- Mierda!!! – Maldijo al ver que no funcionaba, llevaba más de media mañana renegando con el aparato
- No logras repararla??? – preguntó mientras dejaba una taza de café negro sobre la mesada.
- No y lo peor de todo es que no sé que es lo que pasa con ella – se fue hacia la parte de atrás de la máquina y le sacó la carcasa
- Yo creo que está descompuesta!!! – lo dicho era una obviedad
- Qué inteligente Lara!!! – asomó la cabeza para mirarla – Ahora dime… En dónde se cortan dos rectas paralelas???
- Eso es fácil – se apoyó en la mesada con aires de grandeza – porque dos rectas paralelas no se cortan en ningún punto
- Niños!!! – exclamó mientras limpiaba la grasa de sus manos con un paño – O se cortan en el infinito… Si pretendes quedarte aquí deberás quitarte de la cabeza esa concepción pre-medieval que tienes sobre el universo – Arrojó el trapo contra la máquina – Ah – recalcó con el dedo en alto – Y que no todo lo que te dijeron en la escuela es cierto…
- Hoy tienes un sentido del humor particular – El regaño era válido pero su habilidad para saltar los obstáculos era inmensamente creativa y por esa razón estaba allí, entre los mejores…
- Lo siento… – reconoció que sólo estaba pagando con ella sus frustraciones – hoy no ha sido un gran día y esto que no funciona – se refirió a la máquina que estaba medio desarmada en frente de ella
- Mira el lado positivo de la situación – trató de animarla
- Lo tiene??? – preguntó irónica y amargada
- Claro!!! Y es que hace 10 minutos terminó tu turno – y señaló el reloj
- Oh!!! No me he dado cuenta – Rápido corrió hasta el lavamanos
- Si pretendes no tener la cara por el piso todo el día… deberías leer un poco sobre el Ying Yang y el Feng Shui, si te queda algo de tiempo libre – se encogió de hombros – para quitarte de la cabeza todas esas concepciones europeas…
- Eres genial – contestó con una sonrisa
- Lo sé – y la volvió a hacer sonreír
- Tendrás mis recomendaciones para el puesto, que no te quepa duda – apretó su brazo como muestra de afecto
- Era lo único que quería escuchar
- Me voy – dijo después de consultar la hora en el reloj de pared – Llego tarde…
- Emma – escuchó cuando estaba a punto de salir por la puerta
- Qué pasa Lara???
- Te vas en bata – la señaló para que se mirase
- Oh!!! – rápido se sacó su bata blanca y la dejó en un taburete – adiós
- Emma!!! – la llamó insistente
- Qué??? – preguntó cansina parecía que no iba a salir nunca más
- Te dejas el portafolio y tu bolso – se acercó a buscarlos en el pequeño armario donde siempre los guardaba – Emma te sientes bien???
- Sip… Por qué lo preguntas???
- No sé te noto como distraída – Y eso había sido toda la mañana, Emma era su modelo a seguir: joven, destacada, y lo mejor de todo, y no tan nerd… pero hoy… hoy parecía no ser ella.
- Sólo estoy algo cansada, de seguro es eso… y gracias por preocuparte – salió definitivamente.
Después de los saludos rutinarios en su partida, el sol y el aire de la calle fueron un soplo de vida… Pero su panza estaba algo revuelta, estaba nerviosa y era conciente del por qué… Llenó sus pulmones de aire, esperando encontrar el valor una cuadra antes de llegar a la academia.
- No has contestado a mis llamadas – la encontró parada al lado de la barra – felicitaciones!!! Veo que has dejado la muleta – Estaba contento.
- Sí!!! – contestó con alegría – el Dr. dijo, esta mañana, que ya podía dejarla… sólo llevo venda por precaución – lo miró a los ojos – y lo siento, he estado ocupada, por las llamadas, digo…
- Bah… no importa, no era nada importante – se acercó a hasta ella – sólo quería saber como estabas, no te he visto desde el viernes por la noche…
- Bien!!! Estoy bien!!!– nerviosa buscó alejarse algo, en ella y en ellos, había cambiado – y tú que tal???
- Lo mismo que todos los días – sonrió apenado – te has enterado de la nueva???
- Qué ha pasado esta vez ??? – Agradeció el cambio de rumbo de la conversación
- Emma… – Le dio la espalda con la excusa de agarrar una botella de agua, si escuchar su nombre era un latigazo en el vientre no quería ni pensar en la cara que debía poner. Ben la hubiera leído al instante y todavía no estaba preparada para hablar – Se saltó la Junta del viernes y la van a sancionar
- Qué??? – lo miró fijo a los ojos
- Ya sabes – se encogió de hombros – Papá dice que ha sido una “insolencia” – negó con la cabeza
- No lo hizo a propósito y lo sabes – la defendió
- Claro!!! Yo era el dailer de la mesa – se encogió de hombros otra vez – pero ya sabes cómo es mi padre…
- Sí – se ahorró los insultos, era gastar saliva en vano y siempre ocurría lo mismo, sólo la llevaba a pelear con Ben – Qué se puede hacer??? – recordó una rara promesa
- Con qué??? – preguntó algo perdido
- Con respecto a la sanción… hay alguna posibilidad de poder esquivarla???... O??? – no terminó de formular correctamente, y es que sonaba raro, ella preocupándose por otros…
- Eso… – la miró un segundo ¿Qué pasaba con ella? – es lo bueno de esta academia, está corrompida por donde la mires… De seguro algo se puede hacer – la vio sonreír – pero tú no te preocupes… Bodo se ha desayunado con la noticia y ha estas horas – consultó el reloj – ya debe tener algo planeado… – Jenny miró también la hora, faltaba poco para que llegara
- Claro – no estaba segura, si Bodo lo hacía la que fallaba era ella ¿La profesora Müller lo recordaría? ¿La había tomado en serio? ¿Tenía validez después de lo que había pasado? Todo eran preguntas y más preguntas…
- Jenny – Ben tocó su hombro – te sientes bien??? – estaba preocupado por ella, esos ojos negros habían sido amigos desde que ella había llegado a la academia. Había sufrido, reído y sentido placer con ellos
- No pasa nada – y otra vez le esquivó la mirada
- Esta bien… Te apetece un café???
- Claro, eso sería genial…
- Vamos
Dobló en la esquina y a la distancia ya le veía caminar de un lado para el otro, como un gato enjaulado. Se dijo “Problemas” y los esperaba, el fin de semana no había parado de darle vueltas al asunto. Agradeció que fuera Bodo quien la esperaba impaciente y no la profesora Hartmann pidiendo explicaciones acerca de ciertas conductas inapropiadas interpretadas en su casa. Él la vio y espero hasta que lo alcanzara…
- Hola – primero le saludó en vez de entrar a gritar como un loco
- Hola – le correspondió con una sonrisa
- Tenemos problemas, una vez más – Su mirada era demasiado triste y cansada como para bromear
- Tu despacho o mi salón??? – El brazo de su amigo llegaba hasta sus hombros para acompañarla en la caminata a la entrada. Siempre hacía lo mismo y él parecía estar dispuesto a recibir las pedradas junto a ella.
- Mi despacho – afirmó – allí tengo el whiskey – bromeó
- Qué tonto eres!!!
- Qué pasa??? – preguntó al verla con la taza a pegada en su boca, sin beber y con los ojos clavados en Emma y Bodo que pasaban con rumbo a la escalera – Jenny???
- Qué?... – preguntó cuando salió de su ensoñación
- Yo tampoco me lo creo… – afirmó mientras los seguía con la mirada
- Qué es lo que no crees???
- Qué no sean nada!!! – sorbió su café – son demasiado demostrativos y obvios – los miró una vez más, inspeccionándolos – Creo que a la larga no podrán ocultarlo más, él es más evidente…
- Qué es lo que quieres decir??? – sabía perfectamente de que hablaba pero se rehusaba a creer
- Jenny por favor!!! – le abrió los ojos y la boca en demasía poniendo cara de tonto – Qué son amantes!!!
Él la defiende como un príncipe a una princesa y no le culpo… ella tiene algo de cuento de hadas…
- De cuento de hadas??? – Eso la había dejado descolocada
- Sí!!! Como que… no sé bien cómo explicarlo… pero toda esa perfección – uso sus manos para darse a entender – y pasión que emana da la sensación… no sé… como si tuviera el poder de poner el mundo a su pies – sonrió de medio lado – pero no lo hará jamás por ser demasiado imperfecto desear tanto… entiendes lo que quiero decir?
- Algo… – Claro que lo entendía y lo sentía tan dentro quemando, en sus labios dolorosos y en la puntada que tenía en la entrepierna cada vez que recordaba su beso. Lo que no estaba del todo claro era lo que significaba – Pero creo que ellos sólo son amigos… verdaderos amigos
- ¿Cómo nosotros? – Levantó la ceja provocador
- Eh… – si ella lo hacía con Ben por qué razón Emma no lo haría con Bodo. – No es lo mismo… tú sabes…
- Jajaja – se burló de ella – Hey!!! Era broma… Me parece intrigante
- Qué???
- Saber lo que puede hacer una princesita en la cama…
- Ben!!! – reprochó la mirada lasciva que había puesto
- Qué???!!! – se atajó con la lógica – Piensas que ella no tiene sexo??? Qué no desea a nadie???
- Ya… – la frase era real, tan real como lo era la marca que llevaba en el cuello. ¿Con cuantas personas se acostaría? ¿Con hombres; con mujeres? ¿Encuentros esporádicos? ¿Pareja estable? Tantas preguntas y ni una sola respuesta… Tantos celos y tan fuera de lugar…
- Pues… yo creo que sí y… – se hecho para atrás en la silla y abrió sus piernas, arrogante – y que Bodo es su sirviente fiel
- Nunca dejarás de pensar con las pelotas – debía herirlo… porque él lo estaba haciendo con ella – gracias a dios, Bea se dio cuenta a tiempo – abandonó la mesa dejando a Ben con un puñal clavado en el pecho y sin palabras.
- Transmitida de generación en generación, donde los conceptos culturales están plenamente arraigados – Estaba parada en medio de su salón escuchando lo que Sophie decía…
- Si hablamos de similitud cultural, tenemos que hablar de etnia… grupos de personas con lengua, raza y religión similares… No es así??? – siempre fomentando el criterio propio
- Si!!! – respondió su clase
- Bueno, siguiendo la premisa tan simple que planteamos: Una persona irlandesa que toque Blues jamás podrá llamar a su música “folklore” debido a que él no es descendiente de afroamericanos
- Eso es algo radical – luzi
- Sólo es una suposición… y una realidad al mismo tiempo – los miró a todos – Y cómo Uds. son jóvenes y rebeldes no lo aceptan y ahora pregunto: ¿Qué hacemos para cambiarlo? – espero a ver las ocurrencias de sus alumnos, era fantástico ver sus rostros pensativos pero escuchar sus palabras no tenía precio…
- Quizás…
- Si? – puso toda su atención él, no era muy aplicado pero era el más creativo y una parte de ella estaba convencida que en el mundo de la música la creatividad lo era todo, si lograba conservarla llegaría lejos.
- Se puede modificar la definición de Folklore o eliminar directamente, excusándola de inapropiada
- ¿Cómo sería eso, Timo? – era una frase bonita pero no estaba segura de que él entendiera el peso de sus propias palabras
- Bueno, por la degeneración a causa de la mezcla – lo incitó con su mano para que siguiera – son pocas la civilizaciones que se mantienen aisladas y eso haría que sólo las personas que no tienen mezcla puedan mantener intacta su música transmitida de generación en generación
- Sí… estas en lo correcto – le sonrió no la defraudó – las corrientes inmigratorias son cada vez más grandes y sería estúpido, de nuestra parte, pensar que cuando una persona migra deja sus costumbres. Y cómo somos seres sociables, unos más que otros, las compartimos… ó las imponemos, generando un hibrido y dejando atrás la música típica del lugar. El concepto más cercano es el de popularidad y queda como tarea para mañana – volvió a su escritorio – que tengan buena tarde!!!
Esperó como siempre apoyada en su escritorio a que sus alumnos salieran, mirando hacia la puerta con regularidad, sabía que no tardaría mucho en llegar… y llegó… allí estaba parada y vestida de una manera muy diferente a la última vez que la vio. Más clásica y simple que nunca: unos jeans oscuros, un suéter de hilo negro y las botas del mismo color. Sin la muleta y su cabello recogido…
- Pasa – hizo una mueca algo extraña con sus labios – te estaba esperando – Asintió con la cabeza y cerró la puerta.
- No logras repararla??? – preguntó mientras dejaba una taza de café negro sobre la mesada.
- No y lo peor de todo es que no sé que es lo que pasa con ella – se fue hacia la parte de atrás de la máquina y le sacó la carcasa
- Yo creo que está descompuesta!!! – lo dicho era una obviedad
- Qué inteligente Lara!!! – asomó la cabeza para mirarla – Ahora dime… En dónde se cortan dos rectas paralelas???
- Eso es fácil – se apoyó en la mesada con aires de grandeza – porque dos rectas paralelas no se cortan en ningún punto
- Niños!!! – exclamó mientras limpiaba la grasa de sus manos con un paño – O se cortan en el infinito… Si pretendes quedarte aquí deberás quitarte de la cabeza esa concepción pre-medieval que tienes sobre el universo – Arrojó el trapo contra la máquina – Ah – recalcó con el dedo en alto – Y que no todo lo que te dijeron en la escuela es cierto…
- Hoy tienes un sentido del humor particular – El regaño era válido pero su habilidad para saltar los obstáculos era inmensamente creativa y por esa razón estaba allí, entre los mejores…
- Lo siento… – reconoció que sólo estaba pagando con ella sus frustraciones – hoy no ha sido un gran día y esto que no funciona – se refirió a la máquina que estaba medio desarmada en frente de ella
- Mira el lado positivo de la situación – trató de animarla
- Lo tiene??? – preguntó irónica y amargada
- Claro!!! Y es que hace 10 minutos terminó tu turno – y señaló el reloj
- Oh!!! No me he dado cuenta – Rápido corrió hasta el lavamanos
- Si pretendes no tener la cara por el piso todo el día… deberías leer un poco sobre el Ying Yang y el Feng Shui, si te queda algo de tiempo libre – se encogió de hombros – para quitarte de la cabeza todas esas concepciones europeas…
- Eres genial – contestó con una sonrisa
- Lo sé – y la volvió a hacer sonreír
- Tendrás mis recomendaciones para el puesto, que no te quepa duda – apretó su brazo como muestra de afecto
- Era lo único que quería escuchar
- Me voy – dijo después de consultar la hora en el reloj de pared – Llego tarde…
- Emma – escuchó cuando estaba a punto de salir por la puerta
- Qué pasa Lara???
- Te vas en bata – la señaló para que se mirase
- Oh!!! – rápido se sacó su bata blanca y la dejó en un taburete – adiós
- Emma!!! – la llamó insistente
- Qué??? – preguntó cansina parecía que no iba a salir nunca más
- Te dejas el portafolio y tu bolso – se acercó a buscarlos en el pequeño armario donde siempre los guardaba – Emma te sientes bien???
- Sip… Por qué lo preguntas???
- No sé te noto como distraída – Y eso había sido toda la mañana, Emma era su modelo a seguir: joven, destacada, y lo mejor de todo, y no tan nerd… pero hoy… hoy parecía no ser ella.
- Sólo estoy algo cansada, de seguro es eso… y gracias por preocuparte – salió definitivamente.
Después de los saludos rutinarios en su partida, el sol y el aire de la calle fueron un soplo de vida… Pero su panza estaba algo revuelta, estaba nerviosa y era conciente del por qué… Llenó sus pulmones de aire, esperando encontrar el valor una cuadra antes de llegar a la academia.
- No has contestado a mis llamadas – la encontró parada al lado de la barra – felicitaciones!!! Veo que has dejado la muleta – Estaba contento.
- Sí!!! – contestó con alegría – el Dr. dijo, esta mañana, que ya podía dejarla… sólo llevo venda por precaución – lo miró a los ojos – y lo siento, he estado ocupada, por las llamadas, digo…
- Bah… no importa, no era nada importante – se acercó a hasta ella – sólo quería saber como estabas, no te he visto desde el viernes por la noche…
- Bien!!! Estoy bien!!!– nerviosa buscó alejarse algo, en ella y en ellos, había cambiado – y tú que tal???
- Lo mismo que todos los días – sonrió apenado – te has enterado de la nueva???
- Qué ha pasado esta vez ??? – Agradeció el cambio de rumbo de la conversación
- Emma… – Le dio la espalda con la excusa de agarrar una botella de agua, si escuchar su nombre era un latigazo en el vientre no quería ni pensar en la cara que debía poner. Ben la hubiera leído al instante y todavía no estaba preparada para hablar – Se saltó la Junta del viernes y la van a sancionar
- Qué??? – lo miró fijo a los ojos
- Ya sabes – se encogió de hombros – Papá dice que ha sido una “insolencia” – negó con la cabeza
- No lo hizo a propósito y lo sabes – la defendió
- Claro!!! Yo era el dailer de la mesa – se encogió de hombros otra vez – pero ya sabes cómo es mi padre…
- Sí – se ahorró los insultos, era gastar saliva en vano y siempre ocurría lo mismo, sólo la llevaba a pelear con Ben – Qué se puede hacer??? – recordó una rara promesa
- Con qué??? – preguntó algo perdido
- Con respecto a la sanción… hay alguna posibilidad de poder esquivarla???... O??? – no terminó de formular correctamente, y es que sonaba raro, ella preocupándose por otros…
- Eso… – la miró un segundo ¿Qué pasaba con ella? – es lo bueno de esta academia, está corrompida por donde la mires… De seguro algo se puede hacer – la vio sonreír – pero tú no te preocupes… Bodo se ha desayunado con la noticia y ha estas horas – consultó el reloj – ya debe tener algo planeado… – Jenny miró también la hora, faltaba poco para que llegara
- Claro – no estaba segura, si Bodo lo hacía la que fallaba era ella ¿La profesora Müller lo recordaría? ¿La había tomado en serio? ¿Tenía validez después de lo que había pasado? Todo eran preguntas y más preguntas…
- Jenny – Ben tocó su hombro – te sientes bien??? – estaba preocupado por ella, esos ojos negros habían sido amigos desde que ella había llegado a la academia. Había sufrido, reído y sentido placer con ellos
- No pasa nada – y otra vez le esquivó la mirada
- Esta bien… Te apetece un café???
- Claro, eso sería genial…
- Vamos
Dobló en la esquina y a la distancia ya le veía caminar de un lado para el otro, como un gato enjaulado. Se dijo “Problemas” y los esperaba, el fin de semana no había parado de darle vueltas al asunto. Agradeció que fuera Bodo quien la esperaba impaciente y no la profesora Hartmann pidiendo explicaciones acerca de ciertas conductas inapropiadas interpretadas en su casa. Él la vio y espero hasta que lo alcanzara…
- Hola – primero le saludó en vez de entrar a gritar como un loco
- Hola – le correspondió con una sonrisa
- Tenemos problemas, una vez más – Su mirada era demasiado triste y cansada como para bromear
- Tu despacho o mi salón??? – El brazo de su amigo llegaba hasta sus hombros para acompañarla en la caminata a la entrada. Siempre hacía lo mismo y él parecía estar dispuesto a recibir las pedradas junto a ella.
- Mi despacho – afirmó – allí tengo el whiskey – bromeó
- Qué tonto eres!!!
- Qué pasa??? – preguntó al verla con la taza a pegada en su boca, sin beber y con los ojos clavados en Emma y Bodo que pasaban con rumbo a la escalera – Jenny???
- Qué?... – preguntó cuando salió de su ensoñación
- Yo tampoco me lo creo… – afirmó mientras los seguía con la mirada
- Qué es lo que no crees???
- Qué no sean nada!!! – sorbió su café – son demasiado demostrativos y obvios – los miró una vez más, inspeccionándolos – Creo que a la larga no podrán ocultarlo más, él es más evidente…
- Qué es lo que quieres decir??? – sabía perfectamente de que hablaba pero se rehusaba a creer
- Jenny por favor!!! – le abrió los ojos y la boca en demasía poniendo cara de tonto – Qué son amantes!!!
Él la defiende como un príncipe a una princesa y no le culpo… ella tiene algo de cuento de hadas…
- De cuento de hadas??? – Eso la había dejado descolocada
- Sí!!! Como que… no sé bien cómo explicarlo… pero toda esa perfección – uso sus manos para darse a entender – y pasión que emana da la sensación… no sé… como si tuviera el poder de poner el mundo a su pies – sonrió de medio lado – pero no lo hará jamás por ser demasiado imperfecto desear tanto… entiendes lo que quiero decir?
- Algo… – Claro que lo entendía y lo sentía tan dentro quemando, en sus labios dolorosos y en la puntada que tenía en la entrepierna cada vez que recordaba su beso. Lo que no estaba del todo claro era lo que significaba – Pero creo que ellos sólo son amigos… verdaderos amigos
- ¿Cómo nosotros? – Levantó la ceja provocador
- Eh… – si ella lo hacía con Ben por qué razón Emma no lo haría con Bodo. – No es lo mismo… tú sabes…
- Jajaja – se burló de ella – Hey!!! Era broma… Me parece intrigante
- Qué???
- Saber lo que puede hacer una princesita en la cama…
- Ben!!! – reprochó la mirada lasciva que había puesto
- Qué???!!! – se atajó con la lógica – Piensas que ella no tiene sexo??? Qué no desea a nadie???
- Ya… – la frase era real, tan real como lo era la marca que llevaba en el cuello. ¿Con cuantas personas se acostaría? ¿Con hombres; con mujeres? ¿Encuentros esporádicos? ¿Pareja estable? Tantas preguntas y ni una sola respuesta… Tantos celos y tan fuera de lugar…
- Pues… yo creo que sí y… – se hecho para atrás en la silla y abrió sus piernas, arrogante – y que Bodo es su sirviente fiel
- Nunca dejarás de pensar con las pelotas – debía herirlo… porque él lo estaba haciendo con ella – gracias a dios, Bea se dio cuenta a tiempo – abandonó la mesa dejando a Ben con un puñal clavado en el pecho y sin palabras.
- Transmitida de generación en generación, donde los conceptos culturales están plenamente arraigados – Estaba parada en medio de su salón escuchando lo que Sophie decía…
- Si hablamos de similitud cultural, tenemos que hablar de etnia… grupos de personas con lengua, raza y religión similares… No es así??? – siempre fomentando el criterio propio
- Si!!! – respondió su clase
- Bueno, siguiendo la premisa tan simple que planteamos: Una persona irlandesa que toque Blues jamás podrá llamar a su música “folklore” debido a que él no es descendiente de afroamericanos
- Eso es algo radical – luzi
- Sólo es una suposición… y una realidad al mismo tiempo – los miró a todos – Y cómo Uds. son jóvenes y rebeldes no lo aceptan y ahora pregunto: ¿Qué hacemos para cambiarlo? – espero a ver las ocurrencias de sus alumnos, era fantástico ver sus rostros pensativos pero escuchar sus palabras no tenía precio…
- Quizás…
- Si? – puso toda su atención él, no era muy aplicado pero era el más creativo y una parte de ella estaba convencida que en el mundo de la música la creatividad lo era todo, si lograba conservarla llegaría lejos.
- Se puede modificar la definición de Folklore o eliminar directamente, excusándola de inapropiada
- ¿Cómo sería eso, Timo? – era una frase bonita pero no estaba segura de que él entendiera el peso de sus propias palabras
- Bueno, por la degeneración a causa de la mezcla – lo incitó con su mano para que siguiera – son pocas la civilizaciones que se mantienen aisladas y eso haría que sólo las personas que no tienen mezcla puedan mantener intacta su música transmitida de generación en generación
- Sí… estas en lo correcto – le sonrió no la defraudó – las corrientes inmigratorias son cada vez más grandes y sería estúpido, de nuestra parte, pensar que cuando una persona migra deja sus costumbres. Y cómo somos seres sociables, unos más que otros, las compartimos… ó las imponemos, generando un hibrido y dejando atrás la música típica del lugar. El concepto más cercano es el de popularidad y queda como tarea para mañana – volvió a su escritorio – que tengan buena tarde!!!
Esperó como siempre apoyada en su escritorio a que sus alumnos salieran, mirando hacia la puerta con regularidad, sabía que no tardaría mucho en llegar… y llegó… allí estaba parada y vestida de una manera muy diferente a la última vez que la vio. Más clásica y simple que nunca: unos jeans oscuros, un suéter de hilo negro y las botas del mismo color. Sin la muleta y su cabello recogido…
- Pasa – hizo una mueca algo extraña con sus labios – te estaba esperando – Asintió con la cabeza y cerró la puerta.
Este era el momento complicado, la locura momentánea había sido un viaje en montaña rusa y estas paredes eran de cemento y ladrillos. No contenía camas con sábanas de seda ni sueños placenteros sólo bancos de estudios y meditación, en un lugar muy parecido a este había decidido que hacer con su vida, con sus anhelos y como llegar hasta ellos… Pero entre la maraña de variantes asimiladas jamás contempló algo como ella…
- Veo que tu pie ha mejorado – Los metros de distancia le daban cierta valentía. – Toma asiento, por favor – la invitó a sentarse en un banco mientras ella ocupaba el del frente, el tema era importante y delicado, no hablar con sinceridad y cara a cara mutaría el significado de cada palabra que pronunciara.
- Si… – se miró la extremidad inferior – bastante… – Se sentía extraña, había pasado todo el fin de semana recreando la situación, “el encuentro” y ahora que la tenía en frente, las cosas no se vislumbraban tan claras como en su mente. La noche pasada fue terrible, se sentía en carne viva y los pensamientos sobre la profesoras Müller era alcohol…
Las dos se quedaron calladas un instante, sin mirarse y cavilado la mejor forma de abordar la situación.
- Has terminado temprano tu clase… – fue lo primero que se le vino a la cabeza, mejor guardarse la confesión de llegar 15 minutos antes de la finalización sólo para escucharla hablar…
- Sí… – respondió a secas. Sentía el calor llegar a sus mejillas
- Qué tocaba hoy??? – intentó sacar conversación, dado a que Emma parecía no estar demasiado predispuesta a la charla
- Folklore – Dios esto era embarazoso!!! La había besado, apretado contra una pared y lo más escabroso de todo: había deseado su cuerpo… y ahora solo se le ocurría escupir monosílabos???. Comenzó a ponerse colorada de sólo recordarlo…
- Ummm – asintió con su cabeza dando a entender que conocía de lo que hablaba – la eterna discusión de los músicos jóvenes…
- Sí… – Basta!!! Deja de hacerlo!!! se pidió a ella misma… – Jenn… – se corrigió mientras se levantaba – Profesora Hartmann… Reconozco que tenemos un pendiente personal pero no sé si este es el mejor lugar para hablarlo – jugaba con sus manos nerviosamente y bajó la cabeza algo avergonzada
- Quieres que lo hablemos en mi casa??? – Preguntó melosa intentando bromear para dilatar la situación pero había fracasado en el intento, los ojos de Emma estaba abiertos de par en par – O en cualquier otro lugar – estaba quedando en ridículo y pasando por desesperada – por mí, da igual… – sonrió nerviosa, esto no era lo que había imaginado
- Eh… Eh… grrrhhhr – raspó su garganta – Antes que todo, quiero disculparme, yo… yo… yo… – Buscaba en su cabeza las palabras correctas y el acopio de fuerza para soltarlas… sabiendo que la movida era fundamental y si lo que buscaba era el perdón debía ser franca aunque significase quedar como un imbécil frente a Jennifer.
- Tú??? – algo que intentaban ser palabras salían de su boca pero no decían nada. Era irritante de a ratos pero la hacía sonreír, parecía que todo en Emma generaba una misma respuesta corporal: la sonrisa y el temblor en sus piernas
- Como que yo… yo… bueno – la miró a los ojos – Sé lo que he hecho y sé que ha sido mi culpa –Esperó a que metabolizara la frase
- Culpa??? – Algo que ella no había sentido ni en su momento ni ahora. Ninguna de las personas con las que había estado, jamás le hablaron de culpa. ¿Qué podía esperar de ella? ¿De alguien como ella? ¿Del perfecto desconocido? Recordó por qué se acostaba con Ben y lo compartida que era la sensación, quizás no muy madura pero real.
- Sí… – cada vez estaba más atormentada – culpa, yo fui quien incitó a que pasara…
- Y ahora sientes culpa??? – ¿Qué se ganaba con culpa? Se preguntó viendo que ya no había nada más para decir, qué clase de seguridad podía tener quien se martirizaba por sentir???…
- Es complicado… – y la frase llamó nuevamente a los sentidos de Jenny – No sé exactamente lo que pasó conmigo en aquel momento…
- Cuándo me besaste??? – vio como Emma cerraba sus ojos, era el castigo por el rechazo, lo soportaba, se mantenía en pie y receptiva a cada uno de los golpes… será que eso se ganaba con culpa???… aceptar que te pisoteen sin importar si estas o no en lo cierto???
- En todo momento… No era yo… – trató de explicar – Yo no soy de esa manera!!! Lo Lamento… – y una vez más miró al suelo
- Gay??? – Estaba jugando con fuego, cuando decidió levantar su ceja provocadoramente… Pudo ver como los ojos de Emma se encendían de rabia, estaba torciendo demasiado el cuchillo y riéndose demasiado en su cara
- Irracional… profesora Hartmann… irracional – contestó ocultando un grito en lo profundo de su garganta – Es una pena… – Emma se puso lo más firme que pudo en frente de ella
- Qué es una pena??? – preguntó mientras se paraba buscando mirarla a los ojos
- Que los demás tengan razón – Y la sonrisa de Jenny poco a poco se apagaba mientras Emma caminaban hacía su escritorio
- Cómo??? – preguntó con la bronca quemado sus entrañas
- Sí – la miró a la distancia – estaba advertida sobre ti… sobres tus caprichos y mañas – pensó un segundo lo que iba decir – Todo ha sido mi culpa… por creer que quizás conmigo – miró los hermosos ojos azules – podrías haber sido distinta o al menos auténtica…
La última frase estaba haciendo mella toda la ilusión, era una verdad enorme y un sentimiento distinto… ¿Qué había cambiado?. No lo había dicho para lastimarla, veía en esos ojos color miel tanta desilusión como ella sentía ¿Por qué dolía tanto?
- No quiero que me hagas daño… – Dijo la rubia mientras el brillo en sus ojos aumentaba con la sinceridad – y no quiero hacerte daño… lo entiendes??? – Esperó como siempre la respuesta…
Jennifer evaluaba seriamente cada palabra y le hallaba la razón a cada una…Todo era verdad, aquellos tristes ojos, aquellas manos temblorosas y el dolor puntiagudo en su pecho… sabía que si quería salir ilesa lo mejor era no arriesgarse y seguir el camino señalizado con flechas… Su decisión estaba tomada…
Caminó algunos pasos que las separaban, bajo la asustada mirada de Emma… Se posicionó en frente de ella sin mover un músculo y acudió a la necesidad de observarla, de seguir cada línea en su rostro, cada pequeño lunar en su cuello y cada destello verde en sus ojos. La miró de pies a cabeza tratando de averiguar que era lo que la arrastraba constantemente hacia ella. Su postura??? Su vestimenta??? Su increíble aroma??? Cerró los ojos y sorbió un poco más de aquel perfume… esperando que al abrirlos de la boca de Emma saliera por lo menos un “intentemos”.
- No… – susurró y sus ojos se abrieron justo a la altura de sus labios
- No qué??? – Emma estaba mirándola también y parecía estar lejos de su parte pensante.
- No entiendo lo que dices…
Pum!!! Pum!!! Pum!!! Tres golpes secos se escucharon y Emma instintivamente se alejó de ella… La morena seguía en el mismo lugar y mirándola fijamente, si hubieran abierto la puerta no se hubiera movido, ella no tenía ni un poquito de pudor. Parecía estar dispuesta a todo con tal de saciarse…
- Adelante – Dijo mientras llegaba hasta la silla de su escritorio y se quedaba parada detrás de ella y lejos de la tentación
- Perdón chicas no quise interrumpir – Jenny volteó a mirarlo al instante
- No interrumpes – le sonrió – ya habíamos terminado – Jenny le clavó la mirada dando a entender que su conversación estaba recién comenzando
- Qué pasa??? – Preguntó algo enojada por la inoportunidad de su amigo y la frivolidad de Emma
- EH… Hablé con Sebastian y pueda que tenga una solución para el asunto… – Emma estaba presente y no sabía si decirlo – Lo que hablamos antes???
- De qué Sebastian estas hablando???
- Sebastian Heisig, el de los Retros
- De los Retros??? – Puso cara de repulsión –Vamos – Se dirigía decidida hacia la salida. Frenó cuando tomó el picaporte al ver que Ben no la acompañaba – Y???
- Siempre hace lo mismo – Le comentó a Emma – No sabes, una vez – Emma comenzó a escucharlo atentamente – teníamos una presentación y no…
- Ben!!! – Lo silenció – La profesora Müller tiene cosas mejores para hacer que estar escuchando nuestras aburridas historias – Le devolvió el puñal a ella y despejó todas las dudas de Ben acerca del porqué el ambiente estaba algo raro
- Jenny… Esta vez no será tan fácil, necesitaremos ayuda – Dijo en tono serio
- Qué sugieres? – Preguntó consiente de que las personas con las cuales tratarían no eran fáciles de convencer
- Qué lo hablemos con Bodo, al fin y al cabo, él también es su director – Hizo un mueca indicando que era la mejor solución
- Es para tanto? - Jamás cumpliría de esta manera su promesa, no sería su batalla sino la de todos
- Se han puesto exigentes después de lo que pasó la última vez – Sonrió entre avergonzado y triste – Fue una mierda lo que hicimos
- Voy a buscarlo – asintió con su cabeza y salió del aula.
La vio sacar algunas carpetas de su portafolios, pegarle una ojeada y colocarlas encima del escritorio.
- Qué tal estás??? – comenzó la conversación
- Bien!!! Gracias por preguntar – le sonrió amablemente
- Estas preparándote para la Junta??? – se acercó al escritorio para dar una mirada superficial a las carpetas que la profesora iba dejando apiladas.
- Sí… es obvio que a tu padre no le caigo en gracia – hizo una mueca de resignación – así que estos documentos son para mi defensa – le volvió a sonreír…
- Yo… mi padre…
- No tienes que explicarme nada y menos disculparte – lo miró a los ojos – Tú no eres tu padre…
- Genial!!! pero que haga estas cosas me da un poco de cosa… se entendió???
- Sí… bastante bien
- Bueno, pero no tiene importancia de seguro sales vencedora como en la anterior – le sonrió – y la pieza – la señaló porque su cuerpo se llenaba de alegría al recordarlo – te ha quedado genial!!! Se nota que eres un gran músico…
- Gracias, tú también estuviste genial tocando el piano – devolvió el cumplido
- Bah – le resto importancia con un movimiento de mano – No soy el mejor… sólo soy el único pianista con el cual cuenta la academia pero tú… – la señaló una vez más – …te has ganado a Piet
- Y qué importancia tiene eso??? – preguntó, lo veía sonreír como un quinceañera enamorada frente al chico que le gusta
- Cómo que qué importancia tiene??? No te lo dijo Bodo??? – ahora estaba histérico
- Nop – Se preparó para lo que venía, de seguro alguna pavada…
- Piet Vogel es un gran violinista… trabaja para ésta y tres escuelas más…
- Ah!!! – todavía no entendía bien que era lo importante – Eso no me lo dijo – apuntó levantando el dedo – sólo me comentó que era el hermano de la Sra. Vogel…
- Srta. Vogel!!! – y en sus ojos detectó un brillo extraño, esta “Srta. Vogel” parecía ser importante para todo el mundo pero Ben parecía su fan número 1.
- Eso!!! Perdona… nunca me sale correctamente…
- Es cierto Ben??? – Bodo se le veía abalanzando y Ben ya comenzaba a hacer el ademán de cubrirse
- Lo de los “Retros” – Jenny le hizo comprender – le comenté algo…
- Ah!!! Sí, sí – se tranquilizó – pero no estoy muy seguro de lo que nos vayan a pedir a cambio
- Malditos!!! – cerró su puño con bronca, a Emma por primera vez le llamó la atención esto de los “Retros” pero se mantuvo alejada de la conversación como había hecho hasta el momento.
- Quizás no se para tanto!!! A lo mejor sólo piden algún covers de los Beatles – trató de animar Ben
- Ya… crees que con semejante oportunidad sólo van a pedir un covers de los Beatles… no seas iluso por dios!!! – pasó sus manos nerviosamente por su cara
- Tú – Ben la señaló – tienes miedo porque sabes que el “Retro mayor” esta loquito por ti – aprovechó y le sacó la lengua
- Jajaja – el comentario hizo reír a Bodo – Es cierto!!! Casi se me olvida lo enamorado que lo tienes al chico!!! Jajaja
- Recuerdas??? cuando le dijo – le preguntó a Bodo – “Eres una verdadera muñeca” – He hizo la pose de chico malo que seguramente había usado el retro en ese momento
- Oh!!! Basta – estaba toda colorada – Dejen de reírse de mi!!! – Emma la miraba extrañada, no le daba vergüenza que las encontrasen una “situación comprometedora” pero si que un hombre le dijera “muñeca”. Lo pensó un segundo… “Muñeca” Era el halago más machista y burdo después de “Preciosa”… Estaba bien sentir vergüenza de eso.
- Quizás podríamos aprovechar eso a nuestro favor – dijo Bodo pensativo
- Qué??? – preguntó Ben
- A Jenny, o sea, a la calentura que tiene Sebastian con Jenny
- Ni lo sueñes!!! – respondió Ben sin pensarlo – Ese cínico desgraciado es un rockabilly con todas las letras… tiene navaja – rápidamente tomó a la morena de la mano – Dudó que a ti te guste poner a Emma en la misma situación
¿Qué demonios estaba ocurriendo? Se preguntó Emma, hablaban de ese tal “retro” como si fuera un mafioso.
- Entonces di tú que debemos hacer – Bodo le dijo a Ben
- Claro!!! Y yo cargo con toda la responsabilidad de lo que pase… Muy bonito director!!! – dijo irónico
- Pero tú fuiste quien acudió a ellos – se defendió
- Por que supusimos que lo necesitarías ¿Tienes algo mejor? – levantó la voz en la pregunta
- No – estaba enojado, él debería tener algo mejor…
- Basta! – dijo Jenny cansada de escucharlos – Por qué mejor no vemos lo que quieren y después discutimos sobre qué hacer??? – los dos la miraron – Por hablar con ellos dudo que nos apuñalen!!! – Esperó hasta que los dos dieran el Ok. – Vamos!!!
- Emma – Jenny y Ben ya habían salido – Ven!!! Esto es algo digno de ver
- Si lo dices por los “Retros”… Paso…– miró el reloj de pared – Tengo una Junta que me espera en dos horas y una suspensión de una semana sin gozo de sueldo… Prefiero estudiar que decir
- Te puedo asegurar que esto merece la pena… – estaba dubitativa – y si lo logramos no tendrás la sanción – le sonrió
- Eso es trampa!!! – se quejó de la mala jugada de Bodo, era obvio que si ella estaba de por medio se sentiría obligada a asistir
- Eso reclámaselo a Jenny y Ben que son los que han ideado todo – Y no se asombró de lo escuchó, no porque recordaba
- Es hora de que hablemos – la agarró por el codo haciendo que se detuviera en mitad de la escalera
- Ahora no – se soltó del agarre. Todavía no estaba preparada para responder…
- Ahora!!! – exigió tomando de vuelta su brazo – Me dices de una buena vez que es lo que esta pasando!!! – No toleraría ni un segundo más lo secretos, la veía cansada y quería ayudar
- Me gusta!!! Eso me pasa… Me gusta tanto que duele!!! – contestó furiosa y tocándose el pecho con su mano, no saldría nada bueno de darle tanto trabajo a su corazón – Satisfecho??? – trató de seguir adelante.
- No!!! – le abrió los ojos todo lo que pudo, una vez más Jenny cometía el mismo error: asumir que él podía leer sus pensamientos – Quién te gusta???
- La profesora Müller… – susurró. Y era lo que la trastocaba, había tanta bronca en la manera de apretar las muelas, tanta sangre corriendo por las venas en la sumisión y tanto alivio en la exhalación… Jamás pensó que la vería así…
- La profesora??? – la boca se le abría paulatinamente a medida que caía en la cuenta – Emma??? La Emma de Bodo???
- Sí… – aquello de la Emma de Bodo no le sentaba tan bien – la misma – y comenzó a subir las escaleras nuevamente…
- Espera!!! – y otra vez tomó su brazo – Eres lesbiana??? – Dios!!! era su mejor amiga y ahora una completa desconocida
- No!!! – lo pensó mejor – Sí!!! NO!!! SI!!! Yo qué sé… da igual
- Ella es lesbiana??? – buscaba alguna respuesta clara
- NO!!! SI!!! La verdad es que no lo sé…
- Pero??? Pero??? – miraba hacia todos lados – Y qué se supone que vas a hacer si no sabes nada??? – este era un problema que debía ser resuelto.
- No sé – agachó la cabeza derrotada y rendida – No tengo ni idea y Emma… Emma… Emma es
- Emma??? – Emma era distinta para Jenny, era importante pronunciaba su nombre con una mezcla de pasión y dolor que él conocía… y ahora le tocaba a su amiga conocer…
- Es una persona extraña, no lo sé, como que cada paso que avanzo son dos hacia atrás
- A mi me parece una buena persona – sinceridad – algo fría pero buena – realismo – buena e inteligente – objetividad – Lo hablamos hace tres horas atrás, no me atrevería a culpar a nadie por enamorase de ella…
- Amor???
- No amor… Enamoramiento…
Escuchó unos pasos que se acercaban rápidos – Basta, allí vienen – ahora ella le agarró del brazo para que continuaran – sólo te pido que no hagas de esto un mundo y que actúes normal – dijo bajo
- Para mi es un mundo… un mundo nuevo y desconocido – frenó – Nosotros… Nosotros… – Ellos se acostaban y algo tendrían que hacer al respecto
- Ya hablaremos de nosotros…
Estaban los cuatros parados en la última puerta del cuarto piso, no tenía señalización y estaba pintada de negro. Cuarto piso… Emma tenía entendido que este piso sólo se utilizaba para las grabaciones, dado que poseía un pequeño estudio de grabación…
- Qué son los “Retros”??? – todos la miraron – Y por qué estamos aquí preparándonos como si al entrar nos fueran a tirar una granada???
- Es posible… no lo había pensado pero ahora que lo dices es muy posible – Ben comenzaba a desesperar
- Eso no pasará – Jenny trató de contenerlo – Ben no pasará… Hey!!! Esta vez no pasará nada… lo prometo…
- Siempre es la misma mierda – desvió la mirada angustiado
- Mírame!!! Hey!!! – tomó su rostro para que le mirara – Esta vez no será como antes seremos más cuidadosos…
- Dime que pasa – Emma le preguntó a Bodo que estaba apoyado sobre la pared sin decir nada. Ben no estaba bien, esta muerto de miedo ¿Qué había pasado?
- Nada – miró a los otros haciéndose responsable de sus palabras – los retros son un grupo perteneciente a esta escuela – explicó
- Qué clases toman??? – No era la verdad, no la completa y Bodo no sabía mentir
- Ningunas y todas – Estaba siendo evasivo
- No entendiendo – movió su cabeza – pertenecen o no a la academia???
- Legalmente sí, ellos pagan una cuota y nosotros le brindamos el espacio físico – señaló todo aquel lugar más lo que todavía no había visto detrás de la puerta – Y el nombre de nuestra academia…
- Y por qué razón no toman las clases como los demás??? – Apuró
- Un pequeñísimo – indicó con su dedo índice y pulgar – problema de adaptación…
- Con el reglamento de la academia???
- Con la vida… viven la vida al revés
- Cómo??? – eso la había dejado totalmente fuera de juego
- Bueno… el avance tecnológico nos ha modificado – Emma asintió con su cabeza – Y la electrónica ha revolucionado el mundo de la música…
- Sí…
- Ellos en vez de adaptarse como lo haría cualquier persona común – movió sus manos – lo repudian y cada vez se aíslan más y van en retroceso…
- Me estas diciendo que involucionan en vez de evolucionar su música??? – Nunca faltaban inadaptados
- Música??? – sonrió con amargura – No hablo de música, hablo de sus vidas…
- Pero??? Pero???
- Entremos – Jenny sugirió – Será mejor que este comedero de cabeza
La puerta se abrió y el espacio que dejó ver era enorme, más de la mitad de la superficie del todo el piso. Habría como unas 50 o 60 personas dentro y ahora todos los pares de ojos apuntaban hacia ellos. No habría sido mejor tocar la puerta antes de entrar??? Se preguntó Emma. Aquí vivían varias épocas en un mismo lugar, géneros y subgéneros de músicas y bailes que había influencia en la moda, costumbres y pensamientos de las personas. Era extraño ver a un Charleston al lado de un Hippie pero parecía que en esta habitación todo valía siempre y cuando se siga la consigna: Ser retro.
- Está al fondo – Un hombre de unos treinta años con vestimenta disco señaló con su mano. Todos comenzaron a caminar en esa dirección
- Gracias – le respondió cuando pasó por su lado. Era su costumbre no importaba si la información se la daba o un indio o un europeo su padre le había enseñado que siempre debía ser respetuosa. El chico no respondió tan sólo hizo un amago de sonrisa como aceptación.
La iluminación iba disminuyendo y ya comenzaba a escucharse la música. Era Elvis Presley en sus primeras épocas y como no podía ser de otra manera un hermoso Cadillac Eldorado con alguien debajo de la capota. Ese coche era una belleza, brillaba por donde se lo mirase y sus ojos estaban encaprichados con él. ¿Cómo había hecho para subirlo hasta el cuarto piso de una vieja casona? Miró a la derecha el gran ventanal, imaginó una grúa y el coche a medio armar y ya tenía la respuesta. Sintió como rebotaba contra el cuerpo de Bodo, que estaba parado a causa de una enorme mano sobre su pecho, un rockabilly de casi dos metros de alto…
- Qué quieres??? – preguntó antipático y con ganas de despacharlo de un puñetazo
- Estamos buscando a Sebastian – quiso hacer el intento de seguir avanzando pero el brazo se interpuso nuevamente
- Para qué???
- Tenemos asuntos que arreglar con él – Bodo lo miraba colerizado – No te ha enseñado tu dueño a tratar mejor a las visitas??? – Esto no comenzaba para nada bien, Bodo estaba tratando como a un perro a aquel grandote – y a no arrugar sus camisas
- Maldito – Levantó su puño dispuesto a partirle la cara
- Deja… – y el hombre frenó al instante – Esta vuelta necesito que hablen, no es cierto Ben??? – dejó el auto y se acercó a hasta ellos mientras limpiaba con un trapo sus manos. El grandote soltó finalmente a Bodo – Qué los trae por aquí???
- Ya sabes lo que queremos!!! – Ben estaba tembloroso de impotencia, veía el esfuerzo del brazo de Jenny para mantenerlo en su lugar. Fue fácil adivinar que el problema era entre ellos, personal, posiblemente resuelto a patadas y puños teniendo a Ben como perdedor.
- Ahhhh!!! – se dio por entendido – Nuestra charla de mediodía… Sí, sí – se acercó hasta él amenazador – pero sabes que tiene un precio…
- Estamos dispuestos a escuchar – dijo Jenny mientras apretaba el brazo de Ben suplicando por calma
- Claro muñeca!!! – se acercó y acarició con su dedo pulgar la mejilla. A Emma le dio asco ver como aquel retrogrado hacía alarde de su poder
- Dinos lo que quieres – Fue tajante en su comentario, había visto a personas antes imponerse a través del miedo… era la característica más vil y humana que conocía.
- Y tú, quién eres??? – se acercó burlón hasta ella
Le hubiera encantado responder: … Y a ti que te importa… pero no quería armar revuelo teniendo en cuenta que eran 4 contra 60. – Soy la profesora Müller – contestó con su característica formalidad
- Ocupas el puesto de Bea??? – Ese Bea sonaban tan distinto a Srta. Vogel, este hombre la sentía par y en su comentario faltaba la respetuosidad con la que todos la trataban.
- Sí… – Miró su ropa y peinado… era todo un rockabilly, con su Cadillac, unos sillones de cuero algo rotos y varios botellines de cervezas cerca del coche. Su espacio parecía el garaje de cualquier americano de los años 50.
- Eres buena??? – preguntó mientras encendía un cigarrillo con un encendedor a bencina de plata, ideal para los aires de rockero y chico malo que tenía…
- No lo sé – respondió con sinceridad – Eso deberías juzgarlo tú mismo… sería arrogante de mi parte decir que si
- Eres filósofa???
- No…
- Y por qué demonios hablas tan extraño??? Jajaja – compartía su risa maleva con su guardaespaldas
- Podría preguntar los mismo acerca de tus pantalones – La risa terminó y se acercó como cara de enfado ante la insolencia.
- Hey!!! – la mano de Bodo se interpuso – ni lo sueñes – le sonrió acatando la orden
- He visto que no le quitas el ojo de encima a “violeta”
- Perdón??? – Emma no entendía a que se refería
- “Violeta” – señaló su coche – Es una verdadera belleza – Emma apostaría lo que fuere por que también tenía un nombre para su pene, este tipo no era muy distinto ni menos machista de aquellos que compran autos lujosos esperando conquistar con ellos. Ni menos estúpido que aquellos que se dejan deslumbrar por un coche.
- Es un gran coche!!! – le hecho una ojeada más – Debe haberte costado mucho dinero, por fuera tiene todas sus piezas originales menos los faros – apuntó
- Sí!!! Costó lo suyo pero lo vale – Fanfarrón!!! pensó Emma. Sebastian se acercó a acariciar la carrocería – Veo que sabes de coches – la miró con algo de desprecio no se fiaba de ella ¿Qué podría saber de coches una profesora de canto?
- Un poco – respondió cuidadosa
- Puedes repararlo???
- Emma – Bodo susurró bajo como advertencia de lo que eso significaría
- No lo sé… No sé que es lo que tiene y no puedo decirte si puedo repararlo o no –él volvió a colocarse en frente de ella y el entregó el pedazo de tela con el cual había limpiado sus manos. No dijo una palabra pero era bastante claro lo que quería: Míralo y dime si puedes o no. Emma rechazó lo que le ofrecía y caminó hacía la capota de coche seguida de Sebastian. – Es la caja de cambio…
- Eso ya lo sé – contestó prepotente – Dime algo útil
- Es vieja y necesitas una nueva – introdujo medio cuerpo dentro para ver mejor – Los engranajes de la primera y la reversa están hechos añicos… es por el uso
- Puedes conseguirla??? – Era obvio que sabía de lo que hablaba
- No es imposible pero sería complicado – lo miró nuevamente – es un coche de colección e importado. Seguramente quien te la quiera vender cobrará un precio alto.
- Conoces a alguien??? – Llevaba meses buscando el repuesto y por su niña haría cualquier cosa
- Puede, no estoy muy segura – Volvió al lado de Bodo. No sé le había olvidado a lo que venía, a negociar
- Eres rápida, me gustan las mujeres así – miró a Bodo – Cuanto te costó la adquisición??? Es buena en la cama??? –y pasó una mano por su miembro mientras lo decía
- Basta hijo de puta!!! – Bodo empujó lejos de ellos – Dimos que quieres de una puta vez!!!
- Hey!!! – Le indicó al mono que lo acompañaba de que frenara y que él se encargaría del asunto – no te pongas nerviosa… sólo estaba preguntando… – se hizo el inocente. – Bueno, dejémonos de pavadas – se acercó hasta ellos – Ustedes quieren que yo diga en la junta que los mantuve ocupados el viernes por la noche – Jenny asintió con la cabeza – podría ser verdad, sobre todo si es contigo muñeca – aprovechaba cada situación para abordarla – perooo… no lo es
- Ya lo sabemos – Ben se irritaba al escuchar que no decía nada nuevo
- Tengo – rió de forma sádica – Tengo… una presentación de disco en tres semanas y mis chicas no resuelven una coreografía… podemos llegar a un acuerdo con eso…
- Hecho – dijo Jenny sin pensar
- Siempre tan predispuesta – se acercó a ella y le tocó el cabello
- Bueno… tendrás lo que quieres – Bodo estaba dispuesto a terminar la charla con este enfermo
- La caja de velocidades – apuntó
- Hey!!! Qué no se te vaya la mano – rebatió
- Recuerda la última vez que tratamos… Creo que me la merezco
- Está bien!!! – contestó después de que Emma cerró sus ojos afirmando que podía conseguirla
- Y todas las recaudaciones de la próxima fiesta que brindemos
- Estás loco!!! ¿Cómo piensas que voy a darme toda esa cantidad de dinero?
- A mi me parece justo, las fiestas las organizamos nosotros
- Por eso te quedas con el 50%
- Ya pero tengo algunos proyectos en mente y necesito dinero para llevarlos a cabo
- No!!! Es demasiado
- No cerraré por menos así que tú dirás – se apoyó contra un pilar con los brazos cruzados contra el pecho y a la espera
- De acuerdo – y el trato estaba cerrado.
- Ah!!! Ben y mándale mis saludos a Bea – Ben sólo agachó sus cabeza y no fue capaz de responder nada.
Caminaba escalera abajo pensando en todo lo que se había dicho en la junta, el “retro” cumplió su parte del trato, había excusado su ausencia con ayuda para su presentación de disco. El Sr. Bergmann no cuestionó las palabras de Sebastian tan sólo pidió a cambio que detallará por escrito lo que había ocurrido. La asunto de la cuenta bancaria estaba resuelto pero aún había cierto recelo, la protección que le brindaba su empresa era algo sospechosa, no esclarecer su puesto de trabajo tan sólo aumentaba las sospechas y la cantidad de dinero que ganaba por ello traía miedo y envidia al presidente de la Junta. Codicioso, se notaba que la academia no era más que un gran negocio para él.
Llegó a la planta baja y a la cafetería sólo quedaba cruzarla para salir del infierno en cual se había convertido el día. Pero ella estaba en la barra con una copa de champaña, se la veía tranquila y pensativa.
Evitarla habría sido una opción, la más cobarde quizás, pero un salida para conciliar el sueño rápido esta noche sin pensar en lo que podría haber sido, sin recriminar la falta lucidez en los actos y sin tener que enfrentar al día siguiente. Se acercó a ella despacio
- Cerrando el día con una copa – preguntó mientras se sentaba en la silla del lado
- No he tomado una gota – miró hacia la burbujeante copa llena – me la sirven por costumbre sólo me senté aquí a esperarte
- A esperarme??? – esa era una contestación que no esperaba
- Sí… Bodo me preguntó si podía llevarte al mecánico… él tuvo un imprevisto y no puede acompañarte – explicó
- Ah… sí la bendita caja de velocidades – recordó lo que había hablado con Bodo – Es algo tarde si quieres podemos dejarlo para mañana.
- No – sabía que mañana Bodo estaría disponible y Emma no vendría a pedirle que la llevase – Te llevo!!! Bueno, en realidad iba a preguntar si no te importa conducir a ti… mi pie esta algo molesto – el pie colgaba del banco sin apoyarse en el piso – creo que he estado demasiado tiempo parada
- Claro!!! Siempre es un placer conducir ese escarabajo – contestó amable
- Ok… Vamos???
- Sí…
- Veo que tu pie ha mejorado – Los metros de distancia le daban cierta valentía. – Toma asiento, por favor – la invitó a sentarse en un banco mientras ella ocupaba el del frente, el tema era importante y delicado, no hablar con sinceridad y cara a cara mutaría el significado de cada palabra que pronunciara.
- Si… – se miró la extremidad inferior – bastante… – Se sentía extraña, había pasado todo el fin de semana recreando la situación, “el encuentro” y ahora que la tenía en frente, las cosas no se vislumbraban tan claras como en su mente. La noche pasada fue terrible, se sentía en carne viva y los pensamientos sobre la profesoras Müller era alcohol…
Las dos se quedaron calladas un instante, sin mirarse y cavilado la mejor forma de abordar la situación.
- Has terminado temprano tu clase… – fue lo primero que se le vino a la cabeza, mejor guardarse la confesión de llegar 15 minutos antes de la finalización sólo para escucharla hablar…
- Sí… – respondió a secas. Sentía el calor llegar a sus mejillas
- Qué tocaba hoy??? – intentó sacar conversación, dado a que Emma parecía no estar demasiado predispuesta a la charla
- Folklore – Dios esto era embarazoso!!! La había besado, apretado contra una pared y lo más escabroso de todo: había deseado su cuerpo… y ahora solo se le ocurría escupir monosílabos???. Comenzó a ponerse colorada de sólo recordarlo…
- Ummm – asintió con su cabeza dando a entender que conocía de lo que hablaba – la eterna discusión de los músicos jóvenes…
- Sí… – Basta!!! Deja de hacerlo!!! se pidió a ella misma… – Jenn… – se corrigió mientras se levantaba – Profesora Hartmann… Reconozco que tenemos un pendiente personal pero no sé si este es el mejor lugar para hablarlo – jugaba con sus manos nerviosamente y bajó la cabeza algo avergonzada
- Quieres que lo hablemos en mi casa??? – Preguntó melosa intentando bromear para dilatar la situación pero había fracasado en el intento, los ojos de Emma estaba abiertos de par en par – O en cualquier otro lugar – estaba quedando en ridículo y pasando por desesperada – por mí, da igual… – sonrió nerviosa, esto no era lo que había imaginado
- Eh… Eh… grrrhhhr – raspó su garganta – Antes que todo, quiero disculparme, yo… yo… yo… – Buscaba en su cabeza las palabras correctas y el acopio de fuerza para soltarlas… sabiendo que la movida era fundamental y si lo que buscaba era el perdón debía ser franca aunque significase quedar como un imbécil frente a Jennifer.
- Tú??? – algo que intentaban ser palabras salían de su boca pero no decían nada. Era irritante de a ratos pero la hacía sonreír, parecía que todo en Emma generaba una misma respuesta corporal: la sonrisa y el temblor en sus piernas
- Como que yo… yo… bueno – la miró a los ojos – Sé lo que he hecho y sé que ha sido mi culpa –Esperó a que metabolizara la frase
- Culpa??? – Algo que ella no había sentido ni en su momento ni ahora. Ninguna de las personas con las que había estado, jamás le hablaron de culpa. ¿Qué podía esperar de ella? ¿De alguien como ella? ¿Del perfecto desconocido? Recordó por qué se acostaba con Ben y lo compartida que era la sensación, quizás no muy madura pero real.
- Sí… – cada vez estaba más atormentada – culpa, yo fui quien incitó a que pasara…
- Y ahora sientes culpa??? – ¿Qué se ganaba con culpa? Se preguntó viendo que ya no había nada más para decir, qué clase de seguridad podía tener quien se martirizaba por sentir???…
- Es complicado… – y la frase llamó nuevamente a los sentidos de Jenny – No sé exactamente lo que pasó conmigo en aquel momento…
- Cuándo me besaste??? – vio como Emma cerraba sus ojos, era el castigo por el rechazo, lo soportaba, se mantenía en pie y receptiva a cada uno de los golpes… será que eso se ganaba con culpa???… aceptar que te pisoteen sin importar si estas o no en lo cierto???
- En todo momento… No era yo… – trató de explicar – Yo no soy de esa manera!!! Lo Lamento… – y una vez más miró al suelo
- Gay??? – Estaba jugando con fuego, cuando decidió levantar su ceja provocadoramente… Pudo ver como los ojos de Emma se encendían de rabia, estaba torciendo demasiado el cuchillo y riéndose demasiado en su cara
- Irracional… profesora Hartmann… irracional – contestó ocultando un grito en lo profundo de su garganta – Es una pena… – Emma se puso lo más firme que pudo en frente de ella
- Qué es una pena??? – preguntó mientras se paraba buscando mirarla a los ojos
- Que los demás tengan razón – Y la sonrisa de Jenny poco a poco se apagaba mientras Emma caminaban hacía su escritorio
- Cómo??? – preguntó con la bronca quemado sus entrañas
- Sí – la miró a la distancia – estaba advertida sobre ti… sobres tus caprichos y mañas – pensó un segundo lo que iba decir – Todo ha sido mi culpa… por creer que quizás conmigo – miró los hermosos ojos azules – podrías haber sido distinta o al menos auténtica…
La última frase estaba haciendo mella toda la ilusión, era una verdad enorme y un sentimiento distinto… ¿Qué había cambiado?. No lo había dicho para lastimarla, veía en esos ojos color miel tanta desilusión como ella sentía ¿Por qué dolía tanto?
- No quiero que me hagas daño… – Dijo la rubia mientras el brillo en sus ojos aumentaba con la sinceridad – y no quiero hacerte daño… lo entiendes??? – Esperó como siempre la respuesta…
Jennifer evaluaba seriamente cada palabra y le hallaba la razón a cada una…Todo era verdad, aquellos tristes ojos, aquellas manos temblorosas y el dolor puntiagudo en su pecho… sabía que si quería salir ilesa lo mejor era no arriesgarse y seguir el camino señalizado con flechas… Su decisión estaba tomada…
Caminó algunos pasos que las separaban, bajo la asustada mirada de Emma… Se posicionó en frente de ella sin mover un músculo y acudió a la necesidad de observarla, de seguir cada línea en su rostro, cada pequeño lunar en su cuello y cada destello verde en sus ojos. La miró de pies a cabeza tratando de averiguar que era lo que la arrastraba constantemente hacia ella. Su postura??? Su vestimenta??? Su increíble aroma??? Cerró los ojos y sorbió un poco más de aquel perfume… esperando que al abrirlos de la boca de Emma saliera por lo menos un “intentemos”.
- No… – susurró y sus ojos se abrieron justo a la altura de sus labios
- No qué??? – Emma estaba mirándola también y parecía estar lejos de su parte pensante.
- No entiendo lo que dices…
Pum!!! Pum!!! Pum!!! Tres golpes secos se escucharon y Emma instintivamente se alejó de ella… La morena seguía en el mismo lugar y mirándola fijamente, si hubieran abierto la puerta no se hubiera movido, ella no tenía ni un poquito de pudor. Parecía estar dispuesta a todo con tal de saciarse…
- Adelante – Dijo mientras llegaba hasta la silla de su escritorio y se quedaba parada detrás de ella y lejos de la tentación
- Perdón chicas no quise interrumpir – Jenny volteó a mirarlo al instante
- No interrumpes – le sonrió – ya habíamos terminado – Jenny le clavó la mirada dando a entender que su conversación estaba recién comenzando
- Qué pasa??? – Preguntó algo enojada por la inoportunidad de su amigo y la frivolidad de Emma
- EH… Hablé con Sebastian y pueda que tenga una solución para el asunto… – Emma estaba presente y no sabía si decirlo – Lo que hablamos antes???
- De qué Sebastian estas hablando???
- Sebastian Heisig, el de los Retros
- De los Retros??? – Puso cara de repulsión –Vamos – Se dirigía decidida hacia la salida. Frenó cuando tomó el picaporte al ver que Ben no la acompañaba – Y???
- Siempre hace lo mismo – Le comentó a Emma – No sabes, una vez – Emma comenzó a escucharlo atentamente – teníamos una presentación y no…
- Ben!!! – Lo silenció – La profesora Müller tiene cosas mejores para hacer que estar escuchando nuestras aburridas historias – Le devolvió el puñal a ella y despejó todas las dudas de Ben acerca del porqué el ambiente estaba algo raro
- Jenny… Esta vez no será tan fácil, necesitaremos ayuda – Dijo en tono serio
- Qué sugieres? – Preguntó consiente de que las personas con las cuales tratarían no eran fáciles de convencer
- Qué lo hablemos con Bodo, al fin y al cabo, él también es su director – Hizo un mueca indicando que era la mejor solución
- Es para tanto? - Jamás cumpliría de esta manera su promesa, no sería su batalla sino la de todos
- Se han puesto exigentes después de lo que pasó la última vez – Sonrió entre avergonzado y triste – Fue una mierda lo que hicimos
- Voy a buscarlo – asintió con su cabeza y salió del aula.
La vio sacar algunas carpetas de su portafolios, pegarle una ojeada y colocarlas encima del escritorio.
- Qué tal estás??? – comenzó la conversación
- Bien!!! Gracias por preguntar – le sonrió amablemente
- Estas preparándote para la Junta??? – se acercó al escritorio para dar una mirada superficial a las carpetas que la profesora iba dejando apiladas.
- Sí… es obvio que a tu padre no le caigo en gracia – hizo una mueca de resignación – así que estos documentos son para mi defensa – le volvió a sonreír…
- Yo… mi padre…
- No tienes que explicarme nada y menos disculparte – lo miró a los ojos – Tú no eres tu padre…
- Genial!!! pero que haga estas cosas me da un poco de cosa… se entendió???
- Sí… bastante bien
- Bueno, pero no tiene importancia de seguro sales vencedora como en la anterior – le sonrió – y la pieza – la señaló porque su cuerpo se llenaba de alegría al recordarlo – te ha quedado genial!!! Se nota que eres un gran músico…
- Gracias, tú también estuviste genial tocando el piano – devolvió el cumplido
- Bah – le resto importancia con un movimiento de mano – No soy el mejor… sólo soy el único pianista con el cual cuenta la academia pero tú… – la señaló una vez más – …te has ganado a Piet
- Y qué importancia tiene eso??? – preguntó, lo veía sonreír como un quinceañera enamorada frente al chico que le gusta
- Cómo que qué importancia tiene??? No te lo dijo Bodo??? – ahora estaba histérico
- Nop – Se preparó para lo que venía, de seguro alguna pavada…
- Piet Vogel es un gran violinista… trabaja para ésta y tres escuelas más…
- Ah!!! – todavía no entendía bien que era lo importante – Eso no me lo dijo – apuntó levantando el dedo – sólo me comentó que era el hermano de la Sra. Vogel…
- Srta. Vogel!!! – y en sus ojos detectó un brillo extraño, esta “Srta. Vogel” parecía ser importante para todo el mundo pero Ben parecía su fan número 1.
- Eso!!! Perdona… nunca me sale correctamente…
- Es cierto Ben??? – Bodo se le veía abalanzando y Ben ya comenzaba a hacer el ademán de cubrirse
- Lo de los “Retros” – Jenny le hizo comprender – le comenté algo…
- Ah!!! Sí, sí – se tranquilizó – pero no estoy muy seguro de lo que nos vayan a pedir a cambio
- Malditos!!! – cerró su puño con bronca, a Emma por primera vez le llamó la atención esto de los “Retros” pero se mantuvo alejada de la conversación como había hecho hasta el momento.
- Quizás no se para tanto!!! A lo mejor sólo piden algún covers de los Beatles – trató de animar Ben
- Ya… crees que con semejante oportunidad sólo van a pedir un covers de los Beatles… no seas iluso por dios!!! – pasó sus manos nerviosamente por su cara
- Tú – Ben la señaló – tienes miedo porque sabes que el “Retro mayor” esta loquito por ti – aprovechó y le sacó la lengua
- Jajaja – el comentario hizo reír a Bodo – Es cierto!!! Casi se me olvida lo enamorado que lo tienes al chico!!! Jajaja
- Recuerdas??? cuando le dijo – le preguntó a Bodo – “Eres una verdadera muñeca” – He hizo la pose de chico malo que seguramente había usado el retro en ese momento
- Oh!!! Basta – estaba toda colorada – Dejen de reírse de mi!!! – Emma la miraba extrañada, no le daba vergüenza que las encontrasen una “situación comprometedora” pero si que un hombre le dijera “muñeca”. Lo pensó un segundo… “Muñeca” Era el halago más machista y burdo después de “Preciosa”… Estaba bien sentir vergüenza de eso.
- Quizás podríamos aprovechar eso a nuestro favor – dijo Bodo pensativo
- Qué??? – preguntó Ben
- A Jenny, o sea, a la calentura que tiene Sebastian con Jenny
- Ni lo sueñes!!! – respondió Ben sin pensarlo – Ese cínico desgraciado es un rockabilly con todas las letras… tiene navaja – rápidamente tomó a la morena de la mano – Dudó que a ti te guste poner a Emma en la misma situación
¿Qué demonios estaba ocurriendo? Se preguntó Emma, hablaban de ese tal “retro” como si fuera un mafioso.
- Entonces di tú que debemos hacer – Bodo le dijo a Ben
- Claro!!! Y yo cargo con toda la responsabilidad de lo que pase… Muy bonito director!!! – dijo irónico
- Pero tú fuiste quien acudió a ellos – se defendió
- Por que supusimos que lo necesitarías ¿Tienes algo mejor? – levantó la voz en la pregunta
- No – estaba enojado, él debería tener algo mejor…
- Basta! – dijo Jenny cansada de escucharlos – Por qué mejor no vemos lo que quieren y después discutimos sobre qué hacer??? – los dos la miraron – Por hablar con ellos dudo que nos apuñalen!!! – Esperó hasta que los dos dieran el Ok. – Vamos!!!
- Emma – Jenny y Ben ya habían salido – Ven!!! Esto es algo digno de ver
- Si lo dices por los “Retros”… Paso…– miró el reloj de pared – Tengo una Junta que me espera en dos horas y una suspensión de una semana sin gozo de sueldo… Prefiero estudiar que decir
- Te puedo asegurar que esto merece la pena… – estaba dubitativa – y si lo logramos no tendrás la sanción – le sonrió
- Eso es trampa!!! – se quejó de la mala jugada de Bodo, era obvio que si ella estaba de por medio se sentiría obligada a asistir
- Eso reclámaselo a Jenny y Ben que son los que han ideado todo – Y no se asombró de lo escuchó, no porque recordaba
- Es hora de que hablemos – la agarró por el codo haciendo que se detuviera en mitad de la escalera
- Ahora no – se soltó del agarre. Todavía no estaba preparada para responder…
- Ahora!!! – exigió tomando de vuelta su brazo – Me dices de una buena vez que es lo que esta pasando!!! – No toleraría ni un segundo más lo secretos, la veía cansada y quería ayudar
- Me gusta!!! Eso me pasa… Me gusta tanto que duele!!! – contestó furiosa y tocándose el pecho con su mano, no saldría nada bueno de darle tanto trabajo a su corazón – Satisfecho??? – trató de seguir adelante.
- No!!! – le abrió los ojos todo lo que pudo, una vez más Jenny cometía el mismo error: asumir que él podía leer sus pensamientos – Quién te gusta???
- La profesora Müller… – susurró. Y era lo que la trastocaba, había tanta bronca en la manera de apretar las muelas, tanta sangre corriendo por las venas en la sumisión y tanto alivio en la exhalación… Jamás pensó que la vería así…
- La profesora??? – la boca se le abría paulatinamente a medida que caía en la cuenta – Emma??? La Emma de Bodo???
- Sí… – aquello de la Emma de Bodo no le sentaba tan bien – la misma – y comenzó a subir las escaleras nuevamente…
- Espera!!! – y otra vez tomó su brazo – Eres lesbiana??? – Dios!!! era su mejor amiga y ahora una completa desconocida
- No!!! – lo pensó mejor – Sí!!! NO!!! SI!!! Yo qué sé… da igual
- Ella es lesbiana??? – buscaba alguna respuesta clara
- NO!!! SI!!! La verdad es que no lo sé…
- Pero??? Pero??? – miraba hacia todos lados – Y qué se supone que vas a hacer si no sabes nada??? – este era un problema que debía ser resuelto.
- No sé – agachó la cabeza derrotada y rendida – No tengo ni idea y Emma… Emma… Emma es
- Emma??? – Emma era distinta para Jenny, era importante pronunciaba su nombre con una mezcla de pasión y dolor que él conocía… y ahora le tocaba a su amiga conocer…
- Es una persona extraña, no lo sé, como que cada paso que avanzo son dos hacia atrás
- A mi me parece una buena persona – sinceridad – algo fría pero buena – realismo – buena e inteligente – objetividad – Lo hablamos hace tres horas atrás, no me atrevería a culpar a nadie por enamorase de ella…
- Amor???
- No amor… Enamoramiento…
Escuchó unos pasos que se acercaban rápidos – Basta, allí vienen – ahora ella le agarró del brazo para que continuaran – sólo te pido que no hagas de esto un mundo y que actúes normal – dijo bajo
- Para mi es un mundo… un mundo nuevo y desconocido – frenó – Nosotros… Nosotros… – Ellos se acostaban y algo tendrían que hacer al respecto
- Ya hablaremos de nosotros…
Estaban los cuatros parados en la última puerta del cuarto piso, no tenía señalización y estaba pintada de negro. Cuarto piso… Emma tenía entendido que este piso sólo se utilizaba para las grabaciones, dado que poseía un pequeño estudio de grabación…
- Qué son los “Retros”??? – todos la miraron – Y por qué estamos aquí preparándonos como si al entrar nos fueran a tirar una granada???
- Es posible… no lo había pensado pero ahora que lo dices es muy posible – Ben comenzaba a desesperar
- Eso no pasará – Jenny trató de contenerlo – Ben no pasará… Hey!!! Esta vez no pasará nada… lo prometo…
- Siempre es la misma mierda – desvió la mirada angustiado
- Mírame!!! Hey!!! – tomó su rostro para que le mirara – Esta vez no será como antes seremos más cuidadosos…
- Dime que pasa – Emma le preguntó a Bodo que estaba apoyado sobre la pared sin decir nada. Ben no estaba bien, esta muerto de miedo ¿Qué había pasado?
- Nada – miró a los otros haciéndose responsable de sus palabras – los retros son un grupo perteneciente a esta escuela – explicó
- Qué clases toman??? – No era la verdad, no la completa y Bodo no sabía mentir
- Ningunas y todas – Estaba siendo evasivo
- No entendiendo – movió su cabeza – pertenecen o no a la academia???
- Legalmente sí, ellos pagan una cuota y nosotros le brindamos el espacio físico – señaló todo aquel lugar más lo que todavía no había visto detrás de la puerta – Y el nombre de nuestra academia…
- Y por qué razón no toman las clases como los demás??? – Apuró
- Un pequeñísimo – indicó con su dedo índice y pulgar – problema de adaptación…
- Con el reglamento de la academia???
- Con la vida… viven la vida al revés
- Cómo??? – eso la había dejado totalmente fuera de juego
- Bueno… el avance tecnológico nos ha modificado – Emma asintió con su cabeza – Y la electrónica ha revolucionado el mundo de la música…
- Sí…
- Ellos en vez de adaptarse como lo haría cualquier persona común – movió sus manos – lo repudian y cada vez se aíslan más y van en retroceso…
- Me estas diciendo que involucionan en vez de evolucionar su música??? – Nunca faltaban inadaptados
- Música??? – sonrió con amargura – No hablo de música, hablo de sus vidas…
- Pero??? Pero???
- Entremos – Jenny sugirió – Será mejor que este comedero de cabeza
La puerta se abrió y el espacio que dejó ver era enorme, más de la mitad de la superficie del todo el piso. Habría como unas 50 o 60 personas dentro y ahora todos los pares de ojos apuntaban hacia ellos. No habría sido mejor tocar la puerta antes de entrar??? Se preguntó Emma. Aquí vivían varias épocas en un mismo lugar, géneros y subgéneros de músicas y bailes que había influencia en la moda, costumbres y pensamientos de las personas. Era extraño ver a un Charleston al lado de un Hippie pero parecía que en esta habitación todo valía siempre y cuando se siga la consigna: Ser retro.
- Está al fondo – Un hombre de unos treinta años con vestimenta disco señaló con su mano. Todos comenzaron a caminar en esa dirección
- Gracias – le respondió cuando pasó por su lado. Era su costumbre no importaba si la información se la daba o un indio o un europeo su padre le había enseñado que siempre debía ser respetuosa. El chico no respondió tan sólo hizo un amago de sonrisa como aceptación.
La iluminación iba disminuyendo y ya comenzaba a escucharse la música. Era Elvis Presley en sus primeras épocas y como no podía ser de otra manera un hermoso Cadillac Eldorado con alguien debajo de la capota. Ese coche era una belleza, brillaba por donde se lo mirase y sus ojos estaban encaprichados con él. ¿Cómo había hecho para subirlo hasta el cuarto piso de una vieja casona? Miró a la derecha el gran ventanal, imaginó una grúa y el coche a medio armar y ya tenía la respuesta. Sintió como rebotaba contra el cuerpo de Bodo, que estaba parado a causa de una enorme mano sobre su pecho, un rockabilly de casi dos metros de alto…
- Qué quieres??? – preguntó antipático y con ganas de despacharlo de un puñetazo
- Estamos buscando a Sebastian – quiso hacer el intento de seguir avanzando pero el brazo se interpuso nuevamente
- Para qué???
- Tenemos asuntos que arreglar con él – Bodo lo miraba colerizado – No te ha enseñado tu dueño a tratar mejor a las visitas??? – Esto no comenzaba para nada bien, Bodo estaba tratando como a un perro a aquel grandote – y a no arrugar sus camisas
- Maldito – Levantó su puño dispuesto a partirle la cara
- Deja… – y el hombre frenó al instante – Esta vuelta necesito que hablen, no es cierto Ben??? – dejó el auto y se acercó a hasta ellos mientras limpiaba con un trapo sus manos. El grandote soltó finalmente a Bodo – Qué los trae por aquí???
- Ya sabes lo que queremos!!! – Ben estaba tembloroso de impotencia, veía el esfuerzo del brazo de Jenny para mantenerlo en su lugar. Fue fácil adivinar que el problema era entre ellos, personal, posiblemente resuelto a patadas y puños teniendo a Ben como perdedor.
- Ahhhh!!! – se dio por entendido – Nuestra charla de mediodía… Sí, sí – se acercó hasta él amenazador – pero sabes que tiene un precio…
- Estamos dispuestos a escuchar – dijo Jenny mientras apretaba el brazo de Ben suplicando por calma
- Claro muñeca!!! – se acercó y acarició con su dedo pulgar la mejilla. A Emma le dio asco ver como aquel retrogrado hacía alarde de su poder
- Dinos lo que quieres – Fue tajante en su comentario, había visto a personas antes imponerse a través del miedo… era la característica más vil y humana que conocía.
- Y tú, quién eres??? – se acercó burlón hasta ella
Le hubiera encantado responder: … Y a ti que te importa… pero no quería armar revuelo teniendo en cuenta que eran 4 contra 60. – Soy la profesora Müller – contestó con su característica formalidad
- Ocupas el puesto de Bea??? – Ese Bea sonaban tan distinto a Srta. Vogel, este hombre la sentía par y en su comentario faltaba la respetuosidad con la que todos la trataban.
- Sí… – Miró su ropa y peinado… era todo un rockabilly, con su Cadillac, unos sillones de cuero algo rotos y varios botellines de cervezas cerca del coche. Su espacio parecía el garaje de cualquier americano de los años 50.
- Eres buena??? – preguntó mientras encendía un cigarrillo con un encendedor a bencina de plata, ideal para los aires de rockero y chico malo que tenía…
- No lo sé – respondió con sinceridad – Eso deberías juzgarlo tú mismo… sería arrogante de mi parte decir que si
- Eres filósofa???
- No…
- Y por qué demonios hablas tan extraño??? Jajaja – compartía su risa maleva con su guardaespaldas
- Podría preguntar los mismo acerca de tus pantalones – La risa terminó y se acercó como cara de enfado ante la insolencia.
- Hey!!! – la mano de Bodo se interpuso – ni lo sueñes – le sonrió acatando la orden
- He visto que no le quitas el ojo de encima a “violeta”
- Perdón??? – Emma no entendía a que se refería
- “Violeta” – señaló su coche – Es una verdadera belleza – Emma apostaría lo que fuere por que también tenía un nombre para su pene, este tipo no era muy distinto ni menos machista de aquellos que compran autos lujosos esperando conquistar con ellos. Ni menos estúpido que aquellos que se dejan deslumbrar por un coche.
- Es un gran coche!!! – le hecho una ojeada más – Debe haberte costado mucho dinero, por fuera tiene todas sus piezas originales menos los faros – apuntó
- Sí!!! Costó lo suyo pero lo vale – Fanfarrón!!! pensó Emma. Sebastian se acercó a acariciar la carrocería – Veo que sabes de coches – la miró con algo de desprecio no se fiaba de ella ¿Qué podría saber de coches una profesora de canto?
- Un poco – respondió cuidadosa
- Puedes repararlo???
- Emma – Bodo susurró bajo como advertencia de lo que eso significaría
- No lo sé… No sé que es lo que tiene y no puedo decirte si puedo repararlo o no –él volvió a colocarse en frente de ella y el entregó el pedazo de tela con el cual había limpiado sus manos. No dijo una palabra pero era bastante claro lo que quería: Míralo y dime si puedes o no. Emma rechazó lo que le ofrecía y caminó hacía la capota de coche seguida de Sebastian. – Es la caja de cambio…
- Eso ya lo sé – contestó prepotente – Dime algo útil
- Es vieja y necesitas una nueva – introdujo medio cuerpo dentro para ver mejor – Los engranajes de la primera y la reversa están hechos añicos… es por el uso
- Puedes conseguirla??? – Era obvio que sabía de lo que hablaba
- No es imposible pero sería complicado – lo miró nuevamente – es un coche de colección e importado. Seguramente quien te la quiera vender cobrará un precio alto.
- Conoces a alguien??? – Llevaba meses buscando el repuesto y por su niña haría cualquier cosa
- Puede, no estoy muy segura – Volvió al lado de Bodo. No sé le había olvidado a lo que venía, a negociar
- Eres rápida, me gustan las mujeres así – miró a Bodo – Cuanto te costó la adquisición??? Es buena en la cama??? –y pasó una mano por su miembro mientras lo decía
- Basta hijo de puta!!! – Bodo empujó lejos de ellos – Dimos que quieres de una puta vez!!!
- Hey!!! – Le indicó al mono que lo acompañaba de que frenara y que él se encargaría del asunto – no te pongas nerviosa… sólo estaba preguntando… – se hizo el inocente. – Bueno, dejémonos de pavadas – se acercó hasta ellos – Ustedes quieren que yo diga en la junta que los mantuve ocupados el viernes por la noche – Jenny asintió con la cabeza – podría ser verdad, sobre todo si es contigo muñeca – aprovechaba cada situación para abordarla – perooo… no lo es
- Ya lo sabemos – Ben se irritaba al escuchar que no decía nada nuevo
- Tengo – rió de forma sádica – Tengo… una presentación de disco en tres semanas y mis chicas no resuelven una coreografía… podemos llegar a un acuerdo con eso…
- Hecho – dijo Jenny sin pensar
- Siempre tan predispuesta – se acercó a ella y le tocó el cabello
- Bueno… tendrás lo que quieres – Bodo estaba dispuesto a terminar la charla con este enfermo
- La caja de velocidades – apuntó
- Hey!!! Qué no se te vaya la mano – rebatió
- Recuerda la última vez que tratamos… Creo que me la merezco
- Está bien!!! – contestó después de que Emma cerró sus ojos afirmando que podía conseguirla
- Y todas las recaudaciones de la próxima fiesta que brindemos
- Estás loco!!! ¿Cómo piensas que voy a darme toda esa cantidad de dinero?
- A mi me parece justo, las fiestas las organizamos nosotros
- Por eso te quedas con el 50%
- Ya pero tengo algunos proyectos en mente y necesito dinero para llevarlos a cabo
- No!!! Es demasiado
- No cerraré por menos así que tú dirás – se apoyó contra un pilar con los brazos cruzados contra el pecho y a la espera
- De acuerdo – y el trato estaba cerrado.
- Ah!!! Ben y mándale mis saludos a Bea – Ben sólo agachó sus cabeza y no fue capaz de responder nada.
Caminaba escalera abajo pensando en todo lo que se había dicho en la junta, el “retro” cumplió su parte del trato, había excusado su ausencia con ayuda para su presentación de disco. El Sr. Bergmann no cuestionó las palabras de Sebastian tan sólo pidió a cambio que detallará por escrito lo que había ocurrido. La asunto de la cuenta bancaria estaba resuelto pero aún había cierto recelo, la protección que le brindaba su empresa era algo sospechosa, no esclarecer su puesto de trabajo tan sólo aumentaba las sospechas y la cantidad de dinero que ganaba por ello traía miedo y envidia al presidente de la Junta. Codicioso, se notaba que la academia no era más que un gran negocio para él.
Llegó a la planta baja y a la cafetería sólo quedaba cruzarla para salir del infierno en cual se había convertido el día. Pero ella estaba en la barra con una copa de champaña, se la veía tranquila y pensativa.
Evitarla habría sido una opción, la más cobarde quizás, pero un salida para conciliar el sueño rápido esta noche sin pensar en lo que podría haber sido, sin recriminar la falta lucidez en los actos y sin tener que enfrentar al día siguiente. Se acercó a ella despacio
- Cerrando el día con una copa – preguntó mientras se sentaba en la silla del lado
- No he tomado una gota – miró hacia la burbujeante copa llena – me la sirven por costumbre sólo me senté aquí a esperarte
- A esperarme??? – esa era una contestación que no esperaba
- Sí… Bodo me preguntó si podía llevarte al mecánico… él tuvo un imprevisto y no puede acompañarte – explicó
- Ah… sí la bendita caja de velocidades – recordó lo que había hablado con Bodo – Es algo tarde si quieres podemos dejarlo para mañana.
- No – sabía que mañana Bodo estaría disponible y Emma no vendría a pedirle que la llevase – Te llevo!!! Bueno, en realidad iba a preguntar si no te importa conducir a ti… mi pie esta algo molesto – el pie colgaba del banco sin apoyarse en el piso – creo que he estado demasiado tiempo parada
- Claro!!! Siempre es un placer conducir ese escarabajo – contestó amable
- Ok… Vamos???
- Sí…
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