Parte 4
Recuerdo cuando mis
padres Vivían aun. Yo no podía seguir aguantando su existencia, como cualquier
adolescente tal vez. A mi padre siempre le ha gustado el trago, desde chico. Mi
madre siempre ha sido una muñeca, desde que mi abuela le enseño y para atrás.
Eran los típicos padres de una familia de violencia. Mi padre golpeaba, mi
madre no hacía nada. Lo peculiar de todo esto es que siempre actuaban como si
fueran normales. Todo esto ocurría cuando mi padre se emborrachaba y eso
generalmente era en la noche.
Contando además el
trabajo, nunca veía a mi padre en la mañana, menos en la tarde, pues era esa
hora donde iba a emborracharse a cualquier parte (o por lo menos no llegaba a
casa hasta tarde. Hasta el día de hoy sospecho que siempre tuvo una amante que
mi madre acepto). Ya después en la noche venían los golpes, a mi también me
llegaban solo si me topaba con mi padre, si me mantenía alejada (encerrada en
mi cuarto) pasaba desapercibida. Mi madre siempre vivía tapada, con camisas de
manga larga en pleno verano y la mayoría de las veces con esas gafas oscuras.
Yo me mantenía en la casa como una especie de fantasma, no hablaba con mis
padres y los únicos consejos que recibía de ellos fueron los de mi madre:
"No quiero que tu también tengas que pasar por lo mismo, haz lo que yo
nunca pude hacer: Estudia y sal de este medio". A decir verdad, creo que
ese fue el único consejo útil que me dieron. Por lo demás, para evitar que todo
esto me afectara y para evitar de que no me transformase en alguna de esas
chicas reprimidas, agresivas que transmiten este "defecto" (por
llamarlo de alguna manera) de generación en generación, yo me mantuve distante,
poco cariñosa y casi incomunicable. A sus llamados solo respondía con
"si" o "no". Nunca me pusieron trabas con respecto a mi
comportamiento tan frívolo, al parecer estaban convencidos de que yo nací
enferma. Y es esta una de las cosas por las cuales nunca sentí un gran dolor
con su perdida, pareciera que nunca los tuve.
Más aun, Jane, mi
familia, mi prima, amante, mejor amiga quien había reaccionado de la misma
forma que mi padre lo hacía. No quería que eso ocurriera. No quería volver al
pasado. No quería volver a adoptar mi postura frívola con Jane. No con Mi Jane.
Tal vez con cualquier otra persona, pero no con ella. Ella era la persona con
la cual mas comunicación en mi vida había tenido. No quería perderla. Ella me
escuchaba. Siento que se preocupa por mí, a diferencia de mis padres, que
escasamente lo hicieron. Ella lo hacía, era mi todo. ¿Por qué tiene que actuar
de esta forma? ¿Era un mal de familia?
Odisea... – Mire, Jane,
el reloj: ¿habían pasado ya dos horas? Me toque la mejilla, estaba en la
normalidad, ¿cómo no podía estarlo? Ya habían pasado dos horas.- Yo...
¿...No sabes lo que te
paso? – le dije terminado la frase.
Si...Tu sabes que a
veces...
Te pasa esto... – Que
gracioso! Era el mismo dialogo que una vez mi padre empleo cuando por primera
vez le pego a mi madre. Lo tenía que volver a escuchar? De la persona que menos
quería escucharla era de Jane.
Lo... lo lamento... No
quise...
Por supuesto que no
quisiste, nadie quiere al principio, pero luego se acostumbra.- le dije alzando
un poco más mi voz. – No lo voy a tolerar de nuevo. Primero me violas, luego me
pegas, ¿qué va a suceder luego? ¿Tomaras un cuchillo y me cortaras un miembro?
No!- lo dijo tan
convencida. Las dos sabíamos en el fondo que eso era mentira
Escúchame Jane, no Porque
sea tan vulnerable a tus caricias podrás hacer lo que quieras conmigo. No te
aproveches porque te acepto como eres! No tomaras ventaja de lo que siento para
tus fines
Nunca he tenido ese
pensamiento, ¡Odi!. Nunca ha sido así! ¡Tú lo sabes!
¡Claro que no! – se lo
dije en forma burlesca, enojada al mismo tiempo.
¿Por qué seguimos
peleando? Siempre terminamos peleando Odisea, en especial siempre después de
hacer el amor!
Esto es distinto Jane,
me golpeaste solamente porque estabas celosa de una mentira! Nunca he tenido ninguna
relación con Edward. Pero cuando él apareció tu le cerraste la puerta y me
prohibiste hablarle!
El no es quien tú crees
Odisea!
¿Cómo que no? ¿Acaso lo
conoces? ¡Por supuesto que lo conoces! ¿Me lo dijiste hace un rato no?
Odisea escúchame algo,
ese hombre es...
¡No me importa lo que
sea Jane!, me restringiste el poder hablarle y me golpeaste porque no quise
obedecerte! ¿Cómo lo pudiste hacer? ¿Por qué siempre eres tan violenta?
Bueno, no sé ¡Odisea! Está
en mi naturaleza, soy así! Y lo único que quiero ahora es buscar alguna forma
para que me perdones! Pero tu pareces inhibirte ante cualquier esfuerzo que
hago
¿De qué esfuerzo me
hablas? ¡Lo único que haces es mandarte cualquier cagada y después pedir perdón!
¡Como si todo se arreglara con esa simple palabra!
¿Acaso no me crees
cuando te pido perdón?
De creerte te creo,
pero no es ninguna forma para solucionar problemas.
¿Qué mierda puedo hacer
Odisea? He hecho casi todo para que quedases contenta!¿ Querías dinero?, te conseguí
dinero. Pídeme cualquier cosa y te lo juro por lo que sea que te lo conseguiré!
¡Precisamente ese es tu
problema! Piensas que necesito solo cosas, objetos, pero cuando te pido algo
abstracto como no maltraerme más, ¡te es imposible cumplirlo!
Ya sé que me cuesta,
pero por favor, dame más oportunidades! Déjame aprender a controlarme, Odisea,
por favor – en eso vi como miro mis labios, con esos ojos negros que tiene y
jure que le estaban brillando, se notaba un despertar dentro de ellos. Luego
con sus dos manos tomo mi cabeza y se acerco para darme un beso. ¿Cómo podía
negarme? La tenia ahí, arrepentida, lo veía en sus ojos, estaba tan débil,
delicada, como una flor marchita pidiendo unas gotas de agua para poder
sobrevivir. Quien no se negaría a algo tan hermoso? Su hermosa piel, tan tersa
y blanca me volvía loca. No quería negarme. Por un momento comprendí a mi madre
cuando nunca le decía "no" a mi padre. Era como un embrujo, ¿debía
negarme? ¿Mi dignidad era tan poderosa como para rechazar tal delicia?
Jane...- se detuvo. ¡Por
suerte mía! No sabía qué hacer en ese caso y pareciera que ella sabía porque
quito sus suaves manos mi cara y las metió en sus bolsillos.
¿Qué... qué piensas
hacer?
¿Qué quieres decir?
Odisea, no puedo,
sencillamente no puedo.
¿Que no puedes qué?
Cambiar... No puedo
dejar de ser lo que soy porque alguien más me lo pide. Aunque seas tú, mi bella
luz.
Jane... todo el mundo
cambia, yo he cambiado muchísimas veces, así como el mundo. ¿Por qué no puedes
tu?
Odisea, me pides mucho.
¡Es como si me pidieses que me dejaran de gustar las mujeres!
¡No, esto es diferente!
Ser gay, lesbiana o lo ese tipo de cosas es algo totalmente biológico. Golpear,
maltratar, incluso violar se debe a un evento traumático. Algo te debe haber
pasado para que llegases a ser lo que eres. – Me miro, es como si tratase de
asimilar lo que le estaba diciendo. Como si buscara alguna prueba de lo que le
estaba diciendo fuera verdad.
Odisea... te pondré un
ejemplo. Tu. Recuerdo que la primera vez que te conocí eras alguien quien creía
que el lesbianismo o la homosexualidad era algo que por definición estaba mal.
Que era un error en la vida que se debía corregir. Sin embargo, yo te conquiste
de una manera u otra y ahora pareciera que ese "error" nunca fue. Tu
siempre fuiste bisexual, pero antes te negabas a reconocerlo!
¿Qué quieres decir?-
estaba nerviosa
Quiero decir que por más
que trataste de que "no te gustaran las mujeres", ¡te seguían
gustando igual! ¡No pudiste cambiar por más
que lo intentaste! Lo mismo ocurre conmigo, yo no puedo cambiar, ¡es algo que está
en mi!
Eso es distinto por la
misma razón que te di anteriormente
¡Tú crees que la
homosexualidad es algo biológico y la violencia no! ¡Yo creo que las dos cosas
son biológicas! ¡Porque lo que tú me pides ya he tratado de
"corregirlo" cientos de veces en la casa de mis padres! Me mandaban a
psicólogos, psiquiatras o cuanto doctor se te ocurra! ¡Y ellos mismo lo dijeron!
¡Yo estaba enferma! Tuve que hacer no se cuanto tratamiento infernal, todo en
contra de lo que yo quería, ¡de lo que me gustaba! De lo que me sentía
satisfecha
¿Cómo cuando la primera
vez que me violaste? ¿Es eso? – Movió su cabeza en señal de afirmación. Santo
cielo! Era todo tan claro ahora, era como si alguien le restringiesen hacer
algo por el hecho de que esta en el concepto de "malo". ¡Pobre Jane,
yo estaba ahí, juzgándola! ¿Con que cara?
Yo... no sabía....
Jane- la mire a los ojos, increíble! Ahora era yo la arrepentida! Y no sabía cómo
partir para demostrárselo! Jane me miraba a los ojos. Yo no me atrevía. Y sin más
parlamento Jane se acerco y me abrazo, y luego pensé que a pesar de que un
abrazo sea un gesto tan común entre amigos, en este momento fue preciso porque
de verdad lo necesitaba. Era tan reconfortante. Tan comprensible y cálido.
Al día siguiente Jane y
yo nos levantamos tempranos. Ella me sirvió el desayuno (que detalle tan
delicado) y nos despedimos con un beso en los labios (que delicia!).
Sinceramente ese día en la escuela no tenía más en mi cabeza que la sonrisa de
Jane. Pareciera que mi amor hacia ella había crecido, recordaba sus ojos, su
mirada tan nostálgica y fría, su bello y esbelto cuerpo con esa piel tan suave
que había deleitado tantas veces y quería deleitarla otras tantas. El cuerpo de
Jane me distrajo todo el día y lo único que quería hacer era verla y prolongar
aquel beso que nos dimos en la mañana. La deseaba tanto.
Hasta que por fin pude
librarme del estudio! La horas ya habían pasado y lo único que quería era irme
al departamento Pero algo me detuvo, apenas salía de las puertas del colegio vi
aquella camioneta. La de Edward. ¡Edward! Aquel hombre que se me había borrado
de la mente gracias al encanto de Jane. Debí haberlo imaginado, lo más probable
es que me había estado esperando después de lo que paso ayer. ¡Era obvio! ¿Ahora
qué hago? Trate de buscarlo con la mirada discretamente para poder arrancarme,
pero fue él quien me vio primero y no pude escabullirme, por lo que no me podía
hacer la loca.
Hola...
Ah? –me encontré con su
cara, su cara tan agresiva, característica de un hombre cualquiera, con esa
barba de día que hacía que los hombres se vieran tan sexys.- Hola... – le dije
tratando de parecer casual
¿Qué paso ayer? Tu
amiga me cerró la puerta sin siquiera alcanzarte a hablar..
Bueno... esa
"amiga" es mi... prima tutora (que gracioso, parecía tan cómico
decirlo) y te cerró la puerta porque no se explico... –me quede pensando un
poco para estar segura de que era lo que le iba a decir – como es que llegaste
a saber cuál era mi departamento– Termine diciéndole la verdad, tal vez era más
fácil así
Pregunte abajo. – Debí
suponerlo, era muy obvio.- quería hablar contigo, no sé, invitarte a salir a alguna
parte. Acaso te molesto? Disculpa, no pensé que te molestaría que subiera a tu departamento–
Que impresionante, ante esa agresividad que demostraba al vestir con ropa
ajustada y oscura, era en realidad un hombre tan dulce. No podía dejar de
sentir una pequeña atracción hacia él. Me imagine por un momento una
"Jane" en versión hombre. Me agrado mucho.
Bueno Edward – quería
decirle que sí, ¿pero cómo? Las cosas estaban tan bien con Jane que no quería
arriesgarlo todo por un capricho de desear ese cuerpo viril. Por lo que esta
vez opte por Jane. No podía seguir con esto, tenía que madurar y no dejarme
llevar por mis sentimientos cada vez que podía. Aunque lo tuviera ahí, listo,
no podía aceptarlo. Pero por un momento pensé, cuan sexy y erótico podría ser
tenerlo en mi lecho. Al final me acorde de algo – Como punto aparte me gustaría
preguntarte porque te ausentaste tanto tiempo y luego vienes como si nada a
invitarme a alguna parte- Por una parte creo que le pregunte eso para hacer más
tiempo, a decir verdad no me importaba saberlo
Bueno... fui de viaje
de estudio a hacer una tesis – ¡Esto llegaba más allá! ¡El tipo era inteligente
entonces! ¡Cuánto podía aprender de él! Eso le dio puntos a favor para que
"si" aceptara su invitación a donde fuera. Tal vez si Jane nunca se
enterara...
Escúchame, tengo que
ver si es que pueda aceptar tu propuesta, tengo mucho trabajo que hacer -Por
supuesto que era mentira, pero aquella excusa me daba más tiempo para pensarlo
mejor y más tiempo para que Jane se olvidara de Edward. – Quizás en uno de
estos días vayamos a alguna parte. Ahora me tengo que ir, nos vemos de ahí..
¿No quieres que te
lleve?
No, prefiero caminar.
Chao.
Chao.
Que era lo que estaba
haciendo? En un momento dado pensaba en Jane, en otro lo tentador y
satisfactorio que sería acostarse con ese hombre. Satisfacción, eso era lo que
siempre Jane buscaba, satisfacerse. Yo también quería hacerlo. Pero no quería
dejar una cosa por otra. Yo quería a Edward y a Jane. Tal vez pedía mucho.
Estaba pidiendo mucho! Pero no podía hacerlo. Era como en una prueba donde no sabía
una pregunta y tenía a algún compañero al lado que lo sabía, lo tentador era
copiarle o no. Santo cielo, ¿por qué hago siempre este tipo de comparaciones?
No puedo comparar una prueba con el amor que siento por Jane. Yo amaba a Jane,
a Edward solo lo deseaba en la cama. Que dilema, tampoco quería herir a Jane, tenía
que optar: O hiero a Jane para fines propios o no! ¿Qué haría cualquier persona
en mi caso? Seguiría sus instintos.. o sea, en este caso lo más probable que haría
sería ir donde Edward y acostarme con él. Pero también quería ir al departamento
y cumplir lo que estaba deseando todo el día, ver a Jane.
Abrí la puerta del departamento
Jane todavía no llegaba. Justo cuando la necesitaba! Bueno, creo que no todo se
puede tener en esta vida. Decidí esperarla y por mientras me puse a leer un
libro: "La hora de las brujas" (es gracioso como en este libro la
neurocirujano Rowan, me la imagine como a Jane). Finalmente llego Jane y por un
momento sentí que quería saltar sobre ella, abrazarla, besarla y hacerle todo
lo que estuve deseando todo el día Pero no sabía cómo partir. Hasta el momento
era Jane la que siempre tomaba la iniciativa de una manera indirecta y yo la seguía
como reacción en cadena, pero no sabía cómo es que funcionaba ese mecanismo tan
inconsciente.
Hola hermosa. – y que
dejo un paquete en la mesa y se acerco para darme un beso en los labios. Tal
vez esa era el momento en donde debía lanzarme, pero aquel paquete me dejo intrigada.
Quería saber que había dentro
¿Qué trajiste?
No, nada... unas cosas mías.
– por un momento quería saber cuáles eran esas cosas, pero la curiosidad no fue
más fuerte que mi deseo por besarla. Pero nuevamente no sabía cómo partir.
Llegar y darle un beso parecía lo mejor, pero como podía llegar y darle un beso
porque si! Parecía idiota. Y a decir verdad, no sé porque me estoy complicando
tanto, quiero decir, es mi pareja, podía llegar y hacer ese tipo de cosas, ¿por
qué me costaba tanto? Opte por mirarla y quedarme quieta. ¿Pero qué estaba
haciendo? ¡Mirarla! ¿En qué pensaba? ¿La iba a mirar como idiota? ¿Esperando a
que me dé una galleta o algo? No, la miraba Porque era bella, Porque la amaba.
Pero en ese momento no la estaba mirando por eso, porque me estaba auto
convenciendo de que la podía mirar así. Si en realidad yo la estaba mirando
porque la quería desnuda enfrente. Soy tan patética a veces. De repente vi que
se llevo el paquete a la pieza y luego volvió a donde yo estaba y me tomo la
mano
Ven
¿Quién lo diría? Lo
estaba haciendo de nuevo! Me estaba llevando a la cama y yo que tanto me
complicaba cuando en realidad era algo tan simple! Me senté en ella y no sé Por
qué razón sentí que esta era la primera vez que hacía el amor con alguien.
Estaba como nerviosa y no sabía qué hacer, que mirar, como reaccionar. Pero de
repente vi los ojos de Jane, aquellos tan intensos y devoradores. Me olvide de
todas las tonteras que se me pasaban por la cabeza y volví a sentirme segura y
en confianza. Quería besarla, tenerla. Así que lo hice. Tal como lo había
dicho! Era una reacción en cadena, no pensaba en ningún momento en "como
hacerlo", solo lo hacía y era fabuloso.
Sin embargo, la estaba
besando de una manera extraña, porque no quería cerrar mis ojos. Quería
mirarla, ver cuál era su expresión al besarme, pero lo que vi fue una cosa tan
especial. Era una expresión única. Ver el rostro de Jane en un placer tan
entregado hacia que me sintiera yo también especial. Algo como "único"
dentro del mundo de Jane y eso hizo que yo también sintiera mas placer aun. Era
algo tan bello! Y por primera vez que besaba a Jane me escuchaba gemir. Yo! La
que menos demostraba sentimientos me encontraba gimiendo por un simple beso! Ni
siquiera fue por llegar a un orgasmo, porque me estuviera lamiendo con aquella
lengua mi vagina. Era el hecho de sentirme tan importante dentro de la vida de
alguien.
Aquello hacia que mi
libido siguiera creciendo y mis deseos por meter mi lengua en la boca de Jane
se desbordaran. Tome su cabeza con mis manos y la empuje suavemente hacia
atrás, mientras yo trataba de colocarme encima de ella. Jane por su parte, me
tocaba la cintura y quería sacarme la polera, pero como no podía debido a la
posición que me encontraba decidió meter su mano dentro de mi falda y agarrar
mis nalgas con un energético movimiento. Yo seguía besándola, su boca, su sabor
a fresa tan fresca y reconfortante. Pero Jane quiso estar encima, por lo que me
empujo agresivamente y se apoyo encima mío como si fuese una gata que caía en
cuatro patas. Mi gata! La que ronroneaba cerca mío para pedirme cariño. Quería
seguir besándola en la boca, pareciera que esa era la única manera que de verdad
me hacia excitar. Me hacia recordar que era tan especial. Más aun, Jane buscaba
algo más. Quería poseerme de una manera más erótica, más porno (por llamarla de
alguna manera). Yo simplemente me entregaba. Las caricias de Jane eran
enloquecedoras. Me tomaba primero la mano, la besaba tan romántica y
eróticamente posible, pasaba su lengua entre medio de mis dedos. Yo la miraba,
se veía tan sexy. Ella seguía por mi muñeca, besándola y lamiéndola hasta
llegar a mi codo. Luego se quería quitar ella la camisa, yo me sentaba quedando
en una posición en donde Jane estaba sentada arriba mío de piernas abiertas. La
trataba de ayudar a quitarse ese aquel ropaje para tener a aquella flor en su
máxima belleza expresada encima de mí. Dios, era una ninfa! tan delicada y
bella al mismo tiempo y lo mejor de todo es que era mía!.
Luego de quitarse la
ropa siguió besándome, esta vez volvió a mi boca y yo la recibía, tocaba su
diminuta cintura y luego corría mis manos para tocar su trasero, sin embargo el
pantalón estorbaba y Jane a continuación me libero de mi polera y de mis
sostenes. Toco mis pechos, yo le desabrochaba el pantalón. Esta vez, para
quitárselo con más facilidad la volví a empujar para que ella quedara abajo y
yo le sacara esos pantalones más rápidamente. Una vez afuera Jane me tomo las
manos y me tiro hacia ella cayendo sobre ella. Mi impacto pareció no importarle
y siguió besándome. Mi cuello, parte de mi pecho, pero cuando quiso seguir más
abajo y no pudo decidió darme vuelta y yo volver a estar debajo (recuerdo que
esa vez nos dimos varias vueltas por la cama). Beso mis pechos de manera
acelerada. Los lamia. Por Dios! Se sentía tan bien. Era tan delicioso! Ella seguía
besándome y lamiéndome hasta llegar hasta mi estomago y fue ahí donde paro y se
devolvió hasta mi cara, donde beso mis labios nuevamente y mientras lo hacía
desabrochaba ella también mi pantalón, bajo el cierre rápidamente y se paro
solo para terminar sacándome los pantalones y yo quedar completamente desnuda
ante sus ojos. Pero ella no se molesto en tomar un poco de tiempo para
observarme y a decir verdad yo tampoco quería que lo hiciera. Éramos parecidas!
Las dos sabíamos que es lo que cada una necesitaba y quería. ¿Era Porque éramos
parientes? ¿O era el hecho de que las dos éramos mujeres?. Que importaba!
Estaba gozando, eso era lo importante
Luego de quitarme el
pantalón volvió a apoyarse sobre mí. Estaba ardiendo! Y para mi sorpresa yo también!
Las dos teníamos un dejo de sudor sobre nuestra frente. Sin embargo el calor
era agradable. Jane seguía besándome mi pecho, mis senos, mi boca. Pero el
calor me abombada, ya no quería que siguiera con el "juego previo a",
quería que pusiera su lengua sobre mi vagina y la lamiera como una loca. Lo
deseaba, lo necesitaba.¡ Quería decírselo! ¿Cómo mierda se lo decía?¡ Me daba
vergüenza! Porque mierda era tan retrógrada?¡ Pero no podía mas, yo estaba a
mil!, así que instantáneamente acerque su cara a la mía y le bese el oído para
luego decirle: "lámeme". Qué vergüenza ahora que lo pienso, pero en
ese momento llego a parecer normal. Recuerdo que Jane me miro con los ojos
desorbitados, mi palabra la había excitado y lo primero que hizo fue besarme en
la boca de una manera aplastante, metió su lengua y me empujo gimiendo al mismo
tiempo. Luego pareció obedecerme y bajo hasta mis piernas. ¡Finalmente! Abrió
mis piernas y me empezó a lamer como una condenada. ¡Lo hacía tan bien! Ella
sabia como y no tenía ningún problema en hacerlo una y otra vez. Era perfecta.
Su lengua y labios succionaban mi clítoris de una forma insistente y luego
pasaba su lengua a mi vagina para tratar de introducirla, lamiéndome y chupar
todos mis jugos, que por cierto, eran en cantidades impresionantes! No sé cómo
no me quede seca. Por un momento trate de mirarla, para ver como lo hacía, pero
lo único que vi fueron sus cabellos entre medio de mis piernas. Me volvía loca,
y para sentirme mejor y disfrutar eche mi cabeza hacia atrás y me deje llevar.
Simplemente lo hice, no pensé en nada y disfrute. Fue ahí cuando por fin tuve
el orgasmo más grande mi vida y el único hasta ese momento que había tenido con
Jane y todo gracias a un detalle: "no pensé en nada". Estaba agotada!
Pero ahora sabía que era mi turno de darle placer a Jane. Pero como no
reaccione de inmediato Jane volvió a colocarse encima mío y a besarme
apasionadamente. Esta vez se movía de esa manera tan peculiar: como si fuese un
hombre. Un hombre! Mire a los ojos de Jane mientras lo hacía. Sus ojos,
aquellos tan negros y a veces distantes. Aquellos ojos que vi reflejados en
Edward!. Edward! No, no podía ser que estuviera pensando en él en este momento.
No podía ser. Trate de olvidarme y recordar que estaba con Jane, con mi Jane!.
Con ese cuerpo de mujer, esa figura de mujer. Esa delicadeza y comprensión.
Pero la imagen de Edward rebotaba en mi cabeza. Estaba recordando aquellas
palabras que me dije: "ante esa agresividad que demostraba al vestir con
ropa ajustada y oscura, era en realidad un hombre tan dulce", "Me
imagine por un momento una "Jane" en versión hombre. Me agrado
mucho". No! No quería recordarlas! Quería borrar a Edward de mi mente,
tener a Jane encima de él. Por dios! Estaba pensando de nuevo en la cama!! Y lo
peor es que estaba pensando en Edward cuando estaba con Jane!. Que sucia! Me
sentía despreciable! No quería que Jane se enterase. No quería que tocara tal
suciedad! No podía tolerarlo!.
Volví en mi, tenía a
Jane encima mío, desnuda. Sentí que me despertaba recién de una horrible
pesadilla. Tenía que quitármela, tenía que quitarme ese pensamiento de encima.
Y sin más empuje a Jane a un lado y me levante de la cama rápidamente. Tome mi
ropa, me vestía lo más rápido que podía.
Odisea, ¿qué haces? ¿Te
molesto algo? – Yo la miraba, ojala que comprendiera. No sabía que contestarla.
No le dije nada. No podía decirle nada. Por poco salgo corriendo, pero antes de
poder hacer Jane también se vestía rápidamente para evitar que me fuera.
Sin embargo fui yo
quien se alcanzo a vestir y fui yo quien salió corriendo. Escuchaba la voz de
Jane gritar por mi nombre. Pero yo estaba desesperada. Quería salir, no quería
que supiese, no quería que se ensuciara. ¿Porque pensé en Edward?¡ Porque confundí
amor con un simple deseo sexual?¡ Porque metí a Edward dentro de una cosa tan
hermosa como hacer el amor con Jane. Porque aquellos ojos negros me recordaron
a los de Edward? Estaba desesperada. No sabía qué hacer. Que decir, como
reaccionar. Deje a Jane sola en el departamento Sin ninguna explicación ni para
ella, ni para mí. ¿Qué era lo que debía hacer? ¿Confesarle la verdad? ¿Cómo podría?
Conociendo a Jane era capaz de cualquier cosa.
Me quede sola, camine
sin rumbo por un par de horas. No quería retornar. Ojala alguien me despertara
de tamaña pesadilla. Quería ver a Jane, pero tampoco quería. ¿Qué fue lo que me
paso?
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quien serA ESTE CHICO DIOS ME DEJASTE CON UNA GRAN CURIOSIDAD POR SABER MAS ANSIOSA POR EL SIGUIENTE
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