Capítulo 3
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De todas las posibilidades que tenías esta era
la menos pensada – dijo Lena
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Tienes toda la maldita razón
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¿Quieres dejar de caminar de acá para allá que
ya me estas mareando? – me decía Lena poniéndose en frente mío
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¿Era ella – dije riéndome – al fin la encontré
Lena, sabes lo que es eso??
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Bueno en si no la encontraste, digamos que fue
el destino, que por cierto tardo unos seis añitos jajaja, espera un segundo
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¿Qué pasa? – le pregunto preocupada, veo que
Lena va hasta el escritorio y busca algo en los cajones. Saca unos lentes de
sol y se los pone.
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El brillo de tus ojos me están encandilando –
me decía mientras reía. Agarre un almohadón del sillón y se lo tire, intentando
sacarle esa sonrisita que tenía.
Se acerca a donde estoy y se sienta a mi lado
ya más tranquila y más enserio me dice
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¿Por qué le dijiste que se reúna conmigo mañana
si sabias que era ella?
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Porque vi que ella no me reconoció ni nada. No
vi alguna señal de su parte. Y está bien, quizás no me recuerde, no tiene por
qué hacerlo – dije intentando convencerme más yo q a Lena
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Alguien que pasa una noche con una extraña y le
deja en la almohada una rosa con una nota pidiendo perdón, yo creo que me
acordaría. Este no era el lugar ni el momento para q y te diga: ¿Ehh no me
revolqué con vos hace 6 años??? – eso ultimo hace que me ría con ganas y Lena
que estaba seria también empezó a reírse
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Tienes toda la razón, soy una idiota
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No, no lo eres solo que yo lo veo con otros
ojos y bue y vos con ojos de gatita
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Que haría yo sin vos, amiga mía – dije mientras
la abrazaba
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Pues nada nena – dijo mi amiga riéndose y
abrazándome fuertemente – ahora si no te importa tengo que irme a una cena que
tengo – dijo mientras se ponía de pie
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¿Con Raúl? – pregunte con un tomo que dejaba
que desear
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Mmm no se si contestarte a eso porque ya se lo
que viene a continuación – dijo mientras se ponía el abrigo y se encaminaba a
la puerta
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Sabes que no me gusta, hay algo en el que me
desagrada con por completo.
Raúl era el novio de mi amiga, un tipo bastante
desagradable para mi gusto, Lena merecía algo mejor que eso. Yo sostenía que él
era bastante controlador y celoso a lo que mi amiga me decía que nada que ver,
que eran suposiciones mías nada más, pero sabía que no era así, solo esperaba
que Lena se diera cuenta y lo dejara.
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Vale, salgamos. Ya quiero estar en casa. – dije
mientras acompañaba a Lena
Al llegar a casa me pareció extraño que
estuviera todo tan tranquilo, busco a
Flor por todos lados y nada, me dije a mi misma que quizás se le había
complicado en el hospital. Voy hasta el dormitorio y me pongo una ropa bastante
cómoda despojándome de mi día de trabajo, miro la mesita de luz y veo la foto q
posaba ahí mismo: Flor y yo, hacía siete años que estábamos juntas, para mi toda
una vida para ella no tanto, a sus 33 años era toda una linda mujer, me quede
mirándola un buen rato y no pude evitar que se me cruzara por la cabeza Sol.
Dos mujeres totalmente diferente que pegaron fuertemente en mi, aunque
tristemente debo reconocer que la única noche que tuve con Sol jamás lo puede
encontrar el Flor y eso me hizo sentir peor de lo que estaba.
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Porque tuviste que cruzarte en mi camino Sol. –
me dije con dolor.
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