Necesitarte - Yop

Estoy sola en mi habitación, es uno de esos días en que  la sensación de desasosiego te roba el alma, esos días en que la imagen para describir  como nos sentimos no es otra que la del mundo estallando en pedazos. Y te necesito, y no estás, y te busco y no te puedo encontrar. 

Te busco dentro de mí y apenas encuentro sombras vagas, recuerdos de palabras dichas, de momentos compartidos, pero no alcanzan, todo lo vivido se desdibuja impiadosamente al no  contar hoy con vos a mi lado. Sé que te resulta imposible llegar hasta mis  horas; ahora, en el preciso momento en que toda mi inmensidad reclama tu estar, puedo entenderlo; sin embargo  la percepción de tu ausencia destroza sin piedad la razón de tu distancia. Me repito obstinada que tus pensamientos, tus sentimientos, tus ganas están aquí, a mi lado, que no me dejas sola, sin embargo así me siento. Y la parte más oscura de mí, me invita a pensar que si vos me necesitaras así, toda yo hubiera vencido las distancias, los tiempos, los imposibles para llegar hasta vos, hubiera destruido tus barreras sólo para que me sintieras a tu lado… y soy injusta y lo sé, y no puedo no serlo. Quiero, cierro mis ojos con fuerza para que las lágrimas no invadan tu recuerdo, quiero creer que estás, sentir que me acurruco en vos, que mi vida se acuna en tus brazos y esas lágrimas que ahora evito pueden fluir hasta agotar la angustia, pero en mi derredor sólo hay vacio, presencia de gente que me quiere, que quiero, y paradójicamente soy tremendamente arbitraria con ellos y los alejo de mi. Me escondo de sus caricias, de sus intentos por hacerme sonreír… Mi mente vuela a tu lado, y  con irracional certeza casi puedo asegurar que la tuya voló hasta mí, pero antiguas marcas evitan que con mi imaginación alcance para mitigar el dolor, mi ser necesita de palabras, de presencia real, de roces, de estar, de escuchar de tu voz un te quiero, ¡un todo estará bien!.

Entonces cavilaciones que punzan mis latidos me asaltan sin piedad y empiezo a saber que nunca debí encadenar mi alma a la tuya, que nadie debe depender más que de sí mismo, que las defensas nunca nunca debieron caer dejándome  a merced del sentir. Que si no me entrego no me dolerá, sin embargo cuando te veo, la voluntad se disuelve, y ¿cómo evitar verte?  ¿Si mi respiración te busca;  Si mi tacto te añora,  Si mi gusto depende del sabor de tus labios?...no hay culpas, no hay responsables, el sentimiento se impone, se abre paso entre las ruinas de antiguos dolores, es como el sol que rompe las nubes para volver a entibiar la vida, indefectiblemente volvemos a sentir… y burla del destino, nuestras circunstancias casi siempre boicotean la posibilidad de la total felicidad y atrapamos girones que nos abrigan hasta que el frío regresa a helarnos la sangre. Intento no ser arbitraria, estás conmigo, me haces bien estando, me acaricias el alma… me das aire hasta mi próximo dolor…me regalas todo lo que podes y más también, sólo quiero que ese todo tuyo me sea suficiente para no llorar… para no ahogarte pidiendo aquello que intuyo nunca llegará… porque no quiero que llegue el olvido, no quiero aprender a vivir sin vos, sin la expectativa del encuentro, sin el cosquilleo en mi panza, sin el ahogo en mi pecho, sin la intensidad de lo que me haces sentir, porque definitivamente tenerte en mí es inundar mis noches de luz, mis silencios de sonidos, mis manos de magia… tenerte es tener vida en mis días…  

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