CAPÍTULO 5
Pablo: ya es suficiente Tete,
¿Cuánto tiempo más esperas seguir así?...ya pasó más de una semana – me dijo mi
hermano desde el umbral de la puerta de mi habitación –
Teresa: apaga la luz Pablo,
quiero dormir…tuve una guardia horrible – le grité a mi hermano mientras me
tapaba la cabeza con el cobertor –
Pablo: - sentí el peso del
cuerpo de mi hermano asentarse a los pies de la cama – Tete, obsesionarte con
el trabajo no te va a ayudar…tres días seguidos de guardia, lo único que va a
lograr es que te enfermes
Teresa: - levanté el cobertor
y miré a mi hermano intensamente – dime tu como olvido, dame la receta, dime
como hago para sacarme el dolor…me das la solución y yo la aplico…trabajar me
distrae me hace no pensar ni recordar así que déjame en paz – volví a cubrirme
con el cobertor –
Pablo: no es sano, es lo único
que te digo… ¿no vas a regresar a tu departamento?
Teresa: por ahora no
Pablo: quieres que te traiga
algo de allá, no sé tu ropa cosas personales
Teresa: si por favor trae todo
y te lo pido por favor, no intentes levantar nada ni arreglar nada, ni revisar
nada, deja todo como está y sólo trae mis cosas personales ¿si?
Pablo: ok…otra cosa
Teresa: - su mano se posó
sobre mi cabeza – ¿qué cosa?
Pablo: llamó Diana, quiere
saber cómo estas…¿qué quieres que le diga?
Teresa: lo que quieras pero no
quiero hablar con ella ¿si?... y por favor ahora déjame dormir que mañana tengo
guardia otra vez
Pablo:¡¡¡ OTRA VEZ!!!!
Teresa: si hice un cambio…y ya
no te metas más en mi trabajo…y déjame dormir
Pablo: ok, ok, hermanita
descansa – su mano sobó mi cabeza por encima del cobertor, para luego marcharse
–
Dos semanas es una vida sin
Ángela, las ganas de llamarla y buscarla me mataban, quería ir donde ella y lo
único que podía pensar era si ella estaría pensando en mi…ese pensamiento me
llenaba la mente casi diario, quería saber de ella, quería verla…estuve en dos
oportunidades a sólo un enter para comprar los pasajes para Chile, pero algo me
detuvo, quizás mis miedos a descubrir que la Ángela de la que me enamoré no
fuera la que encontrara allá, o que su frialdad me termine por decepcionar…al
final yo creo que no compré esos pasajes por temor a desfigurar el recuerdo de
ella como la mujer perfecta de la que me enamoré, de esa mujer
maravillosa…hasta ese entonces, la culpa me inundaba, me sentía muy culpable
por lo que había pasado con Diana, pero más por no haber podido llenar a Ángela
plenamente, sentía que la culpa de perderla era toda mía, pero aún así mi
orgullo no me dejaba buscarla, mi amor propio me impedía darle la razón a sus
argumentos, así que seguí como todo y todos, distraída y sola.
Enfermera: Dra. Torre, los
exámenes de sangre del paciente 208 ya han llegado para que los revise
Teresa: si ya voy Sofi…déjame
termino de rellenar este informe y los voy a revisar ¿si?...yo te alcanzo guapa
– le coqueteé con la mirada mientras se iba, y ella correspondió, eso me
aseguro que esa noche no dormiría sola –
Hombre: vaya, vaya, vaya…no
has perdido el toque Tete – una voz familiar venía por mi espalda –
Teresa: - volteé y vaya
sorpresa que me di – pero si es mi Pepito amigoooo – me abracé fuerte a él – no
lo puedo creer que haces por aquí
Pepe: pues aquí viniendo a
visitarte, ya que tu no me visitas…
Teresa: ¿de qué hablas?...me
cansé de llamarte y nunca cogiste la llamada, te dejé miles de mensajes y nada
ni uno solo respondido…tú eres el desaparecido
Pepe: ¿cuándo?...no recibí
nada, tu sabes que si hubiera recibido algo yo venía por ti
Teresa: hace un mes te busqué
como loca, estaba muy mal y de verdad te necesitaba…pero nada
Pepe: diablos hace un
mes…perdóname amiga, mi ex novia tenía intervenido mi celular, yo no sé como
hizo para desviar todas mis llamadas, para cuando lo descubrí me encontré
aislado del mundo
Teresa: Diablos Pepe….tú te
metes con cada loca….y ahora donde esta esa ex novia
Pepe: pues… ¿ en la cárcel?
Teresa: ¡¡¡que!!!
Pepe: es que le puse orden de
alejamiento y pues digamos que se acercó mucho y tuve que llamar a la policía y
se la llevaron….saldrá pronto pero debe ir a terapia….
Teresa: wow Pepe que novias
las tuyas…
Sofia: Dra. Torre los exámenes
– gritó desde un extremo del pasillo –
Teresa: si, si, Sofi ya
voy…Pepe me perdonas unos minutos….veo mi paciente y nos vamos a tomar un café
¿si?
Pepe: vale te espero en la
cafetería
Teresa: perfecto…
La gente muchas veces se
pregunta porque cuando uno necesita a alguien en especial, esta persona no se
aparece y para cuando ya no la necesitas la tienes metida hasta el sopa, no me
malinterpreten, pero mi amigo Pepe era algo así…pero a diferencia de mi
afirmación el venía o aparecía en los momentos indicados…como una bocanada de
aire para sacarte del asfixio o como la sonrisa comprometida para que olvides
la tristeza, o la conciencia cuando mas descarriado estás…Pepe como le
llamábamos era uno de los pocos amigos que tenía en Nueva York…un muchacho
tonto que se ilusionaba con el aire y elegía siempre mal a sus novias….pero ahí
estaba un mes después de mi desgracia con Ángela y él aparecía.
Teresa: ya Pepe ahora si dime
porque viniste a buscarme…sé que tú le huyes a los hospitales como al
matrimonio – me sonreí mientras cogía el café humeante que estaba en mi lugar
de la mesa –
Pepe: ¿no crees en la buena
voluntad de tu amigo? – me miró fijamente mientras agarraba mi mano –
Teresa: no Pepe…ahora dime que
a mí no me engañas – separé mi mano de la suya y bebí un sorbo de mi café –
Pepe: tu hermano…me llamó hace
un par de semanas…no pude venir hasta ahora…terminaste con Ángela….y veo que
quedaste muy mal
Teresa: - mis ojos se abrieron
distraídos pero sorprendidos – aclaración…me terminó ella y no estoy tan
mal…acabo de quedar con la enfermera…y seguro esta noche no regreso a casa
Pepe: ¿sexo de despecho?...
sabes que eso nunca ha funcionado…sólo te hará recordarla más
Teresa: puede que tengas razón…pero
en los 10 o 20 minutos que el placer me nubla la razón…ella deja mi mente…así
que por 10 o 20 minutos olvido…y eso me agrada
Pepe: ya pasó un mes… ¿la
sigues pensando?
Teresa: a cada segundo, si
estará bien, si todo va bien, si está contenta, si está triste, si está
enferma, pido por ella cada a día a Dios para que sea feliz…incluso a costa de
mi felicidad…así soy yo Pepe una patética romántica
Pepe: - un suspiro salió de
sus labios y otra vez buscó mi mano para estrecharla – Tete no puede haber sido
tan bueno…que… ¿cuánto tiempo estuviste 5 meses? ¿Tanto te marcó en 5 meses?
Teresa: 6 meses, casi 7…y sí
me marcó Pepe…ella me hizo querer ser una mejor persona, le dio vida a mi vida,
le dio razones a mi locura, le dio conciencia a mis delirios, y lo más
importante le dio motivos a mi motivación…con ella yo quería capturar al
universo sólo para compartirlo con ella…con ella yo quería conquistar mis
sueños y los éxitos más grandes para hacerla sentir orgullosa….ahora…si tengo
éxitos o fracasos…son vacíos…si no tengo con quien compartirlo es algo tan
vacío …y así me siento….vacía, le entregué todo Pepe, que cuando ella me dejó
me quedé absolutamente con nada…y ¿sabes?, no intenté ni siquiera reclamar
algo, lo que le di quise que se quedara con ella igual si me lo devolvía yo no
sería capaz de compartirlo con nadie…yo no sé si ella lo aprecia, si me olvidó
ya, si me aborrece o me tiene pena, pero aun así prefiero que eso quede con
ella aunque eso signifique que yo siga andando vacía
Pepe: vaya amiga…sí que te
enamoraste…y se nota que fue amor de verdad…que a pesar de todo le desees tanto
bien – mis ojos se abrieron un poco más y mi mano soltó la suya –
Teresa: ¿a pesar de todo? ¿A
qué te refieres?
Pepe: claro, que ella esté con
alguien más ahora, y que te haya dejado por esa persona…aceptar algo así y
seguir deseando tanto bien, dice que eres un persona maravillosa – mis oídos
escuchaban pero mi cabeza no razonaba –
Teresa: ¿ella está con
alguien?... ¿de qué hablas Pepe?
Pepe: que….tu…¿no sabías?...
yo pensé que tu hermano….ayy Dios….Tete lo siento pensé que tu...
Teresa: ¿pensaste que yo
qué?... que yo… - me paré de mi asiento y con un nudo en la garganta me fui de
ese lugar buscando algo de aire –
Pepe: Tete, espera, no te vayas
¡¡TETE!! – Salí por la puerta de esa cafetería sin saber dónde ir, con un solo
pensamiento “me reemplazó tan rápido” –
Caminé hacia el lobby del
hospital y de ahí sin mirar a nadie ni nada…directo a mi auto….me senté frente
al volante y tratando de asimilar y recobrar compostura, repetía en mi mente
aquello que había oído “ella tiene a alguien más”…un mes me repetía en la
mente…sólo ha pasado un mes y ella ya tiene a alguien más…para mí fue una
bomba, y una vez entendido y asimilado eso, no pude más y reventé en llanto, a
la mujer que le había deseado todo el bien y la felicidad del mundo, de verdad
lo era pero con alguien más, quise maldecir, pero entonces me di cuenta que yo
misma había pedido eso, le había pedido a Dios que la cuide y que la haga feliz…y
así se cumplía ella era feliz y yo aun la más miserable.
Los toques en la ventana del
auto, me sacaron de mi trance del río de mis lágrimas, escuchaba a Pepe casi
rogándome que le abriera la puerta, su voz era de angustia, pero yo no me podía
mover, mis lágrimas y el dolor intenso regresaron para paralizarme, quería
huir, quería gritar pero nada de eso podía hacer más que llorar…no sé cuanto
tiempo Pepe se quedó allí esperando pacientemente que yo reaccionara y le
abriera…sólo sé que al fin lo hice.
Pepe: ¡¡¡MUJER!!!... ¿estás
bien? – me abrazó fuerte, como queriendo rescatarme – lo siento Tete, yo pensé
que de verdad tú sabías, lo siento amiga
Teresa: métete al auto – le
dije con una voz robótica y con la vista en la nada –
Pepe: ok – me soltó del abrazo
que no correspondí y dándole vuelta al auto se sentó a mi lado –
Teresa: - mis lágrimas ya no
eran abundantes pero si amargas – quiero que me digas como es que Pablo supo
que ella estaba con alguien
Pepe: para que Tete…con que
sepas que a ella no le interesas…es suficiente ¿no crees?
Teresa: ¡¡¡DIME!!! – viré mi
rostro para encarar la mirada de mi amigo con dolor y rabia –
Pepe: ok…no me explicó
detalles, pero creo que fue por el facebook…tu sabes que tu hermano es un
geniecillo cibernético…así lo averiguó…según lo que me dijo es que están a
punto de cumplir un mes juntas
Teresa: - volví mi mirada al
frente y a la nada y reí – jajajaja….jajajaja….jajajaja…- una risa escasa,
irónica, hasta maléfica pero me salía casi sin pensarlo – jajaja jajaja
Pepe: Tete, ¿estás bien? ¡¡¡¿Por
qué te ríes así…MUJER?!!! Me asustas dime algo – me cogió del hombro y me
volteó para verlo –
Teresa: fui una
estúpida….tanto tiempo culpándome porque no supe cuidarla y ella me terminó para
ennoviarse con alguien…me dejó por otra…me engañó y yo tan estúpida…
Pepe: ¿pero qué creíste
Teresa?…tú la conquistadora…tú sabes que uno no deja a alguien porque se le
acaba el cariño, que las relaciones no terminan porque ya no hay amor…siempre
se trata de alguien más, siempre hay alguien metido en el medio….¿qué acaso no
lo has hecho tu antes?...y si eres una estúpida…por creer a esa mujer una
santa…cuando no lo era, no lo es ni lo será…lo único que hay que reprocharle a
esa mujer, es que no haya sido sincera y haya dicho las verdaderas razones…al
menos hubieras tenido una razón concreta para olvidarla y no que has estado
todo este tiempo pensado que fue tu culpa
Teresa: yo me engañé…tienes
razón – me puse las manos cubriendo mi rostro, no sé si de vergüenza o dolor –
Pepe: esto lo arreglamos
ahora….entra a ese hospital y pide permiso diles que tienes diarrea o que sé yo...y
vamos a ese departamento a sacar todo recuerdo de ella, la única manera de que
olvides es deshaciéndote de ella…y yo te voy a ayudar así tenga que sacar con
mis uñas la pintura de las paredes para que esa mujer salga de ese
departamento….
Teresa: tú crees que…
Pepe: nada Tete ve y haz lo
que digo…¡¡YA!!
Teresa: ok
Hice lo que mi amigo me dijo,
pedí el permiso y fuimos a mi departamento…el cual había quedado cerrado desde
lo de Ángela, cuando entré, los recuerdos me inundaron, el sofá, las paredes,
el baño, la cocina todo llevaba un recuerdo de ella, y casi flaqueo, pero Pepe
se encargó de ayudar, botamos todo, todo lo que ella me había regalado, todo
fue metido en la bolsa de la basura…lo único que no pude botar fue el anillo
pero le prometí a Pepe que lo devolvería….y otra cosa que se nos quedó, y que
sólo tiempo después descubrí por casualidad fue aquella revista que llevaba mi
email escrito en la portada, no sé cómo se nos olvidó o pasó, pero aquella
revista quedó, la quise botar innumerable veces pero por alguna razón cuando ya
lo iba a hacer, no la podía encontrar y lo dejaba así, y el anillo pues terminó
quedándose en el departamento en el pote de los
dulces picantes que una amigo me trajo de un viaje exótico que hizo…un
excelente lugar para guardarlo pues desde años atrás que me había regalado eso
nunca más los volví a tocar.
(ding dong)
El timbre de mi departamento
sonaba, me levanté de la cama con mucho desgano, y casi ciega por la luz que
entraba por las ventanas, y a pasos cortos me acerqué hasta la puerta y abrí
Teresa: Ahh eres tú… ¿cómo
estás hermano?
Pablo: vaya que
recibimiento…así tan cariñosa, vendré más seguido
Teresa: - lo miré con mis ojos
medio abiertos y le di una sonrisa irónica – estaba durmiendo, no te quejes,
pude haber decidido no abrirte, así que mejor alégrate
Pablo: ok, ok – me miró de
pies a cabeza y me hizo un ademán con la mano que no entendí –
Teresa: ¿qué pasa?...¿ qué
significa eso?
Pablo: me vas a dejar en la
puerta…¿ puedo pasar?
Teresa: ahhh si claro…disculpa
– abrí completamente la puerta y lo dejé pasar –
Pablo: vaya has cambiado otra
vez el color del departamento – me lo decía mientras revolvía su cabeza mirando
todas las paredes, esta vez de un color celeste –
Teresa: si, ¿ te gusta?
Pablo: uhmm si supongo… pero ¿qué?...¿en
estos cuatro meses cuantas veces has cambiado el color?
Teresa: - volteó a mirarme y
esperar mi respuesta – 4 veces, es que me aburro de ver el mismo color
Pablo: si como no Tete, se
bien que lo haces para mantenerte ocupada
Teresa: - mi mirada dejó de
ser de agrado y cambió a disgusto por su comentario – ¿a eso viniste? A decirme
lo mismo que Diana y Pepe ¿qué debo dejar de trabajar tanto y buscar algo que hacer
para no matarme?... si es así puedes irte por donde entraste yo estoy perfecta
Pablo: entonces sabes lo que
debes hacer pero sin embargo sigues matándote
Teresa: ayy hermano por
favor…..- le di la espalda y fui directo a mi cama –
Pablo: Tete no estás bien y lo
sabes….que es esta vida que llevas….trabajas casi todos los días – me lo decía
mientras yo apresuraba mi paso para llegar a mi cama – mejor dicho trabajas
todos los días, te ocupas de las cosas de todos para mantenerte ocupada, tienes
aventuras de una noche cuando tienes necesidad de intimidad, ya no eres
confiable, no ves a tus sobrinos, Tete ¿qué pasó con mi hermana?
Teresa: - lo miré durante todo
su discurso, para luego sentarme en la cama – estoy un poco triste pero eso es
todo, ya pasará
Pablo: Tete mírate, donde está
la hermana que brillaba con luz propia, tú eras de esas personas que le sacaba
la sonrisa al más malhumorado o triste ahora eres un ser sombrío y todo gris,
pasas desapercibida por la calle porque ya no irradias nada, yo sólo quiero a
mi hermana de vuelta, la que jugaba como niña con mis hijos, con la que me
tomaba mis cervezas en el patio y hablábamos de tonteras…hasta mi madre está
preocupada, dice que ya no la llamas…Tete por favor date cuenta…yo sé que
Ángela te dejó triste, pero no sólo te dejó triste sino que el dolor que te
causó te está consumiendo, no puedes darle ese gusto, no puedes Tete, ella te
dejó, prefirió cambiarte por alguien que estoy seguro no te llega ni a los
talones, es su pérdida no la tuya, si te dejó es porque nunca te quiso…tu misma
me lo has dicho el amor no se acaba, y a ella se le acabó quiere decir que
nunca te quiso, Tete tu eres una mujer maravillosa, y estoy seguro que hay
alguien igual de maravillosa para ti…deja de lamentarte por una mujer que no
vale la pena…ella es feliz con su novia, seguro te recuerda y se ríe con ella
de lo mal que te dejó, o peor aún puede estar diciendo que le das pena…la mujer
que supuestamente te amo…ahora siente pena por ti….REACCIONA ¿SI?... a ella no
le importas un bledo…si le hubieras importado ¿crees que habría sido tan cruel
de causarte semejante dolor?
Teresa: - escuchaba sus
palabras y de pronto todas tenían tanto sentido – ya Pablo para, ¿sí? No quiero hablar de ella
Pablo: ignorarla no va a hacer
que desaparezca, enfréntala, te dejó…pues bien, demuéstrale que no te matará su
ausencia….mira en lo que te has convertido, no tienes intereses, no tienes
motivaciones, usas al sexo casual como herramienta de placer, ¿qué estás
haciendo Tete?
Teresa: lo sé, lo sé….pero no
sé qué hacer…traté de olvidarla pero se niega a salir de aquí – con un dedo me
señalé la cabeza – y de aquí – con el mismo dedo me señalé el pecho –
Pablo: Tete tu trabajas en un
hospital…¿por qué no buscas a un psicólogo? hazlo hermanita
Teresa: Pablo no creo que sea
para tanto…
Pablo: si no lo quieres hacer
por ti…hazlo por mí y por mi madre ¿si?
Teresa: - lo miré dubitativa –
ok Pablo, mañana lo haré ¿ok?
Pablo: bueno me voy que tengo
que recoger a los niños del karate
Teresa: ¿karate?
Pablo: si, a ver si así dejan
de golpearse entre ellos…jajaja
Teresa: tonto…ok hermanito…les
das un beso de mi parte
Pablo: ve a la casa de vez en
cuando ¿ok?...te extraño
Teresa: yo también…- me dio un
beso y lo vi salir por la puerta y luego vino el sonido del golpe
característico de la puerta de salida –
Hice como mi hermano dijo,
busqué una cita con la psicóloga del hospital, un par de veces la había visto
rondar por los pasillos del hospital atendiendo interconsultas, era algo
intimidante, tenía una garbo especial, una mujer que a sus más o menos 36 años,
parecía de 29, muy hermosa pero tan seria, era difícil descifrarla…el día de la
primera sesión con ella, no pude entrar, llegué hasta el consultorio incluso,
me quedé sentada en la sala de espera, pero cuando me llamaron a pasar no pude
entrar, esa mujer me daba miedo, aunque ahora que lo pienso creo que lo que me
daba más miedo era lo que ella podría sacar de mi en esa consulta.
Teresa: ¿puedo pasar? –
tímidamente abrí la puerta de la oficina y la vi a ella ahí sentada con el
teléfono en la mano – ¿estoy interrumpiendo? Puedo regresar más tarde – me miró
y me hizo un ademán de que esperara –
Entré a la oficina y cerré la
puerta, me quedé ahí mirándola un rato como hacía gestos con las manos mientras
hablaba, como se paró al parecer para buscar algo y ahí me percaté de lo
hermosa que era esa mujer, alta como una modelo un cuerpo con las curvas
perfectamente distribuidas, senos medianos, cintura estrecha y caderas
matadoras, ojos color miel que se distinguían bien a través de sus gafas, un
cabello lacio de un color rubio castaño que le caía hasta los hombros
impecablemente ordenado, una boca envidiable, marcada como con pincel todos sus
contornos, unas manos hermosas, una piel blanca pero con un bronceado sutil que
le daba un tono dorado que con la luz que entraba por el ventanal de esa
oficina la hacía brillar….la había visto a esa mujer tantas veces caminar por
ese hospital y nunca me había detenido a observar el detalle de su
hermosura….definitivamente era bellísima.
Teresa: - colgó el teléfono y
me encaró con esos ojos color miel – Buenas tardes doctora, soy Teresa Torre,
tenía que haber venido a su consulta hace dos días pero tuve una emergencia y
me tuve que ir, y pues vengo a ver si puedo recuperar – la miraba de frente y
ella no apartó su mirada de mí, me dejó perpleja su manera tan fuerte de
mirarme que me dejó ahí parada sin saber que más decir –
Psicologa: Hola Teresa, y por
favor no me digas Dra. somos compañeras de trabajo, así que por favor llámame
Magnolia – se paró de su escritorio y se acercó a mí, y me abrazó y besó la
mejilla –
Teresa: - me quedé perpleja
por su gesto, así que sólo correspondí a su saludo – ahh
Magnolia: siéntate Teresa, ¿tienes
tiempo ahora? – me senté y ella sonriente regresó a su sitio, y ahí descubrí
otra cosa más que la hacía bella, su sonrisa era irresistible –
Teresa: si claro – me senté y
esperé que ella también se sentara –
Magnolia: ¿y? ¿tienes tiempo?
Teresa: ¿ahora?... ¿tiempo
para qué o qué?
Magnolia: perdiste tu cita
anterior ¿no?...pues estaba hablando con un paciente que justamente me estaba
cancelando así que tengo la hora libre, podemos recuperar ahora…¿tienes tiempo?
Teresa: ahhhhh si…si estoy
saliendo de guardia
Magnolia: ¿tan tarde?
Teresa: digamos que me quedo
dando vueltas, no tengo nada que hacer en casa así que prefiero ir a visitar a
mis pacientes
Magnolia: que abnegada…pues
bien – se paró de su asiento y se acercó otra vez a mí, y me inundó de su
perfume – ¿empezamos? – me cogió del brazo y me hizo pararme de la silla –
Teresa: ¿empezar qué? – mi
cara de sorpresa y de no saber qué hacer era demasiado evidente –
Magnolia: la consulta doctora
– me llevó del brazo hasta un sofá donde me hizo sentarme y ella se sentó al
frente en una silla –
Teresa: este…no sé doctora,
creo que esto fue una mala idea, mejor regreso otro día – hice un ademán de
pararme del sofá y ella me detuvo –
Magnolia: ya te he dicho que
Magnolia y tú no te vas a ningún sitio, si viniste aquí fue porque lo
necesitas, y yo te voy a ayudar….una decepción amorosa ¿no?
Teresa: - mis ojos se abrieron
como platos, para mirarla fijo – ¿cómo lo sabe?
Magnolia: tu apariencia, y
confirmando eso lo primero que empezaré diciéndote es: que el amor no existe…
Hablar con alguien ajeno a mi
entorno era fantástico y hablar con alguien tan peculiarmente realista me lo
hacía mucho más fácil, hablar con Magnolia era refrescante, obscenamente
divertido, agradable e incansable, yo hablaba y ella sacaba conclusiones, yo
reía y ella sonreía conmigo, Magnolia era de lo más divertido que había
encontrado en mucho tiempo, en 12 sesiones yo había visto en esta mujer
cualidades impensables, y cada sesión eran como un respiro en mi vida…mi vida
empezó a cambiar poco a poco…y con ella me empecé a fijar en lo atractiva de
esa mujer.
Magnolia: ok ya te hice reír
mucho, ya me contaste tu historia con esta Ángela, ahora me toca hablar a mi ¿ok?
Teresa: por supuesto guapa
mujer, háblame de ti
Magnolia: jajaja, ay Tete, la
que necesita ayuda eres tú no yo…a ver cuánto tiempo llevamos en esto
Teresa: uhmm no se dos
sesiones por semana, creo que vamos 12 ¿no?
Magnolia: así es, quiere decir
que en casi dos meses has hablado tu, de tu dolor, de tu vacio, de la novia que
no te supo apreciar, del amor, etc; pero en realidad no te he dicho nada acerca
de eso, sólo te he dejado que desahogues y con eso te has sentido mejor…pero
ahora si te voy a responder
Teresa: y ¿qué me vas a decir?
– tenía la cara pálida y los ojos abiertos de par en par –
Magnolia: jajaja si vieras tu
cara seguro te caerías de risa…no soy un demonio ni una asesina, mujer no te
voy a hacer nada…jajaja…pero si voy a hablar ahora yo…¿ok?...¿me dejas?
Teresa: si está bien…
Magnolia: ¿recuerdas lo que te
dije la primera sesión?
Teresa: me dijiste muchas
cosas, ¿a qué te refieres específicamente?
Magnolia: te dije algo del
amor….¿recuerdas?
Teresa: ahh si me dijiste que
el amor no existe
Magnolia: y lo mantengo….tu
hablaste de tu gran amor para esa chica, y ese amor te trajo mas desdicha que
dicha, tú crees que si el amor existiera… ¿sería tan cruel y perverso?...ese amor por el
que los católicos piensan que Dios salvó al hombre….un amor así de divino ¿tú
crees que puede causar tanto dolor y desdicha?... ponte a pensar…
Teresa: no sé…supongo que es
otra clase de amor…no lo sé
Magnolia: el amor es una idea
implantada por la sociedad para hacerte pensar o creer que necesitas de él para
ser completamente feliz, y no sentirte vacío…en realidad el amor es un producto
de la ansiedad de la gente para no sentirse sola
Teresa: ¿me estás diciendo que
yo sufro porque quiero?... ¿qué yo creé ese amor por Ángela porque me sentía
sola?
Magnolia: puede ser, eso sólo
lo podrás responder tu sola, pero si Tete, tú misma me dijiste que estabas
cansada de llevar una vida de aventuras, y aunque estabas a punto de casarte
cuando conociste a Ángela, fue Ángela la que le dio un giro agradable a tu
vida, la que te hizo ver las cosas diferente, la que llenó ese espacio vacío,
lo que no pudo hacer Diana, entonces yo te digo Ángela apareció para
complementar y completar aquello o sea te hizo sentir llena, plena…y por
supuesto según el concepto de la sociedad eso es amor…entonces creíste estar
enamorada…ahora que no la tienes y que no tienes eso que te daba que te llenaba
te sientes vacía…incompleta, y sufres…pero si descubres que estando con ella o
sin ella puedes llenar tu vida entonces te darás cuenta que el amor es una
farsa…
Teresa: no puede ser Magno….y
el amor ese romántico que te hace dar la vida, cruzar continentes, que te hace
luchar… ¿ese no existe?
Magnolia: jajaja eso es de las
películas Tete, ¿acaso sabes de alguien literalmente que haya dado la vida por
amor?... ¿o que haya luchado con leones?...jajaja…más real es el lazo de
sangre, esa conexión y afecto si te hace hacer cosas impensables, pero el amor
romántico del que hablan es un mito
Teresa: no puede ser Magno y ¿qué
hay acerca de esas parejas que viven enamoradas toda su vida que se aman con
locura y eso?
Magnolia: se llama compromiso,
comparten un sentimiento que los hace comprometerse a sí mismos y a su pareja,
se convierten en compañeros y luego en cómplices, con los años el conocerse tan
bien hace que la comodidad de estar juntos sea tal que si se separan se sienten
perdidos es por eso que se quedan juntos hasta sus últimos días.
Teresa: ok ya entendí….a donde va todo esto…¿no te has
enamorado no es cierto?
Magnolia: jajaja….me he
ilusionado…y la ilusión es efímera así que, como llegó y apareció en mi vida
así se acabó…pero lo disfruté mientras duró
Teresa: entonces ¿no te
enamorarías de mi? – la miré fijo mientras ella se quedó perpleja –
Magnolia: creo que… ¿me estás
coqueteando?
Teresa: puede ser…si está
funcionando dímelo y te invito un café después de la sesión…
Magnolia: tu no pierdes
oportunidad ¿no?... ¿acaso quieres hacerme creer en el amor?
Teresa: es sólo un café mujer
no una declaración de amor
Magnolia: jajajaja…sabes que
no es ético – me miró mientras se paraba de su silla –
Teresa: ¿tendré entonces que
esperar hasta la 14ava sesión para recién pedirte ese café?
Magnolia: ¿tanto interés
tienes en ese café?
Teresa: - me paré del sofá y
me puse a su lado y me acerqué a su oído y le susurré – se cumplió la hora…nos
vemos el jueves
Le di un pequeño beso en su
mejilla y salí de ese lugar dejándola sin tiempo para que refutara nada, un mes
estaba tratando de darme valor para invitarle un café y no podía creer que por
fin lo había logrado, esa mujer desde el principio me había dejado bastante
colapsada…la seguridad con la que hablaba y su fuerza al expresar sus ideas me
mantenían tímida e insegura, mis dotes de conquistadora habían sido mermados
por su personalidad arrasadora, y aunque seguía dubitativa acerca de lo que
había hecho, en ese momento no me había dado cuenta del gran paso que había
dado…esa mujer no sólo había hecho que dejara de pensar en Ángela, sino que
había provocado ese revoloteo de las mariposas en mi estómago, después de casi
6 meses de haber sido devastada por Ángela, me volvía a ilusionar, y eso me
gustaba, aunque sabía que aquella mujer era la más racional de la tierra pero
aún así quería intentarlo, aún sin saber si en ella había algún interés.
Magnolia: bueno Teresa, creo
que esto es todo
Teresa: - se paró de su silla
y se dirigió a su escritorio – pues si…la última sesión…te voy a extrañar Magno
Magnolia: no creo…seguro estas
deseosa de que estas sesiones hayan terminado – me paré del sofá y me puse
frente a ella en el escritorio –
Teresa: al contrario…creo que
me agradaría continuar visitando – su vista se levantó de los papeles que
estaba arreglando y me miró fijamente –
Magnolia: ¿estás segura de lo
que dices? – su expresión era de duda verídica –
Teresa: - su expresión de duda
me dio valor para volver intentarlo y lo hice – no creas que me he olvidado de
nuestro café –
Magnolia: - su rostro se
sonrojó y fue ahí donde supe que no le era indiferente – pensé que no te acordarías
Teresa: ya no le estamos
faltando a la ética, hoy oficialmente deje de ser tu paciente….entonces que
dices ¿aceptarás mi café? – la miré fijo y me senté en la silla frente a ese
escritorio –
Magnolia: aún tengo cosas que
hacer…arreglar unos papeles y hacer un informe y no sé cuanto demoraré – su voz
era tímida, y pude intuir en ese momento que de verdad tenía algún chance con
ella, así que no desistí –
Teresa: te espero…el tiempo
que sea necesario, mañana no trabajo así que puedo desvelarme si quiero
esperando – le di una gran sonrisa y le guiñé el ojo –
Magnolia: vaya si que no vas a
desistir ¿no?
Teresa: nop
Magnolia: ¿acaso intentas
conquistarme?
Teresa: es un café…quizás
dos…no me tengas miedo…no muerdo…y si lo hago seguro te gusta
Magnolia: - su rostro ya no
podía evitar el sonrojo que provocó mi comentario así que no le quedó de otra –
está bien, pero sólo un café que tengo que de verdad regresar a terminar esto ¿si?
Teresa: sólo un café – mi
sonrisa de victoria era indescriptible, lo había logrado, no sólo haberme
atrevido a invitarla sino que había vencido mis dudas y miedos, definitivamente
Ángela ya era parte de mi pasado –
Salimos de ese hospital entre
risas y sonrisas, estaba realmente nerviosa, pero traté de disimular lo más que
pude…ella caminaba a mi lado hasta el auto y entre los juegos que le hacía pude
en varias ocasiones tomarla de las manos, esas manos que tantas veces había
visto hacer gestos y movimientos extraños mientras me hablaba ahora las tocaba,
y no me habían decepcionado, su suavidad era mucho más de lo que me había
imaginado…en ese momento le agradecí a Ángela que me hubiera dejado, pues
gracias a ella y el dolor que me causó, nunca hubiera podido conocer a
Magnolia, a quien no dejaría escapar de mis encantos.
Llegamos a un café, pequeño
tal como lo quería, se sentó frente a mí y tuvimos las miradas más penetrantes,
yo estaba dispuesta a jugarme todo, de verdad esa mujer me gustaba mucho y lo
intentaría todo para que se fijara en mí…de un café….sólo quedo el recuerdo,
fueron 3 cafés y luego el bar, dos copas, que se convirtieron en 10, ella tenía
que regresar al consultorio me lo dijo miles de veces esa noche, pero nunca se
atrevió a dejarme, y yo no dejé que pensara en ello tampoco…la noche se hizo
tan relajada que no quería que terminara, disfrutaba de su compañía, como
mujer, como psicóloga y como mi conciencia, ella lograba que usara mi mente
hasta en las cosas más impensables, me hacía desafiar a mi intelecto de tal
manera que de verdad quería agradecerle a besos…esos labios como se movían y
provocaban en mi los más graves deseos, deseos que hace tanto no sentía y de
los cuales no estaba dispuesta a desistir.
Teresa: ¿seguro que estás
bien?...no pareces muy sobria – se lo dije mientras ponía su brazo sobre mi
hombro –
Magnolia: ¿qué tú crees que
por ser psicóloga no sé de alcohol?...es sólo que no puedo caminar con los
tacos me duelen los pies – me dijo mirándome y con su boca muy cerca de mis
labios –
Teresa: jajaja….¿los
tacos?...mujer los tacos te los quitaste hace horas…- la miré tiernamente y le
acomodé el cabello de la cara –
Magnolia: uyy vaya entonces
creo que si estoy algo ebria…jajaja – me miró dulcemente e hizo el gesto más
sensual al morderse el labio –
Teresa: no te preocupes yo te
cuido – nos quedamos unos segundos muy cerca de nuestros labios mirándonos
fijamente –
Magnolia: - me fui acercando
para darle ese beso que había deseado toda la noche pero ella se alejó – me
llevas a mi casa…no creo que pueda manejar así
Teresa: - perdí mi oportunidad
pensé mientras veía como ella rehuía mi mirada – claro yo te llevo
La acomodé en el auto y ella
se enroscó en el asiento dándome la espalda, en ese momento de verdad pensé que
había perdido mi oportunidad, así que sólo manejé lo más calmada que pude y
seguí las direcciones que ella me daba…llegamos a un edificio en pleno centro de
la ciudad, y ni bien estacioné frente a la entrada el portero salió a mi
encuentro, al parecer Magnolia era muy conocida, y fue él quien me ayudó a
llevarla hasta su departamento que quedaba en el 10mo piso, entre los dos la
metimos en el departamento y la dejamos en la cama, me quedé un rato viéndola
acomodarse como una niña a su comodidad en esa cama inmensa, vi como con cada
movimiento la falda que llevaba se iba subiendo y en un descuido mis ojos
captaron el encaje negro de su ropa interior y ahí mi imaginación explotó….esa
mujer de verdad me gustaba mucho, tanto que no quería irme de allí…quería
contemplar su sueño y deseé despertar a su lado, y fue ahí cuando me di cuenta
que ella me había salvado, no sólo de mi tristeza sino que rescató mis deseos
de volverme a ilusionar.
Teresa: - me acerqué a la cama
y volviendo a arreglar su cabello le dije – hermosa te dejo tranquila,
descansa, y gracias, la pasé muy bien – ella mantenía los ojos cerrados por lo
que pensé que estaba dormida, así que me dispuse a irme –
Magnolia: - cuando me estaba
parando ella me detuvo agarrándome de la muñeca – no te vayas por favor
Teresa: - regresé a su altura
y volví a rozarle la mejilla con mis dedos – no me iré preciosa, me quedaré
hasta que te duermas
Magnolia: échate a mi lado ¿si?,
tengo un poco de frio
Teresa: - mis sentidos
entraron en alerta, no me sentía preparada para echarme al lado de una mujer
que me atraía tanto, sólo esperé que mis deseos no me traicionaran – oh oh ok
Me acomodé en el otro costado
de la cama, a una distancia prudente de ella, estaba segura que si me acercaba
a su espalda no iba a aguantar las ganas de abrazarla, y lo que menos quería
que pensara era que me quería aprovechar de ella por su estado, así que quietecita
me quedé en mi lado de la cama
Magnolia: abrázame ¿si? – mis
sentidos iban a explotar, su mano buscó la mía e hizo que rodeara su cintura,
obligándome a pegarme a su espalda –
Teresa: Magno, no me puedo
quedar mucho, tengo que hacer algo importante mañana…y no sé si sea buena idea
esto – mi cuerpo temblaba y mi deseo era casi incontrolable, de verdad esa
mujer me tenía mal –
Magnolia: - volteó despacio y
encaró mi mirada – ¿acaso no te das cuenta?
Teresa: ¿cuenta de qué
preciosa?
Magnolia: ¿de verdad eres tan
tonta Tete?
Teresa: - mi cara de no
entiendo nada estaba en toda su expresión – si soy tonta a veces, pero de verdad,
no sé de qué hablas
Magnolia: ayy olvídalo, puedes
irte si quieres – cerró los ojos y me dio la espalda y separó mi brazo de su
cintura –
Teresa: - mi mente quedo en
blanco por unos segundo hasta que por fin pude entender – ¿de verdad quieres
que me vaya?
Magnolia: si eso quiero – me
lo dijo sin encarar mi mirada –
Teresa: dímelo de frente
mirándome a los ojos
Esperé que lo hiciera y
segundo a segundo fui esperando y viendo como todo su cuerpo en sincronía se
iba volteando para darme la vista, y en esos segundos yo fui planeando mi
próximo movimiento…ella se volteó totalmente hacia mí y ahí en ese instante
supe que no podía perder esa oportunidad, ella entreabrió los labios para decir
algo y fue ahí donde yo la asalté, fue un movimiento rápido y luego despacio,
que logró acercarme hasta su boca, y sin dudarlo junte mis labios a los suyos,
en ese momento esperé de todo, una cachetada, un mordisco o lo que fuera, mi
sorpresa fue que no encontré nada de eso, sino que su boca se abrió a mi beso.
Sus labios empezaron a
acariciar los míos y así mi beso fue correspondido, me acerqué a su cuerpo e
hice mi beso más profundo, mis manos se perdían en su espalda y las de ella en
mi cabello, sus labios eran fuego, pero aún así tenían la humedad suficiente
para hacer de ese beso tibio, mi lengua tímidamente se introducía y podía
sentir la humedad de la de ella y ese sabor que imaginé pero no se comparaba en
nada a lo que saboreaba en ese instante, mi deseo comandaba y las ganas que mi
piel tenía de sentir a esa mujer, pero ella dominó…en un movimiento rápido me
puso de espaldas y se sentó sobre mi abdomen, yo la miré fijo y me agarré de
sus caderas mientras ella se iba sacando por encima de la cabeza la blusa, sus
pechos quedaron expuestos en un brassier de raso, que sólo llamaba a sentir la
textura, y yo no pedí permiso a penas los vi acerqué mi mano a tocar esa tela y
a apretar esos montes, muchas veces había soñado ese momento y por fin se hacía
realidad, algo que pensé sólo lo viviría en sueños.
Me senté a su altura,
acomodando sus piernas más a mi cintura, fui de frente a su boca para llenarme
de ese sabor que no había sentido jamás en los labios de otra mujer, su lengua
dibujaba perfecta remolinos en la mía y me llenaba del dulce sabor de su
saliva, deliciosamente perfecto era ese sabor, deliciosamente divino era sentir
ese beso tan completo; mis manos iban en la batalla de desabrochar ese brassier,
que en un movimiento loco sacaron esos montes del resguardo de esa tela…me
sentía torpe y ese broche se hizo imposible de abrir…bajé por su cuello y el
gemido de sus labios me indico que mi camino de besos iba perfecto…absorbí de
su piel el perfume de rosas y mientras más bajaba el perfume de su piel iba
cambiando a un delicioso fruto….su piel llevaba la suavidad de la piel del
durazno y su olor era un cítrico perfecto del manzano….comerla era lo único que
mi mente lograba descifrar, su piel me embriagaba y yo quería terminar mi
sobriedad con el licor de su cuerpo.
Mis labios tocaron levemente
sus pezones, y ella en un suspiro apretó mi cabeza para lograr más contacto, no
esperé después de ese recibimiento y en un abrir de mi boca ese monte entro
perfecto a mi cavidad, mis dientes se apoderaron de ese pezón estirado y lo
hicieron bailar hasta casi fatigar, sus uñas se enterraban en cada succión a
esos montes y su cuello se apretaba a mi frente buscando más contacto, mas
calor….me abracé a su cintura mientras la devoraba y ella dejaba las marcas más
deliciosa en mi espalda, se entregaba a la locura de quitarme la blusa y en su
desesperación termino rasgándola, lo que provocó mayor deseo en mi piel…sus
manos recorrían expertas las marcas de mis músculos en mi espalda, la levantaba
de vez en cuando para buscar más sabores y ella sólo se descontrolaba…bajé de
sus pechos por el pequeño hueco que dejaban sus músculos en el centro de su
abdomen y estirándose cual gimnasta su cuerpo se separó del mío para estirarse
en la cama mientras mi lengua bajaba en línea ondulante por ese abdomen tenso
por la maniobra me mostraba…llegué al filo de la cintura de la falda y con mi
torpeza a mil no pude ni abrir ni bajar el cierre, pero no desistí y al final
también la rompí, la rasgué y eso prendió más a mi amante, se volvió loca y me
empujó contra la cama, y en dos brincos mi brassier voló por los aires y con el
mi pantalón, mis bragas ni me acuerdo cuando me las sacó, pero sé que salieron
volando por el aire de aquella habitación.
Le di vuelta en la cama y
dirigiéndome directo a sus caderas, besé esos huesos que se marcaban en su
piel, y con los dientes bajé delicadamente esa prenda diminuta que no cubría
casi nada de lo que debajo escondía….cuando al fin pude sacarla, sus piernas
estiradas hacia mí, una en cada hombro me llamaban a besarlas, y cual
degustadora de vinos dejé que mi lengua sea la encargada….besé delicadamente
mientras me acercaba al interior de sus muslos y acomodándome despacio uno de
mis seno halló lugar en la humedad de su centro….la línea diminuta de vellos
que parecía dibujar una flecha indicando el lugar de recreo, me indicó el
camino…besé su monte de Venus, despacio sin apuro, pasé a los costados y su
ingle se hizo mi nuevo lugar de besos, luego seguí por sus labios, hasta casi
llegar al inicio de sus nalgas…abrí delicadamente esos pliegues y vi la entrada
a su coñito totalmente mojada…seguí abriendo y como un curioso salto su
clítoris hinchado de excitación salió a mi encuentro…con la punta de mi lengua
lo acaricié y ella se retorció al sentir…delicadamente volví a hacerlo y ella
vibró encima de esa cama….apreté un poco más mi lengua y la presión con el
movimiento descontroló a esa mujer…me jaló por los costados de mi rostro y me
llevó hasta su altura para encontrar su mirada…sus ojos color caramelo ahora
estaban amarillos como las llamas de una hoguera...me acercó a sus labios y me
dijo – te ordeno que me hagas el amor
– su pedido me causó gracia, pero su seguridad me dio el permiso para hacerla
enloquecer de pasión.
La besé intensamente y poco a
poco retomé mi camino al sur, con mis manos y mejillas iba acariciando su piel
suave mientras mis labios y besos retribuían los detalles de pasión que quería
entregarle…llegué a su rajita y con mis dedos recorrí ese lugar inundado de
éxtasis…mis dedos iban guiados por el camino dejado por sus jugos y en un
segundo se acomodaron en su interior…no pedí permiso para entrar pero mis dedos
rebeldes malcriados empezaron a frotar su interior….con cada vaivén veía en su
rostro el placer y moviendo más fuerte y más rápido mi mano comenzó a llenarse
de jugos desmedidos que salían sin control…en un jadeó casi indescifrable pidió
mi lengua también allí abajo y yo con una gran sonrisa bajé a ese clítoris para
darle todo la atención de mi lengua….y ahí los dos, mis dedos y lengua, dejaron
caer todas las fuerzas de mis músculos para mover y estrujar todo elemento de
placer…cada vez más rápido, más rápido y más rápido…yo no iba a parar hasta que
su cuerpo me lanzara lejos de ese lugar….y así fue un orgasmo tras otro vino y
yo sorprendida y ella extasiada….gritó cual amazonas, mientras la poseía…un
largo grito y sonoro gemido, sus uñas incrustadas en mi cuello y su cuerpo
arqueado al viento…dieron lugar a los orgasmos más deliciosos….esa mujer era de
fuego y yo me quemé con ella.
No sabía cuánto tiempo había
pasado ni cuantas veces nos habíamos poseído en esa cama, pero me sentía
exhausta, necesitaba comer porque sabía que esa mujer querría más….moví un poco
mi cuerpo y salí debajo del medio cuerpo de ella que se apoyaba en mis costillas
y senos…levanté su mano delicadamente y la puse en la cama mientras me
deslizaba fuera de ella…me paré y la vi…mejor dicho la contemplé…su cabello
rubio desordenado su espalda desnuda hermosa, y ese trasero paradito que la
sábana dejaba entre ver en el relieve desordenado de la cama…me sonreí como
tonta ante tal imagen, y me sentí bien, me sentí plena, me sentí feliz….el sol
ya brillaba y lo único que quería era regresar a esa cama y acurrucarme con
ella…así que decidida a recobrar fuerzas con alimento me moví para salir de esa
habitación – ¿dónde vas? – escuché cuando voltee…mi bella durmiente había
despertado.
Teresa: voy a la cocina por
algo de comer, ¿te traigo algo para ti también? necesitamos recuperar fuerzas –
la miré coquetamente y le guiñe el ojo –
Magnolia: pensé que ya te ibas
– su mirada se ensombreció cuando dijo eso –
Teresa: tonta – subí a la cama
otra vez y echándome de costado a lado suyo sostuve su mano – no me voy a ir ¿sabes
por qué?
Magnolia: ¿por qué?
Teresa: - me acerqué mucho a
sus labios – porque estoy donde quiero estar – y cerrando la distancia, nos
volvimos a besar y entre risas nos cubrimos con la sábana para volvernos a
entregar –
Casi 6 meses había demorado en
volver a sentir ilusión por alguien, y ese día en esa cama y con esa
mujer….Ángela fue borrada de mi memoria…sus caricias ya no fueron comparadas,
ni su mirada ni sus besos…a Magnolia ahora le pertenecían la exclusividad de mis
detalles y de mi entrega, y yo estaba feliz con eso, aunque sabía que sería una
relación de mucha cabeza y poco corazón, pero igual le quería dar el chance…aún
sin saber que esperar después.
----------------------------------------------------------------------------------------------------------
La Teta Feliz Historias y Relatos ® Mi Respuesta Derechos Reservados
©
Todos los derechos reservados. Esta publicación no puede ser
reproducida, ni en todo ni en parte, registrada o transmitida por un
sistema de recuperación de información, en ninguna forma ni por ningún
medio, sea mecánico, fotoquímico, electrónico, magnético, electroóptico,
por fotocopia o cualquier otro, sin el permiso previo, por escrito, del
autor.
Me gusta está historia y la forma en que está escrita.
ResponderEliminarYezi
Me identifico bastante con está historia. Yo también creí haber encontrado a la persona indicada para mi, cual seria mi sorpresa al darme cuenta de que no fue así.
ResponderEliminarExcelente historia!