–Buenos
días... Perdón por la interrupción– Sol y
los hombres aun en la puerta les miraban, con una sonrisa picara Sol se adentro
en la habitación para depositar sobre el sillón cercano las pertenencias de
Andy que había levantado cuando ocurrió el accidente – ¿Cómo te sientes Andy? –
–Bien
gracias, me han dicho que usted me ayudo y ha estado pendiente todo este
tiempo... Gracias y perdón por el susto–
La
rubia negó con su cabeza –Lo importante es que no ocurrió nada de gravedad–
–Señorita
de la Fuente soy el oficial Martinez necesito realizarle algunas preguntas, si
las señoras son tan amables de disculparnos– interrumpió el uniformado.
– ¿Ellas
no se pueden quedar? –
–La
señora Echeverría ya nos ha contado su versión de los hechos, necesitamos
conocer la suya y el parte médico para levantar el reporte, es de rutina por si
usted decide presentar una demanda por daños halla un precedente–
Andy
observaba fijamente a Alejandra temiendo preguntar si regresaría mas tarde, su
temor era más por la respuesta que por la pregunta en sí, Alejandra adivino los
pensamientos de la joven y se adelanto a su intención
–Te
veo más tarde siempre y cuando sea conveniente a tu salud– sin convicción dejo
ir la mano de Andy, tomo su bolso que había colocado en un hueco de la camilla
a los pies de Andy, con un gesto de su cabeza se despidió de los hombres aun de
pie en la puerta de la habitación y salió del lugar junto a Sol a pesar de no
desearlo.
Andy
vio a las mujeres alejarse hasta perderse por el pasillo y poso su vista al
uniformado que sacaba su bolígrafo para comenzar anotar las respuestas de la
chica.
***
Ambas
mujeres caminaron para dirigirse a la cafetería que se encontraba a un costado del
hospital. Ya con sus respectivos cafés y cómodamente sentadas en una de las
mesas, Sol no podía ocultar su sonrisa cómplice con Alejandra quien aun tenía
el color rosado en sus mejillas.
–
¿Llegamos en muy mal momento?–
–Yo…
Estaba revisando que sus pupilas no estuvieran dilatadas… Ya sabes–
Una
frente a otra como estaban situadas en la mesa, se observaron, Sol con una cara
de ni mi abuela con sus problemas de vista te creería y Alejandra con una
expresión de soy muy torpe otra cosa mejor no se me pudo ocurrir. Las dos
soltaron una sonora carcajada después del comentario haciendo que muchos de los
presentes voltearan a verles. Cuando sus risas menguaron Alejandra cubrió su
ojo derecho con su mano y comenzó a negar con su cabeza.
–No
lo dije con mucha convicción, verdad–
–No
es por la convicción, es porque yo estaba ahí viendo lo que estaba ocurriendo… Además
tu brillo en los ojos te delata Alex–
–Te
prometo que no puedo evitarlo Sol, no sé qué me pasa que mis sentidos
enloquecen por su presencia y ya no pienso en otra cosa que no sea lanzármele
encima y comérmela a besos–
Sol
estiro su mano para cubrir la de Alejandra –Eso se llama amor, a mí me da gusto ver esa chispa en tus ojos,
porque eso significa que estás viviendo de nuevo–
–Lo
que Andy me provoca es… es… No sé cómo explicarlo, pero me hace feliz, me
olvido prácticamente de todo, pero cuando me alejo de ella como ahorita,
comprendo que estoy haciendo mal; yo soy casada, no puedo hacer esto–
–Por
Dios Alejandra como si Gerardo mereciera tus consideraciones. El no se detiene
a pensar en ti cuando los fines de semana se va con su secretaria a…– Sol paró
en seco su comentario al percatarse de la gran indiscreción que había cometido.
–No
guardes silencio, como si Gerardo se detiene pensando en mi cuando se lleva a
esa mujer de “paseo” los fines de semana diciéndome que es un viaje de trabajo
¿No? – La mirada triste de Alejandra se
poso sobre la ventana de la cafetería perdida en sus pensamientos –Lo sé Sol… Pero
no es por Gerardo mis consideraciones es por ella, Andy no merece esta
situación, porque en dado caso de que ella me corresponda, yo aun sin Gerardo
no soy libre; tengo dos hijos que son poco menor que ella, ¿Crees que sería
justo para una joven una situación así?– su voz sonaba triste y de nuevo
regreso su mirada a la rubia que la contemplaba comprensiva
–En
todo caso Alex esa no es una decisión que tú tengas que tomar, le corresponde a
ella y por si no te has percatado esa chica te mira con ojos de borreguito–
dijo mientras bebía un sorbo de su café
–Puede
que tengas razón, lo que si es que definitivamente yo ya no quiero ni puedo
seguir con Gerardo por más tiempo, independientemente de lo que ocurra con
Andy, creo que es hora de que hable con Angélica para pedir su consejo legal–
***
Después
de su conversación ambas mujeres regresaron al hospital para ver cómo estaba
Andy, Sol se despedía de ellas argumentando que tenía cosas que hacer,
Alejandra se ofreció a llevarla a casa puesto que Sol había llegado al hospital
con Andy en la ambulancia, pero Sol se negó tajantemente.
–Mejor
quédate haciéndole compañía a Andy– Callo la protesta que Andy parecía
comenzaría hacer –Sin peros ¿Necesitas que le avise a alguien más de tu
estancia en este lugar? –
–Ahora
que lo menciona si es tan amable de avisarle a mi amigo Ricardo, el doctor me
dice que no voy a salir hasta mañana y necesito que busque a alguien que me
cubra hoy en el bar. Su número está en mi celular– dijo señalando el bolso que
había depositado Sol en el sillón
–Bien
yo me encargo, te voy a gravar mi numero por si necesitas algo me llames por
favor. Y gracias por no levantar cargos Andy– le dijo a la rubia con una
sonrisa.
–Gracias
a usted por ayudarme y por no matarme–
Las
tres mujeres rieron del comentario de la joven, Sol termino de tomar el numero
de Ricardo y guardar el de ella en el móvil de Andy y se despidió de las
mujeres dejándolas solas.
***
Después
de pasar un largo rato agradable haciéndole compañía a Andy, Alejandra le hizo
prometer que si necesitaba algo se lo haría saber y muy a su pesar salió del
hospital para dirigirse a la florería por unos pendientes que tenía que
resolver.
El
resto de su día, lo pasó sumergida en los pendientes y tratando de terminarlos
lo más pronto posible para pasar de nuevo a visitar a la culpable de sus
suspiros antes de ir a casa. Para su desgracia cuando entro en la habitación
cargando un lindo arreglo de rosas blancas la encontró plácidamente dormida, se
quedo en silencio observándola, sigilosamente se acerco a la mesita a un
costado de la camilla para depositar las flores y luego sin poder resistirlo con
las yemas de sus dedos acaricio la mejilla derecha de la mujer dormida
–Si
tú supieras que tan fuerte me estoy enamorando de ti…– Dijo la morena en un
susurro –Descansa– y luego beso su frente para dirigirse a la salida, cuando
dos pasos la separaban de la puerta la voz profunda de la joven la hizo
congelarse en su camino
–Yo
también he empezado a amarte… Mucho…–
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autor.
me encanto me encanto emocionada por saber que sucede
ResponderEliminarDiosssss!!!!! Como amo esta historia, súper linda.
ResponderEliminarHaidee
R. Dominicana
YYYYYYYYYY..... COMO TERMINAS ASÍ EL CAPITULO NO, YO QUIERO SABER QUE PASA...
ResponderEliminargenial es super, me encanto quiero mas un capitulo diario es muiy poco para mi.
ResponderEliminarana
que historia mas linda me tiene toda emocionada felicidades a la autora!!!
ResponderEliminarLuck
ummm buenisimo el capitulo u.u por fin se reconocerieron que se aman la una a la otra.
ResponderEliminarSony24 (colombia)
"yo... estaba revisando que sus pupilas no estuvieran dilatadas" bawahahaahahaah... quién dice eso xD, qué tal florazo pues (como diríamos en Perú). Si así era el trabajo de los doctores, definitivamente me equivoqué de carrera -.-!
ResponderEliminarAnyway!, qué lindo capítulo *-*... necesito saber qué más pasa xD... lo siento, no estoy vendiéndome como la persona más paciente, no?