernas me temblaban y no podía mantenerme en pie, caí sentada al piso y recién asimile todo lo que había pasado, la mujer de mi vida me acababa de romper el corazón y con el mi alma se había ido, apoyé mis manos sobre el piso y cerrando los puños grite lo más fuerte que pude, grité, grite hasta que el vecino de arriba comenzó a golpear el piso para que me callara, y en ese instante fue que casi me ahogue con mis lágrimas, y es que empezaron a salir desmedidas, no tenía control sobre ellas, sólo salían sin permiso y con justa razón, la cajita de terciopelo negro estaba refugiada en la mesa de noche al lado de su foto, la tomé en mis mano y la abrí, saqué el anillo y lo observe unos segundos y cuando leí la inscripción empecé con las lágrimas desmedidas otra vez hasta empapar el anillo y la cajita y es que yo seguía sin poder entender, que había pasado, como era posible toda esa pesadilla….cogí la foto de la mesa y me abracé un rato a ella mientras acurrucada en el piso buscaba hundirme en un agujero negro, pero nada funciono…el dolor seguía ahí y yo la seguía amando…me paré casi por inercia y busque el teléfono, estaba destrozado así que cogí una chaqueta las llaves algo de dinero y salí sin rumbo fijo.

Yo asumo que era algo de las 3 de la mañana quizás, camine sin rumbo por las calles, deseaba embriagarme en alcohol y aunque sea una noche o algún momento olvidarme de todo, no sabía ningún número de memoria excepto aquel – ¿Alo?... ¿me escuchas? – La voz al otro lado se oía como un susurro, - Diana por favor háblame sé que me escuchas –

Teresa: lo siento, se que haberte largado del hospital tantas veces, te dolió, lo sé, no debí hacerlo pero de verdad llegaste a asustarme con tu acoso, perdóname por favor
Diana: ¿qué te pasa?... te oyes fatal….
Teresa: nada fue una mala idea haberte llamado, lo siento otra vez, espero alguna vez me disculpes… ¿y sabes?...tenías razón….las iba a pagar….y las estoy pagando
Diana: Tete, espera, no cuelgues… es Ángela ¿no? – no pude resistir escuchar su nombre y me vine en llanto –
Teresa: si… snif, snif – mis lágrimas no me dejaban casi hablar – me dejo Diana….me dejó….y me rompió el corazón
Diana: ¿dónde estás?
Teresa: estoy en un teléfono público de….no se….ahh si… de la avenida frente al parque de mi depa, no sé cómo se llama…cerca al semáforo y la estación del tren…
Diana: no te muevas de allí, voy por ti ¿ok?
Teresa: no,  no Diana, de verdad lo siento… estoy mal, pero no debo…
Diana: quédate ahí Tete, que yo voy por ti, no seas cabeza dura…
Teresa: ok… te espero

Diana no demoró mucho, y me encontró sentada debajo de ese teléfono completamente perdida, me recogió y como un borracho terco, le pedí, le rogué que me llevara a un bar, fue tanta mi insistencia, no sé, pero creo que ella también entendió que era lo mejor… se sentó conmigo en la barra y casi no bebió pero me dejo que me tomara todo el alcohol de ese lugar, hasta logré sonreír un par de veces y algo que recuerdo es que escuche un par de “yo te lo dije”….pero no importo ya nada, las lágrimas habían cesado y todo ese alcohol había de alguna forma adormecido mi cuerpo, mi corazón y pues por esos instantes ya no sentía dolor…el dueño del bar le dijo que me sacara de allí que estaba demasiado mal y así fue…Diana me quiso llevar a mi departamento pero le pedí que no lo hiciera, que todo estaba lleno de los recuerdos de Ángela y que no lo soportaría, así que me llevo a un motel… estaba tan ebria que a las justas podía caminar, pero aún podía hablar…no sé cómo Diana hizo pero me llevo hasta el cuarto y me acomodó en la cama, mientras mi boca hablaba disparates…es una noche que guardo en recuerdos muy borrosa, pero sí recuerdo que cuando Diana se acercó a despedirse le pedí que se echara un momento a mi lado, y a partir de allí mi recuerdo casi es nulo…hasta que me vi con ella sobre mí.

Sus piernas rodeaban mi cintura, y yo sólo miraba como ella se quitaba el vestido que llevaba puesto por encima de la cabeza, no llevaba brasier y su pequeña tanga no tapaba casi nada…se me lanzo a la boca, y me lleno de besos ardientes, yo tenía hasta la lengua adormecida, sabía que mi beso era desastroso, pero aún así de alguna manera pude corresponderle, dejé que me tocara que me apretara los senos por encima de la camiseta y de un momento al otro me la quitara junto con mi brasier y pantalón…en una maniobra rápida le quite la tanga y la dirigí a que quitara la mía con sus dientes, así lo hizo, yo sólo observaba como ella era capaz de todo…de pronto me vino un fugaz “YA NO TE AMO MAS” y me llene de rabia, coraje y dolor, lo que hizo que la sobriedad me embargara, tome a Diana y la cargue para ponerla sobre mi regazo mientras yo de cuclillas trataba de acomodarme en la cama, la bese un rato para luego lanzarla a la cama otra vez, la tocaba toda, pero sin delicadeza, la rudeza era lo que mandaba, caricias fuertes, duras y poco cariñosas, todo mi tacto estaba lleno de rabia y coraje y lo demostraba con cada nalgada que le daba a su trasero y cada mordida a su pezón que la hacía gritar de dolor, yo recordaba a su cuerpo exquisito pero en ese momento no le pude encontrar ni el gusto ni el sabor…la puse en cuatro y con fuerza metí dos de mis dedos en su coño…los metí lo más profundo mientras adentro de ella movía mis dedos con fuerza, ella gritaba de placer y yo sólo jalaba su cabello para tratar de silenciar su gritar…el entrar y salir de mis dedos era tan intenso que se comenzó a quejar de dolor, así que la intercambié mi mano por mi boca para seguir dando placer… ella buscaba mi cuerpo para acariciarlo pero cada vez que lograba tocarlo yo le quitaba la mano….no quería que me tocara, sabía que estaba haciendo algo indeseable y no quería que ella se diera cuenta… le di vuelta en la cama y la senté sobre mi boca, mi lengua la penetro firmemente mientras me intercalaba con el succionar y lamer de su clítoris, ella se contoneaba encima de mi boca mientras yo daba de nalgadas a ese trasero exquisito que en ese momento no le encontré nada de exquisito… sus ojos cerrados, sus manos apretando sus senos y mi boca dando más y más placer, sus caderas se mecían y ella ya quería llegar al clímax, así que en un movimiento rápido la eché y encajando mis piernas empecé el frote de nuestros coños, con una energía que no sabía de dónde había sacado froté con mucha intensidad, podía sentir sus jugos desbordarse y una de sus manos aferrada a mi muñeca que sujetaba su pierna en el aire me dejó saber que el orgasmo era inminente… mis caderas se empezaron a mover más rápido y con el sudor casi cayendo de mi frente en un ejercicio extenuante la hice explotar de placer, gritó tan fuerte que le tuve que tapar la boca… poco a poco fui bajando velocidad hasta quedar totalmente estática…me dejé caer en la cama y vi que todo el techo me daba vueltas, así que cerré los ojos y no sé en qué momento me quedé dormida.

Un dolor intenso de cabeza me despertó, miré la hora en el reloj de la pared y eran más de las 10, trate de acomodar mi cabeza, y por un instante pensé que todo lo que había pasado había sido una pesadilla, pero cuando sentí un cuerpo moverse al lado mío caí en la realidad de que todo era verdad, un brazo me rodeaba y se aferraba a uno de mis senos, así que despacio lo fui moviendo para alejarlo de mi cuerpo, salté de esa cama sigilosamente, no quería despertar a nadie…di un par de pasos hasta la puerta con todas las ganas de huir pero me di cuenta que estaba desnuda, así que recogí mi ropa y muy callada me la puse, mire el cuerpo desnudo de Diana tapado en una pequeña porción por la sábana y me sentí fatal, no sólo había hecho una estupidez sino que me sentía más miserable que el día anterior, no se quien invento el sexo por despecho pero era demasiado agrio y amargo, me sentía demasiado vacía y sucia, y lo peor de todo es que sólo me hizo sentir culpable como si le hubiera fallado a Ángela y eso sólo empeoró el dolor y la culpa…me quede sentada en la silla frente a la cama no se por cuanto tiempo, viendo a esa mujer dormir, tratando de adivinar qué hacer después…al final decidí lo más cobarde… huir… saque dinero suficiente de la billetera para su taxi y lo puse en la mesa de noche junto con una nota que decía “me salvaste de cometer una locura, ahora sálvate de mí que yo no hago ningún bien”…le di una última mirada a ese cuerpo desnudo y salí de la habitación, pague todos los gastos y me dispuse a andar, el sol era amenazante a mi dolor de cabeza, pero en mi interior me decía que me lo merecía… camine un par de cuadras y Ángela volvió a mi mente, y en mi cabeza sólo maquinaba la pregunta “¿cómo haría ahora?...¿cómo haría ahora para seguir viviendo sin Ángela?”… me paré en el semáforo y me di cuenta que no tenía ni la menor idea de cómo vivir sin ella.

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4 comentarios:

  1. Esta parte de cuando sentís que la otra persona ya no te ama y que vos estás tan enamorada, es muy dura y muy triste.

    Yezi

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  2. Ay Dios !!!!.....Cómo duele que te hagan lo que tu hiciste, verdad. La vida es una rueda, algunas veces estas arriba, otras abajo. Y es tan sabia la vida, que si no aprendes la lección te la repite.
    Pili- Chile.

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  3. El que a hierro mata a hierro muere no hagas lo que no te gusta que te hagan todo vuelve en la vida tal vez teresa aprenda cambie excelente capitulo

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