Esperamos tu historia corta o larga... Enviar a Latetafeliz@gmail.com Por falta de tiempo, no corrijo las historias, solo las público. NO ME HAGO CARGO DE LOS HORRORES DE ORTOGRAFÍA... JJ

Solo un suspiro - Mi Respuesta - 2


CAPITULO 2

No sé cuanto dormí, pero sentí que había sido toda una vida, porque desperté mucho más cansada, me toque el cuerpo desnudo y busque sin abrir los ojos el cuerpo de Diana, di un par de manotazos al costado frío de la cama y no encontré nada, abrí los ojos y levantando mi cabeza busque por toda la habitación a Diana, pero no había nada… tomé la sábana para cubrirme y me paré de la cama y vi la hora en el reloj de la mesa de noche,  eran casi las 12 de la tarde, había dormido sólo 6 horas… 

y ahí sentada me quede mirando la foto que había en la mesita de noche, éramos Diana y yo abrazadas con una sonrisa inmensa… ver esa foto me hizo recordar lo que había pasado  en la mañana, y me sentí fatal, Diana no merecía que yo pensara en otra mientras le hacía el amor, pero que otra me preguntaba, que otra si Ángela había desaparecido y no sólo se la trago la tierra sino que ni un beso nos dimos, ni una caricia, solo la fantasía de mi mente e imaginación que le dio un cuerpo, y un sentir en sus labios, no había más de Ángela que sólo imaginación, ¿y esa ilusión me estaba ahora haciendo dudar de mi mujer? , estaba dudando de Diana de mis sentimientos y de todo con ella y eso no estaba bien, especialmente por alguien que ni estaba segura que existiera….me senté en la cama y me convencí que no volvería a pasar, que Ángela no existía y que a Diana la quería y que con ella quería estar… Sacudí mi cabeza y así lo deje grabado, esto se acabo me dije y me paré buscando a Diana… Salí de la habitación y vi mi maleta en medio del salón, al parecer en algún momento Diana la había sacado del auto, seguí manejando mis pasos por todo ese departamento hasta que llegué a la cocina, donde encontré una nota en el refri, Diana se había ido a trabajar, lo que me pareció bastante raro, considerando la emoción que tuvo al recibirme lo menos que hubiera esperado era que el día lo pasaríamos juntas, eso de ir a trabajar me pareció tan extraño, pero no quise darle mucha importancia.

Teresa: ¿Pablo?... ¿Pablo? ¿alo?...
Pablo: Hermanita, ¡hasta qué llamas! – su voz se notaba disgustada –
Teresa: ¿Pasa algo?... ¿Problemas con los niños tu mujer?
Pablo: nada, nada, ¿Dime cómo llegaste?
Teresa: bien todo bien, he traído regalos para todos y algunas cosas que mi mamá te envía Pablo: ahhh vaya genial… ¿cómo esta mi mamá?
Teresa: bien – su voz era demasiado extraña – pasa algo Pablo, sabes que me puedes decir todo
Pablo: tenemos que hablar tete, ¿a qué hora vas a venir por acá?
Teresa: me doy un baño y salgo para allá
Pablo: ¿quieres que te vaya a recoger?
Teresa: no, yo pido un taxi, no te preocupes
Pablo: vale entonces, llamas igual antes de venir por si es que salgo ¿ok?
Teresa: claro no hay problema, ya hablamos chau

La voz de mi hermano no era normal, no era muy efusivo conmigo pero, estaba bastante extraño, aún no sabía que pasaba pero presentía que era algo malo, me duche lo más rápido posible y en 30 minutos ya estaba lista para irme, llamé a mi hermano y partí para su casa…30 minutos demore en llegar, y llegando veo el auto de Diana estacionado al frente de la casa, eso también fue súper extraño, el conductor del taxi me ayudo a sacar la maleta y la dejo frente a la puerta de la casa, saque las llaves y de pronto escuche que los niños salían a abrirme la puerta

Niños: tete, tete, tete que nos trajiste, que nos trajiste
Teresa: ya va, Primero Hola ¿no? – los mire con ternura y los abrace con cariño, cuando mi hermano salió a mi encuentro –
Pablo: ya va niños dejen a su tía ¿Cómo estás hermanita? – me miro con alegría y me abrazo fuertemente –
Teresa: - su abrazo era diferente como de nostalgia no lo entendía, pero lo correspondí con cariño – bien hermanito, te extrañe ¿sabes?, aunque lo creas imposible
Pablo: lo sé, yo también lo hice – se separo de mi cuerpo y salió para entrar la maleta –
Teresa: ¿Pablo? Y que hace el auto de Diana aquí, lo vi afuera…
Pablo: - me miro desde afuera de la casa y me dijo – ve al salón y lo sabrás

La intriga inundó mi cuerpo así que no ayude ni espere a que mi hermano metiera la maleta, me entre por el pasillo hasta el salón donde encontré a Paloma la esposa de mi hermano y Diana sentadas de lo mas sonrientes

Teresa: ¿Qué pasa aquí? – miré a Diana con una mirada de total desconcierto –
Diana: - se acercó a mí y me dio un beso pequeño en los labios – nada amor, nada malo ven siéntate
Teresa: - me llevo del brazo y me sentó en el sofá a su lado mientras Paloma me miraba emocionada – no entiendo nada
Diana: esperemos a tu hermano ¿sí?

Estaba demasiado confundida y no sabía que estaba pasando, así que sólo me quedo hacer como decía Diana….esperamos que Pablo entrara la maleta la llevara a mi habitación y mientras lo esperábamos, Diana y Paloma se secreteaban al oído…hasta que por fin mi hermano se apareció

Pablo: bueno ya estoy aquí…vamos Diana díselo…- mire a mi hermano con delirio –
Teresa: ¿decirme qué??? – mi cara de espanto me sobrepasaba, mientras Diana agarró mi mano y me obligo a verla –
Diana: Amor este tiempo que has estado en Perú, he pensado mucho, y de verdad que el tiempo que hemos estado separadas ha sido horrible porque te he extrañado muchísimo….

Mi cara cambiaba de azul a verde o quizás en todos los colores, temía lo peor, temía que iba a pedirme aquello que yo no quería escuchar, no lo quería escuchar.

Diana: ….y bueno sabes que te quiero, que te amo y te adoro, y para esto he venido hoy – sacó del bolsillo de su chaqueta una cajita azul de terciopelo y abriéndola en mi delante se podía ver un anillo con una piedra rectangular en el medio –
Teresa: ¿qué es esto Diana?
Diana: mi amor… ¿te quieres casar conmigo?

Desee un huracán, que la tierra se abriera y me tragara, que sea el fin del mundo en ese momento, pero nada sucedió…miré a mi hermano como pidiendo consejo pero el sólo bajó la mirada, Paloma casi brincaba de emoción y los niños jugaban con el perro, y Diana ahí mirándome con los ojos llenos de lágrimas y a mí me temblaba hasta el pensamiento, ¿Qué hago? Me preguntaba, y sin pensarlo mucho me dije: tengo que decir que no, por mi confusión y todo pero también pensé, que confusión?, si no hay nadie, cerré mis ojos fuerte y recordé todos las veces que habíamos hablado de formar una familia y hogar, y es que en 16 meses de relación era lógico, pero entonces… hice lo más sensato,  hice que Diana se levantara porque estaba arrodillada frente a mí y tomándola de las manos la puse a mi nivel y saque la sonrisa más plástica que tenía y le  dije “SI”… me colocó el anillo mientras paloma tomaba la foto del momento y luego me abrazo con tal fuerza que me recordó el abrazo que me dio mi madre al despedirme, nos besamos y Paloma nos trajo el champagne y tomo una foto de todos juntos, yo con cara de asustada, mi hermano con cara de ¿Qué carajos está pasando aquí? Y ya… quedo guardado ese momento en la retina de nuestros ojos y en la de esa cámara… aquel momento en el que yo hice la mayor estupidez de mi vida.

Como flashes guardo los recuerdos de ese momento, sabía que había pasado, lo que había sentido, en lo que me había convertido pero lo que aún no entendía era como es que yo había dejado que todo aquello hubiera pasado… hasta fotos había del momento, pero yo ni las fotos ni nada de eso recordaba, de ese día lo único que se había guardado intacto fue el momento en el que por fin había podido hablar con mi hermano.

Pablo: espérame aquí, te traigo una cerveza – me miro mi hermano mientras me acomodaba en una silla en el porche de la casa –
Teresa: gracias – cogí la cerveza y espere que mi hermano hablara –
Pablo: ¿Tete estás segura de lo que estás haciendo? – Su mirada fija en mi rostro no me dejaba formular respuesta – si te quedas muda supongo que no lo estas
Teresa: - mi hermano me conocía demasiado bien como para ocultar la verdad – si ya lo sabes entonces para que preguntas
Pablo: ¿entonces para que aceptaste?? ¿...acaso tú estás loca?... ¿tú sabes que es un matrimonio?? – su cara de indignación mientras se llevaba la cerveza a la boca era bastante cruel –
Teresa: claro, tú debes saber de eso ¿no?... muy feliz en tu matrimonio se  que no eres, entonces qué me dices a mí, al menos yo tengo mi historia con Diana ¿pero tú? Ni eso y tienes un matrimonio con dos hijos – mi voz era dura, pero era toda la verdad, tanta verdad que ni pude verlo a la cara porque sabía que vería toda su ira hacia mi –
Pablo: justamente por eso lo digo…no cometas mi error – me quede callada, no podía creer que mi hermano hubiera aceptado su infelicidad –
Teresa: Pablo yo…
Pablo: no digas nada hermanita, todo es cierto, y ahora te digo Diana solo quiere casarse contigo para tenerte más cerca, para tenerte más al alcance… yo dudo que sea amor, así que piénsalo bien todavía tienes tiempo, si quieres casarte hazlo al menos con alguien que te haga bien no una que no – bebió el último sorbo de su cerveza y me dejo sola con mis pensamientos sentada en esa silla –

Mi hermano tenía toda la razón, pero yo no me atrevía a decir que no, en especial por una confusión con alguien que ni existía, así que deje las cosas como estaban esperando lo mejor, y dentro de todo mejoraron….tres meses después de la pedida, hasta mi dedo se había acostumbrado a llevar el anillo, obviamente le compre uno a ella también, pero debía aceptar que el que ella me regalo era mucho más bonito….los preparativos para la boda iban a empezar, pues habíamos quedado que para diciembre nos íbamos a estar casando y estando en agosto, pues no faltaba nada….las cosas con Diana habían mejorado, yo había puesto de mi parte para quitarme los fantasmas de la cabeza y lo había logrado, ahora más que nunca estaba segura que yo quería a Diana y que casarnos era lo correcto

Teresa: ¡¡¡amorrrr!!, ¿ya estás?, tenemos que llegar a tiempo sino no vamos a tener chance de ver todos los lugares que nos quieren mostrar – mi impaciencia estaba al límite mi novia no se apuraba y la planificadora de bodas nos estaba esperando –
Diana: ya bajo amor, voy a sacar la foto que vi que me gusta del correo… ¡¡¡amorrrr!!!... dejaste tu correo abierto…
Teresa: ahhh bueno, ciérralo
Diana: amor, tienes un mensaje de una tal Ángela Fusaro

Mis sentidos, todos como que chocaron con algo, todo me temblaba, la voz se me entrecortaba y yo no lo podía creer, me parecía imposible, fuera de este mundo y una verdadera patraña…yo estaba segura que conocía algunas Ángelas pero  Fusaro no me parecía, y en mi mente me repetía “es ella, es ella”….mis manos empezaron a sudar. Pero la falta de atención  hizo que Diana se impacientara e hiciera muchas preguntas

Diana: ¿quién es esa Ángela Fusaro?, nunca había escuchado hablar de ella, ¿de dónde es ella?? – no sabía que decir, y es que el shock, Ángela… cinco meses habían pasado desde esa cita en el avión –
Teresa: no lo sé, tendré que revisar el correo para saber
Diana: ahh si, pero ahora no…estamos de salida amor ya vamos tarde – me cogió del brazo y de un tirón ya estábamos en la puerta del departamento –

Yo seguía los pasos de Diana, y estaba casi segura de que estaba caminando a su lado y de que respondía a sus preguntas y afirmaciones, pero era como si me hubieran puesto en automático, yo seguía con la mente en ese correo… no entendía la relación entre el tiempo y esa mujer, tanto tiempo después se digno a responder pero ¿para qué?... paseamos por cien locales que nos enseño la planeadora, pero ninguno parecía gustarle a Diana, y yo con la mente en ese correo no prestaba atención en nada y eso frustraba cada vez más a Diana, y es que más que esperar algo de ese correo lo que no podía lograr entender era porque casi después de 5 meses de haber pasado ese encuentro recién se dignaba a aparecer, me parecía egoísta, una falta de respeto pero el sentimiento que más me inundaba en ese momento era el de la curiosidad, el de querer saber que había escrito en ese correo para justificar, o también pensaba que quizás no se justificaría, quizás no lo haría… la duda y la curiosidad carcomían mi cabeza en ese momento, y Diana que reventaba mis oídos preguntando todo, al final termine decidiéndome por un local que de local de eventos no tenía nada, era un antiguo museo con bastante personalidad que en el momento de elegirlo no me percate de su peculiaridad pero no sabía que aquel lugar sería partícipe de otro momento en mi vida más que de un matrimonio… las horas que pase pensando en ese correo fueron caóticas, de verdad le puse empeño para no pensar pero eso no paso ni por un segundo, la ansiedad, la curiosidad, la duda y el miedo me acompañaban durante el resto del día, durante la comida con los padres de Diana, durante la ida a probar los pasteles para la fiesta, hasta en el tren estaba incomoda con mis propios sentimientos… revisaba y revisaba desde mi teléfono el encabezado de ese correo pero no me atrevía a abrirlo, deseaba con todo mi ser saber qué había detrás de ese título de “hola espero te acuerdes de mi”, quería saber con sus letras que había escrito Ángela, y que la hacía escribirme de nuevo, era tanta mi curiosidad pero ante todo ganaba mucho más el temor, temía sentirme decepcionada al leerlo o peor aún sentirme feliz y no saber cómo manejar aquello….así que el momento para leer ese correo lo aplace hora tras hora, tratando de distraerme con lo que podía y como podía, así que recuerdo que ese día hice mi mayor puntaje en angry birds y en fruit ninja, tanto que le había sacado el jugo de energía a la batería de mi celular…yo creo que lo hice con la intención de no tener la tentación de leer ese correo….pero así fue….diez de la noche y yo con mi novia regresábamos a la casa después de todo el día haber estado en trámites de boda y de almuerzos y cenas protocolares con los suegros y amigos, pero ya llegábamos a casa y en el taxi Diana apoyaba su cabeza en mi hombro tratando de aguantar su cansancio, mientras sostenía mi mano entre las suyas y jugaba con mis dedos.

Diana: de verdad que hermoso te queda el anillo, creo que en ninguna otra mano se hubiera visto más lindo – acercó mi mano a sus labios y la beso y de paso me lanzo un beso al mentón –
Teresa: - la miré con ternura y correspondí a su cariño con un beso en la frente – no creo que sea mi mano, es el buen gusto que tuviste para elegir tan lindo anillo
Diana: quizás tengas razón, pero es que cuando lo elegí…..el instinto de mi amor me hizo escogerlo entre varios y no me equivoque

Escuchar esas palabras me marcaron… cuando yo había elegido su anillo me acuerdo que había ido toda apresurada a la joyería en el tiempo entre un trabajo y el otro y le dije a la señorita que eligiera uno por mí, y aunque ella refutó, la termine convenciendo y hasta usando de modelo, coqueteamos un poco, acaricie sus manos y hasta terminamos intercambiando teléfonos  y es que a ella  ese anillo le quedaba tan bien….y por ese gusto fue que elegí el anillo de Diana… un anillo que le quedo bien a otra mujer y que de romántico no tenía ni una pizca… pero ¿qué decir cuando alguien que quieres te revela su gran esfuerzo romántico por comprarte algo tan simbólico y tu no puedas decir lo mismo?...callar y mentir… sólo asentí con mi cabeza como diciéndole “amor yo hice lo mismo” cuando en el fondo solo sentía pena por mí y mi actitud… llegamos al departamento de Diana que ya era más mío que de ella, porque de la semana yo dormía allí casi todos los días, pero era lógico, ya nos íbamos a casar y vivir juntas era un trámite más…..once o doce llegamos a la casa, todo oscuro y yo caminando a tientas con Diana abrazada a mi espalda….la recosté y acomode en la cama, espere que se durmiera y me fui al computador, al que vi por una hora y nunca encendí, aún no me atrevía a leer ese correo y no sabía cuando me atrevería, me pare de allí y me fui a recostar al lado de mi novia y a reposar mis dudas y miedos en su hombro, y decidí que era mejor nunca leer ese correo, después de todo me iba a casar y eso no lo debía perturbar nadie, ni siquiera Ángela.

Pablo: te veo pensativa ¿qué pasa tete? – me miraba mi hermano mientras elegía el sabor de helado preferido de Diana –
Teresa: nada hermano, de verdad… ¿por qué dices eso?
Pablo: porque te conozco y esa mirada perdida no es porque tengas duda en el sabor de helado que comprar….hasta yo se que cookies n’ cream es su sabor preferido, llevas casi diez minutos con la puerta de la heladera abierta y no sacas nada… ¡AHI ESTA!... el de la derecha – cogí el helado y lo puse en el canasto de compras –
Teresa: no pasa nada Pablo de verdad que si – mentí descaradamente, hace una semana estaba así y sabía exactamente porque –
Pablo: mira  tete, te conozco desde que naciste, incluso me atreví a cambiarte los pañales, así que no me vengas a decir que no es nada, porque sé que es algo…. ¿te estás arrepintiendo? ¿Ya no quieres casarte? – lo mire con cara de qué demonios hablas pero igual no convencí –
Teresa: Pablo a dos meses de mi boda ¿quieres qué tenga dudas??
Pablo: si….así que ahora dime que pasa

Mi hermano no iba a parar así que empecé a contarle todo, desde el momento que conocí a Ángela, nuestro encuentro, nuestro momento y como me cautivo hasta  su desaparición, y como me volvía a desestabilizar desde hace una semana con un correo que aún no me había atrevido ni a leer ni a borrar

Pablo: vaya… entonces a lo que le tienes miedo es a lo que podría decir ese correo y ¿pues qué te cambie la vida no?
Teresa: exacto – casi le grite mientras pagaba la pinta de helado –
Pablo: dime una cosa hermanita… tu de verdad ¿quieres casarte con Diana? O sea, digo, ¿si de verdad te imaginas con ella tener una vida juntas, la casa, la familia, el hogar, el futuro?
Teresa: - dude un poco antes de responder pero al final lo hice – yo creo que si
Pablo: no, no, no, no te he preguntado qué crees, te he pedido una afirmación no una suposición, dime completamente segura y con toda la verdad… ¿lo sientes así?
Teresa: - miré a mi hermano intensamente y respondí – no lo sé, pero lo que sí sé es que no me veo con nadie más haciéndolo, así que al final es lo mismo ¿no? 

Lo dejé callado, y de camino desde la heladería hasta el auto, ninguno de los dos hablo nada, ni un pizca, ni un poquito, absolutamente nada, nos sentamos casi en sincronización y mientras me abrochaba el cinturón mi hermano se quedó viendo al vacio

Teresa: ¿Pablo estás bien?, ¿qué miras? – el no respondía ni decía nada sólo miraba el aire frente a él – Pablo no me asustes no me digas que te dio la garrotera… ¡PABLO! – grite pero el nada, hasta que de golpe reacciono mirándome fijamente –
Pablo: tenemos que leer ese correo
Teresa: ¡QUE!
Pablo: si, abrirlo, leer que dice y borrarlo, es más creo que yo debería leerlo y si no es nada bueno para ti pues ni te lo enseño y lo borro, ¿Qué te parece? – no sabía que decir me agarro por sorpresa pero dentro de toda la payasada pensé también que era una buena opción –
Teresa: está bien, pero léelo y no me digas que dice ¿ok?
Pablo: ok trato

Pensé que leer ese correo desde mi teléfono sería muy extraño así que le sugerí que fuéramos hasta su casa y en su computador lo leyera, y así lo hicimos….muy poco fue lo que conversamos de ida a su casa, lo mínimo y necesario, yo tenía un nudo en la garganta y millones de mariposas en la panza, no sabía que esperar de aquel correo pero tan pronto se iba acercando el momento a saber que llevaba escrito, me ponía cada vez peor…me sudaban las manos, me lagrimeaban  los ojos…era emoción lo sabía, y eso me asustaba, yo me iba a casar y no podía creer, que una mujer con la que compartí sólo una conversación y que desapareció, me estuviera causando tanto desbalance….definitivamente lo que quería era dejar este tema atrás para poder seguir, porque lo que de verdad estaba sintiendo no me estaba gustando para nada.

Pablo: ya, oye seguro que no quieres que lo lea en voz alta?
Teresa: nooooooo Pablo, léelo y bórralo ok?
Pablo. Está bien, cof cof “Hola espero que te acuerdes de mi….”
Teresa: Pablooooooooooooooooooooo nooooooooooooooo – grite con todo mi ser –
Pablo: ya tete no seas miedosa, déjame leerlo en voz alta, madura un poco si? – lo mire con odio pero tenía razón –
Teresa: ok vale léelo en voz alta – lo miré y el asintió –
Pablo: en que iba, ¡ah!, sí, mejor comienzo otra vez, cof cof “Hola espero que te acuerdes de mí, soy la chilena con la que compartiste viaje hace casi cinco meses, sé que quedamos en comunicarnos después de nuestro momento tan ameno, pero de verdad no se qué paso, sé que me diste tu email para mantener el contacto, pero lo que pasó fue que olvide aquella revista en el avión…”
Teresa: ¡¡LO SABIAAAAAAAAA!!!!! – grite de emoción, y es que no se había olvidado de mi –
Pablo: ok, sin comentarios ¿sí?... ¿cuando termine expresas todo lo que quieras vale? Bueno sigo “…cuando me di cuenta de que la había olvidado, regrese al aeropuerto  y explique mi situación pero aparentemente lo que yo decía era tan poco importante para ellos que no hicieron mucho caso a mi pedido, me dijeron que esas revistas las cambiaban a cada rato y que seguro ya estaba en la basura, igual yo deje mi teléfono por cualquier cosa pero nunca llamaron y yo también dejé de insistir porque tú también tenías mi email y sin embargo no me escribiste ni nada así que asumí que no querías hacerlo…”
Teresa: pucha….como no iba a querer…..maldito destino
Pablo: ¿te callas?... no he terminado uhmm así “….así que desistí y seguí mi vida como si no te hubiera conocido, pero la verdad es que no me olvide de ti ni un instante, ahora, te preguntaras como es que tengo tu email, pues hace más o menos un mes quizás un poco más recibí una llamada de la aerolínea, diciendo que tenían mi revista, la verdad yo no podía creerlo, me parecía mentira que esto estuviera pasando, así que fui a recoger la revista y allí estaba anotado tu email, la verdad es que dude mucho en escribirte, especialmente por el tiempo que había pasado, muchas veces escribí un email parecido y cuando iba a mandarlo simplemente lo borraba o lo mandaba  a la carpeta de borradores, pero al final me decidí y me di valor y lo hice. De verdad no sé si te acuerdas de mí o no, o si responderás este correo o no, pero es algo que tenía que hacer, y quedarme tranquila de saber que intente  retomar contacto contigo…. bueno, espero que todo te este yendo bien y nada, te deseo los mejores de los éxitos, cuídate mucho y Adiós  Ángela Fusaro Rickets Quimico Farmaceútico”

Mis ojos brillaban y mi corazón latía a mil por hora, era el correo más hermoso que había leído en mi vida, quería responderle en ese momento, pero estaba tan emocionada y fascinada que seguro respondería con un correo de dos líneas diciendo “Hola soy teresa y me dicen tete”, como el ridículo que hice con ella cuando la conocí….esta vez me calmaría y haría las cosas bien, y pensando así, idee toda una estrategia para contestar ese email. Ese mismo día me quede en la casa de mi hermano, y pase ensayando miles de emails para contestarle a mi chilenita, al final casi a las 2 de la mañana di con el adecuado, no fue un email muy largo, pero si explicaba lo suficiente y la desgracia que también había pasado con su email y como había agregado a diez Ángelas por tratar de dar con su correo, le conté una que otra cosa más y las debidas disculpas por la demora en contestar y también le recordé que en ningún momento la había olvidado.

La respuesta a mi correo no demoro nada, ese mismo día en la noche ella ya me estaba respondiendo, y se rió de mi estupidez de agregar a 10 Ángelas y mucho más de mi manía de usar mi cuerpo de papel para anotar emails, nos agregamos al msn y conversamos hasta cerca las 3 de la mañana, y obviamente esa otra noche más no dormí con mi novia, sino que creo que lo hice con Ángela, porque me acosté con la sonrisa más placentera aunque al día siguiente tuviera que trabajar a las 7 de la mañana…así paso un mes en el que nos comunicábamos por emails, chat por todo, la primera cosa que hacía en el día era revisar mi correo y lo hacía varias veces al día porque a veces nos mandábamos más de un correo al día, era divertido y entretenido conocernos aún más por letras, al final terminamos conversando por videochat  y yo instalando un programa donde mi único contacto era ella. Hablábamos todas las noches, compartimos fotos y llamadas, hasta Diana llego a conocerla, lo que la puso un poco celosa, pero al final termino bajándose porque era una rival muy distante… Ángela me ayudo a elegir ciertas cosas para la boda como el tipo de las invitaciones…las video llamadas eran ya más seguidas, donde estaba la llamaba y le preguntaba qué opinaba de esto o del otro, era como si estuviera en mi vida de cuerpo presente, como si de verdad me diera la mano o ese abrazo o ese beso volado, así paso otro mes, que para mí se sintió como toda una vida… yo muy a gusto con ella comunicándonos siempre a cualquier hora , compartiendo de todo, desde lo más banal hasta lo más importante….en todo este tiempo que hablaba con ella, tuve muchos problemas con Diana, por sus celos y por el tiempo que decía no le dedicaba a ella por andar chateando, obviamente yo nunca le vi nada de malo, siempre le decía “ella es mi amiga y tu mi novia, no hay comparación”, pero esa respuesta nunca la satisfizo, y todo su actitud pesada y cansona hacia mí, se agudizo cuando ya faltaba  menos de un mes para el matrimonio y ella no dejaba de presionarme con pequeñas cosas que de verdad no era de importancia, pero por alguna razón para ella eran de vida o muerte….en todo este proceso estuvo Ángela, aguantando mi quejadera de la novia y de toda la situación y sirviendo de mediadora, como ya lo había dicho antes, Ángela me daba calma, y paz, siempre lo hizo, y cuando pase por esto ella me apoyo y me tranquilizo, e incluso me hizo desistir de suspender la boda después de una gran pelea que tuve con Diana, ella medio las cosas e incluso nos hizo reconciliar.

Veinte días faltaba para la boda y ya todo estaba listo, y aún recuerdo el día de esa llamada, fue en la tarde yo estaba trabajando y mi celular sonó con un tono diferente, bueno al menos yo lo sentí diferente

Teresa: ¿aló?... ¿sí?
Mamá: hijita ¿cómo estás? – su voz sonaba angustiada –
Teresa: ¿mami pasa algo? Noto tu voz cambiada
Mamá: disculpa hijita que te moleste en el trabajo pero me vengo del doctor y quería una opinión tuya – los sentidos se me prendieron, y temí lo peor –
Teresa: ¿mamá qué pasa? ¿Qué te dijo el doctor?, ¿está todo bien?
Mamá: si hijita es sólo que…
Teresa: mamá habla por favor
Mamá: dice que me tengo que operar
Teresa: ¿operar de qué?
Mamá: dice que tengo una hernia inguinal y que se puede estrangular y que lo mejor es operarme porque si espero a que se complique la operación será más complicada

Mis ojos se abrieron de par en par, parecían platos, y es que si me hubieran pedido un consejo médico cualquier persona e incluso un familiar pero no tan cercano como mi madre, yo hubiera respondido técnicamente, explicando el procedimiento, en qué consistía la hernia, y las posibles complicaciones, todo muy tranquila y profesional, pero en este caso se trataba de mi madre, no era ni un paciente ni un familiar más sino la mujer que me dio la vida y que estaba segura daría la vida por mi sin pedírselo siquiera.

Teresa: mami, lo que dijo el doctor es cierto hay que operar para prevenir, pero también hay otros métodos quizás esos sean los más convenientes para ti
Mamá: si me explico pero dice que mi hernia es muy grande para usar esos métodos
Teresa: ¿entonces mamá te vas a operar?
Mamá: para eso te llamaba, yo tengo temor, además quien me va a cuidar y atender si estoy solo hija, creo que mejor le diré que no al doctor
Teresa: nooooooooo, no mamá no hagas eso, déjame hablar con Pablo y tomaremos una decisión juntos ¿ok?
Mamá: gracias hijita y ya no te molesto más en tu trabajo
Teresa: no me molestas mami, y tranquilita ¿sí? Todo va a salir bien….te quiero mucho mi señora progenitora
Mamá: ay  hija tú siempre con tus cosas, está bien, yo también te quiero y conversamos más tarde
Teresa: si mami, cuídate chau

No pude trabajar el resto del día, sólo pensaba en mi madre y todo lo que podía pasar, y como podía ayudarla….ni bien salí de trabajar fui donde mi hermano y como era de esperar el me dejo la decisión a mí, y no sólo eso sino que dejo muy en claro que si alguno de los dos tendría que viajar ese debía ser yo, porque él tenía una familia de la que ocuparse, así que prácticamente estaba sola…hable con Ángela y ella coincidía conmigo de que debía viajar a acompañar a mi madre, y no importaba que sólo dos semanas y algo más faltaran para el matrimonio.

Teresa: pero entiende mujer, no es cualquier cosa es mi madre, yo no la puedo dejar sola en esto, ella necesita esa operación – Diana caminaba de un lado al otro de la habitación agitando las manos y llorando –
Diana: esto tu madre lo hace al propósito, no quería que te casaras conmigo y ahora se inventa esta operación para que no te cases ¿no te das cuenta?
Teresa: cómo puedes decir eso, mi mamá no se ha inventado nada, y siempre has sabido que mi mamá no ha querido esta boda y aun así no se ha metido tal es el caso que si iba  a venir, así que deja de hablar estupideces
Diana: ¿así? ¿Estupideces?, tu mamá puede aplazar esa operación pero simplemente no quiere todo porque nos quiere joder el matrimonio, ¿acaso esa hernia va a empeorar en un mes?... no, ¿no es cierto?
Teresa: ay, Diana por favor ya no le pongas más complicaciones, que no vienen al caso y que están totalmente equivocadas
Diana: claro tu familia es más importante que yo
Teresa: Diana pero escúchate, es mi madre no es cualquier hija de vecino, es mi madre, la que me dio la vida y gracias a la cual hoy yo estoy aquí al lado tuyo….piensa un poco antes de hablar…
Diana: no pienso nada, esto es  un complot para separarnos, seguro que hasta tu chilenita está metida en esto no es cierto
Teresa: ¿de qué demonios hablas que tiene que ver Ángela en esto?, es mi mamá la que se opera no ella
Diana: ¿qué crees que yo soy tonta?, las horas que te quedas frente al computador noches y noches seguidas, que seguro ya hasta desnuda la conoces, ¿qué… se han masturbado juntas??
Teresa: ¡QUEEEEEEEE!, demonios Diana, que mierda te pasa, Ángela es mi amiga y la respeto, y yo no te he fallado
Diana: ay, por favor Teresa, ¿qué no me has fallado? sé muy bien lo de la enfermera, lo de la asistenta social y lo de la psicóloga, que crees que soy tonta, que cuando llegabas del hospital toda bañadita y con un perfume nuevo en tu cuello ¿era por qué te lo prestaron tus amiguis?

No lo podía creer, mi novia no era tan despistada como pensaba, yo siempre me había cuidado de tener mis aventurillas muy reservadas, por no hacer del asunto un escándalo, pero todo eso había terminado cuando me fui a Perú y desde que nos habíamos comprometido había sido totalmente fiel, pero ella siempre lo había sabido y yo estaba allí parada quedando como una tonta.

Teresa: y sabiendo eso…porque nunca hablaste – tenía tristeza en la voz, o quizás vergüenza, pero un sentimiento negativo inundaba mi cuerpo –
Diana: ¿qué te iba a decir?... mi amor por favor deja de ponerme los cuernos
Teresa: pero Diana, te falte el respeto y tu no hiciste nada….
Diana: ¿hacer qué? ¿Pedirte que no lo hicieras??... así te conocí o acaso no te acuerdas que yo también empecé en tu vida como una aventurilla detrás de tu novia que luego se enserió...acaso no te acuerdas lo que siempre me decías “LA FIDELIDAD ES UNA IDEA RELATIVA AGUAFIESTAS”, así te conocí y así te llegué a amar y así te sigo amando….porque a pesar de esas aventuras, tú estabas para mí, no dejaste de darme el cariño que siempre me dabas, no dejaste de dormir conmigo cada noche, no dejaste de decirme mi amor y tratarme con amor… eres así… infiel y lo acepte hace mucho, yo sólo esperé que dejaras de hacerlo y al final así fue lo hiciste y soy feliz por eso
Teresa: pero Diana – me sentía sucia por haberle hecho esa bajeza, pero también me sentía decepcionada de que hubiera aguantado eso sin quejarse – ¿por qué no me dejaste?... te falte el respeto y eso no se perdona….
Diana: yo si… ¿y sabes por qué?... porque TE AMO Tete… y amándote así, acepto todo, hasta esto….hasta a Ángela, que estoy segura que no es sólo una amiga… que crees que no me doy cuenta, como sonríes diferente con ella?, ¿cómo la llamas hasta para pedirle permiso de estornudar?, se metió en nuestras vidas, pero lo acepte como acepte a tus amantes porque sé que es pasajero, sé que me amas lo suficiente para seguir comprometida a mi….
Teresa: no puedo escucharte más… es que no lo puedo creer, la ofendida aquí eres tu pero sin embargo ¿me sigues justificando?... Diana esta no está bien
Diana: está bien, porque sé que dejaste de hacerlo y cuando me dices que Ángela no es nada yo te creo, pero cuando te digo que  lo de tu mamá es un complot tienes que creerme – me tomó con sus dos manos del rostro – mírame, mírame fijo y dime que tú con Ángela no han tenido nada más que una amistad
Teresa: - la miré fijo y sosteniendo sus manos que sujetaban mi rostro y viendo esas lágrimas caer la abracé a mi pecho – es mi amiga, nada más… una amiga con la que me entiendo muy bien pero es sólo mi amiga
Diana: lo sabía, ahora por favor no te vayas ¿sí?, sólo faltan días para la boda por favor
Teresa: - me separé de su cuerpo y camine lejos de ella – eso es un capricho tuyo, y si por esto no te quieres casar pues así será, pero yo voy a Perú a estar con mi madre para la operación, es mi madre, y no la voy a dejar sola.
Diana: - me vio con tristeza pero con resignación, caminó hacia mí y me abrazó por la espalda – si me quiero casar, yo te voy a esperar
Teresa: - volteé para verla y abrazarla otra vez – ¿ves mi amor?, no va a pasar nada sólo veré a mi madre y regresaré, pero si tienes desconfianza ven conmigo – no sabía de dónde había salido esa propuesta pero para el momento me parecía bastante válida –
Diana: no mi amor, ve con tu madre, yo termino aquí con todo lo de la boda, ¿ok? – me miró con esos ojos negros imponentes y yo sólo asentí, la bese en los labios y la abracé fuerte a mi pecho –
Teresa: otra cosa mi amor – se separó de mi pecho y me miro fijamente con miedo – perdóname – agache la mirada y el arrepentimiento brotaba por todo mi ser – perdóname, no volveré a fallarte te lo prometo mi amor
Diana: - sus ojos brillaban con lágrimas que a la vista se notaban que ya no eran de dolor ni de rabia – te creo mi vida, te creo, te amo – y ahí quedo asentado y sellado con un beso mí supuesta fidelidad –

Su beso se hizo más intenso, su boca se abría a mí lengua como la mente de los que desean más conocimiento, el sabor de su saliva siempre me había gustado y en ese momento en particular adquirió un sabor casi dulce que me hizo querer saborearla más….la abracé fuerte por la cintura y cargándola sobre mis caderas la lleve hasta la cama…quería hacerla sentir amada, protegida, y segura de mi….la desvestí casi enseguida y observe su cuerpo desnudo mientras ella intentaba desnudarme de la misma manera, esa mujer era perfecta, un deleite para los ojos, sus formas perfectas, cada musculo en su sitio, sus costillas dibujadas como adornos mágicos en su torso, sus senos pequeños levantados al cielo con unos pezones que adornados de una aureola pintada marrón llamaba a metérsela a la boca para saborear, y su piel, de ese color bronceado que me encantaba como se matizaba con la mía que aún no definía si era blanca o perla como decía mi mamá, pero juntas sabía que era una mezcla exquisita de un café con leche….con mis manos roce su piel erizada mientras ella se iba arrastrando sobre la cama para acomodarse…la miré fija y detenidamente como contemplándola y me lleve la combinación de la textura de su piel grabada en la huella digital de mi tacto, su piel ya había sido escaneada por mi mente y así me la quería llevar…me dedique a llevarme cada imagen de su ser desnudo para extrañarla, para soñarla, para mimarla en sueños, quería quererla más y pensaba que llevándome la lujuria de su cuerpo en la memoria lograría así mi cometido, pero que equivocada estaba… pose mi cuerpo también desnudo sobre el de ella y jugando con sus labios para que abriera su boca, pasé mis dedos por esos labios carnosos, jugué con la tibieza de sus labios y con dirección llevé ese conjunto hasta mi boca, donde nos perdimos en otro beso más que cargado de cariño, estaba cargado de lujuria y erotismo….mi pubis chocaba con el suyo mientras me meneaba sobre su cuerpo mientras le mordía el cuello y succionaba con besos ardientes aquel lugar…sus uñas se enterraban en mi espalda y su boca en mi oído me regalaba los jadeos de placer, sus senos se acariciaban con los míos y mis pezones erectos apretaban a esa aureola marrón que no hacía más que contraerse aún más, mi ombligo a la altura del de ella se abría y juntaba para atraer más las pieles, mi muslo deslizado en su entrepierna se juntaba más y más, mientras ella abría cada vez más y más sus piernas… bajé despacio de su cuello a su pecho, me acaricié con sus pezones las mejillas y con mi boca apreté el pequeño seno con destreza… estaba decidida a hacerla sentir mi deseo y mi admiración, y el trabajo no iba nada mal…baje por esas costillas que algo de cosquillas causaron, pero no me detuvieron y ahí estaba yo en la labor de dar amor pero lo único que me salía era pasión… me coloque sus piernas en mis hombros y totalmente abierta a mí me hundí en su rajita,  jugaba con mi lengua y mis dedos en esa grieta, y tocando ese botón de placer me intercalé entre la yema de mis dedos y la punta de mi lengua, que poco a poco fueron haciendo más presión, con la otra mano sujeté sus muslos para abrirlos aún más mientras mi lengua hacia su trabajo y mis dedos ya también se movían en el interior de su cavidad, mis dedos ya estrujaban las paredes de esa profundidad y se llenaban de todos los jugos de excitación de la que sería mi esposa… sin sacar mis dedos de su cavidad, jugué con mi pezón erecto sobre su clítoris y la sensación fue fantástica, así lo sentí y ella me lo dijo también con un gritito fascinante, me llené de sus jugos todo el pecho, la mano y toda la cara… literalmente estaba empapada en ella y a mí me encantó… subí hasta su boca y la besé… las estocadas que entraban y salían de su profundidad la hacían gemir en mi boca, me apretó fuerte de la espalda y con la ayuda de mi muslo y mis dedos alcance su máxima profundidad y con ella el éxtasis que se marcó en mi piel con las marcas de sus uñas y en mi cuello con la marca de pertenencia de sus dientes y succiones… me quedé sobre ella y abrazándola le dije al oído…”lo nuestro es de ciencia ficción, demasiado efecto especial”… me busco la mirada y se sonrió y me beso tiernamente.

Fue una reconciliación con todas las letras, pero ella y yo donde mejor nos entendíamos era allí…bajo las sábanas, después de ese desgaste de energía, después de haber dejado sentado que la quería y que jugaría con Fe para no fallarle más, nos dispusimos a buscar pasajes aéreos…ella sentada en mis faldas vistiendo sólo una camiseta mientras revisábamos el computador… no demoramos nada en comprar el pasaje, demoramos mucho más en hacer la maleta, ella me quería desnuda y yo quería meter ya la ropa, pero al final llegamos a acuerdos interesantes, que como ya lo había dicho terminaban en el colchón… dos días demoré en arreglar las cosas para mi viaje, todo estaba listo, en este tiempo Diana y yo habíamos estado demasiado cariñosas cosa que no me desagradaba, pero que me ilusionaba, estábamos como antes y eso me gustaba, en ese par de días Ángela no había saltado a tallar en nada y yo ya ni me había vuelto a comunicar con ella a pesar de los mensajes de ella y demás, estaba entretenida con mi novia y al fin Diana había logrado bloquearme la razón para pensar en ella y en nadie más.

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1 comentario:

  1. LAS HISTORIAS BUENAS LAS LEO MAS DE UNA VEZ... YA ES LA SEGUNDA VEZ QUE LEO ESTA Y ME EMOCIONA COMO LA PRIMERA VEZ MIL GRACIAS ... CON CARIÑO SAM

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