Parte 7 Final
Solía creer que todo lo
relacionado con ella se desvanecería en un momento dado. Ya sea por algún
accidente, otro romance o quizás por el cruel tiempo que todo lo borra. Pero no
fue así. Ella sigue aquí y yo junto a ella. Yo junto a ella, irónico no? Antes tenía
la esperanza de que ella ya no estuviera en mi vida.
Deseaba esa esperanza. ¿Cómo
es posible que uno desee una esperanza? Las esperanzas nacen de uno, no se
desean. De cualquier forma, acá me encuentro. Analizando mi corta vida,
recordando cada uno de mis recuerdos y pensamientos. Aquellos que en ese
momento se sintieron más vivos que nunca y ahora son solo eso: recuerdos. ¿Qué
es lo que digo? Cualquiera pensaría que estoy delirando, quiero decir: Ahora
estoy feliz no? Amo a Jane… o quizás la odie y no pueda despegarme de ella. No.
Definitivamente la amo, pero no estoy segura si ella lo hace de la misma manera
que yo. Quizás se le pego una simple obsesión. Obsesión? No me gusta esa palabra.
Pienso mucho. Jane debe pensar lo mismo. Siempre me decía que admiraba todo lo
que pensaba. Todo lo que pensaba…. Es raro sin embargo, ¿cómo puede pensar eso?
Quiero decir, solo soy una mocosa. ¿Qué pudo notar Jane en mi? Mis análisis
sobre las cosas cambian cada vez que los segundos pasan. Pero a pesar de todo,
a pesar de lo imperfecta e insegura que puedo ser, la tengo a ella. La tengo a
ella. Querida Jane, como es posible que nuestras vidas simplemente se
fusionaron para crear uno de los bataholas mas incoherentes de la fisonomía
humana? Nuestro amor es increíblemente improbable y quizás eventualmente
desaparezca. Pero esa posibilidad la veo ya muy lejana, hemos pasado por lo
peor y aun así nos seguimos queriéndonos.
Pero el pasar del
tiempo ha afectado nuestras vidas. Ya no estoy en el liceo, de hecho, recién me
he egresado de mi carrera. Gracias a ti por supuesto. Y tú, sin embargo, te
encuentras junto a mí. Repasemos un poco la realidad de esta historia: Te sigo
amando y es que esta pequeña frase puede resumir casi todo no?. El comienzo de
esta nueva historia es, tal vez, más complicada que la primera. ¿Por qué? No lo
sé, quizás por el simple hecho de que crecí, ya soy responsable y todavía me
queda un mundo por delante y más aun, dentro de éste, te encuentras tu Jane.
Sin embargo, tú casi no has cambiado, sigues siendo la bella mujer de la cual
me enamore: la bella ninfa que seguirá en mi corazón, decepcionándome una y
otra vez, pero al mismo tiempo, haciéndome sentir tan orgullosa en estos últimos
5 ó 6 años.
Gracias a ti tengo mi título.
Mi titulo de licenciada. Pero me costo, pues la universidad no es una etapa tan
agradable como pensaba que era. Sin embargo, fue mejor que mi época escolar.
Los interminables trabajos, las horas de estudio y uno que otro libro dispuesto
para ser leído el día siguiente. Aunque, creo que eso no fue la etapa dolorosa.
Tus bulliciosos reclamos porque no tenía fuerzas de volver a acariciar tu
hermosa figura. Tus cuantas golpizas porque yo me quejaba de que estabas siendo
muy injusta conmigo. Injusta? No sé porque, pero esa injusticia no era de parte
de Jane, sino mía. Esa era otra de mis tantas excusas para salir quizás de los
tantos problemas que tuvimos. Pero esa es otra historia. Una historia que no
relatare, porque me parece una transitoriedad poco relevante.
Ahora me encuentro
consiguiendo trabajo. Me recomendaron en un buen colegio gracias a mi profesor
de cálculo (que por cierto, era muy conocido dentro de casi todos los
establecimientos estudiantiles). El nombre del colegio era "San Juan de la
Cruz", un colegio absolutamente católico, pero de una época exquisita. De
verdad, el colegio era lindo, grande y con ese aspecto de los antiguos sabios.
El director fue el que
me recibió, me pregunto algunas cosas sobre la universidad y sobre mi profesor
de cálculo (intimo amigo suyo como decía). Le respondí sin problemas y para mi
grata sorpresa fui contratada de inmediato. Me conto que en realidad le había
costado encontrar a profesores de biología ya que casi nadie ejercía como
pedagogo. Realmente no culpo a nadie. El trabajo de pedagogo es siempre mal
pagado. El director me guio hasta el departamento de ciencias y conocí a una
par de colegas que se encontraban ahí, organizando las clases y los horarios.
Las cuales comenzarían en 1 semana. Había solamente un solo profesor mas de
biología, una profesora y profesor de química y un solo profesor de física. Me
causo un poco de risa, los profesores de física siempre tienen el mismo
aspecto.
Empecé a trabajar de
inmediato. No tuve mala aceptación por parte de mis colegas. Creo que también
influyo el hecho de que aun era joven, tan solo tenía 23 años (y por cierto,
Jane tenía ya 25). Ordenamos los horarios, repartimos cursos y como yo no conocía
a ninguno, creo que los demás se aprovecharon en pasarme a los peores cursos.
Pasamos la tarde en lo mismo. Nunca creí que fuera tan complicado hacer esto. Había
que ordenarse de tal forma en que los profesores estuvieran en horas de clases,
puesto que la mayoría trabajaba en 2 colegios simultáneamente. Fue agradable,
en realidad, estaba a salvo, pues lo complicado seria cuando el colegio entero
estuviese repleto de adolescentes.
Al llegar a casa me encontré
con Jane. Si, ahora tenía un trabajo más decente. Estaba de mesera en un
restaurante mas menos lejos de la ciudad, de esos bastantes elegantes. Ganaba más
que nada con la propina que le daban todos aquellos hombres de negocios,
importantes, acaudalados. Era bueno, teníamos más plata para pagar el alquiler
y comíamos un poco más. Solo era cuestión de tiempo cuando ya me estableciese
en el liceo y comenzar a ganar plata como la gente decente.
Llegue – le dije
Hola mi belleza! – me
saludo con un beso en los labios, seguido de un abrazo tierno y preocupado – ¿Cómo
te fue en el "trabajo", eh?
Bien, genial, los
colegas fueron muy buenos conmigo. Creo que les simpatice, no? – le sonreí. Me
puse tierna, creo.
Linda – por lo que me volvió
a besar en labios, pero esta vez un beso más extenso, mucho más tierno y
pasible. Era lindo. Ella era linda. La circunstancia fue adecuada. Sus suaves y
húmedos labios hacían que me estremeciera. No pude aguantar una sonrisa. Estaba
feliz, yo estaba feliz. Llegaba de casa y una bella mujer me recibía entre sus
brazos, deseándome. Había algo mejor?
Veía como Jane me
miraba y con picardía saboreaba sus propios labios para luego volver a besarme.
Besarme, recorriendo sus manos entre mi cintura, acercándome a ella, como haciéndole
entender que yo le pertenecía. El bolso que mi mano sostenía cayó al suelo,
pues las manos que lo sostenían se acercaron a la cabeza de Jane, tomándola. A
su vez, mi boca abría la suya para introducir mi lengua dentro de ella. Sentí
su lengua, su suave lengua y mis dientes chocaban con los suyos. Tenía sabor a
menta, al parecer recién se había lavado los dientes. Y fue entonces cuando sentí
sus manos bajar a mi cadera y llegar a mi culo, agarrándolo La deseaba y ella a
mí. Por lo que de a poco, mis pies la fueron empujando al sillón de la sala.
Aquel sillón que siempre estaba a mano cuando el dormitorio parecía tan lejano.
La empuje y ella cayo, riendo: "Ven aquí nena", por lo que fui. Me
estaba invitando a su lecho! Como podría rechazarla en ese momento? Me acerque
y me puse encima de ella, sentándome prácticamente sobre ella con las piernas
abiertas. Me saque la polera y el sostén y miraba a Jane, como me observaba y
admiraba. Al quedar con mis senos desnudos, Jane los tomos y los apretó. Me
encantaba esa sensación, aquella sensación de que una de mis partes más
vulnerables se sintiera segura en las manos de Jane. Y sobre todo, me encantaba
mirar su cara, aquel rostro tan expresivo y exquisito. Yo volví a bajar para
besarla, esta vez en el cuello, que prácticamente lo lamia con descaro. Las
manos de Jane buscaron desabrochar mi pantalón para soltarlo e introducir sus
manos en mi ropa interior. Yo seguía lamiendo su cuello, hasta llegar a su
boca. La cual volvía a besar, bruscamente, casi asfixiándola. Era tan
deliciosa. Era simplemente perfecta y lo mejor de todo es que me pertenecía.
Era yo la afortunada que estaba con ella. Fue entonces cuando bruscamente me
agarra del culo, se levanta y me empuja de una manera en que las dos nos
quedamos acostadas en el sofá para que luego ella se pusiera encima mío. A
Jane, siempre le agradaba llevar el control de todo, pero siempre era yo la que
tenía que tomar el control en los momentos más difíciles. Una vez encima mío,
ella se dispuso a bajarse los pantalones, pero justo cuando ya tenía la
cremallera abajo tocaron el timbre.
¿El timbre?? – pregunte
desconcertada y exaltada a la vez.
Ignoralo… - me
suplicaba Jane mientras lamia mis pechos, tratando de retomar el asunto.
No, a ver, espera... quizás
es algo importante – trate de levantarme, pero la mano de Jane empujo mi hombro
hacia el sofá y me volvió a repetir que lo ignorara, que no sería nada. – Jane,
¿cómo crees? Nadie toca nuestro timbre a esta hora, deja ver quién es. – Por lo
que me volví a colocar la polera, me subí el cierre y Jane hizo lo mismo,
molesta, como siempre lo hace cada vez que nos interrumpen. Me dirigí a abrir
la puerta y Jane se quedo ahí mirando…
Abrí la puerta y me encontré
con la sorpresa de que era Micaella, la profesora de química del liceo.
Hola Odisea –me sonrió
como nunca y parecía muy contenta de verme, a pesar de que yo no lo estaba.
Hola, ¿qué haces acá
Micaella??
¿Te importa? – y me
empujo levemente para entrar al interior del departamento La quede mirando
raro, pero a ella no le importo. – He venido porque se te había quedado esto en
el departamento de ciencias Odisea – miro el departamento como preguntándose: ¿en
este basural vive?" y luego me dirige la mirada para entregarme un
cuaderno de apuntes que siempre llevo en la cartera.
Bien, gracias, no
debiste haberte molestado sin embargo. Lo pude haber recogido al día siguiente.
No hay de que! Si
pasaba por acá y decidí pasar a dejártelo –sonriéndome con una risa algo
macabra- . Por supuesto que antes fui a preguntar la dirección de tu departamento
En la recepción del colegio. Siguió mirando el departamento Y pregunto- ¿Quién
es ella? – y miro a Jane, que al parecer recién noto percatar su presencia
¿Ella? No, bueno ella
es… es….Jane es… mi….
Prima – respondió Jane
por alivio mío.
Ah, muy bien, yo soy
Micaella, una colega de Odisea
Si lo note – respondió
Jane no de muy buena manera
Entonces nos vemos
mañana Odisea? – pregunto Micaella dirigiéndose a mi nuevamente.
Claro, claro. Mañana
nos vemos.
Eso está bien, me
agradas, quizás podamos conversar en algún momento quizás un poquito más
privado, no te parece? – juraría que la descarada me sonrió con un coqueteo típico
de vieja de 50.
Eehhmm – dije sin saber
que decir. Pero Micaella ya había salido del departamento sin siquiera haberle
dicho a Jane Adiós. Cerré la puerta y quede realmente patidifusa. ¿Qué fue eso??
Parece que le gustaste
a la colega, eh? – me dijo Jane con cara de diabla
¿Estás loca??
Vamos Odisea, por
favor, confiésame como lo hiciste para que esa vieja bruja se enganchara
contigo, eeh?? – rio y yo también
No le he hecho nada. Además,
por favor. Debe tener cerca de 50 años! Qué asco Jane! No pienses que te engañaría
con una mujer tan vieja…
Sé que no lo harías, yo
soy mejor que esa – y entonces volvió a agarrar mi cintura y me atrajo hacia
ella.
Convénceme de que eres
mejor que ella
¿Quieres que te convenza?
Me encantaría que lo
hicieras
¿Eso quieres?
Aja – por lo que mire
sus grandes ojos cafés, que se veían opacados con el pelo que recubría su
rostro. Tenía razón, ella era 100 veces mejor que Micaella. Jane era mejor que
cualquier mujer. Era realmente bella y para mi, perfecta.
Te amo Odisea
Y yo a ti Jane, te amo más
que nadie en este mundo. Realmente no sabría que hacer sin ti. – la abrase, la
amaba. De verdad era así. La amaba muchísimo.
La única semana que teníamos
para organizar las clases se fue volando. Y de repente llego el lunes! Lleno de
niños se encontraba el colegio y yo siendo la profesora nueva todos me miraban
extrañamente. Tendría que superarlo. Además, después de un tiempo sus miradas cambiarían:
De una mirada extraña a un odio infinito, deseando que me quebrara un pie para
no darles clases durante un mes. Por lo menos eso era lo que me pasaba a mi
cuando un profesor me caía mal. Realmente, le deseaba lo peor.
Mi primera clase seria
con el 4to de preparatoria. Si, con los chicos de 17 años. Por una parte era
bueno, quizás eran más equilibrados que los chicos menores. No empezaría tan
mal como esperaba. Su sala se encontraba en el 3er pabellón, el último. Santo
cielo, que grande era este recinto. Tenía 3 pabellones y cada uno de ellos era
monstruosamente gigante. Tuve que cruzar todo el establecimiento para llegar a
dar con la sala. Casilleros por casi todos los pasillos y por cierto, bastante
bonitos. Era sin duda un liceo de clase. Solo esperaba a que los alumnos se comportaran
como tales.
Por fin di con la sala.
Debería abrirla con prepotencia, haciéndoles entender que la que me mandaba era
yo y nadie más. Sí, eso debía hacer. Debía mostrar seguridad en mi misma,
constancia y elegancia a la vez. Debía dar el ejemplo. No estudie 5 años para
nada. No estudie 5 años para que unos cabros de 17 años se sintieran más
poderosos que yo. No, por supuesto que no. Seria yo la que me burlara de ellos,
ya que sería yo la que sabe y no ellos. Yo soy la más inteligente, porque yo
soy la que le estoy enseñando a ellos. Sí, eso debe ser…. Santo cielo, sueno
como una verdadera burócrata. Increíble. Soy la profesora! Soy la licenciada,
no debería mostrar ese tipo de cosas. Yo debía guiarlos por el buen camino.
Pero por otra parte, aquellos ruidos de escándalo que se escuchaban fuera de la
sala de clases no me hacían pensar mucho en el trato adecuado que hay que darle
a los adolescentes. Bien! Tendría que hacerles frente, y tendría que hacerlo
ahora. Por lo que entre con seguridad y elegancia, haciéndome notar de la forma
más sutil posible. Los chicos, al presenciar mi entrada se dieron cuenta y se
fueron a sentar aun con risa, pero luego hicieron silencio. Yo los miraba no
más y espere a que se quedaran callados. Bien, fue un buen comienzo. Al parecer
eran buenos chicos. Quizás no tendría que esforzarme tanto como había supuesto.
Así que, con distancia y frialdad me presente. Les di mi nombre, les explique cómo
era y pronto ya estaba haciendo mi clase como lo hacía en la Universidad. Sin
embargo, note los típicos papelitos, los interminables bostezos y alguno que
otro susurro. Era normal, no podía obligarlos a que estuvieran atentos al 100%.
Al tocar el timbre y al
terminar la clase fui a recoger mis cosas. En eso note que una alumna de la sala
se quedaba mirándome, mientras todos los demás salían a recreo. No hice nada más
que sonreírle y me fui yo también de la sala. Me dirigí al departamento de
ciencias y me quede sola ahí. Los demás colegas habían ido a tomar desayuno.
Por lo que aproveche de descansar un rato. Abrí la carpeta con la que había
trabajado en el curso anterior y para mi sorpresa me encontré con uno de los
gusanos más lánguidos, flacos y larguísimos que había visto en mi vida. Creo
que después de todo, si me iba a costar dar clases en este liceo.
Terminando el trabajo,
saliendo como a las 6 del liceo y regresando finalmente a mi casa, me encontraría
con Jane. Por suerte, creo que si viera a otro adolescente no estaría dispuesta
a usar ninguna temática pedagógica adecuada para referirme a él. Camino a casa,
me fui a pie, el liceo me quedaba afortunadamente relativamente cerca. Fue
entonces cuando me encontré con una de las alumnas, se encontraba delante mío
caminando. Debería saludarla? Vamos, ¿qué tan malo puede ser? Creo que todavía
me quedaba un poco de paciencia para saludar a un adolescente. La chica, si no
me equivocaba, era la misma de la primera clase que se había quedado mirándome
cuando me fui de la sala. Adelante un par de pasos para saludarla. Se veía cabizbaja
desde atrás. Cuando le dije: "Hola" note que se asusto y se hecho un
poco hacia atrás.
Santo cielo, tan mal
hice la clase hoy día que te asusto fuera de ella? – le sonreí. Ella volvió a
acercarse y a como analizar la situación. Note que también había sonreído un
poco y creo que divise también un poco de rubor
No… - lo dijo con
timidez
No muerdo, pero creo
que ustedes sí. Deberé tener cuidado, mas aun cuando dejan gusanos dentro de mi
carpeta
Yo no… fue…
El gusano se veía
apetitoso sin embargo, si hubiese sido un pájaro me gustaría haberle dado las
gracias a quien sea que lo puso ahí. Pero como soy humana y no me gustan los
gusanos, creo que no me importa quién fue el que lo puso ahí – no quise que me dijera,
quiero decir: Adolescentes…. Como si yo no recordara las estupideces que hacía.
Además, no quería que se sintiera con la obligación de decirme. Ella sin
embargo, sonrió ante mi comentario. – No recuerdo tu nombre sin embargo
Me llamo Francisca
Francisca, eh? Un
nombre latino.
Mi madre es uruguaya
La mía era cocinera
¿Qué tiene eso de
relevante?
No lo sé… supongo que debería
enorgullecerme por ella
¿Por ser cocinera?
Por reconocerla
No he negado a mi madre
Supongo que no, pero
los chicos de la escuela te lo recuerdan tanto que tiendes a no sentirte muy
bien con tu descendencia étnica
Me molestan porque a
veces tengo ese acento
Te molestan porque eres
diferente. Igual que ellos. ¿Por qué no te burlas de ellos? ¿Cómo ellos de ti?
¿Debería?
Creo que deberías
seguir los valores que te han puesto en casa. Si encuentras que la alternativa
que coincide con ellos es, efectivamente, burlarte de ellos, deberías sentirte
bien. Si no es así, deberías sentirte bien igual
No la entiendo
Quizás no ahora. Mira,
ya tengo que doblar. Escucha Francisca, nos vemos mañana y recuerda hacer tu
tarea
Claro
Hey! Estudiar es
entretenido, por lo menos, cuando tenía tu edad tenía que decirme eso para
poder hacerlo. Hasta mañana
Adiós
Que niña tan tímida,
pero creo que con el tiempo descubriría que ya no es la niña tímida que yo
siempre me imagine, sino… Alguien más
La Teta Feliz Historias y Relatos ® Nymph Derechos Reservados
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En serio, ¿esta historia es real? Diossss!!! si es así...Cuanto aguante...Definitivamente, otra cara de la moneda...Cada quien, tiene una visión distinta de la realidad...Pensé que te desharías para siempre de esa Psicópata o que te mataría al final...Sólo puedo pedirle a Dios que te ilumine, hermana y que salgas de esa situación para siempre!!! si esa historia es real...
ResponderEliminarodisea di porfa si es real tu historia.
ResponderEliminaranabela
venezuela