La Teta Feliz Historias: Jugadas del destino - 15

Jugadas del destino - 15 - Apo

CAPÍTULO QUINCE

Pov Klaret

Ambas cogimos a nuestros respectivos grupos para vigilar a cada uno y realizarle juegos. Ella se veía sencillamente espectacular en aquel traje improvisado a último momento. Mis ojos la desnudan lentamente pero sólo con eso no me basta.

-¡dayana!- la coordinadora se acerca- oye, estuve pensando que podríamos turnarnos de piscina y así los niños interactúan con cada uno. ¿Qué te parece?

- me encanta la idea Klaret, déjame y le digo a Kike que busque a Génesis.- no, no, no.

-bueno en realidad sería Laura porque Génesis estuvo acá. - creo que una pequeña mentira no hará daño.

La coordinadora me agradeció y se acercó a Kike el cual de inmediato fue a notificarle a la morena el cambio que habría en pocos minutos. Apenas Laura salió de la piscina grande, camine en su dirección. Justo detrás de ella, mi guía preferida, le coloco mi mano en su hombro y todo su cuerpo se exalta.

-no te asustes que no como gente ¿o es que te coloco nerviosa?- su risa me atrae cada vez más.

-jajaja para nada

-te ves muy… Cómoda con tu traje de baño… improvisado- descontroladamente la escaneo con la mirada pero su respuesta hace que regrese a tierra.

-pues gracias a ti es que lo tengo- sus ojos caoba me observan y nos reímos. Definitivamente existe una atracción. Desvío el tema sólo con un propósito en mente, caernos juntas al agua.

-por cierto- la detallo para que se de cuenta- tu ropa está seca… y diría que mucho para estar tan cerca de una piscina- nuevamente se voltea, me mira y se empieza a colocar nerviosa adivinando qué haré, pero me percato que alguien viene a arruinarlo todo- pero… Ahí viene TÚ coordinador, así que no haré nada.

-muchachas- Kike frunce el ceño y observa a Génesis.- ya casi es hora del almuerzo, alisten a su grupo.

-si señor- dijimos al mismo tiempo, desconcertando al coordinador.

Los días transcurrieron y la primera semana del plan vacacional había culminado exitosamente. El viernes a Génesis y a mi nos habían dado un premio por ser las mejores guías y ese fue el incentivo para trabajar mejor; la motivación iba en ascenso al igual que mi atracción por la morena de ojos caoba.

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(Domingo 9:30 pm canción de fondo: Take on me)

Mi baile se sincroniza a la música mientras guardo las últimas cosas para el día de piscina.

-¿puedo saber por qué tanta emoción?- veo los labios de Tatiana moverse sin escuchar alguna palabra.

-¡¿ah?!- voltea los ojos y se marcha a la cocina. Continúo guardando lo necesario a la semana pasada; sujeto ambas camisas y estalló de la risa al recordar el encuentro con la mujer que me tiene embobada. Una de la suerte pienso al guardar la camisa negra.

El volumen de la música desciende sin mi permiso.

-pero…

- Entonces de esta manera puedo captar tu atención- debí suponer que sería Tatiana- se te nota feliz- su mirada busca algo… y se exactamente qué.

- claro Tati, me gané el premio el viernes. Eso me motiva a trabajar mejor. Ésta ha sido una gran decisión ¿no crees?- dudosa me vuelve a observar.

-puede ser…- mi celular suena- ¿quien te escribe a esta hora?

De seguro es el grupo de la familia; lo desbloqueo para asegurarme- el grupo de los guías- sin darme cuenta aparece una sonrisa en mi rostro aunque no haya sido ella quien envió el mensaje.

- bueno, no es nada importante, ya me voy a acostar… ¿vienes?

Antes de que emitiera algún reclamo, la distraje. Ya falta menos para verla. Ese pensamiento rondó mi mente hasta quedarme profundamente dormida.

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El recorrido de hoy es diferente… y todos van y vienen por los pasillos de la institución.

- el permiso está en… -la jefa de gerencia hablaba a través del teléfono con un tono alto y fuerte. La secretaria corría sacando copias y ambos coordinadores recibían instrucciones cada 5 minutos de distintas personas. Menos mal sólo soy guia pensé.

Como costumbre nos saludamos en el desayuno y se comienza a alistar todo para esperar a los últimos niños y así poder irnos a las cuevas. Hoy se ve extraña pero definitivamente más hermosa que la semana pasada. Le hago señas con la mano y tan dulcemente me devuelve el saludo.

- si continúas así todos se darán cuenta- Iss, la tutora de una de mis chiquitas me dice tomándome del brazo.

- ¿soy tan evidente?- asiente con la cabeza.

- sabes que Kike está muy pendiente- hago un gesto de fastidio y continuamos con las canciones.

Al final del recorrido los profesionales que nos guiarán en las cuevas nos estaban esperando; se presentaron ante todos y comenzamos el paseo.

Agradezco haber traído ropa cómoda, pienso mientras camino. El recorrido solamente hasta las cuevas es largo y más con 12 pequeños.

-guia Klaret, estoy cansada- Lorena, una hermosura de 4 años con ojos color cielo me extiende los brazos para que la cargue. Le hago caso ya que mi subguia, Edgardo, tiene en brazos a otro. Los coordinadores preguntan cuánto falta, teniendo la respuesta ante sus ojos.

Con la sed a flor de piel, repartimos agua a todos. Desde donde estoy, puedo escuchar perfectamente su nombre dicho por sus niños. Dejo a los chicos con Edgardo para hablar con ella.

- entonces mis chicos, hay que esperar porque nosotros somos los más grandes, el ejemplo de ellos ¿no creen?- responde señalando a mi grupo

(Me detengo justo detrás de ella)

-su guía tiene razón chicos- la observo riendome por el susto que le cause -chicos, ¿tan fea soy?- un coro de risas se escucha en la montaña

-fea, fea… no eres- contiene las ganas de reírse mientras la empujo- jajajajaj no mentira.

Las motas de algodón que adornan el firmamento descendieron para nublar mi juicio y hacer de mi gusto por esa mujer un sentimiento más intenso.

-¿por qué me miras asi?- su voz me saca del trance en el que estuve.

- ¿no puedo verte? pues es que eres…- y justo cuando le voy a decir lo condenadamente hermosa que es... Llega éste.

- chicas- definitivamente no tolero ni su voz y mucho menos su presencia- klaret te toca entrar con Laura a las cuevas y génesis y yo en el otro turno- pedazo de...

- ¿ y no sería mejor que los grupos estuvieran variados? por ejemplo, tu y Laura y Génesis y yo. - mientras ambas miradas se pelean por ser la ganadora del round el ambiente se vuelve denso e incómodo.

- Bueno…- Enrique interrumpe a Génesis y siento la rabia apoderarse de mi.

- Lo que pasa es que ya es una decisión tomada entre Dayana y mi persona Klaret, es decir… los coordinadores- sé que me habla y aún así le hablo a ella.

(Ignorandolo) -Gene, si necesitas la linterna, me dices y te la presto.

-Muchas gracias- ambas sonreímos.

A penas ella se fue, la imite, no tengo ganas de conversar, o más bien, discutir con él.

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La euforia de mi pequeño grupo es asombrosa; todos con una sonrisa aunque sus excepciones con rostro de susto. Primero salió un guía de las cuevas y me ayudó.

-¿Cómo crees que salió todo?

-salió estupendo Mario. Si a mis niños les gusto, ten por seguro que al grupo de ella (señalando) les va a gustar aún más. Y eso que todo estaba como húmedo por la lluvia.

- Ese grupo es todo un desafío; son los grandes pero los que menos obedecen. Veamos a ver cómo se desarrolla todo con ellos

Al reírnos, Génesis se percató de que seguía ella. Caminó en dirección a su bolso. Solo bastó un segundo para ver su brazo, rodeado de unas manos más fuertes que ella haciéndole daño.

-ese idiota…- el papel se intercambia y hay una mano sujetando la mía.

-NO- mueve su cabeza al instante que me prohíbe ir- esos problemas los deben resolver ellos.

No puedo creer que tenga razón- gracias ed.

Gritos por aquí y por allá. Brincos. Escondidas. Todas y cada uno de las canciones y juegos que realizamos con ellos.

-¿se puede saber qué comen estos niños?- hace una pausa y nos mira de nuevo - ¡NO SE CANSAN!- la expresión de Laura denota asombro y… ¿locura tal vez? Su afirmación es tan acertada que no podemos evitar reírnos.

-¿cuánto tiempo llevamos acá?

-Casi treinta minutos Ed- veo como el reloj se mueve y mi desesperación aumenta; se supone que debieron haber salido hace diez minutos.

-Seguramente están…- voltee rápidamente sin escuchar lo que mi auxiliar dijo. Veo a unos de los guías hiperventilar, imagino que estuvo corriendo en las cuevas. Me apresuro en su dirección.

-El Tour ¿estuvo tan agitado así Mario?

Su mirada lo dice todo- hubo un accidente por el túnel- sentí como mi tensión jugaba disminuyendo y aumentando a la vez. Tragué saliva por miedo a la respuesta.- La guía del grupo grande cayó y se golpeó en la cabeza. Está inconsciente.

Corrimos hacia adentro y al llegar todo un público veía el espectáculo.

-se alejan de ella POR FAVOR- todos posaron su mirada en mí; en especial un hombre encorvado y moreno.

Dayana, la coordinadora, se acerca hacia nuestra dirección- Mario, se puede saber ¿qué sucedió?

-el chico de allá- señala a Esteban, uno de los más grandes del grupo- estaba con una actitud inapropiada y su guía le ordenó a ella- Génesis- que lo sacara de inmediato.

Por el gesto de él, Dayana le pregunta- ¿Qué Mario?

- Para llegar hasta el final del recorrido hay dos caminos, nosotros tomamos uno que es sólo un poco más largo. Ella se desvió por el otro, que está aún mojado por la lluvia; tiene una grieta y se filtró el agua.

Mis manos se tornan en un puño con el cual deseo atravesar el rostro de nuestro maravilloso coordinador.

-Estoy casi seguro que se resbaló.

Dayana recorre la cueva y lo ubica; camino detrás de ella.

-Enrique, tenemos que hablar- se voltea- Klaret, quédate con los grupos, ya te envío a Ed con Mario para que te ayude.

Mi instinto reaccionó y le sujetó el brazo antes de que se fueran.

-Suéltame o no respondo

(Riendome) - ¿Así la intimidas siempre? Se supone que la cuides.

-Exacto… (con tono sarcástico) Yo. Esto no es asunto tuyo Klaret; te recuerdo que es mi esposa- mi rostro se transforma inevitablemente

(Burlándose) - claro… ya lo entendi...-se acerca más de lo normal y susurra- ella no será jamás tuya- se retira victorioso con el llamado de Dayana.

Media hora después…

-Agarrate fuerte de Klaret, Génesis- su débil cuerpo, por la contusión, poco a poco se recuesta de mí, mientras Mario me ayuda.- No te duermas.

Con pasos de tortuga, logramos bajar la montaña. Entre ambos la recostamos en un muro, hasta que llegó Kike. No necesitó palabras para hacerme entender que mi presencia sobraba.

-A trabajar Klaret- pienso.

Al darme vuelta, su mano sujeta la mía. Cómo una sonámbula me observa - ¿A dónde vas? ¿No puedes quedarte?- su cabeza utiliza mi cuerpo como almohada haciendo que Enrique se sumerja en cólera. Sin comentar nada, sencillamente deja que fluya nuestra conversación.

-No Génesis, los grupos me esperan…- suspiro- y Enrique va a la clínica contigo. No estarás sola.

Comienza a quejarse del dolor y su mirada se va apagando poco a poco.

-¡Hey!- le doy palmadas en el rostro y vuelve en sí- yo estaré llamando…

- y es hora de irnos- me interrumpe.

No soy de ir a la iglesia regularmente ni rezar en las noches. Sin embargo si existe un Dios allá arriba… solo le suplico que la deje más tiempo en la tierra.. no importa si no la comparto con ella.

Lo último que vi fue ese frágil y hermoso cuerpo siendo cargado por él hasta el carro, el cual se desvaneció mientras me iba a fingir que todo estaba bien.

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