Era guapa, tenía unos ojos verdes esmeralda, rubia, nariz perfecta, todo en ella llamaba la atención, aun así ella era sencilla, querida por sus compañeras, alegre, una chica común que se hacía querer. Un día se percató que algo de su profesora de castellano le llamaba la atención, no supo el qué, pero desde aquel día miraba diferente a esa profesora, comenzó a crecer algo en su corazón, no sabía que era…
¿O sí? Y tan sólo no quería reconocer que le gustaría pasar más rato con ella, se hacía la encontradiza con ella, preguntaba cosas absurdas que sabía de memoria para tan sólo estar, hablar con ella.
Así fue comenzando a surgir algo hermoso, bonito, sus necesidades pasaron a segundo plano, llegaba tarde a casa, por coger más tarde el metro con tal de verla caminar, había días que incluso la esperaba y con cualquier excusa la acompañaba hasta el portal de su casa.
Así se fue pasando el curso escolar, ambas se habían acostumbrado a sus encuentros, pero ella la alumna ¡¡¡Ah!!! ¿Qué no he dicho el nombre? Alma. Su nombre era como su vida, Alma tenía el corazón soñador, enamorado, aunque ella pensaba que no, que sólo era amistad hacia Teresa, pero su necesidades fueron día a día aumentando: de acompañarla a tener que rozar su cuerpo, a tocar su manos; las excusas comunes, que si tropiezo con algo y me agarro a ella, que si le ayudo con los libros y a la vez rozo su mano. Alma necesitaba más cada día.
Sólo hablo de Alma ¿Qué hay de Teresa? parecía indiferente pero en el fondo Alma la estaba haciendo sentir sentimientos que ya tenía olvidados; porque Teresa estaba casada, ya había experimentado toda clase de sentimientos, pero Alma estaba haciendo que su estómago sintiera mariposas, que se acercara a su marido cada noche con el recuerdo de Alma.
Ya no sólo quedaban para bajar el trayecto de la escuela a casa de Teresa, esta le preguntó si quería acompañarla a buscar a su hijo a la escuela cerca de un parque en las afueras de la Ciudad.
Alma no dudó y así comenzaron a seducirse de forma descarada, Alma no perdía ocasión de tocarla, de hablarle, es que cada día necesitaba más estar con ella, es que necesitaba algo más.
Teresa le correspondía, hasta que un día sus manos se estrecharon por debajo del abrigo, sus ojos a gritos necesitaban encontrarse, sus corazones latían a un ritmo que se salían, había llegado el momento y ambas lo sabían. Necesitaban desesperadas llegar más allá de los roces.
Quedaron para tomar algo en un pequeño bar, hablaron, rieron, lo pasaron bien, luego sin pensarlo se encaminaron al aseo de mujeres y allí por primera vez dejaron fluir toda la necesidad acumulada en estos días. Los labios de Alma se posaron en los de Teresa, esta correspondió con suavidad con ternura. Alma no penséis que sabía de estas cosas, pero estas cosas salen solas. El amor es lo que tiene. Tímidamente Alma deslizó sus dedos hasta el pantalón de Teresa y ya sabéis ¿O no? Claro que sí.
Sus dedos temblorosos, inexpertos fueron buscando con suavidad el sexo de Teresa, que sentía como se desvanecía el mundo a su alrededor.
Esa fue su primera vez algo incómodo, sudoroso, pero hermoso para ambas, salieron de aseo ilusionas, más enamoradas que antes, ruborizadas y sintiendo que el tiempo pasara tan rápidamente. Como dos niñas salieron de bar y mirándose con amor, pasión, con deseo retenido en el corazón se cogieron de la mano nuevamente por debajo del abrigo y caminaron apretando sus manos con todo el amor de los recién enamorados.
Los encuentros de ambas se hicieron más seguidos, que sí en clase cierran la puerta y sus labios se encuentran, que en el lavabo del hospital, que había al lado de la escuela. Ninguna de las dos se daba cuenta de lo mucho que se exponían. Un día una profesora estuvo a punto de pillarlas con los labios entrelazados, pero el destino estaba pendiente de ellas y de su amor.
Teresa regaló a Alma un anillo de oro cuadrado donde ponía tú y yo, con amor. Alma también le regaló varios anillos a Teresa.
El marido de Teresa se ausentó un día de la ciudad, el hijo de esta se fue de colonias y Teresa invitó a Alma a su casa. Le preparó un cena normal tampoco fue nada especial (la cena claro) porque no sé si llegaron a cenar.
Alma se puso una camisa y un pantalón tejano se dejó el cabello largo y su belleza era algo…¡¡ufffff!! ¡¿Cómo poder explicar la belleza?! Imaginaos a vuestro amor esa persona que queréis, que deseáis, Alma estaba radiante, pero su belleza no era externa sino interna. Teresa la esperaba para la ocasión con una falda y camiseta que realzaban sus encantos y esos ojos llenos de amor que le profesaba a Alma.
El timbre de la puerta sonó, Teresa sintió que el corazón se le salía del pecho, fue a la puerta y abrió. Diosssssssssss, que hermosa mujer le sonreía en la puerta, sus piernas parecían flaquear, tomó a Alma de la cintura y cerró la puerta tras de sí casi con su boca en la de Alma, que correspondía de la misma forma que Teresa buscaba. Así con sus bocas pegadas estuvieron una eternidad según quien lo mire.
Se encaminaron hacía el salón, Alma recorrió la casa con una mirada rápida y un poco nerviosa miró a Teresa que no le quitaba ojo.
Me parece que la cena se enfrió.
Alma y Teresa se encontraron sin darse cuenta en el dormitorio. Alma desnudaba a Teresa, con manos temblorosas le desataba la falda sin dejar de acariciar con sus labios el cuello de Teresa, esta se dejaba hacer acariciando a Alma, como un ritual ya marcado se quedaron desnudas, ambas enfrente una de la otra, se miraban Teresa quedó sin aliento ante la luz que desprendía Alma, esta se quedó, no sé, era su primera vez que se quedaba desnuda por completo frente a una mujer ¡Y qué mujer! La que ella creía que era la más hermosa de todo el planeta. Teresa empezó acariciando el seno de Alma, cada poro de su piel; Alma se sintió morir, no sabía como el corazón puede resistir tanta pasión, tanto ardor, como sus sentimientos parecían ahogarla en cada movimiento de las manos de Teresa, de sus labios, de su cuerpo entero.
Podéis imaginar los más bonitos sentimientos en esa habitación que para Alma era el paraíso. Oh Dios me gustaría poder expresaros con todo detalle cada movimiento, cada gemido, cada susurro, cada caricia, cada recorrido de la lengua, cada movimiento de pelvis cada mirada cada respiración, cada jadeo, cada “te necesito”, cada “no te pares”, cada “sigue”, cada “me muero”, cada lágrima que derramaron al llegar al clímax juntas, como si la vida sólo existiera para ellas dos.
Quedaron rendidas de amor. Y no fue una vez sino un montón de veces las que se vaciaron una con la otra, cuando acabaron cada una conocía cada rincón, cada detalle de sus cuerpos, de sus almas, se morían de amor, se necesitaban una a la otra como necesitamos el aire, como se necesita el sol, como se necesita el agua.
Qué derroche de amor, qué forma de entregarse, qué ansia de deseo,
eso era amor.
Alma y Teresa, Teresa y Alma sólo eran una, sólo una unión, sólo un ser.
El amor es algo único algo mágico algo sin sentido, amamos de tantas formas, de tantas maneras, para ti puede ser un beso, una caricia, una mirada, una nota, un suspiro.
Y el culmen de eso es experimentar la entrega total en cuerpo y alma, en sentir los labios, las caricias, llegar dentro de la persona amada, hacerle sentir que tu alma esta dentro de ella, que ella es parte de ti, que sólo es un corazón el que nos une, sentir sus labios comerse los tuyos, sus manos recorrer tu cuerpo. Me pierdo, cada uno ama como ama.
Ojalá que cada una encuentre ese amor que tanto necesitamos.
Un alma soñadora.
----------------------------------------------------------------------------------------------------------
La Teta Feliz Historias y Relatos ® Riba Derechos Reservados
©
Todos los derechos reservados. Esta publicación no puede ser
reproducida, ni en todo ni en parte, registrada o transmitida por un
sistema de recuperación de información, en ninguna forma ni por ningún
medio, sea mecánico, fotoquímico, electrónico, magnético, electroóptico,
por fotocopia o cualquier otro, sin el permiso previo, por escrito, del
autor.

Sra. por favor pase lo que pase nunca dejes de escribir... me encanta leerte, es una manera de conocerte y saber que estás ahí...
ResponderEliminarTristes, Mágicas, Románticas, Humorísticas, todas tus historias me atrapan... la autora también...
Un Beso
G. Arg.
Gracias G.arg tu siempre tan fiel, ¿como estas?
Eliminarmucho tiempo sin saber nada de vos. Hay que hacer
un parón, para tomar nuevas ideas, todo cansa.
Me alegro que usted no se canse .
Un beso.
Riba.
guauuu, precioso....
ResponderEliminarni te imaginas como me has dejado, bibrando de emocion, has echo de un sentimiento inocente algo unico, espero encontrar mas trabajos asi ke me lleguen tan dentro......
ResponderEliminarsaludos.