Esperamos tu historia corta o larga... Enviar a Latetafeliz@gmail.com Por falta de tiempo, no corrijo las historias, solo las público. NO ME HAGO CARGO DE LOS HORRORES DE ORTOGRAFÍA... JJ

Escuadrón de Elite - Jjaxxel - 9


Capítulo 9


El plan resultó… Estévez corrió al departamento de Sara. Golpeó la puerta y cuando esta abrió… no dijo una palabra, sólo se abalanzó sobre ella y la besó.
Apenas los labios de él tocaron lo suyos, ella no pudo resistirse y respondió a su beso apasionado… Cuando se separaron…
-¿Wal?
-Soy el más grande de los tontos… - Bajó su mirada – Pero tengo miedo de amar y perder.
-Sí, eres un tonto, pero te quiero – Y lo acercó a ella para abrazarlo.
Volvieron a besarse… después habría tiempo de hablar con palabras, ahora era el momento de que sus corazones se expresaran con el idioma del amor… se besaron, y poco a poco, entre besos y caricias… la pasión se apoderó de ellos… Y terminaron en la cama de Sara amándose toda la noche.

…Al siguiente día en el trabajo… Estévez entró a la sala de reunión sonriendo. Se acercó a Stone y la palmeó en la espalda a la vez que le habló al oído. Desde lejos Laura observaba, no podía escuchar nada, pero Stone sonreía mientras escuchaba. De pronto dirigió sus ojos hacia la puerta de entrada. Y Laura siguió su mirada… Sara estaba parada allí mirando a su alrededor… Les sonrió a los dos y dio una segunda mirada al lugar y al ver a Romano caminó hacia ella. Se sentó en la silla a su derecha.
-¡Hola!
-¡Hola! ¿Todo bien? – La saludó Laura poniendo su mano sobre la rodilla de Sara.
-Creo que más que bien – Con una sonrisa le mostró que el plan había resultado. No pudo preguntar nada más, porque en ese instante entró el jefe; el bullicio se hizo silencio. El Capitán dio las órdenes del día. Y cada uno corrió a lo suyo. Se pasaron el día trabajando y casi ni se vieron, de vez en cuando se chocaban en los pasillos de la Central. Pero estaban tan atareadas que no tenían tiempo de sentarse a charlar de lo sucedido.
Para sorpresa de Laura, ese día al terminar su turno no fue Sara quien la buscó para irse a casa juntas. Sino que fue Stone, quien se acercó a su escritorio.
-¿Ya te vas? – Le preguntó. Laura ya estaba acomodando papeles para marcharse.
-Sí, ya termino.
-Okis… ¿Nos vamos juntas?
-Perdón, ¿Necesitas un aventón? – Preguntó sonriéndole.
-Ejem… Pues no, vine en mi coche…
-Mejor, porque yo vine en taxi… esta mañana no quiso funcionar mi auto. Debo llevarlo al mecánico – Contestó Laura
-¡Te espero!
La espero charlando con unos compañeros. Y cuando Laura estuvo lista se acercó.
-Ya estoy lista, ¿Nos vamos?
-Vámonos – Dijo y las dos se despidieron de Ramírez y Serrano. Quienes las miraron como pensando mal… “Supongo que siempre me vieron irme con Sara y era la primera vez que me iba de la Central con Stone, que estarían pensando que algo pasaba”. Creía Romano.
Ya en el coche, Laura no pudo aguantar la curiosidad…
-Hey, ¿Y sabés qué pasó con Estévez y Sara?
-Parece que por fin algo pasó… - Le contestó sin dejar de mirar el camino – Funcionó tu idea, así que supongo que debemos esperar para que hablen y se pongan de novios…
-¡¡Ya de novios!! – Exclamó Laura.
-Por supuesto, ¡De novios… y después casamiento! O crees que los uní para que se encamaran nada más…
-Jajá - Riendo - Si que eres guardabosque con Sara.
-Con respecto a nuestra cita – comentó con la mirada fija en el camino y sin perder la atención al volante – ¡¡Qué tal si vamos a cenar por ahí!!
La miró desconcertada. “Nuestra cita, estaba tomando lo de la cita en serio o se estaba burlando de mí”. No sabía que decir…
-Ehhh
-Ehhh ¿Qué? ¿Aún no tenés un día libre esta semana para mí? – Y volteó para sonreírle.
-Pues no me fijé en la agenda…
-Pues no te fijes, Conozco un pequeño restaurante tranquilo a dos cuadras de acá – Dijo y direccionó el  coche para doblar en la esquina.
-Y si no queda otra… tú manejas.
-Así es…  - Y no habló más. Detuvo el auto y bajaron. Laura no conocía el lugar, pero desde afuera parecía un lugar tranquilo, como ella decía, era acogedor y bastante familiar.
Entraron, Stone le señaló una mesa cerca de la puerta… Y ahí fueron. Corrió la silla para que se sentara primero. Y así lo hizo Laura, entonces ella rodeó la mesa y se sentó frente de Laura. Llamó al mozo… quien se acercó inmediatamente pues se encontraba a unos metros, las saludó y les estregó un menú a cada una.
-¿Querés algo en especial? – Le preguntó leyendo su menú. Por su parte, Laura no podía leer la carta, la miraba atontada. Pues no podía creer que estaba ahí, sentada con ella teniendo una cita.
-No me decido… - Y fijó la vista en el menú para leer las lista de comidas… - Creo que pastas ¿y Vos?
-No es mala idea… Aquí la lasaña napolitana es muy buena.
-Entonces probémosla… ¿te parece?
-Hecho – Y levantó su mano llamando de nuevo al mozo.
Cuando este llegó a la mesa, le pidió las lasañas y un buen vino…
La cena fue realmente divertida. Y Se pasó volando el tiempo. Trató de hablar poco del trabajo. Fue imposible no tocar el tema de Estévez y Sara, pero no se concentraron tanto en ellos, sólo comentaron la situación. Y poco a poco trato de interrogar a Laura sobre sus gustos, sobre su vida… Ella debía admitir que hablar con Stone resultaba muy fácil, pero ni ella ni Laura se soltaban del todo… Laura sentía que las dos decían la verdad sobre todo lo que hablaban, pero era todo a medias.
Después de la cena volvieron a casa…
-Hey, me divertí – Le dijo yéndose para su cuarto.
-Yo también, No eres tan aburrida como siempre pareciste… - Le contestó sonriéndole Laura
-Parecer no es lo mismo que ser – Repitió – Qué descanses, hasta mañana – Saludó y se metió en su cuarto. Laura hizo lo mismo.
Dio vueltas y vueltas en la cama, no dejaba de pensar en el momento que había pasado con ella. ¿Podía ser qué ella estuviera interesada en mí? Su sonrisa le invadía el pensamiento, no quería pensar, razonar, no sabía que sucedía en ella… sólo deseaba dormirse soñando con su sonrisa.

Los siguientes días los pasó, muy ocupada en el trabajo, Stone le tocó una infiltración con Estévez, pero ambos solicitaron el respaldo informático de Sara y de Laura desde la Central. Se podría decir que a pesar de no verles mucho, se mantenían en contacto con ellas vía teléfono. Y Sara y Laura se la pasaron investigando de todo un poco para que ellos pudieran hacer bien su trabajo.
Siempre regresaba a casa con Sara y esta estaba siempre muy ansiosa. El asunto con Wal parecía venir bien… Y Sara estaba tan contenta que se la pasaba hablándole de él. Estaba desconocida, pero Laura debía admitir que le caía muy bien la felicidad. 
-Y vos… ¿Qué pasó en la cita que tuviste con Joan? – Le preguntó una noche mientras cenábamos en su departamento.
-¿Cita?, ¿Qué cita? – Retrucó como queriendo evitar la charla.
-Vamos que sé que saliste a cenar con Joan el pasado lunes…
-El lunes… ¡Ah!... ¿Eso fue una cita? – Se hacía la tonta – Pensé que sólo habíamos salido a cenar juntas porque no había nada en la heladera de casa para comer.
-Mmm se me hace que la pasaste muy bien…  aunque no me quieras contar nada.
-Ya, Ya… sí, la pasé muy bien, me sorprendió su actitud amistosa eso es todo. Pero nada más.
-Nada más… Mmmm – Sara intentaba hacerla hablar.
-¿Mmm qué?
-Nada, digo que nada más.
-¿Ya hablaste con Estévez? – Le cambió el tema.
-No, pero llamará más tarde – y miró su reloj – Como en media hora.
-Tiene que fichar el señor…
-Así es, ¿Y Stone no te ha llamado? – Le daba la vuelta otra vez.
-Pues no, sólo me ha hablado a la Central para pedir esta o aquella información que vos o yo buscamos…
-Y por qué no me llama a mí para pedir la información que me toca buscar… - Comentó y se sonrió.
-No sé, deberías preguntarle eso cuando vuelva… - Y se levantó de la mesa – Ya es tarde, mejor me voy a dormir.
- Vete a descansar, qué seguro mañana esos dos nos tienen a las corridas con algo…
-Espero qué no… Nos vemos mañana… - La besó en la mejilla y se salió de su departamento, para cruzar el pasillo y entrar al suyo.
Estaba durmiendo muy bien desde su cena con Stone, era apoyar su cabeza en la almohada y dormirse pensando en su sonrisa.
Estévez apenas regresó de la infiltración, no esperó mucho, en menos de dos semanas, admitió ante todos sus compañeros que estaba saliendo con Sara. Ya casi la mayoría se la había pasado comentando… sobre ellos, que no tomó a nadie de sorpresa.  En el trabajo Wal no era muy demostrativo, pero fuera, no se despegaba de ella.
Por otro lado, los cuatro comenzaron a pasar más momentos juntos en sus tiempos libres. Que salir a cenar, que ir a bailar, o al bar donde se reunían los chicos del equipo, juntarse simplemente en el departamento de Sara, el de ellas o el de Estévez, daba lo mismo el lugar, la cuestión era compartir y divertirse.
 Ya todos comentaban que veían a Laura muy cerca de Stone, y que algo estaba pasando entre ellas. Lo cual era y no era cierto. Sí pasaba algo, y era que se habían hecho amigas… pero de ahí a lo que las mentes morbosas estaban ya pensando, nada.
Sin embargo, cada vez que salían los cuatro, Sara no perdía la oportunidad para tirar indirectas con respecto a ellas. Pero tanto Stone como Laura, siempre sabían cómo evadirlas o las tomarlas en broma.

Cuando estaba a solas con ella, se mostraba muy amable, cariñosa, casi como se comportaba con Sara. Pero sentía que a veces, disimuladamente, su mirada se clavaba en Laura y esta temblaba cuando se acercaba a ella y vivía tratando de disimular su nerviosismo.
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