Capítulo 8
Lucía
Cami me prohibió salir de acá porque tiene novedades mmmm esta rara mi amiga, espero no sea un pesado ese que me quiere presentar, siento que me liberé, tengo ganas de hacer cosas, seguir mis estudios, gracias a mi mamá y a Marina mi vida tiene otra perspectiva, quiero ser feliz, por fin me siento libre de tanta mentira.
Lucía: ¡hola!
Camila: Hola amiga, sentate que te cuento o mejor prepará mate
Lucía: me parece que te gustó ¿No? ¿No se supone que eso me pase a mi?- me mira con picardía, mientras preparo el mate me cuenta su día, espera que me acomode y empieza la verdadera historia…
Camila: amiga creo que vale la pena que lo conozcas, es inteligente, simpático, amable, serio, médico recién recibido…creo, y sumado a esto es ¡lindo!
Lucía: parece que te enamoraste…
Camila: No amiga eso es imposible, pero él vale lo suficiente como para ir a una fiesta, así que en cuanto me avisen vamos, si lo conoces y te gusta, bien, si no creo que tendremos un buen amigo, es un presentimiento.- cuando Cami dice algo así tan seria sé que tengo que escucharla, desde que la conozco sus presentimientos se equivocan poco, seguimos hablando sobre mis planes de retomar la facultad, de lo bien que se siente saber la verdad y se asusta cuando le digo que pienso cocinar para esperar a Marina, pero es mi idea, tampoco lo hago tan mal, tener una amiga como Cami hace que todo en mi vida sea más llevadero.
Ana
Termina la clase ¡por fin! Se me hizo eterna, mi mente está en lo que pase en un rato más, pensé tanto en qué hacer para ella y no se me ocurre nada… ¿Rodri? ¿Qué hace acá?...
Rodrigo: Bambi…-con cara de ternero degollado- sé que tenés planeado algo, pero estoy desesperado, ¿podemos organizar la fiesta? Algo porfi, porfi, porfi amiga, después te llevo al consultorio ¿Si? Porfiiiiiiii.- lo mataría pero me puede, igual faltan dos horas así que lo voy a hacer de paso no pienso tanto en ella.
Ana: Está bien, vamos a la plaza, que está lindo para tomar aire y lo planeamos. – Rodri me abraza y salimos rumbo a la plaza. Así el consultorio me queda muy cerca y pensándolo bien no tengo que inventar nada espectacular para Marina, sólo ser yo misma, es decir mate y algo para merendar estará bien…algo dulce mmm creo que alfajores, a ella le gustan mucho…y…
Rodrigo: ¡Basta! Baja del cielo para hablar con este mortal porfi ¿si?
Ana: Sí, perdón es que…bueno mejor planeemos la fiesta. Estaba pensando que podemos hacer algo en mi casa, en el patio, pienso en algo relativamente íntimo sin tanta gente, como para que tu Lucía no se asuste. Tampoco es cuestión de asustarla el primer día jajaja
Rodrigo: Gracias, estaba pensando que mi departamento es muy chico, así que mejor en tu casa, ¡te quiero! Porque me salvas siempre, entonces yo compro algo para tomar, agua, gaseosas ¿tomarán cerveza? Por las dudas compro alguna y algo simple para comer, la idea es charlar y para eso el patio en tu casa es ideal ¿Cuándo? …
Ana: Mira yo hasta que vea a Marina no puedo poner un día, porque no sé qué va a pasar, dejame que termine esa conversación pendiente y veo ¿sí?
Rodrigo: Bueno, dale que te acompaño al consultorio y me voy. ¿Pensaste que comprar para Marina?
Ana: tengo una idea… vamos.
Marina
¡Por fin! Ese reloj hoy caminó más lento, eso nadie me lo puede discutir, paso por casa, me baño y voy al consultorio, la verdad que no tuve tiempo de pensar mucho en Ana hoy, pero falta poquito para que la vuelva a ver y todo mi mundo se descontrola, ese beso me llevó a lugares de mi alma que creí olvidados, espero una señal, que me muestre que no me equivoco, que es ella…
Llego a casa y encuentro a Lucía con Camila riéndose, la risa de mi hija es tan dulce y suave como la de su madre, sí, ella es mi hija, la esperé tanto, ahora está conmigo y soy sumamente feliz…
Lucía: ¿hace mucho que estás ahí? ¿Y esa sonrisa?
Marina: Hola chicas, me sonrío por lo feliz que soy, por tenerte en casa mi vida.- la abrazo y acaricio su carita como me gustaba hacerlo de bebé, ella sonríe y esas chispas de oro en sus ojos color miel se encienden, son iguales a los de su madre y no me cansaré de mirarlos nunca.
Lucía: te amo Marina… ¿Qué vas a hacer ahora?
Marina:¡Uh! Que tarde se me hizo, tengo que bañarme e ir al consultorio, ¿vos qué vas a hacer?
Lucía: De eso te quería hablar…le dije a la abuela Susy si podía venir a hacerme milanesas esta noche ¿Qué te parece?
Marina: ¡Qué es genial! Mi madre te mimó mucho mientras te vio, debe estar más que feliz de hacerlo, yo de todos modos aviso que tal vez llegue algo tarde
Lucía: Mmmm ¿y eso? ¿Trabajo? O…
Me acerco, les doy un beso a las dos y me meto al baño, se me hace tarde, no puedo ser impuntual con Ana y menos hoy. Este vestido es el indicado, es cómodo y además creo que a ella le gusta. No vuelvo al cuarto de Lucía, sólo antes de salir digo: ¡Mi vida ya me voy! Y ella viene corriendo a darme un beso pero me mira, frunce el seño y dice: ¡Que hermosa! ¿Vas al consultorio o a una cita?.- respondo con un abrazo y me voy.
El consultorio no queda lejos, se supone que Ana ya está ahí porque se encarga de abrir, espero que falten algunos pacientes, quiero estar con ella, no puedo evitar esa sensación de mirarla como si fuera la primera vez. Entro y ya una paciente me espera, eso no ayuda mucho, la busco con la mirada y no la veo, miro la hora y faltan veinte minutos para que empiece a atender ¿Dónde está? Entro al consultorio y ella me espera con una amplia sonrisa que hasta podría decir, me deja obnubilada, sobre el escritorio lo necesario para el mate, alfajores de maicena, mis favoritos debo decir y lo mejor, más sobresaliente un pequeñísimo florero con flores azules de casi un ínfimo tamaño, ella entonces habla.
Ana: ¡Hola Marina! Cómo estoy segura que, como siempre, te olvidaste de comer, me pareció lo mejor preparar esto, es lo de siempre, pero es lo importante , mostrarte que sólo quiero cuidarte, ¡Que hermoso te queda ese vestido!.-la mirada con que dice todo hace que mis piernas flaqueen un poco, porque no es únicamente lo que dice o como… sino lo que me hace sentir al mirarme.
Marina: ¡Gracias! Otra cosa no se me ocurre, entonces aprovechemos el tiempo.- me acerco y la beso muy cerca de los labios, me siento y tomo un alfajor mientras ella me alcanza el primer mate de la tarde, observo detenidamente las flores, dándome cuenta cuáles son…
Ana: No me olvides…así se llaman esas flores, me pareció que era el momento indicado para regalarte esas, no son grandes pero tienen que ver conmigo.
Marina: nunca podría olvidarte Ana, hace mucho tiempo que estás en mi mente más de lo que quisiera, debo confesar que sentía culpa al hacerlo…pero algunas cosas cambiaron.
Ana
Rodri me deja en el consultorio y se va, yo camino unos metros hasta la casa de doña Caro, muchas veces he elogiado su jardín pero hay unas pequeñas flores cuya historia me dieron una idea.
Ana: Hola Caro, ¿Cómo está?
Caro: ¡Anita! Muy bien ¿Qué te trae por acá?
Ana: La historia de esas flores, no me olvides si no me equivoco
Caro: ¿Encontraste a quien regalarlas? me alegro mucho, como te conté cuando mi esposo me regaló una y la adhirió a mi solapa, se hizo una costumbre como muestra de su amor y yo adorné mi jardín con ellas desde que él ya no está como símbolo de ese amor.
Ana: justamente por eso quiero pedirle un pequeño ramo, encontré a quien me inspira cada día y quiero demostrarlo así.
Caro: Me parece hermoso el gesto, sobretodo porque es algo simple como lo sos vos, ya lo preparo.
La primera vez que hablé con Doña Caro fue cuando su esposo murió y ella me contó la historia de esas flores, tan pequeñas pero con tanto significado, creo que es lo que quiero decirle a Marina, que no me olvide, que me de la oportunidad de quererla, así que con las flores y la merienda de siempre, estoy preparada para esperarla.
Llego para abrir y ordeno las cosas, voy a su consultorio, coloco un mantel sobre el escritorio y preparo el mate, el florero, los alfajores, creo que está todo…suena el timbre, me asomo y es la paciente del primer turno ¡llegó temprano! Yo esperaba contar con algo de tiempo, de todas formas la espero acá, cuando no me vea en mi escritorio me buscará y podremos hablar un rato. Ella entra y mi sonrisa me deja desnuda ¡qué bien le queda ese vestido! Toda su madurez de mujer se hace más visible con esa ropa, me encanta… (La baba Ana…) nos saludamos y ella me da un beso cerca de los labios que me hacen desear su boca casi con desesperación pero creo que no es el momento, mientras tomamos algo ella observa las flores, le digo porque las elegí, ella por su parte me aclara algunas cosas.
Marina: Hace mucho que nos conocemos, pero creo que nunca te conté algunas cosas de mi vida, ahora quiero hacerlo, siempre me cuidas, necesito que sepas mis miedos, mis dudas, mis inseguridades, el por qué de muchas cosas.
Ana: hay tiempo, yo sólo puedo decir que estoy viviendo un sueño, jamás pensé en que tendría la oportunidad de mostrarte lo que siento, me sorprendiste, lo malo es que no tendremos mucho tiempo,- lo digo mirando el reloj gesto que ella copia, las dos levantamos la mirada y nuestro rostro refleja la decepción.
Marina: de todos modos, trataré de liberarme lo más rápido que pueda, necesitamos hablar…
Ana: O no…- no sé de donde saqué el valor pero me levanté y me acerqué a ella, busqué profundizar en su mirada y no pude más, mi corazón pedía a gritos que la besara y no pude contradecirlo, con una mano me sostenía del sillón y con la otra tomé su rostro y la besé como si fuera la última vez, ya me es imposible pensar en no besarla, me encanta sentir como su cuerpo se estremece, no quiero alejarme, pero se impone la responsabilidad y lo hago.-perdón, no pude evitarlo- dije
Marina: No lo hagas por favor, aunque es cierto que me esperan, Awwwwwww Ana me puedo acostumbrar a esto.- lo dice mientras me vuelve a besar y nos dejamos llevar por un sentimiento que sólo quien siente lo mismo puede explicar. Ella se aleja pero sin abrir los ojos, diciendo: Mmmm ¡Que rico! ¡Qué dulce sos Ana! Pero debemos volver a la tierra… por un rato te aseguro.- me sonríe y se levanta para verse en el espejo y acomodarse, no me explico cómo su pelo esta así, (Ana…a mi no…)
Ana: Ayyyy estoy en una nube y será difícil que alguien me baje.- lo digo mientras la abrazo por la espalda y ella recuesta su cuerpo en el mío y se envuelve en mis manos, un suspiro sale de ambas al mismo tiempo, pero al mirar el reloj la magia se va, la gente nos espera.
Marina: te prometo que atiendo rápido, hace pasar a la primera paciente.
Ana: como usted diga doctora, me llevo todo esto…
Marina: mis flores ¡No!
Esta mujer me va a volver loca de amor, se abraza a esas flores y me regala la sonrisa más especial que puede existir (¿exagerada yo?) No, no exagero la quiero en mi vida, la quiero para mí, la vida me sonríe por fin. Nunca pensé que sería así de rápido todo entre nosotras, tan sólo dejarnos llevar… pero tenemos mucho para hablar (aunque si cada beso va a ser así, si no hablamos, yo feliz).
Lucía
La abuela Susy ya llegó, temprano, pero ella dice que de esa manera se puede poner al día conmigo, me cuenta cosas que sólo ella sabe, como toda la situación por la que pasó Marina ante la muerte de mi mamá, todo su dolor, todo el tiempo en que verme o escucharme fue su único consuelo, eso me hace apreciarla y valorarla aun más.
Lucía: abuela ¿No tuvo a nadie más en su vida? Alguien me refiero a una pareja
Susy: No, muchas veces intenté hablar con ella del tema, pero se negaba, para ella su prioridad era encontrarte, hacerte llegar a Luciana para después recién pensar en ella. Aunque…te cuento un secreto…creo que hay alguien, debe ser en el hospital porque algunas veces la vi como muy metida en sus pensamientos pero con una sonrisa en los labios, o sacudiendo la cabeza, pero creo que no se daría la oportunidad.
Lucía: La entiendo, cuando la conocí y me fue contando todo sobre mi mamá y ella, pude sentir lo que ellas eran, el amor y respeto que se tenían, creo que hay cosas difíciles de olvidar, en la carta que mi madre le dejó supongo que le hablaba de eso, de seguir, pero no creo que se le haga fácil. La voy a llamar para ver a que hora llega.
Susy: Sí y decile que la comida estará lista a horario.
Lucía: Hola, ¿Me puede comunicar con la doctora Marina? La llamo al celular y no me atiende.- del otro lado una voz muy cálida responde que está con un paciente pero que me pasará la llamada. Marina me atiende le pregunto y siento que duda, me dice que llegará tarde pero que no sabe cuánto, cuando le pregunto si es por los pacientes, vuelve a dudar, responde que ya me contará y nos despedimos.
Camila: ¿En qué pensás amiga? Te quedaste muy callada
Lucía: Marina…espero que esté bien, dice que va a tardar pero no mucho más, te parecerá loco pero desde que la encontré tengo mucho miedo de perderla, siento que sería como perder a mi madre otra vez.
Camila: eso no va a pasar Lu, debe estar ocupada, no pienses cosas raras.- Cami me abraza y volvemos a la cocina a escuchar las historias de la abuela Susy.
Capítulo 9
Marina
Creo que es la primera vez desde que tengo el consultorio en que salí tantas veces de él o que llamé tantas veces a Ana, tan sólo para verla o tenerla cerca ¿Qué me pasa? ¿Será el tiempo que hace que nadie estaba tan cerca? ¿Me pasará esto mucho tiempo más? No puedo herir a Ana, tengo que saber si esto que siento es una necesidad de sentir a alguien o de sentirla a ella.
Ana: doctora está en línea una señorita que pregunta por usted
Marina: gracias pasáme.- es Lucía que pregunta cuánto tardo en llegar, dudo, porque no se qué pasará después con Ana, le digo que no se preocupe, que llego y le explico. Me dio la impresión que se quedó pensando, espero no se lo tome a mal, lo que ella piense me importa mucho.
Estoy con la última paciente y en mi cabeza pasan un montón de cosas, no tengo idea lo que va a pasar, estoy ansiosa, tengo miedo, dudas, pero tendré que hacerle frente a todo en cuanto salga la señora. Termino, me despido y acomodo las cosas, me saco el guardapolvo, estoy mirando por la ventana y entra ella…la culpable de mi tormenta mental en este momento.
Ana: Terminamos doctora…esa es la parte de la secretaria, Marina ¿podemos hablar ahora? Esa es mi parte.- lo dice y se ríe, su manera de reír siempre me hizo bien aunque ahora me doy cuenta.
Marina: hablemos, si no te molesta empiezo yo…Quiero ser totalmente sincera Ana, esto que nos pasa me tiene descolocada, con miles de cosas en las cuales pensar, hace demasiado tiempo que no tengo a alguien tan cerca y me da miedo. Hace mucho tuve una vida plena, amé y me amaron de tal manera que no puedo olvidar, tampoco el dolor que me produjo perder ese amor, su nombre era Luciana, una mujer maravillosa que pensó en lo mejor para mí hasta los últimos momentos de su vida. Con ella tengo una hija, un sol, nuestro sol, por años la tuve lejos y lo único que me mantuvo con vida fue volver a tenerla conmigo, poder contarle sobre su madre, darle todo el amor que guardé para ella, hace muy poco la encontré, esa chica con la que creíste tenía algo…- Ana me mira y baja la mirada avergonzada- ella es mi hija su nombre es Lucía, aunque no lo creas me devolvió las ganas de vivir , de hacer…locuras como esta- lo digo señalándonos a ambas- pero debo confesar que tengo mucho miedo, más que todo de llegar a herirte de algún modo, que todo esto que me pasa sea producto del tiempo que hace que nadie se me acerca, que nadie me toca o me besa, por favor no te enojes, necesito que sepas todo lo que me pasa, que me des la oportunidad de saber. No significa que al besarte no sintiera nada, todo lo contrario, es que cuando escuché lo que sentís por mí, fue como si saliera el sol, dudo que hubiese besado a alguien más que no seas vos, pero necesito que me comprendas, esto es nuevo para mí.
Ana: ¿Y para mí no? ¿Crees que ando por ahí diciéndoles a todas las mujeres que me gustan o que las quiero? O ¿Cuidando a todas? De verdad me conoces muy poco, yo estoy enamorada, de vos Marina, no de cualquier otra persona sin importar quien sea y si pensas que con esto vas a lograr alejarme por tu miedo a estar en falta…te aviso que vas a tener que buscar mejores argumentos.
Me siento avergonzada por mis palabras, la verdad es que tengo mucho miedo, pero esa seguridad que tiene al hablar…ni siquiera con la mirada hizo ningún gesto de enojo, primero pensó en mi y en mi miedo, no puedo perder a esta mujer y menos por miedo, tengo que poder arriesgarme sin temor porque ella me está esperando con los brazos abiertos para cuidarme y contenerme.
Ana: Para mí es nuevo pensarte a mi lado, es nuevo atreverme a decirte a cada momento lo que siento, lo que me pasa, lo que no es nuevo, es que te quiero, eso viene de hace mucho tiempo, nunca supe cómo llegar a vos, pero ahora me va la vida en esto, porque sinceramente no creo que pueda vivir sin un beso tuyo de ahora en adelante…- se acerca y me acaricia la mejilla, me toma la mano y dice mirándome a los ojos- No voy a presionarte, sólo te pido la oportunidad de dejarme cuidarte y puedo prometer que daré todo de mi para lograrlo simplemente porque te amo.
¿Quién sería capaz de resistirse a esas palabras? A esa mirada…Ana me hace sentir en el lugar que quiero estar siempre, es tan dulce, tan joven, tan madura y tan mujer, si ya no estoy enamorada de ella, lo que siento se le parece bastante. ¿Por qué no? Ya recuperé a Lucía, ahora es momento de recuperarme yo y la verdad que si es con los besos de Ana, Awwww, soy optimista respecto a mi futuro, muy optimista, ya no puedo resistir más, la acerco hacia mi para acariciar con mis labios los suyos, con mi lengua los acaricio, suave, despacio, quiero conocer cada centímetro de su boca, quiero entregarme a esta sensación de sentirme amada y de amar con todas mis fuerzas.
Ana
Una chica llama preguntando por Marina, le paso la llamada ¿quién será?, hoy es un día diferente, antes ella casi no salía del consultorio, pero, esta tarde salió tantas veces como las ganas que yo tenía de verla ¿Sentirá lo mismo que yo? Esta necesidad de tenerla cerca que tengo por momentos me supera, sólo espero que ella se convenza tanto como yo que podemos estar juntas. Se va la última paciente, así que entro al consultorio, ella esta mirando por la ventana a lo lejos, cuando gira a verme noto seriedad en su rostro y eso me asusta un poco le digo que llegó el momento de hablar y ella se pone más seria todavía.
Me cuenta que quien yo creía salía con ella es en realidad ¡su hija!, menciona a la persona que tanto amó y perdió, de cómo nunca se atrevió a dejar que alguien entrara en su vida, que lo que estamos haciendo es una locura, hasta ahí está todo claro, pero, de pronto dice algo que me deja helada, me duele, me enoja… (Respira Ana respira…) sino respiro no sé cómo reaccionaría ¿Cómo puede decir que no sabe que siente? Yo sentí su beso y eso no es necesidad…pero comprendo, en su mirada aparece el miedo, tiene miedo de dejarse querer, tal vez hasta culpa por su gran amor, yo no puedo dejar que ella atente contra esto que sentimos las dos y estoy segura de eso, así que le digo lo que me pasa, lo que siento…que la amo. Ella entonces ya no habla, se acerca y me besa de tal manera que creo estar soñando, todo mi cuerpo es atravesado por una corriente eléctrica que me une más a ella, amo a esta mujer y no voy a permitir que nadie, ni siquiera ella evite que estemos juntas, somos una para la otra, eso es evidente.
Nos dejamos llevar y los besos son seguidos por caricias tiernas, dulces, suaves, por momentos llenas de pasión, pero mi mente me recuerda donde estamos, no es el lugar donde quiero descubrir de ella todo, pero, ¿Cómo resistirme? Si Marina me vuelve loca (más loca dirás Ana…) me encanta sentir como se estremece cuando beso su cuello, como se eriza su piel ante mis caricias, esto no es necesidad, es amor, aunque ella todavía no lo diga, yo lo sé, además si es por lo que yo la amo, ella podrá amarme. Nos miramos a los ojos abrazadas viendo por la ventana como el sol termina de ocultarse, no quiero soltarla, me siento tan bien con ella, a pesar de pedirle que me deje cuidarla, en este momento soy yo la que se siente protegida.
Ana: ¿Estás bien?
Marina: No podría estar mejor, gracias…por hacerme sentir tan importante, sos un sol Ana.- acaricia mi rostro y por primera vez veo un brillo especial en sus ojos
Ana: Por vos puedo brillar y reír hace mucho tiempo, te amo, jamás pensé que fuera posible estar así en tus brazos, hasta hace unos días era sólo un sueño para mí.
Marina: entonces construiremos un sueño entre las dos, sólo puedo pedirte que lo hagamos poco a poco, quiero que cuando todos te conozcan, sea porque estaremos juntas el resto de nuestras vidas.
Ana: yo no tengo dudas, pero lo vamos a hacer a tu manera, sólo te pido que este espacio sea nuestro las veces que así lo sintamos, necesito demostrarte cuanto te amo cada día.
Marina: eso es algo que me haces sentir hace mucho tiempo aunque no quisiese reconocerlo, creo que es hora de ir a casa…
Ana: No, quedate conmigo.- pongo mi mejor cara de consentida y ella vuelve a besarme y vuelvo a estar en el cielo, creo que cerca de las diez de la noche entre despedidas y besos pudimos separarnos para volver a casa, a ella la esperan, a mi sólo Rodri pero después de esta tarde no puedo más que agradecer, así que con un último beso bajo de su auto en casa y me quedo mirando como mi corazón se va en ese vehículo.
Marina
Dejo a Ana en su casa después de muchos intentos por separarnos antes, pero cada vez que pensaba en despedirme ella me pone esa mirada que… me dan ganas de besarla, se está convirtiendo en un vicio difícil de evitar. Hace años que no me sentía tan bien, tan contenta de tener a alguien que me brinde tanta ternura ¡Ay Ana¡ cómo estás cambiando mi vida en tan poco tiempo. Entro a casa y tres pares de ojos me interrogan sin hablar…
Marina: Hola chicas ¿Cómo están?
Susy: hola hija, ya pensaba que no te gusta más como cocino…
Marina: se me hizo tarde, perdón
Lucía: Bastante… ¿muchos pacientes?- Lucía sonríe con picardía mirando a Cami
Marina: digamos que sí, que es paciente…
Susy: hija es que ya no deberías trabajar tanto, un poco de diversión no le hace mal a nadie ¿no chicas?
Lucía y Camila: ¡por supuesto que no!- responden al unisonó
Marina: De acuerdo, lo tendré en cuenta, ahora ¿podemos cenar?...
Las tres aceptan y el resto de la noche pude compartir con mi madre y mi hija, mi familia, riéndonos de anécdotas, las cosas que desconozco de Lucía pero que Cami se encarga de ponerme al día, salvo detalles que Lucía bajo amenaza prohíbe que cuente, por momentos veo a mi madre con los ojos llenos de lágrimas, al cruzar mi mirada con ella, pienso lo mismo, está en casa con nosotras, además siento que el espíritu de Luciana nos acompaña, como siempre, sólo me pregunto qué diría ella sobre Ana. Ana…que sensación más dulce tenerla en mis brazos, cuando me besa siento que me da una parte de ella tan importante, no es un simple beso es más, es entrega, es demostrarme que quiere estar en mi vida y si soy sincera conmigo…la quiero en la mía.
Ana
Rodrigo me espera para saber y planificar la fiesta, cosa que me costará mucho hacer porque mi cabeza, mi corazón está con Marina, tomo mi celular y escribo “Pienso en vos, como cada día, cada noche desde hace mucho tiempo, gracias por tus besos…te amo” espero no ser cargosa, sólo que es inevitable no hacerlo, la amo, la amo y necesito que ella lo sepa, me gustaría de alguna forma pedir permiso a ese gran amor que tuvo, más bien contarle que sólo quiero cuidarla y amarla. Mientras pienso en eso recibo una respuesta “Tus besos me trasportan a un lugar del que no quiero volver, gracias debo dar yo por la suerte que tengo, de que te fijaras en mi. Besos”. Estoy definitiva y absolutamente enamorada… (¿En serio Ana?)…
Rodrigo: ¡Amiga! Hola ¿cómo te fue?
Ana: Estoy enamorada amigo, muy enamorada…
Rodrigo: ¿Algo que no sepa? Eso lo sé hace mucho Ana…
Ana: pero más, porque ahora conozco el sabor de sus besos, su respiración, su piel, su…
Rodrigo: No, no, no, sin detalles por favor, está bien que seas mi amiga pero tampoco… ¡Auch! No me pegues
Ana: no seas tonto, nos besamos y aclaramos las cosas, ella necesita tiempo para darse el permiso de ser feliz, tiempo que yo le daré…a propósito tenías razón
Rodrigo: Como siempre… ¿en qué?...
Ana: ahora no te digo nada…-pongo cara de enojada porque me interrumpe, y el pone su cara de bebé triste con la que logra lo que quiere.- Entonces no me interrumpas… la chica con quien la ví, es su hija y se llama Lucía.
Rodrigo: Siiiiii tu amigo es un genio ¿ves? Siempre tengo razón jajajaja, no te enojes, bromeo…una cosa ¿Estás feliz? ¿Valió la pena la espera? Es lo único importante para mí, amiga.
Ana: ¡Ay! Siiiiii feliz como nunca creí que podría, aunque todavía falta que ella lo crea.
Rodrigo: eso dalo por hecho Bambi, si ya te vio no dejará de mirarte, te lo digo yo que si no fuera que ya conocí al amor de mi vida, no te dejaría escapar… tengo hambre ¿Qué comemos?
Ana: ¿Pizza? Eso sí, llamo al delibery jajajaja
Rodrigo: de acuerdo…Mmmm entonces… ¿podemos poner fecha para la fiesta? Mientras esperamos
Ana: sí, creo que el sábado estaría bien, voy a invitar a Marina tal vez quiera venir
Rodrigo: está bien, ¿a quién más podemos invitar para no asustar a mi futura novia?
Ana: ¡Cuanta seguridad! yo creo que si logramos que Ivana deje la compu por un rato puede ser, con ella seguro no se aburre; Juan, que es bueno con las anécdotas graciosas; Jime, pero te encargarías que se baje de los rollers; Cat, que si le advertimos que no trabaje ese día, nos puede ayudar a ordenar después jajajaja, no le digas que dije eso.
Rodrigo: Bien, Mmmm ¿Ari? Con lo enamorada que está me entenderá perfecto, con Ive su novia obvio, de todas forma siempre están juntas y si la convencemos por ahí nos lee algo, sé que escribe; Martín y Mariela, para que nos den unas clases de baile; Victoria, porque a mi hermanita también la vuelvo loca desde que vi a esa chica.
Ana: Creo que por esta vez estará bien con ellos, si seguimos pensando en amigos no entramos en casa
Rodrigo: nos pasa por ser populares jajajaja
Ana: nos pasa porque todavía hay personas que nos aguantan, le aviso a Camila y hablo con Marina, mandamos mensajes al resto, que seguro vienen si les explicamos que lo tuyo es grave jajajaja
Rodrigo: Gracias Ana, sos de las pocas personas que piensa en mí, te quiero mucho.
Ana: Tarde amigo, estoy casi comprometida, tu declaración llega tarde jajajaja.- Rodri se ríe menos mal que justo llegó la pizza, es bueno que haya personas en mi vida que me hagan tan bien, espero que Marina quiera venir, eso sería genial. Terminamos de comer y Rodri se va, mañana será un día de exámenes para mí y de trabajo para él.
Capítulo 10
Lucía
Qué bien se siente tener familia, no puedo creer que anoche tenía en la mesa a las personas que amo, que me hacen sentir amada, estuve con mi madre, mi abuela y mi hermana ¿Qué más puedo pedir? Me levanté temprano porque quiero sorprenderlas con el desayuno, mate, tostadas, queso, dulce de leche, creo que tengo todo, primero le aviso a Cami que puede venir al cuarto cuando se levante porque voy a despertar a Marina y Susy, entro despacio, mamá duerme todavía, se la ve con tanta paz, la misma que ellas trajeron a mi vida.
Lucía: Buen día mis reinas, si se van despertando les traje el desayuno…
Marina: ¡Que sorpresa!- lo dice apenas abriendo sus ojos, es muy tierno ver así a Marina, mi abuela ya está en el baño para salir producida, demasiado coqueta como para que la vea con cara de dormida.
Susy: ¡Ay, princesa! Pensar en las veces que nosotras hicimos esto con vos me trae mucha nostalgia.-se sienta en la cama mientras Marina trata de esconder sus lágrimas, las dos aprueban el desayuno y mientras las escucho tomo conciencia del tiempo en que no me sentía parte de una familia, además Cami también se siente parte de ella, eso me hace doblemente feliz, vuelvo a reconocer que mi madre supo muy bien lo que hacía al dejarme a su cuidado.
Marina se prepara para el hospital, de paso llevará a la abuela a su casa y a Cami a la facultad ya empieza a entusiasmarme la idea de que me lleven a mí, creo que voy a hablar con Marina para ver si puedo acompañarla al hospital, tal vez ahí encuentre mi vocación, mientras me quedo a esperar a Cami para volver a su casa, necesitamos ropa me causa gracia pensar que las dos estamos casi viviendo en la casa de Marina…de mi mamá, eso me hace feliz.
Recorro la casa encontrándome con mi mamá en todos lados pero, no de manera obsesiva, la reconozco porque pude ver su esencia a través de sus palabras, veo como ella y Marina llenaron la casa de amor, a pesar de tanto dolor, esta casa ha sabido mantener sólo lo bello de la vida para mí… ¿la puerta? ¿Quién? ¿Cami?
Camila: no te asustes Lu es que íbamos y me avisaron que no hay clases, así que me trajo Marina de vuelta jajaja y en este ratito tuve ¡novedades!
Lucía: ¿De qué hablas?
Camila: me llamó mi compañera para invitarnos este sábado a conocer a tu galán…
Lucía: Ay Cami no se si sea buena idea, mira si no pasa nada cuando lo veo y…
Camila: pensémoslo así, no vas a buscar novio, vamos a una reunión de amigos porque confías en mí y te digo que vamos a estar bien, sólo vamos a divertirnos ¿sí?
Lucía: Está bien, sólo una cosa…no me digas quién es él, así si lo encuentro será otra cosa ¿te parece?
Camila: de acuerdo, entonces ya le confirmo a Ana que vamos ¿tomamos mate? Me gusta esto de que seas la dueña de casa, así la mimada soy yo jajaja
Lucía: No abuses, tomemos y después vamos a buscar ropa que estamos casi desnudas…
Camila: mmmm eso no se ve mal jajaja
Como siempre cuando estoy con Cami sólo me divierto, vamos a su casa y me encuentro muchos mensajes de mi padre y recién me doy cuenta que desde que encontré a Marina ya no hablé con él, tal vez le devuelva la llamada pero no le contaré que encontré a mi mamá, ya llegará el momento en que lo haga.
Ana
No sé que me pasa hoy, estoy nerviosa para el examen, falta pero no puedo concentrarme será mejor que me despeje un rato, aprovecho, llamo a Camila y le confirmo la invitación para el sábado en mi casa, ella dice que está bien, que como su clase se suspendió en ese momento iba a ver a su amiga y le contaba, estoy tan enamorada que creí escuchar la voz de Marina mientras hablaba con Camila. ¡Marina! ¡Mí Marina! Es momento de mandarle mensaje de buenos días, las horas realmente confabulan en mi contra para no avanzar, porque no llega más el momento de verla otra vez. “Buen día dueña de mi corazón, espero estés bien y que tu mañana sea de lo mejor, yo contaré los minutos para verte” lo envío y no dejo de mirar el teléfono como si de esa manera respondiera más rápido (¿ansiosa yo?) responde… “Te aseguro que no serás la única que cuente minutos, creo que te extraño desde el momento que te dejé en casa ayer, nos vemos a la tarde mi ángel”. Awwww, Yo su ángel, estoy cada vez más segura que puedo conquistarla, voy a tratar de convencerla para que venga a la fiesta (si se le puede llamar así a 10 personas…) por momentos me da miedo que Marina no llegue a quererme como yo a ella, pero no importa si tengo la oportunidad de ser alguien en su vida, una vez que me reciba espero tener la herramientas necesarias para trabajar cerca de ella, para cuidarla, poder demostrarle que soy capaz , que puede confiar y apoyarse en mí ya que es eso lo que quiero. Me toca, dejaré los nervios de lado y a dar este examen de una vez, el tiempo corre y estoy más cerca de ver a mi amor.
Marina
Me despierta el ruido en la puerta, mi madre como siempre ya se levantó, pero no es ella es Lucía que entra con la bandeja y el mate, no puedo explicar lo que siente mi corazón, hago mi mayor esfuerzo para que mis lágrimas no se noten, porque para nosotras es todo un triunfo tenerla en casa más si pensamos que tuvo que pasar tanto tiempo y tantas cosas, también que ella sea tan dulce, tan como Luciana hubiese deseado, me siento orgullosa, debido a como se crio podría ser fría, dura, reservada y triste, pero ella no es así, quiere disfrutar de las cosas y eso me encanta. Las lágrimas igual salieron cuando mi madre recordó las veces que las tres le traíamos el desayuno a Luciana. Luego, cada una se arregló para empezar el día; llevo a Cami a la facultad y a mi madre a su casa, mi niña se queda aunque dice que pronto también tendré que acercarla a la facultad, eso me gusta porque quiere decir que piensa retomar sus estudios, de camino Cami recibe un llamado, no tiene clases así que la llevo de vuelta a casa, después, dejo a mi madre que con un abrazo me da todo el apoyo que necesito, ella siempre sabe decir todo sin hablar.
Llego al hospital, tengo que mandarle mensaje a Ana, seguro ya terminó su parcial ¿y si la interrumpo? Mejor espero un rato, quiero que sepa que estoy, que pienso en ella, me da miedo pero tengo que reconocer que Ana se convierte cada vez en más indispensable para mí.
Ana
Creo que me fue bien, ahora voy a llamar a Marina, debe estar en su consultorio…
Ana: ¡hola preciosa!
Marina: Hola corazón, pensaba llamarte para saber cómo te fue, ¿bien?
Ana: Sí, muy bien gracias por preguntar, ¿Estás ocupada? Quiero preguntarte algo…
Marina: Tengo un rato ¿de qué se trata?
Ana: Me gustaría invitarte a casa, a una reunión de amigos, no te sientas en la obligación pero me gustaría que vengas…
Marina: ehhhh espero no te enojes pero me gustaría esperar un poco más, no sé si estaría cómoda, además que no conozco a nadie ¿no te enojas?
Ana: no podría enojarme, te entiendo, entonces el sábado no te podré ver…
Marina: lo hablamos cuando nos vemos en el consultorio, tal vez encontremos la forma
Ana: Está bien, nos vemos en un rato besitos amor
Marina: besitos
¿Habré metido la pata? No sería raro en mi (no Ana) tal vez me apresuré, espero no se haya sentido presionada, es que tengo ganas de verla el sábado pero ya me comprometí con Rodri, que mal…bueno ya veremos qué pasa en un rato, según mi querido amigo, ya tiene todo arreglado para mañana, espero de verdad que esa chica se fije en él, ¡uh! Me olvidé de decirle a Rodri que tenemos que hacer de cuenta que no sabemos quién es la amiga de Cami para que sea más natural, mejor lo llamo…
Ana: Hola Rodri, ¿Cómo estás? Llamaba para avisarte que Cami no te va a presentar, para que si las cosas se dan sea natural, así que todo queda en tus manos, tenés la ventaja de saber quién es ella.
Rodrigo: está bien, igual me voy a poner nervioso, así que cuento con vos. ¿Marina viene?
Ana: No, pero ya te contaré porque, la próxima será, nos vemos mañana en casa entonces, voy a darme una ducha e ir al consultorio, besos.
Marina
Paso por casa a cambiarme para ir al consultorio, encuentro a mi hija arreglando su placar con Cami y hablando por lo bajo de no sé qué…
Marina: Hola chicas, ¿Cómo están?
Lucía y Camila: ¡Hola!
Marina: ¿Qué hacen?
Lucía: traje mi ropa, sé que no te molesta pero igual gracias por dejarme sentir que estoy en mi casa
Marina: eso está de más, porque es tu casa, me voy a bañar que tengo que llegar antes al consultorio
Lucía: ¿Pasó algo?
Marina: No, tengo algo que hacer…
Lucía: mmmm ¿En qué andarás?
En Ana…en ella estoy o ella está en mi cabeza, tengo que llegar antes al consultorio, necesito ver si puedo hacer lo que se me ocurrió hoy. Termino de bañarme, me visto, no sé por qué últimamente me cuesta tanto decidir que ponerme, será que ahora me miro pensando en alguien más. Me despido de las chicas, salgo y sigo pensando en la idea que tuve estoy segura que Ana todavía no llega, así que entro al consultorio para consultar la agenda, quiero saber si los pacientes de hoy son urgencias, por suerte para mí son controles, entonces sí puedo hacer lo que pensé. Llamo a los pacientes para explicarles que tengo algo que hacer y que les paso los turnos, además que pueden pasar por el hospital en caso de urgencia, ya solucioné la primera parte, ahora a preparar la sorpresa para Ana.
Me comunico con el restaurante de la vuelta y hago una reservación para dos, en el consultorio preparo todo para pasar la tarde con Ana, quiero demostrarle que me interesa estar con ella, que me importa y mucho, quiero que sepa que estoy dispuesta a dejar que entre en mi vida. Ya es casi la hora en que llega, así que salgo del consultorio, espero en la vereda de enfrente hasta que la veo llegar, es tan sencilla para vestirse pero tan bonita a la vez, menos mal que casi siempre usa zapatos bajos ya que de por sí es más alta que yo, no puedo evitar pensar que es más joven y que tal vez en algún momento piense y deje de verme como ahora… (Basta Marina!) Mejor entro tras ella.
Ana
Ya me vestí, creo que voy a llevarle algo, pero no sé qué…sería bueno que no viniese nadie hoy, awww así podríamos estar solas (¿Qué pensás hacer Ana?...) sólo demostrarle cuanto la quiero, contarle desde cuando me tiene tan enamorada, desde cuando la observo caminar, pensar, hablar, preocuparse, ver sus detalles es algo que amo, al principio pensé que si alguien supiera como la miro pensaría en mi como una acosadora (pero si nunca te animaste a decirle nada antes…terrible la acosadora) Que raro, no hay nadie, demasiado silencio, el teléfono no suena, dejo mi cartera sobre el escritorio, tal vez ella pensó como yo y…no está en el consultorio (que mal) escucho la puerta, giro y la veo entrar
Ana: ¡Hola doctora!
Marina: Hola preciosa- se acerca y sin darme tiempo a nada me besa, ¡cómo besa!, tan dulce, tan suave, tan…un momento, haciendo un gran esfuerzo me separo de ella.
Ana: Perdón pero, va a entrar gente y…- vuelve a no dejarme hablar, me besa lentamente mientras me acerca al escritorio, en un susurro dice: No vendrá nadie y por si no lo notaste cerré la puerta con llave, quise darte una sorpresa.
Entonces por primera vez tuve la posibilidad de mostrarle, no con palabras, todo lo que me hace sentir, en cada beso que le doy le entrego una parte de mi, ya no puedo controlar mi cuerpo es ella quien lo hace, cada caricia, cada beso más intenso, creo que tan sólo con eso llegué al cielo, esta mujer si antes me tenía enamorada, ahora me tiene loca de amor, después de mucho rato entre besos y caricias, nos quedamos abrazadas.
Ana: ¿Cómo hiciste para que no haya nadie?
Marina: llegué antes y me ocupé, acaso ¿No te gustó la sorpresa?
Ana: ¡me encantó! Venía pensando en lo mismo, que estemos como ahora, juntas y solas, porque quiero contarte algunas cosas
Marina: ¿Sí? Y ¿qué cosas?
Ana: quiero hablarte de cómo sin darme cuenta me enamoré de una mujer extraordinaria, sensible, madura, capaz…
Marina: ¿Quién será esa mujer? que ya me estoy poniendo celosa- la beso una vez más y continúo.
Ana: la mujer a la que siempre veía sola, metida en sus pensamientos, concentrada, preocupada por la salud de sus pacientes, tierna y dulce cuando me explicaba algo, al principio no lo noté pero con el tiempo me di cuenta que ocupaba gran parte de mis pensamientos, mis horas cambiaban al igual que mi humor según fuera si la veía o no, no tuve que pensar demasiado para darme cuenta que estaba enamorada, pero otra cosa muy distinta era hacérselo saber, mil veces pensé en ella como algo imposible, inalcanzable y más un día en que la ví acompañada, aún así mi amor era más fuerte y en ese momento decidí que le haría saber que la amo, más aun se lo demostraría.
Marina: y ella ¿Qué dice?
Ana: es lo que voy a preguntarle cuando pueda dejar de besarla…
Marina: bueno si yo fuera ella no querría que dejaras de besarme y con todo lo que sentís por ella creo que trataría de demostrarte que me importás mucho…mmm se me ocurre con una canción, podría ser ésta.
Usa el control y en el equipo de música se escucha esta canción…
Yo solía pensar que sabía quién eras tú
no sabía que dentro de ti yo iba encontrar la luz
no sabía que existía un mundo así
no sabía que podía ser tan feliz
Y la vida pasaba de largo vacía sin emoción
no había nada flotando en el aire abrazándome el corazón
y llegaste tú y el mundo me abrazó
y llegaste tú y el mundo se paró
Y llegaste tú y me sorprendió
el poder que había en este amor
y llegaste tú una bendición
aún recuerdo el momento en que todo cambió
y llegaste tú y me sorprendió
el poder que hay en este amor
y llegaste tú, una bendición
aún recuerdo cuando llegaste tú
Hoy que estoy en tus brazos recuerdo mi soledad
y me río pensando en las veces que yo te dejé pasar
y llegaste tú y el mundo me abrazó
y llegaste tú y el mundo se paró
La canción llega a su final y no puedo evitar las lágrimas, ella me está diciendo que no es en vano esperar, que siente algo por mí, que me dará la oportunidad de amarla, saber eso me llena el alma, me permito disfrutar del momento.
Ana: ¿Qué más harías?...
Marina: Si fuera ella te diría gracias, gracias por verme de esa manera tan dulce, gracias por estar para protegerme y cuidarme muchas veces, sin hacerlo notar, gracias por esperarme, te tomaría en mis brazos y te abrazaría…así…besando tus ojos, tu rostro, tu boca, sin cansarme de decirte que me tenés hipnotizada, supongo que haría eso si estuviera en lugar de ella.
Ana: Yo adoraría que estuvieses en ese lugar, para poder besarte, acariciarte, recorrer por completo cada rincón de tu cuerpo para que sepas cuanto te amo y hace cuanto tiempo.
Marina: entonces hagamos de cuenta que estamos en el lugar que deseamos las dos…
Ya no recuerdo detalles que expliquen lo que siento cuando ella me besa, esta tarde en el consultorio es sólo nuestra, ella y yo, por fin puedo demostrarle cuanto me hace sentir y de lo que estoy segura es que ella siente lo mismo que yo.
Marina
¡Ay! Cómo puede esta mujer volverme tan loca, hacerme olvidar de todo, no hay nada que se compare a sentirla en mis brazos, me hace volver a vivir, a sentir, sensaciones que creí apagadas en mí, ella las despierta a todas, despierta mi deseo plenamente, amo a esta mujer ¿la amo?... ¿cómo puede llamarse lo que me hace sentir si no es amor? La quiero en mi vida, para mí, voy a esperar para que todos lo sepan pero yo estoy segura de lo que quiero.
La tarde en el consultorio fue definitivamente lo mejor que me pasó en muchísimo tiempo, porque me hizo ver con claridad quien es Ana para mí, es mi sueño.
Marina: ¿Así que mañana no podremos vernos?
Ana: no me lo digas así…yo quisiera que vengas…
Marina: lo sé, pero la próxima vez te aseguro que no dejaré que estés sola, de todas formas… ¿podemos vernos el domingo?
Ana: ¡En mi casa! ¿Te gustaría?
Marina: me encantaría, lo que si tendría que ser como a las 4 porque antes comemos en familia ¿te parece?
Ana: estaré más que ansiosa (¡ya quiero que se domingo!)
Marina: ¡Que tarde se hizo!... (Entre sus brazos el tiempo vuela)- lo que pasa es que tenemos una reservación para cenar.
Ana: ¿Sí?...yo creí que ya estaba cenando
Marina: es parte de la sorpresa, ¿vamos?
Ana: si vamos- lo dice pero cada intento mío por levantarme es uno de ella por evitarlo, así que tardamos un rato en llegar al restaurante, donde no me cansé de mirarla el resto de la noche hasta que para mi desgracia el reloj me recordó que debo volver a casa.
Marina: Uy es tarde
Ana: es verdad, igual no creo que tengas que marcar tarjeta ¿no?
Marina: no es eso, es sólo que desde que encontré a Lucía, quiero recuperar muchas cosas con ella.
Ana: yo entiendo todo lo que quieras o necesites, solamente quiero que sonrías y seas feliz.
Tenerla en mi vida es algo único, después de un rato más sin poder despegarnos, la lleve a su casa, tampoco dentro del auto podíamos separarnos, awwww que bien se siente estar enamorada ¿enamorada? ¿Lo estoy? Con un último beso baja del auto, la miro mientras entra a la casa y me apresuro a llegar a la mía, donde Lucía me mira curiosa y dice:
Lucía: ¡estas radiante! ¿Me vas a contar qué está pasando? Me encanta verte feliz pero no me gustaría que me dejaras afuera.
Marina: no lo hago mi vida, es sólo que algunas cosas deben pasar aún, dame tiempo
Lucía: Está bien, te aviso que mañana a la noche no voy a estar, nos invitaron a una fiesta…así que tal vez puedas volver a otra dosis de ese elixir que parece tuviste hoy.
Marina: mmmm no va a pasar eso, mi elixir tiene un compromiso jajaja
Lucía: ¡bien! Avanzamos y… ¿tiene nombre?
Marina: sólo voy a decirte eso pero nada más hasta que esté segura… su nombre es Ana
Lucía: bonito nombre, aunque creo que tengo que conocerla para ver si te merece, prometí a alguien que te cuidaría, aunque sea de vos misma.
La miro y me acerco a abrazarla, sé de qué habla, lo que nos une en ese momento es Luciana, estoy segura que le dejó algo escrito que no compartió conmigo. Pero lo más importante es que estamos juntas, continuamos la noche riéndonos de anécdotas que ella me cuenta. Ya veré que hago el sábado ya que no tendré libre a ninguna de mis chicas, seguramente cenaré con Daniel, mi hermano es mi confidente, tendré oportunidad de contarle sobre Ana.
Capítulo 11
Lucía
Así que Ana, espero que sepa cuidarla como quería mi madre, se la ve feliz, así que veremos si colma las expectativas de las dos, ahora es mejor que descanse porque mañana será un día largo, tengo que acompañar a Cami a un parcial, porque después quiere comprar ropa para la noche; no sé muy bien como me siento al respecto, menos mal que si no me gusta nunca sabré quien es ese muchacho, es lo que arregle con Cami.
No recuerdo muy bien el momento en que me dormí, sé que fue después del beso en la frente de mi mamá, me levanto a desayunar con ella, como tiene cosas que hacer, se ofrece a que pasemos a buscar a Cami para que nos lleve a la facultad así que eso hacemos. Mientras espero a mi amiga en la cafetería creo ver al muchacho que vi aquella vez en la plaza, pero no puede ser, me parece que esto de conocer a alguien esta noche me hace ver visiones. Además tengo tiempo de pensar en todo lo que pasó, encontré a mi familia, soy una persona completa, sé quién soy y adonde quiero ir, recuperé a mi mamá, mi vida ha cambiado para bien, creo que soy una persona completa ahora, ya mis lágrimas son de alegría y no de tristeza, todo eso se lo debo a mi madre y a Marina.
No me doy cuenta del tiempo que pasa mirando por la ventana, hasta que tengo a Cami frente a mí haciendo morisquetas para llamar mi atención.
Cami: ¿Dónde estás?
Lucía: Mmmm por ahí… ¿Cómo te fue?
Cami: creo que bien, pero viste como soy hasta que no tenga la nota no lo creo, bueno ¿vamos de compras?
Lucía: Sí, vamos aunque creo que exageras y espero sepas que vas a comprar, no me gusta recorrer interminables negocios
Cami: no seas así nos vamos a divertir, comemos algo y después vamos a casa, dormimos una siesta juntitas y nos preparamos para la noche ¿te parece?
Lucía: lo de la siesta juntitas es lo que más me gusta jajaja
Cami. Vamos de una vez y dejá de acosarme
Nos reímos de nosotras mismas y salimos rumbo a las vidrieras que tanto le llaman la atención a Cami, si no fuera por ella jamás haría esto, no me gusta nada caminar entre la gente y dar mil vueltas buscando algo para comprar, soy menos complicada que eso, sólo voy sabiendo lo que quiero, lo compro y listo. ¿Por qué la mayoría de la gente no hace eso?
Después de un buen tiempo dando vueltas, nos sentamos a almorzar algo, Cami intenta describirme a la persona que voy a conocer pero no la dejo, es mejor que sigamos con el plan de ver qué pasa. Más tarde Marina me llama para decirme que va a casa de su hermano, es decir mi tío Daniel, al menos me quedo tranquila que no estará sola, lo que no entiendo es por qué no verá a Ana, mi cabeza piensa tantas cosas a la vez que sólo Cami con sus bromas me saca de ahí.
Cami: veamos bonita, para estar con toda la energía esta noche es mejor dormir un rato ¿te parece?
Lucía: Sí, aunque creo que miraré tele un rato hasta que me de sueño, vos tenés que descansar más ya que sos la que tuvo parcial, te quiero mucho Cami, nunca lo olvides.
Cami: no lo hago, aunque está bueno que te recuerden que te quieren, yo te quiero amiga mía… muchísimo.
Al final en un momento caímos en brazos de Morfeo, cuando de repente despierto ya eran las siete de la tarde.
Lucía: ¡Cami! ¡Cami! Son las siete
Cami: ¡Ay! Que susto, no seas exagerada, tenemos tiempo
Lucía: conociéndote no creo, con lo que tardas en estar lista
Cami: ok, ok tenés razón pero hoy tardaré media hora menos ¿si? ¿Haces unos mates mientras me baño?
Lucía: bueno dale, pero apurate o me arrepiento y no voy nada…
Antes que termine de decirlo Cami ya estaba en la ducha, preparé el mate, mientras se baña toma algunos, ya tengo decidido lo que me pondré así que solo tengo que bañarme y en quince minutos estoy lista.
Cami: Te toca bañarte, mientras me visto, así nos vamos
Lucía: espero estés lista cuando salga, sabes que yo en un ratito estoy.
Al salir me encuentro con un panorama increíble, Cami ya está lista, mirándome con un mate en la mano, nos reímos porque este tipo de milagro no ocurren todos los días, termino de arreglarme y salimos a tomar el taxi que nos llevará al gran momento.
Ana
Me levanto temprano a ordenar la casa, con música a todo volumen como me gusta, obvio que Rodri ya llegó y prepara todo lo que compró, esperemos que todos vengan, aunque yo sólo pienso en que Marina no va a estar y tengo que esperar hasta mañana para verla, aunque nos estuvimos mandando mensajes hasta muy tarde y esta mañana fue ella la que me dio los buenos días al llamarme, awwww quiero que esto sea eterno, quiero que ella esté conmigo siempre, amo a esa mujer…
Rodrigo: ¿En dónde está tu cabeza?
Ana: en Marina…no te asustes sé lo importante que es esto para vos y voy a estar para apoyarte
Rodrigo: gracias mi Bambi, sos una gran amiga ¿Cami confirmó que viene?
Ana: Síiiii, ya te dije, llegaran como a las ocho, los demás seguro antes, sólo por molestarte.
Rodrigo: no, es que tienen que estar antes para que podamos disimular y yo esconderme entre la multitud jajaja
Ana: es cierto, espero sinceramente que esa chica sepa verte y valga la pena, vos lo merecés.
Nos tomamos tiempo para dejar todo en condiciones, menos mal que el clima es bueno así que acomodamos luces en el patio, ya veremos que sale de esto, dejo a Rodri con los últimos detalles y voy a arreglarme un poco, no es cuestión de aparecer así con ojotas y despeinada (mucho no cambias Ana…) no soporto las ganas y llamo a Marina…
Ana: ¡Hola amor! No quería molestarte pero necesitaba escucharte un ratito ya que después se me va a complicar un poco…
Marina: ¡Hola! Tu voz es música para mis oídos y no serias capaz de molestarme ¿Todo listo?
Ana: Sí, me estoy cambiando ya van a empezar a llegar los invitados, amor…no olvides que te amo ¿sí?
Marina: no es mi idea…me encanta oírlo, no te olvides que mañana nos vemos a las cuatro, en tu casa.
Ana: estaré pendiente del reloj todo el día, estar con vos es lo que más deseo.
Marina: entonces el deseo es mutuo preciosa…
Ana: no quiero pero tengo que dejarte, ya están llamando a la puerta…mis amigos son de llegar temprano jajaja, te veo mañana amor, besos
Marina: muchos besos para vos, chau
Awwww esta mujer me tiene loca, su voz en el teléfono es tan dulce…awwww mejor termino de prepararme, Rodri ya abrió la puerta ¿Quién habrá llegado primero?...bajo y ahí está Jime que ansiosa como siempre logró bajarse de los rollers a tiempo, es amiga nuestra hace tiempo, es muy simpática, con ella siempre se puede contar para una charla amena llena de risas y anécdotas, eso si la mantenemos lejos de la cocina, nunca pregunten por qué, mientras vamos poniendo en la mesa la comida llegan Martin y Mariela que no hacen más que reírse de los nervios de Rodri, todavía estamos convenciéndolo que tiene que disimular al verla, Juan llega con Cat, él fue el encargado de que dejara de trabajar y se desconectara un poco de la compu, aunque lo veo difícil con ese nuevo juguete que tiene al que llama celular, todo marcha bien, a esta hora ya me duele la panza de tanto reírme, tocan la puerta ¿Serán ellas?... no, son Ari y su novia Ive que obviamente ya está pensando sorprenderla con algún otro poema o escrito, es hermoso ver el amor expresado de esa manera, bien, sólo faltan ellas dos más Ivana y Victoria, veremos quien llega primero, Rodri ya no da más de nervios, lo entiendo creo que si estuviera en su lugar estaría igual…¿un motor? Ivana…era seguro que venía en moto, así que abro el garaje para ella y mientras le pregunto como hizo para despegarse de la compu, le encanta estar haciendo cosas con ella permanentemente, es una gran persona y también alguien con quien contar para tener una charla amena, ahora si tienen que ser ellas, le hago señas a Rodri que se acerca a Juan y Martin para pasar desapercibido, eso espero…
Abro la puerta y casi me quedo muda… ¡era Lucía! La hija de Marina estaba en mi puerta junto con Cami, estas casualidades de la vida son…
Ana: Ho…Hola, Cami y vos debes ser…
Lucía: Lucía, mucho gusto
Ana: soy Ana, y lo mismo digo, adelante por favor pasen…- saludo a Cami quien me mira sorprendida por mi actitud torpe (ella se sorprende porque no te conoce Ana…) Rodri tiene razón tiene unos hermosos ojos y una sonrisa muy dulce, inspira mucha ternura, entiendo porque a Marina se le ilumina la mirada cuando la nombra, ahora no sé quién está más nervioso Rodri o yo…
Lucía
Llegamos a la casa del encuentro, bajamos del taxi y estoy algo nerviosa, Cami lo nota y me toma de la mano para darme ánimo, tocamos el timbre y aparece una chica que nos mira y más a mí con cara de susto, ¿tan mal estoy? Qué raro, casi con monosílabos me saluda, Cami la mira como si la desconociera, se presenta como Ana y no sé porqué se me cruza Marina por la cabeza, que gran casualidad sería que fuera su Ana…
Entramos y hay un grupo de personas reunidas, todas riendo con una chica de rulos que intenta explicar una receta de cocina o algo así, veo tres muchachos juntos que se ríen con ella ¿Cuál será él? Por el momento Cami no dice nada, nos acercamos, es Ana quien se encarga de presentarnos; primero a las chicas, muy simpáticas todas; los muchachos se acercan y mi corazón da un vuelco… ¡es él! Ya no me interesa quien haya sido el que me iban a presentar, yo sé a quién quiero conocer…
Ana: ellas son Camila y Lucía, él es Juan, Martín y Rodrigo te aseguro que a pesar de las caras son buena gente jajaja
Lucía: No lo dudo, hola ¿Cómo están?...
Cami: jajaja nosotras no sé si lo somos tanto…
Todos muy correctos, algo tímidos diría yo pero bueno la tengo a Cami que ella puede hacer hablar hasta a las piedras, nos quedamos solas un momento y por fin pude decirle
Lucía: ¡Es él Cami!
Cami: sí es uno de los tres pero ¿tanto entusiasmo? y todavía no le hablaste…
Lucía: ¡No!
Cami: ¿No? Me estás confundiendo amiga ¿Qué te pasa?
Lucía: ¿te acordás que te conté de un muchacho que vi en la plaza cuando fui a conocer a Marina?
Cami: ¿El qué ayudó a esa señora? Y que no podías dejar de mirar…
Lucía: Síiiii ese, bueno es él –señalo disimuladamente hacia Rodrigo
Cami: ¡No puede ser! No es él por quien vinimos…que mal
Lucía: ¿en serio? No me digas amiga, ya me había ilusionado además tiene una manera de hablar y reírse tan dulce…yo lo intento igual por algo el destino o lo que sea nos puso acá…
Cami: nada se pierde con intentar…
Ana se acerca a preguntar cómo estamos, es muy simpática y agradable; su casa es muy confortable
Ana: ¿Qué tal? ¿Cómodas?
Lucía: Sí mucho, gracias por tu hospitalidad y tus amigos son muy amables además.
Ana: Sí son buenos y eso que invité a los más tranquilos jajaja
Cami: mi amiga ya tiene a uno entre ojos-(le doy a Cami un golpe que no pasó desapercibido para nadie)- sólo bromeo
Ana: son buenos chicos aunque te aviso que uno tiene novia
Cami: ¿Quién? Decime así lo descartamos
Ana: Martín es novio de Mariana- (me salió un suspiro de alivio, eso significa que mi galán está libre)
Lucía: Sé que estudias con Cami y ¿En qué trabajas?
Ana: soy secretaria, en un consultorio
Lucía: ¿sí? ¡Qué bueno!...aunque no sé si tanto, dicen que los médicos son difíciles de llevar ¿Qué tal tu jefe?
Ana: Es jefa…y no es una persona difícil, todo lo contrario le debo mucho
Lucía: ¿Jefa? ¿Puedo preguntar su nombre?
Cami: ¡Lu! Parece interrogatorio…
Ana: No, está bien, se llama Marina y es oncóloga- cuando dijo eso me quedé muda ¿ella es la Ana de mi mamá?...
Lucía: interesante…me parece que nosotras tenemos que hablar de muchas cosas.
Ana: será un gusto para mi, aunque en esta casa hay alguien más interesado en conocerte mejor…disculpen voy a abrir que sonó el timbre.
Ella se aleja hacia la puerta y cuando abre saluda efusivamente a alguien, lo veo mientras Cami sigue bromeando respecto al muchacho que me gusta, cuando Ana se acerca, lo hace con una chica y nos presenta.
Ana: Ella es Victoria, Viki ellas son Lucía y Camila- le doy un beso al igual que Camila sólo que ella se queda en silencio desde que la ve, me da la impresión que la conoce lo que no entiendo es por qué su actitud tímida, me entero también que es hermana de Rodrigo y verla como cuñada no me desagrada, él se acerca para saludarla quedándose con nosotras conversando sobre el trabajo, los amigos, la familia, y me gusta cada vez más.
Capítulo 12
Ana
Llega la hora de la cena, me dejó pensando que Lucía dijera que quiere hablar más conmigo, tal vez quiera que le hable de mi amigo que vino a conocer, aunque debo reconocer que Rodri se arregla muy bien solo para tener su atención, hace mucho tiempo que no pasaba una tarde entre mis amigos, me reí muchísimo aunque extraño a Marina. Lucía y Rodrigo están muy compenetrados en su conversación…creo que Cupido ya hizo su trabajo ahí, aunque si miro bien hizo su trabajo más que solo en ellos, Victoria y Camila no se separaron casi desde que se saludaron (algo pasa…) suena mi teléfono…
Ana: ¡Mi amor!
Marina: ¿Cómo estás? ¿Qué tal tu fiesta?
Ana: Todo muy bien, con sorpresas que ya te contaré, Marina…te extraño…
Marina: ¡Ay preciosa! ¡No sabés las ganas que tengo de verte!
Ana: ¿y si nos vemos?
Marina: ¿Cómo? Vos estás ocupada…
Ana: Si vos querés…me encargo de todo, decime que sí mi amor…
Marina: Siiiiii, termino de cenar con mi hermano a las 10, no sé ¿cómo queres hacer?
Ana: Mmmm son las 9 te aviso ni bien quedo libre y venís ¿Sí? Por acá lo que tenía que pasar ya pasó, te llamo en un rato, te amo cielo.
Marina: espero tu llamada, besos te quiero
Awwww dijo te quiero, eso es una avance…al girarme me encuentro de frente con Lucía, que me mira y sonríe junto con Rodrigo
Lucía: Perdón, no quise escuchar tu conversación…pero… ¿puede ser que la Marina con la que hablabas tenga algo que ver conmigo? (creo que mi cara hierve, no sé porque siento que rindo examen)
Ana: Sí, tiene que ver con vos, ella me contó que se reencontraron hace poco, yo trabajo con ella hace algunos años y las vi juntas alguna vez. (Ella se acerca y me abraza)
Lucía: Gracias, por ser la razón del brillo en sus ojos
Ana: estoy segura que la razón de eso sos vos, le cambiaste la vida y sé de lo que hablo porque la conozco hace mucho
Lucía: Ella me devolvió la mía
Rodrigo: Mi querida amiga, ya te descubrieron jajaja
Lucía: no digas eso, lo sospechaba…al igual que sospeché desde el principio que eras la causa de esta reunión (Rodrigo se quedó mirándola inquieto)
Ana: ¿desilusionada?...
Lucía: para nada, ya les contaré yo algunas cosas también, ahora lo más importante es que ustedes puedan verse hoy ¿no buscabas la manera de echarnos mientras hablabas?
Ana: Noooooo, bueno en parte sí (En todas partes Ana…)
Rodrigo: Podría proponerles a todos ir a algún pub o algo así, obvio si tenés ganas Lucía…
Lucía: Sí, hagamos eso, tengo que ver si recupero a mi amiga que no sé por qué desapareció y supongo que si al resto de sus amigos les dicen la razón por la que nos vamos…estarán de acuerdo ¿no?
Ana:¡Gracias! Gracias, al menos se que no me odias por querer ver a Marina
Lucía: No podría, ella está feliz y eso es lo que quiero, lo que sí no le digamos que nos conocemos por ahora, ella me dijo tu nombre pero no quiso decir más, así que esperemos que lo decida.
Quedamos de acuerdo en eso, cenamos y en la mesa Rodri se encargó de proponer la salida, a lo que Martín y Mariana dijeron Síiiii al unísono, al igual que Ari e Ive, Juan y Jime estuvieron de acuerdo aunque pretendían ir al cine, Ivana y Cat, insistían en saber el por qué de mi repentino dolor de cabeza que me impedía acompañarlas, pero terminaron todos entendiendo que algo pasaba y que tarde o temprano lo sabrían, las últimas en aceptar fueron Victoria y Camila estaban tan distraídas que recién se dieron cuenta cuando Lucía le dio un golpe a Cami en el brazo.
Camila: Auch, ¿Qué pasa?
Lucía: baja de la nube Cami, vamos a salir juntos ¿venís?
Camila: ¿Venís Viki? Auch…y ahora ¿Qué? (Creo que Lucía se puso celosa de su amiga, igual se fueron juntos)
Antes de irse Lucía se acercó y me dijo que la cuidara mucho, que era más frágil de lo que parecía y que no tenga miedo porque ella me quería y tendría todo su apoyo, nos abrazamos como si nos conociéramos desde siempre, me despedí de todos y por fin la llamé.
Ana: ¡Hola amor! Estoy libre y te espero cuando quieras
Marina: ya salgo para tu casa, Lucía llamó y dijo que no vuelve a casa hoy, así que me quedo tranquila, ya voy besitos.
Marina
El día amaneció luminoso, creo que desde que encontré a Lucía y Ana me alegra la vida todo cambió para mí, me levanté con ganas, preparo el desayuno para mi niña, lo disfrutamos entre risas, tengo que ir al hospital a ver a unos pacientes así que de paso buscamos a Cami para dejarlas en la facultad, estas chicas me hacen reír mucho, llego al hospital y las cosas se complican un poco, por lo que me lleva más tiempo, no está tan mal porque al menos así no estoy con Ana en mi cabeza cada segundo de todas formas ya no puedo evitar las ganas de escucharla, la llamo y algo que nunca pensé, le digo que quiero verla, sin importarme que está en su fiesta, ella responde feliz ante mi idea, me dice que se encarga de quedar libre para cuando termine la cena con mi hermano, igual Daniel cuando se entere porque me quiero ir seguramente me echará de su lado, creo que estoy tan nerviosa como en mi primera cita.
Marina: Hola Dani
Daniel: Hola hermosa, ¿cómo estás?
Marina: Bien, tengo novedades importantes
Daniel: ¿Más qué el haber encontrado a nuestra Lucía?
Marina: Sí, creo que estoy enamorada…ni siquiera la persona por la que siento eso lo sabe, tengo miedo, mucho miedo
Daniel: Ey ¿Cómo es eso? Tranquila hermanita (él me abraza porque ve mis ojos llenos de lágrimas)
Marina: Por momentos siento que traiciono a Luciana, sabes como la amo, como casi muero al perderla, pero ahora siento que mi corazón se acelera sólo con tenerla cerca, es muy especial hace que me sienta capaz de todo y al mismo tiempo me da mucho miedo.
Daniel: Tuviste miedo demasiado tiempo, ahora es momento de vivir, estoy seguro que eso es lo que querría Luciana, ya lo más importante que era Lucía está en casa, ahora es tiempo de vivir y si esa persona es capaz de hacerte sentir así es el momento Marina, ahora es el momento, tu momento, vivílo y disfrutalo. (Suena el teléfono, es Ana).
Marina: Dice Ana que me espera a las 11, no sé como hizo pero ya está sola.
Daniel: ¿y qué haces acá? Andá, Viví, yo me encargo de todo anda tranquila.
Creo que es algo que necesitaba que mi hermano me dijera que puedo hacerlo sin temor, quiero estar con Ana, es lo que me importa, estoy en el auto y no puedo dejar de lado los nervios de llegar y estar con ella, es lo que me hace falta para vivir, paso por una florería y pienso en Ana pero quiero algo especial, así que bajo del auto y me atiende un señor mayor que armaba ramos de flores.
Señor: Buenas noches hija ¿Qué buscabas?
Marina: necesito decirle a una persona que la amo, sólo eso…
Señor: ¿Y por qué no se lo dice con palabras?
Marina: Porque también pienso hacerlo pero quiero algo que con sólo verlo lo sepa, antes que mis palabras.
Señor: yo creo que sus ojos bastarían pero, si quiere algo más puedo contarle que las rosas rojas son el mensaje eterno de amor y dicen “te amo”, también simbolizan también valentía y respeto.
Marina: Entonces deme la rosa más hermosa que tenga, porque ella la merece
Señor: Ésta es, la mejor del día (en verdad era una rosa casi color sangre, me encantó, él la envolvió con un delicado papel y me la entregó) diciendo: se la obsequio para quien es merecedora de tanto amor, sea feliz hija, muy feliz.
Vuelvo al auto con la rosa, el camino se me hace interminable hasta que al fin estoy frente a su casa, bajo del auto y antes de llamar ella abre la puerta, no ve la rosa que llevo sólo me abraza como si fuera la última vez, llevándome adentro, entonces me separo y le entrego la rosa ella es tan transparente que se le caen lágrimas de emoción, y me besa, ya la rosa no es el centro es ella , que enreda sus brazos en mi cuello besándome con pasión, apoya la rosa sin soltarme en la mesa y me guía hasta la puerta de su habitación, no hacen falta más palabras, estamos las dos por primera vez, mirándonos el alma y el cuerpo desnudas, ella me embriaga, mi cuerpo todo se estremece ante su imagen, su perfume, su amor, me encanta sentir su respiración entrecortada, su entrega es total y simple, la amo, la amo, y ya no hay culpas sólo amor, todo el que tengo para darle, todo el que le brindaré mientras siga viva.
Ana
Parece que los minutos no pasan más, miro el teléfono por si me avisa que algo pasó, ya quiero que llegue no voy a controlarme esta vez, sólo deseo estar con ella, quiero que sepa todo lo que siento, lo que me hace sentir, quiero ser suya solamente, necesito que sepa cuanto la amo. Escucho el auto y no dejo que ni siquiera golpee, es tanta la emoción de que esté en casa que me tiro a sus brazos, no quiero soltarla, ella me corresponde, me separo un momento y alarga su mano entregándome la rosa más hermosa que haya visto, pero sus ojos me dicen mucho más, no puedo evitar las lágrimas al pensar que ella siente igual, me abrazo a su cuello y la beso con locura, sin soltarla dejo la rosa en la mesa llevándola a la habitación, donde dejamos de ser dos para ser una sola alma, todo en mí se entrega , ya no me pertenezco, ella es dueña de lo que soy , de lo que quiero ser, y me encanta sentir que la mujer que está en este momento conmigo es la que quiero para el resto de mi vida.
El resto de la noche nuestros cuerpos inventaron un idioma que sólo será nuestro, porque se reconocen, se adoran, se presienten, acompasados en la melodía de nuestras sensaciones, los suspiros, los gemidos, todo hace música en nuestra piel que reacciona ante tanta pasión y entrega, que no es sólo mía, que es mutua, es lo que me hace más plena, más feliz, aún más cuando al llegar al clímax, al mismo tiempo, sólo pude decir …te amo y mi corazón casi deja de latir cuando hubo respuesta, cuando ella dijo te amo mucho más y me envolvió en sus brazos para que nuestros cuerpos dieran paso a Morfeo acunándonos mutuamente.
Lucía
Al salir de casa de Ana decidimos ir a un pub cerca del centro, de Rodrigo pienso que si hubiese elegido un hombre sería él, tiene cosas de niño pequeño que dan ganas de protegerlo y otras de hombre con todas las letras que me hacen sentir protegida, me hace reír, es simple, es dulce, menos mal que era él a quien vine a conocer, no me arrepiento nada. La que está rara es Cami, nunca la ví así con nadie, ella no suele entablar amistad tan fácil pero de Victoria no se despegó un segundo, tendré que hablar con ella, bueno sería que me cambie por mi futura cuñada, no se lo perdonaría aunque parece muy simpática. Bailamos un rato, nos reímos cantando las canciones, todos son súper divertidos, creo que un grupo de amigos con los que uno puede pasar un buen rato siempre.
Rodrigo: ¿Estás bien?
Lucía: Sí, feliz de haber aceptado la invitación de Ana
Rodrigo: debo decir que tuve que ver en eso
Lucía: lo sé, sos como te soñé, gracias
Rodrigo me mira y en sus ojos noto la emoción que le provocan mis palabras, es tan tierno y dulce, ya es de madrugada y cada uno empieza a despedirse, hasta que al final solo quedamos Rodrigo y yo junto con Cami y Victoria, así que juntos terminamos la noche y ellos nos llevan a casa, nos despedimos con un abrazo, planeando nuestra próxima salida. No sé si uno se puede enamorar tan rápido, lo que sé es que no quiero dejar de ver a Rodrigo, saludamos mientras ellos se van en el auto.
Camila: ¿Feliz con tu galán amiga?
Lucía: es mi destino, no dejé de pensar en él desde la primera vez que lo ví y no lo conocía, ahora quiero conocerlo el resto de mi vida. Una cosa…me explicas ¿Qué te pasa a vos? Ni siquiera me miraste el resto de la noche, desde que llegó Victoria ¿me pensás cambiar?
Camila: ¡No Lu! Eso no sería posible, sos y serás siempre mi amiga del alma, Victoria es diferente
Lucía: ¿Diferente? ¿Cómo?
Camila: A ver…son las 5 de la mañana, tengo sueño, puedo decir muchas pavadas, tené en cuenta eso, Victoria me gusta mucho, desde que la vi en la facultad sólo que nunca tuve la oportunidad de hablar con ella hasta hoy.
Lucía: ¿Te gusta?... ¿Qué me perdí? Nunca me hablaste de eso Cami ¿Por qué? No sé como sentirme al respecto (Me siento triste, mi mejor amiga en la vida pasa por esto y nunca me lo dijo)
Camila: No te pongas mal, nunca supe cómo decirte algunas cosas, no por miedo es sólo que me daba vergüenza o no sé que, de todas formas creo que recién hoy estoy del todo convencida que me gusta Victoria y no como amiga ¿Estás enojada?
Lucía: no es eso, sólo que no pensé que haya algo de lo que no pudiéramos hablar.
Camila: es más complicado que eso Lu, yo te amo y a veces…
Lucía: ¿Qué? ¿Pensaste que te rechazaría? No entiendo
Camila: No, es que primero tuve que convencerme que no estaba enamorada de vos, que sos y serás mi amiga sin mezclar las cosas.
Lucía: ¿No te gusto? ¿Nada? ¿Tan mal estoy?
Camila: ¡Basta! No digas eso, me llevó un buen tiempo saber que enamorarme de vos sería para sufrir, porque no sentirías de la misma manera.
Lucía: bromeo, de todas formas nunca me diste esa oportunidad así que nunca lo sabremos, es decir que Viki sí ¿te pone loquita?
Camila, mi amiga del alma, mi hermana, me abraza y llora con desconsuelo, me siento culpable de que esté así, no puedo hacerle pensar que la rechazo, sólo quiero que sea feliz y si es con Victoria al menos la tendré vigilada, no permitiría que nadie lastime a mi amiga.
Lucía: ya no llores, perdón bromeo, vos podes estar con quien quieras, en el momento que quieras, y vas a contar conmigo cada día, te amo Cami, sabes eso y será siempre así.
Camila: perdón por no hablar antes, nunca quise que te sientas incomoda.
Lucía: De todas formas ya nunca sabremos que te hubiese respondido ¿No?...es broma Cami jamás te habría dejado.
Nos abrazamos y como dos borrachas nos tiramos a la cama para por fin dormir, soy feliz por las dos esta noche, las dos encontramos a alguien, aunque creo que en el fondo ya lo sabía porque en algún momento también tuve mis dudas, pero el amor que sentimos va más allá de todo.
Marina
Me despierto sola con el aroma de Ana en mí, es su casa no fue un sueño, soy feliz, ¿Dónde está? Ella entra casi con traje de Eva, porque lo que tiene puesto no cubre nada, con el desayuno, ¡que hermosa es!
Ana: Buen día mi vida, sé que tenés que almorzar en familia pero quise desayunar con vos, supongo que tenés tanto hambre como yo aunque no se bien por qué…
Marina: ¿No? Te lo podría recordar (Se acerca y me besa y me olvido del hambre y de todo lo demás salvo de que es ella y está conmigo)
Creo que el desayuno se enfrió pero no importa, ella es lo que más quiero, Awww estoy absoluta y totalmente enamorada.
Ana: Doctora usted me va a dejar para el hospital… (Mientras acaricio su cara pregunto lo que pensé desde que entró por la puerta)
Marina: mi amor, como te dije hoy almorzamos en familia y me gustaría que vengas ¿Tenés ganas?
Ana: ¿Yo? (¡No Ana¡ la vecina)
Marina: Ya no quiero esperar más, quiero que todos sepan a quien amo, caminar de tu mano, saber que puedo besarte cuando y donde quiera, disfrutar con vos a mi hija, mi familia que quiero que sea la tuya, te amo Ana, decime que sí vas,
Ana: ¿Segura? A mí me encantaría, si es lo que vos queres…
Marina: es lo que quiero, sos vos a quien quiero, aviso a mi mamá, pasamos a buscar a las chicas y vamos ¿Sí? (ella salta de la cama, me mira con cara de susto para decir)
Ana: ¿Y qué me pongo? Yo no sé qué pensará tu madre, y mi pelo no me lo arreglé estos días y no sé qué ropa me queda para conocer a todos y…ay qué miedo, que nervios…
Marina: Tranquila amor, nadie se va a fijar en eso, además sos hermosa no importa lo que te pongas, aunque me gusta esa camisa roja que usas con el pantalón negro, te queda precioso…
Ana: ¿Ah sí? Y yo que pensaba que no me mirabas…
Marina: soy seria Ana, no ciega, además te hacías notar esos días, muchas veces tuve que hacer un gran esfuerzo por no mirarte o algo más.
Ana: Awww que hermosa sos, te amo, te amo…
Marina: una cosa… ¿siempre vamos a llegar tarde a todos lados? Porque si cada vez que nos despertemos las cosas serán así, habrá que poner la alarma dos horas antes.
Nos duchamos juntas para ahorrar tiempo, no creo que fuera buena idea porque el tiempo se fue como las gotas de agua, nos vestimos, le avisé a Lucía que las paso a buscar, me contesta que algo dormidas pero van a estar listas, así que le advierto que voy con Ana, no sé porqué se ríe y dice que era hora.
Ana
Son las 11 y me levanto, despierta estoy hace rato grabando en mi retina cada centímetro del cuerpo de Marina, sus facciones, su piel, es hermosa, no quiero perderme nada de ella ,el ritmo de su respiración, el latir de su corazón…está conmigo, me ama, soy feliz, preparo el desayuno ella tiene el almuerzo en familia y no quiero ser la causa de que lo pierda, al entrar en la habitación ya está despierta, me provoca haciéndome olvidar del desayuno, mientras continua abrazada a mí, me pregunta si quiero ir con ella al almuerzo, me da mucho gusto y mucho miedo a la vez, que dulce sensación saber que las veces que me vestí pensando en ella no pasé desapercibida, tardamos más de lo pensado en ducharnos y vestirnos, me encanta aunque ella diga que ya está grande para esto. Llama a Lucía y me río por dentro del momento en que sepa que ya nos conocemos. Al llegar las chicas salen del departamento mas dormidas que despiertas, suben y sin problemas dicen:
Lucía y Camila: Hola Mamá, hola Ana, nos despiertan al llegar por favor, gracias.
Se acomodan y cierran los ojos, Marina no entiende por qué tanta confianza conmigo, ella tenía toda una presentación planeada, entonces Lucía sin abrir sus ojos y con vos de dormida dice:
Lucía: Mami, la casa donde dormiste anoche…bueno, nosotras estuvimos antes que llegaras, así que no te preocupes por presentarnos a Ana, ya la conocemos bien.
Marina me mira sorprendida, yo sólo la miro sin decir nada, me acerco a ella y le digo
Ana: el universo conspira para que esto funcione.
Marina: ya veo, ¿me explicas?
Ana: Anoche casi me desmayo al verla en la puerta de mi casa, ella no sabía quién era yo pero yo sí quien era ella, me asusté un poco pero después sólo fui natural, creo que tan mal no le caigo.
Lucía: eso es imposible Ana, además ella ya te había elegido antes.
Marina sonríe y sacude la cabeza, se nota lo que le importa su hija y su opinión, se siente bien saber que ya soy parte de sus vidas tanto como para matar a Rodrigo si no la cuida, estoy segura que nuestra vida será diferente de ahora en más.
Lucía
Marina llama para decir que ya viene a buscarnos para ir a lo de la abuela Susy, la verdad es que no dormimos mucho pero logramos prepararnos y estar listas cuando ella llega con Ana, me reí cuando me lo dijo como novedad, así que quise hacerla rabiar saludando como si nada, me acomodé al lado de Cami y fingimos dormir, Ana le explica cómo nos conocimos y nosotras nos reímos de la reacción de Marina, por fin llegamos a la casa de la abuela, ya están Daniel y sus hermanos, el abuelo, y presentamos a la invitada de lujo Ana, que con su mejor sonrisa saludó a todos que ya la conocían como la secretaria de Marina, ahora la conocían como su novia, fue una tarde amena con mi familia, en un momento me quedé en silencio mientras cada uno hablaba de algo, observando a todos, de pronto Marina se levanta y me abraza por detrás diciéndome al oído.
Marina: Ella nos ve, está con nosotras, no lo dudes
Lucía: Lo sé, como también sé que está feliz con Ana, elegiste bien.
Juntas se van a buscar el postre, y me quedo pensando en mi mamá, cuan sabia fue, no pudo dejarme en mejores manos, por fin tengo familia, la que ella eligió para mí, todo lo que me dijo es verdad, ahora recién puedo ver hacia el futuro con confianza, pensando en construir desde la verdad, no desde la mentira en que me crié.
Seis meses después…
Marina
Voy de un lado al otro de la habitación tratando de vestirme, mientras Ana desde la cama me sigue con la mirada y se ríe sonoramente
Ana: un día de estos te vas a matar por correr así, lo que no sé es por qué…
Marina: Ah no, no podés decir eso ¿así que no sabes por qué? (Me acerco y no sé para qué lo hago porque ella agarra mi mano y vuelve a tirarme a la cama)
Ana: No te vayas… (Me mira con esa carita que sólo me invita a besarla)
Marina: Ay Ana…no puede ser que llegue tarde siempre cuando me quedo en tu casa.
Ana: ¿tengo la culpa de ser irresistible? Jajaja, perdón amor pero sabes que me encantan nuestras charlas por la mañana y no me doy cuenta cuando se extienden, yo me salvé porque esta semana estoy enferma y la verdad me encanta que me cuides.
Marina: Me pasa lo mismo, creo que ya deberíamos dejar de andar de casa en casa ¿no? (sus ojos se llenan de lágrimas y recuerdo exactamente porque amo a esta mujer, es única, es preciosa) No llores mi vida, prometo pedirlo de mejor forma, pero es lo que quiero, que vivamos definitivamente juntas, no hay nada más que pensar y lo que acabamos de hablar es algo que me encantaría hacer con vos, sólo con vos.
Ana: es mejor que te vayas ahora, porque si seguís hablando, no vas a ningún lado hoy, no voy a dejarte (me abraza y siento sus lágrimas de alegría y la verdad lo que menos quiero es irme…mmmm debe tener algún beneficio ser jefe ¿no?)
Marina: dame unos minutos…
Ana: No te vayas sin despedirte, al menos dejá que te acompañe a la puerta…
Marina: Esperame ahí…no te muevas, ya vuelvo
Llamo al hospital y digo que se me presentó algo muy importante, que me avisaran si surgía alguna emergencia, quiero proponerle a Ana no sólo que vivamos juntas, quiero casarme con ella, quiero todo con ella y hoy es un buen día para empezar. Entro a la habitación, me saco la ropa y ante la mirada inquisitiva de Ana me meto a la cama.
Ana: ¿Qué pasó?...
Marina: Nada, quiero quedarme a cuidarte y usé mis influencias para lograrlo ¿te molesta? (lo siguiente fue una clara demostración de que no estaba molesta…)
Ana
Es muy gracioso ver como Marina va de acá para allá en la habitación mientras se viste, según ella soy la culpable de que llegue tarde, lo que definitivamente es una injuria, no tengo la culpa de estar tan enamorada y que sólo quiera tenerla cerca, me gusta conversar sobre todo con ella y esta mañana se me ocurrió decir que me gustaría tener un hijo, entonces una cosa lleva a otra y terminamos sin darnos cuenta del paso del tiempo, la provoco y ella cae (Ana un día de estos te deja por ser tan insistente) no, ella no sería capaz, le digo que me encanta que me cuide, en ese momento su mirada cambia al decir que ya es hora de vivir juntas, no puedo evitar la emoción de saber que siente lo mismo que yo, la abrazo y no quiero soltarla. Me encantaría que hoy se quedara conmigo todo el día…
Ana: Dejame acompañarte a la puerta…
Mi deseo se cumple en el momento en que vuelve a entrar a la habitación se desviste y se mete a la cama, la miro asombrada y me dice que se queda ,no puedo evitar abrazarla y besarla por un buen rato, pasaron muchas cosas en poco tiempo pero que Marina esté conmigo es mi sueño cumplido, salvo en algunos momentos… siempre estamos bien (salvo tus días de furia Ana) a veces me dominan los celos, pero sabe calmarme por eso quiero estar con ella y que nuestro sueño de un hijo se realice.
Lucía
No puedo creer que ya pasaron 6 meses desde que vi a Rodri por primera vez para no separarnos más, Camila está totalmente enamorada y feliz con Victoria, nunca pensé que ella me enseñaría cosas que vivió mi madre, ya me estoy preparando para comenzar la carrera de cine y fotografía, creo que mi inclinación por el arte de ese modo lo heredé de mi madre, todo en mi vida ha cambiado desde que la encontré, desde que supe su historia que completó la mía. Ahora estoy nerviosa porque Marina me encargó organizar una fiesta donde le propondrá casamiento a Ana, están muy felices juntas, la verdad me divierto mucho viendo como se pelean a veces, pero Ana siempre tiene un as en la manga para hacer reír a mi madre, así considero a Marina, nunca debimos separarnos, no puedo creer que ahora esté organizando su compromiso, ella por fin será completamente feliz como era el deseo de mi mamá Luciana. Suena mi teléfono…
Lucía: Hola Cami, sí, ya acordamos con Rodri que será en casa de Ana, invitamos a todos los más allegados, lo hacemos éste viernes, pero acordáte que es sorpresa, nos vemos en casa, besitos.
Creo que ya tengo todo, de los anillos se encarga Marina y de que Ana no sospeche tenemos que encargarnos todos, voy a ver a Rodrigo ahora así terminamos la lista de invitados, ya preparamos todo, Ive la novia de Ari escribió algo para ellas, Jime dice que trae algo de comer…lo más seguro es que lo compre, falta avisar al resto de las chicas, en este tiempo los amigos de Ana y Rodrigo se han convertido en amigos míos y de Marina, así que es muy fácil reunirnos para pasar un buen rato y más si esta vez se trata del compromiso de dos personas que merecen ser felices definitivamente.
Pensar que hace pocos días fui a ver a mi padre, con Cami y Rodri, la sorpresa que se llevó cuando le dije que ya sabía todo, que encontré a mi mamá y que nada de lo que dijera cambiaría mi decisión de ser lo que me haga bien y estar con quien quiera, él casi se desmaya cuando le dije que estaba de novia y saludó a Rodri dando por sentado que era con él y yo le dije: ¿Quién dijo que era con él? ¿Por qué no puede ser Camila? Jajaja me divertí mucho, sobretodo porque me dijo que si bien no era normal, lo terminaría por aceptar para no perderme, la verdad es que lo hice por mi mamá y también por mi, fue bueno ver su cara de contrariedad y más cuando no le dije la verdad, sólo me fui del brazo de los dos. Mamá sé que me estás viendo ¡gracias por hacerme tan feliz al dejarme conocerte!
El compromiso…
Marina
Ana: no entiendo Marina, no entiendo, quedamos en ir a tu casa y ahora me decís qué no, qué está Lucía con Rodrigo y ¿por qué no puedo estar yo?
Marina: no se trata de eso, es sólo que quiero estar con vos a solas ¿eso te molesta? Por eso preferí que vengamos a tu casa, además, vos mereces un buen momento y a veces ellos dos se ponen algo pesados…
Ana: no digas eso, es injusto, somos familia y los quiero mucho
Ana está tan concentrada en discutir conmigo que abre la puerta sin mirar, así que al principio no ve a nadie…
Ana: No te rías, porque la verdad esto es…es… ¿qué es esto? ¿Qué hacen ustedes acá?...
Marina: Quise darte una sorpresa mi amor, pero parece que el único modo en que no sospeches es peleando…
Todos: ¡Felicidades! (se acercan a abrazarnos, pero Ana reacciona recién cuando ve a Lucía y Rodrigo, ellos traen una pequeña caja…)
Lucía: Bueno en este acto te hago entrega Marina de lo que nos encargaste, sólo quiero decir que hiciste la mejor elección posible, te amo mamá.
Marina: Yo también mi amor, sin vos este momento no hubiese existido (mientras ella me abraza, Rodrigo abraza a Ana diciéndole algo al oído, todos preparan el brindis mientras yo empiezo a hablar con Ana)
Marina: Ana, mi amor, desde que te conocí mi vida cambió, me diste alegría, me hiciste sentir que necesitaba dejar que me cuiden, me diste tu risa, tu comprensión, desde que te dejé entrar moviste todo mi mundo, haces que tenga ganas de levantarme cada día con nuevos proyectos, desde que me permití amarte volví a vivir, por todo esto quiero estar siempre a tu lado si me dejas, así que ¿Me harías el honor de ser mi esposa? (Le entrego el anillo y ella con lágrimas en los ojos se aferra a mi cuello y me dio la mejor respuesta que podía esperar)
Ana: Sí, sí, siiiiii quiero todo, te amo
Marina: Cómo se darán cuenta acaba de darme el sí…
Cómo era previsible todos se acercaron a felicitarnos y saludarnos, al fin puedo demostrarle a Ana que no quiero separarme de ella nunca, nos sacamos fotos, nos reímos mucho, ella miraba su anillo todo el tiempo como si temiera perderlo, entonces Lucía dijo que a pedido de todos Ive, la novia de Ari, escribió algo que ella leyó:
“Una vez más el amor ha triunfado sobre el tiempo, sobre las perdidas, sobre la vida, una vez más el amor nos da muestra de la fascinante fuerza con la que se apodera de nuestros sentidos y nos cambia la vida, una vez más el amor es el motor que mueve el escenario de cada uno de nuestros días, una vez más el amor sobresale más allá del género, raza, edad, condición social o cualquier otra ilógica razón para impedir su nacimiento.
Hoy celebramos juntos la unión del amor bonito, de ese que es paciente y espera el momento justo para gritar o simplemente espera en silencio amando, del amor que nace con una mirada, se desarrolla con detalles y permanece por necesidad, por entrega, por responsabilidad y compromiso, del amor que nos hace volar sin tener alas, que nos hace sentir mariposas en el estómago, que nos hace ver el mundo con otros matices de color, que nos hace estremecer, sonrojar, palpitar y hasta enloquecer, del amor que nos hace alcanzar la felicidad alguna vez perdida y nos da la seguridad de haber llegado a donde pertenecemos.
Marina y Ana, dos mujeres; si dos mujeres que se encontraron un día hace ya algún tiempo y permitieron que el amor creciera día con día, quizás sin darse cuenta, pero desde el primer día que se encontraron ya se había comenzado a escribir la historia…la historia de sus vidas, la que es digna de contar y de la cual somos testigos hoy. El camino que recorrieron para escribir las páginas de su historia fue largo porque quizás, teniéndose una frente a la otra; su razón no se daba cuenta, pero sus corazones ya se habían reconocido como la pieza faltante de su felicidad.
Ana calló, permaneció y esperó con paciencia porque estaba convencida que había llegado a su puerto seguro, y que la mujer que tenia frente a ella bien valía la pena detener el paso y esperar por ella, porque por primera vez en su vida sentía la plenitud de estar enamorada. Marina, se dejó detener por el amor, se ofreció la oportunidad de amar nuevamente porque a través de los ojos de Ana pudo descubrir su alma pura, su sentimiento genuino y en ella la oportunidad de ser plenamente feliz. Ana y Marina decidieron ser valientes y a pesar de las imposibilidades de la vida tomarse de las manos caminando juntas, uniendo no sólo sus vidas; sino también sus almas, sus corazones, sus sentimientos, su esencia…para ambas convertirse en una en la entrega y el compromiso del amor eterno.
Quien no ha conocido el amor, aunque sea una vez ha perdido la experiencia más cósmica, refrescante, excitante y perfecta que pueda existir. Hoy nos une el amor del bueno; todos aquellos que hemos tenido la bendición de encontrar ese amor debemos sentirnos afortunados porque hemos encontrado la formula perfecta para la felicidad; el amor es el que nos une hoy y nos mantendrá unidos eternamente…”
Lucía: Mamá, Ana sean muy felices, sé cuanto lo merecen y si se apuran con lo de mi hermanito…no me enojo jajajaja (a pedido mío y como sé que es una de las que según Ana su mente le canta, suena nuestra canción)
“Dices que me amas, que no vives si no estás conmigo,
digo que te amo, que no sé vivir sin ti
porque somos dos en uno enlazados parte a parte.
Somos como mar y arena, nos necesitamos para beber este amor
somos más que un simple anhelo o un deseo vano
es mucho más nuestro amor.
Ruega que sigamos juntos como hasta ahora mi amor
amarnos cara al sol sin miedo, cariño
Dicen que el amor es ciego, que te pone a diario en peligro
y otros dicen que no existe, que sentido amarse entre dos
pero en realidad que saben no conocen nuestro amor.
Somos como mar y arena, nos necesitamos para beber este amor
somos más que un simple anhelo, un deseo vano,
es mucho más nuestro amor
Ruega que sigamos juntos como hasta ahora mi amor
amarnos cara al sol sin miedo, cariño
Somos como mar y arena, nos necesitamos para beber este amor
somos más que un simple anhelo, un deseo amarnos,
es mucho más nuestro amor”. (Ana Gabriel)
Agradecimientos:
Quiero agradecer a todas las personas que se han detenido a leer mis historias en algún momento, a quienes no encuentro tanto, pero sé que están, a quienes han conversado en el chat acerca de las historias y que estoy conociendo mejor. Pero quiero agradecer de manera especial a algunas personas que considero amigas, que aprecio y quiero mucho a las que voy a nombrar por orden alfabético que son: Ari (por el cariño que me brinda cada día), Jime (porque siempre aparece con una sonrisa), Jjaxxel (porque es la “jefa”…No, la verdad es que siempre me incentiva a continuar mis historias), Sankh (porque admiro como escribe y en esta historia me regaló un poquito de su talento), y Yop- Cat (porque me acompaña cada vez que nace una nueva idea para la historia y porque siempre está presente). A todas ellas realmente les agradezco que hayan tocado mi vida de la manera que lo han hecho, dándome la satisfacción de compartir algo que realmente me hace feliz.
Finalmente agradezco a quién inspira cada palabra y sentimiento que surge en mí, a quien amo desde siempre.
Bell
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Genial, me gusto mucho ojala lo pudieramos tener como uno de los libros de descarga pues es una historia que vale la pena leer y releer! magnificas letras (=
ResponderEliminaresta en libros en descarga
EliminarMuy bonita historia, gracias por compartirla :)
ResponderEliminarNo puedo mas que expresar el hecho de que me fascino tu historia, mas que eso me encanto de verdad gracias por compartir algo tan hermoso...!!! Aunque me haya arrancado algunas lagrimas jajajaja es fabulosa..!!
ResponderEliminarTe felicito, me encanto, espero seguir deleitandome con tus historias!!!!!!!!!!!!!
ResponderEliminarLa historia me ha encantado, felicidades, mucho éxito con tus historias futuras, seguro que llegaran al corazón de muchas!!! Saludos. Montse
ResponderEliminarBonita historia
ResponderEliminarMuy linda y romántica tu historia, me encanto , excelente.
ResponderEliminarGeniaaaa bell me encanto tu historiaaa me enamoro gracias por compartirla y espero mas historiaas jajajajj Besotes RoSANA ARGENTINA
ResponderEliminarHoy descubrí tu historia y la he devorado de un tirón. Creo que mañana iré a trabajar con ojeras. No podía dejar de leerla. Gracias por compartirla, ha sido muy emotiva.
ResponderEliminarMuy buena historia, me encanto todo
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