Jugada de destino - 5 - Apo

CAPÍTULO CINCO

Nota de autora

Primero que todo ¡hola!. Quiero comentarles que la historia no es nada a cómo puede parecer. Da unos cambios que son sorprendentes, nada predecibles  aunque realmente espero les guste. Al principio puede que sea una locura pero créanme que valdrá la pena.

¡Sus comentarios me motivan muchísimo a seguir escribiendo! Y aparte de Jugadas del destino, en camino hay otra historia xD. En fin, comentarios sugerencias, opiniones, toooooodo lo que deseen escribirme pueden hacerlo a mi correo: apocaliph08@gmail.com

Hasta ahora publicare una vez por semana, sin embargo pronto saldré de vacaciones y posiblemente pueda hacerlo dos veces, todo depende de mi trabajo, que aunque soy mi propia jefa, en ocasiones se complica.

No se desanimen que vendrán acontecimientos en la vida de Genesis que serán… O.o! Un beso a todas… su fiel escritora

Apo ;)

Qué asombroso es el destino, o como ustedes le quieran llamar, Buda, Alá, cualquier Dios, que te cruza de mil y un maneras con esa persona especial y ni cuenta te das. No sé cuánto tiempo pasó para que esas dos, morena y trigueña, que tenían caminos diferentes, lograran cruzarse en un punto determinado, sin arrepentimientos ni errores…. Pero que descortés de mi parte decirles lo que no debia, mejor sigamos con la historia.

Mi mente es un huracán  de pensamientos y sentimientos, los cuales me tienen más ansiosa de lo normal, siento en mi pecho una presión inusual y dolorosa, no comprendo porqué me siento así. Necesito gritar, pero mi voz no es capaz de escucharse y mi boca está inservible, le cuesta puede emitir algún sonido. Mis ojos viajan de un lado a otro buscando algo o alguien, se posan en los rostros que me están viendo en este momento. Mis padres, ambos juntos en el mismo lugar, preocupados, angustiados y hasta ansiosos por mi comportamiento. Por un instante no sé a ciencia cierta donde me encuentro, pero… ese olor, es tan conocido; estamos en el consultorio odontológico  de mi papá.

-¿qué te sientes Génesis?- mi mamá se escucha muy inquieta, los observo tratando de comunicarme con ellos de otra manera pero mi mente me está engañando y me siento más nerviosa.- hija puedes hablar con nosotros.

-yo….- estoy hiperventilando, me siento encerrada..¿qué me pasa?-yo...

-¡¿qué?!- mamá no grites por favor- ¿probaste algún droga hija? Solo queremos saber, tu papá y yo estamos muy preocupados, tienes días sin dormir, gritas en las noches y no quieres dormir sola. Además de que estás más callada de lo normal, te hablo y es como si no existieras.

-no…. No he probado nada de eso mamá- por fin pude armar una oración coherente y expresarla, pero ¿cómo creen que voy a drogarme?. Veo a mis padres alejarse un poco y los escucho.

-orlando, es mejor llevarla a un psicólogo, Analy me recomendó eso. Es un profesional y nos puede ayudar a manejar la situación

-mi hija no está loca si es lo que insinúas.

-no seas idiota orlando que el que génesis asista a un psicólogo no significa que esté loca.- ellos creen que no lo estoy pero estos últimos días realmente pienso que me volveré loca en algún momento. No sé cómo comencé a sentirme de esta manera, fue tan repentino. Pensar que me persiguen, que me observan, no poder dormir ni descansar, me está agotando.

Pasó así dos días más, en las noches mi mamá accedió a que durmiera con ella y finalmente deciden llevarme a un psicólogo. La sala de espera es un poco pequeña. Enfrente de mí se encuentra el escritorio de la secretaria, a mi lado hay dos asientos más y diagonal a mi tres puestos adicionales. En el medio está el  pasillo donde están situados los tres consultorios, uno de ellos, del psicólogo que me va a atender en casi 2 minutos, cuando finalice la terapia con mis padres.

-Srta Génesis, ya puede pasar- la secretaria me dirige una sonrisa fingida y me advierte que mis padres ya están saliendo.

Al entrar observó que es un consultorio de tamaño estándar, un ventanal grande con una vista preciosa, el escritorio es grande con varias fotografías encima. Veo un estante con juegos, una computadora y mi terapeuta está sentado frente a la silla que me toca usar en estos momentos.

-Génesis, pasa, siéntate- es un hombre caucásico, sus cabellos blancos lo delatan.- hable un rato con tus padres… me estuvieron comentando que esta semana has estado un poco nerviosa. ¿Puedo saber por qué?- ¿me traen a donde un profesional para que pueda hablar cómodamente cuando ellos saben cuánto me cuesta hablar?.

-mmm- no sé qué decirle. En realidad no quiero comentarle nada.- no lo sé, solo me he sentido así- una media sonrisa aparece en mi cara.

-a ver, cuéntame de ti, ¿qué estudias? ¿Qué te gusta hacer en tus tiempos libres?- si, como si ya no lo supiera por tus padres, mejor ni opines que discutiendo contigo mentalmente me volveré literalmente más loca.-¿te sientes estresada frecuentemente?

-estoy en 5to año, y me gusta mucho leer.- mis respuestas son tajantes y directas, no quiero divagar mucho.

-¿y en cuanto a lo del estrés? Tu mamá me comentó que viven lejos.

-si, en Guarenas, últimamente hay que levantarnos más temprano. Y con lo del stress, pues casi siempre ando asi.

-¿y exactamente qué has sentido estos últimos días? - justo el tema que quería evitar.

- me he sentido muy nerviosa y ansiosa. Pienso que pueden pasar cosas malas, a mí o cualquiera, estoy muy pesimista. Siento que puedo volverme, loca. El dolor en el pecho me desespera además de sentirme inquieta la mayoría del tiempo- ya, lo dije, mientras más rápido mejor.

-lo que estás atravesando es una fuerte crisis de ansiedad y eso con unas cosas que te mandaré, te van a ayudar, tranquila que loca no estás. Lo que me pregunto es si has pasado por alguna situación de mucho estrés últimamente- dile que estás descubriendo que te gustan las chicas jajaj, me petrifico al pensar eso, pero inmediatamente congelo el pensamiento, además de que es mentira.

-no que yo sepa, todo ha estado tranquilo.- miento de la manera más descarada posible para que el hombre que interpreta mis conductas no pueda descubrirme.

El tiempo transcurrió solo un poco más rápido de lo que esperaba; me preguntó por mis estudios, cómo son mis calificaciones ahora en secundaria, mis amigas, en realida, de todo un poco. Así, los 60 minutos se habían esfumado, ya necesitaba salir de ese lugar. Mis padres pagaron la consulta y por si fuera poco, otra cita está escrita en la agenda de la secretaria, ¡Genial!, es lo primero que pienso, otros 60 minutos el próximo jueves, encerrada con el psicólogo en su consultorio.

-¿hija cómo te fue? ¿Qué te dijo el psicólogo?- como siempre mi mamá ansiosa por saber todo. En el carro me pregunta cómo si de verdad le fuera a responder.

- me fue muy bien, es bastante… Simpático y agradable- que convincente en serio.

- aja, pero que te dijo, ¿le dijiste todo no? Porque es…

-mama no quiero hablar, en serio que no, ya les dije, me fue bien, hablamos de todo- no pude abstenerme más e interrumpo a mi mamá sin importarme nada. Ahora, justo ahora, lo que menos quiero es hablar. La sensación de desespero y angustia vuelven a mi de nuevo, invadiendo todo mi ser como si de sus dueños se tratara. Otra vez no por favor.

-¿hija, quieres almorzar?- dulcemente me pregunta mi papá, oportuno como siempre lo es, logrando cortar el silencio incómodo que se formó por mi respuesta y desviando mi ansiedad para otro momento

-si papá, ¿a dónde vamos?

-¿te apetece almorzar sushi? Sé que te fascina.- estoy completamente segura que lo hacen para mantenerme distraída de mis propios pensamientos. Mi padre cada momento intentando complacerme en lo que pueda.

-Jajajaja cómo me conoces pa’ si me gustaría comer sushi, y tú mamá, ¿quieres?

-si hija, así me acostumbro- riéndose, mi mamá duda en si realmente almorzar eso.

Todo va excelente, aunque esos dos no se soportan, hacen el mejor el intento de mantener una conversación civilizada por mi. Las tonterías que dice mi papá o las ocurrencias de mi mamá hacen que estallemos en risas. Mi ansiedad ha disminuido considerablemente sólo que…

-¿y qué hacemos aquí papá?- mis ojos están por salirse de su lugar, me siento mareada a tal punto de querer dormirme. ¿Por qué había que venir a este centro comercial?. Eso querida compañera, jajaja, eso se llama karma. Entiende que tus gustos te van a seguir hasta que lo admitas. Mi mente disfruta en hacerme sentir peor , en recalcarme que me volvere loca si esos pensamiento no se van. Y sigues tú con eso, que no se van a ir, no entien…¡¡basta!!

-¿y dónde pensabas comer hija?, aquí en el ccct tienen uno de los mejores restaurantes para almorzar sushi y es considerablemente más seguro que muchos otros centros comerciales.- mamá y ¿justo a ti se te viene a ocurrir venir a este lugar? ¿Donde se encuentra la chica misteriosa y a la cual vigile durante casi un mes? ¿No comprendes que no puedo seguir así?.  No pude hacerlo más. ¿Por cobardia? Quizás, pero no puedo, sencillamente no lo haré, no cuando escucho comentarios y veo actos de mis propios familiares que hacen que me abstenga de hablar sobre lo que me sucede.

Me encuentro caminando hacia el lugar donde almorzaremos, y siento que lo hago por inercia. Si me piden explicaciones, no las sabría dar porque me cuesta admitir o aceptar el por qué me siento de esta manera. Mi relación con William, si es que se puede llamar un noviazgo, va extraordinariamente bien. Los últimos dos meses no me apetecía verlo, prefería observar a esta chica pero ahora, no quiero ni pasar por esa panadería y necesito que los pensamientos se vayan. Recuerdo el último día que estuve frente a la morena de ojos caoba, pidiéndole mi comida y como siempre ella me dedicaba una sonrisa.

Hace unas semanas atrás

Otro día espectacular para ir exclusivamente a comprar… mmm… ¿Qué se supone que compre hoy? Jajaja algo se me ocurrirá en el momento. Menos mal que tengo mi propio dinero.

-gen- aunque le puedo pedir a mi papá que escoja algo y luego vayamos a comer a otra…- ¡GEN!

-¡¿Valentina porque me gritas?!- bueno tampoco ayudo mucho si le grito a ella. ¡Ay no! Esa cara no…- lo siento val, pero cada vez que me gritas siento que me quedo sorda, estoy a tu lado lele- “lele” era el apodo que le teníamos a la rubia de ojos claros.- cuando no te… Preste la debida atención, me llamas de otra manera ¿si?.

-bueno pero te llame tres veces y ¡¡hasta te moví!!. No se gen, últimamente andas en la nebulosa, en otra galaxia diría yo. Y no soy la única que lo piensa- debo prestarle atención pero pienso que hoy me toca ir a la panadería y…- incluso Erika se ha dado cuenta, y bueno ¿no será que ya tuviste relaciones sexuales con William y por eso andas de esa manera?- es que apenas escuche aquel comentario faltó poco para ahogarme de la sorpresa y de la gracioso de eso

-JAJAJAJA ¿lele qué te ocurre? ¿Estás loca? No vale, yo no he tenido intimidad con él.- y tampoco quiero, aunque tenga las hormonas corriendo como en un maratón.

-es tu “novio” ¿no?- hizo énfasis en la última palabra que no me agrada demasiado y aún sigo sin comprender porqué le molesta tanto hablar de ello.- aunque bueno, me alegra saber que no has hecho nada con él… Aún- ¿es mi imaginación o acaba de sonrojarse?.

-lele, relájate, yo… No pienso en eso aun.

-jajaja ya pronto lo harás mi gene. Cuando lo experimentes, ufff, no querrás, ni un minuto, dejar de hacerlo.- es que sólo ese tipo de comentarios podría provenir de Andrea- mira, es que cuando él…

-¡YA! Ya comprendí Andrea en serio, me quedó más claro que el agua. Y no tengo dudas.- sin embargo… ¿cómo será hacer el amor con otra mujer?

-solo te digo mi gen, que pronto lo harás jajaja- mi amiga abiertamente habla sobre sus relaciones, lo único que falta es que me detalle el momento de la penetración, tema del cual no quiero saber.. ¡Ugh! No no no… Me rehuso.

-¿ANDREA NO ESCUCHAS QUE GEN NO QUIERE SABER DE ESO Y MENOS LO PIENSA HACER?- mi boca inmediatamente se cerró. Muda, sólo miraba a mi amiga tratando de descifrar el porqué de su evidente enojo. Es que hasta color carmín se le colocaron sus mejillas blancas. Temí, por un instante, que mi amiga fulminara con su mirada a Andrea, parecía que sus ojos iban a botar fuego

-Valentina no me tienes porque alzar la voz y mucho menos hablarme con ese tono, ¿acaso eres la mamá de génesis? Y ni te atrevas a interrumpirme… Es sólo un juego, así que por favor… No me hables de nuevo así porque no lo voy a permitir- solo con hablar tan serena y calmadamente, mi amiga la extrovertida, pudo aplacar al monstruo que se avecinaba en Valentina.- nos vemos luego- se despidió de las dos y salió.

El señor  tiempo se había ido y ni cuenta me he dado. Ya es hora de salir pero no sin antes saber qué le sucedía a lele.

-oye… Lele te estoy hablando- bien, yo no tuve la culpa y me ignora descaradamente- ¡valentina! ¿Se puede saber qué rayos te sucede? ¡Nunca te había visto así! Y ni hablar de la manera que te dirigiste a Andrea. Me tengo que ir con las chicas pero ¿te parece si hablamos por mensaje?

-como quieras Génesis- en los cuatro años que tengo conociéndola jamás me había hablado de esa forma, será mejor que le de espacio para que piense.

El compartir con mis amigas es algo que no puede tener precio, me encanta caminar hasta la casa de mi hermana e ir riéndonos. Los comentarios son jocosos, propios de cada una.

-¡y por si fuera poco, tuve un sueño erótico con el chico! -exclama Daniela con aquel ánimo que nos contagia a todas de su sentimiento- Después estaba muriendo de pena, la vergüenza me brotaba por los poros de la piel. En serio fue espantoso - dice riéndose nada más al recordarse de lo sucedido.

-¿pero… Le hablaste verdad?- Erika le pregunta exactamente lo que yo quería preguntar.

-Jajajaja ¡¡Daniela!! ¡Te quedaste muda! Ay amiga - es que sólo con ver las facciones de ella lo supe, mis carcajadas se podían escuchar a tres kilómetros

-bueno, gene tiene razón- Apenada, sonrojada y con risas nos afirma Daniela.

-en fin, para la próxima, ya sabes lo que tienes que haces jajajaj- la voz de Victoria nos hace verla- y tú señorita, ¿qué te pasa? Has estado más dispersa aunque risueña y esa cara es… mmm ...Es que si no te conociera…- vamos caminando y ahora la conversación se torna de dos personas nada más, vika me pregunta lo que para mí es secreto federal.

-y me conoces, bastante bien, peeeero, solo ando pensando en estas navidades- sonrío después de interrumpirla- por cierto, ya próximo está tu cumple y el de Gabriela, no se ella pero ¿tú harás algo?

-jajajajajaja si gene, veré si convenzo a mi madre de organizar una reunión con ustedes nada más.- sé que victoria notó el cambio de tema y mejor hago como si nada pasó

-hora de despedirnos hermanas de otras madres, yo me dirijo hacia allá- señalo la calle contraria a donde van mis amigas- nos vemos mañana- risas, besos y abrazos aparecen por 5 minutos y al finalizar rauda, camino hacia el apartamento.

Cansada por ser el último día de la semana pero emocionada por ver a la chica misteriosa, ella seguro está después de las 2 de la tarde. Llego al piso que me corresponde bajarme y sin pensarlo abro la puerta

-Qué extraño -pienso tan solo al ver la chaqueta, los zapatos con plataforma y cartera de mi madre en el mueble de la sala, al igual que las cosas del trabajo de mi hermana -se supone que estaría sola en la casa- hago caso omiso a mi pensamiento y caminó hasta el cuarto principal donde estaban las dos mujeres.

-entonces mi jefe me dice eso y yo no sabía qué pensar- interrumpo la conversación al entrar a la habitación.

-¡hija! Mami no escuche cuando llegaste, ¿cómo te fue?

-hola gene- esta vez mi hermana es la que me saluda

-bendición ma’- me acerco a las dos y las beso- hola Arle, me fue súper bien, ya casi terminando las evaluaciones. Y… Eximí latín con 19 puntos. No presento el examen final de lapso- me erguí al decir eso, fui la única del salón entero que pude aprobar la materia con esa nota.

-¡wow hija que noticia tan buena!

¡-felicidades gene! Sigue así y no te conformes con notas bajas, siempre buscando lo mejor- Arlenis cada vez que puede me aconseja lo mismo.

-¡gracias! ¿Y de qué hablaban?- mi hermana me hace un gesto de fastidio y después entiendo el por qué.

-ay génesis, si supieras. Primero- empieza a enumerar mi mamá, esto será largo- de verdad que me asquea y me incomoda el hecho de que dos mujeres estén juntas. Dios creó al hombre y a la mujer para estar juntos. No dos hombre y mucho menos dos mujeres. No comprendo cómo hoy en día pueden aceptar semejante….. ¡Semejante acto! - mi rostro era total y completamente inexpresivo. Mis emociones de hace 10 minutos atrás se habían esfumado. Pero me embriagan otras nuevas, miedo, ansiedad, duda. Aunque me gusta ir a ver a la chica, sé que está mal, o no… No lo sé. ¡Pero justo lo que sucede es algo que deseo evitar! La tecla del tema prohibido se tocó por mi culpa - y llegó a la oficina la Srta Dayana comentando algo acerca de una chica… Hablaba tan bonito pero, ¡ugh! No, eso debe estar prohibido.

Dayana D’amico, la chica que hizo florecer mis dudas por unas semanas . Seguimos estudiando en el mismo colegio, salones vecinos, mismos compañeros de clase al igual que profesores de algunas materias. Dicen que la lengua es el castigo del cuerpo y lo fue para mí en su momento, me negué rotundamente a sentir algo por ella y lo logré. En realidad nunca me gustó solo que… Pues… Me parecía bonita. -” si claro, mientras más lo niegues…”- no le hago caso a mi voz interior -”y vigilar o espiar a la chica misteriosa ¿qué significa? Jajaja reacciona- creo que detesto esta vocecita.

-mamá, los gustos pueden variar ¿no? Yo no estoy de acuerdo pero lo respeto, es la vida de cada quien- escucho los comentarios pero no puedo responder u opinar algo.

-¿Arlenis cómo vas a decir eso? ¿ estás de acuerdo con que vayan ese tipo de personas en la calle como si nada? ¿O se besen en público? Lo que falta es que me digas que te parece normal que las parejas se intercambien entre ellas.

-¡Janira por dios! ¡¿De qué demonios estás hablando?! Estás mezclando temas que no tienen absolutamente nada que ver. Escucha lo que dije- la disputa de las dos me tiene anclada a la cama. Pareciera que tengo esposas en las muñecas o pesos en las piernas porque no puedo moverme-lo respeto ya que es la vida de cada persona. Este tema es bastante subjetivo y por lo que veo te genera estrés. Ya, vamos a comer.

-tú y tus juicios Arlenis- comenta mi madre sin poder refutar el comentario de mi hermana-¿vas a comer aquí hija o saldrás con tu papá?- miro aquellos ojos marrones que me trajeron a la vida y siento deseos de preguntarles por qué tanto horror hacia ese tema pero no quiero seguir hablando -almuerzo más tarde ma’ voy a acostarme un rato

Le ordeno a mi cerebro que por favor obligue a mis piernas a pararse de allí, ir al cuarto y dejarse caer en la cama de mi sobrino. Lo hago. Creo que debo escribirle a mi papá pero… No tengo ánimos de hacer nada, ya me cuesta encender la televisión. Me acuesto y sé que debo avisarle a mi padre que no estoy en condiciones de ir. Le mentiré sobre qué me siento mal del estómago.

-que vas a hacer- me pregunto cada 5 minutos- ¿la volverás a ver?- es sumamente difícil poder responder eso, pero inmediatamente lo supe, aquellos ojos caoba, no los vería de nuevo.

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