Ella, Tu, Yo... Te amo - Mayra (Capítulo 29)

Capitulo 29 

“Intentarlo contigo”

Se estiró antes de abrir los ojos, el fuerte dolor de cabeza le era insoportable, aun con la vista casi nublada notó que no se encontraba en su habitación e instantáneamente pequeños destellos llegaron a su mente de lo ocurrido la noche anterior. No recordaba mucho, pero si el hecho de que Ana se había encargado de ella y la había llevado a su casa.

La busco con la mirada pero no encontró rastro alguno del paradero de ella, se incorporo quedando momentáneamente sentaba a la orilla de la cama, de pronto sintió un fuerte malestar como consecuencia de la resaca y, se puso de pie corriendo a toda prisa hasta llegar al baño, algo de su estomago le provocaba terribles nauseas las cuales subían hasta su garganta.

Después de expulsar dentro del retrete todo el alcohol aún contenido en su estómago, escuchó el sonido del agua de la regadera, se dio la vuelta para buscar de donde provenía ese ruido y literalmente se quedo la boquiabierta.

Desde la mampara de cristal se podía observar claramente a Ana duchándose, sin ni siquiera imaginar que estaba siendo contemplada.

Su respiración se detuvo por un instante, sus mejillas se encendieron en respuesta a lo apenada que se sintió por estarla viendo como dios la trajo al mundo, pero a pesar de eso no podía evitar seguir contemplando su hermosa anatomía.

Le parecía tan bella tanto o más que una verdadera diosa, el observarla de esa forma tan al natural con el agua deslizándose sobre su cuerpo y cómo las gotas se formaban sobre su piel color miel, le pareció tan excitantemente atractivo, sintió pequeños latidos en el centro de su sexo con solo imaginarse, bebiendo, lamiendo cada una de esas gotas que se posaban sobre su piel y, cómo éstas se detendrían en sus hermosos senos. Y sólo de imaginarse chupando esos duros y firmes pezones mientras le acariciaría su espalda hasta llegar a sus nalgas y las tomaría con fuerza para pegar su cuerpo al de ella. Oler y sentir su piel húmeda recién lavada y fresca… Siguiendo esas pequeñas gotas esparcidas por toda su piel, viendo cómo estas se perderían en medio de sus piernas mojando su sexo perfectamente depilado y cómo las atraparía con su boca y lo bebería todo…

Estaba tan inmersa en sus pensamientos y en lo que sus ojos no dejaban de detallar que no advirtió que Ana se había percatado de su presencia.

Ana en un principio al verla se sorprendió y se ruborizo, pero cuando notó su mirada llena de deseo una pequeña sonrisa se dibujó en sus labios.

Deslizó la mampara para abrirla, a Cristina le provocó un pequeño sobresalto por la sorpresa de verse descubierta, su primer impulso fue salir corriendo pero sabía que no sería buena idea y esa actitud sería bastante infantil.

-Eh…yo…-Cristina intentaba decir algo pero no logró articular palabra alguna -Me pasas la toalla- Dijo Ana en un tono serio con toda tranquilidad…

-Si…-contesto nerviosamente y se giró en busca de ella

-Gracias- dijo Ana tomando la toalla que le tendía mientras por dentro sonreía por la cara tan nerviosa que tenia Cristina.

Sin moverse de su lugar se seco el rostro y el cabello, sabía que de alguna manera la estaba torturando, por eso no se cubrió y con toda la calma fingiendo poco interés de que Cristina la viera en su estado natural, cruzo muy cerca de ella y cogió el albornoz con el cual lentamente se cubrió.

Cristina intento por todos los medios disimular y no seguir mirándola, pero le sorprendió mucho la actitud tan tranquila que mostraba Ana, como si no le importara que ella observara cada detalle de su cuerpo desnudo.

-¿Estás bien?- pregunto Ana ya con el albornoz puesto.

-Sí. –contesto pensando en que hasta el dolor de cabeza se le había quitado del susto. Pero sentía otro dolorcito en el vientre y otro más placentero un poco más abajo

-Bien…voy a vestirme y creo que tú también deberías hacer lo mismo

Cristina miro su cuerpo y vio que solo llevaba la ropa interior entonces pensó en lo fácil que hubiera sido haberla botado y haberse metido a la ducha con Ana, sacudió la cabeza para borrar aquella idea…

-¿No?-pregunto Ana extrañada por su movimiento de cabeza

-Sí… sí pero…quisiera darme un baño antes ¿Te importaría?

-No adelante, ahora busco algo de ropa para que te pongas –dijo Ana en un intento de salir del baño pero más tardo en lo que dijo que en lo que regresó. Sacó una toalla del mueble- aquí tienes una toalla limpia…ah y ahí hay otro albornoz.

Después de señalar donde estaba colgado el albornoz la miró, había quedado cerca de ella, pero dio dos pasos más para acercase, y sin poderlo resistir la beso.

El beso fue tan sorpresivo para Cristina pero lo sintió tan bien que solo se dejo llevar por los movimientos tan suaves y tiernos de los labios de Ana.

-Te espero en la cocina -dijo Ana al separase de ella dejando una suave caricia en su mejilla.

Victoria nunca le había gustado dar molestias mucho menos hacer uso de “buenos contactos” pero en este caso por tratarse de Daniela, movió sus influencias. Después de haber hecho lo necesario, ahora sólo esperaba que saliera tras aquella puerta su “Clienta”, cuando por fin la vio aparecer sonrió de alegría pero esa sonrisa se borro instantáneamente al apreciar el aspecto demacrado de su amiga. Observó en sus ojos la tristeza y un poco de vergüenza en el rostro de ella… -¿Estás bien?-pregunto Victoria cuando ya estaba junto a ella.

-Mejor que nunca- contesto irónicamente Daniela

-Vale respondió Victoria…-Ignorando lo irónico de su respuesta- Ya está todo listo para que podamos marcharnos, ahora te entregan tus pertenencias y nos vamos…

De camino a casa Daniela no dijo nada solo miraba hacia la ventanilla Victoria respetaba su silencio pero sentía tristeza e impotencia por no saber cómo ayudarla. Victoria detuvo el auto ya frente a casa de Daniela

-Hemos llegado, ya estás en casa- dijo Victoria

-Victoria gracias por todo… Podrías enviar la cuenta de tus honorarios a la empresa ya te mandaré un cheque…

-¿Pero qué dices?- pregunto algo ofendida- Daniela; lo que hice por ti fue como amiga no como profesional… Porque para mí tu eso eres “Una amiga”… Aun que yo para ti tal vez no lo sea…

-Claro que lo eres… Lo siento…Gracias, muchas gracias por ayudarme tan desinteresadamente y más aún por tu amistada- dijo Daniela con sinceridad…

-No tienes por qué agradecer nada, la amistad no se agradece solo se recibe…

-Bueno pues… ya te dejo debes estar cansada –dijo Daniela a modo de despedida

-Un poco si… Dani sabes que cuentas conmigo, si quieres hablar o quieres compañía yo estoy aquí para ti siempre que me necesites ¿Ok?

-Lo tendré en cuenta-se despidió con un beso en la mejilla.

Cristina bajo y fue directo a la cocina ahí se encontró Ana que ponía la mesa

-Ven siéntate ya está todo listo –dijo Ana al verla

- Esto se ve muy rico pero no sé si me estómago lo acepte

- Esta sopa te va a caer muy bien…anda come

Cristina se acerco a ella y con su dedo índice limpio una pequeña mancha de salsa que tenía en la comisura de su labio, se le quedo mirando y como si de un imán se tratara fue atraída por su boca a la que beso.

Ana puso una mano sobre su cintura y otra sobre su mejilla para intensificar el beso. Luego de unos segundos se detuvieron Ana la abrazó con fuerza poniendo su rostro sobre su hombro respirando ese olor que tanto le gustaba.

-Cris… porque me haces esto…me pides que te deje y luego eres tú la que propicia todo…Yo prometí no seguir con esto por el bien  ambas…de Dani

-Daniela ya no tiene nada que ver esto

-Cómo no va a tener nada que ver, si ella es tu pareja

Cristina corto el abrazo y busco los ojos de Ana.

-Ya no estamos juntas... Hemos terminado, pensé mucho en dar este paso, pero ya no podíamos seguir así… Ana quiero intentarlo contigo- dijo Cristina mirándola a los ojos.

Ana se quedo sorprendida, pero una felicidad la embargo tanto que no pudo reprimir el instinto de volver a besarla…

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