-¡Buenas noches chicas! - les dijo ella.
Y todas al unísono contestaron:
-Buenas noches Luna.
Como cada noche, se juntaban para charlar, y admirar al mundo que debajo de ellas, seguía su curso.
Disfrutaban, viendo a todas las amantes, que aprovechaban la entrada de la Luna, y el brillo de las estrellas, para enamorar a sus amadas, amantes, amigas.
Cada una contaba la historia de diferentes países.
-Ayer una francesa preparó un ramo de flores rojas, una botella de champan, se declaró a una rubia bellísima- decía una.
-Pues una mexicana, se declaró con un tequila y una buena canción de “Alejandro Fernández”- contaba otra.
-A mi me llamó la atención una Argentina que, con un tango y un beso, se llevó a la morena a la cama.
-¿Y qué me decís de la colombiana? Con una buena taza de café, y una sonrisa deslumbrante, comenzó una linda relación con aquella pelirroja.
Y así, unas y otras pasaban la noche relatando sus historias de amor, de los diferentes lugares del mundo.
Pero no muy lejos de la conversación de las mayores, había una pequeñita estrella, que intervino en la conversación.
-Pues yo estoy un poco triste, la primera vez que me dejan salir, vi a una joven en un balcón llorando de soledad, estaba en España, luego cambié de sector para ver si podía observar ese amor que contáis desde que tengo uso de razón y tropecé para mi mala fortuna con otra chica, que también parecía estar apenada por no encontrar el amor.
Luna que estaba atentamente escuchando, pensó que no podía dejar que pasara eso. Y propuso:
-¡Podríamos intentar unirlas a las dos!- El alboroto que se creó fue una fiesta y todas gritaron:
-¡Qué buena idea!; para ello necesitaremos la ayuda de todos los fenómenos atmosféricos.
Se repartieron la tarea, así cada una hablaría con un fenómeno, Luna dijo que ella esperaría a Sol para comunicarles los planes y pedir su ayuda.
Y aquella mañana el mundo despertó con Luna y Sol, todos ajenos, a que ellas tenían una cita, seguían con sus vidas, aunque mucha gente ese día tuvo un minuto para mirar al cielo y contemplarlas a las dos.
Lo que mucha gente ignora es que Ellas eran unas jóvenes enamoradas, pero sus familias no aceptaban esa relación y desde la creación las separaron, con una condena odiosa: podrían verse, pero no estar juntas por mucho tiempo y así se creó la noche y el día, para evitar el eterno amor de Luna y Sol, dos mujeres enamoradas.
-¡Hola Luna!
-¡Hola! Vengo a proponerte un plan para juntar a dos corazones solitarios.
-Te extraño…
- Y yo a ti, amor.
Luna contó los planes a su amada Sol y así quedaron.
Mientras tanto os presentaré a las dos protagonistas de la pequeñita estrella.
Yolanda, jardinera, vive en Barcelona, es la más tierna de las mujeres, con una maestría innata para embellecer con su buen gusto todo lo que tocaba, era la mejor en su trabajo por la sensibilidad a la hora de realizarlo.Era requerida para casi todos los jardines de la ciudad, el trabajo la tenía ausente de su propia vida, era tanto que llegaba a casa sólo para cenar y dormir. Para despertar y volver a retomar su trabajo.
Luego tenemos a Graciela, residente en Madrid, tímida, un ángel solitario, con ganas de compañía. Era música. En sus manos los instrumentos musicales tomaba un sonido mágico, le encantaba la música, estaba envuelta en un sonido celestial. Solía tocar en las plazas públicas y en las calles; no lo hacía por el dinero aunque siempre se le llenaba el sombrero, pues la gente quedaba extasiada con su música, ella lo hacía para llenar al mundo con sus notas.
Esa noche, Yolanda antes de ir a dormir arreglaba las flores de su balcón, en Barcelona. Y Graciela en Madrid en otro balcón escuchaba los sonidos de la noche para inventar sus notas.
Las estrellas fugaces hicieron su aparición, en el cielo se dejaron ver hermosas ráfagas de estrellas de mil colores, las chicas se quedaron admirándolas, y como cuenta la leyenda, si pides un deseo dicen que se te cumple.
Yolanda cerró los ojos y deseo encontrar a alguien con quien compartir su vida.
Graciela también hizo el mismo gesto y deseo irse de vacaciones a otra ciudad y compartir su música con alguien. En especial encontrar la nota que junto a la suya lograra la sinfonía perfecta para su vida.
Los deseos estaban ya en conocimiento de Luna Y Sol; el plan daba comienzo.
Esa noche en Madrid y más exactamente en los bloques donde Graciela tenía su piso, una lluvia torrencial parecía empeñada en amargar la vida de sus ocupantes, y así sucedió fue tanta la lluvia que cayó esa noche que el edificio sufrió grandes desperfectos, teniendo que ser desalojados para su arreglo.
Graciela tuvo la excusa perfecta para tomar unas vacaciones, nunca quiso dejar el piso, pero ahora tenía la oportunidad, ya que las reparaciones tardarían tres semanas. En vez de ser realojada en un hotel le dieron el dinero para que pudiera viajar.
Decidió irse al Sur, a ver Andalucía, cogió el primer autobús y su flauta, con la funda de trapo que le regaló su mamá, amaba esa funda fue el último regalo que recibió de ella.
Estaba feliz Graciela, iba observando el panorama, escuchando todo lo que sonaba a su alrededor, así era ella observadora, atenta a lo que le rodeaba. El viaje transcurría con normalidad hasta llegar a un punto la carretera parecía llena, una cola de coches impedía la continuidad del viaje.
-¿Qué ocurre?
La gente se levantaba de sus asientos y preguntaba, de pronto un humo atrajo la atención de todos los pasajeros.
-Señores pasajeros, siento comunicarles que por un gran incendio el viaje será suspendido y cambiará de ruta, teniendo que hacer un recorrido alternativo, llevándonos a pasar por Barcelona, si algún pasajero no estuviera de acuerdo, tenemos dos autocares más en este mismo atasco y sólo tendrían que cambiar de autobús, sentimos las molestias, y las reclamaciones están abiertas para cualquiera.
El autocar dio media vuelta y tomó la alternativa que era indicada por los policías de tráfico. Graciela, estaba tranquila, en la vida las cosas siempre pasan por algo y ella eso no lo iba a cuestionar, disfrutaría igual en Barcelona, de hecho iría a ver el “Palacio de la Música” famoso por su belleza.
El autobús entraba en Barcelona, la “gran vía”, enormes avenidas llenas de árboles, de edificios, de coches, de gente transitando, le gustó el bullicio, el color de esa ciudad. Se instalaron en un pequeño hotel y allí permanecerían por cinco o seis días.
Cogió su flauta, su mochila, sus zapatillas más cómodas y su mejor sonrisa y salió a recorrer Barcelona. Un día soleado, agradable, sus pasos la llevaban, no sabía a donde pero nunca le importó, era como su música las notas salen del instrumento, pero se dispersan por todos los lados sin dirección concreta.
Cansada se sentó en un banco y cuando levantó la vista estaba rodeada de un jardín hermoso, se fijó en el letrero; no podía entender como en medio de unos edificios hubiera algo tan bonito “jardines d’interior d’illa”. Pensó realmente estaban dentro de una isla de hormigón, volvió el cuello para mira detrás de ella y allí encontró a una chica revolviendo la tierra. Sí, era Yolanda, absorta en su labor.
Ajena a las personas que estaban sentadas en los bancos. Graciela sacó su flauta y se puso a tocar una melodía. Señoritas, señoras, mujeres, damas, si el paisaje era hermoso por los jardines ¡¡qué deciros cuando el sonido de aquella música lleno la totalidad del espacio!!...
Yolanda salió de su concentración, el silencio de voces cesó, fue una sensación… ¿Cómo describirla? Única, un aplauso sonó al unísono cuando dejó la flauta, se levantó y graciosamente hizo una reverencia, agradeciendo el aplauso. Se dispuso a marchar cuando una ráfaga de viento, salida de no se sabe dónde, hizo que la funda de la flauta saliera disparada hacía una persona, Yolanda que ya se disponía a abandonar la plaza, vio volando en su propia cara la funda, pareciera que el remolino de viento se empeñara en mantener la funda al lado de Yolanda, Graciela alborotada seguía al viento, viendo hacia donde iba a parar, y corría donde estaba Yolanda, claro que a nadie más influía el remolino, sólo a ellas.
¡Zas! se dio de bruces con Yolanda, irremediablemente las dos cayeron al suelo y en ese preciso momento el viento cesó, las dos se miraron y se pusieron a reír.
-Toma ¿Esto es lo que buscabas?
-Sí gracias, no me hubiera gustado perderla, por cierto ¿De dónde salió ese aire huracanado?
-No tengo ni idea, créeme, me ha sorprendido tanto como a ti.
-Por cierto me llamo Yolanda, y tu música es algo excepcional.
-Gracias, soy Graciela y te vi con las flores… tú lograste este ambiente tan bonito…
-Sí, lo intento ¿Te gusta?
-Me encanta.
-¿Tienes prisa o puedo ofrecerte una taza de café? De paso puedes limpiarte la ropa de la caída.
-Me encantaría y la verdad, prisa ninguna, hago turismo por unos días.
-Pues vamos Graciela, te llevaré a casa, y así me cuentas que planes tienes para tus vacaciones.
Graciela no pisó el hotel más. Yolanda dejó de lado las flores, los jardines y se puso a enseñar la ciudad a su amiga.
El roce, las risas, las comidas, los chistes, las miradas, la admiración iban creando entre ambas algo.
Aquella noche salieron a cenar al balcón de Yolanda, la pequeñita estrella las contemplaba desde arriba con una amplia sonrisa y las demás aplaudían y le decían a la pequeña: ¡¡Bien hecho!! ¿Ves lo que es el amor, ves como sus expresiones han cambiado? Es eso a lo que nos referíamos cuando hablamos del amor, de esas expresiones, de esa paz que respiran, de esos semblantes de felicidad.
Luna las miraba y pensaba en Sol y en el amor que le tenía, era la mujer de su vida, aunque solo pudiera verla a ratos, pero sabía que cuando ella desaparecía, Sol entraba en escena, por eso dicen que cuando hay tormenta en un día soleado y el Sol desaparece es que esta encontrándose con Luna y haciendo el amor y mientras eso ocurre los rayos, los truenos, suenan porque son sus familiares que no pueden hacer nada para evitar la maravilla del amor.
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Me ha encantado! Riba escribes genial y lo q más me gusta es la magia q le imprimes a cada detalle :)
ResponderEliminarSaludos,
Goandi :D
HERMOSO RIBA, ES UN RELATO CON MUCHO SIGNIFICADO Y ME HA RECORDADO ALGO QUE YO ESCRIBI HACE UN TIEMPO, LO ENVIARE A LA PAGINA PARA QUE LO PUEDAS VER, CREO KE TUVIMOS IDEAS SIMILARES JAJAJAJA TIENES UN GRAN TALENTO EN SERIO.
ResponderEliminarayyyy que lindaaaaaaaaaaaaaa historiaaaa!! cuanta ternuraaaaaa!!! me hizo suspirar de amor!!
ResponderEliminarGracias Riba!!, tu talento nos embellece la vida.
saludos
Ana, Cordoba