Eloise - Chris - 18

Eloise -Chris- 18 (desde la perspectiva de Amy)

Amy

Sentir que tu mundo se derrumba por completo hasta el punto de no querer existir es un sentimiento que no le deseo a nadie, no es nada fácil vivir con oscuridad en el alma, no cuando la vida te golpea sin contemplación. Me toco levantarme en contra de todo mal pronóstico, ser fuerte, limpiar el sucio en mí y seguir adelante. Aplicando en mi vida el dicho: “Lo que no te mata te hace más fuerte”

¿Mi fortaleza? Aurora. Mi hija, quién me hizo entender que el amor verdadero te ayuda a sanar. No fue fácil obviamente ¿De cuándo acá una violación lo es? O ¿Que el amor de tu vida sea el producto de algo tan inhumano? Obviamente pensé en abortar cuando me supe embarazada, tan solo tenía 21 años estaba desesperada, desamparada, pero no tuve el valor para hacerlo, sin duda alguna la mejor decisión tomada en mi vida.

Recuerdo aquella tarde que le conté a mi madre lo sucedido, no me dio a entender que me había creído, pues adoraba al hijo de puta, pero pude ver en sus ojos tristeza y quizás aquellas palabras de consuelo que se guardó.

Decidí irme con lo poco que tenía ahorrado y arrendar una habitación, es obvio lo sucedido las semanas siguientes, “Positivo” era la palabra que no se borraba de mi mente después de haberla leído. Lloré hasta mas no poder, caí en una leve depresión por varios días, vuelvo y repito pensé en abortar, casi pierdo el último semestre en la universidad, visite a mi madre cuando el innombrable no estaba y se lo confesé, la vi llorar con tanto sentimiento, pero no la consolé, en ese momento la odiaba, la culpaba a ella por lo sucedido, recuerdo sus palabras como si fuera ayer “La justicia a veces tarda en llegar, pero llega. Una prisión no es suficiente, menos si no pude protegerte cuando debía. Se fuerte Amy, por el bebé que crecerá en ti debes serlo, no imagino lo difícil que debe ser para ti, pero no abortes, veras que será el motivo que te llenará nuevamente de vida” después de sus palabras me levante y bese su frente su llanto aumento, me fui y hasta ese día vi el rostro de mi madre.

Una semana después ocurrió un accidente donde casualmente ambos murieron. El auto no tenía frenos y el conductor tenia rasguños en el cuello, en los brazos, en la cara, lo ocurrido fue cerca de un risco, todo bien pensado y planificado por mi madre; sin duda alguna ella tomo justicia por sus propias manos solo una semana le basto para planificarlo todo. Hasta hoy estoy convencida de que esa fue la manera de “corregir” el no haberme protegido. Bonita manera de continuar mi juventud, sin madre, embarazada, con poco dinero y un mundo de mierda al cual debía seguir enfrentando.

Los bienes de mi madre pasaron a mi nombre “La casa” y el “Dinero que tenía ahorrado” el que solo me ayudaría a sobrevivir por lo menos dos años.

Pude terminar mis estudios a duras penas, con el pasar del tiempo diría que no sirvió de mucho tener una carrera o haber sido graduada con “Excelente record académico” algunas empresas no contrataban a “Mujeres embarazadas” la vida seguía riéndose de mí.

Cuando di a luz y pude tener a mi bebé en brazos volví a nacer, era tan pequeñita, se veía tan frágil, que con lágrimas de felicidad y amor puro le prometí que haría hasta lo imposible por protegerla y darle la mejor vida posible. Decidí ponerle Aurora porque se convirtió en el amanecer de mi alma, quien le dio luz a mi vida.

A quienes les gusta juzgar a la primera, dirán que me fui por el camino fácil, nada gano en reprocharles sino conocen lo que he pasado en la vida, tal vez ni excusa es, pero cuando mi hija ya tenía un año lo que había ahorrado se acababa y no tenía la suerte de que me contrataran en una buena empresa. recordé que tuve una amiga en la universidad que trabajaba en un lugar “para adultos” es estúpido cambiarle el nombre “Prostíbulo” así que gracias a su ayuda pude ir a una “Entrevista” mi genética sí que supo favorecerme. Solo basto un par de pruebas para quedar contratada en “Ángeles”

Aunque no se crea el lugar a pesar de ser pequeño era el más respetado de la ciudad, hasta reglas había para con las mujeres que en el trabajaban. Durante el día era un bar normal, al caer la media noche se convertía en un lugar donde se pagaba para obtener placer, se ganaba jodidamente bien. A pesar de que todo lo dicho o visto en cuanto a lugares así relativamente era malo, por primera vez en mi vida tuve la suerte de que mi jefa fuese mujer y no precisamente una desquiciada que nos explotaba o nos vendía al mejor postor, entre las reglas estaba que éramos nosotras quienes decidíamos quien era digno o digna de obtener placer. Pase a ser una de sus consentidas, más cuando supo de mi historia, pues su hija había fallecido a causa de lo mismo solo que el hijo de puta que le desgracio la vida tenia sida. Es impresionante que exista gente que se queje por tonterías definitivamente.

Tuve la fortuna de contar con una mujer mayor, a quien siempre desde que tenía uso de razón cariñosamente los niños le decíamos “Abuelita Tina” se ofreció a cuidar a mi bebé mientras trabajaba, lo bueno es que me conocía desde que yo usaba pañales, era de esas señoras que te transmitían amor fraternal, paz. sus consejos eran y seguirán siendo muy valiosos en mi vida. Sin juzgarme simplemente decidió apoyarme, como podía y con lo que podía nos ayudaba. Hasta una noche que falleció a causa de un ataque en el corazón. Volví a sentirme desamparada; lloré varios días su ausencia y mi pequeña hija repetía una y otra vez la primera palabra que aprendió a su lado “Abuelita” la hija de “Agustina” paso a ser la niñera de Aurora hasta hoy en día.

Continúe trabajando en “Ángeles” Recuerdo que llegue con la mentalidad de que el dinero que obtuviera seria para poder sustentar a mi hija y ahorrar lo que fuese posible, solo sería por un tiempo, tiempo que se extendió a tres años.

Tuve clientes hombres, hasta que la conocí. Si, hasta que conocí a Eloise. Ese día deje a mi bebé con la niñera que había contratado. Me fui para ayudar en el “bar” durante la tarde, al anochecer me tocaba dar un show de baile. La vi sentada en la barra, se veía tan segura de sí misma, con una sonrisa tan natural, que cautivaba.

Me acerqué para ofrecerle el coctel especial del día. literalmente me perdí en sus ojos marrón claro. Ella simplemente me brindo una sonrisa de medio lado, su mirada sin pudor alguno recorrió mi cuerpo llenándolo inmediatamente de calor

-- “Caramba sin duda alguna el prestarle atención al nombre del lugar valió la pena” -me perdí en su mirada por unos segundos-. 

- ¿Deseas probar lo mejor del lugar? -Mi voz sonó coqueta sin proponérmelo, eso la hizo sonreír con picardía-

-- Sin duda alguna quiero probar. -Me incline un poco hacia ella hasta quedar a la altura de su oído-

- Si aguantas hasta la media noche lo disfrutarás, por ahora permíteme traerte la mejor bebida del lugar -roce la punta de mi nariz en su mejilla y sin más me aleje de ella con una sonrisa en mis labios-

Al minuto llegue a donde estaba, le entregue el vaso con el espeso líquido. Ambas nos sonreímos cómplices. En mi tiempo libre decidí sentarme frente a la barra, Eloise se acercó a mí, comenzó a buscarme conversación, no sé en que puto momento decidí ser un libro abierto para ella, le conté literalmente lo que había vivido, supongo que no debí beber el espeso liquido; menos si llevaba ron, esa bebida y yo no somos muy buenos amigos que digamos, le explique de que realmente iba el lugar, ella con una sonrisa me pregunto si había alguna lesbiana disponible, le respondí que esa noche estaba dispuesta a experimentar algo nuevo, así que le ofrecí mi servicio. Solo nos vimos cómplices y seguimos disfrutando de la bebida.

Después de mi show Eloise decidió contratar “Mis Servicios” una vez estando en la habitación pude probar sus labios, los primeros labios femeninos que probaba en mi vida. Después de tan excitante sexo que tuvimos sabía que desde esa noche de un modo u otro me volvería adicta a ella, con la intención de que le sucediera lo mismo conmigo.

Con el pasar de las semanas Eloise se convirtió en alguien muy importante para  mi vida , se abrió conmigo, supe hasta lo que no debía saber de su vida, dándome a entender que solo vivía el momento, me tuve que adaptar a eso, a vivir el momento junto a ella.

Cuando Aurora cumplió tres años decidí vender la casa de mi madre y adquirir un apartamento. No sabría decir el motivo que me llevo a que Eloise fuera la primera persona en entrar, Que conociera a mi hija. Fue cosa de minutos para que hicieran conexión, Aurora con tan solo cruzar algunas palabras con ella quedo encantada, claro supo ganársela desde el principio. La consentía en absolutamente todo, con o sin mi aprobación. Pero sobre todo se la ganó cuando se quedaba con nosotras y le dedicaba tiempo para narrarle cuentos inventados por ella, más de una vez reí con ellos.

Supe por medio de mi jefa que Eloise había contratado mis servicios exclusivamente para ella. No puedo negar que mi corazón latió como loco cuando lo supe, solo sería suya. Pero aun así no me permití ilusionarme, debía seguir viviendo el momento con ella. A mi hija la tenía más que ganada, sin duda alguna Aurora se volvió su adoración. La única “Personita” que robaba de su voz la palabra “Te Amo”

Eloise podrá ser una “irresponsable” por vivir la vida como la vive valga la redundancia, pero eso no evita que sea una persona maravillosamente extraordinaria. Me ha apoyado en cada decisión de mi vida, independientemente de mis fallas o errores sencillamente ha estado para mí.

Por ella supe sobre su rivalidad con Rouse, también el contacto “Intimo” que tienen. Obviamente surgió cierto celo en mi debido a eso, pero simplemente lo deje pasar. Por lo visto las tres sencillamente decidimos vivir el momento, mejor dicho; digamos que, Rouse y yo, Eloise es así. Me imagino que será el tiempo quien decidirá qué pasará.

* Pero Lois solo debes ponértelo

-- No, Aurora. Por favor pídeme lo que quieras menos eso

* Lois -Le dijo mi hija haciendo ojitos y puchero-

-- ¡No se vale! -dijo renuente Eloise, pero sabiendo que cedería- está bien seré la damisela en peligro -Me fulmino con la mirada cuando no pude evitar reír- pero sabes que el papel de principie valiente tiene que ser para alguien más de mi tamaño y…

* Shh Lois. Yo te rescato -la observe con burla y aunque nuevamente me fulmino con la mirada se dejó rescatar por el pequeño príncipe azul. En definitiva, Eloise por mi hija hacía de todo-

Son muchos los momentos vividos por las tres, recuerdo cuando me acompaño a llevar a Aurora por primera vez al jardín de infantes, juro que pensé que Aurora se pondría renuente al quedarse, pero fue todo lo contrario, su carita irradiaba felicidad ante lo nuevo, en cambio; Para Eloise y para mí fue muy diferente. Parecíamos las niñas, casi lloramos cuando la dejamos ir. Aun así, nos adaptamos rápidamente a que nuestra pequeña Aurora pasaría varias horas sin nosotras.

El tiempo seguía su curso convirtiéndose en años, dos años en los cuales teníamos a Eloise a nuestro lado. Donde nuestra amistad seguía siendo beneficiosa, sexo sin compromiso ni ataduras. Años en los cuales nos respetábamos nuestros espacios, donde obviamente ya no trabajaba en el bar, pero aun así lo frecuentaba pues mi jefa paso a ser alguien muy apreciada en mi vida.

Rubia tengo derecho a decirte lo que quiera, te considero mi hija. Obviamente a mi pequeño saltamontes mi nieta. Enamorarte de Eloise no es una opción viable

- Pero…

Sin peros, ya la vida ha sido jodidamente injusta contigo, como para que te lances la soga al cuello tu misma. Amy -Tomo mi rostro con sus manos- así como van, están bien. Ella sabe su lugar en tu vida y sabes muy bien que ese lugar lo ocupa Aurora -asentí ante sus palabras- yo solo quiero que la felicidad llegue a ti antes de partir de este mundo -La abrace-

- Aun te queda mucho por vivir, has sido como una madre para mí -Sonreí al sentir su beso en mi frente-

Amo cuando mi pequeña salta monte me dice abuelita. Amy ustedes son la luz que necesitaba en la vida desde que perdí a mi hermosa Amalia. No quiero verte sufrir, aunque quien quita que Eloise sea tu gran amor, mira el tiempo que ha pasado y sigue a tu lado -Sonreí ante eso-

- igual ilusionarme no es una opción. Eloise es por supuesto alguien importante en mi vida, en la de mi hija. Solo pido que así siga siendo con los años que tengamos destinadas a compartir.

Esa castaña “Vivo la vida a la ligera” sí que supo ganarse tu corazón y el de mi pequeña -Asentí- para que negarlo yo también le agarre aprecio sobre todo cuando más de una vez me discutió que eres “Dama de compañía”- -reí levemente- si, Eloise es un caso singular. Aurora, ella y tú, en definitiva, lo son.

Esas palabras me las dijo una tarde que compartíamos el cumpleaños número 5 de Aurora. Cumpleaños del cual Eloise se encargó, asumiendo todo el gasto a pesar de que le discutí más de una vez que me podía hacer cargo, se llevó todo el mérito cuando apareció vestida de la bella durmiente, reí hasta mas no poder cuando diciéndole a Aurora “Feliz cumpleaños pequeña” cayó en uno de los colchones inflables haciéndose la dormida. Sin discusión alguna fue un cumpleaños inolvidable.

Fueron muchas la veces que Eloise me insistió para que trabajase en la empresa de su padre, veces las cuales rechace su oferta, es que Rouse y yo en un mismo lugar no era que me convencía por completo, de por si no me convencía esa idea en nada. Así que me dedique a seguir ahorrando, hacer inversiones que producían ganancias. Hasta el punto de poder montar un negocio propio. 

Sea como sea que haya sido mi pasado hoy en día puedo decir que el destino me tenía algo bien preparado. "Mi hija y Eloise". Ambas sin duda alguna han sido la luz que necesitaba en medio de la oscuridad.

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La Teta Feliz Historias y Relatos ® Chris - Derechos Reservados

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