No podía concentrarme en el trabajo, a cada lugar que miraba allí estabas tú.
A cada bocanada de aire que tomaba allí estabas tú, perfecta, bella, serena.
Quise terminar el trabajo, pero a cada tecla que presionaba, allí estabas tú, sonriente, alegre, tan dulce.
Te borré con un ¡hola¡ a una compañera.
Pero al mirar por la ventana, allí estabas tú, con tus ojos marrones y tu rubia melena.
Me levante y me fui a la máquina de café y allí estabas tú, mirándome
¡Oh Dios¡ Cuando me mirabas así.
Cogí el café y me fui a prisa, no podía más.
Me puse la chaqueta cogí el bolso y me encamine al ascensor, y allí estabas tú, con tu pantalón de cuero y tu chaqueta favorita .
Pulsé el botón del ascensor para perderte de vista , subí al coche y allí estabas tú, sentada a mi lado, mirándome ¡oh Dios¡ cuando me mirabas así. Pisé a fondo el acelerador , aparque y allí estabas tú con ese caminar tan tuyo con tus botas viejas que adorabas.
Me paré a comprar el pan y allí estabas tú, hablando con tu salero con la dependienta. Cogí el pan y seguí huyendo .
Cerré la puerta de nuestra casa y allí estabas tú , con tu música de siempre baladas románticas, sentada en tu sillón de siempre.
Me fui a la ducha y allí estabas tú , para que decir como estabas tú.
Salí de la ducha y allí estabas tú , con tu perfume que solo comprabas para mi, me acariciaste.
Y mis ojos se llenaron de lágrimas, ya no quise huir más, porque fuera donde fuera siempre estarías, porque estabas en mi Alma, en mi piel, en mi corazón.
No pude dejarte en aquel frío y solitario Cementerio.
Por eso siempre tú estarás en mí.
A cada bocanada de aire que tomaba allí estabas tú, perfecta, bella, serena.
Quise terminar el trabajo, pero a cada tecla que presionaba, allí estabas tú, sonriente, alegre, tan dulce.
Te borré con un ¡hola¡ a una compañera.
Pero al mirar por la ventana, allí estabas tú, con tus ojos marrones y tu rubia melena.
Me levante y me fui a la máquina de café y allí estabas tú, mirándome
¡Oh Dios¡ Cuando me mirabas así.
Cogí el café y me fui a prisa, no podía más.
Me puse la chaqueta cogí el bolso y me encamine al ascensor, y allí estabas tú, con tu pantalón de cuero y tu chaqueta favorita .
Pulsé el botón del ascensor para perderte de vista , subí al coche y allí estabas tú, sentada a mi lado, mirándome ¡oh Dios¡ cuando me mirabas así. Pisé a fondo el acelerador , aparque y allí estabas tú con ese caminar tan tuyo con tus botas viejas que adorabas.
Me paré a comprar el pan y allí estabas tú, hablando con tu salero con la dependienta. Cogí el pan y seguí huyendo .
Cerré la puerta de nuestra casa y allí estabas tú , con tu música de siempre baladas románticas, sentada en tu sillón de siempre.
Me fui a la ducha y allí estabas tú , para que decir como estabas tú.
Salí de la ducha y allí estabas tú , con tu perfume que solo comprabas para mi, me acariciaste.
Y mis ojos se llenaron de lágrimas, ya no quise huir más, porque fuera donde fuera siempre estarías, porque estabas en mi Alma, en mi piel, en mi corazón.
No pude dejarte en aquel frío y solitario Cementerio.
Por eso siempre tú estarás en mí.
----------------------------------------------------------------------------------------------------------
La Teta Feliz Historias y Relatos ® Riba Derechos Reservados
©
Todos los derechos reservados. Esta publicación no puede ser
reproducida, ni en todo ni en parte, registrada o transmitida por un
sistema de recuperación de información, en ninguna forma ni por ningún
medio, sea mecánico, fotoquímico, electrónico, magnético, electroóptico,
por fotocopia o cualquier otro, sin el permiso previo, por escrito, del
autor.
No hay comentarios:
Publicar un comentario